Por Luis Manuel Aguana
La carga más pesada es… la imagen de la más intensa plenitud de la vida. Cuanto más pesada sea la carga, más a ras de tierra estará nuestra vida, más real y verdadera será.
Milán Kundera
Cuando leí por primera vez esa frase en una novela del autor checoslovaco Milán Kundera (1), me impactó mucho. Y más aún cuando el novelista se preguntaba qué deberíamos elegir cuando, por el contrario, la levedad nos despegara de la tierra, haciéndonos superficiales e irrelevantes. Y mi preferencia en ese caso siempre fue la carga, así fuera incómoda. Claro está que lo que no decía allí era si tomaríamos la misma decisión si la carga era impuesta por las acciones de otro. En todo caso igualmente te pegará a la tierra, quiéralo o no, haciendo la vida más real y verdadera, como lo indicaba Kundera.
Nos basta vivir en la Venezuela de hoy para sentir que la carga impuesta por las acciones de unos delincuentes a los venezolanos es verdadera, lo que nos bajó de golpe de la nube, a una realidad cruel impuesta desde aquel país rico que nos creímos ser hace muchos años. Esa “narrativa” que indicaba que cada venezolano nacía con un pozo de petróleo en el patio de su casa y podía comprarse al mundo, fluyó a todos los rincones del planeta. Y por eso fuimos muy generosos con cada país del mundo con problemas políticos y económicos desde que tuvimos esa riqueza no salida de nuestro trabajo. Algunos vinieron a hacer familia, pero otros a vivirnos e irse, pero todos disfrutaron de nuestra levedad –citando a Kundera- que ahora, en términos generales, olvidan convenientemente.
Cobra entonces la mayor importancia
lo que las personas crean del cuento venezolano, en especial aquellas que
pueden tener una influencia decisiva en lo que pasará en nuestro país. En otras
palabras, lo que las personas perciben de nuestra realidad proviene de una
“narrativa” que se repite y repite hasta la saciedad, y que termina siendo lo
que las personas creen, así eso no sea verdad. He tratado este tema en una nota
anterior (ver La percepción es realidad, en https://ticsddhh.blogspot.com/2016/08/la-percepcion-es-realidad.html).
Es importante entonces que
definamos bien el término “Narrativa”, comenzando por lo que dice el
Diccionario de la Real Academia Española (DRAE): Narrativo, va: Existen 4 acepciones: “1. adj. Perteneciente o relativo a la narración. Género, estilo
narrativo. 2. f. Género literario constituido por la novela, la novela corta y
el cuento. 3. f. p. us. narración (‖ acción de narrar). 4. f. p. us. Habilidad
o destreza en narrar o en contar algo. Tiene gran narrativa” (ver
Narrativo, va, en https://dle.rae.es/narrativo#QGmJhdD).
Si vamos al concepto, “Se entiende por narrativa
la descripción oral o escrita de un acontecimiento,
real o ficticio, con el fin de persuadir y entretener al espectador, el cual
puede ser un lector o un oyente” (ver Qué es narrativa, en https://www.significados.com/narrativa/).
El término “narrativa” fue tomado prestado de la literatura por la política “para referirse al conjunto
de ideas, valores y
relaciones que se proponen desde una concepción o modelo de país, y que parten
de una relación específica con el pasado y con el futuro, es decir, que
proponen un relato a su manera” (ver Narrativa, en https://concepto.de/narrativa/).
De lo anterior deducimos que
se trata de un estilo en prosa -el cuento, pues- que se echa al mundo acerca de
una realidad política percibida. Y si se desea que esa realidad se perciba
interesadamente de otra manera, simplemente se varía el cuento, y dependiendo
de las condiciones y los medios que se dispongan, esta se percibirá como una
verdad más grande que un templo.
Y si de algo disponen los socios internacionales del régimen, es de recursos para distorsionar una realidad y volverla “verdadera” acomodándola a sus intereses, haciendo que el mundo perciba otra cosa. Y ya sabemos que la percepción es realidad.
Es por eso que en un intento por distorsionar la realidad, el Presidente de Brasil, Lula da Silva, dice en su Cumbre que “Ustedes (dirigiéndose a Maduro) saben muy bien cuál es la narrativa que se ha construido con respecto a Venezuela, del autoritarismo, de la antidemocracia. Esa narrativa ustedes la tienen que destruir mostrando su propia narrativa para que la gente cambie de opinión” (ver El Nacional, en https://bitlysdowssl-aws.com/venezuela/construya-su-propio-discurso-lula-da-silva-dice-que-autoritarismo-en-venezuela-es-una-narrativa-construida-por-enemigos/).
Pero, ¡cuidado! A pesar de las reacciones a ese discurso por parte de Presidentes democráticos, como Luis Lacalle Pou, de Uruguay, y Gabriel Boric, de Chile, quienes manifestaron que en Venezuela no existe democracia y estamos en manos de un autoritarismo que no se puede esconder tras “narrativas”, por el contrario, si aceptan que en nuestro país se puedan realizar elecciones libres, justas y verificables en el medio de una espantosa tiranía.
¿Cómo se entiende eso? Entonces la percepción de la realidad de Lula da Silva no está muy lejos de la verdad. Lo que haría falta sería que la “narrativa” interesada de Maduro se termine de imponer cuando en el medio de un fraude electoral, como el ocurrido en Brasil, se legitime el régimen frente a la Comunidad Internacional, y en especial la Latinoamericana, que ya está desesperada por acabar con la “incomodidad” de una Venezuela exportadora de migrantes.
Se autoengañan los gobiernos latinoamericanos si piensan que legitimando al régimen de Maduro a través de unas elecciones controladas por él, se acabará el éxodo de venezolanos, porque eso no es más que la consecuencia de un régimen que ha destruido institucionalmente a Venezuela en todos los órdenes.
Entonces, necesariamente los demócratas venezolanos, tenemos y debemos construir otra narrativa y movilizarla interesadamente a nivel internacional, que explique que NO ES POSIBLE una solución que aborde al problema de la migración de venezolanos al continente, sin que en Venezuela el pueblo venezolano se exprese libremente y sin una tiranía gobernando al país.
ANCO ha expresado un sinnúmero de veces que esa solución no pasa por la elección de un salvador de la patria y menos con la tiranía de Maduro controlando el sistema electoral venezolano, sino a través de la elección de los representantes del pueblo a una Asamblea Nacional Constituyente Originaria, con la Comunidad Internacional como árbitro imparcial, respaldando ese proceso.
Sin embargo, es muy claro que el régimen no estará dispuesto a una solución como esa en tanto, y en cuanto la “narrativa” internacional que se imponga sea que “saldremos” del régimen, y del éxodo, en consecuencia, si hacemos elecciones en el año 2024, legitimando a la tiranía. Pero me suena que los países del continente esperarán la nueva “narrativa” de Maduro sugerida por Lula da Silva, a contra vía de una realidad que indica un régimen criminal de Lesa Humanidad.
¿Hay tiempo para imponer otro curso de acción derivado de una nueva narrativa en beneficio de los venezolanos? No lo sé. Lo que sí sé, es que es un buen momento para comenzar a trabajar en ella e ir influyendo los oídos de presidentes, ex presidentes de países, organizaciones internacionales, o cualquier otro “influencer” con poder en el ámbito internacional para que se imponga una nueva narrativa. Estoy seguro de que eso les convendría más a los países latinoamericanos, aunque todavía no lo sepan. Por eso concluyo con otra frase de Kundera: “la contradicción entre peso y levedad es la más misteriosa y equívoca de todas las contradicciones”…
Caracas, 1ro. de Junio de 2023
Blog:
TIC’s & Derechos Humanos, https://ticsddhh.blogspot.com/
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana
(1) La
insoportable levedad del ser, Milán Kundera, Colección Andanzas, Tuskets
Editores, 1985.