jueves, 8 de mayo de 2025

Extracción o Negociación

Por Luis Manuel Aguana

English versión 

En la era de las comunicaciones instantáneas, lo primero que se sacrificó fue la verdad, que fuera sustituida por la narrativa. Esto es, como no es posible engañar a nadie con un cuento construido desde las mesas editoriales de los periódicos más influyentes, porque la información cruda llega inmediatamente a los teléfonos móviles de cualquier persona, si se desea tergiversar la verdad de lo que realmente está pasando, basta con construir “una narrativa” y bombardearla por todos los medios digitales disponibles, y “la verdad” será la resultante de lo que surja del lado que tenga mayor penetración, audiencia y credibilidad.

¿Dónde está la verdad de lo que ocurrió con los rehenes del régimen de Nicolás Maduro Moros, encerrados por más de un año en la sede de la residencia de la Embajada de Argentina en Caracas? ¿En lo que dice la mass-media de la oposición o lo que dice la del régimen? Cada persona en Venezuela, dependiendo de su orientación política, lamentablemente ya decidió “lo que pasó”, de acuerdo a la narrativa de “su lado”, sin parar en raciocinio alguno. Pero este escribidor, que nunca se ha dejado llevar por las tecnologías que sustentan la mass-media de nadie, aún no lo decide, porque todavía faltan por pasar algunos hechos fundamentales que corroboren una u otra versión.

Algún avieso opositor me dirá: “Es que el anuncio del rescate lo hizo el propio Secretario de Estado de los EEUU, Marco Rubio, en su cuenta de X”. Pero es que el mismo Secretario de Estado es una de las partes de este enfrentamiento narrativo, o el mismo gobierno argentino, aliado fundamental de los EEUU, quien también se pronunciara en el mismo sentido. Y ni hablar de los intereses políticos locales en Venezuela. Pero tampoco se podría asegurar al 100% que no existiera tal extracción habida cuenta de los métodos muy sofisticados de los que disponen las agencias de inteligencia mencionadas por la mass-media opositora.

Hace casi 50 años, cuando no había redes sociales, la gente no se enteraba sino muchas horas después de cualquier evento en el mundo. En 1976, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) montaron un operativo para extraer a los rehenes secuestrados por el dictador de Uganda, Idi Amín, en el aeropuerto de Entebbe: “La operación de rescate se ejecutó en la noche, cuando fueron transportados por vía aérea cien comandos de élite israelíes a más de 3500 km de distancia hasta Uganda. La operación, que fue planeada durante una semana, duró cincuenta y tres minutos y se rescató a ciento tres rehenes. Cinco comandos israelíes resultaron heridos y otro, el comandante de la unidad de asalto, teniente coronel Yonatan Netanyahu, murió durante la operación. Todos los secuestradores, tres rehenes y cuarenta y cinco soldados ugandeses murieron y once MiG-17 de fabricación soviética fueron destruidos en tierra. Un cuarto rehén fue asesinado por integrantes del ejército ugandés en un hospital cercano” (ver Wikipedia, Operación Entebbe, en https://es.wikipedia.org/wiki/Operaci%C3%B3n_Entebbe).

A pesar de todos estos años y una tecnología de comunicaciones atrasada en comparación con la de hoy, la información entregada al mundo luego de horas de un evento de esa naturaleza en un lugar tan remoto como Uganda, fue muy precisa, y no hubo dudas acerca de la verdad de lo que pasó en Entebbe. Incluso en la operación, los israelíes se trajeron con ellos, en uno de los aviones de tropas, una réplica del automóvil presidencial que utilizaba el dictador de Uganda, que formaba parte de la estrategia de engaño a unas tropas ugandesas semianalfabetas, para lograr distraer el acceso de los comandos armados al aeropuerto donde mantenían a los rehenes.

Con toda esa maniobra, ejecutada con precisión quirúrgica, frente a unas fuerzas que no se podían comparar con las de las FDI, los israelíes sufrieron bajas importantes, como las del hermano del actual Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu. No en vano, él sabe muy de cerca lo que significa la lucha contra el terrorismo.

Con lo anterior deseo significar claramente que es muy cuesta arriba, sin una información precisa de los involucrados, tal y como se puede hacer ahora con la tecnología de comunicación actual, establecer que realmente ocurrió un “rescate” en un lugar fuertemente custodiado por el régimen, por unas fuerzas que no se comparan precisamente con los soldados semianalfabetas que Idi Amin tenía en Entebbe, sin dejar de lado que este rescate incluyó a la Sra. Corina Parisca de Machado, persona enferma y de edad avanzada, con el altísimo riesgo que una operación de esa naturaleza involucraría.

Tampoco se puede argumentar no la existencia de salvoconductos oficiales para sacar a los rehenes, como prueba de que no existió una negociación. Los rehenes norteamericanos le fueron entregados por el régimen al negociador norteamericano Richard Grenell, bañados, entalcados y en su avión, antes de salir para los EEUU, luego de su conversación con Nicolás Maduro Moros. Esas delicateses jurídicas y diplomáticas no existen cuando la alta política del régimen decide entregar a alguien que mantenga en sus mazmorras, a cambio de algo.

Entonces, ¿hubo o no hubo una extracción? Tal y como yo lo veo el verdadero fondo de esta discusión se encuentra en lo siguiente: si resulta ser una extracción –o vence la narrativa que apunta en esa dirección-, entonces la oposición “le va ganando al régimen” y corrobora que efectivamente sí está haciendo algo cuando todo el mundo está a la expectativa de algún movimiento que indique que estamos avanzando para su eventual salida. En otras palabras, EEUU y sus aliados están verdaderamente ayudando a María Corina Machado (MCM) y Edmundo González Urrutia (EGU), manteniendo  viva la esperanza del pueblo opositor a ese liderazgo, e indicando que todavía vale la pena “esperar” por el rescate del resto de la población venezolana que todavía permanece encerrada en el país, que es la cárcel más grande del mundo.

Si, por el contrario, se demuestra que fue una negociación, entonces el régimen está manteniendo su posición y va soltando a los rehenes que tiene en el país, conforme a su plan para consolidarse en el poder. Esto se correspondería con una posible negociación entre EEUU y Rusia, que estaría siendo informada por Putin a Maduro, en su actual viaje a Rusia que lo obligaría a torcer su política inflexible en contra de sus opositores, en especial los rehenes de la tolda de MCM, a cambio de permanecer en Miraflores.

Esta es la verdadera lucha que se está librando en los medios digitales por la credibilidad de la gente por este suceso, pero que no apunta a resolver el verdadero problema de Venezuela, sino a resolver la continuidad del liderazgo político de la parte que resulte vencedora y la rendición -o no- ante eso, del pueblo venezolano.

No se puede negar que estos golpes tienen un efecto muy importante en el ánimo opositor, porque a fin de cuentas cesó una situación grave de violación de los Derechos Humanos en contra de unos valientes venezolanos que han resistido un encierro en condiciones inhumanas, pero no define la realidad en el largo plazo, ni pueden esconder la verdad de lo ocurrido. Si se demuestra que los EEUU negociaron con el régimen –léase bien que NO la oposición de MCM- la salida de los rehenes de la embajada de Argentina, a cambio de algo, lo sabremos muy pronto. No por lo que diga Marco Rubio, MCM o el régimen, que al final no es lo importante, sino por lo que en realidad pase en relación con la continuidad de Nicolás Maduro Moros en el poder.

La primera de ellas la veremos el próximo 27 de mayo, cuando expire la prórroga de las operaciones de Chevron en Venezuela: “Este viernes 9 de mayo vence la Licencia General 8. Por lo tanto, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) decidirá en las próximas horas si habrá una nueva prórroga o simplemente permitirá que expire. Esta decisión dará además una señal en cuanto a lo que ocurrirá con la Licencia General 41, que ha permitido a Chevron operar en Venezuela, la cual cuenta actualmente con una prórroga hasta el 27 de mayo” (ver PanamPost, ¿Rescate o Negociación? La respuesta está en las licencias próximas a venecer, en https://panampost.com/jose-gregorio-martinez/2025/05/07/rescate-o-negociacion-la-respuesta-esta-en-las-licencias-petroleras-proximas-a-vencer/).

Si los venezolanos vemos que después de todo esto el régimen todavía permanece en el poder indefinidamente porque les dieron oxígeno en los EEUU, de nada valdrá lo que diga la mass-media de nadie, y poco importará si los extrajeron o los negociaron. Lo que prevalecerá será el sufrimiento de todos los que sobrevivimos en el país, aunque nos alegremos de que algunos hayan salido. Y tendremos entonces que explorar verdaderamente otras alternativas alejadas de engaños y medias verdades…

Caracas, 8 de Mayo de 2025

Blog: TIC’s & Derechos Humanos, https://ticsddhh.blogspot.com/

Email: luismanuel.aguana@gmail.com

X (Twitter): @laguana

martes, 6 de mayo de 2025

Negociación Constituyente

Por Luis Manuel Aguana

English versión

A diferencia de lo muchos creen, los principios que sustentan lo que hoy se conoce como Derechos Humanos en el mundo, no nacieron con la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el 10 de diciembre de 1948, y ni siquiera tampoco de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, aprobada previamente en Bogotá el 30 de abril de 1948, en la Novena Conferencia Panamericana, con la creación de la Organización de los Estados Americanos, OEA.

Los principios fundamentales de los Derechos Humanos que hoy existen, tuvieron su origen en la Asamblea Nacional Constituyente aprobada en Francia, el 26 de agosto de 1789, en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Los principios de libertad e igualdad entre los hombres, soberanía, presunción de inocencia, libertad de expresión, rendición de cuentas, separación de poderes, propiedad privada fueron establecidos en ese documento histórico y que hoy defiende la humanidad (ver Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, en https://www.conseil-constitutionnel.fr/sites/default/files/as/root/bank_mm/espagnol/es_ddhc.pdf).

La Asamblea Nacional Constituyente de Francia de 1789 fue la primera en su tipo en el mundo y nació pocas semanas después de la histórica Toma de la Bastilla. “El 14 de julio de 1789 los ciudadanos de París tomaron la prisión de la Bastilla, lo que marca simbólicamente el comienzo de la Revolución Francesa y el fin del absolutismo monárquico, sustentado en la doctrina del origen divino de la autoridad real”. El pilar fundamental sobre el que se sustentó esa Constituyente en Francia fue el trabajo del Abate Emmanuel Joseph Sieyès titulado, “¿Qué es el Tercer Estado?”,  “un documento contra los privilegios  que resulta clave para explicar tanto el advenimiento de la clase burguesa al poder como la doctrina del poder constituyente del pueblo” (ver El Historiador, El abate Sieyès y la Revolución Francesa, en https://elhistoriador.com.ar/el-abate-sieyes-y-la-revolucion-francesa/).

¿Por qué hago esa referencia histórica previa? Porque en Venezuela nos encontramos en una situación de completa anomia política, como se encontraba Francia en 1789, que motivó a los cambios estructurales que sucedieron posteriormente. En Francia se denominaba 1er. Estado a la nobleza (incluyendo al Rey), el 2do. Estado al clero, y el 3er. Estado al pueblo que con su trabajo sostenía al resto de los Estados. Las mismas razones que hicieron caer la monarquía de Luis XVI en 1789 se presentan en la Venezuela de 2025, con una clase política que rige el país con características  similares a las de la nobleza de Francia de 1789: corrupta y vividora del resto del país, con un 2do. Estado que en la actualidad no tiene la incidencia política que tenía en el mundo de entonces.

Quienes no estaban en la nobleza o en el clero –el 3er. Estado- comprendían el 98% de la población y “... carecían de poder y decisión política. Sobre él recaían los trabajos más duros. No tenía ningún derecho y pagaba todos los impuestos. Las exacciones fiscales de los campesinos llegaron a absorber hasta un 70 por ciento del ingreso”. Conservando las distancias, el cuadro no podía ser más similar y desolador, comparable al que tenemos en la Venezuela de hoy.

Los participantes del 1er. Estado, la nobleza, que detentaba el poder político, dilapidó toda la riqueza del país en guerras “que significaron la pérdida de la mayor parte de sus posesiones de ultramar y el agotamiento de los recursos”… “En este clima de efervescencia social, durante los últimos meses del año 1788 y los primeros del siguiente, aparecieron en Francia infinidad de escritos destinados a impugnar el orden existente, pero ninguno impresionó tanto como el panfleto del abate Emmanuel Joseph Sieyès, uno de los más esclarecidos representantes del Tercer Estado” (ver nota anterior de El Historiador, en https://elhistoriador.com.ar/el-abate-sieyes-y-la-revolucion-francesa/).

La única guerra que se ha dado en Venezuela en el presente siglo, ha sido la guerra del régimen de Hugo Chávez Frías y Nicolás Maduro Moros en contra de la población para cambiar nuestro modelo político. Esa guerra ha arruinado el país y ha dejado al sector político opositor completamente inerme para poder actuar a favor de los ciudadanos. No existe en la actualidad ninguna fuerza de lo que se dio en llamar la representación política, para ese 3er. Estado venezolano, para poder cambiar el estado de cosas en el país. Pero eso no significa que un 3er. Estado en Venezuela no exista y no se pueda manifestar.

Luego de más de 2 siglos de experiencia Constitucional, el mundo evolucionó, pero Venezuela olvidó sus propios orígenes. Dos procesos Constituyentes referenciales en el siglo XX, el de 1946-1947, que estableció nuestros Derechos Civiles y Políticos, y el de 1961, que nos dio convivencia pacífica luego de una tiranía, cerraron el siglo pasado en paz. Pero en estos 26 años retrocedimos Constitucionalmente, al destruir las bases federales de nuestra acta de nacimiento de 1811, entregando todo el poder a otro tirano con una nueva Constitución en 1999.

La guerra que se ha suscitado al tratar de corregir ese entuerto nos ha arruinado a todos,  desapareciendo en el proceso todas las bases institucionales que nos hacen un país funcional a los ojos de la comunidad de naciones. Urge recuperar en Venezuela los principios que sustentaron al primer Constituyente del mundo.

No hizo falta recurrir a un texto constitucional, o alguna reglamentación previa que les indicara a los franceses, y también poco después inspirados en ellos, a las provincias de lo que luego se conoció como los Estados Unidos de América, que un pueblo consciente de su situación se reuniera y decidiera un curso de acción para constituirse en Nación para enfrentar sus problemas. Solo hizo falta sentido común y mucha creatividad democrática, y que la iniciativa para eso no partiera necesariamente de su clase política, sino de las fuerzas vivas de la sociedad.

Estando en un punto semejante en el año 2014, la Cátedra Pío Tamayo de la UCV, coordinada por el Dr. Agustín Blanco Muñoz, acuñó el concepto Constituyente de Calle a esta solicitud que venía realizando el grupo que se conocería 2 años después como Alianza Nacional Constituyente, ANCO.

La interpretación jurídica precisa nos la dio en esa oportunidad el Dr. José Vicente Haro, para ese entonces Presidente de la Asociación Venezolana de Derecho Constitucional, quien explicara con mucha sencillez el concepto en una entrevista del programa “Toque de Queda”, que tenía el periodista José Domingo Blanco, Mingo, en EUTv, un espacio que cerrara posteriormente el régimen. Sin embargo, rescaté ese importante testimonio para la posteridad (ver Constituyente de Calle, Toque de Queda, EUTv con Mingo, en  https://www.youtube.com/watch?v=CoygzadEA1g).

Indicaba en una nota que publiqué en ese momento que, de acuerdo a la explicación sin desperdicio del Dr. Haro, “O hacemos una Constituyente con base a los procedimientos establecidos en la Constitución de 1999 y pasamos obligatoriamente por todos los caminos establecidos en ella (CNE, TSJ y demás Poderes invadidos), o hacemos una Constituyente sin seguir ese camino, tal y cuál se la dieron hace más de 200 años el pueblo francés y el pueblo norteamericano cuando fundaron a sus respectivas naciones. Esto es, convocando al pueblo a la calle a deliberar y reconstruirse, preguntándole, por ejemplo, si el modelo de desarrollo que quiere es el de los hermanos Castro”. De eso es lo que se trata toda esta discusión (ver Constituyente de Calle, en https://ticsddhh.blogspot.com/2014/02/constituyente-de-calle.html).

Hemos crecido en experiencia y aplicación de ese concepto desde ese entonces, que en su forma más básica es el explicado por el Dr. José Vicente Haro, pero que entendido después de muchos años de incomprensión política, han terminado por establecer que es la sociedad en su conjunto, Y NO SOLAMENTE SU SECTOR POLÍTICO, quien debe movilizarse para lograr ese preciado objetivo de lograr convocarse para restablecer el orden constitucional extraviado.

Esto también debe ser comprendido por quienes ejercen el gobierno, así como quienes lo sostienen, aun cuando esta apreciación no sea asimilada o compartida todavía por todos, porque de eso precisamente se trata un proceso constituyente. O nos sentamos a negociar ese proceso, o Venezuela no volverá a la normalidad política, con crecimiento y desarrollo económico, político y social. La otra manera es la exterminación del contrario. Y eso es lo que han tratado y continúan tratando de hacer los factores políticos en disputa, sin que ninguno haya tenido éxito. Y no creo que ninguno lo tenga si no lo han logrado en más de 20 años.

Esa es la quintaesencia de la Proclama que hiciera ANCO el 2 de mayo de 2025, titulada “Hacia una negociación Constituyente”, que no debe ni puede pasar por debajo de la mesa de ningún sector de la vida del país, ni de aquellos que desde fuera desean el bienestar de los venezolanos (ver Proclama ANCO: Hacia una negociación Constituyente, en https://ancoficial.blogspot.com/2025/05/proclama-anco-hacia-una-negociacion.html). No defendemos la Constitución de 1999 de una Reforma Inconstitucional. Defendemos nuestro derecho humano inalienable, proclamado desde  1789, de rehacer un Pacto Social a todas luces injusto que nos ha llevado a una guerra no declarada entre nosotros. Ese entendimiento haría que ayuden, en lugar de perjudicar, a que se materialice una solución que no es otra cosa que tratar de convivir después de una guerra, que lamentablemente ahora estamos perdiendo trágicamente  todos los venezolanos…

Caracas, 6 de Mayo de 2025

Blog: TIC’s & Derechos Humanos, https://ticsddhh.blogspot.com/

Email: luismanuel.aguana@gmail.com

X (Twitter): @laguana