martes, 16 de febrero de 2016

Entre dos populismos y una Constituyente

Por Luis Manuel Aguana

Interesante análisis realiza la periodista Thais Peñalver en su nota titulada “Escenarios sobre la salida de Maduro” (ver http://www.notiminuto.com/noticia/escenarios-sobre-la-salida-de-maduro/) que apuntan no solo a la salida del Ilegitimo sino al sistema mismo que lo sostiene, y que alude algo sobre lo cual he venido haciendo referencia desde hace muchísimo tiempo y que ella llama “el modelo populista anterior”.

El verdadero centro de nuestra discusión constituyente se basa en que no es de ninguna manera suficiente la salida de Maduro, para dejarle la puerta abierta a quienes han sido los verdaderos responsables de la tragedia castro-chavista-madurista, porque como ya hemos mencionado en una nota anterior (ver Renuncia y Constituyente en http://ticsddhh.blogspot.com/2016/01/renuncia-y-constituyente.html), una vez fuera el Ilegítimo de Miraflores, los mismos factores que ahora gobiernan regresarán al poder mas adelante con el argumento que ellos tenían razón porque “la democracia” no arregló el desastre que ellos mismos provocaron.

Así regresó Daniel Ortega al poder en Nicaragua después de un gobierno corrupto de “la democracia” en su país. Y así sucederá en Venezuela como sucedió en Nicaragua, repitiendo el caso en una grotesca copia, en virtud que las estructuras del Estado permanecerán intactas para la corrupción y la mala administración de los recursos de los venezolanos, que estarán en manos del “modelo populista anterior”, luego de la salida del Ilegitimo.

El problema no es cambiar al gobierno sino a toda una estructura de Estado completamente carcomida e inviable de la Venezuela actual y que ningún gobierno futuro de la MUD que se le ponga al frente podrá hacer funcionar. Esa estructura ya fallaba en 1998 y ahora es prácticamente imposible que nadie la haga funcionar si no se realizan los ajustes necesarios al sistema, que lleven al país a otra forma de Estado, con un modo de hacer democracia diferente.

Lo grave de todo este asunto es que la periodista Peñalver nos pone en la disyuntiva de dos escenarios con la salida de Maduro. Primero, aquel que mataría al virus comunista del cuerpo social de Venezuela pero también al paciente en el proceso, al dejar correr este pésimo gobierno hasta el último momento (de acuerdo al FMI más de 700% de inflación para el 2016) donde los venezolanos “caeríamos en cuenta” que el populismo comunista es inviable.

El segundo escenario es menos aterrador por cuanto nos da la opción de salir del régimen mas rápido pero quedaríamos en las manos del “modelo populista anterior” que fue el que sufrimos hasta 1998 con todas las consecuencias que conocemos, y del cual los partidos que luchan por regresar son sus principales exponentes. Esta opción trae aparejada la posibilidad cierta de repetir la experiencia comunista más adelante. Ese es el caso de Nicaragua y Daniel Ortega.

Véase que aquí no hay muchas opciones. O nos coge el “chingo” o nos coge el “sin nariz”. Es claro que la salida del Ilegitimo en ambas es condición necesaria pero la primera es mucho más drástica ya que de acuerdo a la periodista, en teoría, no cabría la posibilidad que regrese el comunismo a nuestro país porque “el pueblo y su enojo, sería el encargado de patear definitivamente de la faz de Venezuela el maquiavélico modelo marxista populista”.

Pero esa teoría es poco sustentable.  Los comunistas acabaron con la economía de España en 1936 cuando el gobierno “socialista” de la II Republica, presidido por Francisco Largo Caballero y su Ministro de Hacienda Juan Negrín López trasladaron  510 toneladas de oro, correspondientes al 72,6% de las reservas internacionales de oro del Banco de España a las bóvedas del Depósito de Metales Preciosos de la Unión Soviética, quebrando así al país y haciendo sumamente difícil el retorno a una normalidad después de la Guerra Civil; y como ustedes ven todavía los españoles consideran a los “socialistas” una opción de poder ¡qué barbaridad! (ver el cuento completo que referí en 2011 con El Oro del Comandante en http://ticsddhh.blogspot.com/2011/08/el-oro-del-comandante.html).

Sin embargo, existe una tercera opción que lamentablemente nadie analiza (¿por qué será?) y que pasa por la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente para reconstruir las bases estructurales del país e impedir el regreso de los delincuentes de uno y otro bando populista, generando las garantías institucionales necesarias para no caer de nuevo en ambos tipos de populismos, uno menos comunista que el otro pero ambos igualmente con vetas rojas (en algún momento abordaremos este tema con profundidad).

En este escenario también sería necesaria la salida del régimen del Ilegitimo pero con una diferencia: sin detrimento a como sea su término constitucional, se convocaría luego inmediatamente al Soberano a una Asamblea Nacional Constituyente con la participación de todos los sectores del país y de todas las tendencias políticas.

No, no es utópico ni el cuento de un iluso comeflor. Si realmente los sectores políticos reunidos en la Asamblea Nacional atienden al mandato plebiscitario que les dio el pueblo de Venezuela el 6D para resolver el problema, y convocan con su mayoría calificada de 2/3 de sus integrantes al Depositario de la Soberanía para discutir un nuevo país basado en un Proyecto de País diferente, entonces el trauma que viviremos los venezolanos será mucho menor duración, porque sentaríamos las bases de un país reconciliado y en paz, cuando se reúnan a deliberar el país los genuinos representantes del pueblo.

Una sola voz alzada entre una multitud es difícilmente oída, y mucho menos cuando ya los factores políticos importantes gritan ensordecedoramente una decisión, y nadie oye otra cosa. Pero eso no significa que esa voz no tenga la razón. Sin embargo nunca es tarde para corregir el rumbo, solo que el costo siempre suele ser muchísimo mayor.

Que la decisión sea dejar a Venezuela entre dos populismos ya es suficientemente grave, no solo por los costos que pagaremos en el futuro, sino porque significa que no aprendimos nada de 17 años de destrucción ininterrumpida de nuestro país. Y eso no solo sería grave sino verdaderamente aterrador…

Caracas, 16 de Febrero de 2016

Twitter:@laguana

viernes, 12 de febrero de 2016

Te faltó una Cipriano

Por Luis Manuel Aguana

No puedo dejar de referirme al artículo publicado por nuestro estimado amigo Cipriano Heredia en El Nacional, desechando de entrada la opción constituyente para abordar la tragedia que vive el país (ver El Nacional, ¿Constituyente, revocatorio, reforma o enmienda? en http://www.el-nacional.com/cipriano_heredia/Constituyente-revocatorio-reforma-enmienda_0_791320968.html).

En efecto, Cipriano despacha de un viaje la opción constituyente en un párrafo: Su principal virtud es que permitiría reinstitucionalizar todo el Estado venezolano, pero su desventaja es que es un camino largo y engorroso, cuyos tiempos no se corresponden con la urgencia planteada”, y punto.

Para ser un camino que reinstitucionalice al Estado venezolano, hacen falta argumentos mas sólidos que simplemente esgrimir que el camino será “largo y engorroso”, mas aun cuando se puede demostrar perfectamente que no existe tal camino engorroso ni mucho menos largo, al ser la opción constituyente ciertamente el camino más expedito para tener un nuevo gobierno en agosto, si la Asamblea Nacional activa el mecanismo la semana entrante. Eso lo demostré en mi nota “Enmienda y Constituyente” (verlo en http://ticsddhh.blogspot.com/2016/02/enmienda-y-constituyente.html).

Y con mayor razón si el argumento esgrimido es por “la urgencia planteada”, precisamente porque la enmienda sería la más lenta de las opciones ya que sus efectos los veríamos el año entrante, con un supuesto próximo gobierno de la oposición –si el régimen lo permite-, como lo explico en mi anterior nota, después que Maduro haya terminado de destrozar el país en el 2016.

Ahora bien, la idea aquí no es polemizar con Cipriano ni discutir con aquellos que insisten en la enmienda constitucional como “la mejor opción” para salir constitucionalmente del régimen. No. Yo creo que el fondo aquí no es “salir de Maduro”, como siempre hemos dicho y para el asombro de aquellos que me empiezan a leer. Todas las opciones planteadas que apuntan a salir del régimen no tocan de ninguna manera las verdaderas causas por las cuales llegamos hasta aquí, más allá de que somos conducidos por unos delincuentes.

Cambiar el régimen sin modificar las estructuras fundamentales del Estado, tiene el altísimo riesgo de repetir la tragedia pero con actores diferentes. ¿Qué le impediría a un nuevo Presidente nombrar a SU generalato como le plazca porque la Constitución así se lo permite? ¿Resolverán los Estados y sus Municipios el grave problema financiero que tienen para dar soluciones a su gente cuando la Constitución solo les da las migajas de un situado Constitucional ínfimo y deficitario? ¿Que impedirá que otro Presidente se encadene y maneje al país frente a las cámaras de televisión? ¿Impedirá eso que la Sala Constitucional, esta vez de un nuevo gobierno, legisle a favor de los nuevos gobernantes y en contra de nuestros intereses? Y eso por nombrar unas pocas de las múltiples desviaciones que tiene la actual estructura del Estado venezolano producto del Constituyente de 1999.

A mi juicio lo grave de los planteamientos es que no vayan en el sentido de los cambios necesarios, sin los cuales no se resuelven los problemas fundamentales de los venezolanos, haciéndoles creer que con el cambio necesario pero absolutamente facial del Presidente, las cosas mejoraran. Esa es la mentira que repetida un millón de veces se convierte en verdad: cambiamos a Maduro y se resuelven los problemas.

Y eso no será así si no se cambia lo que realmente debe cambiarse, haciendo que los nuevos actores, léase los partidos que esperan el cambio del régimen -así como todos nosotros- solo hagan el triste papel del quítate tu para ponerme yo, en una trágica continuación por otros medios de lo que hay hasta ahora.

Esta muy bien que “saquemos a Maduro”, es necesario. Pero Maduro no solamente es el problema. La salida del Poder Ejecutivo lograra bajar de manera inmediata la presión sobre la economía (¿se acuerdan del torniquete de mi última nota? ver http://ticsddhh.blogspot.com/2016/02/la-iniciativa-popular-constituyente.html), dando a un nuevo gobierno la posibilidad de hacer respirar a un cuerpo que se está ahogando, pero que continuará enfermo si no se le lleva a un tratamiento a fondo.

La estructura del país está enferma y es absolutamente inviable. Se requieren nuevas ideas y formas de generar divisas diferentes a la menguante PDVSA, alimentos, medicinas, educación, salud y bienestar ciudadano. El petróleo ya no es la panacea de los pueblos y necesitamos organizarnos de una manera diferente en el país para darle oportunidad a nuevas generaciones con iniciativas que solo son posibles si el poder es desconcentrado y federalizado, conjuntamente con el ingreso. Y eso mis estimados amigos, solo puede hacerse en una discusión a fondo de un Proyecto de País a manos del Constituyente, en una Asamblea Nacional Constituyente, CON LA BASE CHAVISTA participando, que son la otra parte del país.

Entonces, no estamos hablando aquí de un simple procedimiento u opción para sacar a un Presidente utilizando un mecanismo constitucional, sino la solución integral y estructural para salvar a un país de la violencia entre hermanos, con reconciliación y cambio, y que pasa por la salida del Presidente como una de sus consecuencias inmediatas, lo cual  es una cosa MUY DIFERENTE.

Discrepo con todo el respeto que me merecen los ciudadanos que apoyan la enmienda constitucional como la mejor solución para la crisis institucional del país, pero esa es la solución política para los políticos no para los venezolanos. Y aquí no estoy haciendo anti política, estoy advirtiendo que se está cayendo en un error porque a los políticos se les dio un respaldo el 6D que no han sabido digerir y están aprovechándose de ese baño de pueblo para posicionarse unos sobre otros y no resolviendo la vaina como se les ordenó.

Debo indicar además que le falto mencionar una opción a Cipriano Heredia, del abanico que presentó, porque todas las explicadas nacen de los poderes constituidos del Estado, incluyendo la misma opción de la iniciativa a la Asamblea Nacional Constituyente por parte de la Asamblea Nacional. Le falto a Cipriano mencionar en su artículo que la Asamblea Nacional Constituyente puede ser también convocada por iniciativa de los propios ciudadanos, con el 15% de las firmas de los electores del Registro Civil y Electoral, tal y como señala el Artículo 348 Constitucional.

Tal vez esa opción también deba ser objeto de un análisis por parte de la Asamblea Nacional, porque quien sabe si alguien le pregunta al pueblo de Venezuela, al que detenta el Poder Originario, como lo indica el Articulo 347 Constitucional, si no desea seguir siendo humillado y despreciado por quienes han detentado el poder hasta ahora, y si desea "…convocar a una Asamblea Nacional Constituyente con el objeto de transformar el Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva Constitución". Tal vez se lleven una sorpresa mayúscula que se recoja ese 15% en menos tiempo del que se necesita para decidir cual camino se toma, al ver este panorama desolador del régimen y su oposición.

Es posible que la enmienda si le resuelva el problema político a las candidaturas de la MUD, a los puestos de Presidente y Gobernadores de Estado, pero de ninguna manera resolverá el desangre actual de Venezuela, que es AHORA, no el año que viene.

Entonces, señores Henry Ramos Allup y demás Diputados de la Asamblea Nacional, hagan su enmienda porque los venezolanos no podremos hacer nada para impedirlo, a sabiendas que eso no le resolverá absolutamente nada a los venezolanos en este momento de desgarradora crisis; pero por favor ¡digan algo convincente! No insulten nuestra inteligencia indicando que la hacen porque esa es la mejor solución o la más expedita, con una argumentación que puede ser rebatida por cualquier ciudadano medio informado. Necesariamente el rumbo del país tendrá que ser corregido en el futuro, o quién sabe si muy pronto, de las manos del soberano pueblo de Venezuela.

Caracas, 12 de Febrero de 2016

Twitter:@laguana