jueves, 15 de noviembre de 2012

La alcabala de Tibisay



Por Luis Manuel Aguana

Ya lo confirmó hoy el Directorio del CNE. Las estaciones de Verificación SON OBLIGATORIAS. ¿Y a cuenta de qué el Directorio del CNE ignora las disposiciones legales según las cuales solo es necesario para votar la cédula de identidad laminada, vencida o no? ¿Dónde aparece en la legislación venezolana que ahora los electores necesiten “el papelito” de la nueva alcabala de Tibisay Lucena como requisito adicional para ejercer un derecho ciudadano?

Esta alcabala, que aparece como novedosa en este escenario, opaca en notoriedad a la que antes considerábamos como el principal escollo en toda esta trampa tecnológica que nos impusieron a los venezolanos desde el CNE, la captahuellas.

Varias observaciones en relación a este nuevo escollo. Luce sumamente sospechosa la insistencia del CNE en colocar como obligatorio ese instrumento que hasta donde hemos podido constatar solo le ha servido al gobierno para movilizar a su militancia del PSUV y obligarla a votar, y a la vez ralentizar las colas en los centros de mayoría opositora. Pero pudiera tener una razón técnica más de fondo y que se nos pudiera estar escapando.

Veamos técnicamente la cosa. Son estaciones conectadas a través de la red celular de la CANTV con los servidores principales del CNE. Transmiten al menos el numero de cedula de identidad de la persona que está llegando al centro a votar. Al menos eso es lo que “aparentemente” está pasando, de acuerdo a lo que uno visualiza externamente.

Sin embargo, me puedo permitir hacer especulaciones basadas en nuestro desconocimiento de la arquitectura técnica de las maquinas de votación, ya bien sea porque el CNE no le entregó las especificaciones técnicas a la oposición a través de “nuestra representación” técnica y estos avalaron algo que no vieron, o que si se las entregaron y por alguna razón se ha mantenido oculta a pesar de la insistencia en que se haga pública para el estudio de técnicos independientes. Ambas cosas son inaceptables.

Puedo imaginarme que las máquinas de votación tienen la electrónica interna necesaria para conectarse inalámbricamente, conformando una red interna, con esas estaciones conectadas a la red celular de la CANTV para la transmisión de algo más que cédulas de identidad para movilizar chavistas.

Eso podríamos saberlo fácilmente con un celular inteligente en la mano. Se podría detectar cuales redes están activas en un radio cercano con un simple celular inteligente. Podríamos probar eso cuando vayamos a votar y detectar si hay alguna red WiFi extraña dentro del centro que no debería estar allí. ¡Y denunciarlo!

¿Sabemos cuáles procesos se activan en las máquinas de votación además del proceso auditado de captura y resguardo de votos? ¿Es ese el único programa que hay? ¿Existe una auditoría que nos permita saber si el CNE coloca algo adicional dentro de las máquinas de votación sin el conocimiento de la oposición? Esas maquinas son computadores multitarea y eso lo saben tanto el gobierno como la oposición.

Y suponiendo que esto sea así, el CNE podría estar transmitiendo votos antes del cierre de las maquinas de votación, así de simple. O cambiarlos si conocen las claves de encriptado. Y así como puede haber transmisión hacia fuera, podría también haberla hacia dentro, precisamente para eso último. Esa es una duda perfectamente razonable, basada en el desconocimiento que tenemos de esos equipos comprados sin licitación. Al ser un proceso enteramente controlado por el CNE, ¿por qué no podríamos pensar mal y que estas maquinas están haciendo algo adicional? ¿Porqué no pensar que desde el CNE se envíen archivos completos que sustituyan los resultados de las máquinas?

¡Cuentos de camino! dirán quienes aun defienden ese sistema. Siempre insistiré: cualquier cosa se puede hacer con una maquina que se programa y que está hábil para comunicarse, y más aún si está protegida por quien debe ser su principal vigilante: ¡los técnicos de la oposición! Y si dicen eso entonces demuestren que no es así publicando las especificaciones de esos equipos y entregando uno de ellos para el análisis exhaustivo de parte de un grupo de expertos independientes calificados.

Las maquinas de verificación afuera funcionarían como una especie de puerto de comunicación de las máquinas de votación hacia y desde el CNE. De esa forma Tibisay, es decir el gobierno, quien es la única que puede totalizar, pudiera tener información acerca de lo que sucede en los centros que tienen esas máquinas de verificación conectadas a la red celular de la CANTV. Por lo mínimo, si no cambian los votos, podrán conocer en tiempo real los resultados intermedios de los centros que tienen esas máquinas.

Por principio natural, no debería existir NINGUN dispositivo que transmita nada al CNE hasta el cierre del proceso electoral. Esa es una exigencia mínima que debe realizar la oposición. Si nuestra queja fue que ralentiza el proceso, como en efecto pasó durante el pasado 7-O, la respuesta de estos delincuentes del CNE ha sido colocar más máquinas para acallar eso. Pero el fondo real sigue vivo y es que están violando de manera flagrante los Derechos Humanos de los electores de tener un proceso libre.

Y lo cierto es que el sistema electoral está en tal grado de descomposición que ya no es sostenible ni tragable por la población demócrata. Y lo peor es que está avalado y defendido por la propia oposición. De allí no puede salir nada bueno y cualquier cosa puede estar pasando con esas estaciones. Por eso la insistencia en ponerlas obligatorias. Un sistema electoral completamente corrompido y controlado, cuyas auditorías no establece sino el auditado, no puede garantizarnos nada más que trampa.

El venezolano común ya no confía en el sistema electoral. Pero lo que es más grave, ya no confía en quienes se supone deben defenderlo en contra de las imposiciones e irregularidades del ministerio de elecciones del gobierno. Ante este panorama sombrío de no tener a quien acudir ante estas arbitrariedades, a todas luces cada vez más descaradas de este régimen que dañó deliberadamente el sistema, las sociedades se construyen sus propios anticuerpos.

Si el sistema electoral, que es el mecanismo en democracia para decidir quiénes deben dirigir los destinos del país, fue deliberadamente descompuesto y quienes deben decir algo sobre eso no lo dicen, el ciudadano defraudado deberá entonces encontrar otros cauces democráticos para canalizar ese evidente descontento de la mayoría.

No es sólo que tenemos que ir a la desobediencia civil de no pasar por esa alcabala puesta como obligatoria por el CNE, es que debemos activarnos para CAMBIAR el sistema electoral COMPLETAMENTE y exigir Elecciones Auténticas. Esa alcabala de Tibisay no es el problema, lo es todo el sistema electoral venezolano. Movilicémonos para cambiarlo de raíz…

Caracas, 15 de Noviembre de 2012

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domingo, 11 de noviembre de 2012

La mordaza de Globovisión



Por Luis Manuel Aguana

La pregunta inmediata es ¿Cuál mordaza? ¿La que le pusieron o la que está poniendo? No haré aquí una discusión acerca de la llamada autocensura de los medios en un sistema totalitario. Debe haber miles de tratados escritos acerca de ese tema. Es claro que existe ese fenómeno cuando un medio de comunicación teme a ser cerrado por emitir opiniones o noticias que afecten al régimen.

Pero cuando un medio que no comulga con las ejecutorias del gobierno se autocensura para bloquear opiniones que alguien podría considerar “radicales” dentro de la propia oposición, la cosa se pone complicada, entre otras razones porque no se sabría a quienes le está haciendo el juego, si al gobierno por temor a un cierre o a una particular oposición que bien podría estar interesada a que este estado de cosas permanezca.

¿Quién define una actitud “radical” dentro de las filas opositoras? La línea es muy delgada. Es como cuando una muchacha (la opinión pública) solo puede ser cortejada por los pretendientes (formadores de opinión) que los padres (la “oposición formal”) decidan. No queremos que “salgan” al aire opiniones “radicales” que nos puedan alborotar a la muchacha, dirán. Siempre a la muchacha le llegaran los pretendientes y para mala suerte de los padres la mayoría de las veces se termina escapando por la ventana con el primero que le hable como es.

¿Qué es lo que deberían hacer en estos casos los medios y los periodistas? Mostrar el espectro completo y dejar que la muchacha decida de quien se quiere enamorar. Eso les espanta a los padres, que siempre se pronunciarán por mantenerla escondida hasta que salga  “un buen partido”. Craso error. No solo porque eso es imposible de hacer, sino porque a la final los padres tendrán que aceptar la decisión de la muchacha.

Este ejemplo es lo que está pasando ahora mismo con las recientes denuncias en relación a una supuesta autocensura del único  medio que ha marcado la pauta opositora del país, siendo esto sumamente grave y preocupante. El hecho de no transmitir deliberadamente un programa (ver la denuncia en http://www.noticierodigital.com/2012/11/ignacio-gainzarain-senores-globovision-%C2%BFquien-veto-el-programa-de-nitu-perez-osuna-con-alfredo-weil/) que había sido pautado para ser transmitido, deja entrever muchas dudas en relación a como se está conduciendo esta lucha de la oposición y cuáles son los intereses que realmente están prevaleciendo.

No existe en realidad nadie químicamente puro, reza el dicho popular. Todo el mundo tiene su corazoncito, aunque este le corresponda ser objetivo en sus planteamientos. Cuando un medio informativo como Globovisión solo coloca en el aire una parte de la opinión opositora por la razón que sea, interesada o no, se está incurriendo en lo que precisamente se está tratando de combatir con los medios en poder del gobierno. Cuando solo se muestra una parte de la opinión opositora, lo que significa es que el medio responde a otros intereses que difieren de los de la comunidad a la cual se debe.

Cuando introdujimos el Recurso de Nulidad en contra de las Elecciones del 7-O, pudo más la captura de Rosita en la pantalla de ese medio televisivo que la denuncia ciudadana en contra de las violaciones del gobierno a los derechos de los votantes durante el acto electoral. ¿Solo se transmite lo que hace la oposición “conveniente”?

Cuando solamente aparecen en los medios los voceros de la MUD defendiendo al CNE y se bloquea la opinión y la invitación de personas serias a los programas líderes de opinión en relación al fraude electoral -sí, FRAUDE ELECTORAL- los medios tiemblan con la palabra porque temen el cierre y se autocensuran.

¿Hasta qué punto es conveniente esa postura para la democracia? ¿Hasta qué punto un medio, al acudir al expediente de esconder lo que la gente grita a voces, como es el caso de las irregularidades cometidas por el CNE el 7-O, está haciéndole un servicio a la democracia y a la gente que dice que informa?

Nadie puede meterse en los zapatos de los Directivos de Globovisión. Ellos solo saben lo que tienen en juego. Han pasado muchas presiones, encarcelamientos, destierros, multas hiper millonarias. Y todos sabemos que sin ese medio no se sabría qué es lo que en realidad sucede en el país. Sin embargo, es delicado el terreno que pisan en la actualidad, porque sin dejar de informar, cada vez es más difícil encontrar donde está la verdad en esta jungla opositora. Estoy seguro que si hacen un esfuerzo en buscarla, seguramente la encontrarán, como buenos periodistas que son, dejando a un lado la opinión de los padres que buscan el “mejor partido”.

Y los próximos meses van a ser cada vez más confusos. Debemos separar, después del descalabro del 7-O, las manzanas podridas de la cesta opositora. Preguntarnos quienes dentro de la oposición, incluso entre aquellos que conducen programas de televisión, les interesa que este estado de cosas continúe. Hay que vernos a todos para descubrir porque seguimos dando vueltas en círculos después de 14 años de oprobio.

Y una pregunta que saldría de Perogrullo: ¿Y quién decide quién es el bueno y quién es el malo? ¿Quién separa las manzanas podridas? La única manera de saberlo es tener un mecanismo que nos permita ver a todos lo que en verdad está sucediendo en el país sin colocar a nadie en esa responsabilidad. Y los medios son fundamentales en esta tarea.

Mostrarlo todo sin recelos, censuras e intereses, aunque el medio no esté de acuerdo con alguna postura específica. Nadie tiene toda la verdad. La verdad es la que el ciudadano se hace cuando tiene todos los elementos para juzgar una situación. Y una vez que muchos, muchísimos ciudadanos, tienen sus elementos y toman una decisión, entonces esa mayoría decide cual manzana está podrida, dándole o no su apoyo.

Pero eso no es lo que desean a veces quienes quieren torcer los cauces de la historia. Ocultar una verdad puede ser muy conveniente cuando se desea que los acontecimientos se muevan hacia otro lado. Y el concurso de un medio como Globovisión puede ser muy importante para hacerlo.

En realidad espero que ese no sea el caso con un medio que ha demostrado muchísima valentía e inteligencia para permanecer al aire en medio de una tormenta perfecta. Pero que no puede dejar que los intereses obscuros de unos pocos que creen tener “la verdad”, tuerzan la historia del país en la creencia que eso es lo más conveniente a los intereses de todos los venezolanos. Dejen que la muchacha decida…

Caracas, 11 de Noviembre de 2012

Twitter:@laguana

miércoles, 7 de noviembre de 2012

¿Quién toma “el fusil”?



Por Luis Manuel Aguana

Aclaratoria previa a los señores del SEBIN: no se escandalicen por el título de la nota. No estoy llamando a la insurrección civil, ni al golpe de Estado, ni a la Guarimba, por si acaso se les ocurre mandar las unidades antes de leer. Todo legal…

Hay una escena de la película “A Few Good Men” de Jack Nicholson y Tom Cruise donde este último increpa como fiscal militar  al personaje de Nicholson en relación a su responsabilidad como General norteamericano a cargo de la base de Guantánamo en Cuba. Ambos extraordinarios actores asumen su papel a cabalidad. El primero insiste en que su responsabilidad es hacer el trabajo sucio, de ser una pared de contención al comunismo y para eso requiere de gente dura dispuesta a echarse plomo con el enemigo sin importar a quien se tenga que llevar por delante.

Por otro lado Cruise en su papel de fiscal insiste en que aún en esas condiciones la ley debe prevalecer. A lo que riposta el personaje de Nicholson algo que en cualquier ocasión pondría pensar a cualquiera: la gente no desea ni quiere saber como yo le proporciono su seguridad y luego usted viene aquí a cuestionar mis procedimientos. Si no está de acuerdo en cómo lo hago, entonces escoja su muro tome un fusil y cuídelo, de otra manera déjeme hacer mi trabajo como yo considero que se debe hacer…

¡Qué interesante! El personaje de Nicholson plantea que hay un “trabajo sucio”, en este caso cuidar a la gente del comunismo- y del cual nadie desea saber- pero es necesario que alguien haga para mantener el “status quo”, pero que cuando es confrontado por la ley, representada en este caso por el personaje de Cruise, se establece la eterna batalla del “ser” y “el deber ser”, quedando al final como vencedor, en el caso de la película, el orden legal establecido. La Ley triunfó llevándose al personaje de Nicholson a la cárcel.

Eso es lo bueno a veces de las películas, llevan las situaciones a los extremos. De esa manera se pueden apreciar los contrastes que no son tan evidentes. No siempre sale vencedor “el deber ser” como en el caso de la película citada. De hecho, casi nunca se sale con la suya. Pero como en toda película que se respete los chicos buenos siempre ganan.

Sin embargo de esa escena me quedó grabado algo bien importante y que es en realidad el motivo de esta nota: a la hora del té- o de las chiquiticas como decimos en Venezuela- nadie está dispuesto a “tomar un fusil” y defender el muro. Deja que “alguien” haga el trabajo “sucio” sin importar el precio que tengan que pagar. Entendiendo aquí como el “fusil” la responsabilidad de algo que sabe que es necesario realizar pero que nadie pretende asumir porque lo considera difícil o “sucio”, o peor aún, que no es con él.

Creo que algo de eso que mencionó el personaje de Jack Nicholson es lo que nos está pasando en Venezuela. Todo el mundo sabe y en especial los que tienen la responsabilidad de tomar acciones, que el sistema electoral venezolano es una trampa y está arreglado para la permanencia eterna del que te conté en el poder. Ya no es posible seguir mirando para otro lado pero nadie quiere asumir eso. Quienes dirigen en la oposición prefieren llamar a votar y votar sin exigir un mínimo de condiciones y nosotros testigos pasivos de este horrorizante espectáculo, de alguna manera esperamos que “alguien” haga el trabajo de cambiarlo. Pero les tengo malas noticias: quienes deben abogar por cambiarlo o al menos hacer el esfuerzo, no están interesados en hacerlo.

Al principio, pensaba yo ingenuamente, que era un problema de tecnología no comprendida a cabalidad. Luego, que era un problema de un mal intencionado asesoramiento técnico (Grupo La Colina) o en el mejor de los casos, la ingenuidad política de poder ganarle a una ruleta trampeada de Las Vegas.

Al final y con el tiempo he ido cayendo poco a poco y en cuenta de que existe un interés de “este lado” que las cosas sigan igual. Lamento confesar que los inocentes en política caemos tarde. Y contra ese interés “de este lado”, ni un ejército de técnicos bien calificados y mejor intencionados que denuncien y denuncien podrá en contra de eso. Y tal situación amerita otro tipo de enfoque.

¿Cuál podría ser el interés de alguien “de este lado”- o de la oposición, para decirlo claramente- que permanezca un sistema tan perverso en el cual se eligen nuestros gobernantes sin contar los votos? ¿Cuál podría ser el interés de alguien “de este lado” que se siga alimentando el Registro Electoral de cuanto extranjero le interese al gobierno sin auditoría y sin ningún control? Tal vez debamos hacer las preguntas correctas para descifrar eso.

Y debo aclarar que no pienso que todos los que están “de este lado” formarían parte de esa conspiración. ¡Aun me queda cierto resquicio de inocencia! Esto lo digo porque después de meses de alertar a todo el liderazgo político opositor de que íbamos al matadero electoral con ese sistema perverso avalado y defendido por la misma oposición, no cabía dentro de nuestro entendimiento el porqué de esa posición irreductible que se cerraba a cualquier cuestionamiento técnico. Y la única respuesta posible se resume en una palabra tenebrosa: complicidad.

Y volviendo a las películas, deberíamos hacer como el popular detective Columbo: Preguntarse quién sale beneficiado. Allí no les puedo ayudar mucho en un ambiente tan confuso. Pero si tienen un poco de malicia pregúntense quien saldría beneficiado de un probable chavismo sin Chávez PERO en la oposición…Es una cosa diabólica y macabra pero eso es en lo que hemos estado hundidos desde hace muchísimos años y lo peor es que lo consideramos “normal”. Ya es hora de al menos empezar a sacar la cabeza de esa cloaca y respirar un poco de aire fresco para tener nuevas ideas.

Pero eso escapa del alcance de esta nota. Y aunque estamos en un terreno inexplorado en lo político debemos enfocarnos en el terreno firme de lo técnico y continuar proponiendo soluciones al problema del cambio necesario del sistema electoral, aun a sabiendas que es necesario un ambiente político adecuado para que ese cambio se pueda dar.  Al menos ya eso es un paso en la dirección correcta.

El saber que parte de los malos están entre los tuyos es un avance. Y es lógico que sea así. Si nos ponemos en la mente torcida de un militar que maneja los destinos de todos los venezolanos, no cabría menos que esperar que haya comprado sopotocientas mil conciencias para sabotear desde adentro de nuestras filas cualquier sacada de cabeza que pretendamos realizar. Así piensan los militares, y en especial los golpistas.

Entonces, lo primero que debemos hacer es identificar- y eso está bien difícil- quienes “de este lado” NO ESTAN en esa jugada. Estos se hallan en todos los partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil donde existe gente honesta y de buena disposición a los que hay que convencer que con este sistema electoral no saldremos de este atolladero.

El apoyo de la gente consciente es importante para empezar una lucha por el cambio del sistema electoral venezolano y conseguir Elecciones Auténticas. No es solo un problema de técnicos de buena voluntad, es un problema de todos los venezolanos. Pero en esta oportunidad de la vida real -y a diferencia del caso de ficción de la película de Nicholson- muchos venezolanos si estamos dispuestos a “tomar el fusil” civil y defender el muro de la democracia del comunismo cubano, no porque lo consideremos un trabajo sucio, sino porque quienes tenían esa responsabilidad la olvidaron o se vendieron al régimen, abandonado el muro y dejándonos al descubierto.

Caracas, 7 de Noviembre de 2012

Twitter:@laguana

lunes, 5 de noviembre de 2012

Política, Tecnología y Transporte



Por Luis Manuel Aguana

La semana pasada fuimos invitados por el Alcalde Mayor a la presentación formal del sistema de control que operará en el Sistema Metropolitano de Transporte, Transmetropoli. Estas son las cosas que pasan por debajo de la mesa y que es bueno destacar como ciudadanos acerca de lo que sí se puede hacer en el ámbito local, en medio de la más terrible y criminal ausencia de recursos provocada por un gobierno central cuyo afán se centra en la destrucción de todo lo que se ha construido en los años de democracia. Es esa una muy buena razón para no perder las próximas elecciones de Gobernadores y Alcaldes e ir a votar.

Antes que nada deseo aclarar que no me paga la Alcaldia Mayor, ni soy ficha de ningún partido, ni menos aun del partido del Alcalde Antonio Ledezma, así que no me une al Alcalde nada más allá que el respeto a su gestión como administrador público en la Alcaldía Mayor. Simplemente, desde la acera ciudadana, el justo reconocimiento que ha tenido con AC Familiametro y la coincidencia publica en relación a temas comunes como el Metro de Caracas.

Lo que vi en esa presentación se corresponde a lo que es el deber ser de la aplicación de la tecnología a los problemas más graves que tienen los ciudadanos de Caracas. La tecnología aplicada al bienestar de los ciudadanos es la correcta posición que debe mantener cualquier administrador público y político. Entender esas herramientas es una rareza entre nuestros políticos y administradores públicos, y una razón importante para felicitar al Alcalde y al equipo técnico que le acompaña.

El sistema presentado, de ser aplicado en su totalidad, permitirá el control centralizado de lo que pasa dentro y fuera de las unidades de transporte público, su localización física, mantenimiento, organización del transporte para un comportamiento ordenado en la ciudad. Y lo que es más importante, un primer paso fundamental para un Sistema Integrado de Control metropolitano.

El sistema presentado cuenta con cámaras instaladas dentro y fuera de los autobuses, con localizador GPS y comunicación permanente al centro de control a través de la red de una compañía de celulares. De esa manera se conoce en tiempo real la situación de las unidades, si están cargando más pasajeros de lo permitido, o si están cometiendo alguna infracción en la vía pública. Esto es un pequeño ejemplo de cómo se pueden realizar acuerdos con el sector privado para el bienestar común utilizando la responsabilidad social de esas empresas, con una mínima erogación del presupuesto público.

Pero el sistema está naciendo y es incipiente. Se requiere de mucha colaboración y acuerdos para su crecimiento y consolidación. Lo importante es que ya existen en las primeras unidades en funcionamiento y lo que hace falta es que el sistema crezca y se fortalezca.

Esta iniciativa es una combinación singular de la aplicación de la tecnología a un problema fundamental de los ciudadanos como lo es el transporte. Y que tiene un impacto inmediato en el bienestar de la gente. No estamos hablando de un problema de difícil solución presupuestaria como el de hacer nuevas vías o resolver integralmente el transporte público de la ciudad. Es una salida muy ingeniosa y un intento serio para organizar el transporte público de la ciudad.

Podemos soñar que si el sistema es extendido a toda la ciudad de Caracas, en todos los municipios y con muchas unidades de transporte, un centro de control como el de Transmetropolí establecería las pautas de movimiento y transporte de las personas con un orden establecido. Se podrían realizar estadísticas del movimiento ciudadano, localizando adecuadamente las rutas y reubicando las unidades adonde mas se requieran. Mejoraría sustancialmente la seguridad de los pasajeros al estar en contacto permanente las unidades con su centro y este a su vez con las autoridades policiales.

Y si el sueño es aun mayor podríamos tener la ilusión de contar alguna vez con un Sistema Integrado de Control para la ciudad. Estos sistemas no son nuevos en el mundo. Lo tienen las principales metrópolis como Los Ángeles, Nueva York, Sao Paulo, Londres, que son ejemplos que se deben seguir y hay que dar los primeros pasos en esa dirección. Y ya el Alcalde Ledezma comenzó con el sistema de control del Transmetropoli.

Un Sistema Integrado de Control de la ciudad, que le haga seguimiento al transporte público, incluyendo al Metro de Caracas y que indique el estado de las principales vías y autopistas de la capital, a través de cámaras e indicadores que puedan advertir a los conductores cual es la mejor vía, nos haría más vivible esta ciudad caótica.

Y aquí no estamos hablando de mucho dinero para sistemas que no se puedan acordar con el sector privado. La Alcaldía Metropolitana ha puesto la primera piedra para que los transportistas del Sistema Transmetrópoli puedan ser guiados y controlados con máxima seguridad para los ciudadanos utilizando la concertación en un ambiente de  recursos escasos.

El imaginar que podamos tener en la ciudad un Sistema Integrado de Control que alcance a todos los municipios y unidades de transporte público, utilizando las herramientas tecnológicas que ya existen, es poner a la ciudad en la dirección de poder mejorar nuestra calidad de vida.

Estos sistemas le permiten a los gobernantes locales de las ciudades donde operan poder tener control sobre lo que pasa en la ciudad en el caso de una catástrofe pública. Un terremoto, una inundación o cualquier evento que ponga en crisis la ciudad pueden ser monitoreados a través de estos Sistemas de Control y pueden en un momento dado convertirse en el centro de control de desastres donde se comande la fuerza pública (bomberos, policía, Defensa Civil) para atender los eventuales daños. Eso no tiene comparación ni precio para los ciudadanos.

Ahora bien, imagínense si la Asamblea Nacional en lugar de haberle otorgado al CNE 45 millones de dólares para un sistema electrónico electoral SAI, que no necesitábamos, y para embaucarnos a todos el 7-O, los hubiera invertido en NOSOTROS, los ciudadanos, para mejorar nuestra calidad de vida, adquiriendo una tecnología como la que está pariendo el Alcalde Ledezma para los Transmetropoli. De haber sido así las cosas hubieran sido muy diferentes. ¿Se dan ahora cuenta como hace falta que los políticos entiendan de estas cosas? ¿Se dan cuenta que cuando un gobierno de corte totalitario usa la tecnología no lo hace precisamente para que los ciudadanos vivan mejor?

Y ese es el tema del uso político de la tecnología. Es el “para qué” lo que hace la diferencia. Un gobierno totalitario que ha invertido millones de dólares en tecnología para controlar a los ciudadanos como lo ha hecho este para manejar los impuestos, la identificación de las personas, los Registros Públicos de la propiedad, los chips de la gasolina y en ganar elecciones; y no ha puesto ni un dólar para utilizar esa tecnología en mejorar nuestra calidad de vida, lo ha hecho para su beneficio para permanecer en el poder. Es por eso que es necesario que nuestros dirigentes políticos entiendan el hecho tecnológico en su profundidad ciudadana y que modifiquen sus estrategias delante de un gobierno que sabe muy bien como se usan esas herramientas pero para controlar y someter a los ciudadanos.

El esfuerzo que vi de la Alcaldía Mayor en ese sentido me indica que están empezando a entender al surgir de la clase política venezolana dirigentes que empiezan a aplicar estas herramientas que ya son comunes en este mundo globalizado, para el bienestar de la población, poniéndolas al servicio real del ciudadano, y no del gobierno que administran. Bienvenida sea esa dirigencia.

Caracas, 5 de Noviembre de 2012

Twitter:@laguana