Por Luis Manuel Aguana
No, no es la película protagonizada por
George Clooney y Julia Roberts, donde en una trama impresionante se llevan de
un casino en las Vegas todos los millones de la caja de seguridad y escapan por
la puerta principal. Es la estafa ingeniosa que el régimen nos armó a todos los
venezolanos con la participación de la oposición oficial con las elecciones de
Gobernadores. El régimen sabía tanto como usted y como yo, que los principales
partidos no iban a dudar ni un segundo en abandonar, no solo las calles, sino
lo que fuera necesario con tal de ponerle las manos a una gobernacion con el
fin de buscarle oxigeno a sus arcas vacias de poder y contratos, despues de
tanto desierto con este régimen que no da puntada sin dedal.
En efecto, Maduro estaba llegando a un punto
de quiebre y la manera que encontraron de quitarse de encima a la MUD, que sin
haberselo propuesto habia puesto en jaque su estabilidad con nuestra jugada
maestra del 16J (y digo nuestra porque fue de la sociedad civil), fue darles el
caramelo que tanto habian pedido y no habia sido concedido: las elecciones de
Gobernadores.
Pero expliquemos mejor, ¿por qué una estafa? Porque
lo que ha sucedido aquí ha sido un engaño a todos los venezolanos. Que el
abandono de las calles y la concurrencia a esas elecciones fue un gran acuerdo político
previamente negociado entre el régimen y su oposición. ¿Porque llego ahora y no
antes a esa conclusión? Por las acusaciones destempladas pero reveladoras del
Ilegitimo Nicolás Maduro al Primer Ministro español Mariano Rajoy en referencia
al Referendo de Cataluña: “Desde
Venezuela pedimos respeto al pueblo de Catalunya (...) ¿Quién actúa como
dictador? Maduro que permitió una consulta ilegal (plebiscito opositor), la
protegió y le dio amplias libertades? ¿O Mariano Rajoy que no quiere que el
pueblo de Catalunya diga su palabra?” (ver Maduro llama "dictador" a Rajoy por
no permitir consulta catalana, en http://www.hispantv.com/noticias/venezuela/353798/maduro-rajoy-dictador-referendum-independencia-cataluna).
Ya
me parecía muy extraño que el régimen nos hubiera “permitido”
realizar de manera gratuita y “democráticamente”
esa consulta sin el CNE, cuando en realidad pensaba que era ilegal, como ahora
se lo dice a Rajoy y a todo el mundo. ¿No les parece eso dificil de
tragar?
La pregunta que debemos hacernos entonces es
la siguiente: ¿ustedes creen que la oposicion oficial hubiera podido organizar
la consulta del 16J sin CNE, sin contar con la anuencia del regimen, habida
cuenta que éste la ha considerado siempre ilegal, como lo confiesa ahora?
Piensen. Obviamente que no. La hubieran impedido con la misma violencia que siempre
han demostrado, en especial despues del 1ro de Abril. Y ahora están cobrando
réditos políticos al decir que “permitieron” nuestra Consulta Popular
perfectamente constitucional.
Pero, ¿cuánto le costó eso a la ciudadanía?
El primer pago fue que el resultado fuera desconocido por los convocantes, la
Asamblea Nacional. Y el segundo pago fue más grave aún, que se aceptara ir a un
dialogo posterior a espaldas de la población.
Resultado: un acuerdo ganar-ganar para el
gobierno y su oposición, pero con nosotros como perdedores. La oposicion gana
sus elecciones de Gobernadores con la promesa de concurrir a un dialogo en República
Dominicana, y el gobierno gana una paralización de la presión de las calles,
comprando tiempo e imagen internacional. Mejor imposible, solo que a costillas
de la sangre de nuestros muchachos. Ellos lo llaman “realpolitik”.
Sin
embargo, lo que no previeron ambos concertantes era la masiva respuesta civica
y democrática de la población, al punto de hacer que esa consulta movilizara toda
la comunidad internacional a favor de la situación de Venezuela. El 16J nos
llevará por una ruta opositora completamente distinta a la vista hasta ahora, y
cambiará el paradigma sobre el que se ha entendido a la oposición hasta este
momento. No hay mal que por bien no venga reza el dicho popular.
El
extraño comportamiento de la oposición oficial al desconocer el mandato del 16J
solo puede entenderse en el marco de un amplio acuerdo secreto que implicara
que los partidos opositores retiraran a su militancia de las calles sin mas
contraprestación que la promesa de cronograma electoral del Tiby-CNE, olvidando
a los presos politicos y demás exigencias hechas desde que se comenzó la
jornada de luchas en las calles. Esto representa una gran estafa al pueblo venezolano.
Nos
encontramos entonces en una coyuntura muy especial con varios elementos
concurrentes: a) una poblacion opositora decepcionada y molesta, esperando que
se termine esta “taima” autoimpuesta por unas elecciones que no resuelven la
salida del régimen, ni la angustiante situacion económica de los venezolanos;
b) una oposición oficial inmersa en una suerte de campaña extraña donde no
pueden ofrecer más nada después del 15-O que seguir haciendo lo mismo que ya
veníamos haciendo todos, que no es otra cosa que continuar la protesta masiva y
constante; c) un régimen que sale fortalecido habiendo ganado tiempo y terreno
con miras a conseguir llegar al 2018 y más allá.
¿Que
nos dirá la MUD despues del 15-O? Independientemente del resultado (que es otro
análisis) ya oigo a Julio Borges y a Henry Ramos Allup contar a dúo el
siguiente cuento de vaqueros electoral: hay que prepararse para las elecciones
de Alcaldes y Presidenciales del 2018. ¿Y la destrucción institucional que
ejecuta y sigue ejecutando la Constituyente fraudulenta? ¿Y la hiperinflación? ¿Y
el hambre? ¿Y los niños muertos en los hospitales todos los días? ¿Dónde queda
todo eso? Esa es la agenda que la población desea oir. Pero esa no es la agenda
de ese liderazgo opositor. Entonces tenemos que buscarnos otro que si enfrente
al régimen, y no que negocie elecciones con él estafando a la población.
Requerimos
con urgencia de nuevas voces que nos digan claramente cual es la ruta de salida
de esta tragedia que representa Nicolás Maduro y su tiranía narco militarizada.
Otra gente que entienda que el problema no es que el pueblo vote o no vote,
enfrentando a los venezolanos con esa pendejada que no es para nada la
discusión del país, aunque allí deseen ubicarla, sino que muestre
un camino que nos conduzca inmediatamente a resolver esta crisis. Y esperar al
2018 o al dos mil siempre no es una opción. Luego entonces, ni con Borges ni
con Ramos será que lo consigamos. Estos personajes solo entienden de acuerdos y
negociaciones a espaldas de lo que la población desea, a favor de sus propias
agendas de poder. Ya basta de estafadores…
Caracas,
5 de Octubre de 2017
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana