sábado, 6 de mayo de 2017

El sentido correcto de la confrontación

Por Luis Manuel Aguana

Ante la convocatoria inconstitucional del régimen a una Asamblea Nacional Constituyente, pareciera que toda la discusión pública de los factores opositores se ha centrado en lo que ha hecho Maduro para quedarse en el Poder. Al margen de lo cierto de esa afirmación, poca ha sido la discusión acerca de lo que debe hacerse para enfrentar la gravedad de lo que ya es un hecho que gravita como una espada apuntando sobre la libertad de los venezolanos. Somos muy dados a discutir y discutir al ver acercarse el peligro pero muy poco dados a movernos para enfrentarlo.

La respuesta política de la oposición se centra en insistir en protestar por el llamado a elecciones generales con la gente en la calle, cuando la estrategia del régimen está muy clara al convocar en vivo y en directo a una elección de Constituyentes, cuando el único facultado para hacerlo es el pueblo de Venezuela. El régimen ha dicho que las únicas elecciones que hará serán las de constituyentes y ahora está llamando a la MUD a Miraflores para conversar acerca de eso (ver Jaua invitó a la MUD a reunión en Miraflores sobre Constituyente, en http://www.el-nacional.com/noticias/gobierno/jaua-invito-mud-reunion-miraflores-sobre-constituyente_180611).

Esta estrategia del régimen desarma a la oposición oficial en su pedido de elecciones generales porque le dice a todo el mundo internacional que ellos no se niegan a un encuentro electoral, invitando a la oposición a discutirlo, obligando a un diálogo forzado con el gobierno. La otra ventaja que obtiene el régimen es que quien luciría como violenta a no aceptar el llamado a una Constituyente es la oposición, al no deponer la protesta en las calles porque ya le están haciendo una oferta electoral a dirimir la confrontación de manera pacífica y electoral mediante un llamado constituyente.

El régimen mataría 3 pájaros de un solo tiro: 1) pone a la oposición a dialogar, y si no lo hacen “demostrarían su poco talante democrático”, como siempre ha reiterado el régimen al tildarlos de “golpistas”; 2) si la oposición “dialoga” con el régimen esa Constituyente, enfriarían de inmediato las calles; y 3) en el peor de los casos para el régimen, con seguridad concurrirían a ese dialogo los partidos de la MUD que han demostrado estar cuadrados con el gobierno (me reservo sus nombres, pónganlos ustedes). No puede decirse que no hay gente pensando en el régimen.

Ante esto, que es un hecho cierto y en pleno desarrollo, ¿qué está haciendo, no digo la oposición oficial, sino los venezolanos, quienes al final somos los afectados definitivos de esta tragedia, ante esta realidad? ¿Cómo paramos esa Constituyente del régimen? Ciertamente no es negociando con los delincuentes, ni seguir pidiendo elecciones generales a un régimen que se saco de la manga una carta electoral trucada, ni escalar el conflicto al punto de una confrontación civil. La solución debe ser de la misma inteligencia y magnitud, pero de mayor escala política de la que ha planteado el régimen.

Desde la Alianza Nacional Constituyente le hemos propuesto una solución a la oposición democrática y al pueblo de Venezuela: Si Maduro le secuestró al pueblo de Venezuela  su capacidad soberana para convocar un proceso Constituyente, que sea el mismo pueblo el que lo convoque, en protesta pacífica y abierta al régimen, con las reglas (Bases) que ese mismo pueblo se dé, organizando desde ahora mismo la recolección de las manifestaciones de voluntad necesarias para convocar al Soberano, con base a la iniciativa popular establecida en el Artículo 348 de la Constitución, manteniendo la protesta cívica, pero esta vez para defender ese legítimo derecho en las calles.

De esa forma nadie podría decir que no deseamos que esta crisis se dirima de una manera pacífica, electoral y constitucional. Diríamos que SI, que si deseamos contarnos con una Constituyente, pero en una que sea convocada en los términos que el pueblo establezca en Referendo, y no en los términos que decida una Comisión del régimen sin la aprobación del soberano. Esta sí sería la respuesta correspondiente al problema planteado de cara a la comunidad nacional e internacional, con la magnitud, dirección y fuerza correctas que ese llamado fraudulento del régimen requiere, en una estrategia constituyente que desarme las pretensiones de Maduro de contarse como él quiere y no como el pueblo decida.

Desde la Alianza Nacional Constituyente ponemos a la disposición de las fuerzas de la oposición democrática todo el trabajo que hemos realizado en estos últimos años para diseñar conjuntamente esa estrategia Constituyente de la mano del Poder Originario del pueblo. El régimen no podrá en ningún caso evadir esa fuerza del pueblo en la calle, como si la está evadiendo con este llamado fraudulento.

Pero los tiempos no son indefinidos ni están a nuestro favor. Si el régimen se sale con la suya al convocar a elecciones constituyentes tal y como lo pretenden hacer, una vez que esa Comisión Presidencial establezca unas Bases sin aprobación del pueblo soberano, lo que vendrá serán unas elecciones sin la participación de la oposición democrática, dejando como una única salida la violencia. No podemos permitir que eso pase.

¿La solución será matarnos en una confrontación para llegar luego a un armisticio? ¿Recorrer el camino de la Guerra Civil española? ¿No creen ustedes que sería mejor confrontar el camino constituyente del régimen con el camino de una constituyente verdadera del pueblo, de manera pacífica electoral y constitucional? No creo que la mayoría del pueblo venezolano quiera escalar la confrontación a una guerra civil. No creo tampoco que la mayoría de los liderazgos opositores prefieran poner por encima sus aspiraciones políticas personales al derecho a la vida los venezolanos, así el régimen desee la violencia. Si no hay sensatez de aquel lado, debemos encontrarla de este lado a como de lugar.

No estamos llamando a que detengamos la protesta pacífica que en la actualidad se lleva a cabo. A lo que llamamos es a un cambio de estrategia, reevaluando las razones por las cuales nos encontramos protestando. Si van a haber muertos en las calles en protesta por algo, ese algo no puede ser para que se convoquen elecciones para poner a cualquier político en un cargo. Eso es de un absurdo desquiciante. Tiene más sentido de patria que alguien arriesgue su vida para recuperar el derecho soberano de un pueblo a convocarse para decidir su destino, arrebatado arteramente por un dictador. Esa ha sido nuestra tradición libertaria desde que los venezolanos nos dimos nuestra primera Constitución en 1811, lo que nos llevó a la Guerra de Independencia que arrasó con la mitad de la población. Al menos démosle el sentido correcto a esta confrontación…

Caracas, 6 de Mayo de 2017

Twitter:@laguana

jueves, 4 de mayo de 2017

A una Constituyente fraudulenta, una Constituyente Originaria

Por Luis Manuel Aguana

Ya no estamos basándonos en supuestos. Maduro efectivamente decretó la convocatoria a un proceso Constituyente con el fin de modificar la Constitución de 1999 (leer Decreto No. 2.830 de la Gaceta Oficial No. 6.295 Extraordinario, de fecha 1ro de Mayo de 2017, en http://tinyurl.com/lkkcmlb). Todos aquellos que creyeron que el gobierno estaba “ganando tiempo” o anunciando eso sin intención de hacerlo, estaban equivocados. Ya la partida se dio en el régimen para convocarnos una Constituyente a su medida, con unas reglas o Bases que les conduzcan a ganar como sea esa elección para fundar un Estado Comunista en Venezuela. Así de simple es.

Sin embargo esto no quiere decir de ninguna manera que las fuerzas democráticas hayan perdido. Habrán perdido si no se sientan a pensar y a establecer una nueva estrategia que conduzca verdaderamente a resolver el problema, no a ponerle paños calientes ni alargar innecesariamente el sufrimiento de la gente. Si el 5 de Enero de 2016 la nueva Asamblea Nacional hubiera tomado las decisiones que todo el mundo le pidió, al votar masivamente, no por ellos sino en contra del régimen el 6D-2015, destituyendo a los Magistrados Express y a los Rectores del CNE, convocando inmediatamente a un proceso Constituyente con las 2/3 partes efectivas que se tenían, otra historia estuviéramos contando hoy. Pero no paso así. Y no se puede llorar por leche derramada porque no resuelve nada.

No sirve tampoco aducir que no puede hacerlo. Puede y lo hizo. Ya han salido un montón de abogados indicando, desde que “Maduro es ilegitimo porque esta destituido por la Asamblea Nacional y sus actos son nulos” hasta que “está convocando sin tener la capacidad de hacerlo”. Y todo eso es verdad…pero vamos presos.

Insistía en mi nota pasada que cualquier forma distinta de convocar al pueblo soberano a una Constituyente sin consultarle en un Referendo si quiere o no quiere una Constituyente, así como las Bases para su convocatoria, tal como se hizo en 1999, es completamente nula (ver Constituyente: sigue dependiendo de nosotros, en http://ticsddhh.blogspot.com/2017/05/constituyente-sigue-dependiendo-de.html). El Presidente efectivamente tiene la iniciativa para que se dispare el proceso pero no para convocarla. Eso solo lo puede hacer el pueblo, como bien reza el Artículo 347 de la Constitución (ver Allan Brewer-Carías en entrevista con Patricia Janiot de CNN, en Brewer-Carías: Maduro no puede convocar a una Constituyente, en

Si Maduro sigue el procedimiento y somete a la consideración del pueblo de Venezuela si quiere o no Constituyente, así como el mecanismo de elección de las Bases Comiciales, y es correspondientemente aprobado, nadie, léase bien, nadie –ni de aquí ni de afuera- podría objetarle el proceso constituyente propuesto. Eso fue lo que hizo Hugo Chávez con el Decreto N° 3 en 1999 (Gaceta Oficial Nº 36.634 de 02 de febrero de 1999) (ver Derecho y revés, ¿Cómo se redactó la Constitución de 1999? (III) http://uma.edu.ve/periodico/2017/03/22/derecho-reves-se-redacto-la-constitucion-1999-iii/).

Pero al leer el Decreto-bodrio No. 2.830, Maduro y su gobierno en pleno, pusieron por escrito el asalto más grande que se le haya podido hacer a la Soberanía del pueblo de Venezuela. Maduro nos dijo en Gaceta Oficial para la historia de este país, que él es el pueblo de Venezuela cuando indica en el decreto “CONVOCO A UNA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE”, oficializando una grotesca usurpación de atribuciones constitucionales. Ni siquiera Luis XIV de Francia al decir “El Estado soy yo”, se atribuyo tal pretensión.

Y más aun, en la misma Gaceta nos oficializa el Decreto No. 2.831 donde nombra una “Comisión Presidencial que tendrá a su cargo la  elaboración de una propuesta para las bases comiciales territoriales y sectoriales, así como para los principales aspectos que servirán de fundamento a la conformación y funcionamiento de la Asamblea Nacional Constituyente, previa consulta a los más amplios sectores del país…” (resaltado nuestro), sin indicar por ningún lado que someterá esas bases comiciales a Referendo aprobatorio, consultando a todo el mundo, menos a quien debe aprobarle eso que es el dueño constitucional de la Soberanía, que no es otro que el pueblo de Venezuela.

Al probar el gobierno con su decreto que no consultará al pueblo si quiere o no constituyente, ni sus bases comiciales, esa convocatoria es nula y debe ser rechazada por todo el pueblo de Venezuela. Sugería en mi anterior nota que la oposición oficial debía participar en una constituyente si la convocatoria se establecía dentro de los extremos legales y constitucionales. Sin embargo el régimen acaba de demostrarnos con hechos en Gaceta Oficial que ese no el escenario que se nos presenta.

Es por esa razón por la que algunos amigos me indicaron su desacuerdo a ese llamado de una posible participación de la oposición a un proceso constituyente, muy posiblemente trucado del régimen. Pero es el caso que no escribo basado en especulaciones, por más que nos enfrentemos a un régimen de delincuentes que saben perfectamente lo que hacen. Si Maduro y su gobierno hubieran hecho una convocatoria en los extremos establecidos en la Constitución, a la oposición no le hubiera quedado otra alternativa que participar. Y si lo hace estaría avalando una violación flagrante de la Carta Magna.

¿Qué hacer ahora ante un proceso que luce indetenible, con unas Bases que el régimen establecerá a todas luces a favor de la continuidad de la dictadura? ¿Qué hacer ante un proceso electoral constituyente en el que la oposición no tendrá posibilidades de ganar por unas Bases de convocatoria envenenadas, no sometidas a aprobación general de la población?

La oposición oficial a pesar de todas las advertencias realizadas desde hace años por este modesto escribidor desde este rincón de la red, y ahora desde la plataforma de la Alianza Nacional Constituyente, desoyó el llamado de una Constituyente de la mano del propio pueblo Depositario y dueño de la Soberanía, para resolver la crisis fundamental del país. Ahora, paradójicamente, esta resulta ser la solución que está al nivel correspondiente para enfrentar con éxito a una pseudo constituyente fraudulenta convocada para someter al pueblo venezolano a una dictadura castrocomunista.

Para evitar constitucionalizar el Estado Comunal del régimen, la oposición deberá tragar grueso y aceptar convocar al pueblo venezolano a hacer causa común para contraponer las pretensiones de un régimen, que utilizando una herramienta que solo le pertenece al pueblo de Venezuela, como es la Constituyente, la revierta en su contra para cercenar sus libertades. Y la manera es conduciendo un proceso de convocatoria por iniciativa popular que, firmas en mano auditables nacional e internacionalmente, convoquen al Poder Constituyente Originario, sometiendo a su vez las Bases de convocatoria del Soberano al escrutinio público, para ser presentadas luego a la consideración de la población en Referendo Consultivo. Eso nos diferenciará del fraude abierto a la Soberanía que está haciendo el gobierno de Nicolás Maduro.

Todo esto no solo es compatible con la presión de la protesta en las calles, sino que es complementario y mandatorio. Iríamos a las calles de toda Venezuela a firmar por un proceso Constituyente por iniciativa popular, en un claro mensaje a todas las naciones del mundo que los venezolanos si deseamos un proceso electoral, pacifico y constitucional Constituyente para resolver nuestras diferencias, pero limpio y de la mano del único que puede convocarlo que no es otro que el pueblo de Venezuela, dueño de la Soberanía Nacional.

Logrando como mínimo más de 7 millones de firmas de los venezolanos en la iniciativa Constituyente del pueblo, establecida en el Artículo 348 constitucional, se obligaría al régimen a aceptar la imposición del Soberano Pueblo de Venezuela a concurrir a las urnas, no solo para aprobar ir a un proceso Constituyente, sino para aprobar unas Bases Comiciales transparentes y justas para todos, que previamente hayan sido sometidas a su consideración. El proceso y las Bases ya estarían aprobados solo con las firmas de la iniciativa antes de ir a las urnas para reafirmarlo. Eso es lo constitucional. Nadie en el planeta nos puede negar eso. Amigos de la oposición, ustedes tienen la palabra, ¿dejamos que se queden con nuestro país?

Caracas, 4 de Mayo de 2017

Twitter:@laguana