Por Luis Manuel Aguana
Un inmenso vacío nos ha dejado la desaparición
prematura de una vida tan valiosa como la de Carlos Lee Blanco. Este lamentable
hecho me pone a reflexionar profundamente acerca de temas tan importantes en
nuestro país como el desprecio por el conocimiento en todos los órdenes, la desidia
de hacer bien las cosas, la desaparición de la gerencia de lo público –y también
de lo privado-, de la decadencia de lo universitario, y sobre todo de la falta
generalizada amor por el país de quienes han conducido hasta ahora a Venezuela.
A veces me pregunto cuál será el plan Dios con nosotros cuando se lleva antes
de tiempo a figuras tan valiosas que nos han acompañado luchando en contra de
todos esos males a favor de nuestra democracia y nuestra libertad.
Y es que Carlos Lee representaba a mi juicio la
esperanza que algún día los venezolanos tuviéramos precisamente todo lo
contrario: el aprecio por el conocimiento, el interés genuino por hacer bien
las cosas, que el país se manejara con una extraordinaria gerencia y
administración de lo que es de todos, en un marco de excelencia por lo
universitario; todo eso adornado con el hermoso telón de fondo de un amor
inmenso por Venezuela. Ese era el retrato de Carlos Lee para aquellos que lo conocimos.
Es que sin educadores de la talla de Carlos, ¿cómo
nos podemos plantear una lucha tan difícil en contra de todas esas plagas? Poco
a poco, por una razón u otra, hemos ido perdiendo personajes increíbles que podían
hacer más fácil un retorno a la libertad. Personajes como Eric Ekvall (http://ticsddhh.blogspot.com/2013/11/farewell-eric.html),
Rafael Enrique Casal (http://ticsddhh.blogspot.com/2015/01/rafael-enrique-casal-constructor-de-pais.html),
Jacobo Yepez Daza (http://ticsddhh.blogspot.com/2015/12/jacobo-yepez-daza-requiem-por-un.html),
Rosa María Zulueta (http://ticsddhh.blogspot.com/2017/03/rosa-maria-zulueta-ciudadana-integral.html)
y ahora a Carlos Lee Blanco. ¡Cómo duele hacer ese recuento! Sus razones tendrá
Dios para hacernos más difícil el camino…
Venezuela
está de luto. Más de 70 jóvenes han perdido sus vidas en las calles a manos del
régimen. ¡Este desangre se tiene que parar! Pero si a eso le sumamos la desaparición
física de quienes pueden ayudar para que esa sangre joven no haya sido un
desperdicio cuando toque reconstruir el país, el sentimiento de frustración se
eleva infinitamente, mas aun cuando se trata de un profesor universitario y
ejecutivo insigne como lo fue Carlos Lee Blanco.
Esto
eleva de una manera muy importante la responsabilidad de quienes sobrevivimos.
No solo para asumir los retos de aquellos que se fueron antes y recoger sus
banderas de lucha, en especial si son de la nobleza intachable como las que enarboló
Carlos Lee, sino para seguir y profundizar en ellas.
Desde la
Universidad Metropolitana que le cobijó durante sus últimos años, Carlos
impulsó extraordinarias iniciativas que deben ser profundizadas en el bien de
una Venezuela del futuro, como el Centro de Orientación en Energía (COENER),
del cual fue su Presidente hasta sus últimos días. Asimismo nos dio un respaldo
extraordinario para el estudio del Proyecto País Venezuela Reconciliada Vía
Constituyente con diferentes actores de la vida nacional.
Numerosos
fueron los encuentros con múltiples personalidades convocadas por Carlos Lee en
la UNIMET para el estudio de las consecuencias de la falta de institucionalidad
en la Venezuela actual y las propuestas necesarias en el marco de un nuevo Proyecto
de País a través de un proceso Constituyente:
“…verdaderamente ya
casi no quedan argumentos para no considerar la Constituyente como una
alternativa a nuestros males. Entre
ellos, la clase política que requiere rápidamente de un rediseño de su
pensamiento y accionar, con mejor disposición hacia los riesgos.
En ese sentido la poca claridad de cómo se hace carrera política, es algo que
nos entraba. Puede haber la percepción de por qué se tiene un conjunto de
habilidades verbales, facilidad de interacción, o relaciones estrechas con un
determinado partido o simpatizar con las líneas de acción eso te vuelve un
político. Nada más falso, si este grupo de personas así se lo cree, no resulta
permeable a las nuevas ideas, ni siquiera las considerará como una opción…. Pero
la dinámica no va más allá de la bulla. No
producen hechos concretos, y se eternizan en la promesa. Ven las alternativas
como una amenaza a sus posiciones. No abren camino a las nuevas
generaciones, que no por ser nuevas, sean más eficaces, han perdido el sentido
de un sano relevo, y eso debe ser motivo de estudio y preparación, ya pasaron
20 años en este naufragar.” (Subrayado nuestro)(Palabras de Carlos Lee el
13-12-2016).
Carlos tenía clarísimo que era indispensable un relevo del
liderazgo político basado en conocimiento y en una nueva forma de ver los
problemas del país. La dinámica de los nuevos tiempos, las nuevas generaciones,
el sano relevo, esa es la clave de cualquier pensamiento en positivo para el cambio
del país. De allí que Carlos planteara la factibilidad de un proyecto de “Tanque
de Pensamiento – Think Tank ” dedicado a la acción política que sirviera de
apoyo al accionar de su dirigencia y del país. Tuve el honor de discutir con él
las bases de ese proyecto hasta que su enfermedad lo disminuyó y al final lo
venció.
Ambos tuvimos el honor de ser colegas Presidentes de la
Asociación de Egresados del PAG – ASEPAG (Programa Avanzado de Gerencia del
IESA) de allí que tuviéramos muchos intereses en común. Carlos fue fundador de
ASEPAG y su primer Vicepresidente y luego Presidente de la Asociación durante
el período 1993-1995 y Presidente Honorario. Su extraordinaria experiencia
ejecutiva lo llevó a alcanzar posiciones
de importancia como Gerente de Consultoría Gerencial en las transnacionales Ernst
& Young y De Deloitte Touche Tohmatsu. Difícilmente conseguiremos a un ejecutivo
de las credenciales que tuvo Carlos Lee Blanco a favor de una Venezuela de
excelencia, por eso será de verdad insustituible.
Todos queremos y luchamos por tener algún día un país mejor
del que tenemos, un país donde el conocimiento prive sobre la improvisación,
donde los que estudian prevalezcan sobre los ignorantes, donde los que tengan técnicas
y metodologías realicen su trabajo sin las trabas de quienes desconocen lo que
se hace en los mejores países, a favor de las mayorías. Un país de dirigentes políticos
cultos. Ese fue el país por el que soñó y trabajó Carlos Lee Blanco. Estoy
seguro que el paso de Carlos por esta vida que Dios quiso que hiciera en
Venezuela, haya dejado sembrado ese deseo en los venezolanos. Carlos “Chino”
Lee, si el Altísimo quiso que lo acompañaras ahora es porque tal vez esa
semilla que dejaste ya esté por germinar a favor de Venezuela… Estoy seguro que
así será, ¡y que falta nos vas a hacer para continuar esa labor mi querido
amigo!
Caracas,
11 de Junio de 2017
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana