miércoles, 17 de julio de 2019

Las tres fases del Plebiscito

Por Luis Manuel Aguana

En este asunto del Plebiscito que hemos planteado al país, a mi juicio hay tres fases que tenemos que cubrir. La primera de ellas es convencer a los venezolanos que esa es la opción mas recomendable para el momento político que vive Venezuela por encima de la solución "electoral" que propone la oposición oficial. La segunda, una vez concluida la primera fase, es decidir cómo llevarlo a cabo. Y la tercera es hacer que se cumpla lo decidido por el pueblo en ese Plebiscito.

Es por eso que si entramos a discutir el cómo lo haremos sin haber convencido primero a la gente de la necesidad de hacerlo resulta en un ejercicio de discusión inútil. Es por eso que cuando me preguntan "¿y como van a hacer ese Plebiscito si ustedes no son partido y la oposición oficial esta en contra?". Y es verdad. Nosotros, los proponentes, no tenemos la capacidad organizativa, ni el dinero, ni los medios, para llevar a cabo una tarea de esa magnitud. Pero eso no significa que no tengamos razón en que eso es lo que hay que hacer en Venezuela, o llevarlo a un debate público para discutirlo como alternativa frente a la barbaridad electoral que proponen. Pero también es IMPOSIBLE realizar eso sin el concurso de todos los venezolanos, INCLUYENDO A LA OPOSICIÓN OFICIAL.

En mi opinión -como todas las que emito en este blog- desechamos a priori una solución electoral negociada de cualquier forma con Nicolás Maduro Moros, porque en Venezuela el régimen contaminó y destruyó todas las instituciones, especialmente la electoral. No existe la institución militar y policial, quedando allí solo una milicia castrocomunista a las órdenes de Maduro que persigue, secuestra encarcela, tortura y asesina venezolanos. No existe una institución judicial. Lo que queda allí es una mafia de jueces mandaderos y otros funcionarios que hacen "legal" el encarcelamiento de quienes se opongan al régimen, encabezados por un ex convicto por asesinato. ¿Como podemos "negociar" así un proceso electoral transparente? Nos queda solo esgrimir la Soberanía Popular ejercida por nosotros mismos a tenor de los Artículos 5, 70, 333 y 350 Constitucionales. Eso es poco entendido fuera de Venezuela y hay que hacérselo entender a los países amigos: NO SE PUEDE NEGOCIAR ELECCIONES CON EL RÉGIMEN DE NICOLÁS MADURO MOROS.

La Alianza Nacional Constituyente no fue la organizadora de la Consulta Popular del 16J-2017 pero definitivamente si fuimos los únicos proponentes que  exigimos pública y oficialmente a la Asamblea Nacional y a la Fiscalía General de la República para que se  procediera a consultar al Soberano sobre esa materia de trascendencia nacional, porque Maduro había convocado a una Constituyente sin autorización del Depositario de la Soberanía Popular (ver Carta a Julio Borges, Presidente de la Asamblea Nacional, en http://tinyurl.com/u9fjbeu y solicitud  oficial de pronunciamiento público a la Fiscal General de la República, en http://tinyurl.com/yacrgs9p, ambas del 25 de Mayo de 2017).

Posteriormente, por presiones de múltiples sectores de la sociedad civil y a regañadientes, porque no lo querían hacer, ni era de su interés estratégico, los sectores políticos opositores accedieron a consultar al Soberano, aprobando en la Asamblea Nacional la petición manifestada el 4 de Julio en el Teatro Chacao por la representación de la sociedad civil, mediante un histórico Acuerdo el 5 de Julio de 2017 que convocó a la Consulta Popular el 16 de Julio de 2017, 11 DÍAS DESPUÉS. Esa es la verdadera historia.

Entonces,  ¿se puede o no se puede consultar al Soberano en 15 días sin la injerencia de Poderes Públicos podridos y dar un veredicto ciudadano a esta gravísima situación si todo el mundo está de acuerdo? No es ANCO solamente quien debería estar interesada sino todo el mundo. Solo así es posible, no solo realizar ese Plebiscito, sino hacerlo en un plazo muy breve.

Todos los partidos y la sociedad civil UNIDOS se organizaron para contar los votos de esa consulta UNO POR UNO, lográndose el evento cívico más grande de Latinoamérica y del mundo, que movilizo a mas de 7,5 millones de venezolanos en nuestro país y en el exterior por cuenta propia. Todavía los venezolanos no nos hemos percatado a cabalidad de lo que hicimos ese día. Fue a partir del 16J-2017 que el mundo se dio cuenta de la dimensión del problema venezolano y de nuestra vocación democrática comprobada. Es por eso que cuando me dicen "¿y otra consulta mas?" yo digo SI, y todas las que sean necesarias, porque no se trata de "otra consulta más" sino de lograr la manifestación política de la poderosísima fuerza única que solo posee quien tiene el Poder Originario, el Pueblo de Venezuela, que es el que respetan los pueblos civilizados del planeta.

Si bien es cierto que la Asamblea Nacional como cuerpo colegiado traicionó la voluntad popular, cumpliendo de manera mínima el mandato del 16J-2017, eso de ninguna manera invalida el instrumento consultivo que se puede seguir utilizando y dirigiendo en beneficio del pueblo venezolano, en cualquier momento político que se requiera porque se encuentra establecido en la Constitución.

Me extraña que personalidades políticas de importancia desdeñen la aplicación de este instrumento porque en una oportunidad quien tenia la responsabilidad de hacer valer la decisión del pueblo no lo hizo. No solo es estúpido sino criminal. Si hubieran cumplido nos hubiéramos ahorrado dos años de lucha política (y también muchos muertos) en contra del régimen, si la Asamblea Nacional hubiera juramentado al Presidente de la Asamblea Nacional de ese entonces como Presidente Encargado de la República, el siguiente día de la Consulta del 16J-2017 por mandato expreso del pueblo venezolano. Ningún país nos hubiera negado el reconocimiento. Así de magna fue esa consulta.

Fue el peso específico del Soberano el 16J-2017, articulado con el pueblo en la calle lo que dio origen al fenómeno político de Juan Guaidó el 23 de Enero y es la fuerza telúrica que representó la Soberanía Popular expresada, cuando se canaliza y se aplica de manera adecuada, la que da la contundencia y la fuerza necesaria para mover lo inamovible.

En ANCO, de nuevo, somos los proponentes de la misma iniciativa de consulta al pueblo venezolano como mecanismo para garantizar el "cese de la usurpación" de Nicolás Maduro Moros en el poder, y en caso de que este ignore ese mandato sea el pueblo quien autorice la intervención de carácter humanitario con respaldo militar internacional en Venezuela. Nótese aquí que solo proponemos el instrumento para el “cese de la usurpación”. El Gobierno de Transición deberá continuarlo Juan Guaidó como se estableció el 23 de Enero al haber asumido la Presidencia Encargada de la República hasta el llamado a unas Elecciones Libres.

Me parece inconcebible que las fuerzas políticas de la oposición oficial pretendan convencer a los venezolanos de ir a un proceso electoral bajo las mismas condiciones del 20 de Mayo de 2018. El rechazo será de nuevo contundente, pero en esta ocasión es inadmisible seguir perdiendo tiempo y vidas venezolanas. ¿Y con que nos quedaremos nosotros después de ese rechazo ? ¿Con la esperanza de un pronunciamiento militar imposible de realizar al haberse destruido esa institución, cuando tenemos de nuestro lado la fuerza mas grande que es la expresión de la voluntad ciudadana, respaldada ahora por mas de medio centenar de países, que no teníamos de nuestro lado el 16J-2017? ¿Porque no la convocamos? ¿Porque no la convoca Juan Guaidó? ¿Porque insistir en un dialogo envenenado con el régimen?

Conjuntamente con un grupo de ciudadanos comprometidos que estuvo de acuerdo con la iniciativa de consulta, se realizó un ensayo hace pocos meses a través de las redes sociales, haciendo públicas las razones y el texto de la consulta, en los términos expresados en la petición "Cese de la Usurpación y cumplimiento del deber y la Responsabilidad de Proteger (R2P)" (ver petición de firma en https://www.change.org/p/comunidad-internacional-cese-de-la-usurpaci%C3%B3n-y-cumplimiento-del-deber-y-la-responsabilidad-de-proteger-r2p).

Lo que se encuentra en esa petición sería el texto aproximado de lo que se consultaría a los venezolanos, manteniendo el principio fundamental de que quien decide solicitar la intervención humanitaria con apoyo militar internacional es el soberano pueblo de Venezuela. Si la Comunidad Internacional no viene en nuestro auxilio en respuesta al SOS de los venezolanos, entonces serán tan responsables como nosotros de lo que suceda en Venezuela y en la región, quedando claramente establecida la vocación democrática de nuestro pueblo de haber tratado de salir de nuestras diferencias en paz, a través de una solución constitucional, pacifica y electoral, antes de que se desate la violencia...

Caracas, 17 de Julio de 2019

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Twitter:@laguana

lunes, 15 de julio de 2019

Amenaza creíble

Por Luis Manuel Aguana

Dedicado a los venezolanos que se pronunciaron el 16 de Julio de 2017

Siempre comparé, sin ser especialista en el tema policial, el caso venezolano con una situación de rehenes. Tenía que escapar el Comisario Iván Simonovis de la cárcel impuesta por el régimen para darme la razón, al afirmar en una entrevista al periodis Javier Mayorca lo siguiente: "A mi manera de ver, lo de Venezuela es como una situación de rehenes. Maduro y un grupo de militares tienen secuestrado a 27 millones de personas" (ver Iván Simonovis: Se puede negociar si hay una amenaza creíble, en http://www.noticierodigital.com/2019/07/simonovis-se-puede-negociar-una-amenaza-creible/).

A la pregunta de Mayorca: "Hay dos soluciones, una negociada, y la otra es la intervención. ¿Cuál se usa?" la respuesta del especialista es muy clara: "La que sea necesaria. Pero una no excluye a la otra. Muchos me conocen por el caso de Cúa. Entonces, el comisario Víctor Amram negoció hasta el momento en que se ordenó la intervención. La negociación siempre estará allí, pero tiene que existir una preparación, porque en un momento las negociaciones fallan y ya no son necesarias… El delincuente tiene que darse cuenta de que existe una amenaza creíble, que es capaz de hacerse lo que sea para salvaguardar la vida de los inocentes….".

Pero, ¿es eso lo que están haciendo en Barbados? Todo indica que no. Simonovis con su amplia experiencia policial les está diciendo que la negociación tiene un fin diferente. No es que se negocie soltar a los rehenes para luego quedarse trabajando con los secuestradores. No creo que esa sea la tónica de esa opinión calificada. Es más bien "o se entregan pacíficamente o los sacamos a la fuerza", teniendo afuera del sitio del secuestro todo el poder de fuego necesario para expulsarlos y que los delincuentes sepan que de verdad se va a utilizar ese poder si no ceden, con unos negociadores amenazando todo el tiempo que deben irse a la brevedad, so pena de salir muertos de allí.

El planteamiento del Plebiscito pone los términos de esa negociación en el sentido correcto. Los venezolanos decidimos si se van o no, con la policía lista para actuar de acuerdo con ese mandato. Punto. No es tan difícil de entender.

No se trata de que les demos "medio gobierno" para que se vayan y suelten a los rehenes. Eso es inconcebible. Ni siquiera tienes que conversar con ellos porque en soberana práctica constitucional no son los dueños del país. Los dueños del país somos todos los venezolanos como Depositarios de la Soberanía nacional. ¿Cuál es la razón entonces de siquiera pensar negociar cuando quienes tienen ese poder de decisión –todos los venezolanos-, en su inmensa mayoría, desean que se vayan? De allí que exijamos un Plebiscito. No es ningún favor el que estamos pidiendo, es un Derecho Constitucional.

El Plebiscito no sería sino el trámite administrativo y legal para solicitarle formalmente a las fuerzas policiales del mundo que nosotros los autorizamos a proceder a sacarlos por la fuerza si no cumplen con el mandato del pueblo. De eso se trata.

La negociación de los términos de salida vendría luego de que se tenga ese trámite concluido. Por lo tanto ir a negociar antes de eso con esos delincuentes solo se puede entender de una manera: darle margen a los secuestradores para que continúen con el secuestro y salvaguarden sus intereses, y los intereses de quienes están implicados del lado de la oposición "negociadora".

¿Cuál es la "amenaza creíble" que le están mostrando al régimen estos negociadores en Barbados? ¿Que activarán el 187, numeral 11 en la Asamblea Nacional? ¿O que Juan Guaidó pedirá una intervención armada a la Comunidad Internacional? El régimen esta muerto de la risa con eso. Guaidó puede decir misa y régimen se orinará sobre lo que diga. No es creíble. Y más aún cuando fueron a Barbados a mendigar elecciones y aceptan ir a "negociar un CNE" poniendo el régimen sus condiciones. Es que con el solo hecho de ceder a una negociación ya la oposición oficial fue en desventaja.

¿Donde se pone creíble la amenaza? Cuando la fuerza que solo tiene el Depositario y dueño de la Soberanía se pronuncia. Cuando es el pueblo el que decide -no Juan Guaidó- que ocurra una intervención humanitaria con respaldo militar, basada en la Responsabilidad de Proteger (R2P) de la ONU, solicitada en un Plebiscito si el régimen no abandona el poder en el caso de que el pronunciamiento del soberano sea claro y preciso para su salida. ¿Cual país de todos los que han reconocido a Guaidó se negaría a ayudarnos con ese mandato claro del pueblo?

Entonces tiene mucha razón el Comisario Simonovis en el sentido que se requiere una amenaza creíble para que los delincuentes cedan para irse en paz. Pero esa no es la negociación que se está llevando a cabo en Barbados. Allí se pretende la coexistencia con el régimen. Y esa coexistencia es incompatible con la mejora de la situación general de los venezolanos. ¿Y por qué? Porque están enfrentadas dos maneras y concepciones opuestas de ver al mundo.

Por ejemplo, ¿es compatible la destrucción del aparato productivo que ha ocurrido hasta ahora, basada en una doctrina que estatiza la producción, con la inversión de capitales foráneos necesaria, porque los socialistas del siglo XXI se robaron hasta la limosna de las iglesias, destruyéndolo todo? ¿Son compatibles las milicias armadas del régimen con la reconstrucción de unas Fuerzas Armadas institucionales y democráticas, teniendo la injerencia de cubanos, rusos, chinos, iraníes, y el terrorismo internacional de las FARC y el ELN? En ambos ejemplos, o es una cosa, o es la otra. No hay términos medios. Entonces, ¿qué clase de minestrón pretenden negociar con esos delincuentes? Esto solo nos dice que es imposible tener un gobierno estable posterior si el animal socialista continúa metido dentro de la casa.

En un panorama como el descrito, un Plebiscito donde sea el pueblo el que decida es mandatorio. No esperemos más.

Caracas, 15 de Julio de 2019