miércoles, 24 de septiembre de 2014

Por una Constituyente de todos


Por Luis Manuel Aguana

Una de las amenazas más importantes que siempre hemos advertido para que un proceso constituyente se desarrolle en Venezuela de una manera sana es que el proceso se sectorice, que sea la bandera de una parcialidad. Hemos tratado de convencer a todo el mundo de la inconveniencia de eso porque va en contra de la esencia misma de una Constituyente, SU INCLUSIVIDAD. Debe ser de todos, sin distingo de partidos, banderas, sectores, gremios; y a la vez debe ser de todo el mundo. Y eso es complicado en Venezuela donde todo el mundo quiere mover la brasa para su sardina.

“Politizar” el proceso desde el punto de vista partidista pervierte su esencia, haciéndolo la promesa de un sector, no de toda la sociedad. Siempre indicamos que no podía existir “una Constituyente de Leopoldo Lopez” o “una Constituyente de María Corina” ni de nadie. Lamentablemente esto no ha resultado de esa forma. Cuando intentamos convencer de esto a la dirigencia política se nos etiquetó de instigadores de la “anti política” y fueron vanos los esfuerzos de integrar una plataforma común donde no salieran a relucir los elementos que hacen de la política venezolana un ejercicio de egos y facciones.

“Voluntadpopulizar” el proceso Constituyente puede resultar en esa amenaza hecha realidad si no se cumplen los extremos que requiere un proceso de esta naturaleza, y que se hacen más cuesta arriba ahora que es la bandera de un partido político. El pronunciamiento hecho oficial y publicado en desplegados en la prensa nacional por el partido Voluntad Popular en relación a la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente (ver VP convoca a una Asamblea Nacional Constituyente en http://www.el-nacional.com/politica/Voluntad-Popular-Asamblea-Nacional-Constituyente_0_487751237.html) sin antes haber establecido los apoyos fundamentales de sectores muy importantes del país, sin tener otro argumento más allá que el desbancar del poder a estos delincuentes que nos desgobiernan, y sin haber indicado las GARANTIAS para que esto no resulte un fiasco electoral peor que el de Capriles a la población, puede resultar en un remedio peor que la enfermedad.

Mucho del trabajo al que nos hemos dedicado desde el Proyecto País Venezuela ha sido precisamente ese: CONVENCER al país primero. Y que esa iniciativa parta de los venezolanos de una manera natural, de abajo hacia arriba. Pero con un propósito que va más allá de resolver el problema de sustituir a quienes nos desgobiernan: que se constituya en una esperanza para un mejor futuro de los venezolanos.

En ese sentido, lo primero que debemos enfatizar es el PARA QUE nosotros queremos convocar un proceso Constituyente para nuestro país. Eso tal vez responderá la mayoría de las interrogantes. Pues bien, lo queremos para poner en práctica un Proyecto País para Venezuela. Ese Proyecto lo pueden leer en nuestro blog Proyecto País Venezuela Reconciliada Vía Constituyente (http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/).

El Proyecto no pretende ser la piedra filosofal ni la única respuesta a todos nuestros problemas. Es un planteamiento de reinstitucionalización del país diferente a todo lo que se ha hecho hasta ahora en materia constitucional, y propone un nuevo modelo de desarrollo territorial, institucional, económico y político. Es un cambio de 180 grados de todo lo que se ha hecho en 200 años desde nuestra primera Constitución en 1811.

Lo segundo que debemos aclarar es el COMO. Pues bien, convocando al Poder Originario del pueblo, que es donde reside la Soberanía. Es algo más allá que recoger unas firmas para llevárselas a un organismo podrido. ES CONVOCARNOS como pueblo, y contarnos de una manera TRANSPARENTE para conocer si este desea cambiar el rumbo que lleva este atribulado país. NO ESTA PLANTEADO LLEVAR NINGUNA FIRMA AL CNE. Es desconocer al Poder Constituido electoral porque su norma dejo de ser justa y está controlada por un país extranjero.

Es por eso que NUESTRA PROPUESTA para la recolección de firmas de la Sociedad Civil organizada No Partidista posee esos principios fundamentales: Nosotros, los abajo firmantes, venezolanos, mayores de edad, inscritos en el Registro Civil y  Electoral, legalmente hábiles, en el ejercicio del principio de Soberanía Popular y como depositarios del Poder Constituyente Originario "CONVOCAMOS LA ELECCIÓN DE UNA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE CON EL OBJETO DE TRANSFORMAR EL ESTADO, CREAR UN NUEVO ORDENAMIENTO JURÍDICO Y REDACTAR UNA NUEVA CONSTITUCIÓN", de acuerdo con lo establecido en las BASES COMICIALES adjuntas, las cuales DECLARAMOS CONOCER, APOYAR y en consecuencia REFRENDAR, en señal de lo cual estampamos nuestra firma y huella dactilar.”

Y luego, al pie de la planilla establecemos los PRINCIPIOS RECTORES DE LAS BASES COMICIALES CONSTITUYENTES:
1.- La elección de los Ciudadanos Constituyentistas será conducida por un TRIBUNAL ELECTORAL CONSTITUYENTE, independiente y cuyos miembros (un número impar) serán venezolanos de reconocida trayectoria ciudadana, que no tengan o hayan tenido militancia en Partidos Políticos, representativos de los diversos sectores del pueblo. No podrán ser candidatos a la Asamblea Nacional Constituyente convocada.
2.- El TRIBUNAL ELECTORAL CONSTITUYENTE dictará las normas, adoptará las medidas y garantizará la transparencia del proceso de elección de los Ciudadanos Constituyentistas.
3.- El sistema de elección de los Ciudadanos Constituyentistas será mediante votación libre, universal, directa y secreta, y garantizará la personalización del sufragio, la representación proporcional, el pluralismo político y el principio democrático;
4.- El escrutinio de los votos se hará en forma manual, pública y auditable nacional e internacionalmente.
(Pueden bajar la planilla e imprimirla en hoja oficio desde la siguiente dirección http://goo.gl/o01IZo).

¿Y con cuáles Bases Comiciales adjuntas? Las que se hallan en el texto del Proyecto País Venezuela Reconciliada Vía Constituyente. ¿Y porqué unos Principios Rectores? Porque a juicio del Proyecto País CUALQUIER Base Comicial que se presente al pueblo venezolano para regir el proceso Constituyente, debe decirle a los venezolanos al momento de solicitar su firma, sin mentirle ni ocultarle nada, que ese proceso debe y tiene que ser transparente y auténtico, por encima de cualquier consideración, sin maquinas y auditable. La Sociedad Civil debe exigir eso, como mínimo, a cualquiera que solicite su firma para un proceso Constituyente.

Eso lo podemos hacer porque sabemos cuántos somos y donde estamos, no porque lo indique un organismo que ha manipulado nuestro Registro Electoral como le ha dado la gana, desvirtuando toda normativa conocida de justicia y transparencia. Es por esa razón que como Poder Originario tenemos la potestad de organizar un Tribunal Electoral Constituyente si el pueblo constituido en Poder Originario así lo decide. Ese es el principio de la Democracia, invocado por Thomas Jefferson en 1776 en la Constitución de los Estados Unidos e invocado en nuestra Constitución en 1999 en el Artículo 347: los poderes de los gobiernos derivan de SUS CIUDADANOS.

El Proceso Constituyente que invocamos es INÉDITO, no está sujeto a la NORMA de estos delincuentes. Es por eso que ES ORIGINARIO y lo más importante: ES HISTORICO. Está respaldado por todos los procesos que se han desarrollado en la historia del mundo y que les han dado libertad a los pueblos. Es el pueblo venezolano firmando su segunda Independencia.

Ese es el proceso que estamos planteando, no otro. Desconocemos las Bases Comiciales o Reglas que propondrá de manera definitiva el partido Voluntad Popular a los venezolanos para convocar esa ANC, pero hay algo que debe tener claro el pueblo venezolano: cualquier cosa que se le proponga como regla o Bases debe ser exigida y sometida al escrutinio público antes de solicitar la primera firma para establecer si se está o no admitiendo las condiciones de un órgano corrupto, con lo cual estaríamos en la presencia de más de lo mismo, esto es, unos partidos que todavía creen o peor aún, le hacen creer a los venezolanos-dándole a VP el privilegio de la ingenuidad-, que le pueden vencer al régimen en su terreno con máquinas y circuitos envenenados.

Todos queremos salir lo más pronto posible de este desastre pero lo urgente no puede privar nunca sobre lo importante y menos aún en esta ocasión de tanta significación para el futuro de los venezolanos. Es como tener una sola bala de plata para matar al vampiro y desperdiciarla porque deseamos liquidarlo ya. Queremos también salir del régimen de una manera pronta y pacífica, pero esto pasa por hacer las cosas correctas, sustentadas en principios, y convocando a todo el cuerpo social del país para que esta Constituyente sea en realidad de TODOS. De eso se trata este momento histórico.

Caracas, 24 de Septiembre de 2014

Twitter:@laguana

martes, 23 de septiembre de 2014

De Padres, Principios y Partidos


Por Luis Manuel Aguana

La mención de los Padres Fundadores de los Estados Unidos de América en mi nota anterior fue introductoria (ver Principios Constituyentes http://ticsddhh.blogspot.com/2014/09/principios-constituyentes.html) en relación al verdadero papel de estas personas y los principios que siguieron para la construcción de la base sobre la cual se construyó esa nación.

La intención era abrir la curiosidad para investigar en la disertación del ex ministro chileno José Piñera, en la Universidad Francisco Marroquín, las enseñanzas que dejaron  estos Fundadores y cuáles fueron sus principales aportes para que ese país sea ahora la potencia que es hoy en el mundo (ver Los Padres Fundadores de los Estados Unidos de América y lecciones para América Latina http://ticsddhh.blogspot.com/2014/09/los-padres-fundadores-de-los-estados.html).

Sin embargo, es tan interesante esta contribución del ex ministro Piñera a nuestra realidad latinoamericana que me voy a permitir extraer algunas conclusiones derivadas de ese análisis, en virtud de que nos hallamos en el medio de pensar un proceso de reconstrucción institucional del país a través de un proceso constituyente, reafirmando la importancia de esos principios a nuestras realidades políticas.

Comencemos por Thomas Jefferson (1743-1826). Habíamos comentado en la nota anterior señalada, que el aporte fundamental de Jefferson fue la redacción de la Declaración de Independencia norteamericana, y en ella indicar que los poderes de los gobiernos derivan de sus ciudadanos. En segundo lugar, que los hombres “…nacen con derechos entregados por su Creador y esos derechos son la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad". En este sentido este Padre Fundador define qué debe defender y garantizar un gobierno: el derecho a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.

Jefferson definió el QUE en la Declaración de Independencia norteamericana. John Adams (1735-1826) define el COMO: “dentro de la ley”. Adams es el hombre que dice una república debe ser un gobierno de leyes  y no un gobierno de hombres… Hay que poner la fe en los principios, en las ideas, en los valores.  La gente no debe poner su fe en un caudillo, la gente fuerte pone la fe en valores y principios”, indica Piñera.

Aquí recalcamos dos principios fundamentales de estos personajes considerados en Norteamérica como los héroes de la Declaración de Independencia. Primero, el PODER de los gobiernos deriva de sus ciudadanos, siendo su principal responsabilidad el proteger la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad de estos. Y en segundo lugar, que este poder debe ser arbitrado y administrado por Leyes e Instituciones, NO POR PERSONAS. En otras palabras dentro de un Estado de Derecho, independientemente de quien detente el poder.

Es bastante difícil quitarnos el caudillismo en nuestros países siendo nosotros los inventores de esa figura. Los caudillos latinoamericanos han pisoteado históricamente las Constituciones y han limpiado al piso con ellas. Y con nosotros los ciudadanos, a quienes se supone les deben defender la vida y la libertad, sin contar con la búsqueda de la felicidad, de acuerdo a esos textos constitucionales.

Es por eso asombroso ver como James Madison (1751-1836), considerado el Padre de la Constitución norteamericana, parece trasladarse al futuro y concibe un texto constitucional que PONE LIMITES AL PODER de las autoridades, porque su preocupación es el abuso del poder. De acuerdo a Piñera, Madison se da cuenta muy tempranamente de que la esencia del gobierno es el poder y que todo hombre tiene dentro de sí mismo, al igual que muchas cualidades positivas, una tentación, una predisposición a abusar del poder, eso lo sabemos todos”.

Madison desarrolló toda una teoría de equilibrios de poder, explicada en El Federalista (ver toda la obra en http://goo.gl/LsgP8x),  ensayos escritos conjuntamente con Alexander Hamilton (1755-1804) y John Jay (1745-1829), ambos igualmente considerados como Padres Fundadores norteamericanos, con la intención de defender el planteamiento federal de la Constitución propuesta a las 13 Provincias y convencerlas de su ratificación. Estos ensayos fueron publicados entre octubre de 1787 y mayo de 1788 en diferentes diarios de los Estados Unidos.

A juicio de Hamilton en estos equilibrios de poder, explicados en El Federalista, debe participar una sociedad civil fuerte, universidades independientes, grupos gremiales, así como una prensa libre y que “todo el mundo se controle unos a otros para que el poder sea mitigado, para que el abuso del poder sea contenido”, como indica Piñera en su conferencia.

Lo interesante, y a mi juicio, una de las cosas más importantes de todo este planteamiento, es que la Sociedad Civil tiene un rol de primera línea en contener el abuso del poder de quienes lo detentan, porque ese abuso SIEMPRE se presentará de parte de las autoridades, porque esa es una tendencia natural del hombre en el ejercicio del poder. Y creo que esta debe ser una enseñanza de primerísima línea para quienes pretendan cambiar el texto constitucional.

Cuando insistimos que el planteamiento Constituyente en Venezuela NO PUEDE NI DEBE SER SOLO EL LLAMADO DE UN PARTIDO POLITICO no es porque estos no deban estar presentes en la construcción de un nuevo orden institucional, sino porque para construir un país deben existir los equilibrios que garanticen que se contengan los abusos y las ambiciones de poder generalmente presentes cuando se pone en práctica una nueva Constitución. Eso lo sabía Alexander Hamilton y de allí su preocupación de limitar el ejercicio del poder y la teoría de las facciones en equilibrio.

La sociedad civil, los partidos, las universidades, los gremios, los profesores, los estudiantes, todo el mundo debe estar incluido y llamado a participar en un proceso Constituyente. Si no, no se puede llamar Constituyente porque de lo que se trata es de CONSTITUIR un país con TODO EL MUNDO, no solo con quienes están en una parcialidad. Eso fue lo que no se hizo en 1999 y lamentablemente estamos sufriendo las consecuencias de eso. No se trata solamente de salir de un pésimo gobierno y rescatar a los presos políticos. Se trata de hacerlo bien, no solo porque si se hace bien se logra eso sino mucho más que eso. Solo aprendamos de la que ha probado ser por más de 230 años la verdadera “Mejor Constitución del mundo”…

Caracas, 23 de Septiembre de 2014

Twitter:@laguana

viernes, 19 de septiembre de 2014

Principios Constituyentes


Por Luis Manuel Aguana

Cuando tengas dudas regresa a los principios…Volví a recordar esa piedra filosofal del pensamiento al conversar con profesores muy estudiados en el área legal y política en relación al tema constituyente, al estos tratar de explicarnos que “era imposible realizar una constituyente de acuerdo a la actual normativa”. Recordé la máxima, no porque yo tuviera dudas en relación al tema que nos ocupa, sino porque sentí con qué facilidad los eruditos se meten tanto en la norma que olvidan los principios que las fundamentan. Y no es porque no los conozcan, sino porque los consideran irrelevantes.

Eso no me dejo en paz. ¿Por qué a personas de un altísimo nivel de interpretación política y jurídica había que explicarles, en primer lugar, que una norma electoral, a todas luces injusta y distorsionada por un gobierno delincuente, había que imponerle el poder supremo de la soberanía del pueblo, no solo para cambiarla sino para restituir lo que es fin último de cualquier pueblo en todos los tiempos, que es la búsqueda permanente de la justicia y la libertad? ¿No es acaso la norma una consecuencia de eso, y cuando esta deja de ser lo que debe y tiene que ser, deja como consecuencia de constituirse en norma y debe ser ignorada? Esa es precisamente la razón de las luchas libertarias de la humanidad en todas las épocas.

Mucho de lo que ha sucedido en Venezuela en los últimos años es que esos principios fundamentales se han olvidado. O peor aún, los que deben orientarlos, que son quienes más han estudiado la materia, insisten en enterrarnos en la norma injusta y decir que “es imposible convocar al Soberano” porque la norma pervertida no lo permite. ¿Cómo podríamos aceptar como buena la normativa del CNE, no solo para elegir una Constituyente sino para elegir a cualquier autoridad en nuestro país? ¿Cómo todavía se nos argumenta en contra de convocar al Soberano depositario de la Soberanía pensando que vamos a subrogar su manifestación de voluntad a órganos pervertidos? La nuestra es una lucha de y por principios fundamentales.

Cuando insistimos en convocar al depositario de la Soberanía, no es solo porque podemos hacerlo porque la Constitución nos lo permite, sino porque el momento del país así lo exige. Y no menos importante, no es para que esa manifestación de voluntades sea “contabilizada” o “reglamentada” por delincuentes. Es para demostrarle al mundo, aquí y afuera, que el país entero, no solo el mínimo establecido en la Constitución, desea que haya un cambio fundamental en el rumbo que le imprimió al país un resentido social que en mala hora resultó electo Presidente de la República en 1998.

Y si aún así, demostrando con las voluntades en la mano que el Pueblo Soberano tiene el derecho de solicitar a viva voz la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente con las reglas justas y transparentes que este mismo se dé, a pesar de lo que digan unos delincuentes, el régimen impide este reclamo de la única manera que puede hacerlo, con la fuerza, entonces habremos acabado con esta especie de pseudo democracia de papel donde la oposición oficial insiste en elecciones para enderezar un árbol constitucional que nació torcido, entendiendo de una buena vez que hay que sembrar otro completamente diferente.

Y esto me lleva de nuevo a los principios. En una extraordinaria y magistral conferencia dictada en la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala por José Piñera, quien fuera ex ministro de Trabajo y Previsión Social de Chile y responsable de la reforma al sistema de pensiones de ese país, titulada Los Padres Fundadores de los Estados Unidos de América y lecciones para América Latina” (les sugiero encarecidamente a todos dedicar una hora de su tiempo para verla en http://newmedia.ufm.edu/pinerapadresfundadores, o leer la transcripción en mi blog en http://ticsddhh.blogspot.com/2014/09/los-padres-fundadores-de-los-estados.html), se nos muestra como una democracia de pantalones largos como la norteamericana, ha perdurado y crecido fuerte en el tiempo, precisamente porque está construida sobre sólidos principios.

Indicaba Piñera, que en su universidad le habían enseñado muy buena  economía, pero  no  me habían dado el marco global de principios y valores de una sociedad  libre.  Y descubrí que el gran secreto del éxito de Estados Unidos es que había tenido una generación de hombres  extraordinarios; los  que los norteamericanos llaman los padres fundadores o Founding Fathers.”. Y llega a la conclusión que “el secreto del éxito de los Estados Unidos es que esta generación de hombres estableció estos principios  desde ya en dos documentos claves que son: la Declaración de Independencia de los Estados Unidos y la Constitución de los Estados Unidos.”.

Los principales Padres Fundadores a los que se refiere José Piñera son Thomas Jefferson (1743-1826), John Adams (1735-1826), James Madison (1751-1836) George Washington (1732-1799), Alexander Hamilton (1755-1804) y Benjamín Franklin (1706-1790). No pretendo aquí darles el resumen de esta conferencia que sugiero que vean o lean completamente. Solo deseo establecer que ninguna democracia puede sobrevivir si no existen principios que la sostengan.

Y para muestra un botón de algo que me impacto de esta conferencia: si yo le tuviera que recomendar a alguien  estudiar ciencia política,  y no tuviera más que dos minutos, yo le diría: "lea el preámbulo de la declaración  de independencia de los Estados Unidos",  porque en un párrafo está la esencia de una teoría de gobierno, en un párrafo. Y le leo ese párrafo y se lo voy a explicar.  Es el párrafo en que la declaración dice lo siguiente: "Sostenemos que estas verdades son evidentes  en sí mismas. Que todos los  hombres son creados iguales. Que su Creador los ha dotado de ciertos derechos inalienables; Que entre estos derechos se encuentran la vida, la libertad y la búsqueda  de la felicidad" (y, aquí viene algo clave),  "Y que para asegurar  esos derechos,  los hombres instituyen gobiernos entre ellos, los cuales  derivan sus poderes  de los ciudadanos". Bueno. En este párrafo  está el principio básico de la democracia.”. (Subrayado nuestro)

Lean bien: los poderes de los gobiernos derivan de SUS CIUDADANOS. De nosotros. Esa teoría está contenida en el Artículo 347 de la Constitución venezolana. Thomas Jefferson, autor de la Declaración de la Independencia norteamericana estableció ese principio fundamental de la democracia. Eso sigue siendo una bomba atómica ahora en cualquier país, como dice Piñera lo fue en 1776 en Norteamérica.

Entonces, después de leer esto, ¿todavía creen ustedes que un organismo controlado por un país extranjero como el CNE debe dictar y normar para decidir si somos o no los que somos para cambiar el futuro de los venezolanos? Bueno, aquellos que todavía lo crean, regresen a los principios…

Caracas, 19 de Septiembre de 2014

Twitter:@laguana