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viernes, 6 de noviembre de 2015

La culpa no es de Tiby

Por Luis Manuel Aguana

Hay un sabio dicho popular que reza: “la culpa no es del mono sino de quien le da la hojilla”. Sin embargo la gente no ve eso, insistiendo que es el mono, o peor aún, el conjunto mono-hojilla quien termina hiriéndote -por no decir la palabra correcta-, aunque en algunos casos el mono si sepa porque lo hace, no siendo tan inocente de los atropellos. Tal es el caso del CNE de Tiby.

Y no es que estemos de alguna manera ofendiendo en forma alguna la majestad del cargo de la Presidencia de uno de los poderes del Estado, o a la misma Presidente del CNE, ni mucho menos. Lo que pasa es que cualquiera que ocupe su puesto o el de los demás Rectores del organismo electoral, será objeto de intentos -exitosos o no- de manipulación por parte del Poder Ejecutivo Nacional, por la condición de debilidad estructural e institucional que solo la Constitución de 1999 le pudo dar al organismo electoral. Expliquemos eso mejor.

Hace pocos días un importante dirigente político nos indicaba a un grupo de amigos que posiblemente se había gastado la misma cantidad de dinero en posicionar la imagen de la Constitución de 1999 como "la mejor constitución del mundo", que la que se usó para crear la imagen del Comandante Eterno. De allí que hasta el último opositor del país señale sin dudarlo que esta es “la mejor constitución del mundo” cuando es todo lo contrario. Eso es tan grueso que me dejo pensativo…

Y uno de los ejemplos de los errores constitucionales que señalaba era precisamente el caso del CNE. Desmontar eso de la mente del venezolano común implicaría gastarse los mismos millones invertidos para convencerlo de exactamente lo contrario, que la Constitución de 1999 es el peor error de nuestra historia constitucional republicana, así tenga todos los avances que en efecto tiene, en especial en materia de Derechos Humanos. Menudo problema...

Y aunque no tengamos ese cerro de millones que se usaron para imponer una imagen falsa de una constitución, de alguna manera tenemos que comenzar. Y vale la ocasión electoral para empezar por ese mismo ejemplo: el CNE.

Antes de existir el actual Poder Electoral en la Constitución, creado en la Constituyente de 1999, los procesos electorales eran regidos por la Ley Orgánica del Sufragio y Participación Política, cuyo organismo rector fue hasta 1997, el Consejo Supremo Electoral. El CNE se crea con la reforma de la Ley Orgánica del Sufragio y Participación Política de Mayo de 1998, y es allí donde se consuma la exclusión de los partidos políticos en la rectoría del ente comicial. Ya para ese entonces la ley comenzó a establecer (Artículo 51.c), como requisito para ser uno de los siete (7) Miembros Principales del Organismo, “No estar vinculado a ningún partido político o grupo de electores”. Para 1993 la Ley de Reforma Parcial de la Ley Orgánica del Sufragio subió de 9 a 11 los miembros Principales, con cinco (5) representantes de los partidos políticos y seis (6) sin afiliación política, aumentando en dos (2) la participación a estos últimos (ver Antecedentes de la legislación Electoral en http://www.cne.gob.ve/web/la_institucion/antecedentes.php).

Ya en 1998, la matriz anti-política de la opinión pública que se formó en Venezuela por la degradación de los partidos políticos se inclinaba por excluirlos del organismo electoral, situación que fue consolidada con la inclusión del Poder Electoral como uno de los nuevos Poderes Públicos de la nueva Constitución de 1999.

Entonces, a diferencia de lo que la mayoría piensa, lo que se hizo realmente en la Constituyente de 1999 fue profundizar el esquema que impedía que los partidos tuvieran el control del organismo electoral, consolidando el dominio de ese y el resto de los Poderes Públicos por parte del Presidente de la República. Los partidos le entregaron a Chávez sin saberlo ese control en bandeja de plata antes de siquiera haber sido electo Presidente de la República.

Chávez se encontró con el mandado hecho en 1999 con una Ley que le daba a los “independientes” el control del CNE; y bajando el número de rectores de 7 a 5 en la siguiente modificación de la Ley electoral, elevando el nivel del CNE a Poder Electoral en la nueva Constitución, solo tenía que controlar a esos “independientes” para asegurarse el control total de las elecciones en Venezuela, ¿qué tal?

De allí en adelante todos los Rectores del CNE solo han sido piezas de un ajedrez en un juego de dominación política, donde estos no son más que unos peones del Presidente de la República, así como el resto de los Poderes Públicos.

Si leemos el tenor de lo que existía antes de ese error histórico gigantesco de nuestra clase política en la Ley electoral, lo notaremos más fácilmente: “Cinco (5) miembros del Consejo Supremo Electoral y sus respectivos suplentes serán electos mediante postulación que harán los partidos políticos nacionales que hubiesen obtenido mayor número de votos en las últimas elecciones para Cámaras Legislativas Nacionales. Los cuatro (4) miembros restantes deberán ser ciudadanos sin afiliación política…” (Subrayado nuestro). Más claro no canta un gallo.

Los partidos mayoritarios del parlamento al tener el control político del Organismo Electoral se cuidarían las espaldas los unos a los otros, garantizando a toda prueba la verdadera independencia política de los restantes miembros independientes y la transparencia en los procesos electorales. La limpieza del Registro Electoral estaba garantizada por una Fiscalía de Cedulación en manos del partido opositor, lo cual impedía que el gobierno le metiera la mano al número real de electores. Los puestos dentro del organismo de allí para abajo tendrían las mismas características, siendo todas equilibradas para un sano resultado electoral, conveniente para todos los participantes.

Al haber incluido, no solo en la Ley electoral, sino también en la Constitución de 1999 (Artículo 296) que el CNE “estará integrado por personas no vinculadas a organizaciones con fines políticos”, se repite de una manera estructural pero manipulada el gravísimo error de la Ley electoral de 1998, permitiendo que cualquiera que detente el Poder manipule a su antojo el “resultado” de esas postulaciones, como es lo que efectivamente ha sucedido hasta el presente. Tiby solo es el resultado de ese ajedrez político y la marioneta principal de ese Poder.

Ahora bien, eso no significa que el que tiene la hojilla del ejemplo del dicho popular antes mencionado, pueda tener conciencia y actuar a derecho, soltándola sin dañar a nadie. Sin embargo, siempre hemos mencionado aquí que si usted tiene un sistema donde un portero le agenda las reuniones a un Ministro, este acabará cobrando las audiencias. Pues bien, eso es lo mismo que está sucediendo aquí pero a una escala muchísimo mayor. Y aunque la culpa del sistema no sea de Tiby, acabará siendo triturada por él, porque aunque no lo quiera, terminará siendo la culpable de otro fraude gigantesco al pueblo venezolano. Dependerá de ella soltar la hojilla a tiempo…

Caracas, 6 de Noviembre de 2015

Twitter:@laguana

sábado, 20 de junio de 2015

El país al que quiero llegar

Por Luis Manuel Aguana

"No hay viento favorable para el barco que no sabe adónde va", afirmaba Séneca (4  a. C. - 65 d. C.) en una de las sentencias precursoras del pensamiento estratégico. No es posible que establezcas que algo es bueno para conseguir tu objetivo si no sabes cuál es ese objetivo, ni para donde te diriges.

Mucho de eso es lo que hemos encontrado en este largo camino constituyente. Hay variadas opiniones en relación a cual es el verdadero objetivo de lo que queremos alcanzar. Y como ha sido ciertamente difícil explicar que es lo que buscamos, entonces tal vez sea más fácil explicar que es lo que NO buscamos con eso:

a) No buscamos "salir" del abominable gobierno de Nicolás Maduro, aunque esto parezca contradictorio. La salida de este desgobierno es una consecuencia del proceso constituyente pero no lo consideramos el objetivo "per se", entre otras razones porque uno no convoca al constituyente para cambiar un gobierno (para eso son las elecciones) por malo que este sea. Lo convoca cuando, según palabras de Donnedieu de Vabres, en su obra L’Etat (1994): “se llega a una total ingobernabilidad e inseguridad jurídica y no hay reglas de juego claras.  Cuando se desborda el enfrentamiento político, el odio, y la división prevalece entre los ciudadanos.  Cuando un gobierno dilapida los mayores recursos que ha tenido el país en toda su historia y no hay manera legal de controlarlo.  Cuando la corrupción, la incapacidad, la inseguridad y la impunidad incrementan la situación de crisis. Cuando todas las realidades anteriores nos puedan conducir al abismo de una guerra civil”. Nadie puede dudar ni discutirme que ese no sea el país que tenemos ahora y la situación actual de Venezuela.

b) No buscamos un regreso al “status quo” político de 1998.Venezuela venía desde hacía muchos años siendo víctima de un desmantelamiento institucional producto del dislocamiento político de los partidos, que abandonaron su función de ser los intermediarios legítimos de las necesidades de la población a ser un objeto en sí mismos.

Los partidos políticos competían, y todavía pretenden competir, por administrar la renta petrolera. Sus ofertas se basan en convencer al electorado en quien maneja mejor la chequera petrolera de un país que no produce lo que necesita para vivir. Eso los hacía ricos en poder y dinero, y lo que "chorreaba" -el repele-, era lo que le quedaba a la población. Lamentablemente para ellos -y afortunadamente para nosotros- ese dejó de ser el paradigma de la Venezuela del futuro.

c) No buscamos satanizar a los partidos políticos, ni hacemos “anti política” como algunos han querido acusarnos. Los partidos son necesarios para el funcionamiento de la democracia, pero deben cambiar y realinearse de acuerdo a las nuevas realidades. No hemos visto que eso haya pasado. Todavía quieren administrar la chequera basados en un paradigma que se extinguió. Después de esta tragedia lo que hay es trabajo y muy poca paga, en un proceso de reconstrucción que nos debe involucrar a todos. Deben entender que la riqueza hay que crearla primero para poderla repartir. Los partidos que tenemos aun se pelean como borrachos por una botella vacía. No hay planteamientos serios y solo oímos consignas y "programas de gobierno". Es por eso que requieren de sangre nueva de la sociedad civil no partidista, abriéndose al país, democratizando sus cuadros de dirigencia. Se necesitan con urgencia nuevos partidos con nuevas propuestas y nuevos esquemas. Todos, absolutamente todos los partidos que tenemos ahora responden al liderazgo de una sola persona, que cuando no está, el partido desaparece o pierde el rumbo. No se han dado cuenta que llegamos al Siglo XXI

d) No buscamos presentarnos como una opción de poder ni de gobierno porque eso NO ES lo que está en juego ahora, SINO EL PAIS. El Movimiento Constituyente que presenta el Proyecto País Venezuela (http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/) insiste en aglutinar a los factores que entiendan que primero hay que construir un pacto político que funcione y que todos los actores políticos depongan TEMPORALMENTE su natural carrera por el poder para sentarnos A DEBATIR VENEZUELA primero, y eso no se puede hacer sino convocando al Constituyente, en elecciones justas y transparentes de delegados constituyentes que representen genuinamente todas las tendencias y pensamiento de Venezuela, construyendo un acuerdo PARA CONVIVIR EN PAZ. Eso es lo que nosotros llamamos RECONCILIACION, pero con justicia y reparación.

Los partidos tienen la idea equivocada que si "salimos" de este desgobierno es suficiente para recuperar al país. Están absolutamente equivocados. Es condición necesaria pero no suficiente salir del desgobierno de Maduro para lograr estabilizar política y económicamente al país. El caso venezolano no es ya de un "quítate tu para ponerme yo", porque “nosotros” lo haremos mejor. Tal vez lo fue en los primeros años del gobierno de Chávez. Hoy se requiere de muchísimo más que eso. Hoy se requiere del concurso de TODO EL MUNDO, rojitos incluidos-pero no los rojos delincuentes- para reconstruir el país y eso no se puede lograr sin acordar las bases mínimas de un pacto político que haga al país estable por muchísimos años. Y eso no se logra sin una Constituyente.

Entonces la Asamblea Nacional Constituyente, vista como un punto de encuentro de voluntades representativas de los diferentes sectores del país, lo que se da en llamar el País Nacional, deberá establecer las bases de una nueva Venezuela, comenzando por acordar esa transición política que requiere a gritos el país.

Nosotros plantearemos en el seno de esa Asamblea Nacional Constituyente la necesidad de reconstruir el país desde la perspectiva de la Rebelión de las Regiones. Esto es, que visto que el país necesita producir riqueza porque ya no podemos sustentar desarrollo solo con petróleo, es indispensable darle la autonomía política, financiera y administrativa a las regiones para salir adelante de esta crisis. Federalizar al país, con un Congreso a dos cámaras que controle de verdad al Poder Ejecutivo mas allá de lo que se ha hecho hasta ahora, teniendo a un Presidente como un coordinador, no como un Rey que se gasta nuestro dinero como si fuera suyo.

Ese es el país al que quiero llegar, teniendo claro cómo hacerlo. Cualquier viento que me lleve allá será favorable porque entonces el barco donde navegamos ya sabe adónde va...

Caracas, 20 de Junio de 2015

Twitter:@laguana

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Por una Constituyente de todos


Por Luis Manuel Aguana

Una de las amenazas más importantes que siempre hemos advertido para que un proceso constituyente se desarrolle en Venezuela de una manera sana es que el proceso se sectorice, que sea la bandera de una parcialidad. Hemos tratado de convencer a todo el mundo de la inconveniencia de eso porque va en contra de la esencia misma de una Constituyente, SU INCLUSIVIDAD. Debe ser de todos, sin distingo de partidos, banderas, sectores, gremios; y a la vez debe ser de todo el mundo. Y eso es complicado en Venezuela donde todo el mundo quiere mover la brasa para su sardina.

“Politizar” el proceso desde el punto de vista partidista pervierte su esencia, haciéndolo la promesa de un sector, no de toda la sociedad. Siempre indicamos que no podía existir “una Constituyente de Leopoldo Lopez” o “una Constituyente de María Corina” ni de nadie. Lamentablemente esto no ha resultado de esa forma. Cuando intentamos convencer de esto a la dirigencia política se nos etiquetó de instigadores de la “anti política” y fueron vanos los esfuerzos de integrar una plataforma común donde no salieran a relucir los elementos que hacen de la política venezolana un ejercicio de egos y facciones.

“Voluntadpopulizar” el proceso Constituyente puede resultar en esa amenaza hecha realidad si no se cumplen los extremos que requiere un proceso de esta naturaleza, y que se hacen más cuesta arriba ahora que es la bandera de un partido político. El pronunciamiento hecho oficial y publicado en desplegados en la prensa nacional por el partido Voluntad Popular en relación a la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente (ver VP convoca a una Asamblea Nacional Constituyente en http://www.el-nacional.com/politica/Voluntad-Popular-Asamblea-Nacional-Constituyente_0_487751237.html) sin antes haber establecido los apoyos fundamentales de sectores muy importantes del país, sin tener otro argumento más allá que el desbancar del poder a estos delincuentes que nos desgobiernan, y sin haber indicado las GARANTIAS para que esto no resulte un fiasco electoral peor que el de Capriles a la población, puede resultar en un remedio peor que la enfermedad.

Mucho del trabajo al que nos hemos dedicado desde el Proyecto País Venezuela ha sido precisamente ese: CONVENCER al país primero. Y que esa iniciativa parta de los venezolanos de una manera natural, de abajo hacia arriba. Pero con un propósito que va más allá de resolver el problema de sustituir a quienes nos desgobiernan: que se constituya en una esperanza para un mejor futuro de los venezolanos.

En ese sentido, lo primero que debemos enfatizar es el PARA QUE nosotros queremos convocar un proceso Constituyente para nuestro país. Eso tal vez responderá la mayoría de las interrogantes. Pues bien, lo queremos para poner en práctica un Proyecto País para Venezuela. Ese Proyecto lo pueden leer en nuestro blog Proyecto País Venezuela Reconciliada Vía Constituyente (http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/).

El Proyecto no pretende ser la piedra filosofal ni la única respuesta a todos nuestros problemas. Es un planteamiento de reinstitucionalización del país diferente a todo lo que se ha hecho hasta ahora en materia constitucional, y propone un nuevo modelo de desarrollo territorial, institucional, económico y político. Es un cambio de 180 grados de todo lo que se ha hecho en 200 años desde nuestra primera Constitución en 1811.

Lo segundo que debemos aclarar es el COMO. Pues bien, convocando al Poder Originario del pueblo, que es donde reside la Soberanía. Es algo más allá que recoger unas firmas para llevárselas a un organismo podrido. ES CONVOCARNOS como pueblo, y contarnos de una manera TRANSPARENTE para conocer si este desea cambiar el rumbo que lleva este atribulado país. NO ESTA PLANTEADO LLEVAR NINGUNA FIRMA AL CNE. Es desconocer al Poder Constituido electoral porque su norma dejo de ser justa y está controlada por un país extranjero.

Es por eso que NUESTRA PROPUESTA para la recolección de firmas de la Sociedad Civil organizada No Partidista posee esos principios fundamentales: Nosotros, los abajo firmantes, venezolanos, mayores de edad, inscritos en el Registro Civil y  Electoral, legalmente hábiles, en el ejercicio del principio de Soberanía Popular y como depositarios del Poder Constituyente Originario "CONVOCAMOS LA ELECCIÓN DE UNA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE CON EL OBJETO DE TRANSFORMAR EL ESTADO, CREAR UN NUEVO ORDENAMIENTO JURÍDICO Y REDACTAR UNA NUEVA CONSTITUCIÓN", de acuerdo con lo establecido en las BASES COMICIALES adjuntas, las cuales DECLARAMOS CONOCER, APOYAR y en consecuencia REFRENDAR, en señal de lo cual estampamos nuestra firma y huella dactilar.”

Y luego, al pie de la planilla establecemos los PRINCIPIOS RECTORES DE LAS BASES COMICIALES CONSTITUYENTES:
1.- La elección de los Ciudadanos Constituyentistas será conducida por un TRIBUNAL ELECTORAL CONSTITUYENTE, independiente y cuyos miembros (un número impar) serán venezolanos de reconocida trayectoria ciudadana, que no tengan o hayan tenido militancia en Partidos Políticos, representativos de los diversos sectores del pueblo. No podrán ser candidatos a la Asamblea Nacional Constituyente convocada.
2.- El TRIBUNAL ELECTORAL CONSTITUYENTE dictará las normas, adoptará las medidas y garantizará la transparencia del proceso de elección de los Ciudadanos Constituyentistas.
3.- El sistema de elección de los Ciudadanos Constituyentistas será mediante votación libre, universal, directa y secreta, y garantizará la personalización del sufragio, la representación proporcional, el pluralismo político y el principio democrático;
4.- El escrutinio de los votos se hará en forma manual, pública y auditable nacional e internacionalmente.
(Pueden bajar la planilla e imprimirla en hoja oficio desde la siguiente dirección http://goo.gl/o01IZo).

¿Y con cuáles Bases Comiciales adjuntas? Las que se hallan en el texto del Proyecto País Venezuela Reconciliada Vía Constituyente. ¿Y porqué unos Principios Rectores? Porque a juicio del Proyecto País CUALQUIER Base Comicial que se presente al pueblo venezolano para regir el proceso Constituyente, debe decirle a los venezolanos al momento de solicitar su firma, sin mentirle ni ocultarle nada, que ese proceso debe y tiene que ser transparente y auténtico, por encima de cualquier consideración, sin maquinas y auditable. La Sociedad Civil debe exigir eso, como mínimo, a cualquiera que solicite su firma para un proceso Constituyente.

Eso lo podemos hacer porque sabemos cuántos somos y donde estamos, no porque lo indique un organismo que ha manipulado nuestro Registro Electoral como le ha dado la gana, desvirtuando toda normativa conocida de justicia y transparencia. Es por esa razón que como Poder Originario tenemos la potestad de organizar un Tribunal Electoral Constituyente si el pueblo constituido en Poder Originario así lo decide. Ese es el principio de la Democracia, invocado por Thomas Jefferson en 1776 en la Constitución de los Estados Unidos e invocado en nuestra Constitución en 1999 en el Artículo 347: los poderes de los gobiernos derivan de SUS CIUDADANOS.

El Proceso Constituyente que invocamos es INÉDITO, no está sujeto a la NORMA de estos delincuentes. Es por eso que ES ORIGINARIO y lo más importante: ES HISTORICO. Está respaldado por todos los procesos que se han desarrollado en la historia del mundo y que les han dado libertad a los pueblos. Es el pueblo venezolano firmando su segunda Independencia.

Ese es el proceso que estamos planteando, no otro. Desconocemos las Bases Comiciales o Reglas que propondrá de manera definitiva el partido Voluntad Popular a los venezolanos para convocar esa ANC, pero hay algo que debe tener claro el pueblo venezolano: cualquier cosa que se le proponga como regla o Bases debe ser exigida y sometida al escrutinio público antes de solicitar la primera firma para establecer si se está o no admitiendo las condiciones de un órgano corrupto, con lo cual estaríamos en la presencia de más de lo mismo, esto es, unos partidos que todavía creen o peor aún, le hacen creer a los venezolanos-dándole a VP el privilegio de la ingenuidad-, que le pueden vencer al régimen en su terreno con máquinas y circuitos envenenados.

Todos queremos salir lo más pronto posible de este desastre pero lo urgente no puede privar nunca sobre lo importante y menos aún en esta ocasión de tanta significación para el futuro de los venezolanos. Es como tener una sola bala de plata para matar al vampiro y desperdiciarla porque deseamos liquidarlo ya. Queremos también salir del régimen de una manera pronta y pacífica, pero esto pasa por hacer las cosas correctas, sustentadas en principios, y convocando a todo el cuerpo social del país para que esta Constituyente sea en realidad de TODOS. De eso se trata este momento histórico.

Caracas, 24 de Septiembre de 2014

Twitter:@laguana