lunes, 12 de diciembre de 2011

Pío Tamayo: Entre la Civilización y la Barbarie

Por Luis Manuel Aguana

Los recientes sucesos ocurridos en la Universidad Central de Venezuela en el marco del proceso electoral estudiantil ponen de relieve de nuevo la lucha eterna entre las fuerzas del oscurantismo y la barbarie en contra de las de la civilización y el conocimiento. La historia tercamente ha demostrado que la razón de la fuerza nunca ha superado a la fuerza de la razón. La casa que siempre ha vencido las sombras prevalecerá.

Pero eso no es suficiente. Decir que la luz vencerá a las sombras no es suficiente. Aun en plena era del conocimiento, las fuerzas de la barbarie impiden la libre discusión de las ideas, precisamente en el recinto donde se vencen las fuerzas de la ignorancia. Se aplica la violencia para someter la razón y la democracia.

En este escenario muchos universitarios asumen posiciones en reacción a la violencia que reina en el recinto universitario: ¿Resolver la violencia con violencia? ¿O asumir una actitud de esperar pacíficamente que continúen vandalizando y acabando con la paz universitaria?

Tal vez las respuestas a estas preguntas nos la de la trascendencia histórica de un personaje como Jose Pío Tamayo Rodríguez, mejor conocido como Pío Tamayo, marxista de formación y protagonista de la llamada Generación del 28. Pío Tamayo no solo acompaña en el encierro gomecista en el Castillo de Puerto Cabello a quienes posteriormente fueron los líderes de la democracia venezolana sino que les da formación política en un una Escuela que él mismo llamó “La Carpa Roja” dentro del mismo Castillo de Puerto Cabello (http://piotamayo.blogspot.com/2010/10/biografia.html), suerte de cátedra de formación intelectual y política básica para aquellos que se atrevieron a enfrentar intelectualmente por primera vez el régimen violento y bárbaro de Juan Vicente Gómez. Que mejor ejemplo de civilidad y creencia en los valores del conocimiento en contra de la violencia desatada del gomecismo brutal. La Cátedra Pio Tamayo fundada con la intención de estudiar las ideas políticas en Venezuela y que lleva en la actualidad el nombre de este insigne intelectual, resulta un farol que ilumina la oscuridad en la que desea vernos sumidos el castrochavismo violento en nuestra Universidad. ¿Qué hizo Pío Tamayo durante su encierro en el Castillo de Puerto Cabello, en medio de la más brutal violencia de sus carceleros?: enseñar y transmitir conocimientos.

Al margen de que no comulguemos con las ideas marxistas de Pio Tamayo, este intelectual y político fue encerrado y torturado hasta su muerte por exponer sus ideas, por un régimen que pensaba en la razón de la fuerza y la violencia. Ya puesto en libertad en diciembre de 1934, fallece diez meses después, el 5 octubre de 1935, un poco más de dos meses antes de la muerte del Dictador. Es paradójico que los factores violentos y que dicen seguir los postulados del marxismo que impartió Pio Tamayo en el transcurso de su vida, sigan en la UCV las mismas prácticas de persecución y amenaza de las dictaduras, como la que sufrió Pio Tamayo, haciendo uso de esa misma brutalidad de la que este intelectual fuera víctima, siendo nuestra universidad quien precisamente ha rescatado su nombre como un adalid de la enseñanza política. Más les valdría a los factores políticos del castrochavismo en el gobierno que se han dado a la tarea de agredir a nuestra universidad, estudiar un poco la historia de Venezuela, y en especial la de aquellos lideres intelectuales que ellos mismos dicen seguir y admirar.

En consecuencia, la respuesta no es oponer violencia con violencia, sino oponerla con enseñanza, iluminación y conocimiento como lo hiciera Pio Tamayo en el Castillo de Puerto Cabello, así impartiera el comunismo como práctica. Eso es parte de la libertad de pensamiento que sostenemos todos aquellos que moriríamos por permitir que digas lo que piensas aunque no estemos de acuerdo con lo que digas. Sin embargo, en ese marxismo de Pio Tamayo existía algo más grande y que salió a relucir en la histórica Semana del Estudiante de 1928: un amor profundo por la Libertad y la Justicia. Esa era la prédica de todos aquellos jóvenes de espíritu libre que se reunieron en aquellos días de febrero de 1928. Pío Tamayo leyó el poema que le valdría el encarcelamiento hasta su muerte y en cuyas estrofas se encerraba en realidad un canto a la Libertad y el Porvenir. Extraigo para ustedes la última parte de ese histórico poema denominado “Homenaje y demanda del Indio”:

“Pero no, Majestad que he llegado hasta hoy,

y el nombre de esa novia se me parece a vos!

Se llama LIBERTAD!

Decidle a vuestros súbditos

-tan jóvenes que aún no pueden conocerla-

que salgan a buscarla, que la miren en vos,

¡Vos, sonriente promesa de escondidos anhelos!

Vuestra justicia ordene,

Y yo enhiesto otra vez,

-alegre el junco en silbo de indígena romero-

armado de esperanzas como la antigua raza,

proseguiré en marcha,

pues con vos, Reina nuestra,

juvenil, en su trono, ¡se instala el porvenir!”[1]

Si Pío Tamayo hubiera leído este poema durante la marcha del 11 de abril de 2002, estuviera acompañando a Vivas, Forero y Simonovis en su encierro. Chávez no le hubiera perdonado esa afrenta, como no se la perdonó Gómez. Y es por eso que todos los regímenes como este le tienen pánico a la academia, a la discusión de las ideas, a lo intelectual. No saben bien de qué se trata, ni como se come eso y le temen porque de alguna manera saben que en esa iluminación se encuentra la base de su propia destrucción. La ignorancia no convive con el conocimiento, ni la civilización con la barbarie. Chávez y sus hordas le temen a la UCV y podrán agredirla, pero será un esfuerzo inútil y bien les valdría desistir de él porque nuestra Alma Mater además de constituir el conocimiento y la intelectualidad de su comunidad, está cimentada en bases tan sólidas como el coraje y la determinación de Libertad de Pio Tamayo y en ella, como en el poema, ¡se instala el porvenir!...

Caracas, 12 de Diciembre de 2011

Blog: http://ticsddhh.blogspot.com/

Email: luismanuel.aguana@gmail.com

Twitter:@laguana

[1] Poema leído por Pio Tamayo en el Teatro Municipal, con motivo de la Semana del Estudiante en febrero de 1928. http://embusteria.blogspot.com/2011/02/de-las-palabras-pio-tamayo-homenaje-y.html

viernes, 2 de diciembre de 2011

Volver a empezar

Por Luis Manuel Aguana

Amor y pérdida. Así llamó Steve Jobs la segunda historia que contó en la Universidad de Stanford a los estudiantes graduandos en su célebre discurso protocolar del 2005. Allí contó que la Junta Directiva de su propia compañía, Apple Computer, lo despidió. Tenía solo 30 años. Describió lo devastado que se sintió al encontrarse en la calle, luego de haber construido lo que había construido. Pensó huir y dejarlo todo. Pero aún amaba profundamente lo que hacía y que lo llevó a construir una de las empresas más importantes del mundo. Había sido rechazado, como afirmó, así que decidió comenzar de nuevo. Y al comentar que aunque no lo vió de esa manera en ese momento, el hecho de que lo hubieran echado de su propia compañía fue lo mejor que pudo pasarle en su vida, al verse de nuevo como un principiante. De acuerdo a su criterio entró en el período más creativo de su vida, fundó NeXT y Pixar (¿recuerdan Toy Story?), encontrando en el camino la compañera para el resto de su vida. Y como se dan los giros de las historias en el mundo de la tecnología, Apple adquirió NeXT y Steve volvió a presidir Apple, convirtiéndola con su genio en la empresa más innovadora en el mundo de la informática y las comunicaciones, posición que mantuvo hasta el día de su muerte.

Esta historia es una de las más significativas que he visto acerca de lo que llamo aquí “volver a empezar”. No es fácil volver a empezar. Requiere, como indicó Steve Jobs, de mucho amor por lo que haces, asumir la perdida, y en ese tránsito obscuro, encontrar el camino para reconstruir. El renacer requiere de esfuerzo y de mucho amor por lo que haces. Alguna vez leí que no hay nada como volver a empezar, porque valoras aún más lo que perdiste y sabes de muy adentro que lo harás mejor cuando lo recuperes, si tienes el coraje suficiente para hacerlo.

Y así como las personas, los países renacen de sus cenizas y vuelven a comenzar. Japón renació de sus cenizas, Europa destruida comenzó desde cero después de la Segunda Guerra. Pero en el caso de los países la cosa es distinta. Se requiere el amor y la determinación de toda una sociedad, de asumir que algo se perdió y volver a construir, sacando al país adelante. Tal vez suene ingenuo y hasta comeflor: es necesario que la gente del país asuma la pérdida y la llore, pero no quedarse llorando en la acera y luego pararse de allí para reconstruir sobre bases nuevas.

En el debate de las ideas acerca de qué hacer con Venezuela después de las elecciones del 7 de Octubre de 2012, he notado dos posiciones bien definidas entre aquellos que se disputan el voto de los venezolanos en las primarias opositoras. Voy a simplificarlas a riesgo de perder precisión pero estoy seguro que dará claridad a lo que intento explicar. La primera de ellas, esgrimida por Diego Arria, esencialmente es política y apunta al desmontaje del “modelo” socialista impulsado ilegalmente por el gobierno de Chávez y sus poderes subrogados. En este desmontaje se incluirían todas las leyes “socialistas”, incluyendo la electoral y la militar, aprobadas en contra del orden constitucional vigente; y el precandidato al resultar electo gobernaría tres años de una transición difícil; y para eso convocaría a una Asamblea Constituyente que haría los cambios puntuales necesarios (vuelta a la no reelección, disminución del período presidencial y hasta quizás incluir una doble vuelta electoral), haría caída y mesa limpia a los poderes constituidos, incluyendo a las Fuerzas Armadas, poniéndole orden a la casa, para luego entregar, después de esa transición y “limpieza”, el gobierno a una nueva generación de liderazgos y partidos con unas bases sanas. En otras palabras, volver a empezar.

El otro planteamiento, esgrimido por el resto de los candidatos, fuera de sus diferencias personales, es convivir con el “status quo” chavista los seis años del mandato Presidencial y lo que quede del resto de los poderes constituidos, confiando en una transición de los factores chavistas hacia un modelo democrático y de inclusión. En otras palabras, aquí no pasa nada y vamos a unas elecciones “normales” en las que el ganador opositor le será entregada la banda presidencial sin ningún problema. De allí en adelante se continuarán o mejoraran las políticas públicas del gobierno desde la oposición democrática, esperando convivir en paz, negociar y salir poco a poco del problema que significa tener todos los poderes en contra.

Simple. Esas son las dos visiones contrapuestas por las que se nos solicita el voto en las primarias. ¿Cuál cree usted que es la más conveniente? Decida con el corazón…

Esto me hace recordar lo que me dijo mi jardinero cuando le pedí una explicación del porque no crecía ninguna grama que sembrara en mi jardín: tiene que sacar toda la tierra, hasta el fondo y poner nueva abonada, me dijo. Cualquier cosa que usted siembre con una tierra llena de semillas de monte, con un sustrato pobre, no crecerá o el monte la estrangulará. Pero eso es más trabajo. ¡Pues claro que es más trabajo! Requiere comenzar la cosa desde cero. Requiere de más paciencia, porque luego de cambiar la tierra, al plantar cualquier cosa deberé esperar que crezca y florezca. Pudiera dejar la tierra vieja pero todo lo que siembre en mi jardín estará muerto a los pocos meses. Eso es un principio fundamental. A veces es necesario sacar de fondo la tierra y volver a empezar…Lo dijo Steve en Stanford, a veces la vida te da en la cabeza con un ladrillo y no hay que perder la fe en lo que se hace porque lo que te permite continuar la lucha ¡es precisamente el inmenso amor a lo que haces! ¿Tenemos o no tenemos el suficiente amor por este país para volver a empezarlo, sin importar el trabajo que nos dé? He allí la gran pregunta. Es mucho más trabajo, pero tenemos que llorar lo que ya hemos perdido por haber tomado la decisión equivocada en 1998 y continuar…

La propuesta de Arria, como señalé, es esencialmente política y fue la que vendió y no cumplió Hugo Chávez en 1998. Nos embarcó en una Constituyente y ahora se quiere quedar con el coroto para siempre. De nuevo se está planteando la reconstrucción de las bases institucionales del país para que el monte no se coma lo que se siembre luego. El venezolano ahora se halla en una encrucijada difícil de resolver. Escoger entre dejar para después las casitas, las autopistas que faltan, los hospitales, las escuelas, y de manera prioritaria arreglar las bases institucionales del país primero, corrompidas por la “revolución” chavista y asegurar que esas casitas, hospitales y escuelas sean de verdad una realidad después. Primero lo primero, la tierra abonada y fértil para que crezca lo que siembres después. No es muy difícil de entender, es simple pero muy duro.

Yo no sé si Diego Arria o el resto de los precandidatos nos embaucarán como muchos ya lo han hecho en el pasado. Esa es la ruleta rusa que nos estamos jugando. Esta escogencia se basará en una idea de vida y de futuro. De cómo cada uno de nosotros concibe como debe dibujarse un camino que no se ha recorrido todavía. En lo personal mi voto en esas primarias no se basará en la juventud o la historia del pasado de nadie, sino en la proposición que se hace al país. Y a mi modo de ver solo hay dos propuestas en la mesa. La fácil y la difícil. Votaré por la que creo más conveniente, la del camino más empedrado y duro, la de Steve y la de mi jardinero, escogeré volver a empezar…

Caracas, 2 de Diciembre de 2011

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Twitter:@laguana