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sábado, 19 de septiembre de 2015

La conexión de las Masas Populares

Por Luis Manuel Aguana

Le tomo prestado a Leoncio Martínez parte del título de su extraordinario editorial de Fantoches de septiembre de 1936 (El Significado de las Masas Populares http://ticsddhh.blogspot.com/2011/06/el-significado-de-las-masas-populares.html) donde puso de relieve el fondo de este viejo problema que al parecer vuelve a ser noticia por aquello de la "pérdida de la conexión" de la "oposición" con el pueblo venezolano.

Y pongo oposición entre comillas porque en realidad en Venezuela no la hay, sino una franquicia que agrupa a una gente que dice representar la contra del gobierno cuando en realidad son lo mismo.

Venezuela aun espera, o mejor dicho, las masas populares aun esperan, a quienes realmente den cause al malestar popular producto de lo que en realidad está pasando aquí y que traduzca en hechos concretos y conducción política a un rio encabritado que busca desesperadamente que lo interpreten cabalmente.

Y si lo que oye la masa solo son consignas vacías llamando al voto opositor porque lo único que apuntala a esa franquicia es la desastrosa administración del régimen, entonces el problema que tenemos es de una extrema gravedad, porque no será con gente que dice que “Maduro tiene culillo” o que la próxima Asamblea “no tendrá cabello” -aludiendo a la calva del coordinador de la franquicia-, que esa masa se sentirá representada cabalmente.

En verdad que, como dijo Leo en 1936, las masas necesitan intérpretes. Gente que vibre en la misma frecuencia que ellas, NO QUE HABLEN COMO ELLAS. Esas son dos cosas completamente diferentes. Usar un lenguaje escatológico pensando que con eso se conectarán con el sentimiento de desesperanza de los más sufridos, es tan equivocado como pensar que vestirse bien es suficiente para pasar por educado. Basta con que abran la boca para ser descubiertos.

Escribía Leo: “Puede que los pueblos no sepan lo que quieren, pero sí conocen sus necesidades, y cuando hay alguien capaz de traducir en palabras ese sentimiento popular, alguien que redacte y relate esas necesidades, el pueblo le acompaña decididamente, como acompañó a Boves primero y a Bolívar después.”. Ambos extremos tuvieron a la misma masa popular detrás porque los dos la interpretaron formidablemente en momentos y situaciones diferentes.

Por eso Leo lo define claramente: “Los pueblos no siguen a sus agitadores sino a quienes encarnen a una aspiración unánime de la mayoría. Los pueblos no conocen agitadores sino interpretes, por eso siguen a quien les promete alimento cuando tienen hambre, a quien les habla de justicia cuando se sienten oprimidos, y hasta a aquellos que les prometen venganza cuando se sienten víctimas.”. ¿Quién fue Chávez? Un intérprete de su tiempo político. Logró encarnar la arrechera de un pueblo engañado por un liderazgo fatuo que no abrió juego a las infinitas posibilidades de la democracia, enterrándolo justamente en 1998. Pero no supo qué hacer con eso después, llevándonos a un barranco comunista.

¿Por qué la gente aun se pregunta porque las masas que siguieron a Chávez no siguen decididamente ese discurso “opositor”, habida cuenta que realmente no fueron reivindicadas en todas sus aspiraciones en los últimos 16 años? Simplemente porque la gente no es pendeja. Intuyen en esas promesas huecas que tendrán lo mismo de exactamente la misma gente que había en 1998, y que aún continúan allí aunque haya habido algunos cambios de forma y de protagonistas pero con el mismo fondo.

No se sienten interpretados por nadie de la oposición oficial, luego de muchas traiciones y desencuentros de sus liderazgos. A ello se suman los mensajes contradictorios y permanentes a la población que hacen que la gente desconfíe severamente del mensaje opositor. Por un lado hablan de una dictadura del régimen pero actúan como si fueran opositores de un mal gobierno democrático. Negocian elecciones con ese “mal gobierno” con el fin de sobrevivir dentro de él, mientras que este avanza decididamente a la destrucción de cualquier institución democrática, incluyendo a los propios partidos. Esa “disonancia cognitiva” paraliza  a cualquier masa para seguir a quien la produce.

¿Qué hacer ante esta brutal realidad?  Todavía es necesario que aparezcan los intérpretes que conecten con esa masa popular ávida de liderazgos legítimos para que se pueda revertir la situación y empecemos al menos a discernir una estrategia opositora con posibilidades de éxito. Es mi convicción que para que aparezcan pronto esos intérpretes deben cumplirse previamente algunas condiciones, que pasan por el reconocimiento generalizado del carácter dictatorial e ilegítimo del régimen. Y esto se está logrando no precisamente por las acciones premeditadas o deliberadas de la oposición oficial sino por las torpezas y arbitrariedades cada vez mayores de quienes nos desgobiernan.

Leoncio Martínez pedía en ese editorial una mejor interpretación del significado de masa” y se oponía “a esa falsa apreciación que trata de relegar el pueblo a la categoría de vehículo inánime conducido por sus dirigentes agitadores.” Hablaba de un pueblo consciente de lo que quería, más allá de ser el instrumento de agitadores, sino seguidor de intérpretes. Si algún dirigente opositor desea conectarse con ese sentimiento debe primero entender que el camino no es el de los agitadores. Siglos de historia han pasado y aun la dirigencia utiliza los instrumentos de la agitación política para lograr una conexión con las masas populares.

No creo que falte mucho para que esas condiciones estén dadas, pero estoy seguro que una vez allí, saldrán los intérpretes del momento histórico que estamos viviendo, devolviéndole la esperanza a un pueblo de que si es posible hacer una resistencia civil coherente para restaurar la democracia.

Caracas, 19 de Septiembre de 2015

Twitter:@laguana

lunes, 7 de septiembre de 2015

Condenados al futuro

Por Luis Manuel Aguana

Los venezolanos debemos entender que estamos ante un fuerte predicamento, aunque eso no sea del todo percibido por la juventud: no podemos regresar al pasado, esto es al sistema político prevaleciente hasta 1999, pero tampoco podemos quedarnos en el presente sistema socialista-comunista del Siglo XXI. Y tal vez esa sea la razón principal por la cual ha sido muy difícil empujar una solución nueva porque los jóvenes no tienen precisamente claro que es lo nuevo, o percibir lo que significa un verdadero cambio de sistema.

El tiempo es una variable que pasa desapercibida. Cuando Einstein introdujo la variable tiempo en la mecánica del movimiento de los cuerpos celestes, hizo obsoleta la teoría de Newton que regía hasta ese entonces, creando una nueva teoría, la Relatividad. Pareciera que sucede lo mismo en política.

Han pasado más de 15 años de régimen chavista-madurista, que relativos a personas que tienen 30 años, corresponden a la mitad de su vida y que en 1998 eran solo unos adolescentes. Y ni hablar de aquellas que tienen ahora 18, que comenzarán pronto a votar y que eran solo unos bebes en ese entonces. Todos ellos tomarán decisiones sin tener una idea de donde vino este desastre.

Esa inmensa cantidad de personas sin capacidad de discernimiento político en 1998 -simplemente porque eran niños en esa época- NO PUEDEN PERCIBIR que es nuevo o viejo en todo este entramado fatal que sufre el país. Cualquier cosa que le diga una oposición interesada lo aceptarán porque nunca han sabido de otra cosa que no sea el socialismo-comunismo del chavismo-madurismo.

En consecuencia esas mentes jóvenes son un papel en blanco para aquellos quienes desde la llamada “oposición” fueron los reales artífices del comienzo de esta tragedia comunista. De ese tamaño puede llegar a ser el nivel de manipulación de aquella clase política que fue desplazada por Chávez con tal de regresar a disfrutar del poder.

No voy a dedicar mucho espacio en un tema de historia política contemporánea pero es muy importante que los jóvenes entiendan que el sistema de partidos colapsó en 1998, no solo por las malas ejecutorias y corrupción del sistema fundado en 1959, después de la última dictadura, sino porque era inviable.

No se podía seguir entregando a NINGUN gobernante la administración de la riqueza de todos-que no era otra, y sigue siendo, la renta petrolera- sin esperar que se la metiera en el bolsillo. Eso era lo que habían hecho todos los gobiernos desde la primera subida de los precios del petróleo a principio de los 70s, aunque podamos convenir que esta es una necesaria  sobre simplificación del problema con motivos didácticos.

A pesar de las innumerables advertencias de la sociedad civil de ese tiempo de construir un sistema político y económico que fuera capaz de auto sustentarse, pero usando la renta petrolera como sostén inicial (la famosa frase atribuida a Arturo Uslar Pietri “la siembra del petróleo”), los gobernantes de turno prefirieron disfrutar del Kino que significaba ganarse las elecciones cada 5 años, sin cambiar un ápice la forma de administrar el poder.

Chávez fue el producto natural de ese descalabro. Las instituciones creadas a partir de la Constitución de 1961 se sostuvieron en tanto y en cuanto hubo dinero para eso. El sistema tocó fondo en 1998 con un golpista diciéndole a un país hastiado que él era la solución. Y no fue. Una vez más el pueblo de Venezuela confió y fue de nuevo engañado.

Pero la clase política derrotada, la mal llamada 4ta Republica por el dictador, se desapareció esperando mejores tiempos para volver. Sus principales y más importantes exponentes ahora son quienes tienen a su cargo la franquicia de la oposición oficial. Aquellos que le enseñaron al chavismo -que nunca había sido gobierno-, como  manipular jueces, como movilizar dólares de un sistema de control de cambios, como usar el poder para enriquecerse.

Esa gente no llego "sabida" al gobierno. Tuvo socios y cómplices, y el desastre que vemos ahora no es más que la combinación macabra de ambas tecnologías de la corrupción, elevado a niveles inimaginables. Si pudiera meter a la juventud en una máquina del tiempo y llevarla a un paseo por los últimos 10 años antes de 1998, se darían cuenta inmediata de a quienes me estoy refiriendo, ubicando en catadura y moralidad quienes ahora dicen que nos llevarán a una “democracia” con “cambio de sistema”.

Entonces, la vaina no es tan simple, como decir "saquemos a los comunistas" y se acabo el problema. Aquellas personas que si vivimos eso tenemos la responsabilidad y la obligación moral de aclararles a los jóvenes que cambiar el sistema NO ES CAMBIAR SOLAMENTE A LOS COMUNISTAS. Que eso que dicen de "cambiar el modelo" no puede ser solo referido a cambiar comunistas por capitalistas. Eso es demasiado simplón y maniqueo. ¡Y peligrosísimo!

El cambio requerido tiene unas dimensiones mucho más profundas que el signo ideológico de lo que venga y que no pasan precisamente por volver a traer las sanguijuelas que fueron responsables de que el fenómeno Chávez apareciera en la escena política venezolana un aciago 4 de febrero de 1992.

Entonces el famoso "cambio de modelo" debe interpretarse  de otra manera. Por ejemplo, un próximo Presidente no puede tener el poder que ahora tiene el actual, que es capaz de provocar una razzia fascista en la frontera con Colombia. El Presidente no puede ser constitucionalmente el único a cargo de la economía porque una sola persona es capaz de llevarnos a un barranco. El Presidente no puede ser el único responsable de nuestra política exterior y de fronteras, porque entonces nos encontramos que un ignorante incapaz entrega nuestro territorio. Estas y un sinfín de reformas estructurales más necesita ANTES nuestro sistema de gobierno para que podamos recuperar al país, no un simple “Maduro vete ya”.

Los venezolanos deberemos discutir a fondo el sistema que hemos tenido antes y después de 1998 y que nos ha llevado hasta el peor abismo de nuestra historia política, económica y social desde nuestra fundación como nación. Y la única forma establecida en la Constitución para esa discusión es convocar al Constituyente y definir un nuevo sistema y un verdadero nuevo modelo que evite que otro grupo de delincuentes, independiente de su signo ideológico, le arruine de nuevo el futuro a otra generación.

Podemos evitarlo, y eso pasa por una reconstrucción institucional del país. Lo hemos propuesto y lo seguiremos proponiendo a los venezolanos desde el Proyecto País Venezuela Reconciliada (http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/). Solo de esa forma, no regresaremos a lo que hubo en el pasado, ni nos quedaremos en el presente. Estaremos condenados al futuro.

Caracas, 7 de Septiembre de 2015

Twitter:@laguana

miércoles, 15 de julio de 2015

El verdadero fondo de un informe trágico

Por Luis Manuel Aguana

La noticia recorrió esta semana las redes sociales intensamente: “Alarmante informe pronostica trágico desenlace de crisis venezolana”. En efecto en la nota de El Nuevo Herald, el periodista Antonio María Delgado (ver Pronostican trágico desenlace de crisis venezolana http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/venezuela-es/article27097819.html) reseña parte de un informe elaborado por R. Evan Ellis del Instituto de Estudios Estratégicos de la Escuela de Guerra de los Estados Unidos (Strategic Studies Institute of The US Army War College).

Sin embargo los venezolanos de alguna manera conocíamos en mayor o menor grado-y en carne propia- el contenido de ese trabajo en lo que se refiere al derrumbe del país en manos de la corrupta e incompetente “revolución socialista”. En ese sentido no era de ninguna manera un tubazo la nota del Nuevo Herald. Lo que a mi juicio si podría considerarse como tal es que ya la gente que de verdad estudia estrategia en la Escuela de Guerra de los Estados Unidos considera que ya es hora de tomar medidas con un tumor que ha alcanzado niveles de metástasis alrededor de una de las zonas consideradas por ellos de mucha importancia en Latinoamérica.

Extraemos este párrafo en traducción libre del propio informe de R. Evan Ellis que creo que resume lo más importante de ese reporte (ver informe completo original en The Approaching Implosion of Venezuela and Strategic Implications for the United States

“Desde la perspectiva de Estados Unidos, el peligro presentado por Venezuela surge de la confluencia de cuatro factores: 1. El estancamiento político hace que sea improbable que Venezuela vaya a resolver la crisis por sí sola, o con la ayuda de sus vecinos, antes de convertirse en algo mucho peor; 2. La destrucción casi total de la capacidad de producir alimentos y bienes consumibles durante los 16 años de socialismo bolivariano, magnificará las consecuencias humanas y el nivel asociado de desesperación y agresión a medida que crisis se profundiza; 3. La posición geográfica de importancia estratégica del país como un conducto para las drogas con destino a los Estados Unidos y Europa, un refugio para grupos terroristas colombianos, y la ubicación de las vastas reservas de petróleo que también se extienden en el territorio y las aguas de los estados vecinos, como Guyana y Trinidad y Tobago, y;4. El papel de Venezuela como un punto de entrada en la región para múltiples actores extra-hemisféricos con diferentes intereses estratégicos en conflicto con los de Estados Unidos, incluyendo la República Popular de China, Rusia e Irán. La interacción de los dos primeros factores sugieren que la situación pudiera degenerar en un colapso económico y el caos político, posiblemente con hambre generalizada, enfermedades y violencia entre las personas desesperadas para sobrevivir y un gobierno narco-dependiente desesperado por mantener el control….” (subrayado nuestro)

Hay allí dos cosas que deben ser analizadas fuera de lo que ya sabemos que el país va rumbo a un colapso: a) Que “el estancamiento político hace que sea improbable que Venezuela vaya a resolver la crisis por sí sola, o con la ayuda de sus vecinos, antes de convertirse en algo mucho peor” y b) Lo que deberían estar haciendo los Estados Unidos desde ya, según Ellis, previendo ese inminente colapso. A mi modo de ver, este es el verdadero fondo de este análisis, no que vamos al colapso porque YA ESTAMOS EN EL.

Debemos antes que nada conocer que el pronóstico de R. Evan Ellis no es nuevo. Este personaje de estudios estratégicos ya había realizado hace varios años, antes del Referéndum Revocatorio del 2004, siendo consultor de Booz Allen Hamilton, Inc. (una de las contratistas de defensa más importantes de los Estados Unidos) un análisis basado en Dinámica de Sistemas titulado “La Desestabilización Sociopolítica en Venezuela: Una perspectiva de dinámica de sistemas en la interacción de la retorica de las élites, estructura sociopolítica y movilización de masas” (“The Sociopolitical Destabilization of Venezuela: A system dinamic perspective on the interaction of elite rhetoric, sociopolitical structure, and mass mobilization” ver el artículo original en http://www.systemdynamics.org/conferences/2004/SDS_2004/PAPERS/145ELLIS.pdf).

En este, a mi modo de ver, extraordinario análisis de la situación venezolana, utilizando la técnica de Dinámica de Sistemas, Ellis explicó la acelerada desintegración de Venezuela, sugiriendo los escenarios que estamos presenciando ahora. No es de sorprender entonces que ya con el resultado real en las manos, luego de varios años de este primer análisis prospectivo, sugiera en la Escuela de Guerra de los Estados Unidos los cursos de acción para su país que están reseñados en ese informe. Sin embargo no me referiré a estos ahora porque aun cuando podrían ser del interés de los venezolanos, solo dependen de la potencia del norte. Pero si nos enseña el nivel de cómo nos estudian fuera, cual virus malicioso que puede hacer daño a sus vecinos.

Lo que creo muy importante que debemos extraer para nosotros, es la sentencia que establecen los dos factores enunciados por Ellis, de que Venezuela no saldrá por si sola de la crisis, aunado al hecho que la destrucción de nuestro aparato productivo magnifica las consecuencias humanitarias, sugiriendo un panorama donde los venezolanos debido al estancamiento de nuestra dirigencia política, estamos condenados a lo que nos pase, porque no existe quien asuma el reto de salir del hoyo provocado por estos delincuentes.

No estoy de acuerdo con la infalibilidad con que se plantea ese destino, aunque es muy fácil pensar que podría ser así dadas las condiciones de una dirigencia opositora entregada al régimen. Y es allí donde reside precisamente la solución de esta disyuntiva histórica. Ellis desde afuera tiene razón de pensar de esta forma dado el desenvolvimiento de los hechos que han sido tan predecibles desde antes del 2004. Ceteris Paribus, economistas dixit, eso sería así. Esto es, si las condiciones opositoras permanecen constantes vamos rumbo al barranco. Eso diría un análisis donde las variables que indica Ellis no cambien. Pero en política-y menos la de Venezuela-, no se rige por esas reglas. Podemos cambiar el rumbo de los acontecimientos.

Creo firmemente en las potencialidades del pueblo venezolano. Lo hemos demostrado en el pasado. Nuestro destino no está escrito en la piedra de nadie. Si bien es cierto el régimen ha destruido y arrasado todo lo que ha encontrado a su paso, eso no significa que estemos dispuestos a contemplar impasibles a ver destruir lo que queda. Este gobierno “narco-dependiente desesperado por mantener el control” no tiene mayor fuerza que el Poder Originario que reside en cada uno de nosotros. Eso está establecido  en los Artículos 347, 348, y 349 de la Constitución. Convoquemos al Constituyente, eso sí está en nuestras manos.

Venezuela tiene por si sola los elementos para salir de la crisis de manera pacífica y constitucional. Pero debemos expresarle a la comunidad internacional que es posible un cambio de las estructuras políticas de Venezuela de la mano de un pueblo dispuesto porque existen las previsiones constitucionales para ello. Ese es el verdadero fondo que debemos extraer de ese informe.

Si lo que ven los analistas de estrategia fuera del país es la respuesta bobalicona de una oposición entregada, es obvio que las conclusiones serán las que indica R. Evan Ellis. El año pasado los venezolanos pusieron sangre en las calles demostrando que la entrega a los comunistas no será sencilla, demostrando que si existe una verdadera oposición al régimen que puede cambiar el rumbo de los acontecimientos. Eso también deberían saberlo en la Escuela de Guerra de los Estados Unidos…

Caracas, 15 de Julio de 2015

Twitter:@laguana