miércoles, 4 de mayo de 2016

El sitio de Stalingrado venezolano

Por Luis Manuel Aguana

Me llamó mucho la atención el planteamiento de Heinz Dieterich en el sentido de comparar el comportamiento del ala madurista del régimen con el “ni un paso atrás” de Stalin, ocurrido entre julio de 1942 y febrero de 1943, durante el sitio de Stalingrado: “Mientras la fracción del General madurista Padrino López reafirma la política de "ni un paso atrás" de Stalingrado, el grupo del General chavista Rodríguez Torres aboga por la política de la retirada táctica: una solución política negociada con las fuerzas del 6-D. ¿Quién de los dos tiene la razón? Obviamente, Rodríguez Torres. La crisis energética es el gran catalizador de la crisis económica-política, que hace imposible defender por más tiempo la plaza, por la cual Padrino López convoca inmolarse” (Heinz Dieterich: Maduro entró a Stalingrado; Trump, Fidel y el Estado burgués http://www.aporrea.org/ideologia/a226963.html).

Lo digo porque contrario a ese planteamiento, a los soviéticos durante el sitio de Stalingrado, si les funcionó esa estrategia, pero a un costo en vidas extremadamente alto: “El 28 de julio, preocupado por el avance alemán hacia el Volga, que podía dividir a Rusia en dos, Stalin prohibió la rendición sin importar las razones, y ordenó la formación de una línea en la retaguardia de la infantería que fusilara a todo soldado soviético que retrocediese sin permiso. Esta orden de Stalin, la 227, muy pronto fue conocida popularmente como la orden «¡Ni un paso atrás!»…” (ver Wikipedia en https://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Stalingrado).

De esta manera el ejercito soviético logró una histórica victoria que al decir de algunos cronistas decidió el destino de la Segunda Guerra Mundial (El Clarín: Stalingrado: la terrible batalla que decidió la Segunda Guerra Mundial en http://www.clarin.com/mundo/terrible-batalla-decidio-Segunda-Guerra_0_1165683460.html). Pero sin entrar en lo que quiso decir en realidad el conspicuo pensador del Socialismo del Siglo XXI, lo que si es cierto es que el madurismo si está tratando de entrar tercamente a Stalingrado, y no es que Padrino este haciendo el papel de los soviéticos que si resultaron victoriosos con su “ni un paso atrás”, sino más bien el de los alemanes que salieron con las tablas en la cabeza en Stalingrado, perdiendo la guerra completa como resultado.

Si se hubieran retirado a tiempo, los alemanes pudieron haber, al menos, alargado la guerra. Pero eso no está en la cabeza de los “Generales alemanes” Diosdado Cabello, Jorge Rodríguez -nuevamente dueño del CNE- y Tibisay Lucena, quienes ahora en esa batalla se disponen a “disparar” a mansalva en contra de aquellos que firmaron para el revocatorio de Maduro. Y de allí posiblemente resulten muchas “bajas”, esto es, despedidos, perseguidos, encarcelados (en el caso de militares firmantes) y demás consecuencias que ya conocemos los venezolanos desde el año 2004, producto ahora de esta nueva y actualizada Lista de Tascón que oficiosamente les proporcionó nuestra oposición oficial. Estos disparos irán dirigidos a amedrentar a la población con el fin de disminuir el número de personas que terminen verificando su firma ante el CNE, haciendo cuesta arriba el RR del Ilegitimo.

Y antes de que se vayan, seguirán habiendo “bajas”, con lo cual los venezolanos, que si somos los que verdaderamente estamos en el “Sitio de Stalingrado venezolano” sufriendo los embates de estos “alemanes” que han destruido el país –literalmente- ,  no vemos el momento en que el “enemigo” se retire, producto de una conducción acertada de las fuerzas de defensa, como si la tuvieron los soviéticos en esa sangrienta batalla en Stalingrado.

Pero, de acuerdo a Dieterich, tal y como ocurrió en el pasado, insistir en seguir sitiándonos se revertirá en una derrota, dejando la salida a una solución política negociada, pero de la mano de la otra ala del régimen. Pero como señalé, Dieterich equivoca el sentido del asedio, y en quien resistió y salió victorioso. La plaza,  a diferencia de lo que dice, se defendió y quienes se inmolaron fueron los que la agredieron. Los alemanes en su insistencia suicida obviaron que no estaban en su terreno y los soviéticos lograron sobrevivir, venciendo a pesar de sus 2 millones de muertos.

Siguiendo ese mismo ejemplo, los venezolanos hemos resistido 17 años de penurias, soportando la destrucción sistemática de nuestro país. Padrino López más bien no convoca a inmolarse defendiendo una plaza, como dice Dieterich, sino a seguir en nuestro asedio a pesar de que tienen la batalla perdida. La retirada táctica por la que abogaría Rodríguez Torres, es del asedio, no de la defensa de la plaza.

Entonces, de acuerdo a ese razonamiento, ni Maduro entró en Stalingrado, ni Padrino López está diciendo “ni un paso atrás”, defendiendo posiciones indefendibles, sino que a contrapelo de toda lógica racional lo que están haciendo es tratando de sojuzgar a un país completo sin tener con qué, más allá del miedo que provocan y unos servicios de inteligencia que ni siquiera son venezolanos. De acuerdo a lo que circula por las redes, los militares ya les dijeron que no dispararían en contra de un pueblo hambriento. Lo que estaría por verse es si nos defenderían de las hordas armadas ilegalmente…

Lo peor que podrían hacer “las fuerzas del 6-D”, esto es, aquellos  que desde la oposición oficial acuerden esa “solución política negociada” con Rodríguez Torres, de acuerdo a la recomendación de Dieterich, es creer que sin un cambio fundamental en las estructuras políticas del país, “los alemanes” no regresarán.

Como ya he mencionado antes en este blog, de esa “negociación” vendrá otro gobierno y posiblemente otro más, y se enriquecerán los que administren lo poco que quede. Y más temprano que tarde regresarán al poder aquellos que estamos sacando ahora, con el argumento que ellos tenían razón porque “la democracia” no arregló el desastre (¿quién podría si no se hacen los cambios fundamentales que hay que realizar?). Luego que Nicaragua salió de los comunistas con Violeta Chamorro, pocos años después, por causa de un gobierno corrupto de la “democracia”, regresó triunfante Daniel Ortega. Si los políticos nicaragüenses no cambiaron nada, ¿qué más podía esperarse?

Es por eso que Dieterich recuerda lo de la “lección magistral sobre esta estratagema política, después de su derrota electoral de 1990” que dio el Frente Sandinista, que como bien indica es el mismo modus operandi que está aplicando Cuba frente a los norteamericanos. Confían en que la gente olvidará y se caerá de nuevo en la situación que hizo prevalecer a Chávez en 1998. Y créanme, en eso si tiene razón, y que lo diga Daniel Ortega.

Y como lamentablemente sabemos, “las fuerzas del 6-D” no están muy interesadas en un cambio político fundamental en Venezuela, que solo puede darse convocando al Soberano Poder Constituyente, porque solo quieren ponerle la mano al Poder. Si quisieran ese cambio ya hace bastante tiempo lo hubieran realizado, o al menos haber hecho el intento. Gracias a Dios, como dijo Lawrence Peter “Yogi” Berra, el famoso manager de los Yankees de New York, “el juego se acaba cuando se acaba”, y falta mucho por suceder todavía en Venezuela.

Y así como los soviéticos lograron la victoria porque no dieron “ni un paso atrás”, los venezolanos la lograremos de la misma forma en este sitio de Stalingrado llamado Venezuela, cuando de las manos de sus legítimos representantes en una Asamblea Nacional Constituyente, cambiemos para siempre la forma de gobernarnos, a pesar de aquellos que solo persiguen administrar mezquinamente nuestra chequera, en lugar de prodigarnos como Nación un prometedor futuro.

Caracas, 4 de Mayo de 2016

Twitter:@laguana

viernes, 29 de abril de 2016

Un liderazgo que valga la pena

Por Luis Manuel Aguana

Sin ánimo de estar en contra de la corriente “revocatoria”, soy el que menos desea aguarle una esperanza al pueblo venezolano de poder solucionar el problema político causado por este régimen delincuente, por la vía de un Referendo Revocatorio. Al contrario, soy de los que piensa que si esa figura está en la constitución, ¿cuál es el problema de usarla? No estoy en desacuerdo con un Referendo Revocatorio. Con lo que estoy en desacuerdo es concurrir a él basados en unas reglas definidas especialmente para hacer fracasar esa iniciativa, escritas precisamente por los mismos delincuentes electorales que desde el 2004 han preservado en el poder a este régimen.

Otra cosa con lo que estoy en desacuerdo es que sin haber cambiado ni una sola letra en la reglamentación de Referendos Revocatorios del CNE, y sin estar en vigencia plena una nueva Ley de Referendos justa y transparente, nuestra dirigencia insista que es “imposible” que perdamos un RR, porque la MUD “ganó” las elecciones del 6D a pesar de ese CNE, sin mirar el papel que jugaron las Fuerzas Armadas en todo ese proceso (ver ¿Ganó la MUD o perdió el gobierno? en http://ticsddhh.blogspot.com/2015/12/gano-la-mud-o-perdio-el-gobierno.html).

A partir de esta semana se ha explotado de nuevo la esperanza de un pueblo. Muchísimas personas haciendo cola para firmar las planillas, para llevárselas al CNE a fin de que los venezolanos “nos retratemos” con huella y todo ante el gobierno para revocar al Ilegítimo. Tal vez aquellos que ya firmamos la Lista de Tascón no nos importe firmar hasta en las paredes para que estos malandros se vayan, pero en lo que si hay que estar claros es que el régimen necesita actualizar esa lista y nosotros se la proporcionaremos sin ningún costo. Esto es lo que objetivamente veo en todo este movimiento “revocador”: insistir que “si podemos revocarlo” porque “pudimos” con este CNE. Y esto podría efectivamente conducirnos a otra frustración semejante o peor que la del 15 de agosto de 2004 que nos lleve a “dejar las cosas así” porque "con estos malandros no se puede hacer nada", desistiendo para siempre de tomar nosotros mismos las riendas de nuestro propio destino. El pueblo cubano ya lleva mas de 50 años esperando que pase algo.

Y esto me obliga a comentar la dimensión ética del liderazgo político. ¿Cuál debería ser la proposición de nuestros dirigentes políticos de oposición ante este cuadro dramático y dantesco que vive la sociedad venezolana? ¿Engañar a la población abriendo una nueva esperanza que ELLOS SABEN que no es solo muy difícil de alcanzar, sino que las condiciones para que se cristalicen juegan marcadamente a favor del régimen, solamente con el fin de justificar su existencia? Es en esta clase de momentos cuando los verdaderos políticos dan cause a las inquietudes de sus pueblos y los DIRIGEN hacia las acciones que enfrenten con la seriedad debida los problemas que les aquejan.

¿Qué hubiera pasado en Inglaterra si Winston Churchill no le hubiera dicho la verdad a su pueblo al marcar el paso en la Cámara de los Comunes en 1940, cuando reemplaza al anterior Primer Ministro Chamberlain, con aquella frase que se hizo luego tan famosa?: "No tengo nada que ofrecer sino sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor.". Los ingleses soportaron todo tipo de barbaridades, matizadas con bombardeos, penurias y sangre, resistiendo los embates de un enemigo poderosísimo solo porque su liderazgo se puso al frente de ese reto y no les mintió, infundiéndoles el coraje para resistir y luchar, y resultaron victoriosos.

Pareciera que le estamos pidiendo demasiado a nuestro liderazgo político de oposición, ya que al parecer prefieren seguir en lo mismo, dándole esperanzas a un pueblo cansado de mentiras. Recordamos con tristeza las ofertas electorales de la campaña de los diputados opositores: “si ganamos esta será la ultima cola”, o la siguiente de un conocido dirigente zuliano que compite para el record Guiness: “si triunfo dolarizaré la economía”. Ni se acabaron las colas, ni el arrojado diputado ha dolarizado la economía, pero si esta montado activamente en el nuevo proceso revocatorio. ¿No creen ustedes que ya es hora de dejar de engañarnos como sociedad, enfrentando de verdad este problema, comenzando por diferenciar la paja del trigo? El pueblo, creen ellos, lo aguanta todo, hasta una nueva decepción....y no es asi.

Como indiqué al inicio, no seré yo quien les enfríe la alegría a los venezolanos con la posibilidad de un Revocatorio exitoso al Ilegitimo. ¿Pero es eso lo que deberían estar haciendo los dirigentes políticos de oposición? ¿No creen ustedes que una vez que los  diputados que fueron electos con esa mayoría tan abrumadora y son ignorados inconstitucionalmente por unos jueces venales, no deberían conducir protestas permanentes en la calle respaldadas por esos electores, a todo lo ancho y largo del país exigiendo que se cumpla la voluntad del Soberano que votó por ellos? Si los vi protestar pero solo “para solicitar planillas ante el CNE”, encadenándose y convocando a marchas, pero no para hacer efectivo el cheque que les endosaron los ciudadanos el 6 de Diciembre para hacer un cambio efectivo en la grave situación del país, sino para un “quítate tu para ponerme yo”.

Y esto me trajo a la memoria la frase de Simon Sinek: La gente no compra lo que uno hace; compra el porqué uno lo hace (ver How great leaders inspire action, en http://www.ted.com/talks/simon_sinek_how_great_leaders_inspire_action). Y la gente cree de verdad que esta comprando con eso la salida del problema de Venezuela y ESO NO ES VERDAD. Y eso tiene que ver mucho con este comportamiento aparentemente extraño del liderazgo opositor de ir a un revocatorio en ropa interior. ¿Por qué creen ustedes verdaderamente que una parte del liderazgo de la oposición busca ese revocatorio SIN CONDICIONES? ¿Para que Venezuela salga de esta crisis o para posicionarse con ventajas frente al resto de las fuerzas políticas? Disculpen lo crudo del planteamiento pero cada “salida” planteada fue patrocinada por una fuerza política opositora diferente, y al irse descartando cada una por parte del régimen, aquella que quedo en el ruedo, el revocatorio, contaría con el respaldo masivo de la población – como en efecto está ocurriendo- pero sin un seguro de protección.

¿Quiénes saldrían efectivamente beneficiados políticamente de un fracaso opositor en ese revocatorio, por supuesto aparte del régimen? Piensen. Simplemente aquella fuerza “que hizo lo posible” para que eso ocurriera pero “que no tuvo éxito porque el régimen actuó como siempre lo ha hecho”, al amedrentar opositores y no se alcanzara la cifra mínima necesaria del 20%, o retrasarlo al punto de no valiera la pena hacerlo porque Maduro nombraria a Cilia como Vicepresidente sucesor, o nos dejaría al negro Aristóbulo, en el mejor de los casos. Una teoría de supervivencia en tierra arrasada que concuerda con aquello de hacer todo lo necesario para sobrevivir aunque ello implique que lo que se haga contribuya a profundizar el dolor y la miseria de muchas personas. Y algunos dirigentes de partidos piensan que eso es hacer política...pero a costillas de la frustración de la gente. Algunos llaman a eso "realpolitik"...

Esperamos de verdad que cualquier cosa que ocurra con ese Referendo Revocatorio le sirva al venezolano como aprendizaje y no como argumento de frustración, aunque resulte muy duro, calibrando de manera definitiva a quienes nos pusieron en esa situación, y buscando para el futuro nuestro propio destino, de la mano de un liderazgo que nos inspire, que nos diga la verdad y que este dispuesto a ponerse al frente del reto que significa sacar a Venezuela de esta desgracia, sin pensar en cálculos políticos de supervivencia futura. En resumen, un liderazgo que valga la pena...

Caracas, 29 de Abril de 2016

Twitter:@laguana

domingo, 24 de abril de 2016

Pacto y Constitución

Por Luis Manuel Aguana

No ha sido una sino varias veces que nos han preguntado si tenemos una propuesta constitucional que hacer en el caso de la discusión del tema de la reestructuración del Estado en una posible y necesaria ANC. Y la respuesta ha sido invariablemente la misma: No, pero si unos lineamientos para la discusión porque ese es un tema que compete a la ANC.

Sin embargo convengo en que si se tuviera un proyecto listo a ser sometido a la consideración de los ciudadanos constituyentistas, la discusión iría definitivamente más rápido en la Asamblea Nacional Constituyente. Pero la idea no es hacer un texto sino construir un Pacto Social de convivencia que haga perdurable cualquier cosa que se escriba como producto de ese Pacto. Lo que hace que las constituciones sean cumplidas es la solidez de ese Pacto institucional, la credibilidad que tengan de el las fuerzas políticas que lo suscriban. Ese es en realidad el secreto de la duración y el cumplimiento de una Constitución.

¿Y qué está mal del pacto actual? Que los venezolanos somos los que llevamos la peor parte como gobernados, teniendo quienes nos gobiernan la mejor parte. ¿Que trato puede ser bueno si se basa en que el 80% lo maneja el que administra y el 20% el dueño de la soberanía? El Presidente con su Poder Ejecutivo administra el 80% de nuestros ingresos por la vía constitucional y el resto del país solo ve hasta un máximo de 20% a través del Situado Constitucional (Art. 167.4).

Y de paso de ese 20% que llega a las regiones solo un 20% llega a las Alcaldías, con lo que los Alcaldes de todo el país se tienen que apañar con hasta un máximo del 4% del Presupuesto Nacional para hacerle frente a las demandas del diario vivir ciudadano. ¿Qué clase de pacto es ese? ¿No debería ser la cosa completamente al revés? ¿No deberían tener las regiones más, y a su vez Alcaldes, aun mas de ese pedazo? Esto es, 20% el Poder Ejecutivo y 80% las regiones y de ese 80, 20% a las gobernaciones (ahora tienen el 80%) y las Alcaldías el 80%, esto es el 64% del Presupuesto Nacional, un 60% más que ahora. Eso sí sería un pacto más justo para todos.

Del  pacto actual está mal que un Presidente decida a su leal saber y entender que hacer con el 80% bajo su completa discrecionalidad, como ha ocurrido en los últimos 17 años, cuando antes, al menos esa administración era sometida al escrutinio de un Congreso que la controlaba. Pero aun así, los administradores, la clase política del país, decidían a quien le daban y a quién no, cuales proyectos de desarrollo regional ejecutaban y cuáles no, de acuerdo a las conveniencias políticas del momento. Ahora simplemente se ha agravado la discrecionalidad porque ahora la chequera está sin control, drenándose para  afuera del país los recursos de la población para comprar apoyos políticos. Simplemente ya el pacto no es aceptable para una parte, nosotros los ciudadanos de este país.

Pero no era solo una cuestión de recursos. El pacto desigual entre gobernantes y gobernados de la constitución pasada y presente aseguraba que el gobierno tuviera el suficiente poder para garantizar estabilidad ante un golpe militar en una naciente democracia. Pero lo que no garantizaba era que esos gobernantes se enriquecieran como efectivamente lo hicieron, arruinando lo que se deseaba garantizar. Eso lo demostró –y lo sigue demostrando- Hugo Chávez en 1992.

Pero, ¿quién construye ese Pacto? ¿Los constitucionalistas? ¡Por Dios, no! ¡Los políticos deben construir ese nuevo Pacto Social! Y eso me recuerda una anécdota con abogados que viví hace poco más de 20 años, en una de mis más interesantes experiencias en los negocios  internacionales. En esa oportunidad conocí a un importante hombre de negocios que me citó a una reunión en uno de los hoteles más exclusivos del mundo en los Estados Unidos.

En la sala de reuniones de la suite presidencial del hotel, el personaje se presenta con un señor que no abrió la boca en toda la reunión de negocios. Al hacer la introducción me indica, “este señor es mi abogado. El oirá todo lo que hablemos y no hablará”. Al escuchar eso le pregunté cual era la razón. Inmediatamente comprendió y me dijo: “Nosotros discutiremos el negocio, definiremos los términos y el alcance de lo que deseamos hacer, luego él pondrá eso en el lenguaje correspondiente y lo constatara con nosotros para ver si eso se corresponde con lo que acordamos. El no define el negocio, ese es nuestro trabajo. El de él es hacerlo legal…”. Eso no se me olvidó más nunca.

La anterior anécdota describe lo que significa llegar a un texto legal, pero con la previsión de acordar antes el pacto que le de estabilidad y durabilidad a ese texto legal. El Pacto lo definen las fuerzas políticas con la presencia de los abogados constitucionalistas. Luego estos lo pondrán en el lenguaje correspondiente en un texto legal llamado Constitución.

¿Y qué cosas, por ejemplo, deberían definirse en ese Pacto? En primer lugar que los venezolanos acerquemos el Poder a los ciudadanos como una premisa base  fundamental, con el fin no solo de controlar lo que hacen los gobernantes, sino de hacer verdaderamente efectiva la democracia. Y no existe mejor manera de hacer eso que balancear el Poder de quien lo tiene ahora (el Poder Ejecutivo) a quienes no lo tienen (el Parlamento, las regiones, los Municipios). Por otro lado, así como se define quien debe tener el Poder, debe definirse de donde salen los recursos para que estos lo ejerzan a favor del ciudadano. De allí debe partir toda la estructura para que se garanticen sus derechos. Deberemos, como principio político fundamental, Federalizar realmente al país. Veamos:

Allan R. Brewer-Carias, citado por la COPRE (1) indicaba en 1982: “Una efectiva descentralización política administrativa del Estado venezolano, sin duda, requiere de una modificación constitucional que reformule el esquema de nuestra forma de Estado y establezca un Estado descentralizado, tomando como base la Federación….La autonomía política tributaria, financiera y administrativa de los entes territoriales, en cualquier sistema de descentralización político territorial, está directamente relacionada con el sistema de distribución de competencias que se establezca. La autonomía será inútil e inocua, como lo es el caso de Venezuela, si no se tiene materia sobre la cual ejercerla: ¿De qué sirve que los Estados tengan autonomía tributaria, si todas las materias imponibles se las ha reservado la Constitución al Poder Nacional o al ámbito local?; ¿De qué sirve que los Estados tengan una autonomía financiera y administrativa, si el crédito público y la inversión del Situado Constitucional, depende de lo que disponga, centralizadamente, el Poder Nacional?; en fin, ¿Para qué sirve la autonomía política, si el órgano ejecutivo de los Estados no puede elegirse por la comunidad regional, y si bien los Diputados a las Asambleas Legislativas son electos, estos, en su actividad, no tienen, realmente,  nada útil que hacer, por la ausencia de competencias estatales en el corto período de sesiones? (Nota: esta cita fue hecha antes de las elecciones de Gobernadores y Alcaldes, pero lo demás permanece válido en la actualidad).

Frente a este panorama desolador, la Constitución debe ser urgentemente modificada, y por supuesto, solo dos vías están abiertas para enmendar la estructura organizativa del Estado: terminar de centralizar el Estado, política y administrativamente, eliminando los ribetes federales del Estado Unitario, haciendo desaparecer las Asambleas Legislativas y los Estados mismos, y previendo simplemente demarcaciones administrativas  al Estado central, para su eventual descentralización funcional y desconcentración, lo que propugnan muchos; o, en la otra vía, establecer un auténtico sistema de descentralización político-administrativo del Estado, aprovechando la estructura federal que nos pertenece por tradición, para construir el Estado por dentro, revitalizando la política, y la administración regional, y establecer un nuevo federalismo.”

Si era urgente la modificación constitucional que nos llevara a ese nuevo federalismo en 1982 y no se hizo, imagínense lo urgente que será ahora en el 2016, después que otra Constitución agravó aún más el problema en 1999. Ese PACTO entonces debe definir de entrada e inmediatamente si escogemos el primer camino o el segundo, de una vez por todas en los más de 200 años de vida republicana que tenemos. Y ya vemos donde el primero nos ha conducido.

Pero eso es una DEFINICION POLITICA de hacer realidad el supuesto federal que todavía gravita en el venezolano. O centralizamos en el Pacto o descentralizamos. No se puede ser una cosa y otra a la vez, como ha ocurrido hasta ahora. Hay que interpretar el sentimiento nacional para poder llegar a eso. Una vez definido, lo demás serán los derechos que la actual constitución nos garantiza y que estarían ahora inmersos en una estructura federal de gobierno, así como la redefinición de la nueva estructura federal para los Poderes Públicos, descentralizándolos a favor de los Municipios, que son las entidades más cercanas al Ciudadano . Ya eso es la labor de los Constitucionalistas, como en el caso del abogado de la anécdota, consecuencia de una decisión política.

Un nuevo Pacto Social que beneficie al Ciudadano frente a los gobiernos será tan perdurable como la constitución que lo contenga. Quedara de nosotros entender la dimensión política que conlleva eso y sus implicaciones. Es por esa razón que a esa Asamblea Nacional Constituyente deberán llegar constructores de país, no simples buscadores de cargos públicos ni políticos electoralistas. De eso dependerá el bienestar de nuestras nuevas generaciones…

 Caracas, 24 de Abril de 2016

Twitter:@laguana

(1)     Constitución y Reforma, Proyecto de Estado Social y democrático de derecho, Comisión para la Reforma del Estado, COPRE, Págs. 91-92, ISBN: 980-6120-26-4, Agosto 1991