lunes, 6 de abril de 2015

Venezuela, República Federal (II)

Por Luis Manuel Aguana

No solo en las grandes obras de arte, como en el caso de El Greco, el fondo constituye no solo un factor importante en lo que el artista quiso expresar al pintarlo (ver extraordinario documental “Fondo para un Caballero” en https://vimeo.com/15425059) sino en la verdad histórica misma de la obra, que es lo que al final queda para la posteridad.

En efecto, en las diferentes restauraciones hechas de la obra de El Greco, El Caballero de la Mano en el Pecho, se ha desdibujado, de acuerdo a las investigaciones realizadas, lo que el autor realmente pintó en el lienzo, cambiándose así lo que originalmente fuera su obra. En otras palabras lo que un artista siglos antes quiso mostrar, se distorsiona con los años, de la mano de quienes paradójicamente la pretenden salvar de la destrucción del paso del tiempo. Pareciera un juego de palabras pero desafortunadamente no lo es…

Pues bien, de tantas Constituciones que hemos tenido, pareciera que de la mano invisible de muchos restauradores se ha ido perdiendo el fondo mismo que pintaron quienes hicieron la primera, los autores de la obra original. Y cada “artista” restaurador le ha puesto su propia “pintura”, dando como resultado que lo que ha llegado hasta aquí no es más que una vaga réplica de la obra original.

Porque lo que al final se desea es que esa obra no solo refleje el espíritu y razón de quienes fundaron la República, sino el sentido del porqué lo hicieron, aunque quienes vinieran posteriormente le imprimieran una orientación completamente diferente, al punto que ha llegado distorsionada hasta nuestros días, agravándola cada vez más y en modo superlativo. Veamos por qué.

La Constitución Federal de los Estados de Venezuela de 1811 es la primera del mundo hispánico y la primera que adopta la forma Federal del Estado. “En la Constitución de 1811, además de las influencias del liberalismo político de la revolución francesa, recibió la directa influencia de la Constitución estadounidense en la configuración del estado como un estado federal, fomentaba dicha recepción por la situación de autonomía local que tenían los cabildos y ayuntamientos de las provincias que luego conformaron Venezuela” (ver Constitución Federal de los Estados de Venezuela de 1811 http://goo.gl/RTsMoz).

¿De dónde salió toda esta fundamentación filosófica? De acuerdo al relato de mi estimado profesor, el Dr. Asdrúbal Aguiar (oír la intervención del Dr. Aguiar en el Foro de El Nacional del 21-07-2014 en https://soundcloud.com/laguana-1/intervencion-del-dr-asdrubal-aguiar-foro-el-nacional-21-07-2014) sus autores que eran en su mayoría los intelectuales de la época, la gente más ilustrada de su tiempo en Venezuela: “No debemos olvidar que el Congreso de 1811 cuando se construye, se integra, el 78% de sus miembros eran egresados de la Universidad Santa Rosa de Lima y Tomas de Aquino, que era como se llamaba, y todos ellos en conjunto Doctores en Letras, Doctores en Canon, Doctores en Derecho Civil, y una vez como cae la Primera República uno advierte el gran dilema, inclusive de corte escolástico, para sofisticar el comentario, en el momento en que Bolívar hace preso a Miranda en La Guaira, y Miranda dice “Bochinche, bochinche, bochinche, este país es todo bochinche”, Bolívar tiene un pasaporte con el que viaja a Curazao y luego a Cartagena. ¿Qué dice en Cartagena Bolívar? Refiriéndose a los señores de 1811, que en su mayoría determinante eran civiles ilustrados, decía “estos señores creen que están en Grecia, que construyen Repúblicas aéreas que no se condicen con la situación y realidad del pueblo venezolano, no preparado para el bien supremo de la libertad”

Es posible que el Libertador tuviera razón al criticar a los autores de 1811, que no estábamos preparados para disfrutar “el bien supremo de la libertad”. Eso lo podía decir una persona de la ilustración de Simón Bolívar frente a un pueblo que difícilmente sabía leer y escribir, y estaba en el oscurantismo como nación. Que debíamos ser conducidos como niños por quienes eran los más esclarecidos y estudiados. ¿Pero creen ustedes que luego de más 200 años todavía estamos en esa situación? Hay algunos que todavía lo piensan así y nos tienen atados a ese oscurantismo del pasado.

El pensamiento mas ilustrado de la época redactó una Constitución Federal para Venezuela que incluso incorporó la figura de las Constituciones Provinciales donde “…cada región tenía la potestad de administrarse y regirse de forma autónoma mientras no se contrariasen los principios de la nación. Una vez efectuada la elección de diputados provinciales para el Congreso de las Provincias de Venezuela, las Legislaturas Provinciales recibieron la exhortación para que dictasen sus propias Constituciones, aunque no todas las provincias tuvieron la oportunidad de redactar una antes de la caída de la Primera República”(ver de nuevo  http://goo.gl/RTsMoz).

El Libertador, como ya hemos descrito en notas anteriores, hizo duras críticas a la forma Federal del Estado de la Constitución de 1811 en el Manifiesto de Cartagena del 15 de Diciembre de 1812, y a la cual atribuye la caída de la Primera República, entre otras razones por la discusión en torno a la subdivisión del país, en especial la Provincia de Caracas, que generó rivalidades y ambiciones de poder (ver Federalismo del Siglo XXI en http://ticsddhh.blogspot.com/2014/05/federalismo-del-siglo-xxi.html) y principalmente porque no se podía manejar una guerra sin el control centralizado del Estado. Y esa fue la constante histórica de nuestro devenir constitucional.

Pero lo más importante de esta discusión y que hay que resaltar en mayúsculas en toda esta historia es que ese debate se distorsiona, no ya en cómo debe ser la forma ideal del Estado en la Constitución- porque el Libertador acepta que la forma Federal es la mejor (“El sistema federal, bien sea el más perfecto y más capaz de proporcionar la felicidad humana en sociedad, es, no obstante, el más opuesto a los intereses de nuestros recientes estados” Simón Bolívar en el Manifiesto de Cartagena de 1812)- sino en quien administra el poder y porque.

El Dr. Aguiar indica en la extraordinaria cátedra que nos dispensó en el Foro de El Nacional del 21 de julio de 2014 que cuando la Constitución de 1999 nos amarra al pensamiento doctrinario de El Libertador “…los venezolanos nos compramos una Constitución en donde el individuo se subordina al Estado (Art. 1, 3, y 102) y en donde el individuo no tiene la posibilidad de rezarle a Francisco de Miranda o Andrés Bello, sino a Simón Bolívar…Cuando en el Artículo primero se condiciona todo el devenir venezolano a la doctrina y el pensamiento de Simón Bolívar, esto tiene mucho significado desde el punto de vista constitucional, y un significado trágico.”. Todavía se sigue considerando que los venezolanos somos aquellos ignorantes de pantalones cortos donde el Estado debe todavía tutelar el crecimiento de la gente, amén de ser el pasto fundamental de donde se sostienen los sistemas autoritarios y dictatoriales. Ya es hora de romper esas cadenas…

Para nosotros en el Proyecto País Venezuela (http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/) no existe ninguna duda, así como tampoco la tienen intelectuales de la talla del Dr. Asdrúbal Aguiar, de que hay que discutir de nuevo la Constitución porque está mal hecha y porque descansa sobre unos principios que contrarían la esencia misma descentralizadora del Constituyente de 1811: “Por eso es que cuando hacía la síntesis final de la Constitución decía, esto es una suerte de matrimonio morganático, vista en su parte relacionada con los Derechos Humanos podría decir uno que allí está la Revolución Francesa pero en términos inflacionarios. Hay mucho nominalismo libertario, pero la segunda parte es la configuración del antiguo régimen….Se crea un Estado centralizado, se elimina la autonomía municipal…se condicionan las competencias municipales y estadales a las leyes nacionales, se le entrega al Presidente de la República mediante lo que originalmente se llamó en los debates constituyentes las leyes de base, copia del modelo constitucional cubano, pero para evitar el escándalo volvieron a la figura que se trata de leyes habilitantes, pero habilitantes que en defecto de la tradición constitucional nuestra permite habilitar al Presidente para que pueda hacer todo lo que le de la gana en materia legislativa sin ningún tipo de limitación, y por si fuese poco se incorpora un capítulo de Seguridad Nacional en donde el concepto estratégico de la Nación lo define el propio Presidente de la República, bajo una perspectiva en donde la Seguridad Nacional incluye todo, hasta la forma de caminar de los ciudadanos en Venezuela. Conclusión: ¿Para qué sirve la Constitución del 99? En perspectiva democrática, para nada. Dentro de la perspectiva de lo que ha vivido el país en los últimos 15 años, ha servido para todo…”.

Ya solamente con esto deberíamos ahora mismo estar convocando al Constituyente para cambiar la Constitución de 1999. Como indicaba al principio de esta nota, nuestra intención ha sido preservar el espíritu de los autores originales, pero esta vez haciendo las pinceladas correctas para adecuar ese espíritu a nuestros tiempos, restaurando una obra magistral, convencidos como estamos que la obra original es lo más adecuado para nuestro futuro. De eso se trata el Proyecto País Venezuela.

El Dr. Aguiar decía acertadamente en su exposición que “…el gran drama debería ser o podría ser la posibilidad de que Venezuela para reconstituir su urdimbre social vuelva su mirada hacia la historia, no para congelarse dentro de ella, sino para visualizar…con la posibilidad de escoger una suerte de proyecto hacia el porvenir. O seguimos mirando en la fatalidad del gendarme necesario, o es llegado el momento de que nuestra gente logre emanciparse social y culturalmente para asumir a plenitud justamente aquello que (de acuerdo a) Simón Bolívar no nos había llegado, la posibilidad de disfrutar del bien supremo de la libertad.” . Miramos en la historia para escudriñar quienes somos, y no nos congelamos en ella. Se hizo ese Proyecto de una República Federal para un pueblo que dejó de ser ignorante en su gran mayoría y que creemos que ya tiene los pantalones largos para disfrutar “del bien supremo de la libertad”. El resto será pelear por ella civilmente para alcanzarla.

Caracas, 6 de Abril de 2015

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lunes, 30 de marzo de 2015

Venezuela, República Federal (I)


Por Luis Manuel Aguana

Una de las mayores preocupaciones cuando hablamos del cambio del sistema político en Venezuela pasa por establecer cual deberá ser la nueva composición del poder luego de un cambio constitucional. Realmente ese es meollo del problema. En un país fuertemente centralizado como el nuestro, el poder se halla en pocas manos, principalmente en las del Presidente de la República y a quienes este designe para administrar los recursos de la Nación.

Nuestra tesis es que sin importar quién sea el Presidente, si el sistema aun sigue en pocas manos, como ocurre con nuestra actual Constitución, invariablemente la administración será ineficiente y corrupta. No es posible que sea de otra manera porque son seres humanos quienes al detentar un poder absoluto, se corrompen absolutamente. Ya esa verdad indiscutible la manejaba James Madison (1751-1836), considerado el verdadero Padre de la Constitución norteamericana, cuando al redactar la Carta Magna de la primera potencia del mundo indicaba que todo hombre tenía una predisposición intrínseca a abusar del poder. Entonces la Constitución se debía construir de tal manera que se equilibrara el Poder poniéndole límites a las autoridades que invariablemente abusarían de él.

Entonces de lo que se trataba era de repartir lo más eficientemente el poder de quienes gobiernan, no permitiendo que nadie sea superior a ninguna persona, y que el balance neto del Poder sea de tal manera que no exista nadie en la administración del Estado que haga lo que quiera con los recursos de todos sin el control de otros. De allí la teoría de equilibrios de poder explicada por Madison en el Federalista No. 10 (ver El Federalista en http://goo.gl/LsgP8x).

The Federalist Papers” o El Federalista, como es conocido por nosotros, fueron una serie de ensayos numerados publicados por James Madison (1751-1836), Alexander Hamilton (1755-1804) y John Jay (1745-1829) en The Independent Journal y The New York Packet, dos periódicos de Nueva York, con el objeto de defender el planteamiento federal de la Constitución propuesta a las 13 Provincias y convencerlas de su ratificación. Estos ensayos fueron publicados entre octubre de 1787 y agosto de 1788.

Sin pensar siquiera que alguien pueda replicar algo como lo que hicieron Madison, Hamilton y Jay con El Federalista, es fundamental considerar, como ellos lo hicieron, que era una labor de importancia capital convencer a sus conciudadanos de lo trascendental del planteamiento federal, disgregando cada una de las razones por las cuales ellos pensaban que el Poder no podía descansar en personas sino en INSTITUCIONES.

Es por esa razón que en esta y próximas notas intentaré argumentar, claramente sin la magistralidad de los fundadores norteamericanos, porque pienso que a Venezuela no le queda otro camino que convertirse en una Republica verdaderamente Federal, si pretendemos vivir en democracia después de esta tragedia comunista, so pena de volver a tropezar con la misma piedra en el futuro.

Si estos Padres Fundadores de los Estados Unidos utilizaron la prensa limitada del Siglo XVIII para convencer al pueblo norteamericano de ese entonces del porque moverse hacia un sistema federal de gobierno, bien podríamos nosotros utilizar ese mismo mecanismo pero con la nueva prensa del Siglo XXI, las redes sociales, para tratar de convencer a los venezolanos del porque un gobierno basado en Instituciones, federal y descentralizado es mucho mejor y más seguro que uno basado en el criterio centralizado de una o pocas personas, por más iluminadas que la mayoría piense que son.

A mi juicio no ha sido lo suficientemente explicado al país el porqué Venezuela siendo fundada como un Estado Federal en 1811, nunca llegó a realmente serlo, aun habiéndose ganado una Guerra Federal a mediados del Siglo XIX. Tal vez sea por eso que se nos ha hecho muy difícil explicar la necesidad de un cambio del presente paradigma centralista. Sin embargo no entraré aquí en una discusión histórica. Parte de esa discusión ya la referí previamente en otra nota (ver Federalismo del Siglo XXI en http://ticsddhh.blogspot.com/2014/05/federalismo-del-siglo-xxi.html) y está ampliamente expuesta en todo el material disponible en nuestro blog del Proyecto País Venezuela (http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/) relacionado con las causas de la crisis venezolana y el Estado de Poder Centralizado/Descentralizado.

Más bien mi interés aquí se centra en la discusión posterior. No es suficiente con decir “una Constituyente”. Hay que explicarle a la gente que es lo que debería venir después y como eso afectaría sus vidas y en general la vida del país. Porqué un planteamiento como el que hacemos en el Proyecto País Venezuela podría tener una profunda influencia en los asuntos del Estado, y como un cambio sustantivo en la institucionalidad prevista en la actual Constitución podría ser cambiada para mejorar nuestra futura calidad de vida. Eso es lo verdaderamente crucial.

Queremos, en resumen, cambiar de un Estado de Poder Centralizado por uno de Poder Descentralizado, y eso conlleva cambios importantes en cuestiones tan significativas como la redistribución del Poder, actual y constitucionalmente en manos de pocos, a un poder establecido constitucionalmente en manos de muchos. O dicho de una manera más sencilla, la construcción de nuevas formas institucionales que traspasen ese Poder, ahora en manos de pocas personas, a un poder en manos de Instituciones.

Pero eso no es de ninguna manera simple. No basta con cambiar la Constitución, ni es un proceso inmediato hacer que los cambios que se hagan tengan efecto. Nuestro país lleva más de 200 años manejándose administrativa y políticamente de manera centralizada. El proceso que comenzó con la Ley Orgánica de Descentralización, Delimitación y Transferencia de Competencias del Poder Público en 1989, se vio truncado, no solo por el gobierno de Hugo Chávez, sino por las propias fuerzas políticas-que aún siguen vivitas y coleando- y que nunca alcanzaron a entender que esa era la única salida que le quedaba a la democracia.

Al decir de Allan Brewer Carías, entonces Ministro de Estado para la Descentralización, en enero de 1994 (ver Mensaje al Congreso en Allan Brewer Carías, II, 2, 97. Informe sobre la Descentralización en Venezuela 1993 – Junio 1993-Febrero 1994 en http://goo.gl/5IFBcH, Pág. 19): “Esa no fue una decisión política partidista propia de un sistema que venía funcionando. Esa fue, realmente, una decisión de sobrevivencia: no había otra forma de enfrentarse al proceso electoral de 1989, después de la protesta popular del 27 de febrero de ese año, recién instalado en la Presidencia de la República Carlos Andrés Pérez, que no fuera con el sometimiento a un proceso electoral en los Estados, distinto al nacional y para ello, la pieza clave era la elección directa de los Gobernadores. Esa decisión fue un signo del inicio de un esfuerzo de democratización de la democracia, a lo que se agrega la elección directa de Alcaldes, establecida en la reforma de la Ley Orgánica de Régimen Municipal de ese mismo año.”.

En otras palabras, los políticos no fueron a la descentralización porque creyeran en ella, sino porque fue un problema de supervivencia. Ahora se nos está presentando el mismo problema solo que no tan evidente. La elección de las autoridades regionales solo fue la válvula de escape para bajar la presión de un sistema que reventaba. Todo el esfuerzo realizado por aquellos que trabajaron arduamente para el traspaso de competencias a los Estados, modificando leyes nacionales y haciendo que se promulgaran otras en las Asambleas Legislativas de los Estados se perdió en la indiferencia de la clase política. Y el discurso de entrega del Ministro para la Descentralización en enero de 1994 no es más que el epitafio adelantado que se escribiría en la lápida de nuestro sistema democrático centralizado de partidos en 1998.

La institucionalidad que deberemos construir ahora deberá partir de un punto diferente pero con miras a llegar al mismo lugar que se definió durante el mandato de Transición del Presidente Ramón J. Velásquez y que lamentablemente perdimos en 1994. Ese es el reto. No habrá democracia en Venezuela después de la salida de los comunistas del poder si no se retoma seriamente el camino de la descentralización que se inició en 1989. Ahora ese reto es muchísimo mayor porque deberemos construir desde cero esa institucionalidad, estableciendo los marcos de referencia más adecuados para que esas competencias se instituyan en los Estados como parte integral de su autonomía federal, partiendo de la refundación de Venezuela como una Republica Federal.

Caracas, 30 de Marzo de 2015

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viernes, 27 de marzo de 2015

Esa fiesta no es nuestra

Por Luis Manuel Aguana

Así decíamos cuando en nuestra juventud por alguna razón algún vecino amigo montaba una fiesta y los invitados no eran los usuales de la comunidad y alguien de los que nunca falta nos invitaba a ella, porque él "si era invitado" y claramente nosotros no.

Obviamente la respuesta invariable era, no gracias pero "esa fiesta no es nuestra". Algo semejante nos está pasando con ese juego de las Parlamentarias y las primarias de la oposición oficial.

Por alguna razón muchas personas  aun piensan, a mi juicio equivocadamente- incluso aquellos que han simpatizado con nuestra propuesta constituyente- que seguirle el juego electorero al régimen contribuye a “mantener” los espacios opositores y que hay que invertir energías en ese esfuerzo. No los contradigo. El hecho que hayan o no hayan parlamentarias no cambiará en absoluto, ni el resultado que algunos piensan será favorable al campo opositor (lo cual dudo porque las condiciones electorales no han variado en nada), ni la manera en que el régimen seguirá ejecutando su Plan de la Patria comunista.

Sin embargo es importante destacar que aunque las elecciones parlamentarias pueden ser el mecanismo de permanencia del actual sistema de partidos ante un régimen que ha desconocido abiertamente el escenario parlamentario, no solo expulsando ilegalmente a destacados miembros opositores, sino desconociendo la representación proporcional expresada en mas curules para menos votos, nuestra propuesta constituyente del Proyecto País Venezuela (http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/) va en el sentido de un cambio constitucional precisamente de esas estructuras. Y que cualquier energía y esfuerzo que dediquemos debe estar dirigido a eso.

Es del pensar de algunos que si ese esfuerzo se hace desde adentro será mucho más efectivo. Yo difiero de ese planteamiento. Los cambios “socialistas” que están en pleno desarrollo ya tienen su propia dinámica que se protege a sí misma. Se ha construido una super estructura de desmontaje del sistema democrático y a la vez de protección del sistema socialista-comunista autocrático imperante que se hace imposible que desde adentro se pueda actuar para desactivarlo.

Chávez usó el sistema democrático, que en 1998 a duras penas funcionaba y sus bajas defensas, para destruirlo. Destruyó a las Fuerzas Armadas desde adentro. Construyó un sistema comunal inconstitucional al margen de los municipios, financiando acólitos que se han encargado de sabotear la estructura institucional establecida en la Constitución, debilitando el funcionamiento de la institución municipal.

Cualquier esfuerzo que se haga haciéndole el juego a este sistema perverso que ha distorsionado nuestro sistema democrático, abona para que se perpetúe.

Sin embargo todavía muchos creen, algunos de buena fe, que los esfuerzos para restituir nuestra maltrecha estructura institucional, deshecha por una Constitución que le arrebató la representación histórica a nuestros Estados en el Congreso, instituyendo una Asamblea a la cubana, podrá realizarse por una vía electoral controlada por un sistema automatizado perfeccionado en ese país comunista. Sin embargo hay que dejarlos que se maten por sus propios ojos y experiencia. Muchos desean ser engañados por la actual dirigencia de la oposición formal porque es muy difícil encarar que para enfrentar los que nos sucede hay que hacer mucho más que salir a votar en unos comicios controlados por el régimen. Pero de eso viven los partidos del “status quo” opositor.

Estos partidos nos llevaran unas las urnas “marcadas” por el régimen tantas veces como les sea posible con tal de no perder sus trabajos en una Asamblea que no ha decidido hasta la fecha absolutamente nada a favor de la población pero si para mantener al régimen en pleno control del país. Cuando la excusa no sean las Parlamentarias será “el revocatorio de Maduro en el 2016”. Y al perderse este, serán las elecciones del 2019. Y así “ad infinitum”…

Entonces ustedes dirán, como decía antes la vieja canción, “tu lo que quieres que me coma el tigre”. Pues no. Lo que quiero es que los venezolanos abran los ojos y empecemos todos a trabajar para construir una opción diferente que le indique a los que trafican con la política que como sociedad civil podemos organizarnos para resolver este problema. Algunos hemos indicado una manera y su vía, otros están pensando también en formas diferentes que pueden ser válidas en tanto se hagan con honestidad, desprovistas de oportunismo. Poco a poco nos encontraremos en el camino y sorprendentemente, cuando menos lo esperemos, habremos hallado una solución donde quepamos todos y que nos sintamos participando de la misma fiesta.

Caracas, 27 de Marzo de 2015

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domingo, 22 de marzo de 2015

Las firmas de Obama


Por Luis Manuel Aguana

El régimen inició la semana pasada una campaña de recolección de firmas para que el Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, “deroge” la Orden Ejecutiva en contra de delincuentes que han violado los Derechos Humanos en Venezuela (ver Oficialismo recolecta firmas contra medidas de Obama en http://www.eluniversal.com/nacional-y-politica/150319/oficialismo-recolecta-firmas-contra-medidas-de-obama). Imagínense el tamaño de los expedientes que los norteamericanos deben tener de cada uno para que el gobierno de los Estados Unidos se ocupe de ellos en lo personal y a la vez declarar a Venezuela como un peligro para su seguridad nacional.

Me recuerda mi estimado amigo el Dr. Rafael Grooscors que los militares argentinos se metieron en las Malvinas ante un descrédito semejante al que ahora sufre el régimen militar-civil venezolano, tratando con eso de levantar una ola de nacionalismo que llevo a ese pueblo a pasar el trago amargo de una guerra que no podían ganar; y que incluso algo semejante podría presentarse en Venezuela con el Esequibo. Estos delincuentes no tienen límite para quedarse en el poder. Pero la historia ya sabe lo que le pasó a Galtieri y espero que ellos también lo recuerden.

La ola nacionalista que está tratando de levantar el régimen con ese bodrio “Obama deroga el decreto ya”, lo que hace es confirmar el nivel tan bajo nacional e internacional al que han caído, suponiendo que hasta con la firma obligada de los estudiantes de primaria (ver La Protesta Militar: Mira como aspiran lograr las firmas
http://goo.gl/wdvJPb) lograrán cambiar una política internacional que ya comenzó a surtir sus efectos. Entonces ya dejó de ser un tema de “Obama deroga el decreto ya”. Todos los países del mundo ya conocen del problema venezolano.

En este momento la comunidad internacional está en alerta roja-aludiendo paradójicamente el color- que los terroristas se están moviendo con pasaportes venezolanos emitidos válidamente por el gobierno (ver el excelente trabajo, Venezuela: Pasaportes del terror
http://goo.gl/m2jNqC de Adriana Rivera) haciendo de Venezuela un país delincuente.

Pero lo más interesante de todo es el mecanismo para convencer al mundo, en especial a Obama, que los venezolanos “repudiamos” la injerencia norteamericana en nuestros asuntos: ¡¡¡¡Están recogiendo firmas!!! Así, sin más, en las calles, en las Plazas Bolívar, a los niños en las escuelas, a los empleados públicos. Cuando lo vi no lo podía creer…

Quiero que se detengan en lo importante de esto: un régimen que ha despreciado olímpicamente cualquier manifestación cívica de la población, no solo para remover a sus funcionarios-caso Chávez en 2004- y cuyo basamento fundamental es la recolección de la manifestación de las voluntades expresadas en firmas, pretende ahora convencer a los Estados Unidos que para el caso de sus propios delincuentes esas firmas si son válidas cuando aquí, en nuestro propio suelo, ellos las consideran despreciables. ¿Cómo se entiende eso? ¿Cómo le explicas a Obama o a cualquiera fuera del país que esa salsa no sirve para sacar a los gobernantes en Venezuela pero si sirve para derogar una Orden Ejecutiva en los Estados Unidos?

Pues bien, a riesgo que digan que me volví loco, ¡qué bueno que lo hagan! porque de alguna manera están validando nacional e internacionalmente que NO SE NECESITA EL PAPEL SELLADO DEL CNE para recoger voluntades para manifestar la expresión del pueblo venezolano.

Y que si ellos están extorsionando funcionarios, estudiantes de primaria, y en general a todo el que depende de los reales del gobierno para sobrevivir, para que firmen por algo que no tiene ninguna vinculación legal en Venezuela, entonces tendrán que aceptar en un futuro no muy lejano, las voluntades de quienes si firmaremos SIN EL PAPEL SELLADO DEL CNE, pero esta vez con una vinculación más que legal, LEGITIMA, para la convocatoria a una elección con Bases transparentes a una Asamblea Nacional Constituyente. Veremos entonces si esa salsa que ahora dicen que va a funcionar con la Casa Blanca, funciona con Miraflores.

Sin embargo, he leído que esta iniciativa del régimen funcionaría como una suerte de Lista de Tascón al revés, que quien no haya firmado en contra de Obama automáticamente se convierte en un excluido del régimen. En un país tan polarizado como este es muy difícil no estar identificado. Pero para cómo se vienen las cosas-para peor- eso no hace ninguna diferencia.

En la actualidad no hay para nadie por igual, salvo para aquellos que estén en la órbita de quienes nos desgobiernan. Así que el régimen podrá construirse sus nuevas listas y no-listas de Tascon para identificar a quienes no “estén con ellos”. Sueños ilusos, porque de acuerdo con los últimos análisis de popularidad interna del régimen, difícilmente lleguen a un 15%. Pero eso a estas alturas en realidad no importa, lo que es verdad está a la vista de todos. El nacionalismo como método de los regímenes autoritarios para salir de abajo, históricamente para lo que ha servido es para indicar el preludio de su caída definitiva. Es por eso que cuando Obama reciba las “firmas” para derogar la Orden Ejecutiva, les dirá que no son válidas porque son “planas”, no están en papel sellado, ni vienen con el visto bueno del CNE norteamericano.

Caracas, 22 de Marzo de 2015

Twitter:@laguana