Por Luis Manuel Aguana
“Nunca tendremos
mejor gobierno hasta que no tengamos mejores partidos políticos. Y nunca
tendremos mejores partidos políticos hasta que gente como todos nosotros y
todos ustedes y muchos más se metan. Hasta que la gente decente no participe
mucho más de la política no va haber mejores partidos políticos. Entonces, o
hay que crear nuevos partidos políticos, o hay que tomar y tratar de renovar,
mejorar y modernizar los que existen. Esto no es una conversación sobre Colombia.
Esto ocurre en Estados Unidos, ocurre en Europa. Hay que volver a traer a los
partidos políticos al centro de la conversación. Los partidos políticos tienen
que volver a ser el lugar natural de los soñadores, de los idealistas, de
quienes quieren cambiar el mundo…” Jon Lee Anderson
entrevista a Moisés Naím. Hay Festival, Cartagena (http://youtu.be/QNUFPzE7jiI).
Este es el cierre magistral que dio Moisés Naím a la conversación que
sostuvo con Jon Lee Anderson, corresponsal internacional de la Revista The New
Yorker en Cartagena, Colombia. Y respondió a la pregunta del por qué no tenemos
mejores gobiernos. Su respuesta: nosotros. La gente dejó de creer en los
partidos como canal para resolver los problemas y soñar con sus soluciones y se
están inventando los suyos. En opinión de Naím deberíamos estar fundando nuevos
partidos o metiéndonos en los que ya existen.
Puedo tal vez aceptar lo de la creación de nuevos partidos pero sobre
una base completamente distinta a como se ha hecho en el pasado, siguiendo a
una idea o un proyecto aglutinador en lugar de un líder que crea tener todas
las respuestas. En el siglo XXI esa no existe. Pero los venezolanos tenemos
metido en el ADN aquello del liderazgo único y del caudillo iluminado que sabe dónde
va y nos puede llevar por las sendas del bienestar. La historia nos ha enseñado
de lo peligroso que puede ser eso.
En relación a meternos en uno existente, no me quiero imaginar a la
gente o a nosotros mismos metiéndonos en PJ, AD, o UNT, por solo nombrar los
tres primeros de acuerdo a las recientes encuestas, para tratar de cambiar como
se manejan las cosas en esos partidos, por encima de sus caciques Borges-Capriles,
Ramos Allup, o Rosales, quienes tienen años decidiendo en esas organizaciones políticas.
Sin embargo sí creo en que es necesario que es deber de sus
respectivas militancias lograr los cambios necesarios que hagan a esos partidos
más democráticos y honestos, compartiendo la idea de Naím en que si la gente
decente allí no es mayoría muy poco se podrá lograr en mejorar los gobiernos
que se deriven de ellos en una futura democracia, en el entendido que estos
partidos lleguen alguna vez al poder en Venezuela.
Lo cierto es que como menciona el autor de Efecto Naím en su
entrevista, vivimos en una era de innovación profunda, donde lo tecnológico se
ha metido de tal forma en nuestras vidas que lo ha cambiado todo, desde la
manera en que nos comunicamos, hasta la manera en que compramos, estudiamos,
nos informamos e incluso en el cómo nos estamos relacionando con los organismos
públicos. Todo ha sido tocado por la tecnología y la innovación en la mayoría
de las cosas que hacemos “EXCEPTO en la
manera como nos gobernamos”. Existe una brecha brutal entre eso nuevo que
nos rodea y la forma en que nos gobernamos y elegimos a nuestros liderazgos.
No existe una innovación en eso desde prácticamente la creación de la
democracia. Naím habla que por un lado existe estancamiento en el gobierno y un
gran movimiento de la “revolución disruptiva” por el otro. Esta profunda diferencia
hace que se fomente la anti política y el malestar a todo aquello relacionado
con la política y los partidos.
Sin embargo unos muchachos en Argentina al parecer lograron cerrar esa
brecha entre la política y la “revolución disruptiva”, creando un nuevo concepto
que puede perfectamente ser replicado, con sus correspondientes adaptaciones, a
cualquier democracia del continente. En efecto, estos jóvenes no dicen “que se
vayan todos” sino “queremos entrar todos” pero a través del uso de herramientas
tecnológicas que están a la mano de todo el mundo en la actualidad.
Santiago Siri del Partido de la Red de Buenos Aires, Argentina (http://partidodelared.org/) explica en
detalle el concepto en 10 minutos (http://youtu.be/FtC1Lelcpm0)
en un programa de televisión. Es impresionante la creatividad que pueden llegar
a tener los jóvenes para aplicarla a viejos problemas si realmente se llegan a
interesar en esos temas, consiguiendo de esa manera una forma honesta para
resolverlos.
En el caso de la política, este bien podría ser el comienzo para
lograr integrar las nuevas herramientas a los viejos problemas, haciendo que
esa “revolución disruptiva” de la que habla Naím, comience a renovar nuestros
espacios de participación, haciendo que ese deseo que los partidos vuelvan a
ser “el lugar natural de los soñadores, de los idealistas, de quienes quieren
cambiar el mundo” sea una realidad.
Y tal vez esa sea la clave del Proyecto País Venezuela (http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/),
no solo para hacer del conocimiento a todos los venezolanos acerca de nuestro
Proyecto de cambio estructural del sistema político, sino la manera de tener
permanente contacto con aquellas personas que se sienten identificadas con la
idea de que Venezuela no puede seguir con esta perniciosa manera de hacer política,
pero tampoco volver a la del pasado pre-Chávez.
Si bien es cierto que hay que sacarnos de encima- y de forma urgente- este
sistema de dominación “socialista” empobrecedor, el costo no puede ser dejarnos
convencer que “lo pasado” pre-Chávez fue mejor porque fue ese el que
precisamente nos trajo a ese “salvador de la patria”; y aquellos que tenemos la
suficiente edad para haberlo vivido y que sabemos que fue así, debemos responsablemente
comunicarlo a los jóvenes que no tenían la edad para entenderlo. Hay que innovar
y soñar que se puede ser mejor que eso y de allí nuestro planteamiento de
cambio estructural por la vía Constituyente. Es por eso que los partidos nos
ven como gallina que ve sal, cuando lo cierto es que proponemos que sean eso que
sugiere Naím, “el lugar natural de los soñadores, de los idealistas, de quienes
quieren cambiar el mundo”. Cuando logremos eso, habremos cambiado a Venezuela.
Caracas, 16 de Febrero de 2015
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana