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lunes, 18 de junio de 2018

Maduro, vete en paz

Por Luis Manuel Aguana

Cuando ya era insostenible para la opinión publica la inevitabilidad de la muerte del Presidente Hugo Chávez Frías, escribí una nota muy respetuosa que titule “Presidente, muera en paz” (ver http://ticsddhh.blogspot.com/2011/10/presidente-muera-en-paz.html). Sin detallarles el asunto, en resumen le pedía que arreglara sus cuentas en la tierra antes de irse, porque Dios le había impuesto una pena que le imponía resolver, si no todo, por lo menos en gran parte, el desastre que nos había ocasionado a todos los venezolanos.

En esta oportunidad deseo hacer algo semejante pero con el régimen de Nicolás Maduro: que arregle sus cuentas antes de irse.  Ya el régimen está mostrando signos inequívocos de cercanía a la muerte, que se exteriorizan cuando aplican la pena de destierro a personas consideradas sus enemigos políticos, en clarísima violación a lo dispuesto en nuestra Carta Magna en su Artículo 50: "...Ningún acto del Poder Público podrá establecer la pena de extrañamiento del territorio nacional contra venezolanos o venezolanas.

¿Qué parte de “Ningún acto del Poder Público” no entendió el régimen desterrando al Vilca Fernández al Perú? Sin duda que con esas actuaciones el régimen demuestra que están conscientes de la cercanía de la muerte y lo irreversible de los resultados -Tiby Lucena dixit- de todo este desastre que han provocado en Venezuela.

Sin embargo, como lo estuvo Chávez cuando escribí esa nota en el 2011, el gobierno aun se aferra a un último respiro y patalea, igual que El Galáctico en su oportunidad, en contra de la Constitución, obligando venezolanos al cambiar prisión por destierro, tal y como se hacía en los peores momentos de nuestras dictaduras pasadas. Si alguien dentro o fuera de Venezuela dudaba que esto que existe como “gobierno” en la Venezuela de Nicolás Maduro fuera una dictadura, ya se convenció de ese hecho irrebatible. Y eso no es tolerable en este continente en pleno siglo XXI.

En consecuencia, los de la MUD/Frente-Amplio ya debieran estar cambiando su discurso electoralista y remojando sus bardas porque todos aquí, querámoslo o no, tenemos un número. Pero fieles a su tradición colaboracionista, al parecer ya se están preparando para respaldar al régimen en las siguientes elecciones de Concejales que anuncio el CNE para diciembre, a pesar de que ninguna dictadura acepta medirse en una contienda electoral si no cuentan ellos mismos los votos y se ponen a ganar, como pasó el 20M. Si insisten en eso, estarán dándole un espaldarazo y reconocimiento a Maduro y su “triunfo” electoral, negando la sentencia del TSJ legítimo, que declaró NULO el actual sistema electoral venezolano (ver Sentencia de la Sala Electoral del TSJ-L en https://tinyurl.com/y77abfxy). De acuerdo a ella no se pueden realizar más elecciones con voto automatizado en Venezuela.

Pero volvamos a lo inevitable del fin, y lo que deberían estar haciendo en el régimen para irse en paz como le fue sugerido a Chávez antes de su muerte y que en este caso se traduce a que el régimen se vaya “con el menor trauma posible” para todos, ellos incluidos. Y no me refiero precisamente a la tesis de ¡Maduro renuncia! que es la tesis de los opositores anti MUD, y que no necesariamente implica que se vaya voluntariamente y en paz.

Asumiendo como obvio que el régimen no se quiere ir, usurpando el gobierno del país, provocando el mayor malestar y rechazo que se ha tenido en la historia, cometiendo actos y delitos de toda índole penados por la justicia internacional, y los cercos cerrándose cada vez más alrededor de su cuello, ¿qué haría un delincuente para no salir malogrado de esta situación de rehenes en la que ellos mismos se han metido, sometiendo a los venezolanos?

Poco a poco testaferros y familiares de las principales cabezas del régimen están siendo expulsados de muchos países del mundo, y ellos están sitiados en Venezuela. No pueden salir sin que sean capturados por la policía internacional y remitidos por cargos criminales a los Estados Unidos.

Si usted estuviera en esa situación ¿qué haría? Tal vez lo más lógico sería negociar para ver como se desembaraza de la justicia como cualquier delincuente que se mete a robar un banco y amenaza con matar a los rehenes, pero rodeados afuera por la policía. No hay para donde escapar. Al ir poco a poco cortándoles las vías de supervivencia exterior, lo que les queda es refugiarse en el país con el riesgo cada vez más creciente de terminar como Benito Mussolini y Clara Petacci, en la Plaza de Loreto de Milán, a manos de quienes fueron sus víctimas, mientras intentaban huir desesperadamente de la situación. Me imagino que esa debe ser la pesadilla recurrente de muchos de ellos.

Pero, ¿por qué llegar a eso? ¿Por qué no irse en paz como le sugerí a Chávez en el 2011? Está claro que después de haber cometido un fraude de las magnitudes del 20M, Maduro y su régimen no amanecerán un día diciendo “me voy”. Tendría que haber una sucesión de pasos previos que lleven concertadamente a un final con el menor trauma posible. Nuestra sugerencia: una Consulta Popular. Paradójicamente una Consulta Popular es una salida que le conviene a todo el mundo por igual. ¿Por qué? Porque se obedecería al mandato popular que de ella provenga. Los términos serán los que decida el soberano pero con los votos contados por la sociedad civil –sin el CNE-, con la observación de la comunidad internacional.

Si el régimen permite esa consulta a sabiendas de que la perderán, saldrán por la puerta del frente, y si en esa consulta se prevé un llamado al Constituyente Originario, tal y como ha sido nuestra propuesta (ver Porque ANCO propone una nueva Consulta Nacional, en http://ancoficial.blogspot.com/2018/06/comunicado-porque-anco-propone-una.html), entonces la población que aun acompaña al régimen tendría su representación proporcional acorde con los seguidores que aun cuenten. No tendría que haber violencia de rescate de rehenes (si es que eso estuviera planteado), ni tendría que haber implosión social con hordas buscando venganza (a mi juicio en algunos casos justificados) hacia aquellos que han arruinado y masacrado a esta población de hambre y enfermedades. Y lo mejor de todo, el Gobierno de Emergencia Nacional que se escoja saldría de una decisión popular al autorizar al Constituyente Originario para que lo designe. No se trata de “rocket science”, solo de puro sentido común.

Si este mensaje le llega a alguien del régimen que no pueda dormir pensando que tiene que “morir por la revolución”, no tiene porque hacerlo. Si no ha cometido crímenes, puede seguir luchando democráticamente en una Asamblea Nacional Constituyente legítima, si el pueblo le da su representación en unas elecciones constituyentes validadas por todo el mundo. También podría hacerlo luego en un Congreso democrático producto de una nueva Constitución. Es más creo que son muchos los que estarían de acuerdo con esta solución y se acogerían a ella, militares incluidos.

Pero es claro que también deberá haber justicia. Esa Asamblea Nacional Constituyente Legítima deberá, sin cacería de brujas, designar un Tribunal Especial para establecer las responsabilidades a las que hubiera lugar por todos los crímenes cometidos en este largo período, desde el desfalco y robo de los recursos a la Nación hasta los crímenes y violaciones a los Derechos Humanos de los venezolanos.

¿Podría ser esta propuesta posible? Es tan posible como lo fue cuando le pedí a Hugo Chávez que enmendara sus errores antes de morir. No lo hizo y creo que no lo debe estar pasando muy bien en donde este. El Creador lo debe estar tratando de la misma manera como él trató a los venezolanos, razón por la cual debe estar muy arrepentido de no haber seguido mi sugerencia.

Ahora mi recomendación a un régimen moribundo es proponerle lo mismo que le sugerí al Galáctico en su oportunidad: que muera en paz. Esto es, que resuelvan antes de irse si quieren salvarse, no solo acordando una consulta al pueblo venezolano en los términos propuestos, sino atenerse a obedecer al veredicto popular, cualquiera que este sea. En otras palabras ¡que el pueblo venezolano decida! Eso no solo les permitirá como grupo político “morir en paz” (de una manera figurada, claro está) como declinó hacerlo Hugo Chávez en su oportunidad, sino permanecer en el juego político de la Venezuela que venga. Aun están a tiempo de hacerlo mejor que su Comandante, salvándose de los designios de la Justicia Divina, yéndose en paz…

Caracas, 18 de Junio de 2018

Twitter:@laguana

sábado, 9 de junio de 2018

La propuesta de Lenín

Por Luis Manuel Aguana

Las reacciones negativas –y algunas virulentas- de la dirigencia política venezolana a la propuesta de una consulta popular, realizada por el Presidente de Ecuador, Lenín Moreno, me recordaron a aquellas personas que dan la opinión de un libro con solo leer la portada. Y no me extrañaron algunas de ellas, provenientes de políticos que nunca consideraron consultarle algo al pueblo de Venezuela antes del 16 de julio de 2017 y ahora argumentan no hacerlo porque “ya se le consultó al pueblo”, y usan precisamente esa consulta por la cual no levantaron para que se produjera un solo dedo, con el objeto de sostener sus propias banderas políticas. Es de esas personas de las que los venezolanos tenemos cuidarnos mucho en los próximos tiempos de turbulencia donde nadie es lo que parece.

Ninguno se detuvo ni 24 horas para analizar porque Lenin Moreno dijo lo que dijo y que cosa de lo que dijo puede ser extraído para intentar solucionar con ayuda de la comunidad internacional el gravísimo problema por el que atravesamos en Venezuela. Ni siquiera aquellos que estuvieron inmediatamente de acuerdo en comprarle sin pensar la consulta a Lenín, como fue el caso de Julio Borges, porque solo miraba su propio ombligo de interés político –como suele hacer- y no el de los venezolanos.

Lenin Moreno llego a la Presidencia de Ecuador de la mano de Rafael Correa. Pero al mentor Correa le pasó lo mismo que a su colega Álvaro Uribe de Colombia cuando su protegido decidió actuar por su propia cuenta. Moreno fue electo dos veces consecutivas Vicepresidente y como acompañante de fórmula de Rafael Correa, razón por la cual existía la máxima confianza del ex mandatario ecuatoriano para darle paso a Moreno, dado que la Constitución le impedía postularse para un tercer período. La intención era luego retomar la presidencia luego de ser aprobada una enmienda para la reelección indefinida por parte de la Asamblea Legislativa ecuatoriana.

Pero Lenín tenía sus propios planes. Al alzarse con la presidencia de Ecuador, le cerró el paso futuro a su mentor político aprovechando el rechazo ciudadano de la enmienda aprobada durante el mandato de Correa en diciembre de 2015, llevando esa modificación constitucional a una Consulta Popular para que fuera el pueblo quien lo decidiera. “Mas pierde el venado que quien lo tira” reza el dicho popular. Si Moreno perdía la consulta la situación quedaría igual aun cuando su presidencia fuera un fracaso, pero si lo ganaba, lo ganaba todo. Fue un paso audaz de la mano del pueblo ecuatoriano (ver La disputa entre Lenín Moreno y Rafael Correa en http://www.dw.com/es/la-disputa-entre-len%C3%ADn-moreno-y-rafael-correa/g-41216751).

¿Está Lenín Moreno de acuerdo realmente con los postulados y la continuación del Socialismo del Siglo XXI ecuatoriano, y que allá lo llaman “Revolución Ciudadana”? Rafael Correa creía que sí, pero ahora supongo que lo debe estar dudando mucho. Ese deslinde político de Moreno ha cambiado la percepción del exterior de lo que sucederá políticamente allá, mejorando el riesgo país del Ecuador. La situación está evolucionando a favor de Moreno a pesar de la disputa con Correa, permitiéndole al Presidente dar un giro hacia políticas públicas orientadas a la inversión y una mejora del crecimiento económico (ver La economía después de la consulta, en http://www.elcomercio.com/opinion/economia-despues-consulta-politica.html). Esto confirma lo que sabemos en Venezuela desde hace rato, que ese invento del Socialismo del Siglo XXI con cualquier nombre que le pongan es un fracaso, y de eso es de lo que se ha dado cuenta Moreno viendo a Venezuela desde lejos.

Ahora bien luego de conocer el contexto, ¿porque creen ustedes que Lenín Moreno sale con esa propuesta? ¿Para darle un impuso a quienes apoyan a Correa desde Venezuela? Lo dudo mucho. ¡El verdadero mensaje de la propuesta de Moreno es que el pueblo venezolano decida su futuro como lo hizo el ecuatoriano! Y es lo que hemos repetido en ANCO hasta el cansancio desde siempre, primero con la recolección de firmas para la convocatoria del Constituyente Originario hasta nuestra más reciente propuesta de una Consulta Popular que nos lleve exactamente a ese resultado.

Pero el Presidente Lenín Moreno lamentablemente apunto mal en su declaración: “El Gobierno ecuatoriano tiene la convicción que la legitimidad de las elecciones solo las puede determinar la ciudadanía. Por ello proponemos una Consulta Popular en Venezuela, en las que se decida si se deben refrendar los resultados del 20 de Mayo, o si se convocan a elecciones en un plazo cercano. Esa consulta deberá brindar garantías de transparencia y participación a todos los venezolanos, sin exclusión alguna, y realizarse con total apertura a la observación de todos los partidos políticos, de la sociedad civil organizada y de organismos internacionales organizados como la OEA” (ver La Voz de América, Ecuador propone una Consulta Popular en Venezuela, en https://www.voanoticias.com/a/ecuador-propone-consulta-popular-en-venezuela-lenin-moreno/4428494.html).

Esa es una propuesta seria pero lamentablemente parte de una premisa equivocada. Las elecciones del 20 de Mayo nacieron ilegitimas. Fueron convocadas por un órgano ilegítimamente electo, como lo es la Constituyente del régimen de Maduro. Esa ilegitimidad de origen fue ratificada no solo por la reciente resolución de la OEA del 5 de junio de 2018 sino por el propio pueblo de Venezuela al no concurrir a un proceso electoral fraudulento. Pero tiene razón Moreno: “la legitimidad de unas elecciones solo las puede determinar la ciudadanía”.

Moreno sabe por experiencia propia que se pueden derrotar las pretensiones de continuismo de una modalidad equivocada de gobierno a través de un solo mecanismo: la convocatoria del pueblo en Consulta Popular, y nos está proponiendo esa ruta sin saber que aquí ya la hemos propuesto, pero que no hemos podido ponérsela en la cabeza a la dirigencia política. Sin embargo su propuesta tiene una característica muy importante: puso en el debate internacional una fórmula que se utilizó para frenar las pretensiones continuistas del Chávez del Ecuador.

Lamentablemente quienes no lo han entendido todavía, saltan y condenan la propuesta sin ver el fondo de lo que en realidad se propone. El 16 de julio de 2017 se le consultó al pueblo y este rechazó y desconoció la Constituyente convocada el 1ro de Mayo de ese año por Nicolás Maduro, y aprobó la renovación de los Poderes Públicos. El mandato continua vigente, aun cuando no haya sido cumplido pero eso no invalida una nueva consulta al soberano para definir el futuro de los venezolanos.

Ahora debemos consultar, no si debemos refrendar o no los resultados de una pasada elección fraudulenta, sino la continuidad de todo un régimen como lo hizo el mismo Moreno en Ecuador. Eso significa el desmontaje de la Constituyente de Maduro y una verdadera convocatoria al Constituyente Originario para refundar la República. Y eso hacerlo nosotros los ciudadanos, contando nosotros mismos sin el CNE la decisión del pueblo, con todas las garantías internacionales que él mismo Moreno señala.

¿Por qué razón los gritos destemplados y el rechazo de algunos políticos de preguntarle al pueblo por su futuro? Lenín Moreno les preguntó a los ecuatorianos lo que deseaban para su futuro y ellos decidieron, descabezando las pretensiones continuistas de Correa, y están en vías de deshacerse del Socialismo del Siglo XXI. No veo porque la fórmula no pueda servir igual para Venezuela. Lo que debemos hacer es explicarle a Ecuador y al resto de los países de la OEA que conminen al régimen de Maduro que de no consultarle al pueblo por la continuidad de su régimen de facto, su futuro será muy breve dentro del concierto de las naciones democráticas del continente, y que deberá ser sustituido por otro legítimamente designado. Eso es lo que corresponde. El resto no son más que pataleos de quienes se dicen demócratas pero le temen a la voluntad popular.

Caracas, 9 de Junio de 2018

Twitter:@laguana

viernes, 1 de junio de 2018

Dos consultas y una fotografía

Por Luis Manuel Aguana

En contraposición al viejo dicho popular “no aclares porque enredas” me voy a atrever a hacerlo porque creo que es importante explicar insistentemente, aunque sea en cada presentación, reunión, correo, servilleta de restaurant, mensaje de celular o en cualquier pasillo, porque razón la Consulta Popular que estamos proponiendo no tiene nada que ver con lo que pasó el 16J, aunque tengan el mismo nombre. ¿Y porque otra consulta si ya hicimos una el 16 de Julio? nos repite la gente como un mantra, incluso para desechar la propuesta sin discutirla.

Creo que la mejor explicación se puede dar utilizando un símil. Lo que pasa en el país es como una gran película que ahora está pasando a mas de 30 cuadros por segundo –muy rápido- y que comenzó hace 20 años. Una consulta sería una fotografía que hacemos de esa película, que congela en una sola imagen el estado político de ese momento. Y vaya que la diferencia entre los momentos políticos del país a la fecha 16J-2017, al país de ahora mismo son abismales teniendo en cuenta la velocidad del desarrollo de los acontecimientos políticos actuales. En consecuencia, las fotografías de ambos momentos son muy diferentes.

Describamos un poco la fotografía a Junio de 2017. La gente en la calle, el régimen arrinconado y bajo la lupa de todo el planeta porque estaba asesinando muchachos. Explicaba el año pasado después del 16J (ver ¿Qué parte de la pregunta No. 3 no entendió la MUD, en http://ticsddhh.blogspot.com/2017/07/que-parte-de-la-pregunta-no-3-no.html), que para parar la convocatoria inconstitucional de Maduro a una Asamblea Nacional Constituyente, la Alianza Nacional Constituyente-ANCO le propuso a la MUD una salida de ese callejón a través de una propuesta concreta: un Referendo Consultivo sin el CNE conducido por la sociedad civil y fundamentado en el Artículo 71 constitucional, para preguntarle al pueblo si quería o no una Constituyente convocada desde el gobierno. Forzados, ahorcados y sin respuestas para una población muriendo en las calles, accedieron a la petición.

El momento político –la fotografía- de ese entonces indicaba que la respuesta que debía manifestar la sociedad civil ante ese robo de nuestra prerrogativa constitucional de convocarnos en Asamblea Constituyente, era convocarnos como se establecía en el texto constitucional. La Asamblea Nacional aplicando la constitución nos convocó utilizando uno “los medios de participación y protagonismo del pueblo en ejercicio de su soberanía, en lo político” establecidos en el Artículo 70 constitucional: la Consulta Popular. Esta fue una salida políticamente hábil ya que el pueblo puede perfectamente convocarse a sí mismo para ejercer, como en efecto lo hizo, su participación en los grandes temas del país, manifestándose claramente en lo político.

Sin embargo, esa Consulta no estaba en la hoja de ruta de la MUD, ni de los partidos presentes en la Asamblea Nacional en ese entonces. Ellos querían que el régimen llamara a elecciones y la consulta que propusimos tenía el atractivo para ellos de sacar a la gente de las calles –efecto colateral- y de obligar al régimen a negociar elecciones, que era lo que en realidad querían (no de designar un Gobierno de Unión Nacional como les ordenó el soberano en la pregunta No. 3 del 16J). Pero la jugada les salió mal porque al no cumplir con el pueblo, pero tampoco conseguir las elecciones que buscaban en República Dominicana, así como el resto de las demandas, crearon un estado de decepción contrario en la población del cual todavía no han podido salir.

Si los Diputados hubieran cumplido con la Consulta del 16J, el juego sería otro ahora, pero no contaron con que la expresión popular del 16J fuera inesperadamente contundente. La sentencia política del pueblo fue extraordinaria, tanto que motivó el respaldo unánime de la comunidad internacional. Si la Asamblea Nacional hubiera cumplido era imposible que los militares no hubieran respaldado ese Gobierno de Unión Nacional designado. El pueblo hubiera salido en masa a las calles a respaldar cualquier decisión que la Asamblea tomara, así de simple. Esos son los momentos que los políticos deben “oler” por simple olfato político. Pero tienen las narices tapadas por ambiciones mezquinas. Ese fue el mismo momento que Henrique Capriles desperdició cuando el CNE nos robó las elecciones del 14A-2013 y el candidato nos mando a bailar salsa y tocar cacerolas.

La ventana se cerró…otra vez y se desperdició el momento. Es increíble cómo se han desperdiciado esos momentos fotográficos del país. Con razón Diosdado Cabello se burla de la oposición oficial en todos sus programas de televisión; y siempre está, por supuesto que con la pequeña ayuda de los sistemas de inteligencia sofisticados pagados por el Estado, muchos pasos adelante de estos ineptos. Disculpen pero no hay forma de decirlo de otra manera.

Esa fue la fotografía de la Consulta Popular del 16J. Si bien es cierto que el mandato de la pregunta No. 3 sigue vigente, el momento político NO, porque no se aprovechó. Entonces hay que volver a crear las condiciones para que el pueblo se exprese ante la situación del aquí y el ahora y proceder inmediatamente en consecuencia del resultado, utilizando el momento político de este momento.

El 16J preguntamos al pueblo si rechazaba y desconocía “la Constituyente propuesta por Nicolás Maduro sin la aprobación previa del pueblo de Venezuela”. No había llegado el 30J-2017. Pues bien, la rechazamos y la desconocimos, por lo tanto es írrita por mandato popular. Pero más allá de eso, Maduro siguió adelante y el 30J-2017 la impuso, y ahora está tomando decisiones que nos afectan directamente; por lo que es necesario ahora desconocerla y desmontarla de la misma manera: por mandato popular. Se hace necesario preguntar directamente eso al depositario de la soberanía.

Pero preguntar también la conveniencia o no de convocarnos para un verdadero proceso Constituyente por iniciativa del pueblo soberano, para restituir nuestro derecho conculcado por Maduro, al convocar al Constituyente sin tener la cualidad para hacerlo. Y en caso de proceder, consultarle al pueblo si autoriza o no la designación por parte de los ciudadanos Constituyentes de un Gobierno de Unión Nacional, tal y como se le preguntara en otra fotografía política anterior.

Ya con esos razonamientos se podría justificar un segundo proceso de Consulta Popular. Sin embargo, la Consulta Popular tiene varias formas de interpretarse de acuerdo a como se pretenda aplicar: a) Como una forma de lucha No Violenta; b) Como manera o método de organizar a la sociedad civil para esa lucha; c) Como mecanismo de unificación de la sociedad para un propósito común: combatir al régimen.  Veamos.

a)      Como una forma de lucha No-Violenta. Efectivamente, basándonos en el Artículo 70 constitucional podemos promover todo tipo de consulta, contabilizada por los ciudadanos, para discutir las materias que nos atañen como país. Nadie nos puede impedir eso constitucionalmente. Cualquier cosa que haga el régimen en detrimento de los ciudadanos podemos consultarlo de acuerdo al alcance del problema: nacional, estatal y municipal. Usemos organizadamente ese mecanismo y demostremos si es verdad o no que es el pueblo quien manda como decía el Comandante Galáctico. Nunca habrá numéricamente más gente en la calles protestando, que haciendo una cola para manifestar pacíficamente y en las urnas su desacuerdo en lo político. ¡Ese fue el éxito del 16J! En esto último no hay riesgo para la 3ra y 4ta edad, personas con discapacidad, personas que trabajan y no pueden salir a las calles a protestar abiertamente, etc…(para una explicación más completa de esto ver Caída Inevitable, en http://ticsddhh.blogspot.com/2014/03/caida-inevitable.html).
b)     Como manera o método de organizar a la sociedad civil para esa lucha. La sociedad civil es la que más ha salido perjudicada por la desorganización y la falta de estrategia del liderazgo político. ¿Por qué no organizarnos para generar un sistema permanente de respuesta a los atropellos del régimen? La Consulta Popular organizada puede ser una respuesta permanente de la sociedad civil en todos los órdenes para articular un método de lucha permanente. En eso nos podrían acompañar perfectamente los empresarios, sindicatos, gremios, etc., que han salido afectados por las decisiones de la delincuencia gubernamental;
c)       Como mecanismo de unificación de la sociedad para un propósito común: combatir al régimen. Un sistema permanente de Consultas Populares que corra transversal a cualquier grupo social, los unificaría en un solo propósito. Los empresarios y trabajadores podrían acordar consultas de corte nacional en relación a la inflación y salarios. Esas herramientas son pacificas y constituyen una respuesta contundente en contra de decisiones que los perjudican como grupos sociales.

Pero lo más importante es que una Consulta Popular que englobe las líneas maestras de lo que percibamos como los principales problemas nacionales, le da objetivamente a todo el mundo –nacional e internacionalmente- la respuesta acerca de lo que los venezolanos realmente queremos, no lo que los políticos dicen que queremos. Si eso lo establecemos entre todos, la comunidad internacional y todo el mundo nos ayudará a conseguir eso. Nosotros propusimos esas preguntas en nuestra comunicación a la Asamblea Nacional (ver http://ancoficial.blogspot.com/2018/04/carta-la-asamblea-nacional-16-04-2018.html).

Mientras lo que queramos no esté definido seguiremos dando tumbos sin dirección y más aun si el liderazgo político se encuentra completamente descabezado y sin estrategia para la lucha. Definamos entonces la consulta que necesitamos hacer como pueblo y procedamos. “No hay viento favorable para el barco que no sabe adónde va”, afirmaba Séneca (4  a.C. - 65 d.C.). Si ya tenemos el viento de la comunidad internacional a nuestro favor, es hora de definir hacia donde deseamos ir. ¿Y quién mejor que el pueblo soberano para responderlo? ¡Que el pueblo venezolano decida!

Caracas, 1ro de Junio de 2018

Twitter:@laguana