domingo, 18 de junio de 2023

La insoportable levedad de lo obvio

Por Luis Manuel Aguana

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¿Qué mayor prueba necesita la Comunidad Internacional de que el Poder Electoral de Venezuela es una sucursal más del régimen de Nicolás Maduro Moros, que la renuncia masiva de los Rectores llamados oficialistas, por órdenes de la tiranía? ¿Qué más podríamos gritarle los venezolanos al mundo de que en este país está negada la posibilidad de solucionar el problema político que tenemos por la vía de los votos, si es la tiranía la que los cuenta a través de un Poder Electoral bajo su control?

Pero aun así, pareciera inexorable ese futuro, si las cosas siguen como van con una narco tiranía militarizada en el poder. Y una muestra de eso es la amenaza que se cierne sobre los dos que no firmaron esa “renuncia” en masa, que por lo demás no debían hacerlo si deseaban conservar su fachada “opositora” ante los venezolanos.

Efectivamente, el “diputado” Francisco Ameliach, encargado de presentar la renuncia de los Rectores del CNE ante la ilegítima Asamblea Nacional del régimen, amenazó a los no firmantes con una investigación. Y todos sabemos cómo concluyen las investigaciones de la tiranía, por lo que, con toda seguridad, también terminarán renunciando por cualquier trapo sucio verdadero o supuesto que les tengan guardado. El régimen requiere control absoluto del Poder Electoral en esta nueva fase (ver ¿Contra Roberto Picón y Enrique Márquez? Ameliach pidió a la AN revisar a todos los rectores del CNE tras renuncia del chavismo, en https://maduradas.com/roberto-picon-enrique-marquez-ameliach-pidio-la-an-2015-revisar-todos-los-rectores-del-cne-tras-renuncia-del-chavismo-video/).

Hay dos maneras de analizar este nuevo escenario planteado por el régimen al ordenar el cambio de los Rectores del CNE: 1) Concentrarse completamente en preservar el poder en las elecciones presidenciales, eliminando cualquier posibilidad de quiebre del Poder Electoral por presiones de la Comunidad Internacional, colocando figuras incondicionales del narco chavismo madurismo, como lo fuera Tibisay Lucena, independientemente de lo que pase con las Primarias opositoras; y b) Una maniobra abierta para obligar a la oposición oficial a tomar la decisión de excluir al CNE de sus Primarias, lo que daría pié a una acción del TSJ de la tiranía de intervenir en ellas.

En ambos casos, pareciera obvio que existe temor en las filas del alto castro chavismo madurismo, acerca del avance electoral de la oposición no alineada al régimen, lo que le obligaría a replegarse en una estrategia cerrada para evitar que esa oposición tenga algún chance en las elecciones de 2024.

Pero siempre he desconfiado de lo obvio. Lo obvio por su propia naturaleza es superficial. Y aquellos indicadores que dicen que ya el régimen perdió por la imparable precandidatura de la oposición dura, que ya tenemos una opción que arrasa en todo el país, y que lo único que falta para pasarle a Maduro por encima como un ferrocarril en el 2024 y ganarle las elecciones es que los opositores se cuenten en unas primarias sin el CNE. Pero si nosotros pensamos así, también lo hace el régimen. Es insoportable lo obvio que hace que la gente se descuide, y en especial aquellos que tienen la responsabilidad de dirigir, olvidando en esa simpleza que estamos enfrentando a un enemigo que juega sin reglas, que arma la trampa para la puñalada sucia.

Lo primero que hay que preguntarse es porque el régimen decidió sacar del juego al CNE y dejar fuera a quienes desde sus precandidaturas suplicaban por su participación en las primarias, como Rosales y Capriles, obvios precandidatos títeres de la “oposición” entregada. El régimen conoce del desprecio generalizado de la población opositora hacia esos precandidatos. Ninguno se iba a tragar que “ganaran” unas primarias por votos opositores. Ahora, sin el CNE en el medio, nadie de adentro o de afuera del país puede achacar al régimen la responsabilidad por el candidato que decida elegir o designar la “oposición”, por el método que decidan utilizar.

Entonces, sin el CNE en la ecuación, la oposición colaboracionista convocante de esas primarias, debe ahora resolver sola el problema de una candidatura potable a la tiranía. Y si ellos no logran resolverlo, entonces el régimen tendrá que hacerlo por sus propios métodos. Lo que nunca podrá ser posible desde la perspectiva de un régimen narco delincuente, será aceptar una candidatura opositora capaz de derribarlos de su posición de poder, así sea tomando las decisiones que tengan que tomar que los acerquen más aún a Nicaragua o a Cuba, sin importar lo que digan en el mundo. Está en juego la supervivencia de los delincuentes que controlan el poder. Eso sin contar que son más que capaces de repetir lo que hicieron claques políticas menos desesperadas que ellos por mantenerse en el poder, en México, con Luis Donaldo Colosio, o en Colombia con Luis Carlos Galán, quienes igualmente lucían imbatibles.

La primera aproximación de tratar de resolver el problema dentro de la misma “oposición”, la acaba de dar Rafael Arraiz Lucca, renunciando a la Comisión Nacional de Primarias, manifestando en su cuenta de Twitter que: “sin el CNE, y los centros electorales, es imposible hacer la elección primaria de manera extendida” sugiriendo que la CNP “podría optar otro método para escoger el candidato presidencial de este sector de la oposición” (ver La Patilla, Arraiz Lucca abandona la Comisión de Primaria y sugiere utilizar “otro método” para elegir candidato opositor, en https://gitx.awsccs2.com/2023/06/16/arraiz-lucca-abandona-la-comision-de-primaria-y-sugiere-usar-otro-metodo-para-elegir-candidato-opositor/).

La renuncia de Arraiz Lucca no es más que un indicador de que no está dicha la última palabra con relación a como se elegirá el candidato de la oposición, porque no solamente él es de la creencia que la oposición debe realizar esa selección por una vía distinta, y eso es precisamente lo que desea el régimen.

Sin embargo, a pesar de esa opinión, la CNP comunicó su decisión de realizar unas “Primarias autogestionadas”, que es el nombre utilizado para contar por su cuenta los votos opositores (ver Comunicado de la CNP, 16-06-2023, en https://twitter.com/cnprimariave/status/1669876641768546305/photo/1). El régimen por supuesto hará lo propio para obstaculizar ese proceso como se espera, pero la decisión de iniciar ese esfuerzo no implica que a última hora la CNP decida que Arraiz Lucca tenía razón. ¿Quién sabe? Con la inestabilidad política del país, cualquier cosa puede pasar.

¿Será que lo obvio que todo el mundo opositor desea -unas elecciones contadas por los mismos opositores- traiga como consecuencia una candidatura capaz de acabar con el régimen? La mayoría siempre se decanta por lo obvio. Pero como ya anoté, desconfío de lo obvio, y más aún cuando el régimen lo facilita. Como decía “Yogy” Berra, “la pelota es redonda y viene en cajas cuadradas, y el juego no se acaba hasta que se acaba”. Y el proceso de primarias no se ha acabado para decir que ya tenemos un candidato para presentarle al régimen y al mundo, capaz de reventarlo, porque el diablo todavía está suelto y es lo suficientemente malo para sorprendernos.

Y todo lo anterior pasa sin contar que ya de por sí unas primarias opositoras en una tiranía son en sí mismas una contradicción. Parafraseando a Milán Kundera al titular a una novela “La insoportable levedad de ser” (1), creo en lo insoportable de lo obvio por lo superficial. En ese caso me pregunto al igual que el autor en su novela: “¿qué hemos de elegir? ¿El peso o la levedad?”. Prefiero decantarme por el peso que me pega a la tierra, aunque me duela, porque me salva de sufrir otra nueva decepción…

Caracas, 18 de Junio de 2023

Blog: TIC’s & Derechos Humanos, https://ticsddhh.blogspot.com/

Email: luismanuel.aguana@gmail.com

Twitter:@laguana

(1) La insoportable levedad del ser, Milán Kundera, Colección Andanzas, Tuskets Editores, 1985.


miércoles, 14 de junio de 2023

Primarias y protección de datos

Por Luis Manuel Aguana

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La preocupación legítima manifestada por ciudadanos conscientes residentes en todo el mundo dentro y fuera de Venezuela, de poner o no sus datos personales en una página web para registrarse en unas primarias de la oposición oficial, SIN ANTES HABERSE DEFINIDO quién controlará ese proceso, es otro de los muchos capítulos de la loca historia electoral de esta tiranía que subyuga al país por más de 23 años, y que deberá contarse muy bien a las nuevas generaciones.

Efectivamente, el régimen ha encontrado una fórmula para que sea la misma población opositora la que les suministre los datos de quiénes son y donde están los electores de la oposición. Con el adelantamiento de esta recolección, la Comisión Nacional de Primarias, CNP, de la oposición oficial, podría entregar los datos que ahora están recogiendo al CNE para la actualización de su base de datos, una vez que concluyan exitosamente sus negociaciones. Nadie debería poder negociar con esa información sin el consentimiento del titular de esos datos.

En Venezuela no existe un marco jurídico especial y específico para la Protección de los Datos Personales de los ciudadanos. Todos los países latinoamericanos, con excepción de Cuba, poseen legislaciones que regulan fuertemente el almacenamiento, procesamiento, disposición y transmisión de los datos de las personas en manos de entidades públicas y privadas. En Venezuela, no existen obligaciones ni garantías para ninguna persona que entregue sus datos a cualquier organización, salvo las generales previstas para el Estado en su obligación de proteger la vida privada de los ciudadanos, el Habeas Data y comunicaciones personales, contenidas en los Artículos 28, 48, 60 y 281.3 de la Constitución de 1999, y algunas legislaciones especiales como la Ley sobre Protección a la Privacidad de las Comunicaciones, la Ley Especial contra los Delitos Informáticos y la Ley de Mensajes de Datos y Firmas Electrónicas,

En consecuencia, cualquiera en Venezuela puede solicitar, sin ninguna normativa que lo regule, información privada de los venezolanos bajo cualquier discurso, y lograr que se les entregue uno de los activos más preciados que una persona posee, que es su propia información de carácter personal. Aprovechando la oportunidad de las elecciones primarias, muchos venezolanos están cayendo en la trampa de revelar su inclinación política opositora a cualquier registro que se lo solicite, sin ninguna garantía de que el que los recolecte pueda vender, negociar o exponer públicamente esa información para su propio beneficio.

La normativa internacional más avanzada en el mundo es el acuerdo que en la actualidad rige la privacidad y la protección de los datos en la Unión Europea, titulado Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), que establece que es el usuario quién decide a través de un consentimiento libre, específico, informado e inequívoco, la posibilidad de que se utilicen sus datos, sin ser suficiente el consentimiento tácito o por omisión. En otras palabras, de existir una normativa como esa en Venezuela, la CNP o cualquier otro responsable de recopilar datos, no pudiera hacerlo sin informarles previamente a los usuarios que es lo que harán con ellos, estando sujetos a penas establecidas en esa normativa.

El RGPD entro en vigor en la Unión Europea en el año 2018, y casi inmediatamente Facebook, Google, Instagram y WhatsApp fueron acusados de incumplirlo: “Las denuncias han sido presentadas ante los organismos de protección de datos de Francia, en el caso de Google; Bélgica (Instragam), Alemania (WhatsApp) y Austria (Facebook), para “facilitar la coordinación europea”. Las multas máximas a las que se enfrentarían estas compañías, si se confirmase que vulneran el nuevo reglamento europeo, van desde los 3.7 00 millones para Google a los 1.300 para las otras tres empresas demandadas. Y es que el RGPD fija, en casos extremos, sanciones de hasta 20 millones o el equivalente al 4% de los ingresos globales anuales de la compañía en cuestión”. De acuerdo a esas denuncias los clientes debían “…aceptar que sus datos sean recopilados, compartidos y utilizados para publicidad dirigida o eliminan sus cuentas” (ver Facebook y Google, acusadas de incumplir la nueva normativa de protección de datos, en  https://cincodias.elpais.com/cincodias/2018/05/25/companias/1527268726_247540.html).

Cada país a través de una legislación de protección de datos, crea un organismo supervisor del cumplimiento de la normativa. Y como se aprecia en el caso anterior, la Unión Europea se lo tomó muy en serio. Y eso tiene una explicación natural y particular en Europa: antes de la llegada de sistemas automatizados de manipulación de datos masivos, siempre fueron las autoridades estadísticas de los países, los guardianes y garantes de los datos masivos de las personas por las obvias razones de planificación. La información estadística de los ciudadanos de los Países Bajos (Netherlands) estaba tan pormenorizada antes de la ocupación alemana que les permitió a los nazis el registro de la población judía y gitana para su deportación a los campos de exterminio. Las mayores cifras de exterminio de “grupos vulnerables” se registraron en lugares donde mejor estaban catalogados los datos de los ciudadanos. Es por esa razón que este asunto tiene una conexión directa con los Derechos Humanos y la vulnerabilidad de las personas, por lo que este problema debería ser muy sensible para nosotros que sufrimos una tiranía que pretende eternizarse en el poder.

Como comentaba en una nota pasada acerca de este hecho, ya algunos actores están comenzando a levantar datos de los venezolanos a través de páginas en la web, para ser utilizados en unas elecciones, sin representar a la legítima autoridad electoral del país. Eso incluye a la CNP o cualquier candidato interesado. A mi juicio, esto último constituye, por decir lo menos, un acto de lesa irresponsabilidad porque no existen garantías comprobadas de confidencialidad de nadie, por no existir normativas especiales y específicas que regulen esa actividad para entes que no son del sector público. Entonces, la única garantía de protección de datos la debe dar el Estado venezolano a los ciudadanos, a través de lo establecido en los Artículos 28, 48, 60 y 281.3 de la Constitución de 1999. Pero como ya sabemos, no existe Estado de Derecho en Venezuela…

Y ante la inexistencia de autoridades legítimas en el país -el actual CNE es una de esas autoridades ilegítimas, por haber sido designado por una Asamblea Nacional espuria y no reconocida- nadie podría recoger datos para una elección en Venezuela, hasta que exista un Poder Electoral Legítimo. De lo anterior se desprende entonces que tampoco nadie, público o privado, en la actual situación política de Venezuela, puede atribuirse la tarea de levantar por cuenta propia y por cualquier medio ningún dato de los venezolanos, si no es una autoridad legítima del país.

Por donde se le mire, lo que sucede en Venezuela es una completa locura. Y esa es la razón por lo que la oposición venezolana ignora abiertamente la existencia misma de la ilegitimidad de todos los Poderes Públicos, y ha resuelto mirar hacia otro lado y disponerse a ir a una elección presidencial con una banda de delincuentes, esperando tener éxito en ese despropósito. Esto es, partiendo de una situación de ilegitimidad abyecta, llegar a una situación de Poderes Públicos legítimos con aceptación de la Comunidad Internacional. Mayor absurdo es imposible de imaginar. Nada que comience de esa manera puede tener un final feliz.

Aun cuando todavía continúe la indefinición de quien controlará los datos y los votos de los ciudadanos de unas primarias opositoras, los venezolanos deberían examinar con cuidado quien les garantizará la confidencialidad de la información. Esto es, mirar con sumo cuidado a quien le entregarán los datos, preguntando qué es lo que harán con ellos y cómo se protegerán. No tengo que explicarles lo que haría un CNE del régimen con ellos, pero tampoco que lo que harían los partidos entregados a el a través de una CNP que negocia con un CNE ilegítimo. Para mí es la misma cosa. Es por eso que yo cortaría por lo sano y preservaría mi seguridad, no entregándoselos a nadie…

Caracas, 14 de Junio de 2023

Blog: TIC’s & Derechos Humanos, https://ticsddhh.blogspot.com/

Email: luismanuel.aguana@gmail.com

Twitter:@laguana