Por Luis Manuel Aguana
El 26 de Marzo de 2020 se marcó un hito en la
historia política de Venezuela y lamentablemente, coronavirus de por medio,
pareciera que paso por debajo de la mesa de los actores políticos venezolanos.
Hemos repetido tanto que Maduro y su camarilla son una mafia narcocriminal que
cuando el Departamento de Justicia norteamericano lo reconoce con pruebas en la
mano después de 10 años de investigaciones criminales, los políticos en Venezuela
todavía se plantean un cogobierno con ellos. Repito, el 26 de Marzo se señalaron
como delincuentes internacionales a quienes ejercen ilegítimamente el poder en nuestro
país. Y eso cambia definitivamente el abordaje que todo el mundo le debe dar al
tema de la sucesión del poder en Venezuela.
¿Cómo
lo veníamos tratando en ANCO? Para nosotros la sucesión debía tratarse como un
problema político. Desde el 1ro de Mayo de
2017 cuando la narcotiranía presidida por Nicolás Maduro Moros convocara a una
Asamblea Nacional Constituyente sin tener la cualidad para eso, y suplantando
la Soberanía Popular, la Alianza
Nacional Constituyente Originaria, ANCO, enarbolo la bandera de una Consulta
Popular organizada por la ciudadanía, con base en los Artículos 5, 70 y 333
Constitucionales a los fines de que el pueblo venezolano se pronunciara para
detener esa estafa que nos perjudicaría a todos, como la única solución que nos
quedaba como venezolanos no investidos de autoridad.
La
Consulta Popular que propusimos en el 2017 y que logró resultados incompletos
el 16 de Julio del mismo año, se transformó en un instrumento de lucha pacífica
que ANCO adoptó a los fines que el pueblo decidiera la permanencia de Nicolás
Maduro Moros y su régimen en el poder, basando nuestra argumentación en que
esta solución fuera asumida por la Comunidad Internacional, con la sociedad
civil de Venezuela al frente, como la única vía pacífica en la que fuera la
Soberanía Popular la que decidiera y administrara electoralmente el mandato de
los venezolanos al margen de los Poderes Públicos, y como mecanismo que
permitiera una salida constitucional, pacífica y electoral al régimen que
desgobierna a Venezuela.
Conscientes de lo extraordinariamente difícil
que era convencer a la Comunidad Internacional de esta solución, y en especial
cuando la oposición oficial, cuyos intereses han demostrado no ser los mismos
que el de los venezolanos, teniendo ellos la ventaja de ser la única voz que se
escucha en el exterior, nos dispusimos a realizar los contactos pertinentes
fuera del país para que nuestros principales voceros explicaran esta solución
que ya había sido informada al Secretario General de la OEA, Luis Almagro. No
era fácil hacer eso. Sin recursos, con las fronteras bloqueadas, sin
pasaportes, sin visas, se imaginarán ustedes si nuestra voz sería oída con la
claridad y la fuerza suficientes por los tomadores de decisiones de los
principales países amigos del pueblo venezolano. Pero aun así nos dispusimos a
hacerlo, y en eso estuvimos hasta que llegó el 26 de Marzo de 2020. Todo eso
cambió a partir ese día. De allí que ANCO se pronunciara el 28 de Marzo de 2020
(ver Comunicado ANCO a todos los venezolanos, El Gran Cambio, en http://ancoficial.blogspot.com/2020/03/comunicado-anco-todos-los-venezolanos.html).
Si nuestra propuesta se basaba esencialmente
en que los principales factores internacionales, encabezados por los Estados
Unidos asumieran la Soberanía Popular de los venezolanos como soporte para el
desplazamiento del poder de Maduro y sus criminales, su Departamento de
Justicia se adelanto en darles ese soporte. La decisión del Departamento de
Justicia de los Estados Unidos transformaba un problema político en uno
policial y/o criminal. En este sentido las acciones para que estas personas
desalojen el poder en Venezuela deberán estar a cargo de la justicia nacional e
internacional, por lo que una Consulta Popular para estos fines dejaba entonces
de tener vigencia.
¿En donde
deja eso a ANCO? Nuestra posición a partir del 3 Mayo de 2017 sigue siendo la
misma: “¡Contrapongamos la fuerza del Poder Constituyente Originario a la
pretensión de poder de un régimen, quien mancillando una herramienta que solo
le pertenece al Pueblo de Venezuela, intenta utilizarla para someterlo,
destruyendo su libertad!”. Y así mismo lo manifestamos a la Nación ese día rechazando el llamado
Constituyente de Nicolás Maduro Moros (ver Pronunciamiento de la ANC ante el
llamado a una Asamblea Nacional Constituyente del Gobierno, en http://ancoficial.blogspot.com/2017/05/pronunciamiento-de-la-anc-ante-el.html).
Si bien es cierto en ANCO
apoyamos la vía consultiva como instrumento coyuntural para que el país recuperara
a la institucionalidad y se lograra el “cese de la usurpación”, a través de la
convocatoria de la Soberanía Popular, ahora y con más razón, inmediatamente
posterior al desplazamiento del poder de los delincuentes que ya han sido
oficialmente señalados internacionalmente, debe convocarse al Soberano Pueblo
de Venezuela a una Consulta Popular para que el Pueblo autorice el llamado a
una Asamblea Nacional Constituyente Originaria autentica y constitucional, como
la herramienta óptima para unir al país, para la reconciliación en justicia,
para hacer el Gran Cambio para la reinstitucionalización del Estado y la
plena vigencia de la libertad y la justicia.
No es nuevo este llamado de ANCO.
Ha sido la principal razón de constituirnos como ONG, porque consideramos que
es absolutamente necesaria la recomposición institucional, política, económica
y social de este país destruido. No es posible que le dejemos a los factores
políticos que vengan a gobernar una estructura del Estado complaciente que les
permita hacer lo que les venga en gana con la vida de los venezolanos. Y eso
debemos hacerlo antes de comenzar con un nuevo periodo institucional del país
posterior a cualquier proceso electoral. Acuérdense de mí: los factores
políticos nos dirán que no es necesario, que vuelven a la carga “los locos de
la constituyente con una constituyente innecesaria, porque hemos tenido 26
constituciones”. ¡Y ahora es cuando hace mas falta!
Los ciudadanos debemos controlar
lo que venga después convocando al Constituyente y restituyendo las
instituciones que balanceaban constitucionalmente al Poder Ejecutivo, y que las
leyes no se encuentren en las manos del populismo político de los corruptos,
sino de la institucionalidad de la representación de los Estados en un Senado
de la República. Que los Municipios y los Estados dispongan del poder necesario
para su desarrollo y del derecho de ejercerlo, y así se disponga
constitucionalmente, comenzando por una reforma a fondo del destino del
petróleo y de la renta petrolera en la vida de los venezolanos. Tenemos la
obligación de comenzar desde ahora la defensa de nuestro futuro después de esta
pesadilla.
Son muchas las reformas
institucionales que requiere el Estado venezolano después de tsunami destructivo
castro-chavista-madurista, entre ellas la revisión completa de los poderes del
Presidente de la República. De esto hemos hablado muchas veces en esta tribuna pero
lo retomaremos porque ese Gran Cambio no solo es importante, sino
absolutamente necesario para la supervivencia de Venezuela después de la
transición.
Caracas, 6 de Abril de 2020
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana
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