domingo, 13 de noviembre de 2016

Realpolitik versus hambre

Por Luis Manuel Aguana

“Realpolitik («política de la realidad» en alemán) es la política o diplomacia basada en intereses prácticos y acciones concretas, sin atender a la teoría o la filosofía como elementos "formadores de políticas". La realpolitik aboga por el avance en los intereses de un país de acuerdo con las circunstancias actuales de su entorno, en lugar de seguir principios filosóficos, teóricos o morales.” (subrayado nuestro) (ver Realpolitik en https://es.wikipedia.org/wiki/Realpolitik).

Quería comenzar por la definición del término antes de comentar el resultado de la última reunión del famoso “diálogo” entre el régimen y la oposición oficial. No voy a volver sobre el papel del G3, ni que efectivamente ese resultado era previsible (ver Diálogo ensangrentado en http://ticsddhh.blogspot.com/2016/10/dialogo-ensangrentado.html y La idea trampa del diálogo, en http://ticsddhh.blogspot.com/2016/11/la-idea-trampa-del-dialogo.html). Sería repetir lo que hemos venido diciendo desde hace mucho tiempo: la oposición oficial es la principal responsable que el régimen siga donde está. Espero que el que haya tenido dudas hasta ahora se haya terminado de desengañar. Incluso hasta los más fieles defensores de la MUD están diciendo por las redes que debieron haber consultado antes de acordar nada con el régimen. ¡Por favor! ¿Con quién creen que están tratando?

Unos acuerdos donde el régimen se haya salido con la suya pisoteando la constitución y el derecho de los venezolanos a revocarlo; haya permitido que les traigan a los rehenes de este país comida y medicinas, pero siguen secuestrados; hayan soltado a algunos rehenes en señal de “buena disposición a la negociación”; haya “permitido” algo que es de estricta competencia constitucional de la Asamblea Nacional, como lo es la designación de los nuevos Rectores del CNE; haya “permitido”  elecciones en el Estado Amazonas, cosa que a todas luces es un derecho de los ciudadanos de ese Estado; y por último haya decidido “respetar” “la autonomía, constitucionalidad y atribuciones de la Asamblea Nacional”, asunto sobre lo cual no puede haber negociación alguna ya que el cuerpo legislativo es la expresión natural de la soberanía expresada en votos el 6D-2015, configuran un Diálogo que no puede seguir teniendo razón de ser, y los venezolanos no podemos seguir aceptándolo (ver Comunicado de la Unidad tras la segunda reunión de la Mesa de Diálogo, en http://unidadvenezuela.org/2016/11/comunicado-de-la-unidad-democratica-tras-la-segunda-reunion-de-la-mesa-de-dialogo/).

Pero los partidos opositores sentados en esa mesa de diálogo no están negociando la salida del régimen de Nicolás Maduro, están negociando su supervivencia electoral. Están bajándole la cabeza al régimen asumiendo una supuesta posición de desventaja porque “las armas las tienen ellos”, así sean minoría. Podemos molestarnos todo lo que queramos pero el régimen ha salido fortalecido con el resultado de ese “dialogo”.

La comunidad internacional está contenta porque los venezolanos “llegamos a un acuerdo con el gobierno”, aunque ni esos interlocutores que tenemos sean válidos, ni ese acuerdo tampoco lo sea porque la hambruna seguirá aunque hayan llevado alguna comida y medicinas los secuestrados, y el grave problema de fondo que es la salida del régimen siga sin resolverse, lo que todos sabemos en Venezuela es el verdadero problema, aunque Timoteo Zambrano (UNT), Luis Aquiles Moreno (AD), Carlos Ocariz (PJ), Chúo Torrealba (MUD) y Henri Falcón (AP) estén contentos con lo que “lograron” en ese Diálogo.

Pero visto desde el punto de vista de “la política o diplomacia basada en intereses prácticos y acciones concretas”, o Realpolitik, la MUD salió “exitosa” de ese diálogo con unas elecciones y la promesa de un gobierno mentiroso de que “respetarán” a la Asamblea Nacional, negociando a los Rectores del CNE con Jorge Rodríguez, sin importarle un pito que la gente se siga muriendo consistentemente de hambre y mengua en los hospitales, y que la entrada de unos barcos humanitarios no resuelve el problema de fondo que no es otro que ir a la raíz del mal: el régimen comunista de Nicolás Maduro y sus delincuentes. ¡Por Dios! ¿Qué negocio es ese?

Lo que sigue son las elecciones de Gobernadores, Alcaldes y Concejos Legislativos que harían el año entrante, sin cambio de gobierno, como otra “concesión graciosa” del régimen que cual perdonavidas, y luego de violar una vez más la Constitución, decidió suspender hasta que puedan hacer algo para ganarlas. Lo importante para ellos es retrasar hasta lo imposible la situación explosiva donde se encuentran, y el deplorable estado ético y moral de nuestra oposición oficial se lo está permitiendo. Y eso si lo han logrado con la pequeña ayuda de sus amigos de la MUD.

Entonces nuestra situación se puede resumir así: el trío AD-PJ-UNT de la MUD, el famoso G3, han decidido ser pragmáticos, dejando de lado “seguir principios filosóficos, teóricos o morales” a favor de prevalecer electoralmente en la próximas elecciones de Gobernadores y Alcaldes. Esto no toma en cuenta el estado de necesidad apremiante de los venezolanos. Lo importante para ellos son los votos de los venezolanos para su militancia en la próxima elección. Pero creo que esa decisión les costará muy caro.

Poner la realpolitik a competir el hambre de la gente es una apuesta demasiado elevada y la van a perder. Puede ser que hayan sepultado las posibilidades electorales de salir del régimen de Nicolás Maduro con un Referendo Revocatorio para el 2016, pero condenaron esa “unidad” que evocan en su comunicado. Veo cuesta arriba que después de eso el resto de los partidos que condenaron el diálogo les seguirán en una tarjeta “unitaria” de la MUD enterrándose con ellos, configurándose una división en la práctica, comenzando por VP, cuyo principal dirigente seguirá preso hasta que el régimen caiga.

¿Va el partido de Leopoldo López a aceptar que sus candidatos a Gobernadores y Alcaldes en esas próximas elecciones negociadas con el régimen de Maduro estén por detrás de los de AD, PJ o UNT, en una “unidad” basada en el mismo criterio que usaron el 6D-2015 para sus diputados, después de semejante traición en esa Mesa de Diálogo, donde botaron la llave de la mazmorra donde tienen a Leopoldo López? Serían bien estúpidos si lo hacen, no habiendo entendido lo que pasa en Venezuela, y cuando lo entiendan será demasiado tarde.

Y una pregunta fundamental que debemos estar haciéndonos los venezolanos: ¿vamos a seguir calándonos esta desconexión entre lo que queremos de nuestros dirigentes y lo que terminan haciendo, basados en sus intereses particulares, a costillas de los votos que les damos? Solo hay que ver lo que pasó en los Estados Unidos con la elección presidencial, donde los norteamericanos no se la calaron más. ¡Ya es hora que empecemos a creer en otra gente!

Ya es hora que empecemos a depositar nuestro capital electoral en otro banco. Ya es tiempo de mirar con más cuidado las otras opciones que se nos presentan en el mercado del cambio político. Ya es tiempo de que haya un poco mas de “principios filosóficos, teóricos o morales” y menos de realpolitik. Ya es hora de que las necesidades de la población le digan algo a la dirigencia política. Ya va siendo hora que los venezolanos asuman a través del Poder Constituyente Originario el protagonismo que les da la mil veces violada Constitución y convoquen una Asamblea Nacional Constituyente. Ya nosotros en la Alianza Nacional Constituyente comenzamos, no hay más tiempo que perder.

Caracas, 13 de Noviembre de 2016

Twitter:@laguana

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Trump: lecciones para Venezuela

Por Luis Manuel Aguana

Imposible no abordar este tema que nos afecta a todos los que vivimos en Latinoamérica. No ganó Trump, perdió la clase política norteamericana. No ganó Trump, perdió la manera en que se han administrado los asuntos políticos y económicos en beneficio de las mayorías en casi todos los países del mundo. Trump y su instinto de competidor nato solo interpretó acertadamente el sentimiento de la masa y se montó sobre ella, surfeándola con éxito sin caerse de la tabla.

Fui uno de los que consideramos al nuevo Presidente Electo de los Estados Unidos un fenómeno absolutamente perjudicial para su país, y peor aun, para el mundo. Y todavía no he cambiado de opinión. Pero por sus ejecutorias lo conoceréis, reza un viejo dicho.

Sin embargo, creo que de esa experiencia se pueden sacar algunas lecciones para enfrentar lo que estamos pasando en Venezuela. Y ustedes dirán, como algunos analistas políticos indicaron ayer en CNN: la misma estrategia confrontacional de Chávez, la misma basura de polarizar grupos contra otros, los mismos insultos, odios y patanerías en contra de las mujeres y las minorías, tan conocidos por nosotros, parecieran configurar un cuadro altamente despreciable que tal vez nos hicieron remover el fondo oscuro de nuestra propia tragedia.

Pero debemos detenernos allí. Esa fue la estrategia para ganar una elección. Poco ortodoxa y aún menos usual, que en los Estados Unidos resultó ser muy efectiva. Ser un candidato anti sistema en el medio de la mayor crisis de los partidos políticos del mundo dio sus frutos. De acuerdo a un análisis de la BBC (http://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-37917754) ""Drenar el pantano" (drain the swamp) se convirtió en uno de los eslóganes más repetidos por Trump en los últimos diez días de campaña".

En otras palabras, Trump pudo colocar en un slogan de campaña el desastre de las ejecutorias de los partidos políticos norteamericanos, incluyendo el de él mismo, y de cuyo seno había sido rechazado, para acomodarse los votos de los decepcionados de siempre del sistema y ofrecer algo diferente. ¿Y que cosa pudo ser eso? Su imagen de hombre exitoso y millonario. Dos cosas que no tienen precio en una sociedad que valora eso por encima de cualquier otra condición.

¿Que valor agregado podrá aportar Donald Trump a esa sociedad? Si no va en contra de los intereses de mucha gente, creo que Trump podrá destrabar burocracias, haciendo mucho mas eficiente la administración por encima de las parcialidades partidistas. Será interesante ver a un ejecutivo profesional ejerciendo un puesto político que requiere de habilidades de las que está poco o nada familiarizado.

Los norteamericanos tuvieron a una persona de color en la presidencia por 8 años, cuando eso era impensable al terminar el siglo pasado. Ahora tuvieron a una mujer de candidata, con altísimas probabilidades de triunfo; y ahora acaba de ganar un "outsider". No cabe dudas que están en las fronteras explorando nuevas propuestas fuera de las convencionales. Se cansaron de esperar resultados diferentes haciendo siempre lo mismo.

No saben si Trump los llevara a la gloria o el abismo. Lo que si saben, al menos intuitivamente, es que si no hacen algo distinto no tendrán resultados diferentes. Yo creo que esa es una lección que debemos aprender. Saben que ese país descansa sobre instituciones, no sobre personas. Es por eso que pueden darse el lujo de equivocarse en la elección de un Presidente.

Las fundaciones sobre la que esta construida la estructura institucional norteamericana son sumamente sólidas. Los poderes judicial y legislativo han demostrado su fortaleza e independencia a pesar de muchos embates históricos, que incluyen una guerra civil.

Sin embargo, aun cuando parecieran haber contradicciones en el curso de su historia, tienen algo que es envidiable: son capaces de transformarse si los nuevos tiempos así lo exigen. Pareciera, y enfatizo esta palabra, pareciera que los Estados Unidos están al borde de una nueva transformación (¿mutación?), un reacomodo institucional que pasa por una nueva perspectiva de las relaciones económicas y políticas internacionales, para pararle el trote a gigantes que se están levantando a costillas del modelo tradicional norteamericano de la relocalización global por mas ganancias.

Asimismo, la revisión de las decisiones de Obama en relación con Cuba, le daría un vuelco al triangulo Colombia-Cuba-Venezuela. Es significativa la victoria republicana en el Estado Florida y el impacto que eso tendrá cuando la comunidad cubana radicada allí le pase la factura a Trump por favores concedidos, a cambio del endurecimiento negociado en la campaña electoral en contra de los Castro. Eso podría precipitar situaciones en nuestro país.

Pero hay algo interesante que podemos aprender de todo esto: muchos venezolanos han emigrado principalmente a los Estados Unidos buscando, como es natural, mejoras de crecimiento y estabilidad. Lo que ocurrió el 8N en Norteamérica es demostrativo que lo único seguro es el cambio. La situación de los inmigrantes en los Estados Unidos cambiará drásticamente porque ahora el nuevo gobierno dará prioridad a los nacionales de ese país, de acuerdo a las promesas de campaña del nuevo presidente.

Y eso es natural porque eso es lo que hacen -o deberían hacer- los gobiernos racionales. Pero eso obliga aún más a cada país a arreglar su propia situación. Eso conforma un efecto colateral del fenómeno mas allá de las fronteras de los Estados Unidos que estaremos viviendo todos en Latinoamérica en los próximos años.

Entonces, en Venezuela, o arreglamos nuestra casa o la arreglamos, no hay de otra. En lo particular siempre he pensado que ese camino es el que debemos transitar, aunque sea el mas difícil. Y tal vez esa sea la lección más dura de cambio que nos toque aprender, que aunque nos venga de afuera, nos enseña que el futuro lo escriben los pueblos a través de los caminos mas inverosímiles, así salga de las manos de quienes consideramos locos...Y ya nosotros pasamos por allí...

Caracas, 9 de Noviembre de 2016

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