Por Luis Manuel Aguana
Algunos amigos -y otros que no lo son tanto- y seguidores del
twitter se preguntaban en estos días en
las redes, que había pasado que no veían en mis líneas la acostumbrada
insistencia por el tema Constituyente. En realidad el tema ha decaído en la
opinión pública, no solo porque pareciera que van y vienen en una suerte de
“moda”, sino porque en la actualidad la opinión general sitúa sus mayores
esperanzas en el tema electoral del 6D como “la solución” del grave problema institucional
del país.
Y el posicionamiento generalizado de esa “solución” en la mente de la
opinión pública no es de ninguna manera casual. Toneladas de papel periódico y notas
electrónicas movilizadas por la oposición oficial han servido para convencer a
los ciudadanos que “saldremos” de esta dictadura así. Una muy importante
analista política preguntó hace un tiempo atrás que si no era con votos que le
dijeran “¿de cuantos misiles, tanques y
armas disponen para luchar contra quienes tienen todos los artilugios bélicos y
a militares rojos armados hasta los dientes?” (Marta Colomina, Gobierno
tiene las armas y la oposición los votos http://www.lapatilla.com/site/2015/05/03/marta-colomina-gobierno-tiene-las-armas-y-la-oposicion-los-votos/).
Y ese es precisamente el meollo del asunto. ¿Qué “armamento” le
contrapone la población civil desarmada a esta situación? Pero, primero lo
primero: ¿a qué nos estamos enfrentando en realidad con los votos? Porque esa
nota indica claramente el reconocimiento del régimen como una dictadura y de lo
que es capaz de hacer. Entonces es válido pensar que esperamos cualquier cosa
del régimen a la respuesta democrática del pueblo venezolano expresada en votos
el 6D, como por ejemplo, un fraude masivo y descarado. Recordé con esta
referencia la famosa “Teoría del Ñu” de Oscar Yanes contada de la manera más sabrosa,
como solo él solía echar sus cuentos (ver Oscar Yanes y la Teoría del Ñu en https://youtu.be/equwG1AlWT8).
Entonces de acuerdo a este razonamiento de los misiles y los tanques, no
importa si lidiamos con un Ñu, lo que importa es la faena. ¡Joder!, como dicen
los españoles… No será este escribidor el que le diga a la gente que no vaya a
votar, entre otras cosas PORQUE ESE NO ES EL PROBLEMA. El problema es qué van a
hacer aquellos que le prometieron un cambio sustantivo al país -desde sacar a
Maduro hasta recoger la basura- a través del resultado de esa elección, si el
régimen se impone por trampas. Ese es a mi modo de ver el problema.
Entonces, como ya ha ocurrido antes (y vaya que hemos tenido
experiencia en eso) NO VA A PASAR NADA. Oiremos las promesas que ya conocemos,
esta vez corregidas y aumentadas, de la oposición oficial indicando que como no
ganamos el 6D iremos a un revocatorio de Maduro el 2016 o esperaremos a
“medirnos” el 2019, mientras el país se deshace como una galleta debajo de un
palo de agua. Entonces, ¿no creen ustedes que será hora de escuchar en ese
momento a otra gente con nuevas propuestas? ¿No creen ustedes que si eso ocurre,
es hora de oír a otro liderazgo que oriente la acción en contra de la
dictadura? ¿No sería hora de llamar las cosas por su nombre y actuar en
consecuencia a ese hecho? Ese sería un momento ideal de salir de esa
“disonancia cognitiva”…
Sin embargo, a eso intentamos ir pero tiene como requisito que una
inmensa mayoría se encuentre alineada y
concuerde en el tipo de amenaza que tenemos y como enfrentarla, pero con EL
LIDERAZGO ADECUADO A ESA AMENAZA. Y eso no es posible si gran parte de la
población sigue convencida por los colaboracionistas que lidiamos con un toro y
no con el Ñu de Oscar Yanes. Debemos entonces no solo contar con la solución
sino también con una implementación y su ruta.
Tratare de explicarlo en términos simples. Todos conocemos el cuento del
cascabel del gato: Un grupo de ratones se reúnen para discutir cómo
escabullirse del gato cuando van a la cocina por alimentos. Nombran una
comisión técnica para que den una solución al consejo de ratones. Después de
una gran discusión técnica y de presentar diversas alternativas, la comisión
diseña y propone un dispositivo, el cascabel, un instrumento cuyo objeto es dar
a conocer el momento en que el gato se acerca. Brillante, esa es la solución. Al
presentarla, el consejo la estudia y sentencia: la solución es inobjetable, eso
es lo que hay que hacer, pero ¿quién le pone el cascabel al gato? El problema
no era el cascabel -lo técnico-, sino su implementación, el riesgo que
implicaba poner a funcionar la solución.
Todo el que ha conocido el Proyecto País Venezuela (http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/)
en la mayoría de los casos ha indicado que no hay dudas que esa es una solución
concreta a los problemas de Venezuela, al margen de algunas diferencias
discutibles. Un país verdaderamente descentralizado con regiones autónomas política,
administrativa, institucional y financieramente; limitar las atribuciones del
Presidente de la Republica, un Congreso a dos Cámaras con una real representación
de los Estados y eficaces mecanismos de control institucional, y muchas otras
que faltarían por razones de espacio que hay también que poner en funcionamiento.
Una solución que incluye nuestro bagaje histórico y cultural. Pero el tema aquí
es otro. Yo lo he llamado el momento de la implementación. Y esa es la razón
por la cual hay que volver al tema pero en el tiempo preciso.
Es el tiempo que identificamos como propicio para el logro de todos
esos cambios. Para nosotros la pregunta no es quien le pone el cascabel al gato
-que somos nosotros- sino cómo se le pone ese cascabel a un sistema agotado y
con muchos y muy poderosos defensores políticos y económicos. Y aunque el cómo ya
lo hemos respondido, y es la vía Constituyente, la siguiente gran pregunta es ¿cuándo es el
momento propicio para eso? No es ahora pero pronto lo sabremos. Poco a poco nos
iremos acercando a ese momento, conforme la población se agota y el régimen y
sus colaboradores de la oposición oficial se agotan más rápido.
Estoy
convencido que el país tiene soluciones pero estas no saldrán a la luz de la
mano de la gente correcta en tanto no se asuma y se combata con las maniobras
adecuadas al Ñu que tenemos al frente y se le proponga al país un plan serio
con una ruta creíble. Lamentablemente eso no es lo que tenemos ahora para el
6D. Se le está pidiendo ese día al país torear a un Ñu con la faena de un toro.
Y como dijo Oscar Yanes en esa entrevista, eso es muerte segura…
Caracas,
25 de Septiembre de 2015
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana