miércoles, 22 de febrero de 2023

Primarias, los que irán al cielo

Por Luis Manuel Aguana

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Les agradezco a mis amigos y seguidores la confianza al continuar preguntando acerca del tema de las primarias opositoras y la disyuntiva manifestada a participar o no en ese evento, habida cuenta que de acuerdo a las últimas encuestas, al parecer quienes supuestamente puntean en ellas son los precandidatos radicales no asociados a la partidocracia tradicional.

Efectivamente, aun después de haber expuesto en varias oportunidades en este blog las razones que justifican mi más completo rechazo a ese evento organizado por una Comisión de Primarias de una supuesta sociedad civil que apareció de la nada, a instancias de los partidos políticos de una supuesta oposición que eliminaron el interinato, y en la que por cierto ni ustedes ni nosotros participamos de su designación, este nuevo giro de que aparezcan  como ganadores aquellos que jamás habían punteado en ninguna encuesta, pareciera la confirmación misma del desprecio de la gente por los políticos opositores que los han traicionado.

Pero de allí a que ese realmente sea un reflejo del verdadero panorama político hay mucho trecho. Esa situación ventajosa para el status quo político tradicional es precisamente lo que desean quienes manejan este circo electorero: que el venezolano acuda a esas primarias con la esperanza de que de allí surja un candidato presidencial que no esté alineado con los partidos opositores, como lo desea la gran mayoría de los venezolanos. Pero nada más alejado de la realidad, porque lo que saldrá de allí será el candidato conveniente tanto para el régimen como para el colaboracionismo opositor.

Esa fiesta de las primarias, organizada por los partidos de la llamada Plataforma Unitaria, que no representan a nadie, y encubierta por una “sociedad civil” que nadie conoce, no tendrá otro ganador que quienes decidan quienes la organizaron.

Una reciente encuesta de Datincorp de comienzos de este mes, da cuenta de un rechazo de todos los candidatos que se han presentado en esas primarias, que va de 66% a 83% de venezolanos (ver Datincorp: nivel de rechazo de los candidatos entre los electores va de 66 a 83%, ninguno se salva, en https://infocifrastv.com/nacionales/admin/datincorp-nivel-de-rechazo-de-los-candidatos-entre-los-electores-va-de-66-a-83-ninguno-se-salva/). A la pregunta: “¿Qué le generan la política y los políticos venezolanos a los electores?”, la respuesta mayoritaria “Gran decepción” se lleva el 70%.

De acuerdo a Datincorp, «En primer lugar, María Corina Machado no tiene 50 puntos sino apenas 17 puntos de apoyo. Cuando hay un escenario polarizado sube unos puntos más. Pero el elemento dominante en este momento no es María Corina, ni Maduro ni nadie sino los que no van a votar por ninguno (51%) lo cual refleja el nivel de descontento que hay en el país».

Ahora bien, si de acuerdo a esa encuesta, solo el 17% acompaña las aspiraciones –hasta ahora y si no se retira antes- de quien la lidera, seguida abajo por un punto porcentual por Nicolás Maduro (sin contar que esto podría ser considerado como un empate técnico), la pregunta del millón sería ¿Qué pasa con ese 51% de venezolanos que no están representados allí? Incluso, ¿qué pasa con los que no están tampoco representados y aún menos contados allí, pertenecientes a la diáspora en el exilio?

Entonces el mecanismo de primarias NO FAVORECE a los venezolanos, sino a quienes de alguna manera controlan el proceso, y que definirán quien debería contarse con el candidato del régimen en el 2024 o antes, y que entregará las aspiraciones de cambio de los venezolanos como lo hizo Manuel Rosales en el 2006 y Henrique Capriles en el 2012 y 2013.

Las primarias surgieron por primera vez en el año 2012 como la metodología natural para lograr cohesionar en una sola fuerza a la oposición que luchaba desesperadamente en las calles por salir de este régimen abyecto. Pero, ¿es ese el contexto de lo que se está presentando ahora, con un liderazgo político opositor rechazado por más de la mitad de la población y considerado socio del régimen? ¿Se va a poner el destino de Venezuela a depender de ese mecanismo que elegirá un abanderado con solo el 17% de la población electoral, para que represente a TODOS los venezolanos que nos oponemos al régimen? A la pregunta “¿Por quién votarían los venezolanos para elegir al Presidente de la República, si hoy fuesen las elecciones?”, la respuesta mayoritaria fue “Ninguno” en un 24%, 7 puntos porcentuales por encima de quien sale de primero. Es realmente decepcionante.

Pero la oposición política ha convencido con éxito a la Comunidad Internacional y al país que el candidato opositor que salga de esas primarias “representará” la mayoría de quienes nos oponemos al régimen, y los números demuestran claramente que eso NO ES ASÍ. Pero los hilos de quienes tienen el poder y el dinero, tanto en el régimen como su oposición, lograrán hacer posible lo imposible, aunque los ciudadanos estemos convencidos de lo contrario.

Lo anterior me hizo recordar una caricatura histórica de 1976 de Joaquín Salvador Lavado (1), mejor conocido mundialmente como Quino, creador de la famosa historieta de Mafalda, donde un personaje rico y poderoso, sentado en su oficina, leía en la Biblia: De cierto os digo que antes entrará un camello por el ojo de una aguja, que un rico al reino de Dios. Al leer eso marca el intercomunicador a su secretaria: ¿Señor? A continuación el personaje le ordena: “Comuníquese con el Museo de Ciencias Naturales de El Cairo y averigüe bien todas las medidas que pueda tener un camello... Luego llame a las acerías Krupp, de Essen, Alemania, pida con el Jefe de Ingenieros y páseme la comunicación…”. Y mirando la Biblia con desdén, la arroja al escritorio, fumándose un puro con satisfacción, haciendo aros de humo, como pensando: ¿Y quién dice que no iré al cielo?

Pues eso mismo estarán pensando los que están detrás de ese laboratorio electorero sofisticado, que es en lo que se ha convertido en el actual contexto el mecanismo de primarias opositoras, para asegurar la continuidad del régimen y su legitimidad ante la Comunidad Internacional a partir de las próximas elecciones presidenciales.

Si se tuviera que utilizar la vía electoral, porque no hay otra alternativa, como efectivamente lo está emplazando la Comunidad Internacional a Venezuela, diría que quien se vaya a enfrentar con el régimen no es ninguno de los que se han presentado hasta ahora porque definitivamente no han entusiasmado a nadie lo suficiente para aglutinar a toda la Venezuela opositora aspirante de un cambio profundo.

Las condiciones políticas de un momento de la vida del país, hace hoy casi 10 años, le dieron a Henrique Capriles esa oportunidad, porque la Venezuela opositora había recorrido el camino completo: primarias, aglutinamiento consistente, fuerza de calle y disposición de cobrar el triunfo. Lamentablemente Capriles arruinó el momento con las cacerolas y la salsa. Y ahora tiene la desvergüenza de intentarlo de nuevo creyendo que esas condiciones se repetirán. Desafortunadamente para él, los contextos no se repiten porque se quiera.

Y si apareciera un personaje que se acople al contexto de máxima gravedad del momento político actual, que no incluye precisamente unas primarias, tal vez, solo tal vez, exista una oportunidad para que una Venezuela inspirada, con ese liderazgo al frente, pueda arrasar, pasando por encima de los colaboracionistas y del régimen, quienes dan por sentado que irán al cielo como el rico y poderoso de Quino. Menos mal que soñar no cuesta nada y los milagros todavía pasan…

Caracas, 22 de Febrero de 2023

Blog: TIC’s & Derechos Humanos, https://ticsddhh.blogspot.com/

Email: luismanuel.aguana@gmail.com

Twitter:@laguana

(1) Joaquín Salvador Lavado(a) Quino, Bien, gracias, ¿y usted? Editorial Lumen, 1976


sábado, 18 de febrero de 2023

Las llaves de la embajada

Por Luis Manuel Aguana

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No me cansaré de insistir que en política no existen ingenuidades. Por supuesto, es imposible negar que exista allí mucha ignorancia de las cosas y por esa razón se tomen decisiones que terminan afectando a quienes las toman, precisamente por ignorantes. Y no es que esto sea dicho con carácter peyorativo. Mi padre, educador insigne, decía al respecto de ese tema, que ignorante es el que ignora, y de allí que sea necesario educarlo, aunque la tarea de educar ignorantes sea muy dura. O como decía Benjamín Franklin: “Ser ignorante no es una gran vergüenza, pero no estar dispuesto a aprender si lo es”. Y los políticos han demostrado hasta la saciedad ser unos desvergonzados…

Es el caso de las primeras consecuencias que estamos observando los venezolanos, al perder la sede y la representación diplomática de Venezuela en los EEUU con la decisión de eliminar el interinato y desaparecer la figura de la Presidencia Encargada en la Ley de Reforma del Estatuto que rige la Transición, que es el nombre del adefesio legal que aprobó la Asamblea Nacional de 2015, el pasado 30 de diciembre de 2022. Dudo mucho que los autores de semejante acción lo hayan hecho por ignorancia de la Convención de Viena, o cualquier otra reacción de desconocimiento que ahora esgrima el Departamento de Estado de los EEUU (ver El Departamento de Estado asume las sedes diplomáticas de Venezuela en EEUU, en https://www.turimiquire.net/2023/02/10/el-departamento-de-estado-asume-las-sedes-diplomaticas-de-venezuela-en-los-estados-unidos/).

Fueron múltiples notorias y comunicacionales las oportunidades en que las delegaciones opositoras se reunieron con James Story, Embajador de los EEUU para Venezuela, con sede en Bogotá, Colombia, antes de diciembre de 2022, al punto que muchos consideraron que el jefe de la oposición política de Venezuela era el Embajador Story. Es por eso que dudo mucho que esa intención no haya sido ventilada, con la consiguiente respuesta acerca de sus consecuencias de parte de los funcionarios norteamericanos, por lo que difícilmente el llamado grupo G3 no estaría en desconocimiento de lo que sucedería si desaparecían la Presidencia Encargada.

Pero aun así lo hicieron, colocando deliberadamente las relaciones con los EEUU en suspenso hasta que ocurran las elecciones de 2024 o antes cuando el régimen así lo decida. Los EEUU cerraron la Embajada de Venezuela en Washington y se quedaron con las llaves para entregárselas al nuevo gobierno que ellos consideren legítimo en nuestro país. Y ese nuevo gobierno deberá salir de esas elecciones.

Ciertamente, la Presidencia Encargada era un obstáculo para quienes, dentro de la erróneamente llamada oposición venezolana, están haciendo el trabajo de ayudar a la permanencia de Nicolás Maduro Moros en el poder. Lo lamentable de esta situación es que ese paso demostró allanarle es camino al régimen en su pretensión de ser considerado legítimo a los ojos de la Comunidad Internacional.

Viéndolo de esa manera un acto que ahora ha sido tomado por la colectividad como impulsivo, ingenuo o hasta ignorante por las consecuencias que tuvo, tiene ahora toda la apariencia de ser deliberado y a conciencia.

Esa fue la tarea que el régimen le impuso a la oposición oficial en ese “diálogo” de México: acabar con el interinato e impulsar la vía electoral a través de las primarias opositoras, ya que ese paso catalizaría la existencia de un “gobierno legítimo” que los EEUU puedan reconocer a partir de esas elecciones. Incluso si son antes mejor, como ya lo han venido anunciando prominentes voceros del régimen como Diosdado Cabello Rondón.

El siguiente paso ya lo está dando la Comisión de Primarias, al iniciar los acercamientos formales con el Consejo Nacional Electoral, CNE. Esto eliminaría la participación de precandidatos incómodos y que están pidiendo algo que no les van a dar: elecciones primarias libres, manuales y transparentes, con la plena participación de los venezolanos de la diáspora.

Pero el régimen y sus asociados mantendrán cerca a esos candidatos incómodos hasta donde sea posible, enviándoles el caramelo de encuestas donde salen ganadores. Eso los mantendrá entretenidos y en confianza, así como a la población, que vería con agrado aquello de que van adelante “ni los unos ni los otros”, en una estrategia donde luciría ganadora una opción donde más del 80% de los venezolanos se inscribe. Pero esto durará hasta cuando esa Comisión de Primarias anuncie su decisión mayoritaria de utilizar el CNE para contar los votos opositores, como efectivamente lo desea la mayoría de sus factores principales, y algunos lo han manifestado públicamente.

¿De qué se trata finalmente todo esto? De quien se queda finalmente con las llaves de la embajada en los EEUU y el reconocimiento de la Comunidad Internacional. Y la oposición oficial se lo está poniendo al régimen en bandeja de plata deliberadamente. Los que creen que pueden ganar esa elección primaria con una Comisión de Primarias que nadie sabe de dónde salió, bajo qué criterios fue designada y a que intereses responde, están viviendo una suerte de Sueño de una Noche de Verano. Lo que sí está muy claro para todos es que quien salga designado como candidato “ganador” de esas primarias para medirse con quien ponga el régimen, será el que aceptará mansamente los resultados que decida el CNE controlado por Maduro. Esa es la situación que está planteada en Venezuela.

Y ustedes me dirán, “pero tú lo que quieres es que nos coma el tigre” como decía la vieja guaracha. Pareciera que el destino de Venezuela ya está determinado, y que es como un tren que va a toda marcha montado en un riel que apunta hacia un barranco.  Que el régimen tiene todos los números de la rifa del poder. Pues bien, hasta ahora es así.

¿Y cómo hacemos para descarrilar ese tren? La Comunidad Internacional insiste tercamente en que nos midamos electoralmente con quien controla la máquina de contar votos, y el que la tiene se está asegurando que el resultado le favorezca, incluyendo quien será su oponente, porque tiene el dinero y el poder para hacerlo.

Mientras tanto Maduro cancela el diálogo, donde supuestamente la oposición oficial discutiría “las condiciones” para unas elecciones “libres, justas y verificables”, indicando que no hay garantías para seguir en el diálogo (ver Nicolás Maduro anunció que no vuelve a la mesa de diálogo en México, en https://www.costadelsolfm.org/2023/02/16/nicolas-maduro-anuncio-que-no-vuelve-a-la-mesa-de-dialogo-en-mexico/).

El régimen nunca tuvo intenciones de concluir ese diálogo, pero si convocará a unas elecciones, pero bajos sus propios términos y en el momento que quiera. Eso es lo que se ve en el horizonte político. Si los venezolanos estamos dispuestos a entregar las llaves de la embajada de los EEUU al régimen en el 2024, y con ellas el reconocimiento que está buscando desesperadamente, sigamos pensando como la oposición oficial que el camino de las primarias es la salida. De lo contrario tenemos tiempo para pensar desde ahora cómo se hace para descarrilar un tren…

Caracas, 18 de Febrero de 2023

Blog: TIC’s & Derechos Humanos, https://ticsddhh.blogspot.com/

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