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miércoles, 23 de diciembre de 2015

Navidad de Juan Bimba con los que se cogieron el maíz

Por Luis Manuel Aguana

Antes de comenzar, una carta importante:

Nueva York, Noviembre 19 de 1936

Señor Leoncio Martínez
Caracas.

Querido Leo:
Hay que decir una misa por el alma del General Desconocido. Y que la pague Juan Bimba.

El General Desconocido en Venezuela fue el que mató al Soldado Desconocido. Lo conocí en Apure; le hemos conocido en tantas partes que se ha hecho Desconocido. Invadió a Venezuela en tiempos de la cosecha de maíz. Se robó el maíz de todos los cosecheros y lo guardó. Se desacreditó como ladrón. Pero esperó. Al año siguiente le dieron garantías y volvió. Llegó el alza del maíz y empezó a vender el grano robado a un precio fabuloso. Juan Bimba fue a comprarle una fanega. Malicioso, acariciante, confidencial, le dijo:

-General, démelo más barato…
-No puedo, Juan. Si te lo doy más barato, pierdo…
-Mire, General, aquí entre nosotros, démelo más barato…Yo estuve con Ud. en esa campaña y sé que no le costó nada.
El General se irguió:
-¿Qué no me costó nada? ¿Y mi honor?

Así es Leo. Y así es el Doctor Desconocido y el Periodista Desconocido y el Banquero Desconocido, etc., etc... Estamos presenciando una estupenda galleta de cine parlante. En diciembre, enero y febrero encontré cien postigos con caras macilentas de miedo. Cien remordimientos que no se atrevían a salir a la calle, donde nosotros íbamos con el pueblo, frente al sol nuevo. Por salvar a uno de esos zarandajos casi me rompe Juan Bimba los huesos, que fue lo único que me dejó Gómez. Pues bien, esas caras macilentas han ido recobrando el color y la desvergüenza. De aquí al año que viene, venden el maíz. Como el General Desconocido, ellos adquirieron su maíz a cambio de su honor. Así pues hemos llegado a la conclusión de que con Gómez, los que más perdieron fueron ellos. Nosotros perdimos la libertad, la juventud, la carne, el hogar. Ellos perdieron el honor. Perdí más que ustedes. Hay que pagarme mi honor!
Hay que comprarles el maíz…

Tu afectísimo,
Andrés Eloy Blanco

Carta de Andrés Eloy Blanco a “Leo”. El General Desconocido y los que se cogieron el maíz. Fantoches, Pag. 17. Año XIV – No. 565, Sábado 5 de Diciembre de 1936

Después de leer a Andrés Eloy, estoy dilucidando quienes son los que “adquirieron su maíz a cambio de su honor”. Si los delincuentes que han pasado 17 años en el poder, y  que sabemos con certeza que, como el barbarazo, “el queso que había en la mesa también se lo comió”; o quienes con “cara macilenta de miedo” han “ido recobrando el honor y la desvergüenza”, y el año que viene nos venden el maíz al precio que les dé la gana porque les costó su “honor”. Y lo peor de la vaina es que ¡hay que comprarles el maíz!, como dice Andrés Eloy. Creo que la respuesta apropiada es que son los dos. Unos porque se robaron la cosecha de 17 años y los otros, que “no se atrevían a salir a la calle donde nosotros íbamos con el pueblo” ahora pretenderán vendernos un maíz que adquirieron cambio de su “honor”.

Y esa ha sido la historia de Venezuela, llena de Generales, Periodistas, Doctores, Banqueros, Empresarios y Políticos Desconocidos, a quienes Juan Bimba, como llamó el “poeta del pueblo” al pueblo venezolano, debe subrogarse y bajar la cabeza porque no tiene para donde coger. Pero, ¿eso tendrá que ser siempre así? Veamos…

Estamos presenciando en estos momentos, sin haber llegado a la Navidad, las pataletas de un poder que no se quiere dejar controlar por el pueblo que eligió una nueva Asamblea Nacional el 6D; y una nueva Asamblea que no tiene manera de evitar eso. En otras palabras, es como si Juan Bimba obligara al General Desconocido a venderle más barato el maíz con solo pedírselo. Y esa no existe…

¿Podrá Juan Bimba, quien invistió a esos nuevos Diputados con su voto, doblegar al General Desconocido? Solo hay dos maneras y una sola salida: que el General Desconocido sea obligado a obedecer por quienes tienen la responsabilidad constitucional de hacer cumplir su mandato, esto es, las Fuerzas Armadas; o que Juan Bimba mismo a través de su propia iniciativa, se convoque para darle una lección de democracia a ambos y reúna una Asamblea Nacional Constituyente, tal y como lo establece el Artículo 348 de la Constitución; y ese mandato sea respaldado por aquellos quienes tienen la responsabilidad de obedecerlo, esto es, de nuevo, las Fuerzas Armadas. ¿Cuál de las dos maneras será?

La nueva Asamblea Nacional tiene un mandato plebiscitario clarísimo: resolver el problema político de Venezuela y abordar con la urgencia que el caso tiene las leyes que alivien el grave problema económico de los venezolanos. Lo que fue una promesa electoral se convirtió el 6D en un mandato real construido con votos en base a la confianza, la mismita que puede desaparecer  en semanas de no encontrarse una solución, que no es otra que se cumpla la Constitución y el Estado de Derecho, cosa que el régimen no hará salvo que lo obliguen.

Si por alguna manera quienes fueron electos no resuelven eso, bien sea porque el régimen bloquee a la nueva Asamblea Nacional, quitándole su mayoría calificada, o bien porque a quienes se les dio la confianza negocien a su espalda un acuerdo de convivencia con el régimen, se abre la posibilidad que Juan Bimba haga lo que crea conveniente a sus intereses, que no será precisamente comprar un maíz que sabe que el General Desconocido consiguió gratis y pretende cobrárselo a un precio fabuloso, Andrés Eloy dixit.

Ojalá que Juan Bimba despierte a las nuevas posibilidades que se le abren en el Siglo XXI. El 6D demostró que ahora no es una oveja del rebaño de unos, ni de otros, cuando un General Desconocido lo obligaba a comprar el maíz porque no tenía otra opción. El 6D Juan Bimba votó por un CAMBIO que ordenó y espera que se dé el año que viene. Que estas Navidades del Año 2015 el Niño Jesús le regale a Juan el despertar que requiere para conseguir su propio rumbo, y no el que le quieran fijar los nuevos Generales Desconocidos del presente, y algunos del pasado, de uno y otro bando. Que así sea… ¡Feliz Navidad Juan Bimba!

PD. Y Feliz Navidad 2015 también para todos los lectores de este pequeño rincón de la red, que he construido como mi muro para la defensa de la Democracia y los Derechos Humanos. Que el Niño Jesús nos traiga a todos la Paz, la Salud y la Abundancia que esperamos para el año que viene, con el favor de Dios…

Caracas, 23 de Diciembre de 2015

Twitter:@laguana

viernes, 21 de noviembre de 2014

El siguiente hombre a caballo


Por Luis Manuel Aguana

Contaban los viejos que en las guerras que sufrió Venezuela en el Siglo XIX, siendo la principal la Guerra Federal, el mecanismo que comúnmente utilizaban los caudillos para reclutar “soldados” combatientes era buscarlos en las aldeas de la geografía venezolana. El caudillo venía a caballo y los hombres tomaban lo que tenían para ir a la guerra y lo seguían a pie corriendo, detrás del hombre a caballo, dejando atrás mujer, hijos y familia.

En el Palabreo de la Loca Luz Caraballo, Andrés Eloy Blanco destaca esa situación: “Tu hija está en un serrallo / dos hijos se te murieron / los otros dos se te fueron / detrás de un hombre a caballo /…”. Esa costumbre está profundamente arraigada en la mente del venezolano. Aún esperamos “el hombre a caballo” que será al sigamos para ganar esa siguiente “batalla”.

Y lo que pasa es lo que siempre ha ocurrido en todos los tiempos: quienes siguen a ese “hombre a caballo” son los primeros muertos. Y esto ocurre porque quienes siguen de esa manera al jinete generalmente lo hacen en las peores condiciones para ir a una guerra: descalzos, semidesnudos, desarmados y sin ningún conocimiento para el compromiso al que se les está convocando. Solo tienen la esperanza lejana que ese “hombre a caballo” gane y ellos estén allí para cuando eso pase. La esperanza de un mundo mejor en las manos del “hombre a caballo”, a quien suponen que sabe adónde va y que es lo que hará cuando llegue, pagando con justicia el esfuerzo para ganar la guerra de ese hombre descalzo.

A algunos jinetes les ha ido bien, pero otros- la mayoría-, salen muy malogrados de la experiencia, como a todos los que van detrás y a aquellos que se quedaron esperando el éxito de ese “hombre a caballo”. Esos “combatientes” descalzos, ese noble pueblo venezolano, no ha dejado de ser convocado una y otra vez para seguir a “hombres a caballo”-y ahora también a “mujeres a caballo”-, no a ideas; no a proyectos, sino a carismas; no a mensajes de fondo, sino a slogans. Es condición indispensable educar a la gente para que piense y discierna que hay que dejar atrás esa costumbre atávica. Ya es hora de dejar detrás al Siglo XIX.

Recuerdo ese pasaje de la historia venezolana al ver muchachos recogiendo las firmas para la convocatoria constituyente que auspicia el partido Voluntad Popular, donde sin mayores explicaciones les solicitan la firma y los datos a las personas en las plazas, indicando que así se saldrá del régimen, liberarán a Leopoldo, haciéndolo Presidente de la República. Respetando las distancias y a quienes lo hacen, resulta el mismo cuadro donde se continúa con la misma costumbre de seguir al “hombre a caballo”.

Todas las encuestas sitúan a Leopoldo López en el primer lugar en la preferencia de voto, muy por encima de Henrique Capriles. Y creo que Leopoldo, tarde o temprano, será Presidente de la República. De igual manera pienso que María Corina Machado tarde o temprano también lo será, así como los nuevos liderazgos que se han destacado en la lucha en contra de este régimen que caerá irremediablemente. Lo que no creo es que puedan resolver los problemas de los venezolanos con la presente estructura institucional, ¡y eso es al final lo que todos queremos!

Elegiremos, una vez más, pero en un nuevo escenario, a otro conductor para que trate de manejar un autobús que ya no sirve, con la consecuente nueva decepción para los venezolanos, que terminarán desconfiando otra vez en la democracia cuando el problema no es ese (ver la comparación del carro accidentado en Doce Ejes y un Destino http://ticsddhh.blogspot.com/2013/06/doce-ejes-y-un-destino.html).

Desde el Movimiento Constituyente que auspicia el Proyecto País Venezuela Reconciliada Vía Constituyente (http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/) insistimos que el problema NO ES EL CHOFER y así se los vuelvo a indicar a los dirigentes y la militancia de Voluntad Popular. Hay que reparar el autobús primero para luego buscar al mejor chofer. No dudo que Leopoldo tenga los méritos para ser el primer Presidente de la democracia por venir. Es más, espero que lo sea. Pero siguiendo a un nuevo “hombre a caballo” no lo lograremos y Leopoldo no debería ser el siguiente.

Debemos reparar el autobús PRIMERO y eso se logra cambiando las estructuras de poder para reconstruir el sistema político, apuntando a dejar en el pasado el sistema presidencialista, el del “hombre a caballo”, construyendo de la nada un nuevo sistema que controle al poder y que todos los países que se han desarrollado y tienen las mejores calidades de vida han logrado: un sistema Parlamentario.

Queremos hacer una Constituyente para construir un nuevo autobús, edificando desde cero las bases institucionales del país, con un Presidente que podamos CONTROLAR institucionalmente desde un Congreso, y que no sea el dueño de nuestra renta petrolera ni de ningún otro ingreso derivado de la productividad de los venezolanos. Que las regiones sean polos de desarrollo y generen los recursos para mantener un gobierno federal; y que se decida en un pacto institucional del mismo nombre cual será el presupuesto con el que funcionará ese gobierno federal, dejando a los Estados la autonomía para decidir su destino y su desarrollo de acuerdo a sus propias potencialidades.

Estamos sentados sobre una mina de oro-y no me refiero al petróleo-, nos estamos muriendo de hambre y todavía en el Siglo XXI pensamos que un “hombre a caballo” es la solución. El principal problema que tenemos los venezolanos no es que el régimen nos j… cada vez que le de la gana. Es romper las barreras mentales que nos separan del pasado y aquellas que nos impiden acceder al futuro.

Una Constituyente no es más que la vía para lograr construir ese andamiaje, para no solo montar encima de él a cualquier personaje que los venezolanos crean que debe conducir los destinos del Estado, se llame como se llame, sino para darles cabida a muchos personajes que serán los constructores de una Nación. Pero no a un Presidente que se adueñe de nuestro autobús. Es más, que podamos despedirlo desde un Parlamento si vemos que nos conduce a un barranco.

Esa es la diferencia principalísima de nuestro planteamiento constituyente con el de nuestros amigos de Voluntad Popular y que muchos, espero que hasta ahora, no han entendido todavía. En ese nuevo escenario las cosas serían diferentes: los políticos no manejarían nuestra vida, ni los venezolanos buscarían nunca más el siguiente “hombre a caballo” para que nos la resuelva…

Caracas, 21 de Noviembre de 2014

Twitter:@laguana