Por Luis Manuel Aguana
Una preocupación generalizada de
todas las manifestaciones de la sociedad civil en contra de lo que sucede en el
país, es como articulamos y canalizamos las protestas de todo el mundo para
lograr la masa crítica necesaria para que algo pase en Venezuela.
Se han dedicado muchísimas horas a
la discusión de cómo hacer para que las pequeñas “candelitas” –Maduro dixit- que se están dando en todo el
país prendan en un verdadero incendio y se movilice toda una población que no
ve el día cuando finalmente termine el régimen de Nicolás Maduro. Sin embargo
el régimen ha silenciado los medios de comunicación y aunque al final se logra
conocer que todos los días existe alguna protesta fuerte por alguna carencia en
alimentos, salud, agua, transporte, seguridad, etc., en todo el país, la
percepción general es que Venezuela se encuentra en una tensa “calma” cuando en
realidad está en un hervidero permanente.
En una pasada nota de marzo de
2014, que publiqué en el tiempo de la plena refriega en las calles de ese año
(ver Caída inevitable, en http://ticsddhh.blogspot.com/2014/03/caida-inevitable.html)
reseñaba que de acuerdo a investigaciones serias realizadas en relación a la
lucha No-Violenta en contra de regímenes como el que padecemos en Venezuela, se
llegó a la conclusión técnica que ninguna insurrección civil
No-Violenta había fracasado durante el período de estudio (1900-2006) después
que se llegara a una participación activa y constante de solo el 3,5% de la población,
y que históricamente se habían contabilizado insurrecciones exitosas con mucho
menos porcentaje que ese.
De acuerdo al Instituto Nacional
de Estadísticas-INE, tenemos una proyección de población al 2018 de 31,8
Millones de venezolanos, con lo cual se requeriría mantener en las calles de
una manera activa y constante 1,1 Millones de personas. Esas son las
matemáticas internacionalmente comprobadas de la protesta cívica exitosa. En el
año 2014 pensaba que podríamos lograr esa cifra en las calles ese solo año. Pero
4 años de golpes, fracasos, traiciones, muertes, persecuciones y éxodo masivo nos
indican que lamentablemente será cada vez menos posible utilizar la calle como
única metodología de lucha, por lo que hay que implementar nuevas formas abiertas,
pacíficas y No-Violentas adicionales que nos permitan demostrar de una manera clara
e inteligente y a la vez contundente, nuestro rechazo y repudio a este régimen,
de cara a lograr desafiar su permanencia en el poder.
En la víspera de la próxima
movilización del 1ro de Mayo, muchas organizaciones se lanzarán a la calle en
la protesta justa buscando reivindicaciones que es imposible que este régimen
pueda dar, no solo porque destruyeron todo el sistema de vida de la población
sino porque no cuentan con alguna manera alternativa de poder mantener a flote
al país sin el dinero de la renta petrolera, y que ahora resulta insuficiente.
Este cuadro deprimente entrará en
un circuito vicioso. La población en la calle protestará y su solicitud será
respondida con más violencia y represión, volviendo al inicio con más hambre y más
miseria, lo que provocará a su vez mas protestas.
“Contra el hambre, la miseria, la corrupción y la represión” será la consigna de los gremios y otras
organizaciones sindicales del país para el próximo 1ro de Mayo. ¿Cuántas
personas se podrán movilizar en Venezuela por la protesta social? Todo nos
indica que estamos en la presencia de un aumento significativo de la
conflictividad social. De acuerdo con el Observatorio Venezolano de
Conflictividad Social las protestas aumentaron 40% en un año, exigiendo de
manera inmediata la cooperación humanitaria, estando febrero de 2018 caracterizado
por un “aumento de las protestas
laborales, protestas por alimentos y medicinas, cierres de calle,
concentraciones y paralizaciones como las principales modalidades de la
protesta…” (ver Conflictividad social en Venezuela en febrero de 2018, en https://www.observatoriodeconflictos.org.ve/tendencias-de-la-conflictividad/conflictividad-social-en-venezuela-en-febrero-de-2018).
Los venezolanos que apostamos por
el retorno al Estado de Derecho, al respeto de la Constitución y su acatamiento
(hasta que podamos cambiarla por una mejor) estamos en la obligación con el
país de plantear nuevas formas de organización y de lucha No-Violenta. La
combinación efectiva de la protesta en la calle por reivindicaciones no
cumplidas que por su por su propia naturaleza son completamente disimiles, con
una ruta coherente de cómo resolver el problema político del país podría
efectivamente dar la articulación que se requiere para que la suma de todas
esas protestas se constituyan en esa masa crítica que se requiere para sostener
el mínimo internacional requerido para el desplazamiento del régimen.
Las protestas aisladas –las
“candelitas” que llamaba Maduro- sin un pegamento que les de un sentido de
unidad política, seguirán siendo eso, “candelitas”. Pero todas ellas tienen
algo en común: son la consecuencia de un sistema económico nefasto impuesto por
una claque dirigente ideológicamente contraria a la mayoría del país. No hay
ninguna protesta que no tenga su origen en algo que este régimen haya destruido
en su afán de imponer el Socialismo del Siglo XXI a los venezolanos.
Una Consulta
Popular que indique la ruta clara para desplazar del poder a Nicolás Maduro
sumará en una sola masa crítica a todos los venezolanos que aún quedan en el
país, tanto los que protestan activamente en las calles, como los que no lo
hacen por razones de edad, salud, seguridad, etc., y que son la gran mayoría,
dándole un mandato claro de mayoría a quienes nos desgobiernan, y un mensaje
contundente a la comunidad internacional de que los venezolanos deseamos un
cambio en paz y en democracia, e indicándole a quienes todavía ostentan la
representación popular en la Asamblea Nacional que aún nos deben un Gobierno de
Transición y Unidad Nacional.
Vista de esa manera, la Consulta
Popular se constituye en una herramienta formidable que debería ser
utilizada por aquellos que están intentando articular la protesta social en sus
diferentes manifestaciones, dejando de entenderla como sustitutiva de ella. Ya
va siendo hora de que usemos los canales de participación que están en la
Constitución a favor de nuestra causa, antes que dejen de existir…
Caracas, 24 de Abril de 2018
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana