Por Luis Manuel Aguana
Una de
las preguntas que más nos han hecho durante todos estos años que tenemos
impulsando el tema constituyente es qué pasaría si el régimen convocaba a una Asamblea
Nacional Constituyente por su lado. Y mi respuesta siempre fue invariablemente
la misma: ¡que lo haga! Maduro puede levantarse mañana y haciendo uso de su
atribución constitucional establecida en el Artículo 348, y convocar a un
Consejo de Ministros para decretar la iniciativa constituyente. Eso está
previsto en la Constitución.
Igualmente
puede con sus hordas proceder, con auxilio del ministerio electoral del régimen,
a una recolección trucada del 15% del padrón electoral y decir que la convoca “el
pueblo”, para luego proceder a establecer, al igual que Chávez, las reglas para
su convocatoria, repitiendo el ciclo de destrucción que inició su antecesor en
1999.
Al parecer
esa es la más reciente propuesta de huida hacia delante de un régimen
acorralado, la convocatoria al “poder popular constituyente”, como llamara el
Ilegitimo al Poder Constituyente Originario: “En los próximos días voy a
convocar el Comando Central Bolivariano de la Revolución, con los delegados de
todo el país y les voy a presentar la propuesta estratégica, constitucional que
creo pertinente para abrir las compuertas a una etapa de 20 años de triunfo
revolucionario, por la vía del poder popular constituyente y socialista” (ver Presidente Maduro presentará
propuesta para la nueva etapa de la Revolución durante los próximos 20 años
En
todos estos años hemos aprendido algo de lo que hizo Chávez en 1999. Un pueblo
completamente ignorante de lo que significaba un proceso constituyente se vio
inmerso en un cambio significativo del texto constitucional que nos había dado
estabilidad política por 40 años, sin ninguna discusión acerca de las
implicaciones de ese paso para el país, dándole luz verde a los aprendices de
brujo que crearon la colcha de retazos que resultó ser nuestra actual constitución,
que magnificó los poderes que ya tenía el Presidente de la República, en
detrimento del proceso de descentralización que se había iniciado en 1989.
No seré
yo quien les cuente la barbaridad que resultó de eso, sino les invitaré
a oír de nuevo la intervención del experto constitucionalista, el Dr. Asdrúbal Aguiar
en un Foro Constitucional en el 2014 (https://soundcloud.com/laguana-1/intervencion-del-dr-asdrubal-aguiar-foro-el-nacional-21-07-2014)
o leer los múltiples escritos del Dr. Allan Brewer-Carías (por ejemplo Federación
Centralizada en Venezuela: Una contradicción Constitucional – Allan
R. Brewer-Carías http://tinyurl.com/h6wzxux).
Eso les dará una idea del resultado que podríamos esperar de esta gente metida a
brujos sin conocer la hierba.
Se
preguntarán entonces, ¿porque ustedes proponen también un cambio constitucional?
Y la respuesta es simple: precisamente para recomponer el adefesio creado en
1999, que al menos nos da la oportunidad de arreglarlo convocando a una
Asamblea Nacional Constituyente; lo que se propone en el marco de una reingeniería
del sistema político, llevando la forma centralizada del Estado establecida en
la Constitución, a una verdaderamente federal y descentralizada que nos permita la autonomía
de las regiones, fundamentándonos en un Proyecto de País novedoso que hemos
denominado Proyecto País Venezuela
Reconciliada Vía Constituyente (descargar documento del Proyecto País
Venezuela en http://ancoficial.blogspot.com/p/documentos-fundamentales.html).
Para eso es que queremos una Constituyente.
A
diferencia de Hugo Chávez en 1999, y ahora de Nicolás Maduro en 2017, le
estamos haciendo una propuesta concreta a Venezuela en ese Proyecto de País.
Estamos entonces enfrentando dos visiones diferentes del futuro que deseamos
para los venezolanos, una progresista basada en los valores según los cuales
fue fundada la República en 1811 y otra “socialista”, basada en un plan castrocomunista
titulado “Plan de la Patria” que aun no se ha terminado de ejecutar
completamente y que ahora se pretende consolidar mediante un llamado
constituyente, en un nuevo intento desde el año 2007, cuando los venezolanos
rechazamos la reforma comunista de nuestra constitución. Esa es concretamente
la oferta engañosa de Maduro del día 20 de abril.
Estamos
de acuerdo con un proceso constituyente pero no fundamentado en medirse en
elección constituyente con los poderes públicos secuestrados por el régimen porque
sería exactamente lo mismo que aceptar elecciones generales sin resolver como
se garantiza una elección imparcial. Reafirmamos entonces nuestra Ruta
Constituyente Originaria (ver ¿Y ahora? La ruta Constituyente Originaria http://ticsddhh.blogspot.com/2017/04/y-ahora-la-ruta-constituyente-originaria.html)
, desconociendo a los Poderes Constituidos, basados en los últimos cuatro
artículos de la Constitución.
En este
punto debe entonces quedar claro para todo el mundo opositor –incluyendo a la
oposición oficial- a la luz de esta nueva estrategia de la dictadura, que la
vía ahora más que nunca siendo demostrar de la mano del mismo Poder
Constituyente Originario, la voluntad de la mayoría de los venezolanos. Esto se
logra emprendiendo todos la recolección masiva de al menos las mismas
manifestaciones de voluntad a favor de un cambio hacia la libertad y la
democracia, expresada el 6 de diciembre de 2015. Esto es al menos 7 millones de
firmas contabilizadas utilizando las reglas de convocatoria que el mismo pueblo
apruebe en el momento de expresar su voluntad.
Este procedimiento
lo ha propuesto la Alianza Nacional Constituyente al país en el documento “Bases
Constituyentes, propuesta de las Ciudadanos para la Reconciliación y el Cambio”
(descargar documento desde http://ancoficial.blogspot.com/p/documentos-fundamentales.html),
y en base a este procedimiento hemos comenzado el proceso de recolección de
firmas a nivel nacional.
Enfrentemos
esta nueva trampa del régimen castro-chavista-madurista con una demostración masiva
cívica, palpable y evidente, profundizando la recolección de esas voluntades en
una clara manifestación de desobediencia civil, consolidando una insurrección cívica
constitucional, que de ninguna manera es excluyente a las acciones que ya se han
emprendido. Vamos a medirnos, pero no en los términos del régimen, sino en los
del Poder Constituyente Originario: en la calle y de la mano del pueblo.
Caracas,
22 de Abril de 2017
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana