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martes, 2 de junio de 2015

El que se cansa y el que se muere

Por Luis Manuel Aguana

Tal vez esta nota pueda ser interpretada como una carta dura dirigida a Leopoldo López. Sí y no. Esta dirigida a cualquier venezolano que en su plena conciencia haya tomado la seria decisión de comenzar una huelga de hambre como último recurso para la restitución de sus derechos pisoteados por el régimen y por todos nosotros.

Las huelgas de hambre tienen un sitial prominente en la historia de la humanidad. Las 17 huelgas de hambre del Mahatma Ghandi en su lucha por la liberación de la India, no las hizo en contra de un régimen comunista. Las hizo en contra del Imperio Británico, con una sociedad altamente civilizada que nunca arriesgó su reputación de siglos por un político muerto bajo su custodia, independientemente de la prominencia de su protagonista.

La disidencia cubana ha emprendido este camino de lucha extrema No Violenta en contra de los comunistas. Orlando Zapata falleció luego de 85 días en huelga de hambre solo por pedirle al régimen de los Castro que se le tratara como preso de conciencia (ver  http://www.rtve.es/noticias/20100224/muere-preso-politico-cubano-orlando-zapata-tras-dias-huelga-hambre/319874.shtml). Imagínense si este régimen, astilla de ese palo, se moverá por algo de mucha mayor trascendencia en los casos de nuestros presos en huelga de hambre. Y para muestra un botón: este régimen dejo morir a Franklin Brito por no devolverle lo que era suyo por legítimo derecho.

Entonces, podríamos enunciar una hipótesis sujeta a comprobación: el éxito de las huelgas de hambre va en relación directa a la percepción que tenga el gobierno a quien se le dirigen, de que pueden perder algo de mucho mayor valor si el huelguista muere. Los gobiernos no ceden porque les importe la vida del huelguista, ceden porque si muere pierden algo que consideran de mucha mayor importancia para ellos.

En el caso del Imperio Británico, cedieron porque pudieron en ese tiempo convulsionado en la India, perder el control de una colonia donde eran minoría y tendrían que involucrarse por poderío y dominación en una mortandad de parte y parte. Y en el caso del régimen los Castro con Zapata, o del régimen de Chávez con Franklin Brito ¿que podría perderse mas allá de una reputación ya perdida? Obviamente crecería la presión internacional al régimen pero eso no comprometería su estabilidad. En otras palabras, los gobiernos no ceden a una huelga de hambre, si en el horizonte no existe nada de mayor interés para ellos que puedan perder si la vida que está en riesgo fallece.

No se trata aquí de minimizar en modo alguno la importancia de este drástico instrumento de lucha No Violenta, sino de calibrar cuando usarlo, las condiciones del enemigo para enfrentar esa situación y las posibilidades de lograr las demandas después de esa evaluación, considerando siempre la huelga como el último recurso luego de haber tratado todos los demás, y pensando si al usarlo se tendrá un éxito medido en el tamaño del riesgo que se está corriendo, ya que está de por medio la vida.

Bajo esa perspectiva, no creo que las huelgas iniciadas por Leopoldo y el resto de los presos políticos tengan ese perfil. Resultado previsible: al régimen le importará un pito dejar que fallezcan como Brito. No creo que el régimen este considerando el costo de que muera alguno de los presos políticos en esa huelga como algo que lo desestabilice verdaderamente, mucho más allá de lo que se logró con los sucesos del año pasado, y que pudieron controlar con ayuda de la oposición oficial.

Ya están apareciendo artículos de opinión de una supuesta oposición que hacen aparecer a Leopoldo López-y en consecuencia al resto de los huelguistas- como unos irresponsables al intentar “polarizar con la MUD”, creando de esa manera una matriz que hace que todo ese esfuerzo de huelga de hambre se vea como el de unos ambiciosos sin límites que no les importa llevarse por delante a quien sea. Eso da como resultado que en el lamentable caso de que fallezca alguno, su muerte no resulte significativa a esa supuesta oposición. Eso es de una mezquindad indescriptible.

Pero esa pelea es así de sucia. Se están jugando los intereses de la “representación opositora” y por consiguiente los de la franquicia que maneja indirectamente el régimen. El gobierno no dejará que quienes ahora detentan esa franquicia pierdan la representación ya que la controlan a voluntad; y pagarán a cuanto tarifado sea necesario para desprestigiar el noble esfuerzo de esas huelgas.

Es por eso que la huelga de hambre de nuestros jóvenes lideres ya no tiene sentido, si alguna vez lo tuvo. Los necesitamos con vida y saludables para que asuman la responsabilidad de la conducción opositora, conjuntamente con los verdaderos dolientes de esta tragedia: los estudiantes, los gremios, la sociedad civil, desplazando esa entelequia cooperante de la MUD. Cuando eso ocurra se empezarán a ver cambios significativos en nuestra lucha en contra los castro-comunistas.

La carta que dirigió Diego Arria a Leopoldo (ver https://www.facebook.com/Arria.Diego?_rdr) no solo reconoce la valentía y dignidad de estos lideres presos en huelga de hambre, como bien lo expresa el texto, sino que da como un éxito intrínseco para suspenderla el hecho mismo de la convocatoria realizada en toda Venezuela. Efectivamente, ese poder de convocatoria les concede una indudable  legitimidad, desplazando de hecho y de una vez, ese secuestro al que tienen sometida a la oposición desde el régimen a través de la MUD. Por eso le tenían pánico a esa convocatoria y no fueron a ella para no darle poder a quienes están presos.

No solo hay que ponerle fin a las huelgas de hambre, como bien dice Diego, sino a una representación que ya siendo ilegitima antes del sábado 30 de mayo, ahora es criminal. Es tiempo de movernos a mejores espacios, pero eso sí, de la mano de un liderazgo acorde con la situación del país y que no se inmole en el altar de un régimen que tiene las manos llenas de sangre.

Leopoldo, Daniel, Raúl Emilio, Alexander, y ahora el resto de los estudiantes y jóvenes valientes que les siguen hasta ahora en huelgas de hambre: créanme, estoy seguro que existen caminos más efectivos para derrotar al régimen. Todavía falta probar a profundidad las restantes 197 formas de Lucha No violenta de Gene Sharp. Si ustedes se ponen a la cabeza de eso con el resto de la sociedad civil, esa convocatoria del sábado 30 de mayo será poco para lo que veremos todavía en Venezuela. Y si como dice Leopoldo, “el que se cansa pierde”, el que se muere desaparece de la lucha. Y eso es inaceptable…

Caracas, 2 de Junio de 2015

Twitter:@laguana

lunes, 1 de diciembre de 2014

Constructores de modelos


Por Luis Manuel Aguana

Esa frase del historiador Rafael Arraíz Lucca en la entrevista de Roberto Giusti el pasado domingo 30-11-2014 en El Universal (ver Horizontes, entrevista a Rafael Arraíz Lucca http://m.eluniversal.com/nacional-y-politica/141130/cuando-elegimos-al-presidente-lo-hacemos-por-un-emperador) me llamó poderosamente la atención. En efecto, nuestros Presidentes no han sido constructores de modelos sino luchadores políticos, y en consecuencia, no han estado allí para cambiar nada sino para acceder al Poder. Y en el caso de Caldera, como indica Arraíz Lucca, eso le sirvió a el como dirigente político pero no al país.

Esa frase toca el mero centro de nuestra discusión en el Proyecto País Venezuela (http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/). No estamos impulsando "un programa de gobierno" sino el cambio de las estructuras fundamentales sobre las cuales descansan las Instituciones del Estado, que de acuerdo a nuestro análisis y criterio no aguantan más, y generarán decepción y pobreza futura a los venezolanos si estas no son cambiadas, aun cuando los comunistas se vayan.

Paradójicamente Hugo Chávez si percibió el desmoronamiento del modelo imperante y lo aprovechó para comenzar a sentar las bases de un nuevo modelo, un Estado comunista donde él y su “nomenklatura” gobernarían para siempre. Eso hace al Comandante Eterno el último Constructor de Modelos de Venezuela, aunque eso no signifique que finalmente tenga éxito desde la tumba, así sus herederos hayan avanzado bastante en esa dirección.

Es por eso que aunque no nos guste, Chávez si entendió la necesidad de cambiar de raíz el modelo y, de acuerdo con algunas investigaciones realizadas, ya tenía perfectamente concebido a cual. Nos mintió llamándolo al inicio "la tercera vía", semejante a la del ex Primer Ministro británico Tony Blair, incluso indicando que nunca seria comunista. Pero todos vimos al final cual era la realidad de sus intenciones.

Todavía los demócratas no les ha caído la locha el concepto del cambio del modelo. Creen ingenuamente (o tal vez los ingenuos somos nosotros) que el problema es de "gerencia", de "mala administración", o “no aplicación” de la Constitución vigente, afirmando que cambiando al administrador se resuelve el problema, sin ver que el edificio se les está cayendo encima. Nadie nota- o quiere notar-, que el edificio esta inhabitable, las cañerías están abiertas, con la porquería rodando por la sala y las escaleras, con las paredes destruidas y el techo cayendo sobre nuestras cabezas, pero insisten que cambiando al administrador viviremos mejor. Incluso buscan al que más simpatía genera y habla más bonito frente a las cámaras.

Cuando en 1811 el primer constructor de modelos venezolano, Francisco de Miranda, establece, junto con otros pioneros, el modelo federal de gobierno en nuestra primera Constitución, siguiendo el mismo esquema establecido en la Carta Magna de los Estados Unidos de América, cometieron el error de creer que podía ser aplicable en ese momento histórico a un país como el nuestro.

Y como era de esperar, las cabras, que siempre tiran para el monte, terminaron imponiéndose en una ola de interminables gobiernos militares fuertemente centralizados. Miranda y el resto de nuestros fundadores sabían cual era el mejor modelo y lo escribieron en nuestra primera Constitución. Incluso el Libertador así lo confesó en el Manifiesto de Cartagena de diciembre de 1812 cuando indicó “El sistema federal, bien sea el más perfecto y más capaz de proporcionar la felicidad humana en sociedad, es, no obstante, el más opuesto a los intereses de nuestros recientes estados…”, ratificando de esa manera no una oposición hacia el sistema en sí, sino a su aplicación a nuestros Estados de reciente creación en ese entonces.

Pero han pasado más de 200 años, y el sistema federal ha evolucionado en los países donde se ha aplicado, proporcionando calidades de vida muchísimo mayores de las que jamás hayamos tenido nosotros. Sin embargo, no somos ingenuos al pensar que desterraremos con el cambio de un papel dos siglos de caudillismo y presidencialismo, pero es imperativo comenzar. Por eso bien decía el historiador Arraíz Lucca que cuando elegimos al Presidente lo hacemos por un emperador. Y desde 1999 con la nueva Constitución, no solo lo hacemos por un Emperador, sino por un Rey, un Dictador, un Mandamás, todo mezclado, siendo esto lo más alejado de la expresión civilizada de un gobernante que debe ser controlado por los ciudadanos que lo eligen.

Se hace un imperativo histórico romper ese paradigma centralizador y realizar un cambio hacia un sistema donde efectivamente el poder se acerque al ciudadano, repartiéndolo a cada nivel del Estado, haciendo un viraje de 180 grados del poder de uno hacia el poder de muchos. Eso trae como consecuencia un sistema de controles diferente y la limitación drástica de lo que pueden hacer nuestros gobernantes con los recursos que son de todos.

Y dentro de ese imperativo nos encontramos también en una encrucijada histórica. “O inventamos o erramos”, indicaba el Maestro Simón Rodríguez. Nunca antes esas palabras cobraron más significado que ahora. Aquellos que nos indican que es una locura cambiar el modelo porque en nuestra sangre corren 200 años de caudillismo civil y militar, es la misma expresión, conservando las distancias ,de aquellos que decían que era imposible que una persona de color llegara a la Presidencia de Suráfrica y Mandela lo logró. Las cosas pueden cambiar aunque se vean muy difíciles…

Nos toca parir nuevos Constructores de Modelos. No es solamente sugerir sino construir e implementar un nuevo modelo político para el país porque el que tenemos ya falleció antes que apareciera por primera vez el Comandante Eterno. Desde el Proyecto País Venezuela estamos planteando uno y eso es solo el comienzo. Y para discutirlo proponemos la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente. Y aquellos que crean que todo termina allí, están muy equivocados. Será más bien el comienzo de una nueva etapa donde todos los venezolanos aprenderemos de la nada a ser los nuevos constructores de un mejor país. La vida nos enseña que esa es la única manera en que las personas y los países se hacen adultos y desarrollados.

Caracas, 1 de Diciembre de 2014

Twitter:@laguana

lunes, 13 de octubre de 2014

Cadenas de libertad


Por Luis Manuel Aguana

Decía Rosa de Luxemburgo que “El que no se mueve no nota sus cadenas”. Interpreto esta frase así: no te darás cuenta que estas sometido y sin libertad hasta que no haces algo que te haga consciente de ello, como mover tus cadenas... El acto de moverte para arrastrar cadenas exige un trabajo, exige un esfuerzo y posiblemente mucho sacrificio. Si no lo haces, te quedaras derrotado para siempre-y peor aún, sin darte cuenta-, por no decir la palabra que cabe, por lo que el primer paso es manifestarlo....

Uno nunca sabe que tan cerca está de la libertad cuando el trabajo es consistente y sin pausa. "Tanto va el cántaro al agua hasta que se rompe" reza el dicho popular. Pero los venezolanos no estamos acostumbrados culturalmente a eso.... Y es posible que éste sea uno de los aprendizajes más importantes de este periodo de nuestra historia. Nada que perdure se consigue sin un esfuerzo duro y consistente.

Y tal vez esa sea la razón por la cual Dios nos puso en este brete tan difícil. Para que aprendamos de una buena vez que todo lo que es valioso en la vida requiere de un arduo y constante trabajo, en algunos casos con sacrificio incluido.

Algunos en la desesperación quieren resolverlo de una vez, y eso es válido, pero más difícil...Y ojala pudieran lograrlo. Pero otros somos de la corriente realista de la gota china. Andy Dufresne, el personaje que encarnó magistralmente Tim Robbins en la película Shawshank Redemption, basada en una novela de Stephen King, se tardo 20 años para abrir un hoyo hacia su libertad solo con un martillito de geología. Si intentaba escapar por la calle del medio lo matarían sin piedad. Sin embargo el tenía la paciencia, un martillito de geólogo y todo el tiempo del mundo...

Eso no quiere decir que el cántaro no se rompa antes de tiempo y tengamos que pasarnos 15 años más en esta penuria. Eso dependerá del cántaro. Si es débil y de mala calidad, se romperá más fácil y más rápido. Pero si es más duro, igual se romperá pero más tarde, si dejamos la constancia. Si es así, la buena noticia es que se romperá. Pero hay que ser muy consistentes y focalizados.

Siempre he creído que ese cántaro socialista está mal hecho y es de mala calidad. Nació mal y su imposición a los venezolanos es y será muy difícil, cuando no imposible. Solo se sostiene con los reales de la renta petrolera, no del trabajo productivo de la gente. Con menos renta, menos posibilidades de subsistencia.

No está basado en que se construya un sistema sustentable. Sino en el "dame" hoy para para defender tu "revolución" mañana. Pero ¡ojo! Ese esquema clientelar no solo es del régimen. Lo aprendieron muy bien de aquellos que tanto odian, que para desgracia de ellos es lo que al final les pondrá la lápida encima. Y no deseamos volver a ese esquema, aunque estos se vayan.

Ahora bien, algunos me dirán ¿y cuál es el punto? Porque pudiera decirse que son conocidas todas estas verdades pero que nunca ponemos en práctica porque simplemente nosotros "no somos así". ¿Qué hay de malo en querer salir de "esto" ya? Pues que el momento y las condiciones exigen un cambio en nuestra manera estructural de afrontar los problemas. De hecho, esa es una condición necesaria para poder cambiar el sistema. Pasar el interruptor de pueblo a ciudadanos requiere de ese cambio.

Muchísima gente desea salir del régimen, muchas más de la que ellos creen. Sin embargo eso no se logrará sin una labor sistemática a favor de la democracia. El mismo Chávez confesó que se paso 20 años en los cuarteles conspirando, y hasta que no se dieron las condiciones no insurgió. Si bien es cierto fracasó en 1992, ya el daño estaba lo suficientemente hecho que logra luego desarticular completamente a nuestras Fuerzas Armadas. Ese trabajo detallado que hizo en esos 20 años no lo perdió.

Pues bien, les invito a realizar lo mismo. A trabajar de manera sistemática detallada y consistente, pero no para insurgir con las armas como hizo Chávez en 1992, sino para convencer cívicamente, a cada venezolano que nos quiera oír, acerca de un Proyecto que creemos posible para cambiar las estructuras políticas de nuestro país. Y eso es largo y  toma tiempo, como el hueco que abrió Andy Dufresne.

En lo poco que hemos recorrido Venezuela la gente queda convencida después de transmitirles el mensaje del mundo de posibilidades que se abren. No tenemos todas las respuestas pero es un planteamiento novedoso que empodera a los ciudadanos de su propio destino. No vendemos las soluciones mágicas de un Mesías o de un nuevo caudillo, simplemente de las posibilidades económicas, políticas y sociales que se abren si reestructuramos en la Constitución la manera en que se han hecho las cosas por 200 años.

En las presentaciones que realizamos, sintetizamos el objetivo fundamental del Proyecto País Venezuela (http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/) como el logro de un deslizamiento del poder del centro a las regiones, empoderándolas por la vía de un CAMBIO CONSTITUCIONAL, y estableciendo un mecanismo diferente, que ya no de DISTRIBUCION DE RIQUEZA, sino de CREACION DE RIQUEZA. Crear las estructuras necesarias para que el sistema político no administre el “botín” de la Renta Petrolera de la República sino que coordine un sistema federal de responsabilidades compartidas controlado por un Parlamento fuerte, que entregue a los ciudadanos en todo el país el poder y la creatividad para generar riqueza en sus propias regiones. En otras palaras, LA REBELION DE LAS REGIONES.

Esto hay que repetirlo, repetirlo y repetirlo; y explicarlo, explicarlo y volverlo a explicar hasta el cansancio. De cambiar simplemente un gobierno por otro, no se cambiarán las condiciones de vida de los venezolanos, porque el tema no es solo cambiar el planteamiento “socialista-comunista” del régimen, sino de no volver a un sistema agotado donde el Presidente de la Republica es un Rey, administrador de todo y de todos, y de cuyas decisiones dependen la vida o la muerte de los venezolanos.

Eso ameritará quizás pasarse mucho tiempo como un apóstol peregrino por toda Venezuela, y catequizar a muchísima gente. Pero tal vez tampoco sea mucho el tiempo. Esa frase de Rosa de Luxemburgo es la clave: desde el Proyecto País Venezuela estamos abriéndoles los ojos de los venezolanos que han vivido encadenados sin notarlo. El régimen lo que ha hecho es apretar unas cadenas que ya existían. Y allí continúan. No es suficiente con aflojarlas saliendo de quienes las aprietan para continuar encadenados a quienes luego les sucedan. Hay que quitarlas definitivamente, y eso, estimados amigos, es la esencia que nos convertirá poco a poco en ciudadanos…

Caracas, 13 de Octubre de 2014

Twitter:@laguana