jueves, 27 de julio de 2023

Las dos caras de una renuncia

Por Luis Manuel Aguana

English versión

“El opresor no sería tan fuerte si no tuviese cómplices entre los propios oprimidos”

Simone de Beauvoir

La renuncia de la vicepresidente de la Comisión Nacional de Primarias (CNP) dice mucho más de lo que no dice, más aún viniendo de una persona formada como Ingeniero de Información de una universidad tecnológica (Universidad Tecnológica del Centro, UNITEC) (ver El Político, Renuncia de la vicepresidenta de la Comisión Nacional de Primaria, María Carolina Uzcátegui, en https://tinyurl.com/2w3d9hh9).

Los técnicos tenemos ciertamente una deformación profesional: queremos que las cosas estén en su lugar antes de comprometernos en algo. Y si el compromiso es del tamaño generado por las expectativas de la población de elegir a la persona que efectivamente tenga los votos de los opositores venezolanos para hacerle frente al régimen, no podemos equivocarnos en demandar de nuestros mandantes lo que sea necesario exigir para que se cumpla efectivamente lo que técnicamente se requiera para tener el éxito esperado.

Hay dos caras importantes a considerar en la misiva de renuncia de la Ing. Uzcátegui, la  técnica y la política.

En la cara técnica cabe resaltar la confesión según la cual, “Hoy, no están dadas las condiciones técnicas y logísticas para que el proceso de primaria sea una consulta amplia y al alcance de la mayoría de los venezolanos independientemente de su estrato social. La meta establecida sobre el número de centros de votación no ha podido ser alcanzada y luce cuesta arriba dado los tiempos del cronograma. El tratamiento que se ha dado a los votantes en el exterior no ha sido sincero, pues no se cuenta con las capacidades necesarias para atender a una diáspora que, en su mayoría, no podrá participar en el proceso electoral del 2024 gracias a la  política sistemática de exclusión sostenida en los últimos años por parte del Gobierno Nacional. No existen las garantas necesarias, con el proceso de voto manual, para que los resultados que se desprendan de esta consulta sean un fiel reflejo de la voluntad de los venezolanos con deseo de participar (resaltado nuestro).

En algún momento destacamos en este blog la importancia de los aspectos técnicos y logísticos necesarios para llevar el voto a la mayor cantidad de opositores, y más aún cuando se trata de que ninguno de esos aspectos se pueden llevar a cabo sin dinero. Hoy los venezolanos deberíamos saber, al menos de modo general, como se va a llevar a cabo ese proceso de cara al país opositor, incluyendo los procedimientos de participación de la sociedad civil, como por ejemplo en las mesas electorales, cuantos centros se habilitarán y donde –tanto dentro como fuera del país-, y en especial cuando se anunció la realización de un voto manual que exige la masiva participación de la gente. Todo esto sin contar con cuál Registro Electoral se trabajará para esas elecciones primarias.

Si se desea que el país opositor participe en ese proceso, lo más lógico es que desde mucho antes se haya iniciado una campaña de llamado para la articulación de todo aquel que desee participar desde la sociedad civil, porque tal y como lo han vendido, las primarias no solo convocan a los partidos políticos sino a todo el país opositor dentro y fuera de Venezuela. Y esa ha sido la historia lamentable de la participación ciudadana con los partidos, cada uno de ellos queriendo tomar un pedazo de una torta que no existe y que más bien hay que trabajarla para que todos podamos comer. Eso ya lo vivimos en la Consulta Popular de 2020.

La gravedad de la afirmación de la insinceridad con la cual se ha conducido el proceso para los venezolanos de la diáspora dice mucho de cómo se concibió esa participación en primer lugar. El Reglamento para la participación de electores venezolanos en el exterior en la elección primaria de 2023, aprobado el 6 de mayo de 2023 por la CNP, indica en su Artículo 4 lo siguiente: Podrán votar en la elección Primaria en el exterior en alguna de las ciudades o localidades que a tal fin disponga la Comisión Nacional de Primaria, de conformidad con este Reglamento, los venezolanos ya inscritos en el Registro Electoral del CNE para votar en el exterior y los que, estando o no en dicho Registro, actualicen sus datos para votar en dichas ciudades o localidades”. Eso ya pone un límite al número de electores venezolanos porque eso no incluye a los millones que migraron del país y que jamás pudieron inscribirse en el exterior porque el régimen elimino desde hace años esa posibilidad. Entonces, ¿a que jugaba la CNP desde un comienzo? ¿A trabajar con el régimen? ¿Se dio cuenta de eso ahora la Ing. Uzcátegui?

Por otro lado, los partidos no se mueven, al verse perdedores ante una opción que luce claramente vencedora. De allí a que definitivamente se retirara la candidatura de Manuel Rosales y otras vean el proceso como gallina que ve sal. No juegan a que gane el país. Y eso nos lleva a la siguiente cara de la renuncia de la Ing. Uzcátegui, la política:

Me duele asumir que este proceso de primara está siendo utilizado por intereses que, lejos de creer en la fortaleza del proceso democrático electoral, hoy juegan a enrumbamos por proyectos personales y no colectivos”….“Mi llamado es a los candidatos participantes en el proceso, depongan los intereses individuales y partidistas que lejos de fortalecer la primaria, la han fracturado. Es momento de pensar en el país y en la gente, en los mecanismos que nos permitan fortalecer el voto como instrumento para alcanzar los cambios sociales, políticos y económicos demandados por la mayoría del pueblo venezolano” (resaltado nuestro).

Me extraña que una persona de esa posición no haya pensado en eso antes de asumir una responsabilidad como esa. Los partidos de la oposición oficial no están interesados en lo que Venezuela gane, sino en lo que ellos ganen. Lamentablemente es así. Pero en una pelea donde se decidirá la legitimidad de una tiranía ante la Comunidad Internacional, cualquiera podría pensar que dejarán de lado eso y trabajarían juntos por el país. Craso error, y es lamentable que los venezolanos lo vean escrito en blanco y negro de las manos de una protagonista de la historia que ojalá sea que haya sido utilizada como tantos otros de buena fe, a los fines de la perpetuación del régimen.

Pero hay algo más grave que subyace en la renuncia de la Ing. Uzcátegui: que sean los mismos opositores los que estén implosionando a la CNP desde adentro antes que el régimen se haga cargo y asuma el costo político, nacional pero aun más internacional, que eso conlleva. ¿Será eso lo que está pasando? Debe estar lista la sentencia del TSJ de Maduro para darle un hachazo a la cabeza de la CNP pero prefieren que sea ella misma la que haga los honores, como “chacumbele” que el mismito se mató. De esa manera, todos los interesados quedarán contentos. ¡Cuánta razón tenía Simone de Beauvoir…!

Caracas, 27 de Julio de 2023

Blog: TIC’s & Derechos Humanos, https://ticsddhh.blogspot.com/

Email: luismanuel.aguana@gmail.com

Twitter:@laguana

jueves, 20 de julio de 2023

De vuelta a los principios constituyentes

Por Luis Manuel Aguana

English versión 

No me queda otra que volver a apelar a los principios cuando noto que mucha gente –incluso de convicciones firmes- ha sido seducida por el carnaval electoral del régimen, confiando en que esa puede ser una solución a la gravísima situación del país. Cuando tengas dudas, regresa a los principios. Esa ha sido mi brújula fundamental y piedra filosofal de pensamiento ante la montaña de basura que se nos echa encima, capaz de convencerte de cualquier cosa.

Porque no se puede olvidar algo en todos estos años: la ruta electoral ha sido desde hace décadas la ÚNICA solución que nos han planteado los factores de la oposición política a los venezolanos para salir del error monumental que cometimos al elegir un golpista en 1998. Desde el Referendo Revocatorio amañado del 2004 hasta las próximas elecciones de 2024, han sido casi 20 años de intentar lo mismo, hasta ahora, con el mismísimo resultado.

Sin embargo, un grupo de venezolanos, agrupados bajo la idea de un proyecto de país concreto y diferente (ver El Gran Cambio, una propuesta para la Refundación de Venezuela, en https://ancoficial.blogspot.com/p/documentos-fundamentales.html), le planteamos al país una suerte de borrón y cuenta nueva, partiendo de invocar la soberanía popular que reside en el pueblo venezolano y que la puede ejercer directamente mediante los mecanismos políticos establecidos en la constitución y no indirectamente a través de sus representantes electos. Le planteamos al país la convocatoria –de nuevo, porque ya había sido convocada en 1999- a una Asamblea Nacional Constituyente de carácter Originario.

Los venezolanos nos quedamos en el pasado con el Artículo 5 de la Constitución de 1961, donde solo podía ejercerse soberanía a través de los representantes que fueran electos mediante el sufragio. Eso cambió en 1999 con el ejercicio directo de la soberanía mediante la incorporación de los mecanismos políticos establecidos en el Artículo 70, donde está prevista la convocatoria constituyente de la mano del pueblo venezolano, sin la intermediación de los Poderes Públicos.

Al plantear la salida constituyente no lo hacíamos con el fin de tumbar ningún gobierno, por más horrible que fuera, como lo es el actual, sino con exactamente la misma idea por la cual el pueblo voto en 1998: fijar un rumbo diferente para el país. Pero, como debemos aceptar todos los venezolanos, resulto en una equivocación monumental, que hay que corregir.

Ahora, en esta disputa en la que nos encontramos los venezolanos, donde estamos en el medio de una guerra con el régimen para lograr un candidato que efectivamente represente el sentir del pueblo opositor, pareciera –porque es solo una percepción que todos consideran una realidad- que si se logra ese hito, entonces estaremos a las puertas de hacer que se caigan definitivamente las barreras que impiden que se alcance la democracia y la libertad. Pero, ¿es eso cierto? Tengo 20 años de dudas en relación con eso.

Pero yo no soy el dueño de la verdad, nadie lo es. No sé si al tener un candidato(a) que ejerza el liderazgo adecuado, este conduzca una lucha que logre efectivamente demostrar, sin lugar a dudas y ante todo el mundo, que los votos de unas elecciones amañadas se transformen en una victoria sobre la tiranía y esta huya finalmente del país. Pero como bien dice el dicho popular, “los deseos no preñan”, por lo que si algo se puede garantizar con eso es ponerle rostro a quienes de verdad si desean cambiar las cosas, con la promesa de lograr la victoria en ese objetivo, si demuestran que lo hacen de una manera honesta y consistente.

Pero al margen de este razonamiento, como mencioné antes, el cambio de un gobierno no es el objetivo de un proceso constituyente. El objetivo de ese mecanismo es la revisión a fondo del pacto entre gobernantes y gobernados, discutir el sistema institucional del país para que este pueda ser gobernable de nuevo, estableciendo un sistema que le dé oportunidades y mejor calidad de vida a los venezolanos, con todos los seguros necesarios para que no vuelva a ocurrir una tragedia como la vivida en Venezuela por más de 20 años. En palabras de la Iglesia Católica, Refundar la Nación.

Si la visión de cualquiera que aspire y logre desplazar al régimen que encabeza el delincuente y condenado por un tribunal, Nicolás Maduro Moros, es solo ocupar su puesto para desplegar un “programa de gobierno”, se habrá perdido toda la sangre derramada por los jóvenes venezolanos en las calles, así como las torturas padecidas por los militares que si cumplieron con su juramento y se mueren en las mazmorras de Maduro. Si la visión es esa, su gobierno durará muy poco, ya que desde el punto de vista de la gobernabilidad con el resto de los poderes secuestrados, su viabilidad sería imposible. La única esperanza para la continuidad de su esfuerzo sería que convoque al Constituyente al acceder al poder.

Por otro lado, la recuperación de la confianza para producir algo en Venezuela, para aspirar volver a ser lo que fuimos una vez, pasa por la participación del pueblo convocado en Constituyente para rehacer con la participación de todos lo que fue destruido, no para aplicar el programa de gobierno de nadie que llegue a ser Presidente, o Presidenta, como lo llaman ahora.

Todo el mundo está preocupado por salir del régimen. Yo también lo estoy. Pero más preocupado estoy en que un cambio prometido y logrado sea gatopardiano, cambiar para no cambiar nada. En el quítate tú para ponerme yo, y que arribe una nueva nomenclatura que deje a la gente afuera, prometiendo cambios que no se podrán dar sin que se produzca una inflexión en la realidad actual, y que solo un proceso constituyente puede garantizar, donde el nuevo gobernante esté de acuerdo en ponerle límites al poder que ejercerán quienes gobiernen después de él en el futuro, en el marco de una nueva institucionalidad que necesitamos desesperadamente.

Si se trata de ir a unas elecciones con esos principios en mente, puede ser que tal vez valga la pena el esfuerzo de romper las barreras de la participación política frente a una tiranía. Pero si se trata de lo contrario, será más de lo mismo, y peor aún, con los mismos resultados…

Caracas, 20 de Julio de 2023

Blog: TIC’s & Derechos Humanos, https://ticsddhh.blogspot.com/

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