miércoles, 14 de junio de 2023

Primarias y protección de datos

Por Luis Manuel Aguana

English versión 

La preocupación legítima manifestada por ciudadanos conscientes residentes en todo el mundo dentro y fuera de Venezuela, de poner o no sus datos personales en una página web para registrarse en unas primarias de la oposición oficial, SIN ANTES HABERSE DEFINIDO quién controlará ese proceso, es otro de los muchos capítulos de la loca historia electoral de esta tiranía que subyuga al país por más de 23 años, y que deberá contarse muy bien a las nuevas generaciones.

Efectivamente, el régimen ha encontrado una fórmula para que sea la misma población opositora la que les suministre los datos de quiénes son y donde están los electores de la oposición. Con el adelantamiento de esta recolección, la Comisión Nacional de Primarias, CNP, de la oposición oficial, podría entregar los datos que ahora están recogiendo al CNE para la actualización de su base de datos, una vez que concluyan exitosamente sus negociaciones. Nadie debería poder negociar con esa información sin el consentimiento del titular de esos datos.

En Venezuela no existe un marco jurídico especial y específico para la Protección de los Datos Personales de los ciudadanos. Todos los países latinoamericanos, con excepción de Cuba, poseen legislaciones que regulan fuertemente el almacenamiento, procesamiento, disposición y transmisión de los datos de las personas en manos de entidades públicas y privadas. En Venezuela, no existen obligaciones ni garantías para ninguna persona que entregue sus datos a cualquier organización, salvo las generales previstas para el Estado en su obligación de proteger la vida privada de los ciudadanos, el Habeas Data y comunicaciones personales, contenidas en los Artículos 28, 48, 60 y 281.3 de la Constitución de 1999, y algunas legislaciones especiales como la Ley sobre Protección a la Privacidad de las Comunicaciones, la Ley Especial contra los Delitos Informáticos y la Ley de Mensajes de Datos y Firmas Electrónicas,

En consecuencia, cualquiera en Venezuela puede solicitar, sin ninguna normativa que lo regule, información privada de los venezolanos bajo cualquier discurso, y lograr que se les entregue uno de los activos más preciados que una persona posee, que es su propia información de carácter personal. Aprovechando la oportunidad de las elecciones primarias, muchos venezolanos están cayendo en la trampa de revelar su inclinación política opositora a cualquier registro que se lo solicite, sin ninguna garantía de que el que los recolecte pueda vender, negociar o exponer públicamente esa información para su propio beneficio.

La normativa internacional más avanzada en el mundo es el acuerdo que en la actualidad rige la privacidad y la protección de los datos en la Unión Europea, titulado Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), que establece que es el usuario quién decide a través de un consentimiento libre, específico, informado e inequívoco, la posibilidad de que se utilicen sus datos, sin ser suficiente el consentimiento tácito o por omisión. En otras palabras, de existir una normativa como esa en Venezuela, la CNP o cualquier otro responsable de recopilar datos, no pudiera hacerlo sin informarles previamente a los usuarios que es lo que harán con ellos, estando sujetos a penas establecidas en esa normativa.

El RGPD entro en vigor en la Unión Europea en el año 2018, y casi inmediatamente Facebook, Google, Instagram y WhatsApp fueron acusados de incumplirlo: “Las denuncias han sido presentadas ante los organismos de protección de datos de Francia, en el caso de Google; Bélgica (Instragam), Alemania (WhatsApp) y Austria (Facebook), para “facilitar la coordinación europea”. Las multas máximas a las que se enfrentarían estas compañías, si se confirmase que vulneran el nuevo reglamento europeo, van desde los 3.7 00 millones para Google a los 1.300 para las otras tres empresas demandadas. Y es que el RGPD fija, en casos extremos, sanciones de hasta 20 millones o el equivalente al 4% de los ingresos globales anuales de la compañía en cuestión”. De acuerdo a esas denuncias los clientes debían “…aceptar que sus datos sean recopilados, compartidos y utilizados para publicidad dirigida o eliminan sus cuentas” (ver Facebook y Google, acusadas de incumplir la nueva normativa de protección de datos, en  https://cincodias.elpais.com/cincodias/2018/05/25/companias/1527268726_247540.html).

Cada país a través de una legislación de protección de datos, crea un organismo supervisor del cumplimiento de la normativa. Y como se aprecia en el caso anterior, la Unión Europea se lo tomó muy en serio. Y eso tiene una explicación natural y particular en Europa: antes de la llegada de sistemas automatizados de manipulación de datos masivos, siempre fueron las autoridades estadísticas de los países, los guardianes y garantes de los datos masivos de las personas por las obvias razones de planificación. La información estadística de los ciudadanos de los Países Bajos (Netherlands) estaba tan pormenorizada antes de la ocupación alemana que les permitió a los nazis el registro de la población judía y gitana para su deportación a los campos de exterminio. Las mayores cifras de exterminio de “grupos vulnerables” se registraron en lugares donde mejor estaban catalogados los datos de los ciudadanos. Es por esa razón que este asunto tiene una conexión directa con los Derechos Humanos y la vulnerabilidad de las personas, por lo que este problema debería ser muy sensible para nosotros que sufrimos una tiranía que pretende eternizarse en el poder.

Como comentaba en una nota pasada acerca de este hecho, ya algunos actores están comenzando a levantar datos de los venezolanos a través de páginas en la web, para ser utilizados en unas elecciones, sin representar a la legítima autoridad electoral del país. Eso incluye a la CNP o cualquier candidato interesado. A mi juicio, esto último constituye, por decir lo menos, un acto de lesa irresponsabilidad porque no existen garantías comprobadas de confidencialidad de nadie, por no existir normativas especiales y específicas que regulen esa actividad para entes que no son del sector público. Entonces, la única garantía de protección de datos la debe dar el Estado venezolano a los ciudadanos, a través de lo establecido en los Artículos 28, 48, 60 y 281.3 de la Constitución de 1999. Pero como ya sabemos, no existe Estado de Derecho en Venezuela…

Y ante la inexistencia de autoridades legítimas en el país -el actual CNE es una de esas autoridades ilegítimas, por haber sido designado por una Asamblea Nacional espuria y no reconocida- nadie podría recoger datos para una elección en Venezuela, hasta que exista un Poder Electoral Legítimo. De lo anterior se desprende entonces que tampoco nadie, público o privado, en la actual situación política de Venezuela, puede atribuirse la tarea de levantar por cuenta propia y por cualquier medio ningún dato de los venezolanos, si no es una autoridad legítima del país.

Por donde se le mire, lo que sucede en Venezuela es una completa locura. Y esa es la razón por lo que la oposición venezolana ignora abiertamente la existencia misma de la ilegitimidad de todos los Poderes Públicos, y ha resuelto mirar hacia otro lado y disponerse a ir a una elección presidencial con una banda de delincuentes, esperando tener éxito en ese despropósito. Esto es, partiendo de una situación de ilegitimidad abyecta, llegar a una situación de Poderes Públicos legítimos con aceptación de la Comunidad Internacional. Mayor absurdo es imposible de imaginar. Nada que comience de esa manera puede tener un final feliz.

Aun cuando todavía continúe la indefinición de quien controlará los datos y los votos de los ciudadanos de unas primarias opositoras, los venezolanos deberían examinar con cuidado quien les garantizará la confidencialidad de la información. Esto es, mirar con sumo cuidado a quien le entregarán los datos, preguntando qué es lo que harán con ellos y cómo se protegerán. No tengo que explicarles lo que haría un CNE del régimen con ellos, pero tampoco que lo que harían los partidos entregados a el a través de una CNP que negocia con un CNE ilegítimo. Para mí es la misma cosa. Es por eso que yo cortaría por lo sano y preservaría mi seguridad, no entregándoselos a nadie…

Caracas, 14 de Junio de 2023

Blog: TIC’s & Derechos Humanos, https://ticsddhh.blogspot.com/

Email: luismanuel.aguana@gmail.com

Twitter:@laguana

lunes, 12 de junio de 2023

Trump, petróleo y Venezuela

Por Luis Manuel Aguana

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En recientes declaraciones en un mitin político en Carolina del Norte en los EEUU, el expresidente Donald Trump, hizo una importantísima referencia a Venezuela, que es de obligatorio análisis para todo el que siga lo que está pasando en nuestro país. La nota me llega a través de La Patilla, pero solo indica lo grueso de lo expresado por Trump en el titular: “Venezuela estaba a punto de colapsar, nos hubiéramos apoderado de ella” (ver Trump: Venezuela estaba a punto de colapsar, nos hubiéramos apoderado de ella, en https://gitx.awsccs2.com/2023/06/10/trump-venezuela-video/). Vistas superficialmente, estas declaraciones pueden inducir a mucha gente a llegar a conclusiones equivocadas.

La traducción completa del video de 26 segundos es la siguiente: “¿Y con la compra de petróleo a Venezuela? Cuando me fui, Venezuela estaba a punto de colapsar. Nos habríamos apoderado de ella. Habríamos conseguido todo ese petróleo. Habría estado a su lado. Pero ahora le estamos comprando petróleo a Venezuela. Así que estamos haciendo a un dictador muy rico. ¿Pueden creerlo? Nadie puede creerlo. Saben dónde está la basura del petróleo. Es horrible. Lo peor que puedes conseguir, alquitrán. Es como alquitrán. Y para refinarlo, necesitas plantas especiales...” (ver directamente el video en inglés de NewsMax: Trump speaks in North Carolina, en  https://gitx.awsccs2.com/wp-content/uploads/2023/06/trump.mp4) (resaltado nuestro).

Cualquier comunista, socialista o bicho de uña de la izquierda latinoamericana, al oír semejante declaración, haría lo que cualquier zurdo –como les dicen en Argentina- cuando descubre que la mujer lo engaña: saldría corriendo a protestar a viva voz frente a la embajada norteamericana.

Leída fuera del contexto de lo que hemos pasado -y estamos pasando- en Venezuela, esa declaración podría ser considerada imperialista, como efectivamente lo creyeron quienes estaban al frente del Gobierno Encargado de Juan Guaidó, cuando siendo Presidente de EEUU lo único que Donald Trump esperaba era la luz verde de ese interinato y su Asamblea Nacional de 2015 para terminar con el cáncer de quienes han destruido al país. Pero no, no lo hicieron, porque tienen esa tara del “imperialismo mesmo” del Comandante Galáctico metida en el cerebro.

En abril de 2019, en el tope de su popularidad, Juan Guaidó y la Asamblea Nacional de 2015 rechazaron la posibilidad de una intervención militar en Venezuela (ver La intervención militar está descartada en Venezuela, en https://www.clarin.com/mundo/juan-guaido-intervencion-militar-descartada-venezuela_0_ldSsWxwpG.html). Ahora desacreditado y en el exilio precisamente en el país que le dio todo ese apoyo para hacer lo que no hizo, después de muchísimos muertos y torturados desde esa fecha, me gustaría saber si piensa lo mismo.

De nada valió que el primer respaldo mundial a ese Gobierno Interino, sujetado con alfileres, fuera precisamente el de los EEUU, y a través de ese país, el del resto de los más de 60 de la Comunidad Internacional. Ese “socialismo” metido en los huesos de la mayoría de los “opositores” venezolanos, y en especial el de los jóvenes políticos de la nueva generación envejecida con carburo, es la razón fundamental por la cual aún está Maduro todavía en Miraflores.

¿Qué significan en un contexto correcto y actualizado las frases “Nos habríamos apoderado de ella? Habríamos conseguido todo ese petróleo”? Que en el marco de la geopolítica del mundo actual, el petróleo venezolano se hubiera recuperado para el mundo occidental, no solo para los Estados Unidos, sino especialmente para Venezuela, y no para Cuba o China, quedando bajo la custodia de quien tiene la fuerza suficiente para sostenerlo en el largo plazo.

Y eso es lo que significa precisamente la frase a seguidas: “Habría estado a su lado” y que aquí resalto de manera especial porque para eso estaba precisamente el gobierno interino, desde el punto de vista norteamericano de la geopolítica del poder: para recibir el gobierno de manos de ellos cuando la situación se presentara, como ocurrió en Panamá a la caída del último narco delincuente que gobernó un país latinoamericano, Manuel Antonio Noriega en diciembre de 1989.

¿Qué logró la torpeza del interinato y de sus titiriteros de la Asamblea Nacional de 2015? Atornillar al régimen, convirtiéndolo en negociador petrolero frente al actual gobierno de los Estados Unidos, y más rico a expensas del petróleo de todos los venezolanos. Los venezolanos hemos pagado muy caro la torpeza de este seudo liderazgo “opositor” incompetente que todavía insiste en representarnos de manera ilegítima.

Pero Trump va más allá. Sabe que nuestro petróleo es diferente y puede ser considerado basura si no se está preparado para procesarlo. Es como alquitrán. Y para refinarlo, necesitas plantas especiales” dijo. Es por eso que la industria petrolera que una vez tuvimos se preocupó extensamente ese problema, como bien lo expresara el Dr. Humberto Calderón Berti, exministro de Energía y Minas, expresidente de PDVSA y expresidente de la OPEP:

“…y entonces eso trajo como consecuencia que la política de internacionalización, como la llamamos, se pudiera realizar también en los Estados Unidos, y allí empezamos a comprar refinerías, terminales de embarque, redes de distribución, puertos, etc., y llegó un momento en que en los EEUU llegamos a tener 8 refinerías. De esas 8 refinerías la única que nos queda es CITGO en estos momentos. Esto fue tan interesante que llegamos a tener en los EEUU, 15.700 estaciones de servicio que tenían la bandera de CITGO, no eran propiedad nuestra, no eran propiedad de Venezuela pero tenían la bandera de CITGO, y el crudo que salía de Venezuela, de los campos petroleros del Oriente y de Occidente, iban a las refinerías nuestras en los EEUU, se refinaba en las refinerías de los EEUU, que eran 8 refinerías en todo el territorio, en Lousiana, en Texas, en Paulsboro, New Jersey, en Illinois, Lemont, en el centro de los EEUU, y esas refinerías hacían posible que el crudo pesado venezolano llegara a los tanques de gasolina de los carros americanos´. Y llegamos a tener el 10% del mercado de gasolina de los EEUU…”. (ver Calderón Berti: La izquierda se opuso a la internacionalización petrolera en Venezuela, en https://youtu.be/LSSbvgD0tgQ?t=75).

Es muy difícil y paradójico imaginar que la Venezuela de esos logros que describe el Dr. Calderón Berti sea el mismo país que está sufriendo las colas infinitas de hoy para echar gasolina en toda Venezuela, con todas las refinerías destruidas dentro del país, y peleando como gatas boca arriba en el exterior para que no nos quiten la única que nos queda en los EEUU, porque un régimen delincuente la puso en garantía a conglomerados internacionales, vendiendo las 7 restantes, quedándose con los reales. ¿Qué venezolano metido ahora en una de esas colas de gasolina no le hubiera dado a Trump la autorización para que entrara en Venezuela y nos quitara de encima esa peste? Exactamente, me leyó el pensamiento: ninguno. Esa es la prueba más concreta de la traición que nos han hecho.

Pero Dios es grande y a los venezolanos siempre nos ha acompañado el santoral invocado por el Florentino de Alberto Arvelo Torrealba, ganándole al mismísimo Diablo en su encuentro. Por eso tal vez exista todavía alguna esperanza para nosotros, y se nos presente de nuevo la oportunidad de un momento considerado único e irrepetible, como el mencionado por Donald Trump en Carolina del Norte.

Quizá Dios nos conceda otro chance con este personaje, que va de primero en las encuestas para ocupar por segunda vez la presidencia de los EEUU, a pesar de las fuerzas inmensas desatadas en su contra por el progresismo norteamericano e internacional. Espero que para ese momento tengamos una oposición decente que merezca el pueblo de Venezuela, y que nos traiga un resultado completamente diferente…

Caracas, 12 de Junio de 2023

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