viernes, 22 de enero de 2016

La tragedia de un barco que se hunde

Por Luis Manuel Aguana

Mejor descrita imposible la tragedia que vivimos que el símil que hace de Venezuela mi estimado amigo Enrique Colmenares Finol, Coordinador del Proyecto País Venezuela Reconciliada Vía Constituyente (http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/), con un barco que se hunde.

Al decir de Enrique, Venezuela es como un barco que hace aguas por todos lados y se está hundiendo. Pero en lugar de todos juntos estar buscando sacar el agua para mantener el barco a flote y llevarlo a  un astillero para reparaciones mayores y estructurales, algunos de los que viajan en el barco están buscando quien debe ser el capitán. O peor aún, hay quienes buscan y se promocionan para serlo en medio de la tragedia.

Explica que el 6D le puso un parche al barco, pero no se resolvió el hundimiento. Todavía el barco hace aguas y las reparaciones mayores y estructurales aun están pendientes. Lo de quién lo maneja se resolverá cuando el barco este reparado para ser relanzado con un nuevo capitán y tripulación. Pero –de nuevo-, sorprendentemente, hay personas que buscan acomodarse en el medio del desorden y no sacan agua ni ayudan a sacarla, buscando acomodarse a expensas de la situación, mientras los demás trabajan para buscarle soluciones al caos.

Esos que todavía piensan que con conservar el barco a flote es suficiente, son los que no les conviene que sea reparado para que luego sea manejado por un capitán y una tripulación de profesionales competentes, porque perderían su “trabajo” de “mantenerlo a flote”. Y eso es en buena medida lo que está pasando en Venezuela.

Hay que identificar a quienes están jugando “mantener a flote” el barco en estas condiciones y de manera indefinida, y quienes buscan hacerle las reparaciones mayores para continuar. Y en esto hay que ser sinceros, aquí estamos en la situación de cambiarle las correas al motor pero con el carro prendido. La situación de Venezuela amerita mantener a flote el barco pero remar al mismo tiempo al astillero y repararlo.

Continuando con el símil de Enrique, el astillero representa la ejecución del Proyecto País Venezuela, y remar al astillero mientras el barco hace aguas es trabajar para  convocar a un proceso constituyente de carácter originario por la vía de la iniciativa ciudadana. Cada uno de nosotros representa un remo, mientras más de nosotros rememos al astillero, mas rápido llegaremos.

Ustedes se preguntaran, ¿y cómo se come eso? ¿Cómo se haría? Pues bien no será fácil. Nadie dijo que lo seria. Organizar entre todos la iniciativa popular constituyente es una labor difícil pero no imposible. La constitución no dice como, solo que tenemos el derecho de hacerlo.

Los poderes constituidos no pueden reglamentar nuestro derecho constitucional para convocarnos. En 1999, al no estar en el texto constitucional de 1961 la posibilidad de convocar a una Constituyente, se convocó al pueblo para preguntarle si la quería o no, y si se le delegaba al Presidente de la República la facultad para redactar las bases sobre los que se conduciría el proceso. El pueblo dijo que si al proceso constituyente y autorizó a Chávez a escribir las bases que dieron paso a una constituyente sesgada a su arbitrio, que lo que logró en 17 años fue arruinarnos aún más de lo que ya estábamos, llevándonos al Siglo XIX.

Si esto fue así en 1999, porque la posibilidad de convocatoria no estaba en la constitución, ahora si existe. Y si el pueblo se convoca en una iniciativa del soberano mismo, en estricta lógica no necesitaría el permiso de nadie para hacerlo, solo seguir lo que ya está establecido en la constitución, pero esta vez no delegando en nadie su derecho para establecer las bases que conducirán el proceso constituyente, proponiéndole uno al pueblo que convoca.

Si alguno de los poderes constituidos establecidos en el Artículo 348 constitucional toma la iniciativa de convocar a un proceso constituyente, como es el caso de la nueva  Asamblea Nacional con su mayoría calificada, deberá preguntarle al soberano con cuales bases estaría convocando al proceso, cosa que en el caso de la iniciativa popular se estaría haciendo concurrentemente con la misma firma porque sería el propio soberano quien propondría y aprobaría sus propias reglas, al alcanzar el numero de voluntades establecidas en la constitución.

Todo este juego de inferencias lo hago simplemente haciendo la historia de lo que paso en Venezuela en 1999 y lo que podría pasar, ya que –en teoría hasta ahora- se puede convocar al pueblo venezolano a resolver sus propios problemas.

Si todos los viajeros de este gran barco que se llama Venezuela no vemos, ni en el capitán, ni en su tripulación, y mucho menos en quienes en lugar de buscar llegar a tierra firme para reparar el barco, lo que buscan es en sustituir a quienes lo manejan sin pensar en repararlo primero mientras nos ahogamos todos, entonces quienes viajamos en el barco no solo tenemos el derecho sino el deber de asumir la responsabilidad cívica de proponer al pueblo de Venezuela las soluciones constitucionales necesarias por encima de todo eso para llevar el barco al astillero, a pesar del régimen y su oposición oficial.

Lo único que faltaría entonces sería señalar un camino, y entregarle un remo a quien lo quiera tomar, enseñándole como usarlo para llegar a puerto seguro, resolviendo de esa manera a manos de los propios dolientes, los viajeros de este barco sin control, esta tragedia que pareciera no tener final…

Caracas, 22 de Enero de 2016

Twitter:@laguana

sábado, 16 de enero de 2016

Un camión de excremento

Por Luis Manuel Aguana

Convengo con la apreciación del periodista Gustavo Azócar Alcalá en su artículo “Moringa, la bebida oficial de la nueva Asamblea Nacional” (https://www.lapatilla.com/site/2016/01/16/gustavo-azocar-alcala-moringa-la-bebida-oficial-de-la-nueva-asamblea-nacional/) en que una de las cosas más importantes que ocurrieron durante la presentación de la Memoria y Cuenta del Ilegitimo en la Asamblea Nacional fue el formal “reconocimiento de la existencia del otro” ante todo el mundo. De acuerdo a ese análisis, ambos poderes “cogobernaran” al haberse establecido canales formales de comunicación a través de una nueva bisagra, el negro Aristóbulo Istúriz.

Sin embargo en esa Memoria y Cuenta quedaron claras dos cosas: a) que el gobierno cree que lo está haciendo de maravilla y que no son ellos los causantes del mega desastre del país y b) que la nueva Asamblea hará todo lo posible para ayudar a salir juntos de este problema. Esto último lo corrobora el mismo Henry Ramos Allup en su discurso en respuesta al Ilegitimo: Por cierto que si hubiera una rectificación y una intención de diálogo sincero pues claro que estamos dispuestos. ¿Quién puede querer que sigan las colas que siga la inflación, que siga la inseguridad, que siga el colapso de los servicios públicos, etc., etc., etc.? Nadie puede querer eso…” (min. 5:12) “Entonces, entonces, cuentas claras y chocolate espeso, la guerra económica, el enemigo anterior, el enemigo interior y el enemigo exterior. El enemigo anterior la cuarta, el enemigo interior, la derecha, la oligarquía, etc., etc., el enemigo exterior el imperialismo. Vamos a poner los pies sobre la tierra y vamos a tratar de resolver todos este tremendo problema en que se halla metido el país… (min. 15:54) “Por último Presidente…, cuente usted Presidente, con que si usted busca dialogo, aquí tendrá dialogo, no le quepa la menor duda. Si usted quiere aquí discutir –ojo, esto no quiere decir que nadie tenga que ceder en sus posiciones ideológicas, usted tendrá las suyas y nosotros tenemos la nuestra- si podemos conseguir puntos de coincidencia para resolver esta crisis que es terrible, es terrible, es una crisis de cotidianidad Presidente, es una crisis que se está agravando todos los días y que a todos nos afecta. Si podemos conseguir puntos de coincidencia para salir de este atolladero, no somos nosotros los que vamos a negar la posibilidad de solucionar, no los problemas del gobierno, los problemas del país que son los problemas de todos nosotros… (min. 32:00) Subrayados nuestros (Globovisión Noticias - Ramos Allup: No apostamos a golpes de Estado, sino a soluciones civiles, https://youtu.be/9ug0tbVdwoc).

Aquí nadie está jugando a no resolver los problemas. Aplaudí como ninguno por oportuna la respuesta de Henry Ramos Allup al mensaje anual del Ilegitimo pero tengo que decir que no es junto con Maduro y sus delincuentes que resolveremos el gravísimo problema del país PORQUE EL PROBLEMA PRECISAMENTE SON ELLOS Y EL SISTEMA QUE TRATAN DE IMPONER.

Entonces lo que ocurrió allí fue el primer paso, el reconocimiento mutuo y el canal de comunicación que se evidenció, como bien lo indica Gustavo Azócar Alcalá. Pero de ahora en adelante vamos a ver si el plan de la nueva Asamblea es cogobernar con delincuentes, porque pareciera que la MUD en la Asamblea -y esto dicho por el propio Henry Ramos Allup- aún cree que este es un mal gobierno de la cuarta que sale con votos contados por el CNE, porque ellos mismos ganaron la Asamblea Nacional; y que quien se presento a ese Hemiciclo fue Luis Herrera Campíns o Carlos Andrés Pérez, a quienes se les podía ofrecer dialogo para resolver entre todos el desastre de Venezuela. Si esa es la lectura estamos todos fritos, por no decir la palabra que corresponde.

Me decía un amigo y experimentado político en estos días que la política era el arte de acarrear excremento y no ensuciarse con él. Pues bien, siguiendo esa escatológica definición, Nicolás Maduro llevó a la Asamblea Nacional un camión de volteo lleno de excremento y lo soltó en pleno Hemiciclo. Lo increíble sería que Henry Ramos Allup y el resto de los diputados de la oposición piensen que van a sacarlo sin ensuciarse.

El aceptar, no solo discutir ese bodrio que llevó el Ilegítimo con su decreto de Emergencia Económica, indicando que la responsabilidad del caos no es de él sino de otro, acompañar cualquier cosa que salga de este régimen, significará la cruz para esa nueva Asamblea Nacional. No solo porque estarán tolerando estar en el mismo barco que el régimen sino cargar con una responsabilidad que solamente le compete al gobierno, equivocando la gimnasia con la magnesia, creyendo que Maduro y sus mil ladrones no se colgarán del cuello de la nueva Asamblea Nacional antes de hundirse con todos nosotros.

Es por eso que si la oposición oficial no acaba de entender que su primera responsabilidad en la Asamblea Nacional es buscarle soluciones constitucionales a la salida del poder de Nicolás Maduro y el resto de su pandilla, responsable de nuestra pérdida de soberanía y del desastre económico de Venezuela, ocupándose sólo de ver como salvar al gobierno y sus delincuentes, con la noble excusa de que Venezuela se hunde, precisamente porque el régimen la hundió, entonces los venezolanos se equivocaron el 6D, porque esto lo aguantaremos hasta el 2019 y más allá.

Los diputados opositores no fueron electos por los venezolanos para decirle a Maduro que “salgamos juntos de esto”. Fueron electos para hallarle una solución al problema que TODOS SABEMOS CUAL ES. El gobierno que gobierne, ese es su karma, y que busque a otro que lo acompañe. Y como todos sabemos que lo que hará será agravar mucho más la situación de los venezolanos, entonces entre todos los QUE NO SOMOS GOBIERNO deberemos buscarle una solución al problema.

Sigo creyendo que la Asamblea Nacional con una mayoría calificada opositora puede ser el comienzo de una solución, pero difícilmente lo será si la oposición oficial pretende un dialogo como el que hubo en abril de 2014 en Miraflores, cuando utilizando la arrechera de una población que le dobló las patas al régimen y lo obligó a negociar, resucitaron de entre los muertos y no lograron ni siquiera la libertad de los presos políticos. Espero de verdad que ahora no esté ocurriendo lo mismo y que ese camión de excremento lo tengamos que sacar al final nosotros mismos sin ensuciarnos con él.

Caracas, 16 de Enero de 2016

Twitter:@laguana