Por Luis Manuel Aguana
En un artículo anterior (ver Porque no les abriré mi puerta en http://ticsddhh.blogspot.com/2011/07/porque-no-abrire-mi-puerta.html), razoné el porque los venezolanos tenemos ciertamente el derecho constitucional de proteger nuestra privacidad y ser celosos propietarios de todos los datos que de nosotros recojan y/o posean, no solo el gobierno, sino cualquier entidad pública o privada. Esto efectivamente nos lo conceden los Artículos 28, 48 y 60 de nuestra Constitución de 1999.
Sin embargo, pocos conocen que este derecho es algo que sido materia de prioridad internacional en virtud de la vertiginosa aceleración del fenómeno tecnológico y su cada vez mayor globalización. Los ciudadanos latinoamericanos hemos sido presa fácil de mercaderes internacionales de datos como consecuencia de legislaciones atrasadas y débiles en nuestros países. Y aún cuando el denominado derecho a la Intimidad y Privacidad ha sido efectivamente consagrado en la mayoría de las Constituciones de nuestro continente (a excepción de Cuba) y en los diversos Tratados Internacionales como uno de los derechos fundamentales, aún no es materia muy conocida y menos aun, respetada.
El 15 de Diciembre de 1983 el Tribunal Constitucional de Alemania declaró la inconstitucionalidad de la Ley Alemana del Censo de 1982, decidiendo lo siguiente que se hizo posteriormente ley en toda la Comunidad Europea: “El derecho general de la personalidad...abarca... la facultad del individuo, derivada de la autodeterminación, de decidir básicamente por sí mismo cuándo y dentro de qué límites procede revelar situaciones referentes a la propia vida...: la libre eclosión de la personalidad presupone en las condiciones modernas de la elaboración de datos de protección del individuo contra la recogida, el almacenamiento, la utilización y la transmisión ilimitada de los datos concernientes a la persona.”. De esta manera se estableció el derecho internacional a la “Autodeterminación Informativa”.
El hecho de que en Venezuela no exista una Ley de Protección de Datos de Carácter Personal es sumamente grave y es materia a la que deben abocarse con urgencia nuestros legisladores. Por ejemplo, la Directiva 95/46/CE del Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea, que es el lineamiento general que rige para los Estados Miembros de la Unión Europea exige, no solo que existan leyes en sus países que protejan los datos personales de los ciudadanos sino como deben estructurarse esas leyes. Esta vigente como Directiva de Protección de Datos en Europa y prohíbe explícitamente a los Estados Miembros de la UE el tratamiento de datos personales que revelen origen racial o étnico, las opiniones políticas, las convicciones religiosas o filosóficas, la pertenencia a sindicatos, así como el tratamiento de los datos relativos a la salud o a la sexualidad. ¿Creen ustedes que con una ley así en Venezuela el gobierno hubiera podido solicitar la información que pretende levantar en el Censo del 2011? Tampoco hubiera sido posible, estando vigente una Ley como las que rigen en los Estados de la Unión Europea, que el Diputado Luis Tascón levantara una lista indicando la preferencia política de los ciudadanos de solicitar un Referéndum Revocatorio en contra del Presidente de la República.
Las legislaciones de protección de datos personales han sido también propuestas en varios países latinoamericanos, como en el caso de Nicaragua, debido a que empresas privadas sin consentimiento de las personas, obtenían datos sobre su solvencia económica y los comercializaban a otras compañías para que éstas ofreciesen sus productos. La protección de datos de carácter personal es imprescindible para la protección ulterior de los derechos fundamentales de los ciudadanos. Y en Venezuela eso es aún materia difusa y ahora estamos viendo las consecuencias de la falta de Autodeterminación Informativa en nuestro país. Ya es hora que los ciudadanos vayan enterándose de que significa esto y las consecuencias de no estar convenientemente protegidos. Argentina ya homologó su legislación de protección de datos de carácter personal a la Directiva 95/46/CE, no solo por razones comerciales con la Unión Europea, sino también por razones históricas que fueron las que provocaron que sus dictaduras militares utilizaran los datos sus ciudadanos para perseguir y dar muerte a los opositores del gobierno. Así de grave es no tener una ley que proteja los datos de la población y una agencia de datos independiente que vigile de su cumplimiento.
Para aquellos que aun no ven la relación del Censo con la Lista de Tascón les recuerdo que ambos instrumentos son estadios diferentes de la misma violación de derechos. Con el Censo de 2011 se estarían recogiendo los datos personales de los ciudadanos sin ninguna regulación de por medio. Con la creación de la Lista de Tascón y posteriormente su versión automatizada, la llamada Lista Maisanta, se concretó la persecución de las personas. Estas listas fueron el producto de la información de las planillas del Referéndum Revocatorio, que organizadas y sistematizadas, en violación de todo principio constitucional a la privacidad e intimidad, dejaron a miles de venezolanos sin trabajo y aún están siendo utilizadas para discriminar políticamente a los ciudadanos en Venezuela. Si existiera un Estado de Derecho en nuestro país los venezolanos tendríamos el derecho a solicitar ante los tribunales la supresión de cualquier archivo que contenga datos de nuestra persona, usados sin nuestro consentimiento para discriminarnos políticamente basados en el Articulo 28 de nuestra Constitución.
Con el Censo 2011 los venezolanos terminamos de perder el Derecho Universal a la Autodeterminación Informativa, que es algo que ya forma parte de la batería de Derechos Humanos internacionalmente reconocidos. Veamos algunos ejemplos adicionales que fundamentan esta afirmación:
Los datos de carácter personal de los venezolanos están en manos de los cubanos castrochavistas. Esto es un hecho cierto, como lo sabe cualquier venezolano que haya hecho una cola en cualquier Registro Público en nuestro país: ¿Han estado ustedes en una cola desde la madrugada en un Registro Público (cosa nunca antes vista en Venezuela en un Registro) para encontrarse al amanecer que los cubanos que trabajan para el gobierno de Hugo Chávez se han llevado los computadores para vaciar la data de las personas en el Ministerio del Interior y Justicia, en un departamento que no esta bajo el control de ciudadanos venezolanos? Esto ha generado un profundo malestar entre los venezolanos que han estado allí. Ese malestar es consecuencia del accionar de un gobierno que ha entregado su soberanía a otro sin disparar un tiro. Pero esto no es un problema de nacionalidad. ¿Desearían los venezolanos que esto lo hiciera un chino o un americano o un francés? ¡Por su puesto que no! Ningún país puede delegar en otro los datos personales de sus propios ciudadanos porque eso es un tema de absoluta soberanía. Venezuela no posee los datos de los ciudadanos cubanos o colombianos o chilenos. Esto solo ha sido posible en la colonia cubana en la que este gobierno ha transformado a Venezuela.
He recibido como consecuencia del artículo previo escrito en relación al Censo 2011 que en los Estados Unidos también se cometen violaciones a la privacidad con los datos ubicados en Facebook u otros sistemas de la Web 2.0. Lo que pocos saben es que eso lo esta manejando ese gobierno de una manera democrática solicitando al Congreso de ese país una ley que regule esa situación. Se puede consultar el New York Times, en su editorial del 18 de Marzo de 2011 – A New Internet Privacy Law? http://www.nytimes.com/2011/03/19/opinion/19sat2.html?_r=1 la preocupación de las autoridades del gobierno norteamericano al solicitar a su poder legislativo independiente que regule esa materia. Como se verá, no estamos defendiendo posiciones extranjeras a ultranza ni manejamos falsos nacionalismos. Eso se lo dejamos a Hugo Chávez que ha entregado la soberanía de nuestro país a otro sin una guerra de por medio.
Asimismo he afirmado, en relación a esas mismas reacciones en contra del articulo “Porque no les abriré mi puerta”, que si a usted le dijeran que ese gobierno que ha discriminado de una manera abierta con los datos de la población y que le ha entregado los datos personales de la cedulación de los ciudadanos y de Registro Público a una empresa de otro país, no digo de Cuba, sino de cualquier otro país (favor leer el contrato con Albet-Gemalto disponible en la Red), y le dice que va a realizar un Censo de Población y le va a pedir TODOS LOS DATOS de su vivienda y otros que no tienen nada que ver con un Censo internacional, ¿usted se los daría? En lo personal yo no lo haría, como le he manifestado. Es como si a usted lo hubiera asaltado un malandro en la calle (Listas de Tascón y Maisanta) y le dijeran que ese mismo malandro va a ir a su casa a pedirle mas (Censo 2011) y que por favor le abra la puerta, usted lo haría? No creo que nadie lo haga. Eso es lo que creo que pasará con el Censo del 2011. Mas le valdría al gobierno olvidarse de ese Censo y comenzar a garantizar a los venezolanos el derecho a la Autodeterminación Informativa. Pero eso no lo hace un gobierno castrocomunista. Seguirán adelante con el Censo pero nosotros haremos la resistencia civil de no abrirles la puerta.
Sustento la tesis de que un pueblo en esta época de globalización y tecnología no puede tener sus datos sin protección adecuada porque le violan sus Derechos Humanos fundamentales con muchísima facilidad. Pero ya el gobierno se dio cuenta de eso. ¿Saben ustedes cual es el pueblo que tiene más desprotegidos los datos privados de las personas?: Cuba. Y eso no es casual. Ese país no tiene prevista en su Constitución la protección de la vida privada de las personas como el resto de los países del hemisferio occidental, como garantía constitucional y Derecho Humano fundamental. Y ese es el país cuyo ejemplo quiere Hugo Chávez que los venezolanos sigamos. Todo esto se puede verificar. No son inventos de este escribidor para odiar o mal poner a Cuba, pero si a su régimen que tiene más de 50 años sojuzgando a sus ciudadanos que se echan al mar buscando la libertad.
El argumento principal de los señalamientos que he realizado en contra del Censo 2011 es que el gobierno de Hugo Chávez utilizará esa información para la persecución política y profundización del modelo castrochavista. Las Directivas de la Unión Europea van dirigidas precisamente en el sentido contrario y del sostenimiento del sistema de libertades. Es por eso que el Tribunal Constitucional en Alemania en 1983 prohibió explícitamente a los Censos de ese país desarrollado (y luego se hizo ley en los demás de la UE) realizar inventarios de datos personales de los individuos. A esta pseudo revolución no le es conveniente que los venezolanos estemos concientes de estos derechos, y especialmente el de la Autodeterminación Informativa y es bien importante también que la oposición venezolana empiece a conocerlos. La defensa de los Derechos Humanos no tiene nada que ver con que si Chávez esté o no en el poder. Los datos personales de la gente, en este o cualquier otro gobierno, deben estar especialmente protegidos, no pudiendo ser utilizados para discriminar ni perseguir a los ciudadanos y lamentablemente el régimen de Chávez ya probó que eso es posible en la Venezuela de hoy.
Caracas 21 de Agosto de 2011
Twitter: @laguana
Correo: luismanuel.aguana@gmail.com
Blog: http://ticsddhh.blogspot.com/
domingo, 21 de agosto de 2011
lunes, 8 de agosto de 2011
Más información, menos conocimiento
Por: Mario Vargas Llosa
Nicholas Carr estudió Literatura en Dartmouth College y en la Universidad de Harvard y todo indica que fue en su juventud un voraz lector de buenos libros. Luego, como le ocurrió a toda su generación, descubrió el ordenador, el Internet, los prodigios de la gran revolución informática de nuestro tiempo, y no sólo dedicó buena parte de su vida a valerse de todos los servicios online y a navegar mañana y tarde por la red; además, se hizo un profesional y un experto en las nuevas tecnologías de la comunicación sobre las que ha escrito extensamente en prestigiosas publicaciones de Estados Unidos e Inglaterra.
Un buen día descubrió que había dejado de ser un buen lector, y, casi casi, un lector. Su concentración se disipaba luego de una o dos páginas de un libro, y, sobre todo si aquello que leía era complejo y demandaba mucha atención y reflexión, surgía en su mente algo así como un recóndito rechazo a continuar con aquel empeño intelectual. Así lo cuenta: “Pierdo el sosiego y el hilo, empiezo a pensar qué otra cosa hacer. Me siento como si estuviese siempre arrastrando mi cerebro descentrado de vuelta al texto. La lectura profunda que solía venir naturalmente se ha convertido en un esfuerzo”.
Preocupado, tomó una decisión radical. A finales de 2007, él y su esposa abandonaron sus ultramodernas instalaciones de Boston y se fueron a vivir a una cabaña de las montañas de Colorado, donde no había telefonía móvil y el Internet llegaba tarde, mal y nunca. Allí, a lo largo de dos años, escribió el polémico libro que lo ha hecho famoso. Se titula en inglés The Shallows: What the Internet is Doing to Our Brains y, en español: Superficiales: ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes? (Taurus, 2011). Lo acabo de leer, de un tirón, y he quedado fascinado, asustado y entristecido.
Carr no es un renegado de la informática, no se ha vuelto un ludita contemporáneo que quisiera acabar con todas las computadoras, ni mucho menos. En su libro reconoce la extraordinaria aportación que servicios como el de Google, Twitter, Facebook o Skype prestan a la información y a la comunicación, el tiempo que ahorran, la facilidad con que una inmensa cantidad de seres humanos pueden compartir experiencias, los beneficios que todo esto acarrea a las empresas, a la investigación científica y al desarrollo económico de las naciones.
Pero todo esto tiene un precio y, en última instancia, significará una transformación tan grande en nuestra vida cultural y en la manera de operar del cerebro humano como lo fue el descubrimiento de la imprenta por Johannes Gutenberg en el siglo XV que generalizó la lectura de libros, hasta entonces confinada en una minoría insignificante de clérigos, intelectuales y aristócratas. El libro de Carr es una reivindicación de las teorías del ahora olvidado Marshall McLuhan, a quien nadie hizo mucho caso cuando, hace más de medio siglo, aseguró que los medios no son nunca meros vehículos de un contenido, que ejercen una solapada influencia sobre éste, y que, a largo plazo, modifican nuestra manera de pensar y de actuar. McLuhan se refería sobre todo a la televisión, pero la argumentación del libro de Carr y los abundantes experimentos y testimonios que cita en su apoyo indican que semejante tesis alcanza una extraordinaria actualidad relacionada con el mundo del Internet.
Los defensores recalcitrantes del software alegan que se trata de una herramienta y que está al servicio de quien la usa y, desde luego, hay abundantes experimentos que parecen corroborarlo, siempre y cuando estas pruebas se efectúen en el campo de acción en el que los beneficios de aquella tecnología son indiscutibles: ¿quién podría negar que es un avance casi milagroso que, ahora, en pocos segundos, haciendo un pequeño clic con el ratón, un internauta recabe una información que hace pocos años le exigía semanas o meses de consultas en bibliotecas y a especialistas? Pero también hay pruebas concluyentes de que, cuando la memoria de una persona deja de ejercitarse porque para ello cuenta con el archivo infinito que pone a su alcance un ordenador, se entumece y debilita como los músculos que dejan de usarse.
No es verdad que el Internet sea sólo una herramienta. Es un utensilio que pasa a ser una prolongación de nuestro propio cuerpo, de nuestro propio cerebro, el que, también, de una manera discreta, se va adaptando poco a poco a ese nuevo sistema de informarse y de pensar, renunciando poco a poco a las funciones que este sistema hace por él y, a veces, mejor que él. No es una metáfora poética decir que la “inteligencia artificial” que está a su servicio, soborna y sensualiza a nuestros órganos pensantes, los que se van volviendo, de manera paulatina, dependientes de aquellas herramientas, y, por fin, en sus esclavos. ¿Para qué mantener fresca y activa la memoria si toda ella está almacenada en algo que un programador de sistemas ha llamado “la mejor y más grande biblioteca del mundo”? ¿Y para qué aguzar la atención si pulsando las teclas adecuadas los recuerdos que necesito vienen a mí, resucitados por esas diligentes máquinas?
No es extraño, por eso, que algunos fanáticos de la Web, como el profesor Joe O’Shea, filósofo de la Universidad de Florida, afirme: “Sentarse y leer un libro de cabo a rabo no tiene sentido. No es un buen uso de mi tiempo, ya que puedo tener toda la información que quiera con mayor rapidez a través de la Web. Cuando uno se vuelve un cazador experimentado en Internet, los libros son superfluos”. Lo atroz de esta frase no es la afirmación final, sino que el filósofo de marras crea que uno lee libros sólo para “informarse”. Es uno de los estragos que puede causar la adicción frenética a la pantallita. De ahí, la patética confesión de la doctora Katherine Hayles, profesora de Literatura de la Universidad de Duke: “Ya no puedo conseguir que mis alumnos lean libros enteros”.
Esos alumnos no tienen la culpa de ser ahora incapaces de leer La Guerra y la Paz o el Quijote. Acostumbrados a picotear información en sus computadoras, sin tener necesidad de hacer prolongados esfuerzos de concentración, han ido perdiendo el hábito y hasta la facultad de hacerlo, y han sido condicionados para contentarse con ese mariposeo cognitivo a que los acostumbra la red, con sus infinitas conexiones y saltos hacia añadidos y complementos, de modo que han quedado en cierta forma vacunados contra el tipo de atención, reflexión, paciencia y prolongado abandono a aquello que se lee, y que es la única manera de leer, gozando, la gran literatura. Pero no creo que sea sólo la literatura a la que el Internet vuelve superflua: toda obra de creación gratuita, no subordinada a la utilización pragmática, queda fuera del tipo de conocimiento y cultura que propicia la Web. Sin duda que ésta almacenará con facilidad a Proust, Homero, Popper y Platón, pero difícilmente sus obras tendrán muchos lectores. ¿Para qué tomarse el trabajo de leerlas si en Google puedo encontrar síntesis sencillas, claras y amenas de lo que inventaron en esos farragosos librotes que leían los lectores prehistóricos?
La revolución de la información está lejos de haber concluido. Por el contrario, en este dominio cada día surgen nuevas posibilidades, logros, y lo imposible retrocede velozmente. ¿Debemos alegrarnos? Si el género de cultura que está reemplazando a la antigua nos parece un progreso, sin duda sí. Pero debemos inquietarnos si ese progreso significa aquello que un erudito estudioso de los efectos del Internet en nuestro cerebro y en nuestras costumbres, Van Nimwegen, dedujo luego de uno de sus experimentos: que confiar a los ordenadores la solución de todos los problemas cognitivos reduce “la capacidad de nuestros cerebros para construir estructuras estables de conocimientos”. En otras palabras: cuanto más inteligente sea nuestro ordenador, más tontos seremos.
Tal vez haya exageraciones en el libro de Nicholas Carr, como ocurre siempre con los argumentos que defienden tesis controvertidas. Yo carezco de los conocimientos neurológicos y de informática para juzgar hasta qué punto son confiables las pruebas y experimentos científicos que describe en su libro. Pero éste me da la impresión de ser riguroso y sensato, un llamado de atención que –para qué engañarnos– no será escuchado. Lo que significa, si él tiene razón, que la robotización de una humanidad organizada en función de la “inteligencia artificial” es imparable. A menos, claro, que un cataclismo nuclear, por obra de un accidente o una acción terrorista, nos regrese a las cavernas. Habría que empezar de nuevo, entonces, y a ver si esta segunda vez lo hacemos mejor.
Fuente: La Republica.pe
http://www.larepublica.pe/31-07-2011/mas-informacion-menos-conocimiento
Nicholas Carr estudió Literatura en Dartmouth College y en la Universidad de Harvard y todo indica que fue en su juventud un voraz lector de buenos libros. Luego, como le ocurrió a toda su generación, descubrió el ordenador, el Internet, los prodigios de la gran revolución informática de nuestro tiempo, y no sólo dedicó buena parte de su vida a valerse de todos los servicios online y a navegar mañana y tarde por la red; además, se hizo un profesional y un experto en las nuevas tecnologías de la comunicación sobre las que ha escrito extensamente en prestigiosas publicaciones de Estados Unidos e Inglaterra.
Un buen día descubrió que había dejado de ser un buen lector, y, casi casi, un lector. Su concentración se disipaba luego de una o dos páginas de un libro, y, sobre todo si aquello que leía era complejo y demandaba mucha atención y reflexión, surgía en su mente algo así como un recóndito rechazo a continuar con aquel empeño intelectual. Así lo cuenta: “Pierdo el sosiego y el hilo, empiezo a pensar qué otra cosa hacer. Me siento como si estuviese siempre arrastrando mi cerebro descentrado de vuelta al texto. La lectura profunda que solía venir naturalmente se ha convertido en un esfuerzo”.
Preocupado, tomó una decisión radical. A finales de 2007, él y su esposa abandonaron sus ultramodernas instalaciones de Boston y se fueron a vivir a una cabaña de las montañas de Colorado, donde no había telefonía móvil y el Internet llegaba tarde, mal y nunca. Allí, a lo largo de dos años, escribió el polémico libro que lo ha hecho famoso. Se titula en inglés The Shallows: What the Internet is Doing to Our Brains y, en español: Superficiales: ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes? (Taurus, 2011). Lo acabo de leer, de un tirón, y he quedado fascinado, asustado y entristecido.
Carr no es un renegado de la informática, no se ha vuelto un ludita contemporáneo que quisiera acabar con todas las computadoras, ni mucho menos. En su libro reconoce la extraordinaria aportación que servicios como el de Google, Twitter, Facebook o Skype prestan a la información y a la comunicación, el tiempo que ahorran, la facilidad con que una inmensa cantidad de seres humanos pueden compartir experiencias, los beneficios que todo esto acarrea a las empresas, a la investigación científica y al desarrollo económico de las naciones.
Pero todo esto tiene un precio y, en última instancia, significará una transformación tan grande en nuestra vida cultural y en la manera de operar del cerebro humano como lo fue el descubrimiento de la imprenta por Johannes Gutenberg en el siglo XV que generalizó la lectura de libros, hasta entonces confinada en una minoría insignificante de clérigos, intelectuales y aristócratas. El libro de Carr es una reivindicación de las teorías del ahora olvidado Marshall McLuhan, a quien nadie hizo mucho caso cuando, hace más de medio siglo, aseguró que los medios no son nunca meros vehículos de un contenido, que ejercen una solapada influencia sobre éste, y que, a largo plazo, modifican nuestra manera de pensar y de actuar. McLuhan se refería sobre todo a la televisión, pero la argumentación del libro de Carr y los abundantes experimentos y testimonios que cita en su apoyo indican que semejante tesis alcanza una extraordinaria actualidad relacionada con el mundo del Internet.
Los defensores recalcitrantes del software alegan que se trata de una herramienta y que está al servicio de quien la usa y, desde luego, hay abundantes experimentos que parecen corroborarlo, siempre y cuando estas pruebas se efectúen en el campo de acción en el que los beneficios de aquella tecnología son indiscutibles: ¿quién podría negar que es un avance casi milagroso que, ahora, en pocos segundos, haciendo un pequeño clic con el ratón, un internauta recabe una información que hace pocos años le exigía semanas o meses de consultas en bibliotecas y a especialistas? Pero también hay pruebas concluyentes de que, cuando la memoria de una persona deja de ejercitarse porque para ello cuenta con el archivo infinito que pone a su alcance un ordenador, se entumece y debilita como los músculos que dejan de usarse.
No es verdad que el Internet sea sólo una herramienta. Es un utensilio que pasa a ser una prolongación de nuestro propio cuerpo, de nuestro propio cerebro, el que, también, de una manera discreta, se va adaptando poco a poco a ese nuevo sistema de informarse y de pensar, renunciando poco a poco a las funciones que este sistema hace por él y, a veces, mejor que él. No es una metáfora poética decir que la “inteligencia artificial” que está a su servicio, soborna y sensualiza a nuestros órganos pensantes, los que se van volviendo, de manera paulatina, dependientes de aquellas herramientas, y, por fin, en sus esclavos. ¿Para qué mantener fresca y activa la memoria si toda ella está almacenada en algo que un programador de sistemas ha llamado “la mejor y más grande biblioteca del mundo”? ¿Y para qué aguzar la atención si pulsando las teclas adecuadas los recuerdos que necesito vienen a mí, resucitados por esas diligentes máquinas?
No es extraño, por eso, que algunos fanáticos de la Web, como el profesor Joe O’Shea, filósofo de la Universidad de Florida, afirme: “Sentarse y leer un libro de cabo a rabo no tiene sentido. No es un buen uso de mi tiempo, ya que puedo tener toda la información que quiera con mayor rapidez a través de la Web. Cuando uno se vuelve un cazador experimentado en Internet, los libros son superfluos”. Lo atroz de esta frase no es la afirmación final, sino que el filósofo de marras crea que uno lee libros sólo para “informarse”. Es uno de los estragos que puede causar la adicción frenética a la pantallita. De ahí, la patética confesión de la doctora Katherine Hayles, profesora de Literatura de la Universidad de Duke: “Ya no puedo conseguir que mis alumnos lean libros enteros”.
Esos alumnos no tienen la culpa de ser ahora incapaces de leer La Guerra y la Paz o el Quijote. Acostumbrados a picotear información en sus computadoras, sin tener necesidad de hacer prolongados esfuerzos de concentración, han ido perdiendo el hábito y hasta la facultad de hacerlo, y han sido condicionados para contentarse con ese mariposeo cognitivo a que los acostumbra la red, con sus infinitas conexiones y saltos hacia añadidos y complementos, de modo que han quedado en cierta forma vacunados contra el tipo de atención, reflexión, paciencia y prolongado abandono a aquello que se lee, y que es la única manera de leer, gozando, la gran literatura. Pero no creo que sea sólo la literatura a la que el Internet vuelve superflua: toda obra de creación gratuita, no subordinada a la utilización pragmática, queda fuera del tipo de conocimiento y cultura que propicia la Web. Sin duda que ésta almacenará con facilidad a Proust, Homero, Popper y Platón, pero difícilmente sus obras tendrán muchos lectores. ¿Para qué tomarse el trabajo de leerlas si en Google puedo encontrar síntesis sencillas, claras y amenas de lo que inventaron en esos farragosos librotes que leían los lectores prehistóricos?
La revolución de la información está lejos de haber concluido. Por el contrario, en este dominio cada día surgen nuevas posibilidades, logros, y lo imposible retrocede velozmente. ¿Debemos alegrarnos? Si el género de cultura que está reemplazando a la antigua nos parece un progreso, sin duda sí. Pero debemos inquietarnos si ese progreso significa aquello que un erudito estudioso de los efectos del Internet en nuestro cerebro y en nuestras costumbres, Van Nimwegen, dedujo luego de uno de sus experimentos: que confiar a los ordenadores la solución de todos los problemas cognitivos reduce “la capacidad de nuestros cerebros para construir estructuras estables de conocimientos”. En otras palabras: cuanto más inteligente sea nuestro ordenador, más tontos seremos.
Tal vez haya exageraciones en el libro de Nicholas Carr, como ocurre siempre con los argumentos que defienden tesis controvertidas. Yo carezco de los conocimientos neurológicos y de informática para juzgar hasta qué punto son confiables las pruebas y experimentos científicos que describe en su libro. Pero éste me da la impresión de ser riguroso y sensato, un llamado de atención que –para qué engañarnos– no será escuchado. Lo que significa, si él tiene razón, que la robotización de una humanidad organizada en función de la “inteligencia artificial” es imparable. A menos, claro, que un cataclismo nuclear, por obra de un accidente o una acción terrorista, nos regrese a las cavernas. Habría que empezar de nuevo, entonces, y a ver si esta segunda vez lo hacemos mejor.
Fuente: La Republica.pe
http://www.larepublica.pe/31-07-2011/mas-informacion-menos-conocimiento
domingo, 24 de julio de 2011
Deus ex machina
GUSTAVO LINARES BENZO
EL UNIVERSAL
domingo 24 de julio de 2011
Como demuestra Roberto Casanova en su reciente libro Bifurcación, uno de los componentes esenciales del neomarxismo es su fe en la tecnología. Los fallos garrafales de las economías de planificación centralizada se habrían debido a la falta de tecnologías capaces de acopiar y procesar la información necesaria para que el Estado dirigiera la economía, no a que tal centralismo socialista fuese malo e inoperante en sí mismo. Ahora, el propio capitalismo ha puesto en las manos de los revolucionarios la herramienta para controlar la economía hasta sus últimos detalles: la computación.
El decreto Ley de Costos es muestra privilegiada de esta idolización de los bits y del Internet. Se pretende, literalmente, fijar los precios y costos de todas las transacciones económicas que ocurren en Venezuela, desde la harina de maíz hasta los diamantes. ¿Imposible, impracticable? Mao no pudo, Chávez sí podría, la diferencia la hacen Microsoft y Linux. Con computadoras, el Estado socialista será eficiente, manejará suficiente información y podrá procesarla, el totalitarismo cibernético es el único posible.
Dos proyectos ya hechos realidad han demostrado que el Estado venezolano puede ser muy hábil con la tecnología: los servicios de identificación y el control de cambios. Ambos manejan información sobre casi todos los venezolanos, el primero sobre efectivamente todos, a través de portales y correos electrónicos cada vez más eficientes. Pero se trata de la eficiencia del Gran Hermano, de algo muy semejante al Panóptico de Bentham, esa cárcel diseñada para que un solo centinela pudiese vigilar a todos los presos simultáneamente: el Gobierno lo quiere saber todo de nosotros, y lo está logrando.
Los nuevos símbolos del comunismo serán entonces la computadora y el teléfono inteligente. La tecnología se vuelve enemiga de la libertad, como demuestra la lucha de los activistas de derechos humanos por la privacidad de la data de los ciudadanos. Aquí, de un plumazo, el Gobierno pretende saber todo sobre nuestras finanzas y sobre esa base controlarnos. Ya es hora, pues, de pensar en venezolano sobre los grandes peligros de la técnica, no solamente de la que permite fabricar bombas atómicas o ensuciar el planeta, sino la que es capaz de hacer posible, real y terroríficamente, el Estado total que anhelaba Hitler, quien gracias a Dios no contaba con computadores.
glinares@cjlegal.net
EL UNIVERSAL
domingo 24 de julio de 2011
Como demuestra Roberto Casanova en su reciente libro Bifurcación, uno de los componentes esenciales del neomarxismo es su fe en la tecnología. Los fallos garrafales de las economías de planificación centralizada se habrían debido a la falta de tecnologías capaces de acopiar y procesar la información necesaria para que el Estado dirigiera la economía, no a que tal centralismo socialista fuese malo e inoperante en sí mismo. Ahora, el propio capitalismo ha puesto en las manos de los revolucionarios la herramienta para controlar la economía hasta sus últimos detalles: la computación.
El decreto Ley de Costos es muestra privilegiada de esta idolización de los bits y del Internet. Se pretende, literalmente, fijar los precios y costos de todas las transacciones económicas que ocurren en Venezuela, desde la harina de maíz hasta los diamantes. ¿Imposible, impracticable? Mao no pudo, Chávez sí podría, la diferencia la hacen Microsoft y Linux. Con computadoras, el Estado socialista será eficiente, manejará suficiente información y podrá procesarla, el totalitarismo cibernético es el único posible.
Dos proyectos ya hechos realidad han demostrado que el Estado venezolano puede ser muy hábil con la tecnología: los servicios de identificación y el control de cambios. Ambos manejan información sobre casi todos los venezolanos, el primero sobre efectivamente todos, a través de portales y correos electrónicos cada vez más eficientes. Pero se trata de la eficiencia del Gran Hermano, de algo muy semejante al Panóptico de Bentham, esa cárcel diseñada para que un solo centinela pudiese vigilar a todos los presos simultáneamente: el Gobierno lo quiere saber todo de nosotros, y lo está logrando.
Los nuevos símbolos del comunismo serán entonces la computadora y el teléfono inteligente. La tecnología se vuelve enemiga de la libertad, como demuestra la lucha de los activistas de derechos humanos por la privacidad de la data de los ciudadanos. Aquí, de un plumazo, el Gobierno pretende saber todo sobre nuestras finanzas y sobre esa base controlarnos. Ya es hora, pues, de pensar en venezolano sobre los grandes peligros de la técnica, no solamente de la que permite fabricar bombas atómicas o ensuciar el planeta, sino la que es capaz de hacer posible, real y terroríficamente, el Estado total que anhelaba Hitler, quien gracias a Dios no contaba con computadores.
glinares@cjlegal.net
viernes, 22 de julio de 2011
Porque no les abriré mi puerta
Por Luis Manuel Aguana (*)
Los Censos de Población y Vivienda son instrumentos básicos de Planificación a largo plazo en cualquier país del mundo. Los datos que se recaban les sirven a los Estados para entender como se ha extendido la población a lo largo y ancho del territorio en un periodo de 10 años y para tomar decisiones trascendentales de la vida de un país. Decisiones como cuantas escuelas y hospitales deberían existir y donde deberían ubicarse, que tantos acueductos, vías de penetración, comunicaciones y electricidad deberían necesitarse y donde, son parte de las decisiones que se toman derivadas de la información que se procesa del Censo. Asimismo, el saber cuantas personas viven en el país y donde se encuentran, les indican a los organismos electorales cuantos diputados deberán existir por circunscripción en los siguientes 10 años. Imagínense cuantas decisiones a favor de un país podrían tomarse de ser utilizados estos datos para el bienestar de la población.
Sin embargo, lamentablemente, ese no será el caso en la Venezuela de hoy con el próximo Censo de Población y Vivienda. Tenemos historia fundamentada de la utilización que ha hecho este gobierno con los datos personales de los ciudadanos, donde el ejemplo más doloroso lo ha representado la mal llamada "Lista de Tascón" y que este escribidor ha rebautizado como "Lista de Chávez" (ver Un Réquiem por Luis Tascón en http://ticsddhh.blogspot.com/2010/08/un-requiem-por-luis-tascon.html) al ser este ultimo su principal instigador y el primero su autor material. Los venezolanos corremos el altísimo riesgo de que nuestros datos personales se encuentren en una base de datos administrada por extranjeros agentes de la tiranía castrista. Asimismo, la prensa nos ha informado (ver Siete Días, El Nacional 17 de Julio 2011) que será una empresa castrista la que elaborará y administrará la expedición de nuestro principal documento de identificación, la cédula de identidad, y que contendrá datos personalísimos que además de los conocidos nombres y apellidos y fecha de nacimiento, almacenará adicionalmente la identificación biométrica de las huellas dactilares, pago de impuestos, firma y fotografía digital. Inclusive se ha hablado de incluir el tipo de sangre y la historia médica. El gobierno nacional ha puesto en manos de extranjeros todos los datos actuales de los venezolanos, a lo que debemos agregar que el gobierno venezolano, mucho menos los ciudadanos venezolanos tendremos acceso a esa base de datos (véase Siete Días mencionado).
La Protección de Datos Personales es una deuda que tienen la mayoría de los países latinoamericanos para con sus ciudadanos. Sin embargo, varios de ellos han empezado a saldar esa deuda, como el caso del Perú, que recientemente aprobó el Proyecto de Ley No. 4079/2009-PE, publicado el 3 de Julio de 2011, como Ley No. 29733, Ley de Protección de Datos Personales, que desarrolla el contenido del derecho fundamental de la protección a la vida privada reconocido en el artículo 2º inciso 6º de la Constitución peruana de 1993, así como establece medidas orientadas a su respeto y garantía. Otro caso es el de Uruguay, que decretó en el año 2008 la Ley Nº 18.331, Ley de Protección de Datos Personales y Acción de "Habeas Data", fundamentada en el Artículo 72 de su Constitución que resguarda también la vida privada de sus ciudadanos. Así como estos casos, el resto de los países latinoamericanos se encuentran en el desarrollo de sus normas correspondientes. Sin embargo en nuestro país esa norma no se divisa por ningún lado. Existe en la actualidad un Anteproyecto denominado "Proyecto de Ley de Protección de Datos y Habeas Data en Venezuela" que duerme el sueño de los justos en la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Asamblea Nacional y que estuvo en la Agenda Legislativa en el año 2004.
Como se verá, existe una preocupación legítima en Latinoamérica acerca de lo que pueden hacer los gobiernos con los datos personales de los ciudadanos a la luz de las nuevas tecnologías de información. De no existir en el ordenamiento jurídico vigente una Ley que reglamente lo previsto en los Artículos 28, 48 y 60 de nuestra Constitución en relación a la protección de la privacidad de los ciudadanos, lo que nos queda es negarnos a proveer mas información a un gobierno que ha demostrado fehacientemente no tener ningún respeto a la norma Constitucional.
¿Como es posible que Perú, por solo citar el ejemplo descrito, que se encuentra por debajo de Venezuela en penetración digital como lo indica la Unión Internacional de Telecomunicaciones en su índice de penetración de tecnologías, ya posea una ley vigente aprobada este mes, que norma lo previsto en su Constitución acerca de la protección a la privacidad de los datos de sus ciudadanos? La respuesta nos la da el propio gobierno al poner todos los datos de la población en manos de agentes castristas : no está en su interés protegerlos. En la medida que nos encontremos más desprotegidos mayor será la invasión a nuestra intimidad y privacidad y presas fáciles del Estado totalitario castrocomunista que intentan imponernos.
El Director del Instituto Nacional de Estadística, INE, se ha apresurado a decir, preocupado por esta situación, que los datos que se suministren en el Censo serán secretos y protegidos por el "Secreto Estadístico". Eso sería cierto en cualquier país civilizado con un Estado de Derecho en el que se cumpla la Constitución. Los venezolanos tenemos sobradas razones para creer que esos datos personales que se entreguen a los funcionarios del INE no serán utilizados para lo que deberían ser utilizados, sino para fines muy distintos en consonancia con los intereses totalitarios del castrismo y del castrochavismo. Los venezolanos hemos acumulado harta experiencia desde 1999 hasta el presente como para no creer en nada de lo que diga o prometa el gobierno y tenemos la certeza de que nada hará cambiar su modo de pensar porque ya nos ha probado que ha usado ilegalmente datos de las personas en el pasado, violentando la ley y el Estado de Derecho.
Nunca antes los venezolanos nos habíamos visto tan desprotegidos cuando la norma Constitucional, que debiera ser el eje principal de esa protección, es violada permanentemente por quien está en la obligación en primer lugar de respetarla y hacerla respetar. El hecho de que datos personales como quienes y cuantas personas viven en nuestra casa, cuantas habitaciones tiene, que tipo de vivienda posees, estén en manos de un gobierno como este, es inaceptable para esa inmensa mayoría de quienes ese mismo gobierno dispuso que fuéramos discriminados políticamente en Venezuela a través de la Lista de Tascón, que esta más vigente que nunca. Estando fuera del gobierno, millones de venezolanos no estamos en condiciones de saber para que utilizaría el gobierno esta información privilegiada y almacenada en medios electrónicos, pero por amarga experiencia se nos ocurre una muy evidente: su utilización política y con fines electorales para la reubicación de más dos millones de personas damnificadas que buscan vivienda y que fueron registradas en la Misión Vivienda del gobierno. Y eso podrían hacerlo de la noche a la mañana utilizando medios informáticos, una vez que conozcan los datos del Censo, violentando así la confidencialidad de ese "Secreto Estadístico" que el Director del INE dice que protegerá. ¿Los venezolanos nos estamos dando cuenta de lo grave que es que un gobierno tenga información privilegiada y que pueda usarla en contra de todos nosotros con fines políticos y represivos, pasando por encima de la norma constitucional y que nosotros no podamos hacer nada?
Como venezolanos estamos en nuestro derecho, como lo establece el Artículo 60: "Toda persona tiene derecho a la protección de su honor, vida privada, intimidad, propia imagen, confidencialidad y reputación. La ley limitará el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad personal y familiar de los ciudadanos y ciudadanas y el pleno ejercicio de sus derechos.". Y en el ejercicio de ese derecho a nuestra vida privada, que nos concede la Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela, es nuestro deber cívico, constitucional y con nosotros mismos no abrirles nuestra puerta. Esa al menos será mi posición personal.
Caracas, 22 de julio de 2011
(*) Incluye las observaciones y sugerencias del Dr. Manuel Rodríguez Mena, Ex Decano FACES-UCV
Blog: http://ticsddhh.blogspot.com/
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana
Los Censos de Población y Vivienda son instrumentos básicos de Planificación a largo plazo en cualquier país del mundo. Los datos que se recaban les sirven a los Estados para entender como se ha extendido la población a lo largo y ancho del territorio en un periodo de 10 años y para tomar decisiones trascendentales de la vida de un país. Decisiones como cuantas escuelas y hospitales deberían existir y donde deberían ubicarse, que tantos acueductos, vías de penetración, comunicaciones y electricidad deberían necesitarse y donde, son parte de las decisiones que se toman derivadas de la información que se procesa del Censo. Asimismo, el saber cuantas personas viven en el país y donde se encuentran, les indican a los organismos electorales cuantos diputados deberán existir por circunscripción en los siguientes 10 años. Imagínense cuantas decisiones a favor de un país podrían tomarse de ser utilizados estos datos para el bienestar de la población.
Sin embargo, lamentablemente, ese no será el caso en la Venezuela de hoy con el próximo Censo de Población y Vivienda. Tenemos historia fundamentada de la utilización que ha hecho este gobierno con los datos personales de los ciudadanos, donde el ejemplo más doloroso lo ha representado la mal llamada "Lista de Tascón" y que este escribidor ha rebautizado como "Lista de Chávez" (ver Un Réquiem por Luis Tascón en http://ticsddhh.blogspot.com/2010/08/un-requiem-por-luis-tascon.html) al ser este ultimo su principal instigador y el primero su autor material. Los venezolanos corremos el altísimo riesgo de que nuestros datos personales se encuentren en una base de datos administrada por extranjeros agentes de la tiranía castrista. Asimismo, la prensa nos ha informado (ver Siete Días, El Nacional 17 de Julio 2011) que será una empresa castrista la que elaborará y administrará la expedición de nuestro principal documento de identificación, la cédula de identidad, y que contendrá datos personalísimos que además de los conocidos nombres y apellidos y fecha de nacimiento, almacenará adicionalmente la identificación biométrica de las huellas dactilares, pago de impuestos, firma y fotografía digital. Inclusive se ha hablado de incluir el tipo de sangre y la historia médica. El gobierno nacional ha puesto en manos de extranjeros todos los datos actuales de los venezolanos, a lo que debemos agregar que el gobierno venezolano, mucho menos los ciudadanos venezolanos tendremos acceso a esa base de datos (véase Siete Días mencionado).
La Protección de Datos Personales es una deuda que tienen la mayoría de los países latinoamericanos para con sus ciudadanos. Sin embargo, varios de ellos han empezado a saldar esa deuda, como el caso del Perú, que recientemente aprobó el Proyecto de Ley No. 4079/2009-PE, publicado el 3 de Julio de 2011, como Ley No. 29733, Ley de Protección de Datos Personales, que desarrolla el contenido del derecho fundamental de la protección a la vida privada reconocido en el artículo 2º inciso 6º de la Constitución peruana de 1993, así como establece medidas orientadas a su respeto y garantía. Otro caso es el de Uruguay, que decretó en el año 2008 la Ley Nº 18.331, Ley de Protección de Datos Personales y Acción de "Habeas Data", fundamentada en el Artículo 72 de su Constitución que resguarda también la vida privada de sus ciudadanos. Así como estos casos, el resto de los países latinoamericanos se encuentran en el desarrollo de sus normas correspondientes. Sin embargo en nuestro país esa norma no se divisa por ningún lado. Existe en la actualidad un Anteproyecto denominado "Proyecto de Ley de Protección de Datos y Habeas Data en Venezuela" que duerme el sueño de los justos en la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Asamblea Nacional y que estuvo en la Agenda Legislativa en el año 2004.
Como se verá, existe una preocupación legítima en Latinoamérica acerca de lo que pueden hacer los gobiernos con los datos personales de los ciudadanos a la luz de las nuevas tecnologías de información. De no existir en el ordenamiento jurídico vigente una Ley que reglamente lo previsto en los Artículos 28, 48 y 60 de nuestra Constitución en relación a la protección de la privacidad de los ciudadanos, lo que nos queda es negarnos a proveer mas información a un gobierno que ha demostrado fehacientemente no tener ningún respeto a la norma Constitucional.
¿Como es posible que Perú, por solo citar el ejemplo descrito, que se encuentra por debajo de Venezuela en penetración digital como lo indica la Unión Internacional de Telecomunicaciones en su índice de penetración de tecnologías, ya posea una ley vigente aprobada este mes, que norma lo previsto en su Constitución acerca de la protección a la privacidad de los datos de sus ciudadanos? La respuesta nos la da el propio gobierno al poner todos los datos de la población en manos de agentes castristas : no está en su interés protegerlos. En la medida que nos encontremos más desprotegidos mayor será la invasión a nuestra intimidad y privacidad y presas fáciles del Estado totalitario castrocomunista que intentan imponernos.
El Director del Instituto Nacional de Estadística, INE, se ha apresurado a decir, preocupado por esta situación, que los datos que se suministren en el Censo serán secretos y protegidos por el "Secreto Estadístico". Eso sería cierto en cualquier país civilizado con un Estado de Derecho en el que se cumpla la Constitución. Los venezolanos tenemos sobradas razones para creer que esos datos personales que se entreguen a los funcionarios del INE no serán utilizados para lo que deberían ser utilizados, sino para fines muy distintos en consonancia con los intereses totalitarios del castrismo y del castrochavismo. Los venezolanos hemos acumulado harta experiencia desde 1999 hasta el presente como para no creer en nada de lo que diga o prometa el gobierno y tenemos la certeza de que nada hará cambiar su modo de pensar porque ya nos ha probado que ha usado ilegalmente datos de las personas en el pasado, violentando la ley y el Estado de Derecho.
Nunca antes los venezolanos nos habíamos visto tan desprotegidos cuando la norma Constitucional, que debiera ser el eje principal de esa protección, es violada permanentemente por quien está en la obligación en primer lugar de respetarla y hacerla respetar. El hecho de que datos personales como quienes y cuantas personas viven en nuestra casa, cuantas habitaciones tiene, que tipo de vivienda posees, estén en manos de un gobierno como este, es inaceptable para esa inmensa mayoría de quienes ese mismo gobierno dispuso que fuéramos discriminados políticamente en Venezuela a través de la Lista de Tascón, que esta más vigente que nunca. Estando fuera del gobierno, millones de venezolanos no estamos en condiciones de saber para que utilizaría el gobierno esta información privilegiada y almacenada en medios electrónicos, pero por amarga experiencia se nos ocurre una muy evidente: su utilización política y con fines electorales para la reubicación de más dos millones de personas damnificadas que buscan vivienda y que fueron registradas en la Misión Vivienda del gobierno. Y eso podrían hacerlo de la noche a la mañana utilizando medios informáticos, una vez que conozcan los datos del Censo, violentando así la confidencialidad de ese "Secreto Estadístico" que el Director del INE dice que protegerá. ¿Los venezolanos nos estamos dando cuenta de lo grave que es que un gobierno tenga información privilegiada y que pueda usarla en contra de todos nosotros con fines políticos y represivos, pasando por encima de la norma constitucional y que nosotros no podamos hacer nada?
Como venezolanos estamos en nuestro derecho, como lo establece el Artículo 60: "Toda persona tiene derecho a la protección de su honor, vida privada, intimidad, propia imagen, confidencialidad y reputación. La ley limitará el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad personal y familiar de los ciudadanos y ciudadanas y el pleno ejercicio de sus derechos.". Y en el ejercicio de ese derecho a nuestra vida privada, que nos concede la Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela, es nuestro deber cívico, constitucional y con nosotros mismos no abrirles nuestra puerta. Esa al menos será mi posición personal.
Caracas, 22 de julio de 2011
(*) Incluye las observaciones y sugerencias del Dr. Manuel Rodríguez Mena, Ex Decano FACES-UCV
Blog: http://ticsddhh.blogspot.com/
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana
domingo, 3 de julio de 2011
Captahuellas y Maquinas versus Medicinas
Por Luis Manuel Aguana
Ya consiguieron los reales. La Asamblea Nacional le aprobó al CNE 499 millones 500 mil BsF para adquirir entre 40 y 45 mil nuevas captahuellas y 12 mil maquinas electorales para las próximas elecciones. Ni vale la pena hacer ejercicios mentales acerca de lo que podría hacerse con ese dinero dentro de las urgencias mas agudas de nuestra población en materia de salud, vivienda, seguridad, etc., etc., etc. Todos nos preguntamos porque es prioritario para el gobierno el tema electoral, aun por encima de la salud, por solo mencionar una de las más importantes. ¿Porque la compra de más de 40 mil maquinas captahuellas y 12 mil maquinas electorales nuevas es mas importante que proveer insumos para los hospitales, donde mueren como moscas miles de venezolanos todos los días por la falta de medicinas? Eso lo tendrá que responder para la historia este gobierno algún día.
Por ahora, nos toca tratar de resolver que es lo que pretenden hacer con esos equipos, ya que como para el gobierno son más importantes que la salud de la población, nos figuramos que su adquisición tiene que ver con la salud, pero no la del pueblo, sino de la salud y la continuidad del proceso socialista. Y ya en el terreno de las especulaciones, y en virtud de que muy poco hemos sabido del proyecto Sistema de Autenticación Integral-SAI que tiene el CNE y por el cual los venezolanos no tendremos ni mas medicinas, ni más seguridad ni más viviendas, lo que nos queda a la sociedad civil es seguir presionando por respuestas. Las pocas respuestas dadas por los voceros de una y otra parte, oposición y oficialismo, que leemos en la prensa dan pie para más dudas e interrogantes.
En efecto, leemos en la prensa (6to Poder, 03 al 10 de Julio 2011) de los voceros técnicos de la Unidad Democrática que la preocupación fundamental se centra en como van a ser procesadas las huellas, su transformación de un sistema a otro (Saime-Sagem a CNE-Cogent) o el retraso que se materializaría muy probablemente cuando por alguna circunstancia técnica el lector captahuella no reconozca a un elector y tenga que haber una decisión para ver si puede o no votar en una mesa. También se indica que sistemas como estos deben ser probados antes, en una implementación de prueba y por supuesto que se deben estudiar las naturales experiencias internacionales acerca de este tipo de sistemas. Era de esperar que cada una de estas “objeciones” fuera claramente respondida por técnicos vinculados al oficialismo, indicando que lo técnico esta resuelto porque como bien hemos apuntado, todo se puede hacer con la tecnología y aun más si se tiene el dinero dispuesto para ello. La única y tal vez mas importante apreciación mencionada en la prensa por parte de los factores de oposición es de orden político y nos habla de que el gobierno desea atemorizar “a los empleados públicos, beneficiarios de las misiones, jubilados, promover la abstención”, a lo que responde el oficialismo que lo que el gobierno pretende con esa nueva tecnología es tener unas elecciones “blindadas y transparentes que le confieran mayor confiabilidad y credibilidad al organismo electoral”.
De nuevo, ¿Y que esperaban que les dijeran? ¿Que el CNE no iba a poder resolver una pendejada técnica como una conversión de datos? ¿Que la gente no iba a poder votar cuando una la maquina captahuella no reconociera a un elector? ¿Qué el CNE con todos los reales del mundo no iba a poder hacer una prueba técnica manipulada para demostrar que el sistema si sirve? ¿Qué les pasa? Luego de leer la prensa me siento aterrorizado.
No vi ninguna apreciación de fondo de ese sistema de parte de nuestros representantes técnicos. ¿Dónde van a residir los datos biométricos para la constatación de un elector? ¿En el CNE? ¿En la maquina electoral? Si los datos van a estar en el CNE, ¿Cómo será el mecanismo que le dará permiso al elector para que haga su voto en la máquina? Si esto es así, TODAS las maquinas del país deberán estar “en línea”, fracturando de ese modo la conquista previa de que las captahuellas debían estar “fuera de línea” para evitar el ventajismo que se demostró en el pasado de la movilización de las bandas del PSUV porque tenían conocimiento de quien había votado y quien no. Estando los datos biométricos en el CNE para poder dar luz verde al elector y proceder al voto, el organismo electoral debe explicar como hará para que eso ocurra. ¿Estará la máquina con su captahuella “en línea” con el CNE o serán equipos diferentes? Si la máquina electoral está “en línea” estaremos ante una situación sumamente grave puesto que en todos nuestros anteriores procesos electorales nunca se había permitido esa posibilidad, dadas las infinitas formas técnicas y de intercambio de datos que se abren acerca de la violación del principio al secreto del voto.
Por otro lado, si los datos biométricos residen en cada máquina electoral y la máquina esta “fuera de línea”, el CNE debe responder como garantizará que no habrá una nueva versión del “multicedulado”. Esto es, que un registro Cedula-Huella Biométrica este presente en varias máquinas ¿Y como se come eso? Fácilmente. Diferentes bases de datos en distintas maquinas que contengan registros duplicados de militantes del oficialismo permitiéndole a estos presentarse en varias mesas con su mismo número de cédula y la maquina permitiendo su voto. No veo como, con el nuevo sistema del CNE, pueda evitarse este problema si la data es manipulada convenientemente en cada máquina. Si este es el escenario, deberíamos estar pidiendo garantías y copias de esas bases de datos de cada máquina.
En cada caso es precisa una explicación y una garantía de cómo se hará para que no se registe la identificación del elector con su voto, ya que este se producirá en el mismo acto; en otras palabras como se garantizará el secreto del voto. Y es precisamente por eso que fuera de toda explicación de forma, la oposición debe exigir conocer a fondo como es la arquitectura general del sistema que se le esta proponiendo al país, incluyendo el procedimiento completo, porque no lo conocemos. Lo único que sabemos es que habrán nuevas captahuellas pegadas a la maquina de votación. No sabemos aún en cuales condiciones técnicas. No sabemos como serán los programas y como funcionarán. No sabemos como serán esos programas y la configuración técnica de los equipos sobre los que van a operar, ni como se dará garantía al secreto del voto a la población. Eso es lo que debería estar exigiendo la oposición para poder tomar como un todo, político y técnico, una posición definitiva acerca de si este sistema le conviene o no a los venezolanos. Si los técnicos de la MUD saben más acerca de este proyecto, están en la obligación de informarlo a todo el mundo.
Siento que la oposición política ha sido muy débil en su respuesta a esto que se nos viene encima con esta nueva implementación electoral del CNE y ha sido muy poca la cobertura que le han dado los medios de comunicación a este nuevo sistema. El CNE convenientemente ha toreado con mucho éxito los requerimientos que se le han formulado acerca del proyecto precisamente porque nos lo piensa comunicar cuando ya este listo para su implantación y cuando ya sea un hecho técnico. ¿Y que estaremos nosotros haciendo mientras eso pasa? ¿Viéndonos el ombligo?
Es ahora precisamente cuando debemos dar nuestros alegatos técnicos porque si bien es cierto tienen los reales para comprar su nuevo sistema, aun no lo han hecho. El CNE debe tener ya un proyecto escrito para indicarle al proveedor que es lo que van a hacer y que es lo que van a comprar. Y eso es precisamente lo que no nos quieren informar. Tenemos todo el derecho a conocer su proyecto y como se implementará, ya que se esta comprando con del dinero de todos los venezolanos, incluso por sobre necesidades mas perentorias como las medicinas para los hospitales. Eso es lo que tenemos todos que exigir públicamente, así como ya lo exijo como venezolano y elector a través de estas líneas. Hagamos todos una cruzada para que eso sea así.
Ya consiguieron los reales. La Asamblea Nacional le aprobó al CNE 499 millones 500 mil BsF para adquirir entre 40 y 45 mil nuevas captahuellas y 12 mil maquinas electorales para las próximas elecciones. Ni vale la pena hacer ejercicios mentales acerca de lo que podría hacerse con ese dinero dentro de las urgencias mas agudas de nuestra población en materia de salud, vivienda, seguridad, etc., etc., etc. Todos nos preguntamos porque es prioritario para el gobierno el tema electoral, aun por encima de la salud, por solo mencionar una de las más importantes. ¿Porque la compra de más de 40 mil maquinas captahuellas y 12 mil maquinas electorales nuevas es mas importante que proveer insumos para los hospitales, donde mueren como moscas miles de venezolanos todos los días por la falta de medicinas? Eso lo tendrá que responder para la historia este gobierno algún día.
Por ahora, nos toca tratar de resolver que es lo que pretenden hacer con esos equipos, ya que como para el gobierno son más importantes que la salud de la población, nos figuramos que su adquisición tiene que ver con la salud, pero no la del pueblo, sino de la salud y la continuidad del proceso socialista. Y ya en el terreno de las especulaciones, y en virtud de que muy poco hemos sabido del proyecto Sistema de Autenticación Integral-SAI que tiene el CNE y por el cual los venezolanos no tendremos ni mas medicinas, ni más seguridad ni más viviendas, lo que nos queda a la sociedad civil es seguir presionando por respuestas. Las pocas respuestas dadas por los voceros de una y otra parte, oposición y oficialismo, que leemos en la prensa dan pie para más dudas e interrogantes.
En efecto, leemos en la prensa (6to Poder, 03 al 10 de Julio 2011) de los voceros técnicos de la Unidad Democrática que la preocupación fundamental se centra en como van a ser procesadas las huellas, su transformación de un sistema a otro (Saime-Sagem a CNE-Cogent) o el retraso que se materializaría muy probablemente cuando por alguna circunstancia técnica el lector captahuella no reconozca a un elector y tenga que haber una decisión para ver si puede o no votar en una mesa. También se indica que sistemas como estos deben ser probados antes, en una implementación de prueba y por supuesto que se deben estudiar las naturales experiencias internacionales acerca de este tipo de sistemas. Era de esperar que cada una de estas “objeciones” fuera claramente respondida por técnicos vinculados al oficialismo, indicando que lo técnico esta resuelto porque como bien hemos apuntado, todo se puede hacer con la tecnología y aun más si se tiene el dinero dispuesto para ello. La única y tal vez mas importante apreciación mencionada en la prensa por parte de los factores de oposición es de orden político y nos habla de que el gobierno desea atemorizar “a los empleados públicos, beneficiarios de las misiones, jubilados, promover la abstención”, a lo que responde el oficialismo que lo que el gobierno pretende con esa nueva tecnología es tener unas elecciones “blindadas y transparentes que le confieran mayor confiabilidad y credibilidad al organismo electoral”.
De nuevo, ¿Y que esperaban que les dijeran? ¿Que el CNE no iba a poder resolver una pendejada técnica como una conversión de datos? ¿Que la gente no iba a poder votar cuando una la maquina captahuella no reconociera a un elector? ¿Qué el CNE con todos los reales del mundo no iba a poder hacer una prueba técnica manipulada para demostrar que el sistema si sirve? ¿Qué les pasa? Luego de leer la prensa me siento aterrorizado.
No vi ninguna apreciación de fondo de ese sistema de parte de nuestros representantes técnicos. ¿Dónde van a residir los datos biométricos para la constatación de un elector? ¿En el CNE? ¿En la maquina electoral? Si los datos van a estar en el CNE, ¿Cómo será el mecanismo que le dará permiso al elector para que haga su voto en la máquina? Si esto es así, TODAS las maquinas del país deberán estar “en línea”, fracturando de ese modo la conquista previa de que las captahuellas debían estar “fuera de línea” para evitar el ventajismo que se demostró en el pasado de la movilización de las bandas del PSUV porque tenían conocimiento de quien había votado y quien no. Estando los datos biométricos en el CNE para poder dar luz verde al elector y proceder al voto, el organismo electoral debe explicar como hará para que eso ocurra. ¿Estará la máquina con su captahuella “en línea” con el CNE o serán equipos diferentes? Si la máquina electoral está “en línea” estaremos ante una situación sumamente grave puesto que en todos nuestros anteriores procesos electorales nunca se había permitido esa posibilidad, dadas las infinitas formas técnicas y de intercambio de datos que se abren acerca de la violación del principio al secreto del voto.
Por otro lado, si los datos biométricos residen en cada máquina electoral y la máquina esta “fuera de línea”, el CNE debe responder como garantizará que no habrá una nueva versión del “multicedulado”. Esto es, que un registro Cedula-Huella Biométrica este presente en varias máquinas ¿Y como se come eso? Fácilmente. Diferentes bases de datos en distintas maquinas que contengan registros duplicados de militantes del oficialismo permitiéndole a estos presentarse en varias mesas con su mismo número de cédula y la maquina permitiendo su voto. No veo como, con el nuevo sistema del CNE, pueda evitarse este problema si la data es manipulada convenientemente en cada máquina. Si este es el escenario, deberíamos estar pidiendo garantías y copias de esas bases de datos de cada máquina.
En cada caso es precisa una explicación y una garantía de cómo se hará para que no se registe la identificación del elector con su voto, ya que este se producirá en el mismo acto; en otras palabras como se garantizará el secreto del voto. Y es precisamente por eso que fuera de toda explicación de forma, la oposición debe exigir conocer a fondo como es la arquitectura general del sistema que se le esta proponiendo al país, incluyendo el procedimiento completo, porque no lo conocemos. Lo único que sabemos es que habrán nuevas captahuellas pegadas a la maquina de votación. No sabemos aún en cuales condiciones técnicas. No sabemos como serán los programas y como funcionarán. No sabemos como serán esos programas y la configuración técnica de los equipos sobre los que van a operar, ni como se dará garantía al secreto del voto a la población. Eso es lo que debería estar exigiendo la oposición para poder tomar como un todo, político y técnico, una posición definitiva acerca de si este sistema le conviene o no a los venezolanos. Si los técnicos de la MUD saben más acerca de este proyecto, están en la obligación de informarlo a todo el mundo.
Siento que la oposición política ha sido muy débil en su respuesta a esto que se nos viene encima con esta nueva implementación electoral del CNE y ha sido muy poca la cobertura que le han dado los medios de comunicación a este nuevo sistema. El CNE convenientemente ha toreado con mucho éxito los requerimientos que se le han formulado acerca del proyecto precisamente porque nos lo piensa comunicar cuando ya este listo para su implantación y cuando ya sea un hecho técnico. ¿Y que estaremos nosotros haciendo mientras eso pasa? ¿Viéndonos el ombligo?
Es ahora precisamente cuando debemos dar nuestros alegatos técnicos porque si bien es cierto tienen los reales para comprar su nuevo sistema, aun no lo han hecho. El CNE debe tener ya un proyecto escrito para indicarle al proveedor que es lo que van a hacer y que es lo que van a comprar. Y eso es precisamente lo que no nos quieren informar. Tenemos todo el derecho a conocer su proyecto y como se implementará, ya que se esta comprando con del dinero de todos los venezolanos, incluso por sobre necesidades mas perentorias como las medicinas para los hospitales. Eso es lo que tenemos todos que exigir públicamente, así como ya lo exijo como venezolano y elector a través de estas líneas. Hagamos todos una cruzada para que eso sea así.
martes, 21 de junio de 2011
Violación de correos: Un problema de soberanía
Por Luis Manuel Aguana
La noticia del espionaje cubano de correos venezolanos, más que una nueva violación de la Constitución por parte del gobierno de Hugo Chávez, es la comprobación más abyecta de la entrega de nuestra soberanía a otro país. Ni siquiera nos están espiando policías venezolanos, nos están espiando los esbirros de la policía política de Cuba. Se comprueban así todos los supuestos que hemos manejado en este blog relativos a la relación directa que existe entre el respeto a la privacidad de los datos y los mensajes privados con la violación de los Derechos Humanos de los ciudadanos. De allí a que empiece la policía política a allanar los domicilios de los espiados, buscando supuestas pruebas de una conspiración en contra de la seguridad del Estado, no hay más que un paso.
La utilización de medios técnicos, en especial las tecnologías del manejo de información y comunicaciones, TICs, por parte de los gobiernos con el fin de manipular, controlar y en algunos casos perseguir a los ciudadanos, ya está ocurriendo en Venezuela y se comprueba con la noticia. Esta desviación en países como los nuestros, donde aún existen rasgos profundamente presidencialistas y de tendencias históricas autoritarias, hace aún más vulnerables los derechos ciudadanos de las personas. Si un Estado puede en virtud de su poder controlar hasta la más pequeña pieza de información relativa a sus ciudadanos, sin respeto de las leyes y la Constitución, el resto de los derechos humanos estarán seriamente amenazados. Un país sin instituciones sólidas puede utilizar las herramientas que da la tecnología para violar más eficientemente los Derechos Humanos, irrespetando la Constitución y las leyes. El gobierno de Chávez ha sido un ejemplo de ello.
Los adelantos técnicos solo tienen un sentido cuando, además de aumentar la calidad de vida en sociedad por intermedio de su utilización, traigan un aumento de la libertad y la democracia en el marco de un mayor respeto a los Derechos Humanos; y cualquier desviación técnica debido a la utilización impropia de las tecnologías de la información, que implique un uso en contra de estos principios fundamentales, debe ser denunciada y condenada.
De acuerdo a la información que leemos de El Nuevo Herald (http://www.elnuevoherald.com/2011/06/15/962107/cubanos-realizan-espionaje-digital.html) las operaciones de espionaje son realizadas desde las instalaciones de la Dirección de Inteligencia Militar-DIM, pero son completamente controladas por cubanos, sin intervención de venezolanos. Debemos recordar que a comienzos del presente año escribimos en este blog acerca del cable submarino que se esta instalando entre Cuba y Venezuela (http://ticsddhh.blogspot.com/2011/01/el-cable.html) y cuya inauguración esta prevista para Julio del presente año. Una vez que ya este completado el tendido de ese cable submarino ya no necesitarán instalaciones de cubanos para espiarnos en la sede del DIM en Caracas; eso lo realizarán desde Cuba.
La situación de entrega nuestra soberanía que hace Hugo Chávez poniendo a la disposición del gobierno cubano toda la estructura tecnológica necesaria y toda la información de ciudadanos venezolanos para perseguirlos, lo hace responsable no solo de un delito de violación de Derechos Humanos sino de Traición a la Patria, en virtud de la delegación de soberanía y la entrega de una información que solo tiene pertinencia a los ciudadanos de este país. Todos los venezolanos debemos rechazar contundentemente y por todas las vías posibles este nuevo escenario que nos pone en el primer plano de la violación global de Derechos Humanos.
Es notoria la composición de esta nueva lista de ciudadanos: Políticos, periodistas, formadores de opinión pública, miembros y dirigentes de organizaciones civiles. Se está construyendo una nueva y más sofisticada Lista de Tascón al servicio de la llamada “revolución bolivariana”, utilizando los medios más avanzados que puede proveer la renta petrolera en materia de tecnología. Pero en esta segunda fase del avance del proyecto comunista de Hugo Chávez, la nueva lista podrá ser utilizada, no para despedirnos de un trabajo, o rescindirnos contratos con el gobierno, sino para reprimirnos y perseguirnos policialmente. Y lo mas grave, todos los venezolanos con un correo electrónico estaremos expuestos a esta violación. Ojo con esto oposición dormida!
He sostenido la hipótesis que el uso de las tecnologías de información y comunicaciones, TICs, en sociedades carentes de madurez social y política, y con instituciones débiles y corrompidas, derivan hacia una utilización inadecuada de estas tecnologías en el ámbito de lo público, siendo una tentación muy fuerte de los gobiernos el hacer un uso político de ellas, en aras de su sostenimiento en el poder. Este uso generalmente esta reñido con el respeto básico a los Derechos Humanos fundamentales, en violación expresa a toda normativa que pueda existir en esa materia en los países. Es posible que en razón de un gobierno eficiente un país pueda invertir en TIC’s, pero queda en manos de la orientación de sus gobernantes un uso racional de esas tecnologías cónsono con los Derechos Humanos para el bienestar de sus ciudadanos. Si no existen los resortes legales que impidan un uso ilegitimo de las TIC’s y/o gobiernos que ignoren los límites, esta puede resultar ser la mejor herramienta para la violación persistente de los derechos fundamentales y la persecución de las personas.
Deseo resaltar la gravedad de esta noticia: en Venezuela, está constitucionalmente establecida la protección de la privacidad de los datos de las personas, (Art. 60 Constitucional) y existe una ley expresamente redactada, la Ley Especial Contra Delitos Informáticos, Gaceta Oficial Nº 37.313 de fecha 30 de octubre de 2001, que en su Artículo 11, Espionaje informático establece: “El que indebidamente obtenga, revele o difunda la data o información contenidas en un sistema que utilice tecnologías de información o en cualquiera de sus componentes, será penado con prisión de cuatro a ocho años y multa de cuatrocientas a ochocientas unidades tributarias”. El gobierno no solo esta violando la Constitución y la Ley del país al violentar la información contenida en estos correos de ciudadanos venezolanos sino la está entregando a un Estado foráneo. Y esto no solo va para el gobierno sino para cualquier ciudadano que haga difusión pública de esa información (La Hojilla dixit).
Los venezolanos concientes de este nuevo giro técnico de la “revolución” de Hugo Chávez en contra de nuestras libertades y derechos, deberemos estar mucho mas vigilantes a partir de ahora dada la naturaleza especializada de la persecución que se nos avecina. Y nuestra oposición deberá ser mucho más conciente y más técnica para una lucha que promete ser muy dura en los próximos tiempos. El comunismo cubano ha avanzado en materia tecnológica y esta utilizando el puente que Venezuela ha significado, para acceder a tecnologías que les estaban prohibidas hasta hace poco gracias a la entrega total de nuestro país por parte de Hugo Chávez. Desde aquí un campanazo de alerta a quienes corresponda para que los cubanos no nos agarren por pendejos porque somos mejores en esto…
Caracas 21 de Junio de 2011
La noticia del espionaje cubano de correos venezolanos, más que una nueva violación de la Constitución por parte del gobierno de Hugo Chávez, es la comprobación más abyecta de la entrega de nuestra soberanía a otro país. Ni siquiera nos están espiando policías venezolanos, nos están espiando los esbirros de la policía política de Cuba. Se comprueban así todos los supuestos que hemos manejado en este blog relativos a la relación directa que existe entre el respeto a la privacidad de los datos y los mensajes privados con la violación de los Derechos Humanos de los ciudadanos. De allí a que empiece la policía política a allanar los domicilios de los espiados, buscando supuestas pruebas de una conspiración en contra de la seguridad del Estado, no hay más que un paso.
La utilización de medios técnicos, en especial las tecnologías del manejo de información y comunicaciones, TICs, por parte de los gobiernos con el fin de manipular, controlar y en algunos casos perseguir a los ciudadanos, ya está ocurriendo en Venezuela y se comprueba con la noticia. Esta desviación en países como los nuestros, donde aún existen rasgos profundamente presidencialistas y de tendencias históricas autoritarias, hace aún más vulnerables los derechos ciudadanos de las personas. Si un Estado puede en virtud de su poder controlar hasta la más pequeña pieza de información relativa a sus ciudadanos, sin respeto de las leyes y la Constitución, el resto de los derechos humanos estarán seriamente amenazados. Un país sin instituciones sólidas puede utilizar las herramientas que da la tecnología para violar más eficientemente los Derechos Humanos, irrespetando la Constitución y las leyes. El gobierno de Chávez ha sido un ejemplo de ello.
Los adelantos técnicos solo tienen un sentido cuando, además de aumentar la calidad de vida en sociedad por intermedio de su utilización, traigan un aumento de la libertad y la democracia en el marco de un mayor respeto a los Derechos Humanos; y cualquier desviación técnica debido a la utilización impropia de las tecnologías de la información, que implique un uso en contra de estos principios fundamentales, debe ser denunciada y condenada.
De acuerdo a la información que leemos de El Nuevo Herald (http://www.elnuevoherald.com/2011/06/15/962107/cubanos-realizan-espionaje-digital.html) las operaciones de espionaje son realizadas desde las instalaciones de la Dirección de Inteligencia Militar-DIM, pero son completamente controladas por cubanos, sin intervención de venezolanos. Debemos recordar que a comienzos del presente año escribimos en este blog acerca del cable submarino que se esta instalando entre Cuba y Venezuela (http://ticsddhh.blogspot.com/2011/01/el-cable.html) y cuya inauguración esta prevista para Julio del presente año. Una vez que ya este completado el tendido de ese cable submarino ya no necesitarán instalaciones de cubanos para espiarnos en la sede del DIM en Caracas; eso lo realizarán desde Cuba.
La situación de entrega nuestra soberanía que hace Hugo Chávez poniendo a la disposición del gobierno cubano toda la estructura tecnológica necesaria y toda la información de ciudadanos venezolanos para perseguirlos, lo hace responsable no solo de un delito de violación de Derechos Humanos sino de Traición a la Patria, en virtud de la delegación de soberanía y la entrega de una información que solo tiene pertinencia a los ciudadanos de este país. Todos los venezolanos debemos rechazar contundentemente y por todas las vías posibles este nuevo escenario que nos pone en el primer plano de la violación global de Derechos Humanos.
Es notoria la composición de esta nueva lista de ciudadanos: Políticos, periodistas, formadores de opinión pública, miembros y dirigentes de organizaciones civiles. Se está construyendo una nueva y más sofisticada Lista de Tascón al servicio de la llamada “revolución bolivariana”, utilizando los medios más avanzados que puede proveer la renta petrolera en materia de tecnología. Pero en esta segunda fase del avance del proyecto comunista de Hugo Chávez, la nueva lista podrá ser utilizada, no para despedirnos de un trabajo, o rescindirnos contratos con el gobierno, sino para reprimirnos y perseguirnos policialmente. Y lo mas grave, todos los venezolanos con un correo electrónico estaremos expuestos a esta violación. Ojo con esto oposición dormida!
He sostenido la hipótesis que el uso de las tecnologías de información y comunicaciones, TICs, en sociedades carentes de madurez social y política, y con instituciones débiles y corrompidas, derivan hacia una utilización inadecuada de estas tecnologías en el ámbito de lo público, siendo una tentación muy fuerte de los gobiernos el hacer un uso político de ellas, en aras de su sostenimiento en el poder. Este uso generalmente esta reñido con el respeto básico a los Derechos Humanos fundamentales, en violación expresa a toda normativa que pueda existir en esa materia en los países. Es posible que en razón de un gobierno eficiente un país pueda invertir en TIC’s, pero queda en manos de la orientación de sus gobernantes un uso racional de esas tecnologías cónsono con los Derechos Humanos para el bienestar de sus ciudadanos. Si no existen los resortes legales que impidan un uso ilegitimo de las TIC’s y/o gobiernos que ignoren los límites, esta puede resultar ser la mejor herramienta para la violación persistente de los derechos fundamentales y la persecución de las personas.
Deseo resaltar la gravedad de esta noticia: en Venezuela, está constitucionalmente establecida la protección de la privacidad de los datos de las personas, (Art. 60 Constitucional) y existe una ley expresamente redactada, la Ley Especial Contra Delitos Informáticos, Gaceta Oficial Nº 37.313 de fecha 30 de octubre de 2001, que en su Artículo 11, Espionaje informático establece: “El que indebidamente obtenga, revele o difunda la data o información contenidas en un sistema que utilice tecnologías de información o en cualquiera de sus componentes, será penado con prisión de cuatro a ocho años y multa de cuatrocientas a ochocientas unidades tributarias”. El gobierno no solo esta violando la Constitución y la Ley del país al violentar la información contenida en estos correos de ciudadanos venezolanos sino la está entregando a un Estado foráneo. Y esto no solo va para el gobierno sino para cualquier ciudadano que haga difusión pública de esa información (La Hojilla dixit).
Los venezolanos concientes de este nuevo giro técnico de la “revolución” de Hugo Chávez en contra de nuestras libertades y derechos, deberemos estar mucho mas vigilantes a partir de ahora dada la naturaleza especializada de la persecución que se nos avecina. Y nuestra oposición deberá ser mucho más conciente y más técnica para una lucha que promete ser muy dura en los próximos tiempos. El comunismo cubano ha avanzado en materia tecnológica y esta utilizando el puente que Venezuela ha significado, para acceder a tecnologías que les estaban prohibidas hasta hace poco gracias a la entrega total de nuestro país por parte de Hugo Chávez. Desde aquí un campanazo de alerta a quienes corresponda para que los cubanos no nos agarren por pendejos porque somos mejores en esto…
Caracas 21 de Junio de 2011
lunes, 20 de junio de 2011
Ante los cambios que el CNE pretende introducir en el Sistema Automatizado de Votación
El pasado 12 de mayo Consejo Nacional Electoral (CNE) anunció la aprobación de un proyecto de “ampliación y mejoras del Sistema Automatizado de Votación”. Dicho proyecto contempla incluir en cada una de las mesas electorales un dispositivo de autenticación biométrica (capta huella digital), para garantizar que las máquinas de votación no puedan ser activadas hasta tanto este sistema haya identificado al elector ubicado justo al frente de las máquinas de votación.
Ante tal situación, hacemos del conocimiento público que este sistema, que no oculta la posibilidad de que se pueda establecer un vínculo inequívoco entre el voto y el votante, obliga al elector común a someterse a mecanismos que no está capacitado para entender, y por ende no puede determinar por si mismo, y en base a sus propios conocimientos, si su voto es o no secreto. Por lo cual coarta la libertad del voto.
Aceptar que se implemente este sistema implica aceptar que se viole:
1.- La Declaración Universal de los Derechos Humanos que establece (Art. 21) que “la voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público”, y que “esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto”.
2.- El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos que establece (Art. 25) que todos los ciudadanos gozarán del derecho a “votar y ser elegidos en elecciones periódicas, auténticas, realizadas por sufragio universal e igual y por voto secreto que garantice la libre expresión de la voluntad de los electores”.
3.- El Pacto de San José de Costa Rica que establece (Art. 23) que todos los ciudadanos deben gozar del derecho de “votar y ser elegidos en elecciones periódicas auténticas, realizadas por sufragio universal e igual y por voto secreto que garantice la libre expresión de la voluntad de los electores”.
4.- La Constitución de 1999 que establece (Art. 64) que “el sufragio es un derecho. Se ejercerá mediante votaciones libres”.
5.- La Ley Orgánica del Sufragio y Participación Política que establece (Art. 159) que “el voto es secreto y el elector debe ser protegido de toda coacción o soborno”.
Por tal motivo los abajo firmantes rechazamos categóricamente la implementación de este sistema. Por otra parte exhortamos a todos los venezolanos, al resto la Sociedad Civil y a la MUD a impedir que se instaure este sistema y a luchar por que en Venezuela se den Elecciones Auténticas; libres, transparentes y justas.
Nota: El que un grupo de técnicos, a los cuales la ciudadanía nunca ha escogido ni le ha endosado sus derechos, avalen el uso de este sistema y/o que difundan que el mismo no viola el secreto del voto carece de todo valor. El derecho a tener elecciones auténticas, libres, transparentes y justas, le pertenece a cada ciudadano, por lo tanto son ellos, los ciudadanos, quienes deben entender y verificar por si mismos, aún sin poseer conocimientos técnicos especializados, todos los mecanismos que garantizan el secreto de su voto.
Apoya este comunicado firmando aquí:
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miércoles, 15 de junio de 2011
La responsabilidad social de los que saben
Por Luis Manuel Aguana
“Nosotros estamos frente a desafíos gigantescos. En primer lugar estamos frente a un mundo que se está complicando crecientemente, en donde la explosión de conocimientos es gigantesca; donde un país como Venezuela para lograr defenderse y hallar su camino y mantenerse con dignidad de independencia frente a los grandes centros de poder del mundo, va a necesitar de hombres muy capaces, de gente muy calificada en todos los terrenos y en todas las actividades, porque de otro modo vamos a estar en la peor de las dependencias.”
Arturo Uslar Pietri, 5 de Octubre de 1973, Discurso de Despedida de Senador
Una anécdota primero: hace muchos años asistí a una reunión de condominio en el edificio donde vivía. Acababa de mudarme con mi familia y había notado las quejas de mis nuevos vecinos acerca de la Junta de Condominio y quería constatar en persona de que se trataba. En efecto, la Junta se componía de personas mayores que tenían muchos años viviendo en el edificio y siempre acababan siendo los mismos debido a la consabida falta de participación; y aunque la queja acerca de la Junta y su ineficacia para resolver los problemas de la comunidad podía ser cierta, no menos cierto era que nadie deseaba ser el blanco de quejas y reclamos; y los únicos que de una u otra forma terminaban participando en la Junta de Condominio eran siempre las mismas personas. Y al pasar los años, permanecían todavía en la Junta de Condominio, en una suerte círculo vicioso de hastío, que cualquier iniciativa de un nuevo vecino chocaba con esa paz inmóvil de muchos años. ¿Les parece conocida esa situación?
Al insistir en nuevas propuestas encaminadas a cambiar las cosas, el Presidente del Condominio me dijo: “Lo que propone me parece bien pero ¿y porqué no se lanza como Presidente y lo hace usted mismo?” Algo así como el conocido refrán “mandando a cantar y teniendo buena voz” Y tenía razón. Me percaté que si quería que se hicieran las cosas como las proponía, debía estar en la disposición de participar y acometerlas yo mismo, con la ayuda de otros vecinos dispuestos a que la situación cambiara. Con el correr del tiempo me di cuenta también que muchas de las quejas que los vecinos tenían de la Junta anterior no se habían resuelto, no por alguna obscura intención malvada de mis viejos vecinos, sino debido a una sencilla falta de técnica administrativa, control financiero o simples negociaciones con la empresa Administradora del edificio. Un control básico del flujo de caja permitió la compra de los insumos necesarios para que siempre tuviéramos bombillos operativos y los materiales de limpieza necesarios para la higiene permanente del edificio. No resultaba tan complicado, pero requería de una atención permanente, de una hoja de cálculo afilada y de un tiempo que le quitaba a mi familia para dedicarlo a la comunidad. Las Juntas de Condominio posteriores tomaron la experiencia continuando y mejorando la administración.
De esta sencilla experiencia personal y luego de conocer mejor a mis viejos y estimados vecinos de la Junta anterior, saque como conclusión que las cosas no se hacían, no porque ellos no quisieran hacerlas-que si querían-, sino porque no estaban entrenados en ciertas normas y lineamientos básicos administrativos necesarios para una pulcra rendición de cuentas y presentación de resultados. Es decir, no sabían como realizarlas, habiendo hecho lo mejor posible con sus propias competencias, pero que fracasaban aun teniendo la mejor disposición y deseos de hacer las cosas bien; y lo peor es que todos se quejaban pero nadie movía un dedo para que las cosas cambiaran.
Esta anécdota me viene a la memoria al tratar de plantear una situación que pienso que será uno de los ejes principales sobre los cuales descansará una posible reconstrucción de este país luego de la pesadilla chavista. Si yo sabía como hacer las cosas, aun por simple que fueran, y no tengo la disposición para dedicar un tiempo de mi vida para vivir mejor en mi edificio, el estado de cosas, por lo menos, hubiera seguido igual y con el tiempo hubiese empeorado. Y yo continuaría quejándome porque otro no hacia las cosas bien para que mi familia viviera mejor. ¿Cuantas veces hemos visto esa situación? La participación no solo requiere de gente interesada en que se resuelvan los problemas, sino que se tengan también las competencias necesarias para enfrentarlos. Es decir, son dos los requisitos que hacen que una situación se resuelva: el deseo de hacerlo y saberlo hacer. No solo basta querer participar.
Y aquí la cuestión de fondo: si aquellos que saben como se resuelven los problemas no prestan su concurso técnico y esperan que otro sea el que los “resuelva”, vamos a hundirnos todos en el propio mar de la incompetencia, que es como aquel “mar de la felicidad” ya conocido pero peor. En otras palabras es necesaria la sensibilidad y la responsabilidad social de los que saben.
Pero esto es algo que debe nacer de las mismas personas. Haciendo un ejercicio de proyección mucho mayor podría atreverme a decir que esta situación puede notarse en los más variados campos, entre ellos el de la participación política. Resulta que le hemos dejado a los peores elementos, no solo a los menos capaces, sino a los más audaces, la conducción de nada menos y nada más que nuestro futuro y el futuro de nuestros hijos. ¿Que tal?
Por diversas razones, cuando me ha tocado ser testigo o participar en algún proceso donde la figuración publica esta de por medio, he notado que los que más se interesan en participar son precisamente aquellos que menos saben del tema; pero son los que prestan su concurso para dirigir, organizar y coordinar. En otras palabras, los más audaces. ¿Y porque? Porque estas personas participan siempre, aunque en muchos casos no sepan adonde se están metiendo. Y aquí no estoy queriendo desestimar la audacia como valor, sino que aquellos que tienen este motor básico que se necesita para la participación, en la mayoría de los casos notamos que esta audacia no viene necesariamente acompañada del segundo requisito: el conocimiento. Y es por eso que se estrellan las más importantes iniciativas. Son pocos los casos en que la audacia y el conocimiento van de la mano al ser aplicados a la cosa social y política.
En este momento Venezuela esta llena de atrevidos en puestos de muy alta responsabilidad que no saben absolutamente nada de lo que tienen entre manos. Esa es precisamente la impronta de esta “revolución” y una de las causas principales de este desastre destructivo. Lamentablemente los que saben, en su gran mayoría, no siguen al “proceso”. Y lo más grave es que quienes audazmente están allí no les importa un comino, porque precisamente si tuvieran una idea, o al menos alguna competencia y tuvieran vergüenza, dejarían inmediatamente esas posiciones de responsabilidad en manos más expertas. Pero eso no ocurrirá nunca, precisamente ¡porque son audaces, atrevidos y desvergonzados! ¡Miren solo el caso de la electricidad!
Si existiera la manera de que las personas con conocimiento fueran más atrevidas y audaces, y dieran un paso adelante, tal vez las cosas no nos hubieran ido tan mal en los últimos años. Pero esto tampoco pasa porque el conocimiento esta reñido conceptualmente con la autoridad, al menos en esta época. El gabinete de Juan Vicente Gómez era una colección de las mejores inteligencias de su tiempo. Habría que analizar porque se dio esa situación en aquel entonces. Pero sin embargo, aun dadas las condiciones autoritarias de ese gobierno, se organizó como nunca antes la Hacienda Pública Nacional, se pago la deuda externa y el país, aun siendo el hato personal de un caporal, tuvo las condiciones para entrar posteriormente en la primera modernidad. En la actualidad no se concibe que una mente iluminada por el conocimiento conviva con un gobierno autoritario. Y el mejor ejemplo de eso lo tenemos solo viendo el actual gabinete y quienes en general manejan la cosa pública. Mientras alguien mas sabe, es más autónomo y no responde a órdenes ni líneas. Responde a razonamientos y a trabajo en equipo. Eso es lo extraordinario de este tiempo y que se conjuga con la esencia del hacer democrático. Y eso es precisamente de lo que carece el actual gobierno encabezado por un capataz.
Necesitaremos para entrar en una nueva modernidad que los que saben estén dispuestos a prestar su concurso y su apoyo. Y lo más importante, que se les dé la oportunidad. Solo tenemos una idea superficial del estado de destrucción al que se ha sometido el país, en todas las áreas. Dios nos coja confesados cuando en realidad sepamos lo que se esconde por dentro. No hay hueso que no haya roto este gobierno. Necesitamos que se le entregue a los que saben cada área que ha sido destruida. Pero también necesitamos una concepción diferente del papel que de ahora en adelante deberá tener la política en relación a los que saben.
Cuando decimos, dejen a los que saben manejar las cosas no es porque eso este descontextualizado. Una cosa es saber pegar bien un clavo en una pared y otra muy diferente es saber donde pegarlo. El que sabe pega el clavo, el político determina donde hacerlo. Y no solo determina en qué parte de la pared, sino cuando, si esa debe ser la pared o si se debe o no pegar el clavo. ¡Tan importante es la política como el saber técnico y no la hemos estudiado y ejercido como se debe! No se le ha dado a los que saben tampoco la oportunidad de pegar el clavo, que es la técnica, y se ha perdido la orientación de donde pegarlo, que es la política. Ambas destrezas son indispensables para que esto marche. Pero si quienes sabemos como se pega el clavo no queremos hacerlo, porque eso es problema de otro, o porque eso es meterse en política, todos estaremos fregados. Y si aquellos a quienes les corresponde, no entienden que los clavos los pegan quienes saben hacerlo y tampoco conocen donde se deben pegar, allí no solo estaremos fregados, sino crucificados. Y así, aun saliendo de este gobierno, este país no se podrá reconstruir.
Ojala, cuando esta tragedia venezolana llegue a su fin y le estemos contando a nuestros nietos como una vez llegamos a un estado de locura colectiva y todo se destruyó, podamos agradecer a los que saben su concurso en la tarea titánica de haber reconstruido el país y que hayan dado un paso adelante, audaz y atrevido, por encima de lo que históricamente siempre han hecho. Y no lo digo solo para agradecer a los que saben pegar los clavos, sino también a los que deben, en estricta política, saber donde se deben pegar…
Caracas, 15 de Junio de 2011
“Nosotros estamos frente a desafíos gigantescos. En primer lugar estamos frente a un mundo que se está complicando crecientemente, en donde la explosión de conocimientos es gigantesca; donde un país como Venezuela para lograr defenderse y hallar su camino y mantenerse con dignidad de independencia frente a los grandes centros de poder del mundo, va a necesitar de hombres muy capaces, de gente muy calificada en todos los terrenos y en todas las actividades, porque de otro modo vamos a estar en la peor de las dependencias.”
Arturo Uslar Pietri, 5 de Octubre de 1973, Discurso de Despedida de Senador
Una anécdota primero: hace muchos años asistí a una reunión de condominio en el edificio donde vivía. Acababa de mudarme con mi familia y había notado las quejas de mis nuevos vecinos acerca de la Junta de Condominio y quería constatar en persona de que se trataba. En efecto, la Junta se componía de personas mayores que tenían muchos años viviendo en el edificio y siempre acababan siendo los mismos debido a la consabida falta de participación; y aunque la queja acerca de la Junta y su ineficacia para resolver los problemas de la comunidad podía ser cierta, no menos cierto era que nadie deseaba ser el blanco de quejas y reclamos; y los únicos que de una u otra forma terminaban participando en la Junta de Condominio eran siempre las mismas personas. Y al pasar los años, permanecían todavía en la Junta de Condominio, en una suerte círculo vicioso de hastío, que cualquier iniciativa de un nuevo vecino chocaba con esa paz inmóvil de muchos años. ¿Les parece conocida esa situación?
Al insistir en nuevas propuestas encaminadas a cambiar las cosas, el Presidente del Condominio me dijo: “Lo que propone me parece bien pero ¿y porqué no se lanza como Presidente y lo hace usted mismo?” Algo así como el conocido refrán “mandando a cantar y teniendo buena voz” Y tenía razón. Me percaté que si quería que se hicieran las cosas como las proponía, debía estar en la disposición de participar y acometerlas yo mismo, con la ayuda de otros vecinos dispuestos a que la situación cambiara. Con el correr del tiempo me di cuenta también que muchas de las quejas que los vecinos tenían de la Junta anterior no se habían resuelto, no por alguna obscura intención malvada de mis viejos vecinos, sino debido a una sencilla falta de técnica administrativa, control financiero o simples negociaciones con la empresa Administradora del edificio. Un control básico del flujo de caja permitió la compra de los insumos necesarios para que siempre tuviéramos bombillos operativos y los materiales de limpieza necesarios para la higiene permanente del edificio. No resultaba tan complicado, pero requería de una atención permanente, de una hoja de cálculo afilada y de un tiempo que le quitaba a mi familia para dedicarlo a la comunidad. Las Juntas de Condominio posteriores tomaron la experiencia continuando y mejorando la administración.
De esta sencilla experiencia personal y luego de conocer mejor a mis viejos y estimados vecinos de la Junta anterior, saque como conclusión que las cosas no se hacían, no porque ellos no quisieran hacerlas-que si querían-, sino porque no estaban entrenados en ciertas normas y lineamientos básicos administrativos necesarios para una pulcra rendición de cuentas y presentación de resultados. Es decir, no sabían como realizarlas, habiendo hecho lo mejor posible con sus propias competencias, pero que fracasaban aun teniendo la mejor disposición y deseos de hacer las cosas bien; y lo peor es que todos se quejaban pero nadie movía un dedo para que las cosas cambiaran.
Esta anécdota me viene a la memoria al tratar de plantear una situación que pienso que será uno de los ejes principales sobre los cuales descansará una posible reconstrucción de este país luego de la pesadilla chavista. Si yo sabía como hacer las cosas, aun por simple que fueran, y no tengo la disposición para dedicar un tiempo de mi vida para vivir mejor en mi edificio, el estado de cosas, por lo menos, hubiera seguido igual y con el tiempo hubiese empeorado. Y yo continuaría quejándome porque otro no hacia las cosas bien para que mi familia viviera mejor. ¿Cuantas veces hemos visto esa situación? La participación no solo requiere de gente interesada en que se resuelvan los problemas, sino que se tengan también las competencias necesarias para enfrentarlos. Es decir, son dos los requisitos que hacen que una situación se resuelva: el deseo de hacerlo y saberlo hacer. No solo basta querer participar.
Y aquí la cuestión de fondo: si aquellos que saben como se resuelven los problemas no prestan su concurso técnico y esperan que otro sea el que los “resuelva”, vamos a hundirnos todos en el propio mar de la incompetencia, que es como aquel “mar de la felicidad” ya conocido pero peor. En otras palabras es necesaria la sensibilidad y la responsabilidad social de los que saben.
Pero esto es algo que debe nacer de las mismas personas. Haciendo un ejercicio de proyección mucho mayor podría atreverme a decir que esta situación puede notarse en los más variados campos, entre ellos el de la participación política. Resulta que le hemos dejado a los peores elementos, no solo a los menos capaces, sino a los más audaces, la conducción de nada menos y nada más que nuestro futuro y el futuro de nuestros hijos. ¿Que tal?
Por diversas razones, cuando me ha tocado ser testigo o participar en algún proceso donde la figuración publica esta de por medio, he notado que los que más se interesan en participar son precisamente aquellos que menos saben del tema; pero son los que prestan su concurso para dirigir, organizar y coordinar. En otras palabras, los más audaces. ¿Y porque? Porque estas personas participan siempre, aunque en muchos casos no sepan adonde se están metiendo. Y aquí no estoy queriendo desestimar la audacia como valor, sino que aquellos que tienen este motor básico que se necesita para la participación, en la mayoría de los casos notamos que esta audacia no viene necesariamente acompañada del segundo requisito: el conocimiento. Y es por eso que se estrellan las más importantes iniciativas. Son pocos los casos en que la audacia y el conocimiento van de la mano al ser aplicados a la cosa social y política.
En este momento Venezuela esta llena de atrevidos en puestos de muy alta responsabilidad que no saben absolutamente nada de lo que tienen entre manos. Esa es precisamente la impronta de esta “revolución” y una de las causas principales de este desastre destructivo. Lamentablemente los que saben, en su gran mayoría, no siguen al “proceso”. Y lo más grave es que quienes audazmente están allí no les importa un comino, porque precisamente si tuvieran una idea, o al menos alguna competencia y tuvieran vergüenza, dejarían inmediatamente esas posiciones de responsabilidad en manos más expertas. Pero eso no ocurrirá nunca, precisamente ¡porque son audaces, atrevidos y desvergonzados! ¡Miren solo el caso de la electricidad!
Si existiera la manera de que las personas con conocimiento fueran más atrevidas y audaces, y dieran un paso adelante, tal vez las cosas no nos hubieran ido tan mal en los últimos años. Pero esto tampoco pasa porque el conocimiento esta reñido conceptualmente con la autoridad, al menos en esta época. El gabinete de Juan Vicente Gómez era una colección de las mejores inteligencias de su tiempo. Habría que analizar porque se dio esa situación en aquel entonces. Pero sin embargo, aun dadas las condiciones autoritarias de ese gobierno, se organizó como nunca antes la Hacienda Pública Nacional, se pago la deuda externa y el país, aun siendo el hato personal de un caporal, tuvo las condiciones para entrar posteriormente en la primera modernidad. En la actualidad no se concibe que una mente iluminada por el conocimiento conviva con un gobierno autoritario. Y el mejor ejemplo de eso lo tenemos solo viendo el actual gabinete y quienes en general manejan la cosa pública. Mientras alguien mas sabe, es más autónomo y no responde a órdenes ni líneas. Responde a razonamientos y a trabajo en equipo. Eso es lo extraordinario de este tiempo y que se conjuga con la esencia del hacer democrático. Y eso es precisamente de lo que carece el actual gobierno encabezado por un capataz.
Necesitaremos para entrar en una nueva modernidad que los que saben estén dispuestos a prestar su concurso y su apoyo. Y lo más importante, que se les dé la oportunidad. Solo tenemos una idea superficial del estado de destrucción al que se ha sometido el país, en todas las áreas. Dios nos coja confesados cuando en realidad sepamos lo que se esconde por dentro. No hay hueso que no haya roto este gobierno. Necesitamos que se le entregue a los que saben cada área que ha sido destruida. Pero también necesitamos una concepción diferente del papel que de ahora en adelante deberá tener la política en relación a los que saben.
Cuando decimos, dejen a los que saben manejar las cosas no es porque eso este descontextualizado. Una cosa es saber pegar bien un clavo en una pared y otra muy diferente es saber donde pegarlo. El que sabe pega el clavo, el político determina donde hacerlo. Y no solo determina en qué parte de la pared, sino cuando, si esa debe ser la pared o si se debe o no pegar el clavo. ¡Tan importante es la política como el saber técnico y no la hemos estudiado y ejercido como se debe! No se le ha dado a los que saben tampoco la oportunidad de pegar el clavo, que es la técnica, y se ha perdido la orientación de donde pegarlo, que es la política. Ambas destrezas son indispensables para que esto marche. Pero si quienes sabemos como se pega el clavo no queremos hacerlo, porque eso es problema de otro, o porque eso es meterse en política, todos estaremos fregados. Y si aquellos a quienes les corresponde, no entienden que los clavos los pegan quienes saben hacerlo y tampoco conocen donde se deben pegar, allí no solo estaremos fregados, sino crucificados. Y así, aun saliendo de este gobierno, este país no se podrá reconstruir.
Ojala, cuando esta tragedia venezolana llegue a su fin y le estemos contando a nuestros nietos como una vez llegamos a un estado de locura colectiva y todo se destruyó, podamos agradecer a los que saben su concurso en la tarea titánica de haber reconstruido el país y que hayan dado un paso adelante, audaz y atrevido, por encima de lo que históricamente siempre han hecho. Y no lo digo solo para agradecer a los que saben pegar los clavos, sino también a los que deben, en estricta política, saber donde se deben pegar…
Caracas, 15 de Junio de 2011
sábado, 11 de junio de 2011
Captahuellas “en línea” o Revocatorio Parte II
Por Luis Manuel Aguana
La respuesta del CNE a los partidos no se hizo esperar. Les dijeron que aún no se habían adquirido las máquinas. Lo asombroso de esto es que figuras destacadas de la oposición aun estén pensando que esto lo esta haciendo el CNE solo para retrasar el proceso de elecciones. Tienen que despertar. Como dice Súmate, hay que activarse frente a esta nueva invención. Quiero aclarar a todos los que me han indicado que lo que escribo mina la confianza del elector, que esto no es un ataque a la institución del voto, sino todo lo contrario.
Debemos y vamos a participar pero en conciencia que tenemos un árbitro que juega para un lado que no es el de la democracia y que no somos pendejos para no saber cuales son sus pretensiones. Para decir, como indicó el representante de la MUD ante el CNE, Enrique Naime, en declaraciones recientes a El Nacional a raíz de las quejas hechas publicas por todos los que hemos opinado del asunto, que el secreto del voto no está amenazado después de haberse reunido con los rectores, tiene que haber visto los programas de esas máquinas y el proyecto en cuestión y haber analizado a profundidad lo que nadie todavía ha visto porque el CNE no lo ha mostrado, como es su deber. No es de otra manera. Insisto que nuestra gente en la MUD y todos nosotros tenemos la obligación de seguir haciendo presión publica para que le CNE se abra y nos diga como se come eso de unas captahuellas pegadas a la maquina electoral y que se garantizará a la vez el secreto del voto.
Por otro lado, solo hay dos maneras que una captahuella identifique a un elector. La primera es que la información biométrica de este se encuentre en la máquina electoral o en una maquina que opere simultáneamente. La segunda es que se encuentre “en línea” con el CNE. El CNE no ha aclarado en donde residirán los datos biométricos de los electores de la mesa para que ocurra el proceso de identificación. En cualquier caso estamos ante una situación que desfavorece los derechos del elector. Si los datos de identificación están en la máquina de votación, nos encontramos ante un riesgo cierto al secreto del voto, que el CNE no ha explicado como garantizará; sin contar con lo que hemos advertido en este Blog en relación a la unicidad de la data. Me gustaría mucho conocer como el CNE garantizará a la población que no habrá electores cuya data biométrica no esté repetida en diferentes máquinas ubicadas en distintos centros electorales, originando lo que di en llamar los nuevos “multicedulados”.
Pero al parecer están pensando en repetir la experiencia exitosa del Revocatorio del 2004. Esto es, colocar la captahuella “en línea” con el CNE y esta dará el pase al elector a la máquina electoral, una vez que éste haya sido identificado. De esta manera el CNE monitoreará a nivel nacional quienes han votado o no. Pero con el agravante que ahora, a diferencia del 2004, todas las máquinas estarían “en línea” con el CNE para que el elector pueda ejercer su derecho a votar. En el 2004 solo algunas captahuellas de los centros mas importantes permanecieron “en línea” con el organismo electoral. Y si recuerdan, el CNE al conocer esta información segundo a segundo, alargó ilegalmente el horario de los centros, permitiendo que el oficialismo movilizara a su electorado a su antojo por todo el país. En otras palabras un Revocatorio Parte II, mas sofisticado. Esto originó que la oposición exigiera que las captahuellas estuvieran “fuera de línea” o desconectadas para los subsiguientes procesos electorales. Las colas serían, si se implementara este nuevo procedimiento, peores que en el 2004 en virtud de que habría la captahuella de la entrada al centro de votación (ellos no han anunciado que la eliminarán) y la captahuella de la maquina de votación, para que podamos votar. Falta aun saber si la maquina electoral también esta conectada al lector biométrico-y todo parece indicar que si porque si no duplicarían los costos-, para dar el pase a la votación porque esta puede “capturar” una copia de la imagen biométrica leída para ser enviada en línea, y esta copia luego ser almacenada con el voto del elector. ¡Cuidado con esto CNE!
Es por esto que todo este nuevo sistema del CNE apesta a fraude por todos lados y a la fabricación de una nueva, actualizada y muchísimo más peligrosa Lista de Tascón. No es posible que nos quedemos de brazos cruzados con esto. ¿Cuales son las razones técnicas, económicas y políticas que justifican esta nueva adquisición del CNE, si no es el poner en marcha un mecanismo dirigido a garantizar la permanencia del régimen? ¿Por qué no se utiliza el mismo sistema que ha funcionado hasta ahora? Muchas interrogantes que deben ser respondidas para que los venezolanos no vayamos al matadero de la continuidad y al comunismo. Amanecerá y veremos.
La respuesta del CNE a los partidos no se hizo esperar. Les dijeron que aún no se habían adquirido las máquinas. Lo asombroso de esto es que figuras destacadas de la oposición aun estén pensando que esto lo esta haciendo el CNE solo para retrasar el proceso de elecciones. Tienen que despertar. Como dice Súmate, hay que activarse frente a esta nueva invención. Quiero aclarar a todos los que me han indicado que lo que escribo mina la confianza del elector, que esto no es un ataque a la institución del voto, sino todo lo contrario.
Debemos y vamos a participar pero en conciencia que tenemos un árbitro que juega para un lado que no es el de la democracia y que no somos pendejos para no saber cuales son sus pretensiones. Para decir, como indicó el representante de la MUD ante el CNE, Enrique Naime, en declaraciones recientes a El Nacional a raíz de las quejas hechas publicas por todos los que hemos opinado del asunto, que el secreto del voto no está amenazado después de haberse reunido con los rectores, tiene que haber visto los programas de esas máquinas y el proyecto en cuestión y haber analizado a profundidad lo que nadie todavía ha visto porque el CNE no lo ha mostrado, como es su deber. No es de otra manera. Insisto que nuestra gente en la MUD y todos nosotros tenemos la obligación de seguir haciendo presión publica para que le CNE se abra y nos diga como se come eso de unas captahuellas pegadas a la maquina electoral y que se garantizará a la vez el secreto del voto.
Por otro lado, solo hay dos maneras que una captahuella identifique a un elector. La primera es que la información biométrica de este se encuentre en la máquina electoral o en una maquina que opere simultáneamente. La segunda es que se encuentre “en línea” con el CNE. El CNE no ha aclarado en donde residirán los datos biométricos de los electores de la mesa para que ocurra el proceso de identificación. En cualquier caso estamos ante una situación que desfavorece los derechos del elector. Si los datos de identificación están en la máquina de votación, nos encontramos ante un riesgo cierto al secreto del voto, que el CNE no ha explicado como garantizará; sin contar con lo que hemos advertido en este Blog en relación a la unicidad de la data. Me gustaría mucho conocer como el CNE garantizará a la población que no habrá electores cuya data biométrica no esté repetida en diferentes máquinas ubicadas en distintos centros electorales, originando lo que di en llamar los nuevos “multicedulados”.
Pero al parecer están pensando en repetir la experiencia exitosa del Revocatorio del 2004. Esto es, colocar la captahuella “en línea” con el CNE y esta dará el pase al elector a la máquina electoral, una vez que éste haya sido identificado. De esta manera el CNE monitoreará a nivel nacional quienes han votado o no. Pero con el agravante que ahora, a diferencia del 2004, todas las máquinas estarían “en línea” con el CNE para que el elector pueda ejercer su derecho a votar. En el 2004 solo algunas captahuellas de los centros mas importantes permanecieron “en línea” con el organismo electoral. Y si recuerdan, el CNE al conocer esta información segundo a segundo, alargó ilegalmente el horario de los centros, permitiendo que el oficialismo movilizara a su electorado a su antojo por todo el país. En otras palabras un Revocatorio Parte II, mas sofisticado. Esto originó que la oposición exigiera que las captahuellas estuvieran “fuera de línea” o desconectadas para los subsiguientes procesos electorales. Las colas serían, si se implementara este nuevo procedimiento, peores que en el 2004 en virtud de que habría la captahuella de la entrada al centro de votación (ellos no han anunciado que la eliminarán) y la captahuella de la maquina de votación, para que podamos votar. Falta aun saber si la maquina electoral también esta conectada al lector biométrico-y todo parece indicar que si porque si no duplicarían los costos-, para dar el pase a la votación porque esta puede “capturar” una copia de la imagen biométrica leída para ser enviada en línea, y esta copia luego ser almacenada con el voto del elector. ¡Cuidado con esto CNE!
Es por esto que todo este nuevo sistema del CNE apesta a fraude por todos lados y a la fabricación de una nueva, actualizada y muchísimo más peligrosa Lista de Tascón. No es posible que nos quedemos de brazos cruzados con esto. ¿Cuales son las razones técnicas, económicas y políticas que justifican esta nueva adquisición del CNE, si no es el poner en marcha un mecanismo dirigido a garantizar la permanencia del régimen? ¿Por qué no se utiliza el mismo sistema que ha funcionado hasta ahora? Muchas interrogantes que deben ser respondidas para que los venezolanos no vayamos al matadero de la continuidad y al comunismo. Amanecerá y veremos.
domingo, 5 de junio de 2011
El Significado de las Masas Populares
Por Leoncio Martínez - Leo
Editorial del Sábado 26 de Septiembre de 1936
Semanario “Fantoches”, Año XIV, No. 55
La ideología política del momento sufre cada día nuevos desajustes. Recién muerto el dictador Gómez, Venezuela se convenció de que el poder de las masas populares habría de ser la fuente de toda la renovación necesaria; ese poder de las masas fue la causa determinante del maravilloso movimiento del 14 de Febrero y ese mismo poder ha sido el origen de muchas adquisiciones útiles y patrióticas. Pero, por desgracia tenemos el defecto de juzgar las cosas a través de la lente de intereses personales, ha llegado el momento de retractarnos de aquella primera manera de apreciar el valor de las masas, y ocurrimos ahora a la historia para comprobar que el valor de ese poder es relativo, cuando no nulo. Hemos comenzado a sentenciar al pueblo, sin pruebas, argumentando que las masas son inconcientes y guiables por el primero que grite más fuerte. SE ha culpado a los “agitadores” de todos los movimientos populares y se esgrime el argumento aquel de que las mismas masas que siguieron a Boves fueron las aliadas de Bolívar, esto como prueba de la irresponsabilidad de conciencia de las masas.
No se ha hecho un estudio conciente de la realidad, de la verdad sociológica del asunto, aun cuando los sucesos actuales comprueban todo lo contrario de lo que se ha dicho para desprestigiar el significado del poder de las masas populares. En vez de observar que las masas que siguieron a Boves tenían tanta razón como las que siguieron al Libertador, puesto que expresaban el descontento originado por el engaño de que habían sido victimas después de firmada el Acta de la Independencia, así como las que siguieron a Bolivar lo hacían persiguiendo las reivindicaciones que el Genio de America prometió y cumplió, cometemos el pecado de acusarlas de una inconciencia que en realidad no existe sino en los que tan peregrinamente hacen apreciaciones epidérmicas.
Alguien ha dicho que “los pueblos son como los niños que no saben lo que quieren”, y esta ha sido otra afirmación empleada para constatar la teoría que ahora interesa a algunos; pero con esta afirmación ocurre algo tan descabellado como con la anteriormente expuesta. Puede que los pueblos no sepan lo que quieren, pero sí conocen sus necesidades, y cuando hay alguien capaz de traducir en palabras ese sentimiento popular, alguien que redacte y relate esas necesidades, el pueblo le acompaña decididamente, como acompañó a Boves primero y a Bolívar después. No queremos decir con esto que el ideal de Boves es tan importante como el del Libertador, puesto que bien sabemos que el sanguinario español era simplemente un profesional de la guerra y del asalto, mientras que el plan de Simón Bolívar era toda la construcción de un pueblo fuerte y libre e invencible; pero sí queremos demostrar que la masa popular persiguió siempre el éxito de sus reivindicaciones sentidas, ya siguiendo a un bárbaro como a un genio.
Quien trate de negar el alto significado que tiene para la construcción de los pueblos el poder de las masas, es porque aspira a dominarlas, a oprimirlas, a esclavizarlas, para utilizar el silencio y la resignación que en ellas causa el desamparo en las dejan sus dirigentes abolidos.
Y más aún. Con frecuencia los dirigentes de masas son simplemente amanuenses de los dictados populares, instrumentos empleados por la conciencia pública, en quienes el pueblo aprovecha la cualidad técnica de saber hablar o de saber escribir o de saber proyectar. Diríase que muchas veces el líder es algo así como el eje de transmisión que moviliza todas la piezas de un taller, pero que no sería capar de animar todo aquel mecanismo si no estuviera motorizado por el impulso de un único generador de energías.
Cuando se dice que los agitadores son los únicos culpables de todo movimiento, se desconoce de hecho el significado del poder de las masas, del papel del pueblo en la política, puesto que se le considera incapaz, inconciente e irresponsable; y quien considera al pueblo como un elemento nulo en la política, desconoce totalmente el sentido de la democracia. Quien niegue el valor social de la masa, niega plenamente el valor sociológico de la doctrina democrática.
Los pueblos no siguen a sus agitadores sino a quienes encarnen a una aspiración unánime de la mayoría. Los pueblos no conocen agitadores sino interpretes, por eso siguen a quien les promete alimento cuando tienen hambre, a quien les habla de justicia cuando se sienten oprimidos, y hasta a aquellos que les prometen venganza cuando se sienten victimas. Siguieron a Boves porque Boves les prometió vengar el engaño de que les hacían victima las incumplidas promesas de quienes firmaron el Acta de 1811, porque Boves les ofreció el saqueo y la batalla en represalia contra “el mantuano” y contra el “criollo blanco” que se había adueñado de todo lo que se suponía debiera pasar a manos del pueblo. Pero luego siguieron a Bolívar, porque el Libertador concretaba mucho mejor las aspiraciones, definiéndolas con palabras de una doctrina bien formulada y ya reinante en Europa, que se llamaba Democracia. Boves, como interprete, no tradujo sino la cuestión pasional, bárbara, casi animal, que se agitaba en el alma de la masa; Bolívar, llegó más a fondo, más a la raíz del espíritu público y, en vez de invitar para la intentona descabellada y sin horizonte, expuso programa total y concreto, fiel interprete de todo cuanto se deseaba.
Por eso nosotros pedimos una mejor interpretación del significado de masa y nos oponemos a esa falsa apreciación que trata de relegar el pueblo a la categoría de vehiculo inánime conducido por sus dirigentes agitadores. A nombre de ese pueblo que sabe lo que siente y sabe lo que quiere, a nombre de esa masa que es la misma que luchó y venció al lado del Libertador hasta lograr implantar las doctrinas de la democracia y la igualdad social, a nombre de ese conglomerado conciente que no ha servido de pedestal para la gloria de nadie sino para su propia gloria, ya que el Libertador era a la vez hombre y masa, porque dentro de él dormía el pueblo libre a que aspiraba, pedimos para Venezuela la legitima apreciación de la democracia, de esa democracia siempre reñida con quienes pretenden imponer sin oír, gobernar sin acatar.
Bien esta que disculpemos a quien juzgue sin contemplar el panorama de la República, pero no podemos aceptar que aquellos a quienes corresponde enfocar la cuestión desde todos los puntos de mira lógicos, consideren como fútil elemento de la razón de Estado nada menos que a la masa popular, única fuente de todo poder y de todo gobierno democrático, único origen de la Ley y única capacitada para sancionar lo que por principio de autoridad debe ser aceptado.
Editorial del Sábado 26 de Septiembre de 1936
Semanario “Fantoches”, Año XIV, No. 55
La ideología política del momento sufre cada día nuevos desajustes. Recién muerto el dictador Gómez, Venezuela se convenció de que el poder de las masas populares habría de ser la fuente de toda la renovación necesaria; ese poder de las masas fue la causa determinante del maravilloso movimiento del 14 de Febrero y ese mismo poder ha sido el origen de muchas adquisiciones útiles y patrióticas. Pero, por desgracia tenemos el defecto de juzgar las cosas a través de la lente de intereses personales, ha llegado el momento de retractarnos de aquella primera manera de apreciar el valor de las masas, y ocurrimos ahora a la historia para comprobar que el valor de ese poder es relativo, cuando no nulo. Hemos comenzado a sentenciar al pueblo, sin pruebas, argumentando que las masas son inconcientes y guiables por el primero que grite más fuerte. SE ha culpado a los “agitadores” de todos los movimientos populares y se esgrime el argumento aquel de que las mismas masas que siguieron a Boves fueron las aliadas de Bolívar, esto como prueba de la irresponsabilidad de conciencia de las masas.
No se ha hecho un estudio conciente de la realidad, de la verdad sociológica del asunto, aun cuando los sucesos actuales comprueban todo lo contrario de lo que se ha dicho para desprestigiar el significado del poder de las masas populares. En vez de observar que las masas que siguieron a Boves tenían tanta razón como las que siguieron al Libertador, puesto que expresaban el descontento originado por el engaño de que habían sido victimas después de firmada el Acta de la Independencia, así como las que siguieron a Bolivar lo hacían persiguiendo las reivindicaciones que el Genio de America prometió y cumplió, cometemos el pecado de acusarlas de una inconciencia que en realidad no existe sino en los que tan peregrinamente hacen apreciaciones epidérmicas.
Alguien ha dicho que “los pueblos son como los niños que no saben lo que quieren”, y esta ha sido otra afirmación empleada para constatar la teoría que ahora interesa a algunos; pero con esta afirmación ocurre algo tan descabellado como con la anteriormente expuesta. Puede que los pueblos no sepan lo que quieren, pero sí conocen sus necesidades, y cuando hay alguien capaz de traducir en palabras ese sentimiento popular, alguien que redacte y relate esas necesidades, el pueblo le acompaña decididamente, como acompañó a Boves primero y a Bolívar después. No queremos decir con esto que el ideal de Boves es tan importante como el del Libertador, puesto que bien sabemos que el sanguinario español era simplemente un profesional de la guerra y del asalto, mientras que el plan de Simón Bolívar era toda la construcción de un pueblo fuerte y libre e invencible; pero sí queremos demostrar que la masa popular persiguió siempre el éxito de sus reivindicaciones sentidas, ya siguiendo a un bárbaro como a un genio.
Quien trate de negar el alto significado que tiene para la construcción de los pueblos el poder de las masas, es porque aspira a dominarlas, a oprimirlas, a esclavizarlas, para utilizar el silencio y la resignación que en ellas causa el desamparo en las dejan sus dirigentes abolidos.
Y más aún. Con frecuencia los dirigentes de masas son simplemente amanuenses de los dictados populares, instrumentos empleados por la conciencia pública, en quienes el pueblo aprovecha la cualidad técnica de saber hablar o de saber escribir o de saber proyectar. Diríase que muchas veces el líder es algo así como el eje de transmisión que moviliza todas la piezas de un taller, pero que no sería capar de animar todo aquel mecanismo si no estuviera motorizado por el impulso de un único generador de energías.
Cuando se dice que los agitadores son los únicos culpables de todo movimiento, se desconoce de hecho el significado del poder de las masas, del papel del pueblo en la política, puesto que se le considera incapaz, inconciente e irresponsable; y quien considera al pueblo como un elemento nulo en la política, desconoce totalmente el sentido de la democracia. Quien niegue el valor social de la masa, niega plenamente el valor sociológico de la doctrina democrática.
Los pueblos no siguen a sus agitadores sino a quienes encarnen a una aspiración unánime de la mayoría. Los pueblos no conocen agitadores sino interpretes, por eso siguen a quien les promete alimento cuando tienen hambre, a quien les habla de justicia cuando se sienten oprimidos, y hasta a aquellos que les prometen venganza cuando se sienten victimas. Siguieron a Boves porque Boves les prometió vengar el engaño de que les hacían victima las incumplidas promesas de quienes firmaron el Acta de 1811, porque Boves les ofreció el saqueo y la batalla en represalia contra “el mantuano” y contra el “criollo blanco” que se había adueñado de todo lo que se suponía debiera pasar a manos del pueblo. Pero luego siguieron a Bolívar, porque el Libertador concretaba mucho mejor las aspiraciones, definiéndolas con palabras de una doctrina bien formulada y ya reinante en Europa, que se llamaba Democracia. Boves, como interprete, no tradujo sino la cuestión pasional, bárbara, casi animal, que se agitaba en el alma de la masa; Bolívar, llegó más a fondo, más a la raíz del espíritu público y, en vez de invitar para la intentona descabellada y sin horizonte, expuso programa total y concreto, fiel interprete de todo cuanto se deseaba.
Por eso nosotros pedimos una mejor interpretación del significado de masa y nos oponemos a esa falsa apreciación que trata de relegar el pueblo a la categoría de vehiculo inánime conducido por sus dirigentes agitadores. A nombre de ese pueblo que sabe lo que siente y sabe lo que quiere, a nombre de esa masa que es la misma que luchó y venció al lado del Libertador hasta lograr implantar las doctrinas de la democracia y la igualdad social, a nombre de ese conglomerado conciente que no ha servido de pedestal para la gloria de nadie sino para su propia gloria, ya que el Libertador era a la vez hombre y masa, porque dentro de él dormía el pueblo libre a que aspiraba, pedimos para Venezuela la legitima apreciación de la democracia, de esa democracia siempre reñida con quienes pretenden imponer sin oír, gobernar sin acatar.
Bien esta que disculpemos a quien juzgue sin contemplar el panorama de la República, pero no podemos aceptar que aquellos a quienes corresponde enfocar la cuestión desde todos los puntos de mira lógicos, consideren como fútil elemento de la razón de Estado nada menos que a la masa popular, única fuente de todo poder y de todo gobierno democrático, único origen de la Ley y única capacitada para sancionar lo que por principio de autoridad debe ser aceptado.
lunes, 30 de mayo de 2011
La desmaterialización de los Cuadernos Electorales
Por Luis Manuel Aguana
Me viene a la memoria de mis inicios en esto de la tecnología de la información, hace más de 35 años, una pieza de algoritmo en un programa de computadora que no podía entender. Me entregaron la responsabilidad de descifrar el trabajo de un experto analista que en una sola pieza de programa, en el lenguaje de las viejas maquinas, había logrado una magistral solución a un problema bien complejo y en aquellas épocas los técnicos no solían dar muchas explicaciones acerca de lo que programaban y de allí mi intervención. La respuesta me vino sola, sin pensar en ella, pero después de haber pasado varias semanas de trabajo y no haberle encontrado una solución. Eso era la piedra de tranca para poder continuar mi trabajo. Y resultó ser tan simple como excepcional. No se me ha olvidado aquella anécdota porque me sigue pasando que cuando no aparece la solución inmediata a un problema complicado, la mente sigue dando vueltas y la solución aparece sola, así como si nada. Algo así me pasó con este asunto de las nuevas maquinas del CNE cuando me preguntaba: ¿y que puede hacer esta gente con esa nueva tecnología para garantizarle la permanencia a Hugo Chávez en el poder? ¿Dónde está la trampa? Así de desconfiados nos hemos puesto!!!
Y es cierto, de verdad que llevo días pensando en esas maquinas y no solo porque creo que hay algo debajo que me tiene preocupado,-al punto que escribí sobre ellas hace unos días atrás-, sino porque no solo pueden ser sospechas infundadas de parte de un técnico que como yo lleva años en esto de los acertijos informáticos.
Varias cosas llamaron mi atención acerca del nuevo procedimiento que esta planteando el CNE con sus maquinas nuevas. La primera de ellas tiene que ver con la identificación del elector en la mesa a través del mecanismo biométrico de las captahuellas. Una vez que eres identificado, se te permite ejercer tu derecho. ¿Y que pasa si la maquina no te identifica? Deberá existir un procedimiento que permita ejercer a todo ciudadano su derecho, así la maquina no lo identifique; eso va mas allá de lo técnico! ¡Hay un derecho que preservar! Por otro lado, se le está dejando a un mecanismo automático, no a un ser humano, decidir si alguien le corresponde o no votar en una mesa. ¡Fíjense bien! Una máquina, con una información precargada por el CNE dirá que un ciudadano le toca votar en ese lugar o no!
Y esto último me lleno de preocupación: la información biométrica del elector deberá estar en ESA MAQUINA a fin de poder ser identificado. De allí a fijar a la persona y al voto no hay más que un paso técnico. ¿Lo hará la misma maquina? ¿Es decir, el proceso de identificación y el de emisión del voto? O serán mecanismos diferentes,-no conectados-, para que no se pueda asociar identificación y voto? Muchas preguntas sin respuesta todavía. La información pública indica que la nueva máquina tendrá su propio captahuella. Mala señal para aquellos que pensamos que el secreto del voto esta amenazado con esta nueva configuración de los equipos de votación.
Como al elector ya se le ha identificado positivamente con el mecanismo de las nuevas captahuellas, el CNE nos indica que ya no es necesario que este ponga su huella en un cuaderno, ni firme su presencia en él, en el acto de votación, porque este ha sido eliminado! Varias preguntas se me vienen a la mente: cuando teníamos un cuaderno físico, el de papel, los integrantes de la mesa identificábamos al elector al llegar y sabíamos cuantos electores faltaban por votar de esa mesa en particular en cualquier momento y cuantos efectivamente habían ejercido su derecho. Sin el cuaderno, no sabremos cuantos habrán pasado, salvo que los contemos a mano. Imagino que las maquinas ahora nos dirán cuantos electores hay en la mesa y cuantos igualmente han efectivamente votado, pero después de cerrar la mesa. Ahora bien, ¿y la prueba después del acto electoral? No debemos olvidar que la apertura y el cierre de las maquinas lo hacen los técnicos del CNE. Los integrantes de la mesa no podemos tocar ni manipular esas maquinas después que han sido abiertas, y menos aun para saber cuantos han votado o no en la mesa. De hecho solo los técnicos sacan los listados con los resultados que tuvieron las maquinas después del acto del cierre de la mesa. Por otro lado, el cuaderno físico le probaba a cualquiera, que efectivamente un elector con su firma y su huella había estado en la mesa y se podía ir en cualquier momento posteriormente a ese cuaderno para probar ese hecho. Ahora no podremos mas allá de lo que indiquen las nuevas maquinas del CNE. ¿Como sabríamos, después que el Plan Republica se lleve las maquinas, si estos “Cuadernos Electrónicos” son o no son adulterados? ¡Simplemente, no lo sabríamos!
Y ahora lo mejor. El gobierno, desmaterializando el cuaderno, puede hacer invisible al elector. ¿Que significa esto? Que alguien puede presentarse en diferentes mesas electorales y si su huella esta allí, efectivamente votará! No necesitará el cuaderno porque su huella e identificación estará en las máquinas. Las implicaciones de esto son espeluznantes!!!! ¿Como se nos garantizará que el CNE no replique las huellas de identificación de los electores afectos al oficialismo en diferentes mesas electorales? Ya el gobierno no necesitará sacarle múltiples cedulas a los antiguos “multicedulados” del pasado sino con tenerles su propia identificación en diferentes maquinas le bastará! Ahora cualquiera podría ser “multicedulado”. Antes era ciertamente dificultoso y engorroso el procedimiento de sacarle 5 cedulas a alguien y poner esos números de cedula en diferentes cuadernos, con distintos nombres. Con la nueva tecnología biométrica se podrán fabricar millones de “multicedulados” o personas que voten en diferentes lugares a favor del oficialismo y no los pocos que se consiguieron en anteriores procesos. ¿Tendrá la oposición acceso a la información biométrica que se cargue en las mas de 36.000 maquinas nuevas que se instalarán en todo el país para asegurarse que eso no pase? ¿Cómo garantizar la unicidad de la información biométrica? Si la oposición no ha tenido la información del actual REP, dudo que le entreguen lo que se pre-cargará para la identificación biométrica de los electores y poder constatar que no esta repetida en distintas máquinas. Llama la atención respecto de eso que el gobierno ha mencionado que utilizará la información de los sistemas de identificación del SAIME para obtener el 100% de las huellas de la población. Esto en contraposición al argumento opositor de que solo se encontraban presentes el 40% de las huellas en manos del CNE. Eso de por si ya debe alertar a la población porque nuestra data biométrica podrá ser usada y asignada en las nuevas maquinas sin que se tenga el mas mínimo control de ello.
He comentado y leído reiteradamente que es muy extraño que en un país con las necesidades que tiene el nuestro, el CNE se gaste mas de 55 millones de dólares en modernizar el parque de maquinas con este nuevo procedimiento electoral. Otra muy extraña es que una de las razones por las que insistentemente se rumorea que la antigua Presidente de la CANTV y actual rectora, pase a ser la nueva Presidente del CNE; precisamente es porque esa era la misma persona que desde PDVSA garantizó la continuidad de los sistemas informáticos de la industria durante el Paro Cívico y es una especialista calificada en el área informática. Conozco técnicamente al personaje y sé que si el gobierno la está planteando en ese puesto es porque cuenta con ella como su última carta y viene por lo técnico; lo que se están jugando es sumamente importante. La cosa nos viene por el tema informático electoral. Recuerden que las captahuellas hicieron su aparición inaugural y su trabajo durante el Revocatorio del año 2004 y garantizaron la continuidad del régimen.
Tengo la incomoda impresión que la oposición no ha ponderado la gravedad de este asunto a profundidad. Tenemos todavía tiempo para actuar y exigir todas las garantías técnicas necesarias para que se respete el secreto del voto y no desaparezca el cuaderno electoral. La Comisión Técnica recientemente nombrada por la Mesa de la Unidad debe explicarnos a todos los venezolanos, tanto a los que sabemos del tema técnico, como a los que no saben, las diferentes propuestas negociadas con el gobierno a fin de que los venezolanos podamos tener la seguridad y la garantía que no habrá ninguna perturbación en el proceso y se cuenten los votos como deben contarse, sin perturbaciones.
Lamentablemente aun no he visto ningún pronunciamiento de la MUD en el sentido de rechazar categóricamente la desmaterialización del Cuaderno Electoral. Pareciera que no le han dado importancia y el gobierno y el CNE han avanzado en esa pretensión. Falta mucho todavía para las elecciones pero deben empezarse a discutir públicamente las implicaciones de esta nueva propuesta del CNE. El gobierno siempre tiende a retroceder cuando la opinión pública arrecia y no tienen argumentos para sostener una acción. Debemos empezar a alertar a la opinión pública acerca de esta desviación del proceso, como en efecto lo empiezo a hacer desde aquí. Y si bien el CNE se impone en la compra de sus nuevas máquinas y sus nuevos procedimientos tecnológicos, los representantes técnicos de la oposición tendrán entonces la gravísima responsabilidad de alertarnos de todas las implicaciones reales para evitar que de nuevo el gobierno se salga con la suya, y proponer un curso de acción técnico para salvaguardar nuestros derechos.
De nuevo, cualquier cosa que haga el CNE técnicamente, se podrá neutralizar con seguridad estando los representantes de los partidos y la sociedad civil organizada presentes en todas las mesas y auditando lo que haya que auditar, no existe otra garantía. Si no estamos en todas las mesas a lo largo y ancho del país, lo técnico prevalecerá y cualquier cosa que inventen con esas nuevas maquinas seguramente nos desfavorecerá. Una cosa es cierta: si Chávez no tiene los votos en la calle, pueden tener la seguridad que los tendrá en las máquinas. Y ellos ya saben que no los tienen en la calle y es nuestro reto que, si esto es así, tampoco los tengan en las máquinas.
Caracas 30 de Mayo de 2011
Me viene a la memoria de mis inicios en esto de la tecnología de la información, hace más de 35 años, una pieza de algoritmo en un programa de computadora que no podía entender. Me entregaron la responsabilidad de descifrar el trabajo de un experto analista que en una sola pieza de programa, en el lenguaje de las viejas maquinas, había logrado una magistral solución a un problema bien complejo y en aquellas épocas los técnicos no solían dar muchas explicaciones acerca de lo que programaban y de allí mi intervención. La respuesta me vino sola, sin pensar en ella, pero después de haber pasado varias semanas de trabajo y no haberle encontrado una solución. Eso era la piedra de tranca para poder continuar mi trabajo. Y resultó ser tan simple como excepcional. No se me ha olvidado aquella anécdota porque me sigue pasando que cuando no aparece la solución inmediata a un problema complicado, la mente sigue dando vueltas y la solución aparece sola, así como si nada. Algo así me pasó con este asunto de las nuevas maquinas del CNE cuando me preguntaba: ¿y que puede hacer esta gente con esa nueva tecnología para garantizarle la permanencia a Hugo Chávez en el poder? ¿Dónde está la trampa? Así de desconfiados nos hemos puesto!!!
Y es cierto, de verdad que llevo días pensando en esas maquinas y no solo porque creo que hay algo debajo que me tiene preocupado,-al punto que escribí sobre ellas hace unos días atrás-, sino porque no solo pueden ser sospechas infundadas de parte de un técnico que como yo lleva años en esto de los acertijos informáticos.
Varias cosas llamaron mi atención acerca del nuevo procedimiento que esta planteando el CNE con sus maquinas nuevas. La primera de ellas tiene que ver con la identificación del elector en la mesa a través del mecanismo biométrico de las captahuellas. Una vez que eres identificado, se te permite ejercer tu derecho. ¿Y que pasa si la maquina no te identifica? Deberá existir un procedimiento que permita ejercer a todo ciudadano su derecho, así la maquina no lo identifique; eso va mas allá de lo técnico! ¡Hay un derecho que preservar! Por otro lado, se le está dejando a un mecanismo automático, no a un ser humano, decidir si alguien le corresponde o no votar en una mesa. ¡Fíjense bien! Una máquina, con una información precargada por el CNE dirá que un ciudadano le toca votar en ese lugar o no!
Y esto último me lleno de preocupación: la información biométrica del elector deberá estar en ESA MAQUINA a fin de poder ser identificado. De allí a fijar a la persona y al voto no hay más que un paso técnico. ¿Lo hará la misma maquina? ¿Es decir, el proceso de identificación y el de emisión del voto? O serán mecanismos diferentes,-no conectados-, para que no se pueda asociar identificación y voto? Muchas preguntas sin respuesta todavía. La información pública indica que la nueva máquina tendrá su propio captahuella. Mala señal para aquellos que pensamos que el secreto del voto esta amenazado con esta nueva configuración de los equipos de votación.
Como al elector ya se le ha identificado positivamente con el mecanismo de las nuevas captahuellas, el CNE nos indica que ya no es necesario que este ponga su huella en un cuaderno, ni firme su presencia en él, en el acto de votación, porque este ha sido eliminado! Varias preguntas se me vienen a la mente: cuando teníamos un cuaderno físico, el de papel, los integrantes de la mesa identificábamos al elector al llegar y sabíamos cuantos electores faltaban por votar de esa mesa en particular en cualquier momento y cuantos efectivamente habían ejercido su derecho. Sin el cuaderno, no sabremos cuantos habrán pasado, salvo que los contemos a mano. Imagino que las maquinas ahora nos dirán cuantos electores hay en la mesa y cuantos igualmente han efectivamente votado, pero después de cerrar la mesa. Ahora bien, ¿y la prueba después del acto electoral? No debemos olvidar que la apertura y el cierre de las maquinas lo hacen los técnicos del CNE. Los integrantes de la mesa no podemos tocar ni manipular esas maquinas después que han sido abiertas, y menos aun para saber cuantos han votado o no en la mesa. De hecho solo los técnicos sacan los listados con los resultados que tuvieron las maquinas después del acto del cierre de la mesa. Por otro lado, el cuaderno físico le probaba a cualquiera, que efectivamente un elector con su firma y su huella había estado en la mesa y se podía ir en cualquier momento posteriormente a ese cuaderno para probar ese hecho. Ahora no podremos mas allá de lo que indiquen las nuevas maquinas del CNE. ¿Como sabríamos, después que el Plan Republica se lleve las maquinas, si estos “Cuadernos Electrónicos” son o no son adulterados? ¡Simplemente, no lo sabríamos!
Y ahora lo mejor. El gobierno, desmaterializando el cuaderno, puede hacer invisible al elector. ¿Que significa esto? Que alguien puede presentarse en diferentes mesas electorales y si su huella esta allí, efectivamente votará! No necesitará el cuaderno porque su huella e identificación estará en las máquinas. Las implicaciones de esto son espeluznantes!!!! ¿Como se nos garantizará que el CNE no replique las huellas de identificación de los electores afectos al oficialismo en diferentes mesas electorales? Ya el gobierno no necesitará sacarle múltiples cedulas a los antiguos “multicedulados” del pasado sino con tenerles su propia identificación en diferentes maquinas le bastará! Ahora cualquiera podría ser “multicedulado”. Antes era ciertamente dificultoso y engorroso el procedimiento de sacarle 5 cedulas a alguien y poner esos números de cedula en diferentes cuadernos, con distintos nombres. Con la nueva tecnología biométrica se podrán fabricar millones de “multicedulados” o personas que voten en diferentes lugares a favor del oficialismo y no los pocos que se consiguieron en anteriores procesos. ¿Tendrá la oposición acceso a la información biométrica que se cargue en las mas de 36.000 maquinas nuevas que se instalarán en todo el país para asegurarse que eso no pase? ¿Cómo garantizar la unicidad de la información biométrica? Si la oposición no ha tenido la información del actual REP, dudo que le entreguen lo que se pre-cargará para la identificación biométrica de los electores y poder constatar que no esta repetida en distintas máquinas. Llama la atención respecto de eso que el gobierno ha mencionado que utilizará la información de los sistemas de identificación del SAIME para obtener el 100% de las huellas de la población. Esto en contraposición al argumento opositor de que solo se encontraban presentes el 40% de las huellas en manos del CNE. Eso de por si ya debe alertar a la población porque nuestra data biométrica podrá ser usada y asignada en las nuevas maquinas sin que se tenga el mas mínimo control de ello.
He comentado y leído reiteradamente que es muy extraño que en un país con las necesidades que tiene el nuestro, el CNE se gaste mas de 55 millones de dólares en modernizar el parque de maquinas con este nuevo procedimiento electoral. Otra muy extraña es que una de las razones por las que insistentemente se rumorea que la antigua Presidente de la CANTV y actual rectora, pase a ser la nueva Presidente del CNE; precisamente es porque esa era la misma persona que desde PDVSA garantizó la continuidad de los sistemas informáticos de la industria durante el Paro Cívico y es una especialista calificada en el área informática. Conozco técnicamente al personaje y sé que si el gobierno la está planteando en ese puesto es porque cuenta con ella como su última carta y viene por lo técnico; lo que se están jugando es sumamente importante. La cosa nos viene por el tema informático electoral. Recuerden que las captahuellas hicieron su aparición inaugural y su trabajo durante el Revocatorio del año 2004 y garantizaron la continuidad del régimen.
Tengo la incomoda impresión que la oposición no ha ponderado la gravedad de este asunto a profundidad. Tenemos todavía tiempo para actuar y exigir todas las garantías técnicas necesarias para que se respete el secreto del voto y no desaparezca el cuaderno electoral. La Comisión Técnica recientemente nombrada por la Mesa de la Unidad debe explicarnos a todos los venezolanos, tanto a los que sabemos del tema técnico, como a los que no saben, las diferentes propuestas negociadas con el gobierno a fin de que los venezolanos podamos tener la seguridad y la garantía que no habrá ninguna perturbación en el proceso y se cuenten los votos como deben contarse, sin perturbaciones.
Lamentablemente aun no he visto ningún pronunciamiento de la MUD en el sentido de rechazar categóricamente la desmaterialización del Cuaderno Electoral. Pareciera que no le han dado importancia y el gobierno y el CNE han avanzado en esa pretensión. Falta mucho todavía para las elecciones pero deben empezarse a discutir públicamente las implicaciones de esta nueva propuesta del CNE. El gobierno siempre tiende a retroceder cuando la opinión pública arrecia y no tienen argumentos para sostener una acción. Debemos empezar a alertar a la opinión pública acerca de esta desviación del proceso, como en efecto lo empiezo a hacer desde aquí. Y si bien el CNE se impone en la compra de sus nuevas máquinas y sus nuevos procedimientos tecnológicos, los representantes técnicos de la oposición tendrán entonces la gravísima responsabilidad de alertarnos de todas las implicaciones reales para evitar que de nuevo el gobierno se salga con la suya, y proponer un curso de acción técnico para salvaguardar nuestros derechos.
De nuevo, cualquier cosa que haga el CNE técnicamente, se podrá neutralizar con seguridad estando los representantes de los partidos y la sociedad civil organizada presentes en todas las mesas y auditando lo que haya que auditar, no existe otra garantía. Si no estamos en todas las mesas a lo largo y ancho del país, lo técnico prevalecerá y cualquier cosa que inventen con esas nuevas maquinas seguramente nos desfavorecerá. Una cosa es cierta: si Chávez no tiene los votos en la calle, pueden tener la seguridad que los tendrá en las máquinas. Y ellos ya saben que no los tienen en la calle y es nuestro reto que, si esto es así, tampoco los tengan en las máquinas.
Caracas 30 de Mayo de 2011
lunes, 23 de mayo de 2011
Comunicarse sin límites: Un nuevo Derecho Humano
Por Luis Manuel Aguana
Me llamó mucho la atención la historia de la vida trágica de Marcel Proust contada desde la perspectiva de Stefan Zweig. Un escritor profundo nacido enfermizo en 1871, que amaba el campo y la naturaleza pero no podía disfrutarla porque debido a una enfermedad respiratoria, estaba impedido de oler la fragancia de las flores porque si lo hacía le tocaba estar en cama por largos períodos. Según Zweig, este impedimento desarrolló en el artista un poder de observación tal que escribía y escribía todo lo que veía y sentía, en cuartillas y más cuartillas, incapaz de conciliar el sueño. Vivía enfermo y yacía en cama todo el día. Todo lo que escribió lo condensó finalmente en 10 tomos en 1912 y no fue sino hasta 1913 cuando un editor se arriesgó a publicar su obra; y cuando el mundo ya empezaba a saber de él, ya era una figura enferma a punto de morir. De acuerdo a Zweig, después de la Primera Guerra, cuando ya habían aparecido 5 de los 10 tomos, “comienza Francia y toda Europa a fijarse en esta épica obra de nuestro tiempo”. La descripción que hace Zweig de la muerte del autor es electrizante porque Proust, con sus extraordinarios dones de observador, describe agonizante, en una última cuartilla de papel, su propio final. Y lo más triste de toda esta historia es que las últimas fuerzas de la vida del autor se concentraron en asistir a la aparición pública de su propia obra.
Llamo la atención a la tragedia de un autor de la talla de Proust por la siguiente observación: que impensable sería esta historia en estos tiempos de blogs y correos electrónicos! Hoy Marcel Proust tendría un blog y escribiría sus observaciones en una portátil, no necesitando para nada que un editor se “arriesgara” a publicar su obra. ¿Cuantos Marcel Proust navegarán ahora por la Internet? Nadie lo sabe, pero están allí. La magia de la red al servicio del arte de escribir es ahora universal.
La expresión del hombre y la horizontalización de las comunicaciones permiten llegar directamente a cualquier persona del planeta, sin importar cargo, jerarquía, notoriedad, distancia geográfica. Con solo conocer su cuenta de Twitter o Facebook cualquier persona puede comunicarse sin más limitaciones que su pensamiento, con cualquier ser humano que desee, con simplemente tener acceso a la red mundial. Eso no ha existido nunca antes en la historia universal. En consecuencia ha nacido, por obra y gracia de la tecnología, un nuevo derecho: el de comunicarse sin límites. Y ya es un derecho adquirido, inalienable, como el de los demás Derechos Humanos, imposibles de ser retrocedidos al ya haberlos disfrutado en toda su magnifica extensión.
Y como todos los Derechos Humanos, permanentemente están amenazados. Este es un derecho atado al fenómeno tecnológico, lo que le da una connotación interesante e importante, al tener los Estados la responsabilidad de asegurar que este pueda ser disfrutado por sus ciudadanos. En esta era los Estados y sus gobiernos deberán disponer de políticas públicas para insertar a su población al disfrute de este nuevo derecho, del que ya disfrutan gran parte de los seres humanos. Las amenazas son las mismas que devienen de sistemas de gobierno que rechazan la libertad y la democracia, ambientes imprescindibles para que este nuevo derecho florezca y se desarrolle. Son incompatibles el libre juego de las ideas y las comunicaciones sin límites, en ambientes altamente controlados y autoritarios por naturaleza. La Internet siempre se verá amenazada en esos escenarios.
Confirmo de esta manera la razón de este Blog, TICs y Derechos Humanos, por una Internet libre y su utilización para reafirmar los valores de la democracia y el sistema de libertades, en la actualidad amenazados en Venezuela…
Me llamó mucho la atención la historia de la vida trágica de Marcel Proust contada desde la perspectiva de Stefan Zweig. Un escritor profundo nacido enfermizo en 1871, que amaba el campo y la naturaleza pero no podía disfrutarla porque debido a una enfermedad respiratoria, estaba impedido de oler la fragancia de las flores porque si lo hacía le tocaba estar en cama por largos períodos. Según Zweig, este impedimento desarrolló en el artista un poder de observación tal que escribía y escribía todo lo que veía y sentía, en cuartillas y más cuartillas, incapaz de conciliar el sueño. Vivía enfermo y yacía en cama todo el día. Todo lo que escribió lo condensó finalmente en 10 tomos en 1912 y no fue sino hasta 1913 cuando un editor se arriesgó a publicar su obra; y cuando el mundo ya empezaba a saber de él, ya era una figura enferma a punto de morir. De acuerdo a Zweig, después de la Primera Guerra, cuando ya habían aparecido 5 de los 10 tomos, “comienza Francia y toda Europa a fijarse en esta épica obra de nuestro tiempo”. La descripción que hace Zweig de la muerte del autor es electrizante porque Proust, con sus extraordinarios dones de observador, describe agonizante, en una última cuartilla de papel, su propio final. Y lo más triste de toda esta historia es que las últimas fuerzas de la vida del autor se concentraron en asistir a la aparición pública de su propia obra.
Llamo la atención a la tragedia de un autor de la talla de Proust por la siguiente observación: que impensable sería esta historia en estos tiempos de blogs y correos electrónicos! Hoy Marcel Proust tendría un blog y escribiría sus observaciones en una portátil, no necesitando para nada que un editor se “arriesgara” a publicar su obra. ¿Cuantos Marcel Proust navegarán ahora por la Internet? Nadie lo sabe, pero están allí. La magia de la red al servicio del arte de escribir es ahora universal.
La expresión del hombre y la horizontalización de las comunicaciones permiten llegar directamente a cualquier persona del planeta, sin importar cargo, jerarquía, notoriedad, distancia geográfica. Con solo conocer su cuenta de Twitter o Facebook cualquier persona puede comunicarse sin más limitaciones que su pensamiento, con cualquier ser humano que desee, con simplemente tener acceso a la red mundial. Eso no ha existido nunca antes en la historia universal. En consecuencia ha nacido, por obra y gracia de la tecnología, un nuevo derecho: el de comunicarse sin límites. Y ya es un derecho adquirido, inalienable, como el de los demás Derechos Humanos, imposibles de ser retrocedidos al ya haberlos disfrutado en toda su magnifica extensión.
Y como todos los Derechos Humanos, permanentemente están amenazados. Este es un derecho atado al fenómeno tecnológico, lo que le da una connotación interesante e importante, al tener los Estados la responsabilidad de asegurar que este pueda ser disfrutado por sus ciudadanos. En esta era los Estados y sus gobiernos deberán disponer de políticas públicas para insertar a su población al disfrute de este nuevo derecho, del que ya disfrutan gran parte de los seres humanos. Las amenazas son las mismas que devienen de sistemas de gobierno que rechazan la libertad y la democracia, ambientes imprescindibles para que este nuevo derecho florezca y se desarrolle. Son incompatibles el libre juego de las ideas y las comunicaciones sin límites, en ambientes altamente controlados y autoritarios por naturaleza. La Internet siempre se verá amenazada en esos escenarios.
Confirmo de esta manera la razón de este Blog, TICs y Derechos Humanos, por una Internet libre y su utilización para reafirmar los valores de la democracia y el sistema de libertades, en la actualidad amenazados en Venezuela…
domingo, 15 de mayo de 2011
Misión Vivienda y Fraude Electoral
Por Luis Manuel Aguana
La reciente decisión del gobierno de identificar biométricamente a los ciudadanos para realizar la solicitud de vivienda en la reciente Misión Vivienda, activó las alarmas de quienes tenemos muchos años estudiando el tema de la tecnología de la información y las implicaciones del uso, o mal uso, de los datos privados de las personas. Parecían extrañas las razones del porque poseer información biométrica para un trámite de registro de vivienda, y tomada precisamente con los equipos captahuellas del CNE. Por aquello del dicho de que “quien ha sido picado de culebra le tiene miedo al bejuco” continuamos atentos a la evolución de esta noticia, a nuestro juicio sumamente importante, no solo por lo extraño del uso de las captahuellas en ese registro sino por el extraño interés de iniciar precisamente ahora una campaña de registro de todos aquellos venezolanos a quienes la administración de Chávez no les ha construido sus viviendas, siendo su déficit contabilizado por los expertos en mas de dos millones de unidades habitacionales para el 2010 y que se ve agudizado por la política de expropiaciones y la caída de las inversiones en la construcción por parte del sector privado. Por principio desconfiamos de lo que hace el gobierno porque la Sala Situacional de Miraflores, con el G2 cubano a la cabeza, no da puntada sin dedal.
La Misión Vivienda arrancó el 7 de Mayo y si se llegara a registrar a esa gran masa de venezolanos urgidos de una solución habitacional, se estaría hablando de una media mínima de más de dos millones de registros de personas recogidas desde ahora hasta las elecciones del año 2012. Ahora bien, se pensará ¿y que tiene que ver eso con las elecciones? La respuesta a nuestra inquietud inicial nos la acaba de dar el CNE el 12 de Mayo con el anuncio de aprobación del “Proyecto de ampliación y mejoras del Sistema Automatizado de Votación” en el que, según la información que publica el CNE en su página web en su aparte “Votantes Auténticos”, indica y citamos:
“En materia de seguridad se continúa avanzando en los procedimientos para reducir a su mínima expresión la posibilidad de errores humanos durante el proceso. Es el caso del Sistema de Autenticación Integral (SAI), que permitirá a la electora o al elector autenticarse en la mesa electoral con su huella dactilar. Es un dispositivo de autenticación biométrica distinto a las captahuellas, que igualmente no registra secuencia de votantes ni opciones de voto, pero que estará en mesa electoral para garantizar que la máquina de votación no pueda ser activada hasta tanto exista un elector registrado para ejercer el voto frente a ella. A través de este dispositivo será el elector quien – una vez autenticado- habilitará al presidente de la mesa para activar la máquina de votación”
Esto nos pareció muy sospechoso. Aparte de no indicar como se garantizará que al ser identificado el elector por la máquina de votación, -ya que su registro necesariamente deberá estar allí para que esa identificación se realice por la máquina-, el sistema no asocie su identificación al voto que emitió; el CNE al colocar una captahuella adicional en el sitio de votación intenta identificar al propio votante mas allá del cuaderno de votación impreso, implementando ahora lo que ha dado en llamar el Cuaderno de Votación Electrónico con lo cual ya no se requeriría de la firma con bolígrafo en cuerpo presente del votante, ni de la impresión en el papel del Cuaderno de Votación de su huella dactilar, sino de su identificación biométrica por parte de este captahuella asociado a la nueva maquina del CNE.
Esta nueva invención técnica del CNE abrirá la posibilidad de participar en el acto electoral a personas que bien pueden no estar presentes pero a los cuales ya se les ha capturado su huella electrónica y firmar “su presencia” en el nuevo Cuaderno de Votación Electrónico. ¿Quien nos garantiza que este gobierno y este CNE parcializado no utilice los datos de la Misión Vivienda (les recuerdo que el gobierno desea levantar mas de dos millones de solicitantes) con las huellas dactilares o firmas electrónicas ya capturadas, para ser utilizadas en los Comicios del 2012, para reelegir a Hugo Chávez como Presidente de la República? Algunos técnicos del CNE dirán que eso no es posible, pero yo les digo, después de muchos años laborando en el área, que en tecnología todo es posible y ellos lo saben. Basta que ya exista capturada previamente la firma electrónica representada en la huella biométrica y el votante con su cedula de identidad, para que su voto sea preasignado en el mismísimo CNE sin que siquiera esa persona haya concurrido al centro de votación.
Ahora bien, con la escasa garantía que el CNE nos está dando de preservar el secreto del voto al automatizar el Cuaderno de Votación por sólo indicar que “igualmente no registra secuencia de votantes ni opciones de voto, pero que estará en mesa electoral”, las personas registradas en el censo del la Misión Vivienda estarán aterrorizadas de que el gobierno no les asigne una vivienda al existir la probabilidad de que conozca la orientación de su voto. Y suponiendo que el CNE no cambie el voto de los electores que si fueron a votar, registrados de la Misión Vivienda, por razones de auditoria posterior de las Actas, el CNE si podría asignar el voto de aquellos solicitantes de vivienda que no fueron a votar y los cuales están asignados a una mesa en particular porque ya poseen su firma electrónica biométrica registrada en un censo donde se utilizó la maquinaria existente de captahuellas del CNE.
Hasta ahora, la situación mencionada no es más que una especulación técnica muy válida basada en lo que el gobierno y el CNE pueden hacer, y que proviene de alguien que desconfía justificadamente de un régimen que se juega, no solo la supervivencia de su revolución, sino la cárcel para el Presidente y sus principales allegados. Los partidos integrados en la Mesa de la Unidad deben no solo preguntarse de los millones de dólares gastados, y sus posibles negociados, en la compra de nuevas maquinas y tecnología para el CNE, sino porqué se hizo esa inversión en este preciso momento y su justificación. Porqué cambiar a estas alturas un procedimiento que ha probado funcionar en comicios anteriores y que ya había sido de alguna manera dominado por la oposición, introduciendo nuevos pasos y tecnología. Deben preguntarse porque suprimir el cuaderno de votación físico, poniendo en duda esa justificación de seguridad que alega el gobierno cuando antes ese no había sido el problema. Es muy sospechoso que el gobierno desee introducir cambios en el procedimiento electoral de la mesa y desee de plano eliminar el cuaderno físico de votación. Ese paso, por decir lo menos, es sumamente grave. Al no existir el físico del Cuaderno de Votación y la firma y la huella dactilar plasmada del votante no hay mas prueba que la que dé el CNE y sus máquinas de que esa persona concurrió efectivamente al centro de votación a emitir su voto. De allí nuestra justificada y razonable duda en las firmas y huellas electrónicas levantadas y se continúan levantando en la Misión Vivienda.
Desde aquí técnicamente alertamos a la oposición organizada a entrarle de frente a esta posible nueva jugada de fraude electoral del gobierno, estudiando a fondo y exigiendo todas y cada una de las garantías necesarias para asegurar el secreto del voto consagrado en nuestra Constitución y cerrarle el paso a una posible utilización fraudulenta de la información confidencial de los ciudadanos. Los expertos electorales de la oposición deberán estudiar desde ya este nuevo sistema anunciado por el CNE para ponerle todos los resortes de seguridad necesarios para que, al menos, tengamos la seguridad de que el gobierno no añadirá votos electrónicos a su favor.
En todo caso, nuestra mayor y más certera garantía de que tenemos los votos suficientes para vencer a Chávez en las urnas, es estar presentes en todas y cada una de las mesas de votación del país y realizar las auditorias, mesa a mesa, en todos los Centros, contando los votos emitidos y comparándolos con las Actas de las máquinas correspondientes. Y eso no tiene nada que ver con la tecnología sino con gente resuelta a rescatar la democracia y el sistema de libertades…
Caracas 15 de Mayo de 2011
La reciente decisión del gobierno de identificar biométricamente a los ciudadanos para realizar la solicitud de vivienda en la reciente Misión Vivienda, activó las alarmas de quienes tenemos muchos años estudiando el tema de la tecnología de la información y las implicaciones del uso, o mal uso, de los datos privados de las personas. Parecían extrañas las razones del porque poseer información biométrica para un trámite de registro de vivienda, y tomada precisamente con los equipos captahuellas del CNE. Por aquello del dicho de que “quien ha sido picado de culebra le tiene miedo al bejuco” continuamos atentos a la evolución de esta noticia, a nuestro juicio sumamente importante, no solo por lo extraño del uso de las captahuellas en ese registro sino por el extraño interés de iniciar precisamente ahora una campaña de registro de todos aquellos venezolanos a quienes la administración de Chávez no les ha construido sus viviendas, siendo su déficit contabilizado por los expertos en mas de dos millones de unidades habitacionales para el 2010 y que se ve agudizado por la política de expropiaciones y la caída de las inversiones en la construcción por parte del sector privado. Por principio desconfiamos de lo que hace el gobierno porque la Sala Situacional de Miraflores, con el G2 cubano a la cabeza, no da puntada sin dedal.
La Misión Vivienda arrancó el 7 de Mayo y si se llegara a registrar a esa gran masa de venezolanos urgidos de una solución habitacional, se estaría hablando de una media mínima de más de dos millones de registros de personas recogidas desde ahora hasta las elecciones del año 2012. Ahora bien, se pensará ¿y que tiene que ver eso con las elecciones? La respuesta a nuestra inquietud inicial nos la acaba de dar el CNE el 12 de Mayo con el anuncio de aprobación del “Proyecto de ampliación y mejoras del Sistema Automatizado de Votación” en el que, según la información que publica el CNE en su página web en su aparte “Votantes Auténticos”, indica y citamos:
“En materia de seguridad se continúa avanzando en los procedimientos para reducir a su mínima expresión la posibilidad de errores humanos durante el proceso. Es el caso del Sistema de Autenticación Integral (SAI), que permitirá a la electora o al elector autenticarse en la mesa electoral con su huella dactilar. Es un dispositivo de autenticación biométrica distinto a las captahuellas, que igualmente no registra secuencia de votantes ni opciones de voto, pero que estará en mesa electoral para garantizar que la máquina de votación no pueda ser activada hasta tanto exista un elector registrado para ejercer el voto frente a ella. A través de este dispositivo será el elector quien – una vez autenticado- habilitará al presidente de la mesa para activar la máquina de votación”
Esto nos pareció muy sospechoso. Aparte de no indicar como se garantizará que al ser identificado el elector por la máquina de votación, -ya que su registro necesariamente deberá estar allí para que esa identificación se realice por la máquina-, el sistema no asocie su identificación al voto que emitió; el CNE al colocar una captahuella adicional en el sitio de votación intenta identificar al propio votante mas allá del cuaderno de votación impreso, implementando ahora lo que ha dado en llamar el Cuaderno de Votación Electrónico con lo cual ya no se requeriría de la firma con bolígrafo en cuerpo presente del votante, ni de la impresión en el papel del Cuaderno de Votación de su huella dactilar, sino de su identificación biométrica por parte de este captahuella asociado a la nueva maquina del CNE.
Esta nueva invención técnica del CNE abrirá la posibilidad de participar en el acto electoral a personas que bien pueden no estar presentes pero a los cuales ya se les ha capturado su huella electrónica y firmar “su presencia” en el nuevo Cuaderno de Votación Electrónico. ¿Quien nos garantiza que este gobierno y este CNE parcializado no utilice los datos de la Misión Vivienda (les recuerdo que el gobierno desea levantar mas de dos millones de solicitantes) con las huellas dactilares o firmas electrónicas ya capturadas, para ser utilizadas en los Comicios del 2012, para reelegir a Hugo Chávez como Presidente de la República? Algunos técnicos del CNE dirán que eso no es posible, pero yo les digo, después de muchos años laborando en el área, que en tecnología todo es posible y ellos lo saben. Basta que ya exista capturada previamente la firma electrónica representada en la huella biométrica y el votante con su cedula de identidad, para que su voto sea preasignado en el mismísimo CNE sin que siquiera esa persona haya concurrido al centro de votación.
Ahora bien, con la escasa garantía que el CNE nos está dando de preservar el secreto del voto al automatizar el Cuaderno de Votación por sólo indicar que “igualmente no registra secuencia de votantes ni opciones de voto, pero que estará en mesa electoral”, las personas registradas en el censo del la Misión Vivienda estarán aterrorizadas de que el gobierno no les asigne una vivienda al existir la probabilidad de que conozca la orientación de su voto. Y suponiendo que el CNE no cambie el voto de los electores que si fueron a votar, registrados de la Misión Vivienda, por razones de auditoria posterior de las Actas, el CNE si podría asignar el voto de aquellos solicitantes de vivienda que no fueron a votar y los cuales están asignados a una mesa en particular porque ya poseen su firma electrónica biométrica registrada en un censo donde se utilizó la maquinaria existente de captahuellas del CNE.
Hasta ahora, la situación mencionada no es más que una especulación técnica muy válida basada en lo que el gobierno y el CNE pueden hacer, y que proviene de alguien que desconfía justificadamente de un régimen que se juega, no solo la supervivencia de su revolución, sino la cárcel para el Presidente y sus principales allegados. Los partidos integrados en la Mesa de la Unidad deben no solo preguntarse de los millones de dólares gastados, y sus posibles negociados, en la compra de nuevas maquinas y tecnología para el CNE, sino porqué se hizo esa inversión en este preciso momento y su justificación. Porqué cambiar a estas alturas un procedimiento que ha probado funcionar en comicios anteriores y que ya había sido de alguna manera dominado por la oposición, introduciendo nuevos pasos y tecnología. Deben preguntarse porque suprimir el cuaderno de votación físico, poniendo en duda esa justificación de seguridad que alega el gobierno cuando antes ese no había sido el problema. Es muy sospechoso que el gobierno desee introducir cambios en el procedimiento electoral de la mesa y desee de plano eliminar el cuaderno físico de votación. Ese paso, por decir lo menos, es sumamente grave. Al no existir el físico del Cuaderno de Votación y la firma y la huella dactilar plasmada del votante no hay mas prueba que la que dé el CNE y sus máquinas de que esa persona concurrió efectivamente al centro de votación a emitir su voto. De allí nuestra justificada y razonable duda en las firmas y huellas electrónicas levantadas y se continúan levantando en la Misión Vivienda.
Desde aquí técnicamente alertamos a la oposición organizada a entrarle de frente a esta posible nueva jugada de fraude electoral del gobierno, estudiando a fondo y exigiendo todas y cada una de las garantías necesarias para asegurar el secreto del voto consagrado en nuestra Constitución y cerrarle el paso a una posible utilización fraudulenta de la información confidencial de los ciudadanos. Los expertos electorales de la oposición deberán estudiar desde ya este nuevo sistema anunciado por el CNE para ponerle todos los resortes de seguridad necesarios para que, al menos, tengamos la seguridad de que el gobierno no añadirá votos electrónicos a su favor.
En todo caso, nuestra mayor y más certera garantía de que tenemos los votos suficientes para vencer a Chávez en las urnas, es estar presentes en todas y cada una de las mesas de votación del país y realizar las auditorias, mesa a mesa, en todos los Centros, contando los votos emitidos y comparándolos con las Actas de las máquinas correspondientes. Y eso no tiene nada que ver con la tecnología sino con gente resuelta a rescatar la democracia y el sistema de libertades…
Caracas 15 de Mayo de 2011
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Derechos Humanos,
Derechos Humanos TICs Venezuela,
Fraude Electoral,
Luis Manuel Aguana,
Misión Vivienda,
TICs Venezuela
domingo, 23 de enero de 2011
El Cable
Por Luis Manuel Aguana
La noticia se lee hoy en la primera pagina de “El Universal”: “Cable Submarino une a Venezuela y Cuba”. Las tecnologías de la comunicación actuales hacen posible el transporte simultáneo de voz y datos a través de la fibra óptica mediante el uso de medios digitales. La magia de la comunicación hace igualmente posible que no sea necesario que una red sea de “área local”, es decir LAN, para que muchas computadoras puedan “hablar” entre si desde grandes distancias, es decir una Red WAN, Wide Area Network, de sus siglas en ingles. De allí que podamos acceder a servidores localizados en muchas partes del mundo a través de la Red de Redes, la Internet, a través de nuestra salida al mundo mediante cables submarinos de fibra óptica que nos conectan tanto en datos como en voz al mundo civilizado. Cuba había sido proscrita de esa posibilidad ya que su acceso de redes de voz y datos públicas es limitado, no solo por razones políticas, sino porque no ha tenido acceso reciente a las nuevas tecnologías de comunicación. Al conectar una fibra óptica a Cuba, los ciudadanos de ese país podrían tener el acceso que todo el mundo tiene a la Internet y a la red telefónica mundial. Pero no lo tendrán ya que al decir de los voceros del gobierno cubano de Raúl Castro, de acuerdo al articulo de Roberto Deniz de “El Universal” de hoy 23 de enero de 2011, habrá “mayor calidad en las infocomunicaciones (…) y no necesariamente eso significara una extensión de las mismas…”. Entonces, si el pueblo cubano no se verá beneficiado de la razón de ser de una tecnología tan sofisticada como esa, cual podrá ser la razón de que Venezuela gaste los millones de dólares que significan hacer un tendido de 1630 Kms. de fibra óptica especial-la submarina es muchísimo mas cara- desde Camurí, Estado Vargas hasta las playas de Siboney en Cuba? Tengo una teoría que tal vez los lectores compartan conmigo: en febrero del año pasado publique en este Blog que con el arribo del “técnico” cubano Ramiro Valdés no se hacía sino reafirmar lo que se nos viene encima, que no es otra cosa que la implementación de la represión digital. No podían trasladar al aparato técnico de Ramiro Valdés desde Cuba a Venezuela, era imposible. Como iban entonces a controlar a la red de disidentes cubanos? Valdés no hace la implementación técnica y por otro lado los técnicos de Venezuela no son lo suficientemente confiables para entrarle a una etapa de represión como la que se nos avecina. Entonces surge la tecnología para la represión: conectamos cables de alta velocidad que hagan que no sea necesario trasladar a nadie, baste que este conectado a la red con la velocidad adecuada para el manejo de los servidores de la CANTV desde Cuba. Y listo, tenemos a los cubanos que reprimen la red en Cuba ahora en Venezuela, a la velocidad de la luz. Y lo más triste es que pagamos nuestra propia represión con el petróleo venezolano. Chávez está cometiendo una nueva cesión de nuestra soberanía. En aquel entonces pensaba que la asesoría de Valdés bastaría para implementación de los controles técnicos. Me equivoque, no fue así. Lo hicieron más simple y mas limpio, el control nos lo implementará el propio Ramiro Valdés desde la computadora de su casa, en Cuba.
La noticia se lee hoy en la primera pagina de “El Universal”: “Cable Submarino une a Venezuela y Cuba”. Las tecnologías de la comunicación actuales hacen posible el transporte simultáneo de voz y datos a través de la fibra óptica mediante el uso de medios digitales. La magia de la comunicación hace igualmente posible que no sea necesario que una red sea de “área local”, es decir LAN, para que muchas computadoras puedan “hablar” entre si desde grandes distancias, es decir una Red WAN, Wide Area Network, de sus siglas en ingles. De allí que podamos acceder a servidores localizados en muchas partes del mundo a través de la Red de Redes, la Internet, a través de nuestra salida al mundo mediante cables submarinos de fibra óptica que nos conectan tanto en datos como en voz al mundo civilizado. Cuba había sido proscrita de esa posibilidad ya que su acceso de redes de voz y datos públicas es limitado, no solo por razones políticas, sino porque no ha tenido acceso reciente a las nuevas tecnologías de comunicación. Al conectar una fibra óptica a Cuba, los ciudadanos de ese país podrían tener el acceso que todo el mundo tiene a la Internet y a la red telefónica mundial. Pero no lo tendrán ya que al decir de los voceros del gobierno cubano de Raúl Castro, de acuerdo al articulo de Roberto Deniz de “El Universal” de hoy 23 de enero de 2011, habrá “mayor calidad en las infocomunicaciones (…) y no necesariamente eso significara una extensión de las mismas…”. Entonces, si el pueblo cubano no se verá beneficiado de la razón de ser de una tecnología tan sofisticada como esa, cual podrá ser la razón de que Venezuela gaste los millones de dólares que significan hacer un tendido de 1630 Kms. de fibra óptica especial-la submarina es muchísimo mas cara- desde Camurí, Estado Vargas hasta las playas de Siboney en Cuba? Tengo una teoría que tal vez los lectores compartan conmigo: en febrero del año pasado publique en este Blog que con el arribo del “técnico” cubano Ramiro Valdés no se hacía sino reafirmar lo que se nos viene encima, que no es otra cosa que la implementación de la represión digital. No podían trasladar al aparato técnico de Ramiro Valdés desde Cuba a Venezuela, era imposible. Como iban entonces a controlar a la red de disidentes cubanos? Valdés no hace la implementación técnica y por otro lado los técnicos de Venezuela no son lo suficientemente confiables para entrarle a una etapa de represión como la que se nos avecina. Entonces surge la tecnología para la represión: conectamos cables de alta velocidad que hagan que no sea necesario trasladar a nadie, baste que este conectado a la red con la velocidad adecuada para el manejo de los servidores de la CANTV desde Cuba. Y listo, tenemos a los cubanos que reprimen la red en Cuba ahora en Venezuela, a la velocidad de la luz. Y lo más triste es que pagamos nuestra propia represión con el petróleo venezolano. Chávez está cometiendo una nueva cesión de nuestra soberanía. En aquel entonces pensaba que la asesoría de Valdés bastaría para implementación de los controles técnicos. Me equivoque, no fue así. Lo hicieron más simple y mas limpio, el control nos lo implementará el propio Ramiro Valdés desde la computadora de su casa, en Cuba.
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