jueves, 3 de enero de 2013

La otra herencia de Chávez



Por Luis Manuel Aguana

A finales de la campaña presidencial de 1998 en entrevista con Jaime Bayly, Hugo Chávez afirma que no es socialista y se define humanista (ver Chávez dice que no es socialista, se define humanista, Entrevista a Jaime Bayly en https://www.youtube.com/watch?v=dPqA9Q7INS4). En esa misma época, Chávez afirma que en Cuba hay una dictadura y que no nacionalizaría empresas ni medios televisivos; y hasta se atrevió a decir que entregaría el poder antes de los 5 años que estipulaba la vieja constitución (ver Tres Mentiras de Hugo Chávez. Entrevista con Jorge Ramos de Univisión. Diciembre 1998 en https://www.youtube.com/watch?v=Mdxo1T5CsMo). Estas mentiras se develaron al correr del tiempo.

Posteriormente, todos los venezolanos presenciamos la deliberada entrega a cámara lenta de nuestra soberanía a Cuba de las manos de este Presidente; y el anuncio abierto de haberse convertido al castrocomunismo cubano. Hoy nadie duda de que el único responsable de esta invasión cubana en todos los órdenes de la vida nacional es Hugo Chávez Frías.

Los cubanos hoy en día se encuentran en posiciones de poder en los ministerios, en la salud, en los registros públicos, en el CNE, en las notarías, en la cedulación y en los cuarteles, donde mandan más que los oficiales venezolanos. Esto sin contar con el arreglo petrolero que hace de Venezuela la gallina de oro cubana. En otras palabras una invasión de otro país sin haber disparado un tiro….todavía.

¿Y cual es la razón por la que esto pasó a los ojos de todos? La influencia de un neo “caudillo” electo con los votos de los venezolanos hasta el año 2004, año a partir del cual ninguna elección en Venezuela fue Auténtica. El régimen se las arregló para no perder ninguna elección a partir de esa fecha, con la “pequeña” ayuda de sus amigos de la oposición “formal” y de su nuevo ejército cubano de ocupación. Sin embargo, según los rumores, habría que preguntarle a Baduel porque la elección del 2 de Diciembre de 2007 las ganó la oposición y así sabríamos porque está preso.

Tampoco podemos olvidar la valentía del movimiento estudiantil que fue el único que saco la cara en ese momento por la democracia venezolana. El resto es historia. Por eso todavía me pregunto porque creen todavía en la oposición “formal” que “ganamos” el Referéndum Constitucional del 2007 con este CNE. Lo perdíamos de calle si no hubiera sido por esos dos factores, de acuerdo a los números iniciales del ministerio electoral del gobierno. Entonces con este CNE tampoco ganamos la elección del 2007.

En consecuencia, el fenómeno que ha representado Chávez en este país desde 1998 ha permitido esta invasión cubana, que se consolidó a partir del 2002. La fabricación, a punta de real e inteligencia cubana (G2), de un modelo electoral que atornilla al gobierno, elección tras elección, ha consolidado la fuerza de ocupación. Pero al parecer ahora la situación está cambiando. Al no estar “el caudillo” del Siglo XXI las cosas parecen removerse en ese paraíso, que somos nosotros para la claque cubana de los Castro.

La única persona, cuyo carisma e hipnotismo en las masas populares, era capaz de garantizar la fuerza de ocupación cubana en Venezuela, sale fuera de la escena política y vienen nuevos actores. Nadie, y eso hay que concederlo al dictador saliente, ha tenido mayor ascendencia en el grueso de la población como para convencer hasta al venezolano más humilde de aceptar esta estafa cubana disfrazada de eficiencia, para atornillarse en el poder.

Chávez deja su herencia política y piensa, conjuntamente con sus jefes cubanos, que ese poder es transferible. Y eso, como el liderazgo, no es transferible. Entonces, no cabe más que preguntar ahora y en esta situación: ¿A cuenta de qué tenemos que soportar los venezolanos, y especial los militares, una fuerza de ocupación extranjera, transferida por herencia? ¿A cuenta de qué los venezolanos, en especial los militares, pueden considerar que hay legitimidad suficiente en “el heredero” o en cualquier otro que asuma la Presidencia de la República, para dejar que esa fuerza de dominación extranjera se eternice en Venezuela? La respuesta, mis estimados amigos, no es civil…

Y aquí caemos en el papel que nos toca jugar en la sociedad civil en relación a esta delicada situación que se nos presenta. No es que tal situación no existiera ya antes de la desaparición del Iluminado de Sabaneta. Es que a diferencia del estado anterior, visto desde el punto de vista de los sistemas dinámicos, este nuevo estado abre un sinfín de posibilidades. De aquí se puede partir a muchos estados, todos posibles. Y lamentablemente el que menos posibilidades tiene es el democrático.

Sin embargo, a cualquier estado al que saltemos, partiendo del próximo menos prometedor, tenemos más probabilidades de llegar a un estado democrático, Elecciones Autenticas incluidas, que de habernos quedado con el estado inicial. El problema es el tiempo que nos va a tomar…

Los civiles solo podemos cambiar gobiernos con votos, con lo cual desde aquí no aupamos ninguna salida militar al delicado problema de transición que vive el país. Sin embargo, podemos decir sin ambages que Chávez no solo dejó una candidatura de herencia, sino otra vital para el heredero: una bomba de tiempo en el CNE que debe ser desactivada, so pena que nos explote a todos. Esa bomba está custodiada también por los cubanos, porque fue diseñada y montada con su ayuda. La bomba es las elecciones eternas a favor del chavismo. Unas próximas elecciones presidenciales sin desactivar ese artefacto, le explotará a cualquiera que sea el candidato opositor en unas próximas elecciones presidenciales, sin ninguna duda.

¿Quién desactivará esa bomba? ¿Nosotros, los civiles que solo sabemos de votos? Sin insinuar ninguna salida inconstitucional debemos decir que esa bomba activada que se dejó en el CNE no podrá ser desmontada sin el concurso de un gobierno que neutralice a sus diseñadores- que si saben cómo montar esos artefactos-, con la ayuda de la presión constante de la sociedad civil y el resto del pueblo venezolano, heredero de una tradición histórica de libertad y lucha contra ejércitos de ocupación. Por lo pronto, lo que al parecer nos toca desde nuestros muros de la lucha civil, es organizar esa presión para no volar todos juntos con la democracia venezolana.

Caracas, 3 de Enero de 2013

Twitter:@laguana

domingo, 30 de diciembre de 2012

Abstencionismo en tiempos de dictadura


Por Luis Manuel Aguana

En este contexto de incertidumbre, donde la gente que se supone que “sabe de eso” debe darnos herramientas para interpretar, así sea de lejos, la realidad política de este país, escurren el bulto o se meten en las “jugadas” del gobierno, no nos queda otra que hacernos nuestros propios cuchillos de palo para comernos este potaje o minestrón que es la actualidad política venezolana.

En efecto, muchos afirmamos, aunque sea de una manera intuitiva, que como resultado de la torta que la oposición “formal” puso el 7-O, muchísima gente se desentendió del hecho político y no concurrió a las elecciones del 16D, coadyuvando a la derrota electoral en las elecciones de Gobernadores y Asambleas Legislativas. Eso, aunado a las denuncias de fraude electoral y abuso del gobierno en las elecciones presidenciales, le puso la guinda a la derrota opositora.

Para nosotros la existencia de la sistematización del fraude técnico del CNE es un hecho cierto. Se ha explicado en muchos artículos, no solamente de este blog ni por este escribidor, sino de muchos especialistas y ONG’s como ESDATA. Eso no está en la discusión. Cualquier análisis que hagamos de aquí en adelante tiene esa variable como uno de sus ejes principales. En Venezuela no existen Elecciones Auténticas, ergo, veremos aumentar el fenómeno abstencionista en los siguientes procesos electorales.

Pero, ¡ojo! No es lo mismo el fenómeno de la abstención en un contexto democrático que en un contexto NO democrático o autoritario. De acuerdo a la definición de CAPEL (Centro Interamericano de Asesoría y Promoción Electoral), Programa especializado del Instituto Interamericano de los Derechos Humanos, el abstencionismo electoral tiene en su definición diferentes modos de interpretarse según el régimen donde se produzca[1]:

“El abstencionismo electoral se plantea desde perspectivas distintas en los regímenes democráticos y en los regímenes autoritarios. En los primeros puede suponer la existencia de corrientes políticas que no se integran en el juego político normal, si bien con carácter general responde a impulsos o motivaciones individuales plenamente respetadas y asumidas incluso cuando sobrepasan determinados límites porcentuales. En los regímenes autocráticos, en los que se pone especial énfasis –a veces adulterando las cifras– en conseguir las mayores tasas de participación electoral, la no participación se considera la expresión pública de una oposición y está expuesta, además de a las sanciones legales – pues el voto se considera más un deber que un derecho–, a otras sociales.”

De acuerdo a esta definición del Diccionario Electoral de CAPEL, la oposición “formal” le está endilgando una culpa que no le corresponde al elector venezolano. La abstención que se muestra en un régimen autoritario como el del Hugo Chávez tiene un significado distinto. Y este significado internacionalmente es el de la protesta cívica.

Vamos a hilar más fino en relación a esto, aterrizando de una vez en el tema que todos de una manera u otra eluden formalizar: ¿es el gobierno de Hugo Chávez autoritario o no? Internacionalmente hablando, este gobierno ES AUTORITARIO y en consecuencia todos sus actos, incluyendo el electoral, son írritos y fuera de toda consideración democrática (ver Declaración de Caracas en http://declaraciondecaracas.blogspot.com/2012/08/documento-base-de-la-declaracion-de.html).

Lo asombroso de esta situación es que si nuestra oposición “formal” no llama “al pan, pan y al vino, vino” difícilmente se podrá entender que es lo que está pasando en Venezuela porque todo está al revés, contribuyendo a esta situación que nos está llevando a todos a los divanes de los psiquiatras.

Si se considera a Hugo Chávez un Presidente y no un dictador, y si no se considera que desde el 2004 el gobierno haya venido trampeando los resultados electorales con las maquinitas de Smartmatic, para hacer de Venezuela una dictadura constitucional, obviamente llamará a los electores que se abstuvieron el 16D traidores a la patria y un sinfín de insultos más.

Y una de las consecuencias de poseer un gobierno de las características de este es que los ciudadanos protesten cívicamente a través del mecanismo de la abstención. Veamos:

De acuerdo al experto electoral español Luis Lopez Guerra [2], “la pregunta a plantearse, pues, ante las consultas electorales o refrendarias en contextos autoritarios sería la referente no a cuáles son las alternativas en presencia (irrelevantes ante una victoria gubernamental conocida de antemano), ni su respectivo peso electoral (probablemente falsificado), sino relativas a la capacidad del sistema para movilizar al electorado, bien mediante la convicción, bien mediante la coacción”.

Como no se ha determinado de manera pública, notoria y comunicacional el carácter dictatorial del régimen chavista, en virtud de la complicidad o colaboracionismo opositor, es claro que la capacidad de movilización aún no es mediante la coacción. Se espera que el electorado “caiga” en su convicción “democrática” de participar con la ayuda colaboracionista de la oposición. Pero la sabiduría popular va más allá de eso. Algo les dice que todo está mal y no participan.

William Flanigan, mencionado en la obra de Lopez Guerra, caracteriza esta conducta en su obra [3] en el siguiente cuadro que denomina Niveles de Interés y Participación:


Nivel de Interés Político
ALTO

Rechazo (Alienación o Intimidación)

Modelo de Ciudadano (Situación democrática ideal)
Nivel de Interés Político
BAJO

Apatía

Manipulación

Nivel de Participación
BAJO
Nivel de Participación
ALTO

Niveles de Interés y Participación

W. Flannigan, Political Behavior of American Electorate, Voters and Nonvoters, Cap 2.


Por razones de sencillez no entraremos en la explicación de todos los cuadros-aunque son autoexplicativos-, sino solo el que compete al tema en cuestión, que es el superior izquierdo. Los interesados en profundizar pueden explorar los artículos suministrados.
No podríamos indicar que el electorado venezolano tiene un bajo nivel de interés político, de acuerdo al cuadro de Flanigan, con solamente ver lo que sufrió este pueblo el 7-O al pasar hasta 12 horas tratando de introducir su voto, así como la concurrencia masiva a los centros electorales, sin contar con la epopeya de los votantes de Miami en ruta hacia Nueva Orleans. Lo lamentable fue la traición de su dirigencia política.

De acuerdo a este autor, los individuos se autoexcluyen de la participación política a propósito debido a que se sienten insatisfechos u ofendidos por el sistema político. En consecuencia, un nivel de participación bajo con un alto interés político lo que indica es un rechazo consciente al sistema político imperante.

Como se verá, no hay nada nuevo bajo el sol. Las conductas de las personas en diferentes regímenes políticos ya han sido estudiadas y categorizadas en el mundo. A quienes todavía no les cae la locha es a la oposición “formal” que aun piensan que el elector venezolano es estúpido y no sabe que desde hace rato no existe democracia en Venezuela.

Pero lo que sí es importante estudiar es lo que vendrá ante una eventual nueva elección presidencial. ¿Cómo se comportarán los electores venezolanos ante un llamado electoral a sabiendas de cómo será el resultado que arroje este CNE viciado? ¿Tendrá la oposición “formal” suficiente convocatoria como para llevar de nuevo al matadero electoral a la población, como lo exigiría el colaboracionismo con el gobierno? La teoría dice que no podrán. El nivel de interés político del venezolano es altísimo.

De acuerdo a las últimas informaciones recibidas, el Creador ha dispuesto para este atribulado país una segunda oportunidad. Para poder aprovechar eso deberán darse ciertas condiciones, entre ellas las electorales, pero la principal parte del hecho de colocar la situación del país en su debido contexto, denunciando al régimen como lo que en realidad es: una dictadura; y actuar en consecuencia.

¿Existirá todavía la dignidad suficiente en la actual oposición “formal” venezolana para llamar las cosas por su nombre real y exigir como se debe al CNE y al gobierno las condiciones necesarias para concurrir a otras elecciones presidenciales? Eso hicieron los chilenos antes de medirse con Pinochet. De ser así, y de acuerdo a los estudios, no tendríamos que preocuparnos porque la gente se abstenga de participar.

Pero lamentablemente y a prueba en contrario, este escribidor ya dejó de creer que tal cosa exista en la actualidad, dado el alto grado de comercialización política entre el gobierno y la oposición “formal”; por lo cual los venezolanos no veremos un cambio sustantivo en los niveles de abstención del 16D en los próximos procesos electorales hasta que exista una oposición que coloque las cosas en el contexto correcto-estamos en dictadura- actuando en concordancia con ese hecho, y alineándose con lo que piensa en realidad el grueso de la población.

En consecuencia, el año entrante veremos de nuevo al gobierno alzarse con otra victoria electoral presidencial, donde cambiará el color del país de rojo a verde oliva. Tal vez ese sea un buen momento para que el país opositor se plantee seriamente una manera diferente de ver todo este problema. ¿Estaremos a la altura de esa circunstancia? Yo creo que sí, pero esa si es una buena pregunta para contestarla entre todos el 2013…

Caracas, 30 de Diciembre de 2012

Twitter:@laguana

[1] CAPEL, Diccionario Electoral, Primera Edición, Costa Rica, 1989.
[2] Luis María López Guerra, Abstencionismo electoral en contextos no democráticos y de transición. El caso español. http://www.reis.cis.es/REIS/PDF/REIS_002_06.pdf
[3] William Flanigan, Political Behavior of American Electorate, Allyn and Bacon, Boston, 1972, Parte 1, http://www.uvm.edu/~dguber/POLS125/articles/flanigan1.pdf