domingo, 1 de septiembre de 2013

Debate Constituyente: Aclaratoria de orden



Por Luis Manuel Aguana

No escribo para cumplir una obligación semanal o diaria con algún medio. Ni tengo un día de la semana para "aparecer". Escribo en mi blog cuando siento que lo que digo es importante compartir, y algunos medios y numerosos amigos con sus respectivos blogs y redes me honran con replicar estas líneas cuando las hago públicas.

Escribo cuando siento-y a veces me equivoco-, que hay que señalar algo que no se ha visto o simplemente un punto de vista en relación a un tema importante y que deseo puntualizar. A veces eso puede ocurrir varios días seguidos o bien no ocurrir.

Hago esta reflexión inicial porque hay un refrán muy sabio que dice que cuando uno no tiene nada que decir lo mejor es quedarse callado. Porque hablar por hablar o escribir por escribir puede resultar ser muy contraproducente. Y hacerlo para decir lo mismo que han dicho otros, o peor aún, intervenir sin haber entendido a cabalidad lo que se discute me hace hacer la seña de “tiempo fuera” para hacer una aclaratoria de orden.

En estos días se ha intensificado la publicación de muchos artículos de opinión en relación al tema Constituyente. Y algunos-maliciosamente a mi juicio-, no aportan nada al debate sino que se quedan en la negación, insistiendo que nos estaríamos "suicidando" con plantear esa salida o que nuestra historia está llena de constituciones. Incluso, una última que escuche tuvo que ver que los cambios que proponemos se pueden hacer con la Constitución que tenemos. Eso no es lo que estamos discutiendo.

¿Qué parte del cuento no entendieron? ¿Adónde nos quedamos en la explicación de esto? Lo voy a gritar, usando el texto en mayúsculas, como es la costumbre en la etiqueta de las redes, a ver si nos hacemos entender:

¡NO ES LA CONSTITUCIÓN CARAJO! ¡LA DISCUSIÓN QUE PLANTEAMOS ES QUE HAY QUE VOLVER A PENSAR Y RECONSTRUIR EL PAIS! ¡QUE DEBEMOS HACER UN ALTO PARA VER COMO RESOLVEMOS LO QUE TODOS DESTRUIMOS. ¡RECONSTRUCCION Y RECONCILIACION, DE ESO SE TRATA ESTE DEBATE! (por favor disculpen el “anglicismo” pero es necesario)

Cuando planteamos un sueño del país que podemos hacer y que a todos les gusta, la mayoría de las personas se quedan en lo chiquito del discurso frente a lo grande del reto que tenemos por delante. Cuando hablamos de esto en foros y reuniones, las opiniones discurren en el debate politiquero del porque vamos a cambiar “la mejor Constitución del mundo” y NO que esta es la resultante de un modelo atrasado de país y como consecuencia de ello estamos como estamos, y que necesitamos cambiar el modelo porque el que tenemos NO FUNCIONA.

Es como si cuando hablamos de reconstruir el sistema de distribución de agua de una ciudad alguien sale diciendo que el problema es que hay que reemplazar los tubos que están rompiéndose. ¡Precisamente! Se rompen porque la red está caduca, mal diseñada y sobresaturada, que la ciudad creció y hay que repensar un nuevo sistema más adecuado a las necesidades de la gente porque por más que cambiemos los tubos, esta solución NO SERVIRA NUNCA, Y LOS TUBOS SE SEGUIRAN ROMPIENDO HASTA QUE NO COMPRENDAMOS EL PROBLEMA EN GRANDE.

Eso mismo pasa con el país. ¿Es posible continuar con un sistema basado en un centralismo fundamentalista en la toma de decisiones y esperar que el país se desarrolle como un todo? ¿Es posible que pocas personas centralicen la riqueza de todos y esperar que eso le llegue a la mayoría? Que cuando el Presidente de la Republica le dice a un ministro que tape huecos o recoja la basura es que NO HA ENTENDIDO EL PROBLEMA NI SABE DONDE ESTA PARADO. Que cuando un Presidente de la Republica-una sola persona-, decide por todos adonde va a parar y como se va a gastar la renta petrolera propiedad de todos los venezolanos, ya de entrada todo el sistema está mal diseñado desde la concepción inicial del modelo.

Cuando hablamos de Constituyente es para que el debate apunte a discutir porque el país esta así y a producir una solución entre todos No si vamos a descabezar los poderes públicos, o si Maduro es colombiano-que lo es porque no ha demostrado lo contrario-, o si el problema es que estos delincuentes del régimen han permitido una invasión para controlar al país y se han enriquecido, sino es para que eso no siga pasando-cortándolo desde sus raíces-, realizando una reingeniería institucional que haga nacer al país desde sus cenizas y que evite que esto no pase mas en el futuro. EL DEBATE ES PARA REFUNDAR UNA NACION.

Ustedes dirán que me fumé la lumpia de Aristóbulo, pero es lo que yo quiero como venezolano. Y uno tiene que partir de lo que desea, de un sueño, para trabajar y hacerlo posible. ¿Se acuerdan de Martin Luther King y su histórico discurso “Yo tengo un Sueño” (“I have a dream”) en Washington, hace 50 años justo el 28 de agosto pasado? Pueden ver como se cambia la historia de un país en menos de 20 minutos en http://www.youtube.com/watch?v=0h1tZCCdWOM.  King no fue a pedir allí que el gobierno norteamericano dejara viajar a la gente de color en los autobuses. Fue a pedir por un sueño de un país unido sin distinciones de ninguna especie y que la democracia y el sueño americano fuera para todos y por igual.

Cuando me topé por primera vez con el Proyecto País Venezuela, me encontré con eso mismo, con un sueño de país. ¡Tenemos un sueño! Pero este sueño solo puede ser cristalizado con una discusión de altura de cada una de sus partes. Me gustaría ver artículos discutiendo, por ejemplo, que no les gusta del 6to. Eje del Proyecto, en su parte correspondiente al destino de la renta petrolera: “3) Transformar a PDVSA en Empresa de Propiedad Social Indirecta: Todo Venezolano desde su nacimiento es  propietario de una Acción Intransferible. Los dividendos le garantizan un Sistema Seguridad Social (Seguro de Salud, al Desempleo, a la Asistencia Social) y Educación, de por vida; 4) Utilizar el petróleo como el recurso fundamental para el desarrollo y crecimiento económico del país;”. Y que argumenten porque no están de acuerdo en que ese uso aparezca de manera explícita en la Constitución y nos digan porqué no les gusta. Ese es en realidad el debate que debemos dar. Yo quiero un uso de la renta petrolera como la que le da Noruega y Dubai a su petróleo. Y si otro piensa diferente que lo diga y lo sustente.

Una vez suficientemente debatido, creemos que ese Proyecto País (ver Proyecto País Venezuela – Reconstrucción y Reconciliación Nacional - MID Táchira/AVERU en https://docs.google.com/file/d/0B6yI0gUROWzDUmhEbXFZMGR0bEU/edit?usp=sharing) debe ser transformado en artículos Constitucionales y líneas de ejecución legales para que sean discutidos y aprobados en una Asamblea Nacional Constituyente. En pocas palabras, debatir primero el país que queremos y luego ponerlo en blanco y negro en un proyecto Constitucional que sería discutido por los mejores venezolanos, elegidos limpiamente por el pueblo en un proceso constituyente.

Ahora bien, no somos tan ingenuos para no pensar que esto no tiene enemigos. Están en el gobierno y en la oposición. Tampoco somos ingenuos para no pensar que existen todo tipo de trabas legales y de otra índole para llevarlo a cabo, como todo sueño que se precie de tal. Pero primero hay que tenerlo para luchar por él y buscar hacerlo realidad.

En este corto espacio no discutiré que lucha hay que dar para llegar a eso, pero si les puedo decir algo: si un pueblo masivamente está convencido que hay que realizar un cambio, no hay manera que nada lo detenga, ya sea legal, político o institucional. Solo miren hoy el color del Presidente del país donde una vez un soñador dijo en Washington que tenía un sueño…No se puede desestimar el sueño de un pueblo.

Caracas, 1 de Septiembre de 2013

Twitter:@laguana

miércoles, 28 de agosto de 2013

Reconciliación sí, pero ¿con quién?



Por Luis Manuel Aguana

Todos los que de alguna manera hemos empujado el tema de la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente hemos dejado claro que uno de los objetivos principales del llamado a una ANC es la Reconciliación Nacional, haciendo énfasis que no se trata de una bandera política sino de una realidad que se debe demostrar con hechos.

La reconciliación en nuestro caso no significa impunidad. De darse el proceso que estamos proponiendo, aquellos que estén incursos en delitos en contra de la nación, manifestados en corrupción y robo al erario público, así como delitos en contra de los Derechos Humanos, deberán ser objeto de denuncias y juicios dentro del ordenamiento jurídico. Aquí no puede haber venganza sino justicia.

Traté de describir ese proceso de reconciliación en una nota previa (ver Reconciliación Constituyente en http://ticsddhh.blogspot.com/2013/07/reconciliacion-constituyente.html) pero hay algo que quedó por fuera y que llega a ser tan importante que puede dar al traste con todo el trabajo de convencimiento que podamos dar e incluso cambiar la perspectiva misma del proceso Constituyente.

Voces calificadas dentro de la oposición han indicado que nunca se ha llevado a cabo un proceso Constituyente desde la oposición. Y su principal argumento tiene que ver con la reconciliación. La única manera en que se entienda ese razonamiento es que, o te reconcilias con el régimen y se logra la Constituyente bajo acuerdo mutuo, o simplemente no se logra. Lo que te lleva, de acuerdo a esa simple lógica, a que la Constituyente solo se puede hacer cuando ya estás en el poder y decidas desde allí las reglas (Chávez dixit).

De allí que escribiera en una pasada nota (ver Constituyente desde el gobierno en http://ticsddhh.blogspot.com/2013/08/constituyente-desde-el-gobierno.html) un alegato pidiéndole a los juristas que nos dieran una solución a este dilema, dándoles el mismo argumento que usó Chávez en 1998 y que le sirvió la antigua Corte Suprema de Justicia: El Poder Originario.

Sin embargo, allí no planteé de forma alguna la reconciliación con el régimen, entre otras razones porque este jamás ha reconocido la otra parte de este país, ya que lo que hasta ahora hemos visto de aquel lado es la negación y el odio estructural. Ellos han negado insistentemente la existencia de la oposición y serían felices si nosotros ya tuviéramos las cabezas fritas en aceite de acuerdo a la amenaza de Chávez a los adecos en 1998 o tenernos a todos de rodillas ante el régimen de los Hermanos Castro.

El régimen ha tenido éxito en insuflar suficiente odio hacia quienes no lo acepten, al punto que personas que no tienen nada ver con la administración del gobierno nos odian gratis, generando esa famosa polarización del país que tanto daño nos ha causado. Con lo cual el tema se centra en separar a quienes instigan ese odio desde el gobierno del resto de la población, aislando ese virus maligno, y tratar de encontrarnos con quienes de verdad han sido tan victimas como nosotros de esta tragedia.

Entonces, de acuerdo a eso, al encarar una perspectiva de reconciliación, el problema se plantearía así: O nos reconciliamos y hacemos luego de eso una Constituyente para poner en blanco y negro un nuevo Pacto para el país, lo que implicaría abrir los canales de comunicación con factores del chavismo-distintos del régimen gobernante-, interesados en reconciliarse o intentamos hacerla sin esos factores corriendo el riesgo de que el mensaje reconciliatorio no sea comprable por el resto de la población, aumentando la posibilidad de fracasar en el intento.

Esto cambiaría enteramente la perspectiva de una Constituyente para reconciliarnos. De acuerdo a esto, haríamos una Constituyente como el resultado de una reconciliación, que es una cosa muy diferente. ¿Podrá el orden de los factores alterar el producto?

La alternativa reconciliatoria con el régimen no la veo posible en las actuales circunstancias políticas. Podría considerarse que todos los canales están cerrados. Incluso, algunos consideramos que estamos en un estado de guerra de baja intensidad que nos ha declarado el régimen con el fin de desaparecernos-incluso usando a la delincuencia como política de Estado-, ya bien sea para que nos vayamos del país como los cubanos en su momento, o bien por la vía de un proceso de reducción de la clase media a la pobreza por la destrucción sistemática de nuestra forma de vida basada en el capitalismo privado y el emprendimiento personal.

Visto en estos términos, nuestra Constituyente sería un espejismo si no logramos convocar a TODOS LOS VENEZOLANOS, chavistas o no, a un proceso de Reconciliación Nacional por encima de lo que el régimen pueda hacer. Pero, ¿es eso posible? ¿Podríamos dar muestras de reconciliación lo suficientemente convincentes para que esa convocatoria no suene a venganza?

Desde la sociedad civil opositora hemos emprendido el camino Constituyente porque creemos que es una salida civil a la crisis del país y porque la Constitución nos da la vía para hacerlo. Sin embargo, ¿podríamos emprender la vía Constituyente y que no parezca que nos estamos embarcando en una cruzada para “destruir al enemigo chavista”, convirtiéndonos en lo que la dirigencia oficialista dice que supuestamente somos? Muy difícil si no damos muestras claras de que esa no es la intención.

Todos los documentos que he leído en relación al tema de la Constituyente la colocan como el arma “solo-mata-chavistas” y así este proceso NO VA A FUNCIONAR. Deben darse muestras muy claras de reconciliación en un nivel diferente del régimen gobernante. De hecho estamos coincidiendo en la práctica con el chavismo popular al ver que casi todas las manifestaciones en contra del gobierno provienen de gente de sus propias filas. ¿Nos estamos acercando a esa gente? ¿Hemos hecho algún esfuerzo de comunicación con esas protestas de la gente del chavismo? Por ese lado al menos coincidimos.

Entonces, ¿con quien debemos empezar ese proceso de reconciliación? ¿Con los delincuentes que están destruyendo el país y se están enriqueciendo desde el gobierno, o con quien está sufriendo por esa destrucción? Tenemos mucho más que ganar acercándonos a ese “chavismo” en desgracia previo a una convocatoria Constituyente, allanando el camino a una reconciliación real, que no haciéndolo, tratando de convencerlos que las cosas si pueden cambiar para ellos porque serían partícipes de eso.

El paradigma de una Constituyente desde la oposición se podría cambiar a una Constituyente desde el País Nacional si se logra comenzar una reconciliación real que nos incluya a todos. Y tal vez suene ingenuo de nuestra parte desde el punto de vista político, pero eso si sería un cambio real. Tal vez la oposición no pueda hacer una Constituyente como lo afirman algunas voces pero quién sabe si un país unido si la haga sobreponiéndose a una polarización impuesta desde el gobierno y-peor aún-, desde la oposición.

 Caracas, 28 de Agosto de 2013

Twitter:@laguana