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lunes, 11 de diciembre de 2017

El fin de las creencias limitantes

Por Luis Manuel Aguana

En el extraordinario libro de Morris West, Las Sandalias del Pescador, llevado al cine en los años 60 con la magistral actuación de Anthony Queen, había unas escenas donde el Papa se “escapa” del Vaticano vestido de cura párroco para descender a la vida cotidiana. En una de esas escenas se ve involucrado en la asistencia a un moribundo que lleva a cabo una mujer médico en un barrio de Roma, y que está pasando por unos momentos emocionales muy duros de su matrimonio, en el cual se lamenta de haber perdido el amor.

El Papa, en su papel de cura párroco encubierto, oye el lamento de la doctora y le dice algo que siempre he recordado con especial atención: “el amor es algo que también puede extraviarse. Haga el esfuerzo de recordar donde lo vio por última vez. Si no logra recordarlo, es posible que no lo haya extraviado, sino que nunca lo ha tenido...”.
Siempre me llega ese recuerdo de la escena del Papa escapado cuando me descubro en lo mismo con otras cosas menos emocionales, porque muchas veces los seres humanos insistimos en tratar de encontrar cosas que nunca hemos tenido.

Los dialogantes de la ex MUD parecieran estar en ese mismo predicamento de la mujer que le consulta al Papa: esperan encontrar algo en República Dominicana que no puede encontrarse porque nunca ha existido. Para comenzar, un interlocutor válido...

¿De qué manera se plantea el gobierno ese encuentro? Como el delincuente que tiene de rehén a un país completo. “Si no me ayudan a desmontar las sanciones económicas para seguir hipotecando al país y exprimiendo lo que queda, no les dejo pasar la comida las medicinas a los rehenes, ¡y si no reconocen mi Constituyente no negocio más!”…

¿Y yo me pregunto? ¿Y qué dialogo es ese, donde lo primero que hace el que busca la negociación es la extorsión de los más débiles por comida y medicinas a cambio de dinero y reconocimiento a su fraude constituyente? Entonces no estás yendo a “un dialogo”, estás en presencia de un secuestro y escuchando de primera mano las peticiones de los secuestradores. Para eso no tenían que viajar muy lejos.

Todo lo que ha ocurrido en Venezuela desde el año 2004 ha sido un fraude, comenzando por el sainete electoral tan bien seguido por la oposición oficial. No insistiré en el casino trampeado del CNE, ni aquellos que persisten demencialmente en seguir jugando porque “no hay que perder espacios”. Juegue lo que quiera, seguirá perdiendo. ¿Cuál sería la actitud lógica de alguien normal? Desmontar el casino, o al menos hacer todo lo posible para que no siga robando gente. Pero no, aquí la oposición oficial le pide a la gente seguir jugando. Ante tal clase de conducta contradictoria no se puede esperar menos que una incertidumbre masiva.

El domingo 10 de diciembre los venezolanos comenzamos a transitar por lo que Rosa María Zulueta llamó “el fin de las creencias limitantes”. La Dra. Zulueta se cansó de decir sin que la oyeran y hasta que se murió, que el venezolano estaba psicológicamente enfermo producto de una estrategia deliberada del régimen al aplicarnos “discursos violentos, intolerancia, chantajes y manipulaciones, engaños y rebotes de culpa, violaciones de derechos humanos, discriminación política, ineficiencia, corrupción y pobreza” (ver Rosa María Zulueta, ciudadana integral, en http://ticsddhh.blogspot.com/2017/03/rosa-maria-zulueta-ciudadana-integral.html). Y que eso provocaba en la población “quiebres de lógica (disonancias), desesperanza, inermidad, incertidumbre, frustración, resentimiento, rabia tóxica, paranoia y reactividad”.  Y para romper ese círculo vicioso era imprescindible enterarte que te están aplicando eso permanentemente y actuar en consecuencia, “poniéndole fin al miedo y a las falsas creencias o creencias limitantes”, como indicaba Rosa María.

Entonces, lo primero que teníamos que hacer los venezolanos era comenzar a separar lo que es real de lo que no lo es, aunque eso supusiera dejar de lado cosas que creíamos tener por verdaderas cuando nunca lo fueron como en el caso del ejemplo del Papa y la doctora, comenzando por la falsa creencia de que la oposición oficial desea salir de este régimen tanto como nosotros, haciéndole comparsa al régimen con un sistema electoral viciado. ¡Ese paso para recuperar la cordura colectiva era decisivo!

Nos han metido en una locura colectiva que hace que soportemos de una manera pasiva lo que nadie en el mundo aceptaría en circunstancias similares. Debemos comenzar por allí, sanando conductas para poder salir adelante. Eso lo comenzamos a hacer el 10 de diciembre, entendiendo que el CNE -el casino de Tiby Lucena- está arreglado para perdamos siempre.

Otro paso dirigido de esa estrategia es hacernos aceptar como normales imposiciones que discriminan a los venezolanos como ciudadanos y como seres humanos. Eso empezó desde hace mucho tiempo con el uso de los chips para controlar el combustible en los Estados fronterizos y que ha evolucionado poco a poco para el control de otras áreas de la vida ciudadana. Ya el régimen está solicitando el “Carnet de la Patria” para todo, y últimamente para solicitar la pensión que por ley le corresponde a cualquier venezolano que haya cotizado al seguro social (http://www.el-nacional.com/noticias/economia/seguro-social-exige-carnet-patria-para-solicitar-pension_214731). Los únicos documentos válidos para solicitar una pensión del Seguro Social, son haber completado el mínimo número de cotizaciones exigidas por la ley y la cédula de identidad. El resto es discriminación política y es inaceptable. Cada venezolano debe rechazar pública y privadamente ese atropello.

Poco a poco los venezolanos hemos ido considerando normales estas agresiones a nuestra vida cotidiana por parte de un régimen violador de libertades. Ese “Carnet de la Patria” está siendo cada vez más utilizado para discriminar a la población, dejando a criterio de los funcionarios del régimen quienes “pueden” y quienes “no pueden” comprar alimentos del único que puede importarlos, porque es el único que tiene el poder de hacerlo ya que Venezuela no se produce nada. Cuando el régimen llegue a decidir –y ya está llegando a ese Rubicón- quien tiene y quien no tiene el derecho de comer, se compró todos los números de una revuelta social.

Tuvimos los venezolanos que darnos cuenta de la peor manera que nuestros “lideres opositores” nos estaban engañando cuando luego de más de 140 muertos se fueron corriendo a negociar con el régimen; que el CNE era una trampa permanente cuando Tiby se sacó de debajo de la falda más de 8 millones de votos fantasmas el 30J con el fraude constituyente; y que los castrocomunistas pretenden dominarnos con la comida por la vía del “Carnet de la Patria” cuando ya lo están pidiendo hasta para darles una pensión a los viejitos. ¡Rosa María, creo que estas más viva que nunca! ya la gente rompió el círculo de las creencias limitantes como llamaste al fenómeno, y como bien dijiste, esos son los principales pensamientos asociados al miedo. Vamos por buen camino. Tus palabras no se me olvidan amiga: después de ese muro se hallan la independencia, la democracia y la libertad…

Caracas, 11 de Diciembre de 2017

Twitter:@laguana

martes, 21 de noviembre de 2017

Soy Venezuela y el quiebre de la lógica

Por Luis Manuel Aguana

No me había dado cuenta del grado de distorsión de la opinión pública venezolana hasta cuando oí las preguntas que nos hicieron los jóvenes periodistas luego de la lectura del comunicado que dirigiéramos al país en la instalación del Consejo Consultivo de Soy Venezuela el día lunes 20 de Noviembre (ver http://www.soy-venezuela.com/soyvenezuela-exige-condiciones-una-negociacion-verdad-la-se-cumpla-mandato-del-16j-salida-del-regimen/). “¿Es que ustedes piden que se les de un lugar en el dialogo de República Dominicana? ¿Proponen candidatos a las próximas elecciones?” fue la tónica de las preguntas realizadas al finalizar la declaración. ¡Dios mío! ¿Qué parte de que Venezuela está destruida no entendieron?

Lo mismo podríamos decir de toda la basura que la nueva llave ex MUD-Régimen transmite todos los días a los venezolanos, en una suerte de mazacote goebbeliano que repetido un millón de veces hace que la gente se lo crea, hasta los periodistas. Imagínense qué pensará aquel venezolano que lo que hace es salir a buscar comida para sobrevivir diariamente.

El gobierno dice “les damos lo que quieran”: elecciones de todo tipo, liberación de presos políticos, canal humanitario, a cambio que nos reconozcan la Constituyente, nos aprueben el refinanciamiento de la deuda monstruosa y vayan a los Estados Unidos a que nos quiten las sanciones. Y el país se decanta en eso, sin darse cuenta que es una trampa. ¿Qué le importa al régimen que Ramos Allup, Borges o cualquier supuesto opositor sea Presidente, Gobernador o Alcalde si mañana puede destituirlo si le da la gana con su Constituyente superpoderosa? ¿Qué les impide o importa incumplir cualquier promesa una vez reconocida su constituyente fraudulenta? “Después de ojo sacado no vale Santa Lucia”, decía el dicho.

Pero el régimen tiene rehenes y cómplices. Y no sé quien es quien. Si VP es rehén y PJ-AD-UNT son cómplices. O los 4 son cómplices. Lo cierto es que están jugando un juego peligroso en contra de los venezolanos que ordenamos el 16J un mandato que aun no se cumple. ¿Quién de VP está en eso? ¿Leopoldo? ¿Florido? ¿Los dos? ¿O Florido se quedo con el partido de Leopoldo y está actuando solo agavillado con Ramos? Lo cierto es que mucha gente de VP esta asqueada porque son gente que vio en ese partido una esperanza de ver la política de una manera distinta con un liderazgo nuevo. Pero al parecer la decepción es peor…

Y cuando alguien, no digo Soy Venezuela, cualquiera que diga que hay que rescatar la decencia en la política, pongamos a Venezuela de primero, dejando de lado aspiraciones, candidaturas, o los “métanme en la jugada”, la gente no lo entiende. Se extraña. ¿De qué hablan estos? ¿Existen personas que no tengan un interés por algo en la política? No se lo creen. Por eso es que todas las preguntas se refieren a lo tóxico del discurso del régimen y su oposición. Pues hay que cambiar ese paradigma ahora…

Por años los impulsadores de la Alianza Nacional Constituyente hemos hablado que es necesario discutir al país en serio. Eso hay que hacerlo porque se ha llegado a un estado de total destrucción institucional. Es imposible abordar un nuevo gobierno sin hacer eso antes. Cualquier gobierno que se haga luego de este régimen deberá enfrentarse con un país completamente destruido y si no se le dota de una institucionalidad y estructuras políticas de funcionamiento nuevas fracasará, logrando una decepción social difícilmente tolerable por los más necesitados. Eso podría hacer retroceder todos los logros que se hayan alcanzado solo por habernos sacudido al régimen. Y eso pasa por discutir al país en el foro ideal que no es otro que el foro constituyente convocado por el mismo depositario de la soberanía. No es un tema fácil pero hay que abordarlo por mas que no deseen hacerlo y por eso nos hacemos fastidiosos.

Algunos dicen que adelanto esa discusión porque aun tenemos el problema pendiente del régimen. Yo no lo creo así. Pienso que la ciudadanía debe estar enterada de toda la ruta, no solo la de salida del régimen, sino la de aquella adónde vamos a caer después de él. Creo que esa fue la grave situación de aquel fatídico 11 de abril de 2002 donde si bien el bravo pueblo de Venezuela logró sacudirse a Chávez, los que asumieron el control botaron a una cloaca lo que costó la sangre derramada de la Av. Baralt. Estoy empeñado en que eso no nos vuelva a suceder.

Más de 15 largos años han pasado después de eso, y hay muchachos que estaban en la escuela primaria en ese entonces y que hoy son Diputados de la oposición y parecen no entender la magnitud de este gravísimo problema y los ves buscado Alcaldías y apoyando un “dialogo” sin sentido con el gobierno. ¿Estaré pidiéndole limones a una mata de mango? Los jóvenes periodistas que hicieron las preguntas luego de la declaración del Consejo Consultivo de Soy Venezuela son el caso ilustrativo de la confusión que el país tiene.

Decía mi siempre extrañada amiga, la Dra. Rosa María Zulueta, Psicólogo Social, recientemente desaparecida, que el régimen nos había aplicado deliberadamente una estrategia conformada –en sus propias palabras- de “discursos violentos, intolerancia, chantajes y manipulaciones, engaños y rebotes de culpa, violaciones de derechos humanos, discriminación política, ineficiencia, corrupción y pobreza”. Y que esa estrategia de dominación nos había producido “quiebres de lógica, desesperanza, inermidad, incertidumbre, frustración, resentimiento, rabia tóxica, paranoia y reactividad” (ver Rosa María Zulueta, ciudadana integral, en http://ticsddhh.blogspot.com/2017/03/rosa-maria-zulueta-ciudadana-integral.html).

Esos quiebres de lógica es lo que estamos viendo. No entendemos lo que pasa porque el país esta volteado patas arriba y muchos de los que están yendo a República Dominicana en calidad de rehenes o cómplices del régimen no solo lo hacen porque se entregaron, sino porque creen de verdad que lo que hacen está bien, y en eso arrastran a la frustración a todos los venezolanos. ¡Eso es lo grave! Hay que hacer un esfuerzo descomunal para poner el país en la lógica correcta. Primero es lo primero. Reconozcamos quiénes somos y lo que podemos hacer.

Los más viejos debemos y tenemos la responsabilidad de poner las cosas en su lugar, para que luego los muchachos las conduzcan. El país esta volteado como cuando un carro da vueltas después de un accidente y queda con las ruedas arriba, y hay que hacer el esfuerzo de voltearlo y poner las ruedas en el pavimento para luego hacerlo rodar de nuevo. Lo que hicimos un grupo de venezolanos al hacer esa declaración de Soy Venezuela fue solo el comienzo de ese esfuerzo…

Caracas, 21 de Noviembre de 2017

Twitter:@laguana

sábado, 8 de abril de 2017

Un país descuadernado

Por Luis Manuel Aguana

Algunos dirán que nos volvimos locos. ¿Qué hacen estos tipos pidiendo firmas en lugar de estar incendiando al país para que estos delincuentes se vayan? Sin embargo precisamente es ahora cuando hace falta urgentemente el proceso constituyente. A ese proceso se convoca cuando, según palabras de Donnedieu de Vabres, en su obra L’Etat: “se llega a una total ingobernabilidad e inseguridad jurídica y no hay reglas de juego claras.  Cuando se desborda el enfrentamiento político, el odio, y la división prevalece entre los ciudadanos. Cuando un gobierno dilapida los mayores recursos que ha tenido el país en toda su historia y no hay manera legal de controlarlo. Cuando la corrupción, la incapacidad, la inseguridad y la impunidad incrementan la situación de crisis. Cuando todas las realidades anteriores nos puedan conducir al abismo de una guerra civil”. Lo había mencionado en una nota anterior y lo repito ahora: nadie puede dudar ni discutirme que ese no sea el país que tenemos ahora y la situación actual de Venezuela.

Venezuela es ahora un país descuadernado. Esto es desbaratado, descompuesto (2da. acepción del verbo descuadernar, DRAE). Ya no hay manera de lograr un consenso entre dos extremos enfrentados. Ambas partes se plantean la aniquilación de la otra como única manera de resolver el conflicto. Pero cuando hablamos de “partes” estamos refiriéndonos a su dirigencia, que a su vez es seguida por sus colaboradores más radicalizados.

Esto genera un estado de enfrentamiento que le echa gasolina a un fuego encendido. Decía nuestra amiga, recientemente desaparecida, la Dra. Rosa María Zulueta, Psicólogo Social, que el venezolano está psicológicamente enfermo producto de una estrategia deliberada del régimen al aplicarnos “discursos violentos, intolerancia, chantajes y manipulaciones, engaños y rebotes de culpa, violaciones de derechos humanos, discriminación política, ineficiencia, corrupción y pobreza” (ver Rosa María Zulueta, ciudadana integral, en http://ticsddhh.blogspot.com/2017/03/rosa-maria-zulueta-ciudadana-integral.html). Y eso provoca “quiebres de lógica, desesperanza, inermidad, incertidumbre, frustración, resentimiento, rabia tóxica, paranoia y reactividad”.

La manipulación indebida de esos estados psicológicos por personas interesadas “en arrimar el carbón para su sardina” nos pone encima de una bomba de tiempo que esta estallando por etapas. ¿Cómo racionalizamos esas emociones tan intensas? Si a eso le añadimos hambre generalizada y mayor frustración por el alargamiento de un gobierno de delincuentes, la mesa de la violencia está servida.

Los detractores del proceso constituyente lo plantean como algo banal, que “hacer una nueva constitución” no resolverá el problema de los venezolanos. Y eso es ignorancia deliberada y manipulada del tema. El proceso constituyente no es para hacer una Constitución. Un Proceso Constituyente es para acordar un nuevo Pacto Social, y el resultado de ese nuevo acuerdo entre los representantes legítimos de la población se plasma en un documento llamado Constitución redactado entre quienes acuerdan ese Pacto. Si no se cumple la Constitución es porque no hubo un Pacto sustentable.

Como se podrá ver, ambas cosas son muy distintas. De esa explicación se deriva el porque estamos donde estamos, debido a que lo que ocurrió en 1999 no fue eso, sino la imposición de un vencedor sobre un perdedor, y no un Pacto Social. Y quienes redactaron el texto no fueron los legítimos representantes de los venezolanos sino los representantes del vencedor de turno, quien de paso hizo las reglas para quedar en abierta mayoría. No hubo Pacto sino una imposición. De allí que no se podía esperar un país estable ni en paz, y mucho menos con pretensiones de desarrollo social, político y económico.

No podemos volver a cometer el mismo error de 1999. Esa frase maniquea de “primero somos gobierno y luego hacemos una constituyente” apunta precisamente a cometer ese mismo error que ya tiene más de 180 años, donde el que está en el poder manipula los resultados de la deliberación constituyente a su favor para hacer una constitución a su medida. En 1947 los venezolanos tuvimos la suerte de contar con tribunos de la talla de Andrés Eloy Blanco y las intenciones de su partido en el gobierno para conceder los Derechos Civiles a los venezolanos. En 1961 tuvimos de nuevo la suerte de un Pacto Social surgido de un Congreso Constituyente para evitar más dictaduras en Venezuela, que nos dio 40 años de estabilidad política. Pero en 1999 ya no tuvimos la misma suerte.

En esta oportunidad quienes convocamos a un Proceso Constituyente no deseamos que ese proceso dependa de la “suerte” de contar con venezolanos que “deseen” públicamente el bienestar de sus compatriotas. Ya Chávez fue suficiente escarmiento. Es por eso que debe ser Originario, esto es, que salga, no de un gobierno en el poder que sesgue su resultado, sino de la propia población que conduzca el proceso, desde el establecimiento de las reglas hasta la elección de los Constituyentes. Venezuela ha llegado a un estado de tal degradación moral que es imposible confiar en una dirigencia política con valores superiores de cambio y bienestar. Eso lo tenemos que garantizar desde el mismo proceso, eligiendo Constituyentes consustanciados con los problemas del país, de todas las regiones de Venezuela.

Un país con la destrucción institucional como la que tenemos no puede garantizar elecciones libres y auténticas, como lo establecen los Tratados Internacionales sobre Derechos Humanos. Por eso hablar de elecciones de cualquier tipo en Venezuela resulta en colaboracionismo. La intervención del CNE, TSJ o cualquier institución destruida por el régimen para llevar a cabo un proceso Constituyente está completamente descartada. Es por eso que desde la misma base, la población deberá contarse a sí misma para decidir su destino en un proceso regulado y reglamentado a nivel de detalle. Ese es el carácter inédito del proceso que estamos convocando desde la ANC (http://ancoficial.blogspot.com/).

Convocar, como lo estamos haciendo, a un Proceso Constituyente Originario es la solución que contrapone a la violencia que el régimen espera, y de la cual es el único beneficiario al atornillarse al poder. Contando las manifestaciones de voluntad y solicitando el respaldo correspondiente a quienes institucionalmente están llamados a defender con las armas de la República al pueblo de Venezuela, estos deberán decidir si seguir apoyando a un régimen o respaldar la convocatoria del dueño de la Soberanía a un Proceso Constituyente. Lo contrario seguirá siendo el caos y la violencia de un país descuadernado…

Caracas, 8 de Abril de 2017

Twitter:@laguana