sábado, 31 de julio de 2021

Negociar con criminales

Por Luis Manuel Aguana

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Prácticamente desde que comenzó la tragedia con este régimen siempre he pensado que Venezuela se compara a un país completo metido en una situación de rehenes. Así lo señale en el año 2014 cuando los estudiantes estaban siendo masacrados en las calles por el régimen de Nicolás Maduro Moros (ver País secuestrado, en  https://ticsddhh.blogspot.com/2014/04/pais-secuestrado.html). Allí decía: “Y los secuestradores necesitan de usted, el pueblo de Venezuela, para hacer que se tranquilicen los muchachos. Pero como usted bien sabe es imposible sentarse con ellos (los secuestradores) porque la UNICA conversación valida es que SALGAN DE LA CASA INMEDIATAMENTE. Y que ahora no solo serán los muchachos quienes protestarán para que se salgan sino el resto de la familia, porque ya les perdieron el miedo. Miren lo que lograron los muchachos…”.

Y sigo pensando igual, la única conversación posible es que se salgan de la casa inmediatamente. Esa es la oportunidad que plantea el nuevo proceso de negociación propuesto por ANCO y asumido como propio por parte Consejo Rector de la Conferencia Ciudadana para el Restablecimiento Constitucional y Democrático (ver Propuesta a la Nación y la Comunidad Internacional, en https://ancoficial.blogspot.com/2021/07/el-consejo-rector-de-la-conferencias.html). Y es que la palabra “negociación” está tan desprestigiada que el solo hecho de mencionarla implica claudicación frente al régimen. Y no es así.

Hay solo dos maneras de enfrentar al régimen: por la vía pacífica y constitucional, o por la vía violenta. No existen puntos medios, como no existe mujer “medio preñada”. Como mencionaba en mi nota de 2014, unos individuos armados nos tienen de rehenes en nuestra propia casa, y la policía afuera está haciendo denodados intentos para que salgan pacíficamente sin la necesidad de entrar violentamente y generar muertos de parte y parte, incluyendo a los que vivimos en la casa. O que el régimen produzca una reacción interna tan virulenta que terminemos en una guerra civil.

En anteriores intentos de negociación, los “negociadores” no solo fueron engañados por los delincuentes, sino que se convirtieron en sus cómplices para alargar el suplicio de los que viven en la casa. De allí que nadie dentro de la casa confíe mas en una negociación, prefiriendo que la policía entre a la fuerza y así acabar de una vez con el suplicio, sin importar cuántos muertos se cuenten al final. O que cualquier salida que implique violencia sea la solución. Por más desesperante que esto sea, siempre he creído que siempre se le debe dar un chance a la paz, como se decía en la época de las guerras en los 60s, así me tilden de comeflor.

Las exigencias de Maduro como requisito para sentarse a negociar, esto es, que le quiten las sanciones, lo reconozcan a él y su parlamento irrito, o que le devuelvan el botín incautado en el exterior, lo que hace es que ni siquiera exista la posibilidad de una negociación probable con él. Es la misma solicitud que harían los secuestradores de nuestro ejemplo de 2014 de quedarse a vivir por siempre en la casa y que los dejen en paz. No están ni siquiera planteándose pedir un avión para irse y salir de la casa con el botín. Yo negociaría eso si ellos se avienen a ese proceso con tal de que abandonen la casa.

Los intentos de “negociación” realizados por el Presidente Encargado Juan Guaidó de unas “elecciones con condiciones” tienen ese mismo resultado, y mucho menos lograr que el régimen acepte unas elecciones presidenciales cuando precisamente lo que piden para negociar es el reconocimiento de su presidencia espuria obtenida fraudulentamente el 20 de Mayo de 2018. ¿En que nos deja todo esto? Que no habría nada que ofrecerle al régimen para lograr que los delincuentes abandonen el secuestro al que someten a la población, más allá del levantamiento de las sanciones impuestas por la Comunidad Internacional.

Lo anterior nos indica que el régimen seguirá su camino de unas elecciones con o sin la oposición oficial, entre otras cosas porque ya tiene una oposición comprada para noviembre - los de la llamada “mesita” -  y aunque eso no les quitará las sanciones, si podrán continuar en su ruta de consolidación y secuestro de los venezolanos.

Visto lo anterior, hemos propuesto una nueva ruta de negociación que incluya al doliente: la sociedad civil, con una nueva y única propuesta a negociar: un proceso de elección Constituyente Originario. ¿Porque esto podría ser aceptable para el régimen? Porque cumpliría con los requisitos exigidos para levantar las sanciones en la declaratoria sobre Venezuela del 25 de Junio de los EEUU, UE y Canadá acerca de una solución que incluya a todos los venezolanos: “La solución pacífica a esta profunda crisis política, social y económica debe provenir del mismo pueblo venezolano, a través de negociaciones de amplio alcance impulsadas por los venezolanos en las cuales participen todos los actores interesados” (ver comunicado EEUU-UE-Canadá: Declaración conjunta sobre Venezuela, en https://www.state.gov/translations/spanish/ee-uu-ue-canada-declaracion-conjunta-sobre-venezuela/). Ya hemos dicho incansablemente que somos actores interesados. Además, en ese proceso estarían representados todos los sectores del país, incluyendo al PSUV, negociando con todos los involucrados de la mesa propuesta las bases para la elección de esos representantes, con la intermediación electoral de la Comunidad Internacional representada en los firmantes de la Declaración conjunta sobre Venezuela.

Ese proceso daría como resultado la representación legítima de todos los venezolanos de cualquier parte del país y de cualquier tendencia, y que traería como consecuencia una solución definitiva al Poder Ejecutivo detentado por Nicolás Maduro Moros. Ni siquiera él podría poner en duda que sea el pueblo venezolano quien decida el destino de la Nación, habida cuenta que fue su propio mentor, Hugo Chávez Frías quien propuso la solución constituyente por primera vez en Venezuela en una campaña electoral en 1998. ¿Por qué lo que fue bueno para el pavo en 1998 no puede ser igual de bueno para la pava en el 2021? La diferencia estaría en que en esta oportunidad se negociarían con todos los involucrados las bases de esa convocatoria para que ninguna parte quede en desventaja sobre la otra. ¿De qué otra manera podríamos encarrilar lo que se descarriló en 1999?

En ninguna parte aquí estoy negando el carácter criminal de quienes ahora conducen el país. La diferencia es que esta negociación sería el equivalente a negociar el secuestro de los venezolanos, dándoles a los secuestradores la oportunidad de montarse en el avión para abandonar el secuestro sin derramamiento de sangre. De negarse a darle participación al pueblo venezolano en la solución de la crisis, no solo el régimen sino aquellos que conforman la oposición oficial venezolana reconocida internacionalmente, estarían declarando abiertamente que este sería el último esfuerzo de una solución negociada y eso lo deben entender así los firmantes de la Declaración conjunta sobre Venezuela en el exterior. Después de eso insistir por la vía de negociar con los secuestradores costaría con seguridad muchas más vidas de venezolanos inocentes, por lo que entonces se debe seguir a la siguiente etapa de este secuestro.

Algunos venezolanos pensamos que todavía existe la oportunidad de presentar esta alternativa a los venezolanos y al mundo, a días u horas de que la oposición oficial cometa el error irreparable de reconocer al régimen de Nicolás Maduro Moros a través de la participación en unas elecciones regionales espurias, que solo le darían al régimen el argumento muy difícil de rebatir de que al concurrir todos los partidos a unas elecciones y comprometerse en aceptar sus resultados, no solo estarían reconociendo al CNE sino a la Asamblea Nacional del régimen que lo designó, electa de manera ilegitima el 6 de Diciembre de 2020, y rechazada por la mayoría del pueblo venezolano en la Consulta Popular celebrada del 7 al 12 de Diciembre de 2020. Esto le daría la espalda a 6,4 millones de venezolanos que dimos un mandato claro. A partir de eso cualquiera tiene el derecho de solucionar esto por las malas.

A la Comunidad Internacional firmante de esa Declaración, comenzando por los EEUU no le quedaría otra cosa que aceptar ese hecho del régimen, concediéndole la legitimidad a ese Parlamento espurio y dejando de reconocer lo que queda de la Asamblea Nacional del 2015. Eso es lo que no acaban de entender los que por ambiciones miopes por cargos locales están colocando en el borde del barranco el futuro de Venezuela.

Puedo entender a aquellos que ya han cerrado toda negociación con el régimen. Y a esos les digo que la única negociación posible para los secuestradores es que se monten en el avión que les ofrecemos de una elección Constituyente para que éste decida el futuro de los venezolanos. De no darse de esta manera, eso no significa que no sea necesario el proceso Constituyente. En ese caso se haría aun más necesario pero para recoger lo que quede de los escombros de la República después de la caída del régimen de Nicolás Maduro Moros por cualquier vía que la realidad imponga. Y ese terreno ya no es de la negociación con los criminales, sino el de la violencia política generalizada. Espero que quienes la están empujando sepan de qué se trata eso porque esa guerra no será lejos de la casa de todos nosotros…

Caracas, 31 de Julio de 2021

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domingo, 25 de julio de 2021

La nueva capitulación

Por Luis Manuel Aguana

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Es bueno recordar la carta que enviara el Embajador Diego Arria a la Directiva de Fedecámaras en ocasión de su 71ª Asamblea Anual en el año 2015, luego de la presencia de Delcy Rodríguez en la 77ª Asamblea Anual de esa Federación en días pasados. La carta del Dr. Arria titulada “La Capitulación de Fedecámaras” volvió a circular por las redes sociales como si hubiese sido escrita ayer (ver La Capitulación de Fedecámaras, en http://aserne.blogspot.com/2015/07/diego-arria-la-capitulacion-de.html). Incluso algunos que no la conocían pensaron que había sido reciente dado lo actualizado de sus señalamientos, ya que en lugar de haber tomado en cuenta esas observaciones en el año 2015, los empresarios hicieron todo lo contrario, mostrando luego de 6 encuentros anuales adicionales, una entrega completamente abierta al régimen para el presente año 2021.

Y la respuesta igualmente no puede ser otra que la que diera el Embajador Arria en el año 2015 y que se resume en la nota que publiqué en ese momento: La Primacía de las Libertades Políticas (ver La Primacía de las Libertades Políticas, en https://ticsddhh.blogspot.com/2015/07/la-primacia-de-las-libertades-politicas.html): si queremos poner comida en la mesa del venezolano, lo primero que debemos garantizar es un sistema político que respete las libertades civiles y los Derechos Humanos. Así de simple.

Pero algunos me dirán, ¿y qué pueden hacer los empresarios si no es plegarse al régimen o desaparecer? Y es un tema profundamente ligado a la ética, o cuál debe ser la banda mínima de operación que permita subsistir al empresario sin entregarse a un régimen que lo que juega es a la desaparición del tejido empresarial, dentro de un sistema altamente regulado donde no se permite el libre juego de la oferta y la demanda. ¿Cuál es el tipo de empresario que ha de sobrevivir en ese ambiente? En otras palabras, deberíamos preguntarnos: ¿existen todavía empresarios verdaderos en Venezuela? Y si existen, ¿hasta cuando pueden sobrevivir en el marco de un régimen que maniobra para su desaparición definitiva?

Hay una teoría que señala que, salvo muy contadas excepciones, en realidad nunca hubo en el sentido estricto, empresarios en Venezuela. Nunca hubo un escenario de competencia que permitiera que las empresas crecieran y se desarrollaran fuera del manto protector del todopoderoso Estado venezolano. Para crecer y desarrollarse en Venezuela se debía tener de alguna manera negocios con el gobierno, el único poseedor y administrador de la riqueza última, el petróleo. Todos los caminos del empresariado venezolano conducían – y todavía conducen - a esa Roma.

Los grandes sectores industriales y comerciales del país vivieron siempre del Estado venezolano. De allí que fuera imposible que la gran maquinaria de la economía privada venezolana funcionara con un Estado quebrado. Cuando el Estado y su administrador, el gobierno, no tienen dinero para sostener una economía altamente dependiente de un único producto de exportación, vemos la debacle que estamos padeciendo.

Los delincuentes que desmontaron pieza por pieza la industria petrolera, no se dieron cuenta que estaban serruchando la rama del árbol donde estaban –y estábamos todos- sentados. Ni siquiera los cubanos que nos invadieron con el permiso traidor de quienes gobiernan el país, nunca entendieron que estaban desmontando con su ayuda, su propia subsistencia futura, actuando como el alacrán montado sobre la rana al cruzar el río, picándola para ahogarnos a los dos. En otras palabras, defecaron sobre su plato de comida. Ni siquiera entendieron que la desestabilización que siguen impulsando por Latinoamérica requería de una Venezuela con plena fortaleza económica, al ser este el país con una industria petrolera que debía ser mantenida y resguardada.

Los “empresarios” que han quedado en el país y a los que se dirigió Delcy Rodríguez en la 77ª Asamblea Anual de Fedecámaras, no son empresarios, por lo que mal podríamos esperar conductas empresariales cónsonas con esa condición. Serán empresarios cuando demuestren que están dispuestos a imponerse sobre la realidad que les acontece.

El Profesor Emeterio Gómez, quien fuera en vida una de las autoridades venezolanas más importantes en el terreno de la Ética y Moral, indica en su obra “Responsabilidad Moral de la Empresa Capitalista” (1) que: “La comprensión de la Ética y del Ser Humano pasa por detectar cuando la Realidad o el Mundo se nos imponen y cuándo es que nosotros podemos imponernos sobre ellos. O, también, respectivamente, que es lo que NO podemos cambiar en el Mundo y que es lo que si podemos cambiar en él”…”…La Ética tiene sentido mientras usted tiene posibilidades de imponerse por sí mismo sobre el vicio…o sobre la realidad”…”…si usted se voltea y decide nadar contra la corriente, entonces las palabras nadar y decidir cobrarán su significado pleno. ¡Ahora usted si sabrá lo que es nadar y lo que es decidir. Si usted se mete en el río –o en la vida- y no hace el esfuerzo por “ir contra la corriente”, entonces inevitablemente esta lo arrastrará. Y, lo más importante sobre lo que vale la pena reflexionar: ¡si la corriente es muy fuerte, el esfuerzo que usted tendrá que hacer será mayor! Y cabe pensar también que la corriente pudiese ser demasiado fuerte y que usted no tendrá ningún chance de evitar ser arrastrado… en cuyo caso es mejor que no se meta en el río”.

¿Cómo se aplica esto a nuestros “empresarios” de Fedecámaras? Que existe una realidad que se impuso, el régimen. Y ellos como empresarios tienen la obligación de imponerse a su vez sobre esa realidad. Si alguno de ellos tiene la Ética suficiente intentará hacerlo, esto es, nadar contra la corriente. Si no lo hace, la corriente –el régimen- lo arrastrará, por lo que el esfuerzo tendrá que ser mucho mayor. Si no están dispuestos a hacerlo, que no se metan al río como recomendaba el Profesor Gómez. Esto es, no juegue a ser algo que no podrá ser ante una realidad actuante y si se mete al río y no nada en contra de la corriente, usted NO ES quien dice ser, sino algo que una realidad superior a usted le impuso.

Pareciera un juego de palabras pero no lo es. No pueden existir empresarios arrollados por un régimen, y en consecuencia nada que pueda llamarse “sector empresarial” bajo esa definición. Lo que quedó como “empresarios” después de la destrucción de las bases económicas del país es algo que sobrevive y flota como un escombro en la fuerte corriente del río que finalmente llegará la desembocadura de su destrucción definitiva, en un sistema que no tolera el concepto de empresa privada.

De allí que se entienda la reacción adversa del régimen a la carta enviada al Presidente de Fedecámaras, Ricardo Cusano, en ocasión a esa Asamblea por Monseñor Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, y que fuera tan virulenta (ver Carta del Cardenal Parolín a Fedecámaras https://www.diariolasamericas.com/america-latina/venezuela-carta-cardenal-parolin-encoleriza-maduro-n4227812) atacando a la Iglesia Católica, y señalando el mismo expediente de siempre, instando a los curas a “quitarse la sotana y hacer política”. Por eso hay que recordarle a Delcy Rodríguez que Hugo Chávez no le ordenó quitarse la sotana al cura que garantizaría su vida cuando lo estaban echando del poder el 11 de Abril de 2002 precisamente por hacer nada más político y humanitario que eso. Por eso siempre esta allí la Iglesia Católica. Esa carta no fue más que un llamado a la Ética y la Moral necesaria de los empresarios en tiempos de crisis política.

En la carta Mons. Parolín les recuerda la responsabilidad moral del empresario al indicar “…considero que es importante que la sociedad civil sea también protagonista de la solución a la crisis actual de ese amado País, una solución que sólo se dará si los venezolanos, y especialmente los que tienen algún tipo de responsabilidad política, están dispuestos a sentarse y a negociar, de un modo serio, sobre cuestiones concretas que den respuesta a las verdaderas necesidades de los venezolanos, y durante un periodo limitado en el tiempo. Esto exige voluntad política por parte de los involucrados, disponibilidad a dejar que el bien común prevalezca sobre los intereses particulares, y el apoyo responsable de la sociedad civil y de la comunidad internacional” (resaltado nuestro). Esta es la misma posición que hemos sostenido desde la sociedad civil en la Propuesta a la Nación y la Comunidad Internacional del Consejo Rector de la Conferencia Ciudadana para el Restablecimiento Constitucional, donde destacamos la necesaria participación del pueblo venezolano en la solución de la crisis, proponiendo un nuevo curso de negociación política que INCLUYA a factores de la sociedad civil (ver Propuesta a la Nación, en https://ancoficial.blogspot.com/2021/07/el-consejo-rector-de-la-conferencias.html).

Ante esta nueva capitulación de Fedecámaras, se hace más evidente el fracaso de quienes insisten en una salida política del país sin la participación de los venezolanos. “Dejar que el bien común prevalezca sobre los intereses particulares” no fue precisamente lo que paso en esa Asamblea Anual de los “empresarios” con el régimen.

Una vez más las palabras de la Iglesia Católica señalan el camino de la Refundación de la Nación. Con unos empresarios entregados difícilmente podremos hacerla, y más aún si pretenden continuar viviendo de la teta del Estado después de un proceso de transformación política y económica del pais. Este es un buen momento para que los verdaderos empresarios, los que están luchando para nadar en contra de la corriente, reflexionen acerca del importante papel que jugaran en la Venezuela autosostenida que más temprano que tarde, deberemos construir entre todos.

Caracas, 25 de Julio de 2021

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(1) Emeterio Gómez, La Responsabilidad Moral de la Empresa Capitalista, ISBN 980-6073-83-5, 2005, Páginas 33 y siguientes.