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jueves, 8 de marzo de 2018

Hasta que dejan de estarlo

Por Luis Manuel Aguana

“La geopolítica se centra en el poder político en relación con el espacio geográfico. En particular, las aguas territoriales y el territorio terrestre en correlación con la historia diplomática. Académicamente, la Geopolítica analiza la historia y las ciencias sociales con referencia a la geografía y la política” (ver Geopolítica, en https://es.wikipedia.org/wiki/Geopol%C3%ADtica).

Entendiendo esta definición amplia, la geopolítica es una disciplina del pensamiento político que analiza los problemas políticos de los países desde una perspectiva global, más amplia, poniendo dentro del análisis los intereses de otros países y culturas, enfocando el lente mucho más arriba de lo que normalmente hacemos con los análisis políticos domésticos, permitiendo dar una explicación de mayor espectro que incluye variables que normalmente no se toman en consideración pero que pueden tener una influencia decisiva en los acontecimientos locales.

Si lo vemos desde la perspectiva de la teoría de sistemas, analizar los acontecimientos políticos de un país como un sistema cerrado, tomando en cuenta solo las variables internas es mucho más simple que incorporar el mundo exterior como un sistema abierto. Y cuando las variables externas, por diferentes motivos, se hacen más influyentes que las internas, necesariamente debes abrir el sistema para poder encontrar las explicaciones al comportamiento del mismo como un todo. Sin embargo esto no quiere decir que las variables externas prevalezcan sobre las internas sino que se hacen más representativas del comportamiento general, si se desea saber que hará el sistema en un futuro.

Hecha esta breve explicación inicial, ya están comenzando a circular análisis geopolíticos de la situación de Venezuela que dan en una alta probabilidad que el peso de las variables políticas externas, sea tan determinante que la influencia de las variables internas en el resultado total se haga completamente despreciable. Esto es, que independientemente de lo que hagamos en Venezuela prevalecerá como un designio fatal lo que se decida fuera de nuestro país (ver uno de los mejores que he leído en https://doncorneliano.wordpress.com/2018/02/17/our-hemisphere-4-alea-iacta-est/amp/?__twitter_impression=true).Y eso, a mi juicio, es un error.

Ciertamente las variables externas por su peso son efectivamente determinantes pero dependen de las internas, no son independientes. ¿En qué me baso para afirmar eso? En que las cosas no cambian todavía significativamente, estando los factores foráneos a la espera de los disparadores correctos en Venezuela, y al primero que esperan es el de las Fuerzas Armadas. Muchos piensan que la institución armada puede provocar ese cambio basándose solo en los factores internos institucionales y democráticos. Y creo que eso está muy lejos de suceder.

De mi padre, el Dr. Raúl Aguana Figuera, quien educo a varias generaciones de oficiales en las aulas de la Academia Militar de Venezuela-ANV y la antigua Escuela de Formación de Oficiales de las Fuerzas Armadas de Cooperación-EFOFAC (hoy la GNB), aprendí un dicho que es muy conocido por todos los militares y que se explica por sí mismo: “Los militares están con el gobierno hasta que dejan de estarlo”. Y hasta ahora todavía están con el régimen como un todo institucional.

Quien sostenga que un enfoque de cambio que venga desde adentro y que provoque una ruptura a lo interno para que la Institución se pase con todo y pertrechos y “deje de estar con el gobierno”, esta desestimando el grado de descomposición de la Institución militar, producto de la destrucción sistemática de las Fuerzas Armadas venezolanas llevada a cabo por Hugo Chávez Frías y su fatal sucesor, cuando cambiaron una institución estructurada por una banda de milicianos políticamente adoctrinados, lo que hace imposible que se sostengan “los tres pilares fundamentales en que descansan la organización, administración, operatividad y unidad de mando de la FAN, como lo son la DISCIPLINA, LA OBEDIENCIA Y LA SUBORDINACION”. Sin esos pilares es difícil pensar que la solución del problema provenga solo de un grupo que desde adentro “decida” imponer un nuevo estado de cosas haciendo cambiar el todo institucional (ver Doce Ejes y Un Destino: 10) Institucionalización de las Fuerzas Armadas, en http://ticsddhh.blogspot.com/2013/10/doce-ejes-y-un-destino-10.html).

Es difícil creer posible que con esa descomposición, un reacomodo a lo interno de las Fuerzas Armadas como ocurrió en 1958, o en cualquiera de los movimientos de ruptura que se dieron históricamente en el pasado -un golpe tradicional-, logre dar al traste con el régimen. Si existiera alguna posibilidad de eso sería porque los mismos factores que controlan la institución lo hagan –tal y como ocurrió en el 2002- y aun así, seria cuesta arriba, al estar actualmente toda la institución militar severamente vigilada por una estructura de inteligencia políticamente controlada como ocurre en Cuba, cosa que no ocurrió en el 2002, ni antes del 2002. Testimonio de eso es el fracaso de los ultimas intentonas militares dadas a conocer en las redes, con un número desconocido  de oficiales detenidos (o muertos, no sabemos) en las últimas horas, al tratar de levantarse en contra un régimen que ha avanzado sin parar un proceso de destrucción del país desde hace casi 20 años.

Los militares en nuestros países son la última frontera. Es por eso que si nacional e internacionalmente existe la firme creencia de que no se puede hacer mas nada de manera institucional, se recurre a ellos haciéndoles un llamado para que tomen el control de la situación. Y eso es lo que luce estar sucediendo ahora, donde grupos políticos y militares negocian activamente un desenlace, donde cada uno de ellos está haciendo su propio “plan de gobierno” para después de una supuesta caída del régimen, buscando la credibilidad externa requerida para sus lideres en la Comunidad Internacional.

Por favor, no malinterpreten estas apreciaciones. Estoy tan desesperado como cualquier venezolano de que esta situación cambie, pero no es apostando a la desesperación y mucho menos aprovechándose de ella que se logrará un cambio conveniente para los venezolanos. Y lo digo porque la opinión de Venezuela parece estar dividida entre quienes nos quieren llevar a un matadero electoral continuista -el régimen y la MUD colaboracionista- y los que están apostando por una explosión social que conduzca a una salida militar, siendo este último escenario el que se sincroniza con el designio del análisis geopolítico descrito al comienzo de esta nota.

Si lo único que se muestra afuera como salida del problema son los militares, porque eso es lo que se ha vendido, sin contar con una solución política que los incluya institucionalmente, mas allá de un simple golpe, seguirá pasando lo mismo de estos últimos días: mas militares presos y degradados.

Hay que lograr una solución que haga que todos los militares vean inviable el sostenimiento del régimen, no solo un puñado de ellos, y eso solo se logra creando un mecanismo político que los ponga como un todo institucional en ese disparadero. Y ese mecanismo, aunque lo quiera ignorar la oposición oficial por intereses mezquinos y grupales, o la opinión internacional todavía lo desconozca, es consultarle al pueblo venezolano, como se hizo el 16J, el futuro que desea para la Nación, tal y como lo ha propuesto la ANCO al país (ver Una Agenda Alternativa para Venezuela, en http://ancoficial.blogspot.com/2018/02/manifiesto-gran-alianza-por-la-consulta.html).

Si las variables externas, altamente dependientes de las internas, son direccionadas correctamente hacia ese objetivo común, haremos efectivo ese “hasta que dejan de estarlo” del dicho militar, con un consecuente cambio hacia una dirección democrática del país. Seria colocar lo externo inevitable en función de lo interno posible, pero bajo el control de todos los venezolanos, consultándole a la población la dirección del cambio, y no bajo el designio de cualquiera de los grupos interesados y de los cuales solo sabemos su apetito por el poder. De la otra manera el cambio igual ocurrirá irremediablemente pero un será cambio hacia un destino incierto, lleno de intereses sectarios y altamente inestable…

Caracas, 8 de Marzo de 2018

Twitter:@laguana

domingo, 4 de marzo de 2018

El drama de las condiciones electorales

Por Luis Manuel Aguana

Hubo un tiempo en que las elecciones eran el tema principalísimo de este blog, siendo las condiciones electorales el asunto al que más hacia referencia, tal vez por la ingenuidad de aquel que pensaba que la oposición oficial no estaba viendo lo que creía este escribidor ingenuamente que no veían. ¡Será que me enterrarán en urna blanca!

El día siguiente del desastre del 7-O, el 8 de Octubre de 2012, escribí una nota titulada “¿Y ahora qué?” (ver nota en http://ticsddhh.blogspot.com/2012/10/y-ahora-que.html) y adivinen el tema: pues bien, adivinaron: las condiciones electorales para volver a participar. Nunca lo asumieron de una manera seria como lo ameritaba la ya gravisima situación del país, razón por la cual finalmente atribuí esa actitud a una fuerte inclinación colaboracionista, donde ambos, gobierno y oposición oficial, se habían entregado a jugar un juego simbiótico de vivir el uno del otro (ver Simbiosis en http://ticsddhh.blogspot.com/2012/12/simbiosis.html) con un resultado muy perjudicial para los venezolanos.

¡Condiciones electorales! exigía en ese entonces en este blog. Me preguntaba una y otra vez porque razón los partidos de la oposición oficial no veían eso que estaba tan claro para nosotros. ¿Cómo era posible que después del 2004 ninguno de ellos las exigiera, incluso amenazando con negarse a participar si no se las concedía? Lo reseñe así en una nota de marzo de 2013 (ver Condiciones, en http://ticsddhh.blogspot.com/2013/03/condiciones.html), comparando la situación de Toledo con Fujimori. Nada. Como si no era con ellos.

Antes del 14 de Abril de 2013, continúe repitiendo lo mismo en la segunda oportunidad que el destino le concedió a Henrique Capriles de ser el candidato opositor a raíz de la muerte del Galáctico, pero esa vez ya no tan en solitario porque en esta oportunidad acompañe a un destacado grupo de venezolanos, enfatizando el tema de manera más técnica, puntualizando cada desviación y lo que había que corregir en la exigencia por unas condiciones justas y auténticas para ir a esa elección del 14A-2013 (ver Carta Abierta en ocasión del 14 de Abril, A la Sociedad democrática venezolana ante el llamado de Elecciones el 14 de Abril de 2013 en http://declaraciondecaracas.blogspot.com/2013/03/ante-las-elecciones-del-14-de-abril.html). Esta Carta Abierta fue sometida a una recolección de firmas pública y solo se consiguieron 364 firmas (ver https://www.gopetition.com/petitions/carta-abierta-a-la-sociedad-democr%C3%A1tica-venezolana-ante-el-llamado-a-elecciones-el-14-de-abril-de-2013.html). Así de lejos estábamos que se nos comprendiera en nuestra solicitud y el desprecio de todos los pro-MUD, a quienes exigíamos unas condiciones de participación sobre las que definitivamente no estaban interesados. Tenían “su verdad”.

Sin embargo este juego ha durado más de 15 años. El régimen corrompió el sistema electoral, y no solo la parte técnica (esa la sofistico con captahuellas y refinamientos en la distribución de las máquinas de votación por centro) sino en todos los procedimientos conexos para evitar que los venezolanos votaran por otra opción que no fuera la del gobierno, extorsionando primero con las ayudas entregadas a los venezolanos más vulnerables a través de las Misiones, y ahora haciéndolo con los alimentos, utilizando un registro masivo de ciudadanos a través del “Carnet de la Patria”, sin cuya inscripción difícilmente algún venezolano de las clases populares puede alimentarse porque no les venden la comida a precios asequibles. Ahora no es que te quito la Misión Vivienda o Madre del Barrio, en este momento es más duro: “Si no votas por nosotros no comes”. Así ha sido el avance en el tiempo por no haber tomado decisiones. Y eso es determinante…

Poco a poco y a través de los años, el no haber hecho absolutamente nada por condiciones electorales esta cobrándole a la oposición oficial, y más aun, a todos los venezolanos el haber llegado a un punto de no retorno, donde aun cuando “otorguen” algunas condiciones electorales básicas para participar igualmente se perdería la elección. ¿Y por qué? Porque además de que la base de pobreza ha aumentado significativamente, y que esos nuevos pobres requieren registrarse en el Carnet de la Patria para poder comer siendo virtualmente esclavos del régimen por el estómago, se han ido de Venezuela más de 4 millones de personas que hacen una diferencia fundamental en una cuenta donde al menos 3 millones de esas personas son electores duros de la oposición.

Y si a eso sumamos que aun cuando abran los Consulados en el exterior para el registro electoral de los venezolanos que se han ido, esa masa impresionante de compatriotas aun no se encuentra en situación legal en cada país de destino, lo que los invalida para poder votar de acuerdo a la narrativa oficial que indica que la situación del venezolano votante debe ser legal en el país donde se encuentre, con lo cual sería insignificante el aporte opositor desde el extranjero en esas condiciones.

Ahora bien, los partidos políticos conscientes del altísimo grado descomposición del sistema electoral venezolano y de todas las técnicas que ha incorporado el ministerio de elecciones CNE en los últimos años para ganar fraudulentamente elecciones, sorprendentemente se “dieron cuenta” que había que exigir al régimen “condiciones electorales” para participar en una nueva elección presidencial. El recordado Presidente Luis Herrera Campins les diría ahora ¡Tarde piaste pajarito! En la oportunidad que desgarradoramente se los pedimos no lo hicieron y ahora es tarde.

Al verse imposibilitados de seguir en la farsa con el régimen en República Dominicana ahora están tomando ese camino para mantener la esperanza en el país, que si se consiguen “condiciones electorales” entonces es posible un cambio en la situación de Venezuela. Y eso mis queridos amigos es otra mentira de supervivencia de la MUD y que está siendo lamentablemente respaldada por respetables instituciones que en este momento se están prestando para eso, como es el caso del respaldo que se le dará a la MUD el 6 de Marzo en la UCV. Insistir en condiciones electorales para ir a una elección con el CNE de Tiby en este momento es suicida.

Significaría que la trampa técnica y procedimental del CNE, aunada un número severamente disminuido de electores opositores, más la existencia de una Asamblea Constituyente en funciones a la que el Presidente Electo tendrá juramentarse, hará imposible alguna posibilidad que el régimen deje Miraflores con elecciones, afianzándose de esa manera con nuestros votos por la vía electoral y abriendo adicionalmente la tenebrosa posibilidad de un Caballo de Troya, como lo está advirtiendo ahora Gustavo Coronel (ver Gustavo Coronel, Escenario Caballo de Troya, Falcón reemplaza a Maduro

Y si así como antes insistía una y otra vez por condiciones electorales cuando todavía eran posibles, ahora insisto que esa vía la canceló definitivamente la dictadura durante todo el tiempo que se perdió, al avanzar en su destrucción del cuerpo social del país. Ahora estoy abogando por una salida diferente, igualmente participativa, electoral y constitucional pero que es disruptiva como solución a los ojos de quienes han vivido de hacer elecciones: un nuevo Plebiscito organizado por la Sociedad Civil.

Esta propuesta la hemos denominado “Agenda Alternativa para Venezuela” (ver  http://ancoficial.blogspot.com/2018/02/manifiesto-gran-alianza-por-la-consulta.html) y se fundamenta en organizar la presión social interna y externa necesaria para realizar un Plebiscito tipo 16J (sin CNE) donde el pueblo se pronuncie acerca de las siguientes materias de trascendencia nacional: a) Desmontar la Constituyente inconstitucional de Maduro; b) Convocar a una Constituyente legitima; y c) Autorizar al Constituyente electo para la destitución de los Poderes Públicos y la designación de un Gobierno de Transición y de Unidad Nacional, hasta el llamado a elecciones generales con las reglas de una nueva Constitución.

¿Porque no les gusta esta solución a los factores electoreros? Porque no tendrían el control del proceso. Un Plebiscito obligado y presionado por la gente en la calle y por las sanciones externas, con la amenaza cierta de una injerencia humanitaria desde el exterior, pondría en Miraflores a aquellos que el Constituyente decida, no a los “salvadores de la patria” que se están cocinando desde cualquier lugar por la vía del “fast track”. Por la ruta de las “condiciones” solo ganará el gobierno y los colaboracionistas.

Con un Plebiscito se pasaría ordenadamente a una forma política que restituya al Estado de Derecho sin violencia y sin un golpe sobre el que los venezolanos no tendríamos ningún control, siendo el pueblo representado por sus constituyentes quien decida ordenada y pacíficamente la sustitución del gobierno. Si Venezuela se une alrededor de esa solución como lo hizo el 5 de julio de 2017 para la Consulta Popular del 16J, el efecto político dentro y fuera de Venezuela sería monumental, creándose de esta manera las condiciones para un cambio inmediato y en paz de la situación política del país. Queda en nosotros –de nuevo- dejar atrás un CNE y unas condiciones electorales que en lugar de constituirse en la solución que nunca fue, se han convertido en un drama que forma parte del problema…

Caracas, 4 de Marzo de 2018

Twitter:@laguana

lunes, 26 de febrero de 2018

Una Consulta Popular como alternativa para enfrentar la destrucción

Por Luis Manuel Aguana
Intervención en la Cátedra Pío Tamayo de la Universidad Central de Venezuela, 26-02-2018

Agradezco esta nueva oportunidad a la Cátedra Pio Tamayo de convocarme para debatir en torno al futuro de Venezuela. Y en esta ocasión para debatir sobre la pregunta a la que nos convoca la Cátedra: ¿Cómo organizar una fuerza social mayoritaria para enfrentar la destrucción?

No es para nadie un secreto que la Alianza Nacional Constituyente ha estado y sigue estando en la labor de convencimiento de la necesidad imperiosa de convocar al Constituyente para discutir el país. Pero no para discutir cualquier país, sino un Proyecto de País que hemos propuesto a Venezuela, y cuya piedra angular se basa en la descentralización del poder político con todo lo que ello implica. Y la discusión de ese país pasa claramente por resolver en el ínterin su situación de gobierno y gobernabilidad.

Con esas ideas al frente y teniendo claro nuestro objetivo, establecimos una estrategia para lograrlo basada en la característica participativa que nos ofrece la Constitución de 1999. Esa estrategia nos llevo a idear una forma de organización para llevarla a cabo. Y ese es el orden: primero una propuesta, después una estrategia para desarrollarla y luego una estructura para llevarla a cabo. Este orden no fue inventado por nosotros sino por los mejores investigadores en materia de estrategia del mundo. Esto es, una propuesta primero.

Nuestra propuesta existe desde hace más de 15 años y se llama Proyecto País Venezuela Reconciliada Vía Constituyente. La estrategia está contenida en un documento político que hemos publicado y que ha ido cambiando con el tiempo y por las realidades políticas, titulado “Bases Constituyentes, Propuesta de los Ciudadanos para la Reconciliación y el Cambio”. La organización y el detalle de su estructura, esta sugerida allí y desarrollada en los múltiples documentos escritos por la Alianza y discutidos con diferentes grupos a lo largo y ancho del país en los últimos 4 años.

Así íbamos hasta el 1ro de Mayo de 2017, momento en el que cambio todo para Venezuela: el régimen de Nicolás Maduro convocó al Constituyente sin estar constitucionalmente facultado para ello, eligiendo e instalando una Asamblea Nacional Constituyente a su medida, ilegitima, irrita e inconstitucional. Ese es, a nuestro juicio, el mayor problema que tenemos los venezolanos en la actualidad.

¿Cuál fue nuestra primera reacción como agrupación que impulsaba una Constituyente legítima, originaria y convocada por iniciativa popular? Rechazar el agravio hecho por el régimen, pronunciándonos el 3 de Mayo ante ese llamado inconstitucional del gobierno (ver Pronunciamiento de la ANC ante el llamado a una Asamblea Nacional Constituyente del gobierno http://ancoficial.blogspot.com/2017/05/pronunciamiento-de-la-anc-ante-el.html), bajo la siguiente consigna “¡Contrapongamos la fuerza del Poder Constituyente Originario a la pretensión de poder de un régimen, quien mancillando una herramienta que solo le pertenece al Pueblo de Venezuela, intenta utilizarla para someterlo, destruyendo su libertad!”.

Posteriormente, el 25 de Mayo entregamos una comunicación a la Directiva de la Asamblea Nacional (ver la comunicación recibida en https://tinyurl.com/yd8w2dqy) en los siguientes términos: “Dado que el Gobierno Nacional ha ignorado su obligación Constitucional de consultar a los venezolanos esta materia de indudable trascendencia nacional, le solicitamos a esa honorable Asamblea Nacional, actuales depositarios de la voluntad popular, procedan a activar el dispositivo constitucional contemplado en el Artículo 71 de la República Bolivariana de Venezuela…”. Inmediatamente después, el  26 de Mayo de 2017, enviamos públicamente un mensaje claro a la Nación. “¡El Pueblo debe ser consultado ya!” (ver http://ancoficial.blogspot.com/2017/05/mensaje-de-la-alianza-nacional.html).

Este petitorio formal se tradujo en múltiples reuniones de la Alianza Nacional Constituyente sostenidas con los factores políticos que conducían la Asamblea Nacional –Julio Borges y la Directiva de la AN- entre las fechas de esas comunicaciones y el 4 de julio de 2017, hasta llegar al acuerdo de la Asamblea Nacional el 5 de Julio de 2017 para la consulta que se hizo posible el 16 de Julio de 2017. En este sentido la Alianza se dirigió de nuevo a la Asamblea Nacional inmediatamente luego del Acuerdo del 5 de Julio por la firma pública del documento “Gran Acuerdo Nacional: ¡Que sea el Pueblo quien decida!” del Teatro Chacao (ver comunicación a la Asamblea Nacional recibida el 7 de julio de 2017 en  https://tinyurl.com/y76a3qy2). Todos estos pasos han sido documentados y puestos del conocimiento de los venezolanos a medida que ocurrieron los eventos, por lo que quienes propusimos este curso de acción estamos ahora planteando una nueva alternativa al país.

Sin embargo, no se logró con todo esto detener al régimen a pesar de habernos metido en el medio con una propuesta que no estaba en los planes de la MUD. Pero los factores políticos la aprovecharon y usaron los votos de esa Consulta Popular para ir a negociar con el gobierno unas elecciones generales a contrapelo del mandato claro del pueblo el 16J. Sin embargo entre el 16J y el 30J el régimen, claramente golpeado por el resultado de esa consulta, envió a su emisario contratado, el ex Presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero a negociar con la oposición oficial una suspensión indefinida de las elecciones constituyentes del 30J. Esa oportunidad fue estúpidamente desechada por la oposición. ¿Y por qué? Porque no estaba preparada para negociar un proceso Constituyente pero tampoco llamo a quienes si estábamos en posición de hacerlo. No sabían nada de Bases Comiciales, ni estaban preparados para la estructuración de un proceso de esa complejidad, cerrándose a si mismos la posibilidad de salirle al paso a una hegemonía que luego afianzó el régimen con un fraude electoral el 30J.

¿Dónde estamos ahora? En un falso dilema entre ir o no ir a un proceso electoral presidencial con una Constituyente inconstitucional en funciones por encima de todos los poderes del Estado. Y todavía hay quien se pregunta si ir o no ir a ese fraude anunciado. El dilema no es si ir o no ir a votar, es si se acepta o no se acepta ese fraude y qué hacer para remediarlo.

Estamos en una Universidad y en una Cátedra para la discusión seria y profunda, por lo tanto se debe responder académica y profesionalmente. Ante la pregunta de esta Cátedra de cómo organizar una fuerza social mayoritaria para enfrentar la destrucción, nuestra respuesta es una propuesta y estrategia al país que se contraponga a las soluciones electorales manidas de las oposiciones políticas, con una alternativa creativa que le de respuestas prácticas, pacificas, constitucionales y electorales a los venezolanos, con una implementación inmediata.

En este sentido, la propuesta sigue siendo HAY QUE CONVOCAR AL CONSTITUYENTE pero esta vez de una manera legítima, restituyéndoles a los venezolanos el derecho conculcado el 1ro de Mayo de 2017 de decidir si se deseaba ir o no a ese proceso, ofreciendo al país unas Bases Comiciales amplias y participativas, desmontando a través una consulta soberana el mamotreto inconstitucional del régimen y todas sus decisiones, y dándole a esa nueva Asamblea Constituyente el mandato de destitución de todos los Poderes Públicos y designar un gobierno de Unidad Nacional de Transición hasta la aprobación y elección de nuevos poderes en el marco de una nueva Constitución. A esta nueva proposición la hemos denominado “Una Agenda Alternativa para Venezuela” (ver Manifiesto de la ANCO en http://ancoficial.blogspot.com/2018/02/manifiesto-gran-alianza-por-la-consulta.html).

El pasado 22 de Febrero la Alianza Nacional Constituyente y su órgano de consulta la Conferencia Superior Constituyente, llamamos a una Gran Alianza para esta nueva Consulta Popular con la intención de que todos coincidamos en una única declaración de principios: “¡Que el pueblo venezolano decida!”. La diferencia fundamental entre esta consulta y la del 16J es a quien corresponde hacer efectivo sus resultados, que no es otro que al convocante, en esta oportunidad muy diferente al de la anterior: el Pueblo de Venezuela. Si Venezuela y los países amigos que nos han apoyado en esta cruzada para restituir el Estado de Derecho coincidimos en esta nueva alternativa, los resultados no se harían esperar. Toda la presión nacional e internacional estaría dirigida a esa sola declaración: Que el pueblo venezolano decida su destino en una Consulta Popular, dejando al régimen en la disyuntiva entre matarnos a todos, convocados pacíficamente en las calles o acatar la decisión del pueblo soberano, negociando su salida. Y allí no solo decidiría el gobierno que hacer, sino también las Fuerzas Armadas. Esta solución no tiene fecha pudiendo ser antes o después del 22 de Abril, día en que se pretende convocar a un fraude electoral.

El 30 de Noviembre de 2017, el TSJ legítimo establecido en la sede de la OEA en Washington DC, respondió a un recurso introducido por la Alianza Nacional Constituyente en estos términos:

“En razón de que el país está sumido en una crisis social y económica profunda que tiene afectado la vida normal de los ciudadanos, es procedente la activación de la resistencia civil y pacífica decretada por este Alto Tribunal al tenor de los artículos 333 y 350 constitucional, lo que hace urgente producir los cambios que requiere Venezuela para la restitución de la vigencia de la Constitución y por ende de la democracia en Venezuela, por lo tanto, cualquier salida de la crisis que se pretenda en el escenario político, debe hacerse dentro de los mecanismos de participación popular que consagra el artículo 70 de la Constitución, y nunca a espaldas del pueblo, con el fin primordial de provocar la salida inmediata de todo aquello que ha generado la crisis por la que atraviesa el país.” (Punto No. 3 del Auto de Ejecución de la Sentencia del 25 de Octubre de 2017, http://ancoficial.blogspot.com/2017/12/auto-de-ejecucion-de-sentencia-tsj.html) (Subrayado nuestro). Esta sentencia es trascendental porque indica en otras palabras, que cualquier salida debe pasar por consultar al pueblo soberano. Por lo tanto esta propuesta esta sustentada política y jurídicamente. Queda en ya nosotros hacerla efectiva para la recuperación de las libertades en Venezuela.

Muchísimas gracias…

Caracas, 26 de Febrero de 2018

Twitter:@laguana