viernes, 27 de enero de 2023

Vacío de liderazgo

Por Luis Manuel Aguana

English versión 

Si algo era predecible, luego de lo que algunos considerábamos como un hecho, y manifestado ahora en la realidad política del país, es la frase que titula esta nota: un estruendoso vacío de liderazgo opositor y cuya manifestación final la determinó el “autosuicidio” de la oposición oficial con el desmantelamiento del llamado interinato.

Sin entrar en las famosas consideraciones que apuntan a la inexistencia del vacío como concepto en la ciencia física, el horror vacui de la naturaleza llegó a ser un principio absoluto para la mayoría de las escuelas filosóficas de la antigüedad (ver Aristóteles, Torricelli, Pascal, el horror al vacío y la presión atmosférica, en https://vicmat.com/aristoteles-torricelli-pascal-horror-al-vacio-la-presion-atmosferica/).

En la práctica, ese principio de Aristóteles, que afirmaba que la Naturaleza aborrece el vacío, se extendió a campos tan diferentes como el de la política, al punto de que allí  hablamos de otros tipos de vacío, como el de poder y de liderazgo, sometidos a las  mismas reglas de la física, según las cuales no pueden existir esos vacíos.

Sin entrar en la discusión filosófica de si es posible trasladar esos conceptos entre diferentes campos, lo cierto en la práctica es que si no hay alguien conduciendo el vehículo, siempre hay alguien al frente, aunque no sea visible, afirmando ese famoso concepto de la inexistencia del vacío.

Si al conductor de un automóvil en marcha le da un infarto mientras conduce y está inconsciente, la máquina irá a parar a un destino que estará de acuerdo a la combinación de velocidad, estado de los neumáticos, alineación del vehículo, etc., etc., etc. Todos estos factores conjuntamente harán que el auto se desvíe a la derecha o la izquierda, haciendo que el automóvil haga impacto, con mayor o menor intensidad, en contra del primer objeto del camino. En este caso, se podría decir que el estado de la máquina se hizo cargo de “conducir” el vehículo.

Algunos podrían suscitar la controversia de que el vehículo “no tenía conductor”. Pero en realidad si lo había: las condiciones del automóvil al momento de perder quien lo conducía. Lo mismo aplicaría a cualquier cosa o situación que requiera ser conducida. Ese también es el caso de los pueblos, en cuyo caso sus conductores son denominados líderes. En este caso, al perderse el liderazgo, la situación dará los bandazos que determine el contexto sobre el que el anterior líder actuaba. Y aquí la situación supera en complejidad la del caso del automóvil.

Los venezolanos hemos confundido históricamente la expresión “liderazgo opositor” al asociarlo con quienes ejercen la actual dirigencia de los partidos políticos. Ese error podía pasar antes desapercibido en unas condiciones de menor gravedad en el país, cuando los partidos prevalecientes se alternaban el poder, sin olvidar que eran los únicos del patio. Allí podía coincidir el liderazgo de los dirigentes de los partidos políticos con el liderazgo del país.

Al cambiar drásticamente la situación de Venezuela e instaurarse una tiranía formalmente en el poder, difícilmente estos “líderes” -que en realidad eran los dirigentes de esos partidos- nunca llegaron a alcanzar las condiciones necesarias para verdaderamente conducir al pueblo opositor venezolano para abatirla. Desde ese mismo momento nunca existió en Venezuela un “liderazgo opositor”. Lo que existía eran los cascarones de unos partidos con una dirigencia devaluada.

A pesar de todo eso, los partidos insistieron en su error de entender mal lo que se requería y consistentemente impidieron que los liderazgos naturales de cada gremio y agrupación, en cada región del país, se desarrollara, para hacerle frente a algo que requería el aglutinamiento de cada fuerza política opositora para oponerle a la tiranía. Los partidos opositores “olvidaron” contarse internamente, prevaleciendo en su dirección los mismos dinosaurios que desde hace décadas han conducido el barco opositor a la obvia situación de encallamiento en la que ahora se encuentran. No en vano se dice ahora que existe un vacío de liderazgo, cuando lo que en realidad existe es el control de los factores que actúan en el contexto de la situación actual, sin que NADIE dirija efectivamente su cauce, como en el ejemplo del vehículo mencionado.

Aun cuando esta situación viene desde hace muchísimo tiempo, ahora resulta más notoria al perder completamente la dirigencia de los partidos opositores la confianza de los venezolanos, que de manera errónea han creído históricamente que esos dirigentes políticos son en realidad líderes opositores.

De una entrevista hace 8 años en la Dirección de Información y Comunicaciones de la UCV, el Dr. Vladimir Petit, especialista en temas de liderazgo, explicaba en ese entonces lo que consideraba era el tipo de liderazgo que el país podía estar necesitando: “Aclara en primer lugar, no estar seguro de si realmente el país necesita un líder. “De lo que sí estoy seguro es que necesitamos alguien que ejerza el liderazgo”. En ese orden señala que lo que existe actualmente en el país es un vacío del mismo”…” Destaca en ese sentido, que si se considera que el futuro cercano es muy inestable, “automáticamente el sistema busca, en primer lugar, a un varón, lo cual me parece injusto. En segundo lugar, busca a alguien distinto a lo que hay actualmente. Luego, busca a alguien, no joven. ¿Por qué? Porque si tú sientes que la crisis explotó, vas a buscar a un experto. En cuarto lugar, buscas a alguien que no haya tenido que ver con la situación que nos llevó hasta aquí. Y en quinto lugar, buscas a alguien de carácter”, acota. “Si tú me preguntas que está buscando Venezuela, te diría que alguien entre 40 y 50 años; varón, lo cual, repito, es muy injusto; y alguien que tenga posiciones duras y severas para poder arreglar esto. No político profesional. Alguien que lo asocie con cualquier otra área no directamente relacionada con la política profesional”, resalta” (ver ¿Existe crisis de liderazgo en Venezuela?, entrevista de Humberto Luque DIC/UCV, en http://www.ucv.ve/organizacion/rectorado/direcciones/direccion-de-informacion-y-comunic-dic/detalle-noticias-dic/article/existe-crisis-de-liderazgo-en-venezuela.html).

Aunque estoy en desacuerdo con que los venezolanos estemos buscando “un varón…que tenga posiciones duras y severas para poder arreglar esto” y acotado en edad, si concuerdo en que se requería desde ese entonces alguien con experiencia que ejerciera el liderazgo y desaprobábamos que estuviera relacionado con algún partido de los que ya conocemos, proveniente de la sociedad civil. Las mujeres venezolanas han demostrado que en esta lucha han superado con creces la reciedumbre que se le endilga al hombre, y ni decir de los ancianos que han dejado la comodidad de sus hogares para luchar en caliente por sus pensiones y jubilaciones en las calles. Pero es muy posible que el Dr. Petit haya actualizado ese perfil al ver lo que ha pasado en los últimos años.

 

En otras palabras, CUALQUIER venezolano, hombre, mujer de cualquier edad, más identificado con la tragedia del país que en cualquier otra cosa, con la experiencia de vida y profesional suficiente y dispuesto a enfrentarse al régimen con una narrativa clara y precisa, puede asumir esa tarea, que no es de ninguna manera fácil, como ya lo veremos.


De Simon Sinek, destacado autor internacional en liderazgo, podemos adelantar una tesis que tal vez pueda explicar el porqué no hemos encontrado ese liderazgo hasta ahora, a pesar de tener claro cuál es el perfil requerido, como lo dibujara el Dr. Vladimir Petit en la UCV. De un video corto de Sinek, extraigo para ustedes las siguientes reflexiones, con traducción e interpretación propia:

“El liderazgo es duro. Es extremadamente duro. Hablando con un amigo mío que solía dirigir todo el entrenamiento del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos, me dijo que el criterio número uno para ser un líder es que quieras serlo.  Y tenemos que recordar que ser un líder es como ser un padre. Ya sabes, para mucha gente que tiene un trabajo, ellos ejercen el liderazgo durante el tiempo que los demás están en su trabajo. Bueno, cuando eres un padre, ya sabes, no hay horas de encendido y apagado. Eres padre todo el tiempo. Y no estás seguro de cuándo va a pasar algo. Puede suceder en momentos oportunos e inoportunos y tienes que reaccionar. Pues bien, el liderazgo es lo mismo. No puedes encenderte o apagarte cuando eres líder. En el momento en que aceptas una posición de liderazgo, ahora es un trabajo de 24 horas al día, 7 días a la semana.

El liderazgo es en realidad algo muy, muy difícil. También conlleva el valor de mantener el rumbo. Hablamos del desvío de la misión. Decir: "No, no vamos a perseguir ese objeto atractivo. Vamos a mantener este rumbo". Eso requiere valor. Porque recuerden que muchas de las presiones que se ejercen sobre nosotros, tanto externas como a veces desde dentro de la propia empresa, con nuestros incentivos financieros, nos presionan, no siempre para que hagamos lo correcto, o a veces para que hagamos lo más conveniente, o lo más eficaz desde el punto de vista financiero. Pero eso puede perjudicar luego a la organización y a las personas. "Pero yo me beneficiaré", ¿sabes? Cosas así. Así que el coraje, el coraje de hacer lo correcto. El coraje de tener la integridad, el coraje de decir "Estoy luchando, necesito ayuda". La valentía de dar el ejemplo, la valentía de construir un equipo de confianza, la valentía de aprender y enseñar habilidades humanas. Creo que la gente no aprecia lo difícil que es el liderazgo, y es mucho más que simplemente aceptar un ascenso” (ver Simon Sinek, Ser líder significa ser responsable 24 horas al día, 7 días a la semana, en https://tinyurl.com/59zrvkcf).

Aunque Sinek se refiera fundamentalmente al entorno empresarial, el concepto expresado es trasladable a cualquier liderazgo en cualquier otro entorno, especialmente el político. De allí que podamos intercambiar el término “empresa” por “movimiento” y “ascenso por “responsabilidad”. Lo que si queda inalterable es la necesidad de coraje para hacer lo correcto.

Y eso es precisamente lo que les ha faltado a quienes se han puesto –o los han puesto- por una u otra razón al frente de esta lucha. Seguir el rumbo que su conciencia les dicte,  sin la distracción de consejeros maliciosos e interesados porque eso requiere valor, dando el ejemplo. NUNCA hemos tenido eso, y menos un trabajo del liderazgo 7/24 con esa orientación. Lo bueno de todo lo que nos está pasando con este llamado vacío de liderazgo es que estamos más cerca que antes de llenar ese vacío para conseguir eso…

Caracas, 27 de Enero de 2023

Blog: TIC’s & Derechos Humanos, https://ticsddhh.blogspot.com/

Email: luismanuel.aguana@gmail.com

Twitter:@laguana

lunes, 23 de enero de 2023

23E, el día de la transición

Por Luis Manuel Aguana

English versión

Antes de entrar en materia, debo previamente recordarles parte de una vieja nota que escribí en diciembre de 2016, como reacción a una conferencia dictada por el Padre Luis Ugalde, S.J., en la Fundación Espacio Abierto:

“Por algo dicen que la historia la escriben los vencedores. Y la del 23 de Enero de 1958 no es la excepción. Ese cuento encantador que nos han relatado desde que tengo uso de razón y que se ha construido en el imaginario colectivo de que unos “militares civilistas” encabezados por Wolfgang Larrazábal permitieron el retorno a la democracia en 1958 no tiene precisamente esa exactitud histórica.

Y lo más interesante de eso está en que ese es el argumento que se utiliza para fundamentar que es posible un retorno a la democracia de las manos de otros "militares civilistas" que, en ese mismo gesto desprendido, le entregarían el poder a los civiles para un nuevo 1958 redivivo, tal y como nos lo sugiere el Padre Luis Ugalde en una reciente conferencia (ver Luis Ugalde, Sin apoyo militar no salimos de esta dictadura ni recuperamos la democracia https://www.controlciudadano.org/noticias/padre-luis-ugalde-sin-apoyo-militar-no-salimos-de-esta-dictadura-ni-recuperamos-la-democracia/). Lamento estar en desacuerdo con el Padre Ugalde. En 1958 pasaron muchas cosas que poca gente sabe y que creo que Ugalde conoce bien, al ser uno de los intelectuales que mejor ha estudiado nuestra historia contemporánea.

Sin ánimo de desmeritar a ningún personaje histórico, no es desconocido por los militares, y en especial los que protagonizaron la época que nos ocupa, cuál era el papel y la significación de Larrazábal dentro de las Fuerzas Armadas en ese entonces.  El verdadero liderazgo militar no estaba precisamente en este oficial que jugó un papel fundamental a favor de la arquitectura del poder diseñada por líderes de la talla de Rómulo Betancourt.

El liderazgo real de las Fuerzas Armadas estaba en oficiales como Hugo Enrique Trejo, cuyo movimiento fallido del 1ro de Enero de 1958, resquebrajó el poder de la dictadura, y que se encontraban presos el 23 de Enero. Habría que investigar por qué esos oficiales permanecieron presos después del retorno de la democracia, y que luego resultaron incómodos para el nuevo liderazgo político que asumió las riendas del país.

A juicio de algunos oficiales que fueron testigos presenciales de esa historia, Betancourt y quienes le acompañaron nunca hubieran podido negociar políticamente una transición hacia la democracia con el verdadero liderazgo de entonces de las Fuerzas Armadas, que se encontraban sometidos en las mazmorras de la dictadura, y que fueron convenientemente dejados en esa condición hasta que se hubiera asegurado el poder”. (ver nota completa en Larrazabal II y cuando entran los militares, en https://ticsddhh.blogspot.com/2016/12/larrazabal-ii-y-cuando-entran-los_14.html).

Luego de este recordatorio que tiene como objetivo aterrizar la significación de una nueva fecha aniversario de los sucesos ocurridos el 23 de enero de 1958, quisiera entonces ambientarla con lo que pasa ahora en Venezuela, porque en cierta medida la historia tiende tercamente a repetirse pero con actores diferentes.

Las cifras nos indican que la mayoría de los presos que el régimen mantiene en las mazmorras de los cuerpos de seguridad son militares. De acuerdo a la cifra de hace justo un mes, de acuerdo a la ONG Foro Penal, al 19 de diciembre de 2022, existen en Venezuela un total de 274 presos políticos, de los cuales 151 son militares. Esto es, poco más de 55% de las persecuciones que realiza al régimen para protegerse de un eventual desplazamiento, las realiza en los cuarteles (ver Balance de #PresosPoliticos en Venezuela al 19/12/2022 por @ForoPenal, en https://twitter.com/ForoPenal/status/1605975715630813184).

Y esto no deja de ser lógico. Saben de largo que su estabilidad depende de las armas que les incautaron a los venezolanos. Y también así ocurría con las tiranías en el pasado, donde los principales líderes militares de una posible sublevación eran objeto del peor encierro y vejaciones. De acuerdo adonde ellos piensen que puede moverse el liderazgo de los militares, allí ponen su mayor ensañamiento.

Pasó en la época de Gómez y de Pérez Jiménez. En esta época el ensañamiento ha sido en contra de militares como el Capitán (Ej) Juan Carlos Caiguaripano, Capitan de Navío Luis de la Sotta, el Gral. (Ej) Raúl Isaías Baduel (con el resultado trágico por todos conocido y que aun se encuentra pendiente de una investigación profunda), y más recientemente con el Tcnel (Ej) Igbert Marin Chaparro, a quien le niegan mínimas condiciones humanas para su encierro, y se halla en la actualidad en plena huelga de hambre.

Ahora bien, en medio de ese horror que se ha cometido con los militares, vemos con incredulidad que el ex Ministro de Relaciones Interiores Mayor Gral. (Ej) Miguel Rodríguez Torres, creador de la Tumba, responsable de las muertes de los estudiantes Jorge Redman y Bassil Da Costa en 2014, es excarcelado de su confinamiento de 5 años en el DGCIM hace pocas horas y enviado a España, de la mano del ex Primer Ministro español José Luis Rodríguez Zapatero. La cosa tiene que estar muy grave dentro de los cuarteles para que el régimen crea peligroso mantener a ese alto oficial preso en Venezuela, sin atreverse a darle el mismo tratamiento que le dieron al Gral. Baduel.

De ninguna manera pienso que esa excarcelación sea una concesión graciosa al exministro del régimen, para que consideraran que era más importante para ellos tenerlo bien lejos de Venezuela. Estas son las grietas que presenta la tiranía. La huelga de hambre del Tcnel. (Ej) Marín Chaparro, primero de su promoción y ex comandante de la primera unidad militar del país, el Batallón Ayala de Fuerte Tiuna, hace que para la tiranía sea preferible ese oficial más muerto que vivo.

Esa es una consideración que ojalá tomara en cuenta el propio Comandante Marín Chaparro antes de tener el mismo destino de Franklin Brito. A esta tiranía no le importa una huelga de hambre, al contrario, resultan un escape para ellos, aunque posteriormente sean responsables de sus consecuencias. Lo que verdaderamente les aterroriza es tener a un oficial con esas credenciales que sea un ejemplo a seguir para los demás en los cuarteles.

Y de eso se trata todo este tema: ¿dónde está el liderazgo de las FFAA? El régimen tratando de impedir a toda costa que el liderazgo real se mueva a la disidencia militar, como una vez se encarnó en Hugo Enrique Trejo el 1ro de enero de  1958, y, por otro lado, una situación de país insostenible para todos, y en especial para ellos, lo que necesariamente más temprano que tarde les obligará a intervenir. Gracias a Dios el liderazgo no es algo que alguien, y menos el régimen, determine.

Pero la historia es terca e impredecible. Ya el mal está hecho. Las bases mismas de toda la sociedad venezolana, incluyendo a los militares que no son parte del saqueo, no los quieren. La última etapa es que alguno de ellos asuma el liderazgo del sostén del régimen para cambiarlo. Y allí no habrá Alto Mando que valga y ellos lo saben.

Sin embargo, como lo indique en esa nota de 2016, si ocurre un movimiento inesperado y la disidencia militar al régimen llega a tomar el control, entrarán con una agenda que nadie conocerá hasta que ellos la digan. Eso puede ser tanto para hacer elecciones en 1, 2 o 10 años, como hacer una Constituyente o quedarse para siempre en el poder si les da la gana. Nadie lo sabrá hasta que eso pase. No existen garantías de nada. En ese escenario completamente descontrolado, prefiero que un criminal de delitos de Lesa Humanidad se encuentre en España y no aquí en ese momento, tomando el control de la situación. Siempre puede haber alguien peor que el que ya tenemos. Fíjense que tuvimos Maduro después de Chávez…

El 23 de enero de 1958 debería ser conmemorado como el día de una transición hacia la democracia, no el día en que salimos de una tiranía. Haber llegado a una democracia después del 23E fue obra de unos estadistas que realmente no tenemos ahora. No me cabe duda en este día de lo inevitable del fin del régimen. Mi duda reside en lo que vendrá. Si todos tenemos claro esto, deberemos trabajar para que lo que pase el día siguiente de esa transición, venga como venga, no nos agarre desprevenidos y sin saber qué hacer.

El mejor mensaje de 23 de enero a los venezolanos, no es para que unos militares pongan punto final a una tiranía inviable y narco criminal, en estricto apego al orden Constitucional, sino para que quienes vengan después tengan un mínimo de estatura ética, moral e intelectual para establecer con el verdadero liderazgo de la FFAA una ruta segura que nos lleve a un proceso de recuperación del sistema de libertades. Que Dios nos ayude…

Caracas, 23 de Enero de 2023

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