lunes, 5 de noviembre de 2012
Política, Tecnología y Transporte
jueves, 28 de junio de 2012
Una Reflexión en el camino
Por Luis Manuel Aguana
Pasó desapercibido para quienes opinan en los medios y en la red, un extraordinario artículo de Carlos Goedder publicado en El Universal del lunes pasado titulado “La Responsabilidad Personal en una Dictadura” (ver en http://www.eluniversal.com/opinion/120625/la-responsabilidad-personal-en-una-dictadura). Y digo desapercibido porque ciertamente toca la esencia del hecho totalitario en Venezuela y los estudios de quienes, como Hannah Arendt (1906-1975), han investigado profundamente el fenómeno en el pasado y que de acuerdo con esa experiencia se pueden detectar características y similitudes con lo que está sucediendo con la conducta del venezolano de hoy y su posible respuesta en los venideros comicios del 7 de Octubre.
El fondo del tema estriba en que no es posible asumir una culpa general de la conducta permisiva que colectivamente le hemos delegado al chavismo, o en general, a esta pesadilla socialista del Siglo XXI. De acuerdo a Goedder, decir que "la sociedad venezolana" es la responsable por lo que ocurrió bajo Chávez, es un pretexto inválido y que todos debemos dar cuenta individualmente de lo que hicimos para evitar o bien coadyuvar a que este desastre sucediera. Es bien interesante este concepto, en especial si está fundamentado en una teoría que expusiera Hannah Arendt en su obra fundamental “Los Orígenes del Totalitarismo” en 1951. Hablando en claro venezolano, todos debemos responder a la pregunta ¿Qué hiciste tú en la época oscurantista de Chávez? ¿Te refugiaste en la burocracia diciendo que te ordenaban hacer las cosas que sabías que estaban mal hechas? ¿Tuviste una posición proactiva y determinada en contra del régimen, corriendo riesgos de cárcel, desempleo y apartheid político? ¿Qué hiciste?
La respuesta a estas preguntas es fundamental. No es que te vayan a pedir a que rindas cuentas. Es como si te hicieran un examen con un detector de mentiras y preguntes por el resultado. Solo tú sabes si mentiste o no. Solo tú sabes qué hiciste o no.
Quiero hacer un alto en el camino y pararme en esta reflexión, e invito a todos los venezolanos a hacerlo. ¡Cuánto empleado público, no solo de la administración central sino de los municipios y gobernaciones debe hacerse esta reflexión! ¡Y más aun considerando el hecho que hacia ellos va dirigida la persistente campaña amenazante del CNE!
Hace más de un año escribí un artículo que circuló por las redes en su momento y que titulé “El Ejemplo de Simon Wiesenthal” (lo reproduzco a seguidas en el blog porque no lo publiqué aquí y creo que ahora es un buen momento para hacerlo. Verlo en http://ticsddhh.blogspot.com/2012/06/el-ejemplo-de-simon-weisenthal.html) y que tenía que ver con esa misma responsabilidad que no solo tiene Chávez como cabeza de esta locura de 13 años, sino con todos aquellos funcionarios de baja jerarquía que son tan o más responsables que él de la persecución atroz a la que han sido sometidas personas inocentes, que hemos presenciado y de cuyas acciones deberán dar cuenta algún día.
Pero ante el razonamiento de que absolutamente todos nosotros, no solo los que tomaron decisiones relevantes durante el régimen, tenemos nuestra cuota de responsabilidad en la perpetuación de un Estado antidemocrático, la cosa se pone espeluznante.
Un funcionario que deja de ultima una solicitud de vivienda de un prójimo que la necesita porque sabe que no es chavista y lo hace por quedar bien; un individuo que pudiendo ver hacia otro lado cuando le piden saber si alguien está en la Lista de Tascón y no lo hace; muchísimos casos en los cuales alguien puede, aunque en una muy pequeña proporción, trabar o no dejar pasar alguna injusticia “socialista” porque sabe de verdad que está mal hacerlo, y de igual manera lo hace, son parte de todas estas cosas a las que nos referimos. Y todas sintetizan un hacer inhumano producto de una maquinaria totalitaria que destruye poco a poco el tejido democrático del país.
Formo parte, como muchos, de un grupo que tuvimos que salir públicamente denunciando los atropellos y malos manejos del gobierno en el Metro de Caracas, asumiendo desde el principio una posición que nos ha traído desempleo y exclusión. Siempre pongo el ejemplo de mis compañeros de AC Familiametro, quienes siguen en pié de lucha por el regreso de sus derechos políticos y laborales atropellados desde aquella gesta del Paro Cívico y aún así no se han cansado o han claudicado, yendo ya para 10 años denunciando públicamente, exponiendo su bienestar privado por un mejor Metro de Caracas. No buscan premios ni reconocimientos más allá de la restitución de sus derechos violados, y el mejoramiento de una empresa que fue estandarte de servicio público.
Como ellos hay muchos que no tuvieron mucha oportunidad de pasar desapercibidos porque fueron excluidos y aún continúan luchando porque el gobierno no cesa la persecución señalándonos como saboteadores. Después que este desgobierno termine, nadie podrá echarles en cara que se quedaron tranquilos ante los desafueros cometidos, aun a costa de su bienestar. Sin embargo también quiero decir que Familiametro ha recibido mucha colaboración de compañeros que aun estando en la empresa saben lo que se hace mal y colaboran con información valiosa para la denuncia eficaz arriesgando sus empleos. Ellos están haciendo algo, no se quedaron tranquilamente cómplices. Pero…¿y los demás? A ellos es que va dirigida esta reflexión en el camino.
Lo primero aquí es que si usted desde su más humilde responsabilidad puede evitar que se cometa un atropello antidemocrático en contra de alguien, lo haga. Si puede realizar cualquier cosa que por su conocimiento evite alguna injusticia, ¡hágalo! Eso no se lo reconocerá nadie. Como en el ejemplo del detector de mentiras, solo usted lo sabrá. Pero si muchos lo hacen, automáticamente habrá una desaceleración del totalitarismo por aquello que indicó Hannah Arendt, si te niegas a participar caerá, así sea que te niegues solo un poco.
Ni hablar del venidero proceso electoral. ¿Cuánta gente dentro del CNE, y no hablo de los decisores políticos, sino de los técnicos honestos y demás funcionarios que estuvieron en el antiguo CSE que saben de cierto y de primera mano si hay algo podrido en el proceso, podrían colaborar silenciosamente a que no se produzca un fraude de proporciones el 7 de Octubre? ¿Cuántos venezolanos y sus familias desean una vuelta a una Venezuela noble, sin exclusiones? ¡Muchos!
A cada venezolano le invito: dense la oportunidad de salir de esta pesadilla diciéndose a sí mismos: yo si hice algo porque esto se acabara, por más pequeño que sea. De esa manera, a la pregunta de ¿qué hiciste? nadie se mirará al espejo y se irá a dormir sin una respuesta positiva…
Caracas, 28 de Junio de 2012
Blog: http://ticsddhh.blogspot.com/
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana
jueves, 17 de noviembre de 2011
El Contrato “a dedo” del Metro de Caracas
Por Luis Manuel Aguana
Ex Gerente Corporativo de Tecnología de C.A. Metro de Caracas
Ya casi luego de sus 30 años de operación comercial las autoridades de la C.A. Metro de Caracas decidieron realizar una completa renovación de la Línea 1 del Metro. Años de olvido a este importante sistema se empezaban a sentir como un peso inaguantable para los caraqueños que no tienen un mejor sistema de transporte. Fue así como el 29 de diciembre de 2008 el Presidente del Metro firma el "Contrato de Rehabilitación de la Línea 1 del Sistema Metro de Caracas" ("CONVENIO Nº MC-4094") por un monto total de 1.851 millones de dólares, que debía ejecutarse en 48 meses, "contados a partir de la fecha de pago a cuenta (Cláusula 15)" de un adelanto de 100 millones de dólares, lo cual se materializó el 23 de diciembre de 2008, por cierto antes de la firma del contrato. Este contrato fue otorgado “a dedo”, sin mediar ningún proceso de Licitación Pública Internacional (LPI). Eso tendrá consecuencias impredecibles para los venezolanos, en especial los caraqueños, como ya lo estamos comenzando a ver.
Al margen de que creamos que hubo irregularidades en la contratación de la rehabilitación de la Línea 1, han pasado casi tres años de esta contratación y ¿hemos visto mejoría en la calidad de servicio del Metro para los caraqueños hasta ahora? Muy poco. Recientemente fueron colocados en servicio 4 trenes de nueva generación, que de acuerdo a denuncias de nuestra Asociación Civil, AC Familiametro, están circulando en un modo de conducción irregular, a contravía de la seguridad de las personas.
De acuerdo al comunicado a los medios de AC Familiametro del 27 de septiembre de 2011, “el sistema de pilotaje automático de los nuevos trenes es incompatible con el pilotaje automático de los viejos trenes al provenir de proveedores diferentes. El sistema computarizado que controla todo el sistema es completamente distinto en cada proveedor. En consecuencia, para que el pilotaje automático de los trenes españoles pueda entrar en funcionamiento, la flota de trenes debe estar completa (48 trenes) y probada y los trenes franceses ya no deben estar en circulación a menos que lo hagan en modo Manual Liberado. Y esto técnicamente no es aconsejable por motivos de seguridad.”
Esta es una de las muchas consecuencias de no haber convocado a un proceso licitatorio. Una de las condiciones técnicas básicas que debió habérsele solicitado a los concursantes en una LPI para un nuevo sistema era que los nuevos trenes aceptaran ser controlados por el viejo sistema computarizado de control, del Centro de Control de Operaciones (CCO), de manera tal que se estableciera un modo de conducción mínima en automático, que pudiera garantizar una seguridad mínima en la velocidad y el frenado de los trenes nuevos en la vía. De esta forma, en la medida de que fueran llegando los nuevos trenes, estos irían sustituyendo los viejos sin poner en peligro la seguridad de los pasajeros, ya que es el sistema de pilotaje automático el que garantiza una operación total de conducción de los trenes sin fallas o errores humanos.
Otra de las consecuencias tiene que ver con la sustitución gradual de las subestaciones eléctricas de todo el sistema de la Línea 1. Estas subestaciones garantizan la electricidad para la tracción de los motores que impulsan los trenes. De acuerdo a las informaciones recibidas, el agravamiento de las fallas en el actual sistema eléctrico de la Línea 1 del Metro obedece a que no se ha procedido todavía a sustituir las viejas subestaciones eléctricas redundantes y todo el sistema eléctrico en general del sistema. En una LPI de esta naturaleza este elemento esencial debió haberse tenido en consideración como prioritario, dadas las fallas continuas que estaba sufriendo el Metro y que era necesario y mandatorio para la operación continua de los trenes, tanto para los viejos como para los nuevos. Es allí donde nos encontramos que el servicio continuamente es suspendido por fallas eléctricas, provocando el caos en la ciudad, dejando varadas a personas dentro de los túneles. El sistema de alimentación que proviene de la Electricidad de Caracas, ahora Corpoelec, es completamente redundante. Esto es, que la única manera que el Metro se quede sin electricidad es que haya un apagón completo en la ciudad. Las fallas eléctricas que han paralizado al Metro han sido consecuencia de la pobre operación de las viejas subestaciones que no están operando con la redundancia debida por fallas en su mantenimiento y que aun se encuentran a la espera de su sustitución por las subestaciones de nueva tecnología previstas en el nuevo contrato, luego de casi tres años de haberse iniciado. Esto es inaceptable.
Otro ejemplo técnico lo hemos notado en la sustitución del cambiavía de Palo Verde. Este elemento de vía ha causado numerosos problemas en la operación del sistema dado que su modo de ser manipulado dista mucho de los actuales cambiavías franceses. La sustitución de tecnologías no sería mayor problema pero era lógico solicitarle en una LPI a un proveedor que su tecnología no cambiara los modos de operación actuales y si esto iba a ser así mandatoriamente debían resguardarse los aspectos mínimos de seguridad en la operación. De acuerdo a informaciones suministradas, el cambiavía español instalado en Palo Verde ha tenido problemas de descarrilamiento de trenes, afortunadamente sin consecuencias que lamentar, como resultado de un modo de operación diferente al actual y que fuera rechazado por los técnicos de Metro antes de su instalación.
Estos son solo tres aspectos que salen como consecuencia de haber escogido “a dedo” al proveedor de un contrato tan importante como el de la Rehabilitación de la línea más transitada y vital del Metro de Caracas. No sabemos que otros aspectos oscuros tiene ese contrato pero esperamos que pronto salgan a la luz al acercarse su fecha de entrega contractual, que será en diciembre de 2012.
Por último una consideración de orden político pero que tiene un profundo impacto de orden técnico. A todos, al gobierno, a la oposición y los ciudadanos de Caracas, nos conviene que el Contrato MC4094 sea entregado con éxito en diciembre de 2012. ¿Y por qué lo digo? Porque si el gobierno lo completa favorablemente, así tenga muchos aspectos obscuros administrativamente, se anotará un éxito electoral. Si no lo llega a entregar, como nosotros creemos que ocurrirá, dada la forma en que se está ejecutando, la oposición democrática, que espera ser gobierno a partir del 2013, tendrá una “caja negra” de importante dimensiones que descifrar para poner en marcha el nuevo sistema, ya que no habrá manera de descubrir que fue lo que hicieron los administradores de Metro con ese contrato y su modo de ejecución, viéndose directamente afectada la ciudadanía al tener todavía un sistema Metro en las condiciones como el que se encuentra actualmente, y el retraso en el que indudablemente se habrá de incurrir para averiguar que pasó allí.
A los técnicos de la oposición que les toque la tarea de sacar adelante al Metro de Caracas les será difícil, pero no imposible, rescatar el desastre que se ha hecho con este contrato entregado “a dedo” por el gobierno. Nuestra exigencia permanente a la oposición democrática ha sido que se proceda a denunciar públicamente el Contrato firmado MC4094 con el Consorcio español y exigir su inmediata investigación técnica, con el objeto de sacar a la luz pública el porqué no se ha ejecutado adecuadamente, al no ver todavía los caraqueños una mejora sustancial en el servicio luego de tres años de haberse iniciado. Ojalá en el 2013 estemos todavía a tiempo de levantar ese desastre.
Caracas, 17 de Noviembre de 2011
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