Por Luis Manuel Aguana
“Nunca
he podido concebir cómo un ser racional podría perseguir la felicidad
ejerciendo
el poder sobre otros”. Thomas Jefferson
En
oportunidad de la decisión de Leopoldo López de entregarse a la justicia
rojo-rojita el 18 de febrero de 2014, publiqué una nota indicando que si tomaba
esa decisión el régimen lo trataría peor que a Iván Simonovis, sin contar con que
en eso también estaría metiendo a su familia (ver Entrega o Resistencia en http://ticsddhh.blogspot.com/2014/02/entrega-o-resistencia.html).
No estuve
de acuerdo en que se entregara y lamenté luego haber tenido la razón en
relación al trato inhumano y cruel que han recibido él y su familia en los casi
dos años de reclusión y sentencia ilegal. Independientemente de si ese vía crucis lo haya llevado a ser el
primer líder en las encuestas o si la decisión de Leopoldo fue acertada o no, se
pudiera concluir a estas alturas que el costo para el, su familia y el partido
que fundó ha sido y sigue siendo muy elevado. El régimen necesita a Leopoldo
preso para culparlo de sus propias masacres del 2014, así como necesita a Iván
Simonovis preso para culparlo de las del 2002.
Existe
cierta racionalidad en el régimen cuando persigue y encierra a aquellos
liderazgos que consideran una amenaza a su supervivencia. De allí los encierros
de López, Ceballos, Ledezma y todo aquel que medio se asome con posibilidad cierta
de conducir los destinos opositores no colaboracionistas.
Asimismo
el régimen se monta en una de favorecer aquellos liderazgos de oposición “convenientes”
a sus intereses, como el caso de Manuel Rosales, que a las 7pm en aquella
elección presidencial del 2006 ya estaba aceptando su “derrota” antes de
terminar de contar los votos de las mesas cerradas, con gente todavía en las
colas de los centros. Desde ya le auguro una rápida “justicia” en su caso para
salir a hacerle “oposición” conveniente al régimen…
En toda
esta historia quienes no hemos sido muy racionales somos nosotros. Los
liderazgos políticos que más se han acercado a una lucha no-colaboracionista en
contra del régimen se han inmolado a la justicia rojo-rojita, jugando el juego
de la democracia cuando lo que hay es una dictadura. Y el régimen muerto de la
risa ha ido acabándolos uno por uno. Aun insisten en hacer la faena del toro
con un Ñu (ver La faena del Ñu en http://ticsddhh.blogspot.com/2015/09/la-faena-del-nu.html).
Ahora se está
presentando el mismo caso con Lorenzo Mendoza. Este líder empresarial ha sido
señalado por el régimen, desde mucho antes de su acusación derivada de las
grabaciones ilegales realizadas a él y al economista Ricardo Hausmann, como el principal
responsable de la “guerra económica” que se inventó el régimen por la pavorosa
inflación que llegará a 300% en alimentos este año. Vuelve el régimen así a las
andadas de culpar a alguien de sus propias actuaciones.
Mendoza ha
respondido lo mismo que antes respondieron nuestros líderes opositores: “no me
voy del país” (http://www.eluniversal.com/economia/151027/lorenzo-mendoza-no-me-voy-del-pais-y-respondemos-con-mas-trabajo).
Pues bien, el régimen montará su expediente fraudulento, como lo hizo antes con
López el Fiscal que está cantando en los Estados Unidos, y lo encerrará botando
la llave. Y el país, de nuevo, perderá otro líder, esta vez empresarial, responsable
por la producción de la mitad de la comida que se consume en Venezuela.
Dos
importantes empresarios me refirieron que el régimen difícilmente encerraría a
Mendoza, pues le es más útil produciendo comida, y más aun en esta época donde
arrecia la falta de alimentos y dólares con que comprarla afuera. Que Mendoza
hacía bien diciendo que se queda, dándoles así confianza a sus empleados y
clientes. Y de nuevo, esa es NUESTRA RACIONALIDAD, no la rojo-rojita. Eso sería
lo correcto en la faena del toro, no cuando se lidia con un Ñu.
El régimen
desde hace muchísimo tiempo no se rige por la Constitución de 1999. Se rige por
el Plan de la Patria comunista. Juran cargos para cumplir ese Plan, no la
Constitución. Y en ese Plan está el control de los medios de producción
privados. Tal vez los Castro no le han ordenado todavía a Maduro hacerse con el
control de Empresas Polar porque conocen de la ineficacia y ineptitud del
gobierno venezolano para manejar un emporio como ese, pero la desesperación es
mala consejera. Ya está rodando la especie según la cual tienen preparado un “Polarazo”
–operación semejante al Dakazo pero de comida- para antes de las elecciones,
donde allanarían a Empresas Polar -como antes lo hicieron con Daka-, luego de
la detención de su Presidente con la excusa de la famosa llamada telefónica,
para regalar la comida que supuestamente tendría “acaparada” el “responsable”
de la “guerra económica”.
En un
universo racional, nadie en su sano juicio pondría preso a Lorenzo Mendoza. Estamos
hablando del responsable de que al menos podamos medio comer en Venezuela, y
eso no es ninguna pendejada. Pero aquí no estamos hablando de gente que obedezca
esa o ninguna racionalidad. Han reventado todas las leyes de la racionalidad económica
en función de eternizarse en el PODER.
No es mi
intención aquí darle consejos a Mendoza, que de acuerdo a lo que dijo ya tomó
su decisión, ni mucho menos orientar su acción. Solo quiero llamar la atención a
que muchos pensaron, incluyendo a Leopoldo López en febrero de 2014, que esta tragedia
se combate siguiendo las reglas del librito. Ya López tiene preso casi dos años
y las cosas han empeorado sustantivamente. Y pueden ser aun peores si a eso le
añadimos otro sufrimiento más con nuestra mejor gente presa. Como bien escribe
Gustavo Azocar en su carta a Mendoza: “No es bueno darle a Maduro otro trofeo”
(http://www.lapatilla.com/site/2015/10/24/gustavo-azocar-alcala-carta-a-lorenzo-mendoza/).
Muchos
dicen que el régimen al seguir ese camino de represión poco a poco se
extinguirá, y ocurrirá “algo” que lo implosione o colapse. Estoy de acuerdo con
eso. Sin embargo, salvo que tengamos las habilidades de Reinaldo Dos Santos,
nadie puede predecir cuándo ocurrirá eso. Aquí puede haber una hiperinflación
de 3 o 4 dígitos el año que viene y el régimen podrá aguantarlo porque todavía
cuenta con muchísimos recursos que no necesariamente se contabilizan en dinero.
Pero
quienes creen que la racionalidad rojo-rojita del régimen cambiará porque aquí se
pase hambre como consecuencia de acabar con Empresas Polar, mejor que se vayan bajando
de esa nube. Recuerden a Giordani, nos necesitan pobres y ahora también hambrientos.
Los Castro tienen más de 55 años mandando a un pueblo hambriento porque tienen
las habilidades para eso, y le han transferido esa “tecnología” al régimen de
Maduro, o la están poniendo en práctica ellos mismos en Venezuela. Lamentablemente
eso no se ha acabado de comprender cabalmente, incluso por nuestros mejores exponentes.
Ya es hora de cambiar la estrategia y ensayar otros caminos, comenzando por no
sacrificarnos, en especial si eso no contribuye a salir de esta tragedia.
Caracas,
29 de Octubre de 2015
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana