domingo, 21 de julio de 2019

Plebiscito: que el pueblo decida el cese de la usurpación

Por Luis Manuel Aguana

Intervención en el Foro-Conversatorio: “Venezuela derrota al régimen e inicia la reconstrucción, Que el pueblo decida el camino al cese de la usurpación”, Maturín, 20 de Julio de 2019

Comienzo por agradecer a la sociedad civil de oriente por esta nueva oportunidad para debatir propuestas dirigidas a resolver la grave crisis por la que atraviesa el país. Y esta crisis no solo es económica, política y social, sino también de ciudadanía, de valores y de propuestas. El país se muere en las calles, sin agua, sin luz, sin seguridad, sin comida y los ciudadanos solo contemplan al liderazgo político disputarse posiciones públicas como lo hacen los borrachos al pelearse por una botella vacía. No se debaten propuestas.

Pretenden que aceptemos sin más la misma solución electoral cuyo fracaso hemos vivido y padecido con el régimen sin resultados concretos para la Nación. Pretenden que esperemos un año a que hagan elecciones para entonces comenzar a resolverles la vida a los venezolanos. ¡Mayor cinismo imposible! Y aunque se hicieran elecciones, de qué serviría hacerlas si cualquiera que resulte electo no podría resolver los problemas de la población a causa de un sistema de país inviable, que prescribe constitucionalmente que a las regiones solo se les da una migaja de la Hacienda Pública. Entonces, ¿qué solución es esa para la gente?

En ANCO hicimos un alto de difundir activamente nuestra propuesta Constituyente de impulsar un Proyecto de País -proyecto a través del cual ustedes nos conocieron- desde el 1ro de Mayo de 2017 cuando el ilegitimo que ocupa Miraflores convocó ilegalmente a una Constituyente sin contar con la aprobación del pueblo de Venezuela. Comenzamos desde el mismo 3 de Mayo de ese año a impulsar activamente y proponer institucionalmente una consulta popular para detener esa convocatoria inconstitucional. Y nuestra propuesta se convirtió en política de la oposición al convocarse el pueblo venezolano a la histórica Consulta Popular del 16 de Julio de 2017.

La historia nos ha convocado de nuevo a salir al país, esta vez para plantear una variante de nuestro desiderátum principista, que señala que el destino de Venezuela tiene que pasar irrevocablemente por una decisión del pueblo soberano. Y lo que proponemos ahora es un Plebiscito para que el pueblo decida.

Porque no es Juan Guaidó, ni la Asamblea Nacional sino el pueblo venezolano el que debe decidir la solución que habrá de aplicarse en Venezuela si el régimen insiste en usurpar el poder. Estamos promoviendo un Plebiscito para que la fuerza que solo reside en el Depositario de la Soberanía se pronuncie ante el mundo ordenándole a quienes usurpan el poder que solo confiere la voluntad del pueblo, que lo entreguen a favor de quien ha sido constitucionalmente designado como Presidente Encargado de la República el 23 de Enero de 2019, Juan Guaidó. Ese es el procedimiento que estamos promoviendo, NO unas elecciones con quienes hemos desconocido como poder.

En ANCO, de nuevo, somos los proponentes de la misma iniciativa de consulta al pueblo venezolano como mecanismo para garantizar el "cese de la usurpación" de Nicolás Maduro Moros en el poder, y en caso de que este ignore ese mandato sea el pueblo quien autorice la intervención de carácter humanitario con respaldo militar internacional en Venezuela. Es importante enfatizar aquí que solo proponemos el instrumento para el “cese de la usurpación”. El Gobierno de Transición deberá continuarlo Juan Guaidó como se estableció el 23 de Enero al haber asumido la Presidencia Encargada de la República hasta el llamado a unas Elecciones Libres.

Los partidos políticos que ahora están negociando con el régimen en Oslo y ahora en Barbados han comenzado a utilizar su maquinaria comunicacional para hacerles creer a los venezolanos que solo nos queda la vía electoral para resolver la crisis. Y esa solución, lejos de resolverla, la profundiza. Y la profundiza porque no se ha resuelto todavía uno de los pilares fundamentales que sostienen al régimen, y que siempre ha sido ignorado por quienes han cohabitado por años: el sistema electoral.

Lo he afirmado antes muchas veces, y lo afirmaré hoy de nuevo: NO SE PUEDE SEGUIR UTILIZANDO EL SISTEMA AUTOMATIZADO DEL CNE DEL REGIMEN PARA CONTAR LOS VOTOS DE LOS VENEZOLANOS. Que no es suficiente cambiar los Rectores del CNE y actualizar el Registro Electoral. ¡Que hay que hacer una reingeniería completa del sistema electoral ANTES DE HACER OTRA ELECCION EN VENEZUELA! ¡Y eso no se puede hacer con el régimen en Miraflores! El solo leer la Sentencia Expediente No. SE-2018-001 de la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia Legítimo en el exilio de fecha 13 de Junio de 2018, del cual tuve el honor de ser convocado como técnico experto (leer Sentencia en http://ticsddhh.blogspot.com/2018/06/tribunal-supremo-de-justicia-declara.html) da cuenta de la gravedad de la situación del Poder Electoral venezolano al punto que ese Alto Tribunal declaró NULO el uso del Sistema de Voto Automatizado para elecciones en Venezuela, lo que amerita una completa reingeniería del Poder Electoral venezolano.

En consecuencia, cualquier solución electoral en los términos planteados por el régimen y la oposición oficial no constituye una salida a la crisis. Se debe entonces recurrir a la fuente misma de donde nace la institucionalidad, que no es otra que la Soberanía Popular, donde se excluya totalmente ese cáncer institucional llamado CNE con todas sus maquinas y procedimientos, y volver al principio mismo de contar los votos uno por uno…

Si la Comunidad Internacional insiste en una solución electoral es porque reconoce sin lugar a dudas que hay que recurrir a la Soberanía Popular y contar los votos para resolver nuestras diferencias. Pero debemos entonces convencerlos que nosotros desde la Sociedad Civil también creemos en esa vía pero no en los términos planteados por el régimen y la oposición oficial. Convencerlos que un Plebiscito es también un mecanismo electoral pero con la diferencia de que puede poner en manos del pueblo la decisión trascendental de decidir la continuidad del régimen, pero por la vía de los votos, de una manera pacífica y constitucional, pero supervisada y sin la intervención de las instituciones secuestradas por Maduro.

Ir a unas elecciones con el régimen y su sistema implica que toleramos su existencia después de haberlo desconocido y le damos beligerancia política al aceptar los resultados electorales que salgan de esos comicios, con un sistema que de antemano sabemos está corrompido. Con un Plebiscito en los términos enunciados aquí no sería así. ¿Y por qué no? Porque de lo que se trata precisamente es de someter a la consideración de la Soberanía Popular Originaria la decisión trascendental acerca de la existencia misma del régimen –si lo queremos o no lo queremos-, con todo lo que ello implica, incluida su expulsión de la vida política del país. ¿Se dan cuenta de la diferencia?

Pero ustedes se preguntarán, ¿cómo llevar al régimen a ese juicio de la Soberanía del pueblo? Obviamente no es de ninguna manera fácil. Es claro que no deseará contarse voto a voto y de una manera abierta y supervisada por la Comunidad Internacional, a sabiendas que perderá el juicio popular. Es allí donde la presión externa de todos los países amigos, en especial la del Secretario General de la OEA, Luis Almagro, del gobierno de los Estados Unidos, de los gobiernos de Colombia y Brasil, que deben comenzar a ejercerse con mayor profundidad para obligarlo a contarse en esos términos y no en otros. La Comunidad Internacional debe ser la primera convencida de esta solución, aumentando y profundizando las sanciones ya aplicadas, hasta que el régimen acepte ir a un Plebiscito.

En este momento los países que nos apoyan hacen presión con las sanciones pero solo para que el régimen regrese por su cuenta al respeto de la Constitución, cosa que no ha pasado ni pasará, pero que indudablemente les ha afectado, con su consiguiente debilitamiento, sin el quiebre de la dictadura. Con la solución plebiscitaria la presión de la Comunidad Internacional se concentraría en un único y solo propósito: que el régimen acepte contarse en un Plebiscito. Esto aumentaría la presión de manera determinante porque sería una presión focalizada y dirigida a un solo único y claro objetivo, y no a uno difuso y general como ocurre ahora, dando una dirección unificada a las protestas que ocurran en Venezuela con una exigencia clara al régimen: que se cuenten en términos plebiscitarios.

El Plebiscito se haría con la colaboración de la sociedad civil y los partidos políticos que así lo decidan, sin la intervención del CNE, no solo por estar corrompido hasta los cimientos sino porque además este instrumento no es de su competencia constitucional (Art. 70), por lo que su realización resultaría además mucho más ágil e inmediata que una elección –como se demostró el 16J-2017-, contando siempre con el apoyo y supervisión de organismos internacionales (OEA y UE). Al aumentar la presión ejercida desde afuera hacia adentro, y desde las mismas entrañas del país, el régimen comenzará a solicitar “negociar” los términos de su sometimiento a la voluntad del pueblo. Es allí donde comenzaría la única negociación posible con ellos: la de los términos de su salida.

Pero, ¿cómo se haría para que el régimen cumpla con el resultado de ese Plebiscito? La respuesta a esa pregunta va de la mano con la aceptación del instrumento: de no cumplir el mandato popular emanado de las urnas de ese Plebiscito, el pueblo le estaría dando la base legal necesaria al mundo para una intervención humanitaria que haga cumplir la decisión del Soberano, no teniendo la Comunidad Internacional manera alguna de evitar el cumplimento de la Responsabilidad de Proteger (R2P) a Venezuela de acuerdo a los términos concebidos en la Asamblea General de la ONU del año 2005. Y para lograrlo de la manera más expedita y con la colaboración del único poder legítimo en Venezuela, la Asamblea Nacional no tendría más excusas para negarse a aprobar la presencia de fuerzas extranjeras dentro del país para apoyar lo decidido por el pueblo en el plebiscito, a través de su atribución establecida en la Constitución en el Artículo 187, numeral 11.

Un Plebiscito es una solución que se contrapone a las negociaciones con el régimen por parte de una oposición decidida a cohabitar para asegurar por la vía electoral su permanencia en las estructuras del poder. Daría continuidad a la promesa hecha a los venezolanos el 23E de terminar inmediatamente con la usurpación.

Sin embargo la solución plebiscitaria no es mágica. Conlleva trabajo y esfuerzo tanto nacional como internacionalmente, para convencer a mucha gente. El Plebiscito propuesto es intrínsecamente mucho más que una mera consulta popular como se ha pretendido hacer ver para descalificarlo. Es el mecanismo más expedito para terminar inmediatamente con el sufrimiento de la gente, que expresa políticamente la mejor fortaleza que tenemos frente al régimen y a la que teme, que no son las armas ni los soldados sino la Soberanía Popular que solo reside en ustedes. No es el gobierno interino de Juan Guaidó el que tiene el apoyo del mundo. Quien tiene ese apoyo es el pueblo de Venezuela, y así lo ha repetido infinidad de veces la Comunidad Internacional. Lo único que nos queda es convocar a ese pueblo para que se pronuncie. Espero haberlos convencido para comenzar a hacerlo…

Muchísimas gracias…

Maturín, 20 de Julio de 2019

Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana

miércoles, 17 de julio de 2019

Las tres fases del Plebiscito

Por Luis Manuel Aguana

En este asunto del Plebiscito que hemos planteado al país, a mi juicio hay tres fases que tenemos que cubrir. La primera de ellas es convencer a los venezolanos que esa es la opción mas recomendable para el momento político que vive Venezuela por encima de la solución "electoral" que propone la oposición oficial. La segunda, una vez concluida la primera fase, es decidir cómo llevarlo a cabo. Y la tercera es hacer que se cumpla lo decidido por el pueblo en ese Plebiscito.

Es por eso que si entramos a discutir el cómo lo haremos sin haber convencido primero a la gente de la necesidad de hacerlo resulta en un ejercicio de discusión inútil. Es por eso que cuando me preguntan "¿y como van a hacer ese Plebiscito si ustedes no son partido y la oposición oficial esta en contra?". Y es verdad. Nosotros, los proponentes, no tenemos la capacidad organizativa, ni el dinero, ni los medios, para llevar a cabo una tarea de esa magnitud. Pero eso no significa que no tengamos razón en que eso es lo que hay que hacer en Venezuela, o llevarlo a un debate público para discutirlo como alternativa frente a la barbaridad electoral que proponen. Pero también es IMPOSIBLE realizar eso sin el concurso de todos los venezolanos, INCLUYENDO A LA OPOSICIÓN OFICIAL.

En mi opinión -como todas las que emito en este blog- desechamos a priori una solución electoral negociada de cualquier forma con Nicolás Maduro Moros, porque en Venezuela el régimen contaminó y destruyó todas las instituciones, especialmente la electoral. No existe la institución militar y policial, quedando allí solo una milicia castrocomunista a las órdenes de Maduro que persigue, secuestra encarcela, tortura y asesina venezolanos. No existe una institución judicial. Lo que queda allí es una mafia de jueces mandaderos y otros funcionarios que hacen "legal" el encarcelamiento de quienes se opongan al régimen, encabezados por un ex convicto por asesinato. ¿Como podemos "negociar" así un proceso electoral transparente? Nos queda solo esgrimir la Soberanía Popular ejercida por nosotros mismos a tenor de los Artículos 5, 70, 333 y 350 Constitucionales. Eso es poco entendido fuera de Venezuela y hay que hacérselo entender a los países amigos: NO SE PUEDE NEGOCIAR ELECCIONES CON EL RÉGIMEN DE NICOLÁS MADURO MOROS.

La Alianza Nacional Constituyente no fue la organizadora de la Consulta Popular del 16J-2017 pero definitivamente si fuimos los únicos proponentes que  exigimos pública y oficialmente a la Asamblea Nacional y a la Fiscalía General de la República para que se  procediera a consultar al Soberano sobre esa materia de trascendencia nacional, porque Maduro había convocado a una Constituyente sin autorización del Depositario de la Soberanía Popular (ver Carta a Julio Borges, Presidente de la Asamblea Nacional, en http://tinyurl.com/u9fjbeu y solicitud  oficial de pronunciamiento público a la Fiscal General de la República, en http://tinyurl.com/yacrgs9p, ambas del 25 de Mayo de 2017).

Posteriormente, por presiones de múltiples sectores de la sociedad civil y a regañadientes, porque no lo querían hacer, ni era de su interés estratégico, los sectores políticos opositores accedieron a consultar al Soberano, aprobando en la Asamblea Nacional la petición manifestada el 4 de Julio en el Teatro Chacao por la representación de la sociedad civil, mediante un histórico Acuerdo el 5 de Julio de 2017 que convocó a la Consulta Popular el 16 de Julio de 2017, 11 DÍAS DESPUÉS. Esa es la verdadera historia.

Entonces,  ¿se puede o no se puede consultar al Soberano en 15 días sin la injerencia de Poderes Públicos podridos y dar un veredicto ciudadano a esta gravísima situación si todo el mundo está de acuerdo? No es ANCO solamente quien debería estar interesada sino todo el mundo. Solo así es posible, no solo realizar ese Plebiscito, sino hacerlo en un plazo muy breve.

Todos los partidos y la sociedad civil UNIDOS se organizaron para contar los votos de esa consulta UNO POR UNO, lográndose el evento cívico más grande de Latinoamérica y del mundo, que movilizo a mas de 7,5 millones de venezolanos en nuestro país y en el exterior por cuenta propia. Todavía los venezolanos no nos hemos percatado a cabalidad de lo que hicimos ese día. Fue a partir del 16J-2017 que el mundo se dio cuenta de la dimensión del problema venezolano y de nuestra vocación democrática comprobada. Es por eso que cuando me dicen "¿y otra consulta mas?" yo digo SI, y todas las que sean necesarias, porque no se trata de "otra consulta más" sino de lograr la manifestación política de la poderosísima fuerza única que solo posee quien tiene el Poder Originario, el Pueblo de Venezuela, que es el que respetan los pueblos civilizados del planeta.

Si bien es cierto que la Asamblea Nacional como cuerpo colegiado traicionó la voluntad popular, cumpliendo de manera mínima el mandato del 16J-2017, eso de ninguna manera invalida el instrumento consultivo que se puede seguir utilizando y dirigiendo en beneficio del pueblo venezolano, en cualquier momento político que se requiera porque se encuentra establecido en la Constitución.

Me extraña que personalidades políticas de importancia desdeñen la aplicación de este instrumento porque en una oportunidad quien tenia la responsabilidad de hacer valer la decisión del pueblo no lo hizo. No solo es estúpido sino criminal. Si hubieran cumplido nos hubiéramos ahorrado dos años de lucha política (y también muchos muertos) en contra del régimen, si la Asamblea Nacional hubiera juramentado al Presidente de la Asamblea Nacional de ese entonces como Presidente Encargado de la República, el siguiente día de la Consulta del 16J-2017 por mandato expreso del pueblo venezolano. Ningún país nos hubiera negado el reconocimiento. Así de magna fue esa consulta.

Fue el peso específico del Soberano el 16J-2017, articulado con el pueblo en la calle lo que dio origen al fenómeno político de Juan Guaidó el 23 de Enero y es la fuerza telúrica que representó la Soberanía Popular expresada, cuando se canaliza y se aplica de manera adecuada, la que da la contundencia y la fuerza necesaria para mover lo inamovible.

En ANCO, de nuevo, somos los proponentes de la misma iniciativa de consulta al pueblo venezolano como mecanismo para garantizar el "cese de la usurpación" de Nicolás Maduro Moros en el poder, y en caso de que este ignore ese mandato sea el pueblo quien autorice la intervención de carácter humanitario con respaldo militar internacional en Venezuela. Nótese aquí que solo proponemos el instrumento para el “cese de la usurpación”. El Gobierno de Transición deberá continuarlo Juan Guaidó como se estableció el 23 de Enero al haber asumido la Presidencia Encargada de la República hasta el llamado a unas Elecciones Libres.

Me parece inconcebible que las fuerzas políticas de la oposición oficial pretendan convencer a los venezolanos de ir a un proceso electoral bajo las mismas condiciones del 20 de Mayo de 2018. El rechazo será de nuevo contundente, pero en esta ocasión es inadmisible seguir perdiendo tiempo y vidas venezolanas. ¿Y con que nos quedaremos nosotros después de ese rechazo ? ¿Con la esperanza de un pronunciamiento militar imposible de realizar al haberse destruido esa institución, cuando tenemos de nuestro lado la fuerza mas grande que es la expresión de la voluntad ciudadana, respaldada ahora por mas de medio centenar de países, que no teníamos de nuestro lado el 16J-2017? ¿Porque no la convocamos? ¿Porque no la convoca Juan Guaidó? ¿Porque insistir en un dialogo envenenado con el régimen?

Conjuntamente con un grupo de ciudadanos comprometidos que estuvo de acuerdo con la iniciativa de consulta, se realizó un ensayo hace pocos meses a través de las redes sociales, haciendo públicas las razones y el texto de la consulta, en los términos expresados en la petición "Cese de la Usurpación y cumplimiento del deber y la Responsabilidad de Proteger (R2P)" (ver petición de firma en https://www.change.org/p/comunidad-internacional-cese-de-la-usurpaci%C3%B3n-y-cumplimiento-del-deber-y-la-responsabilidad-de-proteger-r2p).

Lo que se encuentra en esa petición sería el texto aproximado de lo que se consultaría a los venezolanos, manteniendo el principio fundamental de que quien decide solicitar la intervención humanitaria con apoyo militar internacional es el soberano pueblo de Venezuela. Si la Comunidad Internacional no viene en nuestro auxilio en respuesta al SOS de los venezolanos, entonces serán tan responsables como nosotros de lo que suceda en Venezuela y en la región, quedando claramente establecida la vocación democrática de nuestro pueblo de haber tratado de salir de nuestras diferencias en paz, a través de una solución constitucional, pacifica y electoral, antes de que se desate la violencia...

Caracas, 17 de Julio de 2019

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