sábado, 6 de abril de 2013

Tres Mentiras del CNE: 1ra. Captahuellas



Por Luis Manuel Aguana

La campaña de nuestro candidato Henrique Capriles se ha basado, a mi modo de ver muy acertadamente, en las mentiras del gobierno. Al ser el CNE, como lo hemos denunciado más de una vez, el Ministerio electoral del régimen, este no podía dejar de tener esa característica fundamental que lo identifica: mentiroso. Existen tres mentiras fundamentales en el sistema electoral que nos están imponiendo desde el año 2004 que lo descalifica para garantizar Elecciones Autenticas a la población venezolana, razón por la cual cualquier cosa que salga de allí tiene el sello de un fraude garantizado. Empezaré este primer artículo con la más amenazadora de las mentiras: la captahuella. Las otras dos las daré a conocer antes de las elecciones del 14A.

Desde el año 2004 nace en el sistema electoral venezolano la figura de este tenebroso aparato que captura la huella dactilar de los electores para ir a votar. Los jóvenes que cumplen ahora 18 años y son votantes por primera vez no podrían recordar-porque tenían 9 o 10 años y eran solo unos niños-, que el CNE incorporó este periférico a las puertas de los centros de los 8 estados más poblados del país, con la aviesa intención, a) de saber quiénes iban a votar y b) colocarlos solo en los centros de población consistentemente opositora y retrasar su voto.

Las máquinas captahuellas estaban conectadas igualmente a computadores a la entrada de los centros con la misma excusa con la que ahora están las maquinas de identificación al elector: indicarle a la persona en que mesa votaría. El CNE subcontrató a una compañía de telecomunicaciones- GILAT- para colocar estaciones satelitales que conectaban con la red de esas maquinas conectadas a la entrada de los centros (ver http://www.eluniversal.com/2004/07/25/imp_revo_art_25151A.shtml). El acto de votar que significaba en el pasado solo presentar la cedula de identidad laminada en las mesas a cero costos, se convirtió en una tortura de un día completo en colas interminables que le costó a la nación un aproximado de 65 millones de dólares.

La intención del régimen a través de Jorge Rodríguez, Presidente del CNE de entonces, fue mentirle abiertamente al país ya que como indica el artículo mencionado “a través de un memorándum con fecha 29 de junio de 2004 instruyó al secretario general del CNE, William Pacheco, para solicitarle "la inclusión en agenda para el próximo directorio de la Propuesta para el Sistema Automático de Identificación de Huellas Dactilares para Autentificación de Votantes Vía Satélite, una persona-un voto". Desde allí están mintiéndole al país justificando ese aparato indicando que garantizaba “un-elector-un-voto”. No lo hizo antes ni lo hará ahora.

Para el año 2005 la indignación fue tal que la población no fue a votar para las elecciones parlamentarias de ese año. El régimen hizo “doble-play”: se robaron el Referéndum Presidencial del 2004 con el invento de las captahuellas y luego ni lo necesitaron el siguiente año porque los opositores, que siempre fuimos mayoría desde ese año, les facilitamos el trabajo al abstenernos.

A partir de allí, la captahuella ha formado parte obligada del menú del régimen en el área electoral. El legado de Jorge Rodríguez para la eternización del régimen por la vía electoral estaba garantizado. Es de hacer notar que la oposición política NUNCA objetó técnica y de manera fundamentada la presencia de ese aparato en los centros electorales. Nuestros técnicos, o se hicieron la vista gorda- los musiues como decíamos antes-, o estaban en la jugada. Quedará para la historia futura una investigación seria del papel técnico y político de nuestra representación ante el CNE acerca de este complejo problema y el establecimiento de las correspondientes responsabilidades administrativas y penales.

Pero continuemos que la cosa se pone buena. Ya para los siguientes procesos electorales luego del 2005 el CNE volvió con la captahuellas, indicando que no serían conectadas “en línea” para el Referéndum Constitucional del 2007 pero sí utilizadas, provocando el mismo caos en las colas de los centros, engañando siempre y justificándolas con el mismo argumento: “un-elector-un-voto”. No las sacó del centro electoral más nunca y hasta el 2010 las mantuvo fuera de la mesa o herradura electoral.

Para el 2012 cambió la estrategia. Inventaron el SAI o Sistema de Autenticación Integral, que llevaba la captahuella hasta la mismísima máquina de votación. Con ese paso trascendental lograron dos efectos: a) insistir con la misma mentira de que la captahuella garantizaba “un-elector-un-voto” y b) aterrorizar a los electores porque ahora el aparato estaría conectado directamente a la máquina de votación, te buscaba en una base de datos mostrando tu foto, destrozando así la percepción del secreto del voto. La maquina ahora funcionaba, no solo para ralentizar el proceso, sino para amedrentar a la población: “si votas en contra del gobierno te descubriré y te sacaré de la Misión donde estés” ¿Se dan cuenta de lo retorcido de esta gente?

Pero la mentira más fabulosa de la captahuella reside en la justificación dada desde su nacimiento en la escena electoral: la garantía de “un-elector-un-voto”. Veamos eso técnicamente en detalle. Supongamos que el CNE tenga la totalidad de las huellas de los electores, que se ha demostrado que no es así pero para los efectos del ejemplo solo supongámoslo.

La UNICA manera de garantizar que una persona haya votado UNA SOLA VEZ, usando este mecanismo, en cualquier mesa en todo el país, es que el repositorio de datos sea UNICO y contra el cual cada captahuella de TODAS las mesas haga una búsqueda y se marque al elector como “YA VOTO” cuando éste efectivamente lo haya hecho. Al intentar un elector fraudulento votar otra vez con su huella dactilar, y al realizar de nuevo esa búsqueda, el sistema indicará “ADVERTENCIA: ESTE ELECTOR YA VOTO”, con la consecuente respuesta de las autoridades.

Esto supondría un super servidor con una capacidad de tráfico para manejar las aproximadamente 40.000 maquinas concurrentemente y despachando respuestas en tiempo real al menos a 4.000 (un 10% conservadoramente) máquinas en todo el país. Por supuesto ese super servidor deberá ser tolerante a fallas y tener un espejo para que en caso de caídas fatales no interrumpa el servicio de las captahuellas. Ni siquiera el banco más grande del país, o tal vez del mundo, dispone de semejante infraestructura. Realizar un proyecto de tal naturaleza exigiría mucho tiempo,  prototipos, pruebas en vivo de tiempo de respuesta, pruebas del software en línea, infraestructura, etc, etc, etc… ¿Se dan cuenta de la mentira del CNE?

Es por esa razón que cuando las personas llegan a la mesa electoral el funcionario le solicita la cedula para digitarla en un teclado, cuando lo correcto debería ser que se colocara primero la huella, se verificara esa huella en ese super servidor y se constatara si el elector votó o no antes en cualquier mesa en todo el país, contrastando con los datos de la cédula de identidad que presente el elector. El actual procedimiento trae con la huella el registro del elector que está ubicado en la máquina de ESA MESA pero en modo alguno garantiza que esa persona no esté en otra y vote de la misma manera, con lo cual el principio básico por el que Jorge Rodríguez se gasto 65 millones de dólares en captahuellas nunca se cumplió en el año 2004 y menos aún en el resto de los procesos electorales a partir de ese año. No solo fue una mentira sino que también fue un acto de corrupción.

Para una explicación más profunda y matemática de este fenómeno no hay mejor referencia que el artículo de Mayo de 2012 de Iñaki Gainzaraín en su blog, titulado “La «Captahuella» como Falacia del CNE (Psuv), y Pecado de las Élites Electoreras” (ver en http://gainzaedmat.blogspot.com/2012/05/la-captahuella-como-falacia-del-cne.html).

La mentira que el CNE ha machacado una y mil veces se ha transformado en una verdad como lo indicó Joseph Goebbels, ministro de propaganda de la Alemania nazi, no habiendo forma ni manera de lograr que la oposición se pare y la enfrente de una buena vez. Esta máquina viola nuestro Derecho Humano de decidir sin coacción y trabas a quienes elegiremos como nuestros gobernantes. Hay que seguir exigiendo su eliminación inmediata, no solo porque es una mentira, sino porque es un derecho.

Caracas,  6 de Abril de 2013

Twitter: @laguana

jueves, 4 de abril de 2013

De BIOS, Máquinas y Delincuentes


Por Luis Manuel Aguana

Ni en los sueños más alucinados de estudiantes de computación de los años 70 habría cabido que un importante vocero y dirigente político "explicara" en la televisión a los venezolanos - casi en cadena nacional-, lo que significa un BIOS. Nunca fue más patética la explicación de un político tratando de cuadrar un círculo indescifrable, no solo de cómo una cosa incomprensible para él podía funcionar, sino a la vez justificar que "eso" que "habían descubierto los técnicos opositores" era trivial y no constituía algo más que un desliz que podía ser corregido cambiando las claves y sancionando al funcionario involucrado.

Y para agravar aún más el cuadro, tratando de tapar que esa pendejadita no significaba, no solo la prueba más irrefutable del fraude electrónico que he visto y que hemos denunciado miles de veces con argumentos técnicos, sino el insulto más asombroso a la inteligencia del venezolano. Si no fuera patético daría risa.

De mis buenos años mozos recuerdo que el BIOS era el primer programita que jurungábamos cuando nos llegaba una máquina nueva al laboratorio de electrónica de la Escuela de Física y Computación de la UCV, en mi siempre recordada Facultad de Ciencias. Recuérdese que a mediados de los 70`s no había salido la primera máquina PC al mercado como la conocemos ahora. Eso ocurrió a principios de los 80’s. Las máquinas de escritorio previas a eso funcionaban como las de ahora, con unas tarjetas madres que traían su microprocresador de Intel, Motorola o cualquier otra de las marcas de empresas fabricantes de semiconductores, pero eran muy básicas –un rack feísimo y grande con tarjetas, y casi que teníamos que programarlas a unos y ceros.

Esas máquinas no tenían un Sistema Operativo tipo Windows sofisticado, sino una versión primitiva que permitía que se programara el aparato en el lenguaje básico (assembler) del microprocesador de la tarjeta madre. La manera que teníamos para interactuar inicialmente con la máquina era entrarle al programa que el fabricante colocaba en un chip de la tarjeta madre, el ahora famoso BIOS (Basic Input/Output System), para indicarle desde donde se cargaría el Sistema Operativo (para ese entonces DOS-Disk Operating System o cualquier otro semejante), que usualmente venía en un diskette. El BIOS es un  programa que está asociado directamente con el hardware de la máquina ya que él sabe la configuración que el fabricante le ha dado a su equipo y su electrónica particular.

La pantalla del BIOS era lo primero que te salía al armar el equipo cuando le pegabas un monitor estándar. Allí le decías desde donde cargar el sistema operativo, desde qué enchufe (conector) de la máquina pegar la impresora y otros periféricos, fecha y hora, qué tipo de video tenías, tamaño de la memoria, y un montón de detalles técnicos sin los cuales la maquina no sabría como funcionar.

Una vez configurado el BIOS, se encendía la maquina otra vez, ella cargaba el DOS desde el diskette y desde allí la máquina era operativa para programarla en cualquier lenguaje que el fabricante incluyera en su menú de oferta técnica. Para más detalles pueden ir a Wikipedia (ver BIOS en http://es.wikipedia.org/wiki/BIOS).

El esquema técnico en toda máquina, a pesar de los violentos cambios tecnológicos en velocidad, sistemas operativos, microprocesadores, modelos, etc, etc, etc., sigue siendo el mismo. Toda máquina trae un BIOS que es necesario configurar para que funcione correctamente. Ahora se le incorpora una clave de acceso para que no todo el mundo le meta la mano, pero la razón por la cual está allí sigue siendo la misma: arrancar adecuadamente el sistema operativo de la máquina y desde donde iniciarlo.

De esta corta explicación se deduce que el BIOS no es ningún programa pendejo de fecha y hora como lo explicó ayer nuestro político de marras en televisión nacional.

Si por ejemplo, queremos que un sistema paralelo, completamente diferente al “auditado” por la oposición, se cargue cuando se inicie la maquina, desde una localización distinta, se entra al BIOS y se le indica. O por ejemplo, decirle a la máquina si existe una red desde donde realizar cambios remotos, o cargar el sistema desde allí. ¿Vamos entendiendo ahora la función del programa cuya clave tenía el PSUV?

El martes 2 de Abril tuve el honor de ser ponente en un interesante Foro en El Nacional denominado “¿Habrá Fraude Electoral el 14A?” Allí, conjuntamente con varios expertos, expusimos nuestro punto de vista en relación al fraude que nos tiene preparado el gobierno para eternizarse en el poder, con la anuencia de los técnicos de la oposición que, como se dijo ayer por televisión, “estaban sacrificándose por el país” mientras nosotros nos bañábamos en la playa en Semana Santa. Aquellos interesados pueden bajar mi ponencia “Construcción de un Fraude Técnico en 10 Pasos” (bajar desde https://docs.google.com/file/d/0B6yI0gUROWzDZERrOXh1WkdzV3M/edit?usp=sharing). Allí expongo una teoría posible de cómo se puede hacer un fraude a los ojos de todos y sin darnos cuenta, que pasa precisamente porque los técnicos del CNE que manejan las máquinas de los centros pueden cambiar cosas, desde donde cargar el sistema-de acuerdo a esta denuncia del BIOS- o poner un programa diferente a funcionar en lugar del “auditado” por la oposición.

Pero más allá de esa “denuncia”-que resulta muy sospechosa-, porque reivindica equivocadamente a los técnicos opositores, quiero destacar algo que me sorprendió muchísimo. En lugar de denunciar y solicitar una profunda investigación (que por cierto debió realizarse ante el CICPC y no ante CNE) para conocer de donde obtuvo el técnico del PSUV la famosa clave del BIOS, y además si tienen otras claves de mayor importancia que no conocemos-por ejemplo el del secreto del voto-, para que no se vuelva a repetir el hecho, y llevar ante los tribunales a todos los delincuentes (que pueden ser de la oposición, del CNE, del PSUV o de SmartMatic), la oposición solamente solicitó al CNE que se cambiaran las claves y se sancionara al pobre técnico. ¿Qué tal? Pidieron que le botaran el sofá a la mujer infiel… ¿Será que Aveledo no conoce el cuento? El gobierno tiene mucho real, no solo para comprar una llave (Key o clave en inglés), sino el llavero completo. Cuidado con eso…

El estamento opositor, en lugar de felicitar a los “expertos” que trabajaron en Semana Santa mientras el resto de los venezolanos “nos bañábamos en la playa” y que “descubrieron” a ese técnico con la clave, debieron haberlos botado a todos de entrada ya que si esa clave la tenían ahora ¿porque no la pudieron tener años antes y para el resto de los procesos electorales que hubo después del 2004? ¡Debieron haberlo descubierto desde el año 2004 y no el  2013! ¡Partida de incompetentes es lo que son!

En todo caso, a estas alturas no tenemos ni que decir que el venezolano común está convencido que el gobierno hará trampa el 14A, no solo las “triquiñuelas” ventajistas del 7-O. Hay un fraude electrónico masivo a las puertas del país. Sin embargo, podemos decir que al parecer al final estamos en sintonía con el candidato.

En ese sentido, debo hacerle el correspondiente reconocimiento a Henrique Capriles por haber tomado finalmente una postura frente al fraude del gobierno, sea como sea que lo llamen (ver http://www.noticias24.com/venezuela/noticia/159386/capriles-alerta-que-el-gobierno-esta-preparando-el-plan-stalin-para-no-aceptar-los-resultados-el-14-a/). La denuncia del Plan Stalin pone a la oposición en el terreno correcto. Si el gobierno va con todo, como lo hemos denunciado, a robarse los votos de la gente, entonces nosotros debemos ir con todo, no solo en la denuncia, sino en la de exigir que no se nos impida votar libremente; que votemos sin captahuellas y sin máquinas a la entrada de los centros, exigiendo que se cuenten libremente  todos los votos, porque todos los venezolanos, no solamente el 54%, tenemos el derecho de ver y contar nuestra elección, sin coacción y sin milicias.

Entonces ahora si vale la pena jugárselas por el candidato y votar masivamente el 14A para el logro de un cambio radical de las cosas. Ya Florentino esta retando al Diablo y cuando eso sucede los santos de la oración inigualable del lance de Alberto Arvelo Torrealba, “Virgen de la Soledá, / Virgen del Carmen bendita,/  sagrada Virgen del Real/, tierna Virgen del Socorro,/ dulce Virgen de la Paz,/ Virgen de la Coromoto,/ Virgen de Chiquinquirá,/ piadosa Virgen del Valle,/ santa Virgen del Pilar,/ Fiel Madre de los Dolores/ dáme el fulgor que tú das./ ¡San Miguel! dame tu escudo,/ tu rejón y tu puñal,/ Niño de Atocha bendito,/ Santísima Trinidá…”, velarán por él.

Caracas,  4 de Abril de 2013

Twitter: @laguana