Por Luis Manuel Aguana
En 1843 Charles Dickens publicó una hermosa novela titulada “Un cuento de Navidad”. Todos de alguna manera han leído o visto versiones cinematográficas de la historia. Dickens tenía la virtud de llegar profundamente al alma humana con sus cuentos. Yo siempre los consideré de borde, esto es, llegar a exponer un punto llevando al límite la emocionalidad, dejando que el lector juzgara que estaba bien y que estaba mal, para llegar a un resultado que conciliaba la pura razón con la acción de hacer lo que está bien y rechazar lo que sabemos que está mal.
La historia, para quien por alguna casualidad no la conoce (¡es posible!), cuenta de un viejo avaro y egoísta llamado Ebenezer Scrooge, a quien le disgusta la Navidad. En tiempo de Navidad, es visitado por el fantasma de un antiguo socio, quien encadenado y macilento le advierte que debe cambiar su actitud ante la vida; y le informa que será visitado por tres fantasmas: el fantasma de las navidades pasadas, el de las navidades presentes y el de las navidades futuras.
Cada fantasma en su visita le hizo ver a Scrooge lo que se había perdido en el camino de su vida tratando de convertirse en quien se había convertido, mostrándole cada escena de su existencia pasada y presente. Y al final el último fantasma, el de las navidades futuras, le mostró el futuro tenebroso que tendría de seguir su vida como iba, augurándole un final desolador para su muerte. Tal película de su existencia hizo que Ebenezer cambiara radicalmente su actitud, no solo ante la Navidad, sino ante la vida. Hermoso cuento, simple y directo, como todos los de Dickens.
Y ahora, me van a perdonar este ejercicio de imaginación más terrenal, pero no pude aguantarlo después de asistir al Foro “Deficiencias e Irregularidades del Sistema Electoral. Problemas y Soluciones” convocado por El Nacional el pasado Miércoles 23 de Mayo. Me voy a meter con el cuento de Dickens y le voy a robar la idea imaginándome al fantasma que visita a Ebenezer visitando al equipo electoral del Comando Venezuela.
Una noche de estas antes de las elecciones de Octubre, el fantasma encadenado de Dickens con voz de ultratumba les dice a los integrantes del Comando Electoral; “…Representantes! Cambien su actitud! Informen al país de manera transparente lo que está haciendo el CNE y eviten un nuevo descalabro electoral!...” y a su vez les informa que los visitará el fantasma de las elecciones pasadas, el de las elecciones presentes y finalmente, el de las elecciones futuras. Acompañemos a los integrantes de la Comisión Electoral en esas visitas con los anunciados fantasmas...
De la mano del fantasma de las elecciones pasadas vemos los primeros días de las elecciones del 9 de Diciembre de 1973. Mucho ruido en el CSE (antiguo Consejo Supremo Electoral). Somos testigos de una conversación con el equipo técnico dirigido por un joven ingeniero electricista, el Dr. Julio Salgado, quien indica “Nuestro computador 360 Modelo 30 (antigua máquina de IBM) está en capacidad de producir información con la velocidad de los más avanzados modelos, puesto que es uno de ellos”. “Hemos estimado que podremos conocer el resultado de las elecciones en 48 horas…” “En realidad podremos conocer el resultado en 24 horas hasta sus resultados finales.” “El cerebro electrónico ha sido alquilado, con el equipo completo y el personal técnico de 180 operarios, por 700.000 bolívares (y ni siquiera fue gastado sino alquilado por…¡¡¡700 bolívares de ahora!!! Fue lo que saque del cajero esta tarde) para el procesamiento, transcripción y programación de los resultados electorales de diciembre. El contrato incluye, además, el arrendamiento de un equipo de computación de enero a diciembre de 1974 para depurar el Registro Electoral y la producción de las estadísticas correspondientes y el arrendamiento de seis unidades de transcripción…”[1]. El fantasma de las elecciones pasadas lloró. El CNE se gastó 45 millones de dólares para el mismo proceso con unas máquinas nuevas y la Comisión Electoral de la MUD ni dijo pío de cómo se efectuó ese proyecto y no se ve por ningún lado la intención de depurar al REP…Todos lloramos con el fantasma de las elecciones pasadas…
El fantasma de las elecciones presentes nos lleva a días después de las elecciones del 26 de septiembre de 2010. Estamos en Miraflores en la rueda de prensa internacional que dá el Presidente de la República. La periodista Andreína Flores, de Radio Francia Internacional y RCN Radio de Colombia, le pregunta al Presidente “…como se entiende que obteniendo casi el mismo número de votos que el PSUV la oposición haya alcanzado 37 escaños menos… ¿se estaría confirmando la tesis de la oposición del peso de los circuitos electorales se hizo con toda la intención de favorecer al PSUV, o peor, que el voto del PSUV sería el que vale por dos?…” El Presidente se revolvió como sietecueros cuando le echan sal. Insultó a la periodista y no respondió, echándole pestes y diciendo que esa era la ley. En efecto la oposición saca 51.88% de los votos y logra 67 diputados, y el gobierno saca el 48.12% de los votos y sacan 98 diputados.
El fantasma de las elecciones presentes ve a los Comisionados Electorales y les dice “Y ustedes porqué no le explicaron el Gerrymandering a los venezolanos? ¿Por qué aún existe?” Todavía hay gente que no sabe lo que significó la modificación de la ley electoral desde el punto de vista técnico y sus resultados eliminatorios del principio de representación proporcional de las minorías. Los empujó y les reclamó “¿Y en que quedó eso, Representantes?” El fantasma de las elecciones presentes nos miró a todos como diciéndonos: ¡pónganse las pilas!
Finalmente llegó el fantasma de las elecciones futuras. Ese fue brutal. Nos llevó a la madrugada del 7 de Octubre a las cercanías del CNE. La multitud rojo rojita gritaba “Uh, Ah Chávez no se va!” ¿Qué pasó? preguntamos nosotros a uno que pasaba: “Noooo, ya el CNE declaró que Chávez saco 10 millones de votos! Los técnicos electorales de la oposición andan como locos preguntándose que pasó porque esto estaba blindado! Capriles aun no sale a aceptar el resultado…”
Este es solo un cuento macabro producto de mi imaginación. Independientemente de que alguien pueda estar en acuerdo o en desacuerdo con lo que se dijo en el Foro del miércoles 23, lo que se recogió al final fue una total desestimación de las advertencias y cifras mostradas por expertos calificados; y una respuesta al final de parte de aquellos que se consideraron enjuiciados: “No, los técnicos se quedan”. ¿Por qué alguien de la MUD no sale y refuta técnicamente los señalamientos del Dr. Mosquera al REP? ¿Por qué no podemos sentarnos a discutir este tema abiertamente entre TODOS sin que simplemente se niegue que haya un problema?
No conozco si El Nacional invitó a los partidos que hacen vida en la MUD o a los técnicos electorales de la oposición ante el CNE. Si no lo hizo, está mal. Y si lo hizo, está mal también que no hayan acudido. Fueron un montón de representantes de los partidos pero para defenderse, no para discutir ni aportar. A todos nos interesa abrir este debate de la manera más seria, lo más pronto posible y ventilarlo a los ojos de la opinión pública para que se revise con transparencia este tema que nos compromete a todos. Y si no podemos entendernos entre nosotros lo más pronto posible, pueden estar seguros que el fantasma de las elecciones futuras habrá hecho su trabajo con eficiencia, mostrándonos el escabroso escenario posible de las elecciones futuras en Venezuela...
Caracas, 24 de Mayo de 2012
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[1] El Destino del País en manos de la Computación. Revista Resumen, 9 de Diciembre de 1973, Vol I.