miércoles, 28 de noviembre de 2012

La muerte y los impuestos



Por Luis Manuel Aguana

Según reza el dicho, ambas cosas son inevitables. Este es un adagio mundial, al punto que originó una de las películas más populares del famoso actor Brad Pitt, “¿Conoces a Joe Black?”. Pero el gobierno bolivariano ha logrado que este dicho universalmente aceptado, no sea más que un mero saludo a la bandera en Venezuela. Es como si aquí no se cumpliera la Ley de la Gravedad.

Pero no me refiero a que los chavistas consiguieron la solución de la inevitabilidad de la muerte, aun con los sórdidos intentos de magia negra hechos desde el Panteón Nacional. No señor. Consiguieron la solución de la inevitabilidad de los impuestos. ¡Y alguno me dirá que eso es imposible! Pero no, lograron hacerlo.

Es importante que el común de las personas maneje estas cosas para que se den una idea del tamaño del animal que se aloja en las entrañas del chavismo y porqué NUNCA van a dejar el gobierno si no cambiamos el sistema de elegir gobernantes, siendo nosotros creyentes permanentes de la salida civil. Y también porque NUNCA la oposición colaboracionista dejará que se vayan. Todos salen beneficiados, menos el país.

Esto forma parte de un todo que se ha apoderado de Venezuela y que es necesario que conozcamos para estudiar la mejor forma de enfrentarlo. No es fácil, pero si vamos descosiendo poco a poco el muñeco en algún momento daremos con la construcción de como ésta gente está pegada al aparato del Estado cual sanguijuelas insaciables y podremos ver como se puede corregir el asunto en un futuro optimista y posible.

Desde su fundación el SENIAT ha sido una de las joyas de la corona de todos los gobiernos. Una de las mejores decisiones en la IV Republica  que se tomó en la década de los 90 fue crear  un Organismo con funcionamiento técnico, separado del quehacer político de los Ministerios de adscripción que se ocupan de las finanzas del Estado, estableciendo una Administración Tributaria eficaz, diligente y honesta para el manejo tributario de la Hacienda Pública Nacional.

Su primer Superintendente José Ignacio Moreno León, hizo de esa joya una “PDVSA” (de la de antes) de la Administración Pública. Así era como debían ser tratados todos los funcionarios en el sector público: mejores sueldos, cursos permanentes de capacitación, respeto al escalafón, respeto a decisiones técnicas, pero sobre todo un manejo técnico y honesto de los fondos recaudados del país desde las más altas posiciones de la Administración.

Con Chávez, poco a poco el SENIAT fue cada vez pareciéndose más al “resto” de la Administración Pública. Les congelaron los sueldos, politizaron los mandos técnicos, y hasta ahora una nunca vista, más allá de los pequeños ilícitos producto de los tradicionales gestores: los grandes negocios corporativos. Veamos por qué.

A través del mecanismo impositivo del IVA se ha ido acumulado una inmensa cantidad de dinero que crece cada año y que ha movilizado el interés de poderosos factores adentro y afuera de la Administración de los impuestos públicos, lo que ha dado lugar a una mafia que mueve muchísimo dinero dentro del aparato del Estado, y en manos de uno de los gobiernos más corruptos que ha tenido Venezuela.

Voy a darles un ejemplo utilizando la explicación referida por un propio afectado: Una empresa cuando compra paga el IVA completo, es decir el 12% del precio de compra. Ese 12% se convierte en lo que se denomina un Crédito Fiscal, el cual se deduce del IVA que se cobra al vender dicho bien, de modo que el Impuesto al Valor Agregado sea solo el 12% del precio final.

Un ejemplo para visualizar mejor: Una empresa, llamémosla Compañía Estafada, C.A., o CECA,  le compra a su proveedor una mercancía por Bs. 100 y le paga Bs. 100 más 12% de IVA,  registrando Bs. 12 en Crédito Fiscal. CECA vende a un cliente final “A” por Bs. 120 y le cobra a “A” Bs. 120 + 14,4 de IVA. Hasta allí todo perfecto.

Como el monto del IVA cobrado es mayor que el IVA pagado al proveedor, CECA entonces paga al fisco Bs. 14,4 menos Bs. 12 que ya pago al proveedor, esto es  paga al SENIAT Bs. 2,4, es decir paga el monto del IVA que son Bs. 14,4 pero como ya pago Bs. 12 al comprar la mercancía entonces paga al fisco la diferencia.

Pero eso es el deber ser...Veamos lo que en realidad sucede una vez que la Administración Tributaria estableció la calificación de algunos contribuyentes como “Especiales”, a través de las resoluciones SNAT/2002, fecha 29/11/2002 y SNAT/2005/0056 y SNAT/2005/0056-A:

CECA compra a su proveedor la mercancía por Bs. 100 y paga Bs. 12 de IVA, por lo que registra Bs. 12 Bs en Crédito Fiscal. CECA vende al cliente final quien es Contribuyente Especial "A" por Bs. 120 más IVA de Bs.14,4. Hasta aquí todo igual. El cliente Contribuyente Especial "A" paga a CECA Bs. 120 de la mercancía y solo el 25% del IVA es decir Bs 3,6 y el restante 75% del IVA el cliente lo paga directamente al SENIAT. Recuérdese que los Contribuyentes Especiales, que son grandes empresas a las que el SENIAT vigila especialmente, retienen el 75% del IVA que se les factura. Y es aquí donde empiezan a distorsionarse las cosas.

Entonces, CECA cobra Bs. 120 de la venta y solamente Bs. 3,6 del IVA en lugar de los 14,4. Entonces CECA NO recupera los Bs. 12 que ya pago al comprar la mercancía. Como ya pago 12 de IVA a su proveedor y este monto es menor que el IVA cobrado no paga nada más al fisco, ¿pero que sucede? Si tenía Bs. 12 en Crédito Fiscal le resta los 3,6 y le queda 8,4 en Crédito Fiscal. Es decir Bs. 8,4 en pago de más de IVA en la transacción.

Ahora, al final de la operación a CECA le quedan Bs. 8,4 en el fisco. Si se repite esa operación "N" veces,  con los mismos precios del ejemplo, el fisco se queda por cada operación Bs. 8,4, incrementándose la deuda en forma permanente. La única manera que eso no ocurra o minimice su impacto es cuando CECA le vende a un cliente que no es Contribuyente Especial, en cuyo caso ese si paga el IVA completo.

Al principio los Contribuyentes Especiales eran solo las grandes empresas como Empresas Polar, los bancos y todo el Gobierno. Entonces si CECA le vende a clientes que NO sean Contribuyentes Especiales puede balancear sus ventas y recuperar su crédito fiscal, pero ahora el SENIAT ha incrementado la cantidad de empresas en esa condición, de tal manera que prácticamente a quien CECA le venda, de acuerdo a su línea de negocio, es Contribuyente Especial y ocurre el efecto anterior.

Ahora imagine el lector que las operaciones de todas las empresas del país no son de Bs.  100 sino de varios miles de millones o millardos de bolívares fuertes, en especial aquellas que mueven miles de millones en mercancía. El efecto recaudador es enorme y el IVA cobrado de más no lo devuelven sino en Créditos Fiscales, que la Administración de impuestos del país, el SENIAT, decide a quien le aprueba para que este sea aplicado a otros tributos internos.

Esta fabulosa cantidad de dinero está represada en el SENIAT en papeles denominados Créditos Fiscales, que son negociados por los acreedores de la Administración Tributaria. Pero esto solo puede realizarse una vez que son aprobados por la Administración. Lo que muchas empresas están haciendo es incrementar el precio final de sus productos para amortiguar ese efecto del IVA retenido, de allí que eso también tiene un efecto inflacionario que nos afecta a todos.

El monto que el SENIAT adeuda a las empresas es de muchos miles de millones y millones de bolívares fuertes. Las empresas someten sus reclamos por IVA retenido para negociar sus Créditos Fiscales y en buena ley la Administración debe, luego de los análisis técnicos correspondientes, dar su aprobación en el lapso que la ley estipula.

De acuerdo a la ley, pasados tres meses que la Administración Tributaria retiene de más a una empresa como CECA por concepto de IVA, dicho monto debe ser reconocido para ser aplicado a otros tributos, pero eso en la actual Administración roja rojita no está ocurriendo, de acuerdo a la opinión de muchas empresas. Se especula de la existencia un tráfico de comisiones mil millonarias para soltar esos Créditos. Y estas, si existen en ese nivel, no pueden ser cobradas por pendejos. Y la especulación incluye comisiones que oscilan entre el 10% y 20% según el caso. ¡Hagan ustedes las matemáticas!

No estamos hablando aquí de “algún” funcionario de mediano nivel de la Administración Tributaria que se está metiendo unos “reales” por liberar el retraso de un trámite. ¡Nada de eso! ¡Los que menos tienen que ver con eso son los técnicos! Para el manejo de esas cantidades es necesaria toda una organización delictiva de muy alto nivel que debe tener una implicación y una raíz muy profunda que toca los hilos de la Administración de nuestros impuestos con la venia de las autoridades y del gobierno. ¡Y después dicen que Chávez no está enterado!

Porque aquí ya el monto de alguna comisión no es como la que se veía antes por una solvencia. Son de MILLARDOS Y MILLARDOS de bolívares. Y ya aquí no estamos hablando de “peanuts” sino de montos corporativos importantes como los que se manejan en Wall Street. La revolución le subió el nivel a la corrupción, y a tal grado que la IV Republica tendría que ir a la escuela de nuevo.

Cualquier empresario preferiría callar y pagar. Es preferible eso que tener problemas con la Administración Tributaria. Y otros decidirían que las cosas se queden así; al fin y al cabo es solo dinero y algún día el fisco pagará, sin ceder al chantaje. Pero la mayoría se lo piensa dados los montos involucrados. Pero el pago limpio no sucederá mientras las cosas sigan como están y no cambiemos la manera de elegir gobernantes. De otra forma ¿cómo te quitas de encima a los impuestos? O más grave aún, quienes administran los impuestos. Y el peor de los impuestos es la corrupción a esos niveles porque ese lo terminamos pagando todos.

La presente nota tiene un doble carácter: dar a conocer una situación que el común de los ciudadanos venezolanos no estamos al cabo de saber porque es muy técnica y especializada, y que para serles franco yo tampoco conocía hasta hace poco; y por otro lado para que se den cuenta de los intereses tan complejos y tan fuertes que se mueven detrás o debajo de esta tragedia para que un gobierno como este haya dedicado todo su poder para ganar las elecciones el 7 de Octubre.

Vayan bajándose de esa nube los que en la oposición colaboracionista piensan que le hicieron un favor al país al haber tolerado la rapiña del 7-O y que el gobierno les dejará “espacios” el 16D. No puede haber negociación posible con delincuentes y eso lo verán las próximas elecciones para Gobernadores. Así como tampoco puede haber negociación posible con la muerte ni con los impuestos. Vamos a tener que trabajar muy duro para que este tipo de cosas cambie, empezando, a mi juicio, por cambiar el modo en que se elige. De allí parte todo el tinglado. Pero eso es otro asunto del que hablaremos muy pronto…

Caracas, 28 de Noviembre de 2012

Twitter:@laguana

sábado, 24 de noviembre de 2012

La búsqueda del liderazgo perdido



Por Luis Manuel Aguana

Así como Indiana Jones buscando su Arca de la Alianza perdida, los venezolanos nos hemos embarcado en la búsqueda del liderazgo perdido. Creíamos tenerlo el 7-O pero los acontecimientos de esa noche fueron tan desesperanzadores que muchos de nosotros pensamos que nunca lo tuvimos.

Tal vez estemos buscando donde no es. Porque en esencia ¿qué significa el liderazgo? ¿Qué es en realidad lo que estamos buscando y no encontramos? Se oye mucho en la calle, en los medios de comunicación: “hace falta un nuevo liderazgo”, pero nadie explica que es eso.

La gente lo asocia con los partidos políticos para ocupar las posiciones de representación popular a través del voto. Pero eso va más allá de esa simple máscara. Y tal vez en la respuesta a la pregunta “¿Qué significa el liderazgo en Venezuela?” logremos desentrañar esa sensación de haber perdido el norte y no saber qué hacer ante esta arremetida brutal que significó el 7-O para los venezolanos y que aún nos amenaza con repetir su zarpazo el 16D.

Siempre he creído que más que respuestas correctas debemos hacer las preguntas correctas. Una pregunta para empezar podría ser ¿tuvimos alguna vez liderazgo en Venezuela? Muchas voces autorizadas dicen que sí. Vivieron en la Venezuela de los Siglos XIX y XX, sin ir más atrás, personas que marcaron nuestra existencia como pueblo en muchas áreas. La cultura, las ciencias, la política.

Si partimos de ese hecho, si se quiere sencillo y fácil de explicar, ¿qué los diferenció a ellos del resto? ¿Qué los diferenció y los inmortalizó en sus distintas disciplinas? ¿Cuál era el hilo conductor que hizo que fueran reconocidos como “lideres” en sus respectivos campos? Podríamos ensayar algunas respuestas: lo primero era que no eran ningunos improvisados y se distinguían por ser muy estudiosos. Nadie puede dudar que un Jose María Vargas, en el campo de las ciencias, o un Arturo Uslar Pietri en el campo de la cultura o un Rafael Caldera en el campo de la política fueran unos individuos que brillaron por sus estudios y sus obras. Fueron líderes en su actividad.

He allí un hilo conductor que podríamos señalar. Otro aspecto que podríamos responder de este tipo de individuos es que nunca nadie los señaló como traficantes en su campo.  ¿Podría alguien indicar que un Jose Gregorio Hernandez, siendo un sabio de la medicina hizo uso de ella para enriquecerse? ¿O un Luis Razetti? ¿Podría alguien decir que Rómulo Betancourt se murió rico por traficar con la política? ¿Sabe alguien si Rómulo Gallegos se hizo rico con Doña Barbara?

Los líderes señalados dedicaron gran parte de su vida a cultivarse a sí mismos para ofrecer el fruto de ese cultivo personal a su comunidad y a su país, sin más retribución que la satisfacción de haber dejado una huella histórica. Ese tránsito vital necesariamente tiene que haber estado lleno de las clásicas virtudes y defectos humanos.

Es por eso que muchos dirán que alguno de los personajes históricos mencionados arriba tuvo defectos que los llevaron a realizar acciones consideradas reprochables. Es cierto. Pero también es cierto que nadie podría negar que fueran líderes inobjetables en sus campos de actividad.

Y así podría llenar páginas y páginas de ejemplos de nuestro propio país con personas que marcaron la historia de Venezuela PARA BIEN. También podríamos mencionar algunas que lo hicieron PARA MAL y que también pueden considerarse líderes en toda la extensión de la palabra y que dejaron una impronta que todavía no se borra en el venezolano. Uno de ellos es Juan Vicente Gomez.

Con Gómez la Venezuela de principios del siglo pasado se congela en el tiempo. Lo que logro este hacendado sin educación, que hizo de este país su finca particular, fue la popular consigna Unión, Paz y Trabajo, que se reducía a lo que decía la oposición de su tiempo: Unión en las cárceles, Paz en los cementerios y Trabajo en las carreteras. Este líder surgió en una Venezuela completamente feudal y llegó, a su manera, a poner “orden” dentro del desorden de guerras intestinas que existían en el país.

Un tanto parecido hizo PARA MAL el actual líder de la llamada Revolución del Siglo XXI. Llegó en un momento histórico del país donde todas las “ranas” pedían por un Rey, en medio del más absoluto desorden y falta de liderazgo (ver Fábulas de Esopo en  http://ticsddhh.blogspot.com/2012/03/fabulas-de-esopo.html). Y ahora “el Rey” de la fábula no se quiere ir.

Sacamos como conclusión entonces que algunos liderazgos aparecen en momentos históricos y se montan sobre una ola y después no se quieren ir. Y otros se construyen y se moldean con la vida del país transformando con el tiempo esas circunstancias históricas, y trabajando poco a poco en sus diferentes campos para estar preparados para el cambio que inevitablemente termina ocurriendo en cualquier momento. Pero esos liderazgos no pueden ser improvisados. No pueden ser el resultado de la propaganda política ni de los medios de comunicación, como está sucediendo en la Venezuela actual.

Aun cuando Gomez no pudo ser desplazado del poder, la pléyade de estrellas que había en el firmamento venezolano era muy extensa, en todas las áreas pero fundamentalmente en la política. Y a su muerte, gente extraordinariamente culta e instruida realizaron los cambios necesarios para introducir al país a la modernidad y al concierto de las naciones. Ese liderazgo estaba allí, producto de años de estudio, trabajo, bodega y añejamiento, para aflorar en el momento preciso.

Y es por eso que cuando las personas buscan desesperadamente al liderazgo nunca lo encuentran en lo que hay en la superficie; y que se presentan o tratan de vendernos en los medios de comunicación, tratando de hacernos creer que algunos de los que se promocionan van a resolver los problemas profundos y estructurales del país. A veces nosotros mismos nos engañamos con eso y pasan cosas decepcionantes que nos empujan a dejar de votar.

La siguiente pregunta que sale es la siguiente ¿y cómo los identificamos? Y la respuesta sería: ellos se harán más visibles en la medida que arrecien los problemas porque nadie más que ellos tendrán las soluciones y mostrarán el camino a seguir. Están allí, pero hay que ser más cuidadoso en la escogencia.

Nunca como en la Venezuela actual ha habido mayor concentración de inteligencia y cultivo de personas para salir de este problema que se creó antes y a partir de 1998. La gente deberá saber diferenciarlos de los productos prefabricados por los partidos políticos y que estarán gritando engañosamente en la superficie. Hay que mirar un poco más profundo y verles la etiqueta, así como algunos hemos empezado a hacer con los productos que se compran en los supermercados, solo para citar un lugar común.

Escoja solo aquellos con conocimiento, tradición y tiempo de añejamiento, no en la política sino en lo que hace con su vida. Verifique su trayectoria y aportes a sus comunidades. No escoja recién llegados sin larga tradición en sus propios campos de actividad. Pida referencias, investíguelos bien. No de un cheque en blanco a alguien desconocido. Sea más profundo y crítico en sus apreciaciones. Oiga sus intervenciones y trate de sopesar la sinceridad de su discurso y su amor por este país. El próximo 16D puede ser un buen momento para empezar.

Se sorprenderá de lo que podría encontrar, tanto para bien como para mal. En esta época de la información masiva se puede conseguir casi cualquier cosa de cualquier persona. Nos hubiéramos podido ahorrar muchos dolores de cabeza en estos 14 años si en 1998 hubiéramos hecho ese sencillo ejercicio, porque hubiéramos rechazado a este gorila a la primera solo por ser un militar mediocre. Y este cambio de actitud de los votantes obligará a los partidos y a cualquier grupo a mejorar sus cuadros dirigentes. Tal vez de esta manera ese liderazgo no esté tan perdido como pensábamos y haya una esperanza para Venezuela.

Caracas, 24 de Noviembre de 2012

Twitter:@laguana