jueves, 8 de diciembre de 2016

Referendo ciudadano y Constituyente Originaria

Por Luis Manuel Aguana

De una manera natural los venezolanos van cayendo en lo que siempre ha reafirmado la Constitución en sus múltiples versiones hasta llegar a la 1999: que la Soberanía Popular reside intransferiblemente en el pueblo.

Este nuevo intento de un grupo de organizaciones de la sociedad civil y personalidades independientes para la defensa de la Constitución -porque han habido otros antes (ver Polo Constitucional, en http://www.eluniversal.com/opinion/091014/polo-constitucional)- y en especial para la restitución ciudadana del Referendo Revocatorio secuestrado por el régimen, pasa por ese principio mencionado, donde el pueblo, ejerciendo sus derechos inalienables, debería imponerse. Ese es un principio indiscutible que nadie pondría en duda en nuestro país, de existir en Venezuela un Estado de Derecho donde la Constitución y las leyes se cumplan a cabalidad. Pero desafortunadamente ese no es el caso.

El Referendo Revocatorio de los funcionarios de elección popular es un derecho que tienen los ciudadanos desde 1999. El CNE secuestró y distorsionó ese derecho que nos dio el Constituyente de 1999, colocando normas y obstáculos no establecidos en la Constitución ni en ninguna ley, como ese del 1% para “poder optar” a la  búsqueda del 20% de firmas para revocar a alguien que ocupe un cargo de elección popular, o determinar quien tiene o no el derecho de solicitarlo.

El espíritu de la Constitución de 1999 es que cualquiera que se aparezca en el CNE con un 20% de firmas válidas dentro de la circunscripción del funcionario a revocar, obliga al Poder Electoral a organizarle y convocarle un Referendo Revocatorio, y punto. Incluso el mismo Artículo 72 dice cómo sale o se queda el afectado. ¿Qué parte del Artículo 72 constitucional no entendieron las Rectoras? Pero Tiby y su combo lo torcieron tanto, al punto que lo hicieron imposible.

Dado que el marco de actuación es la defensa de la Constitución, de acuerdo a lo expresado por el Frente para la Restitución de la Constitución (ver Restitución de Referendo Revocatorio constitucional, en https://youtu.be/1l1hnAwtEaI) esas firmas recogidas para un Referendo Ciudadano deberán cuadrarse, muy a su pesar, en el marco reglamentario del CNE. Y esto es porque están solicitando un Referendo establecido en el Artículo 72 de la Constitución, no otra cosa. Con lo cual la validación ese 20% de firmas que recojan de los ciudadanos le corresponderá -quiéranlo o no- al CNE como Poder Constituido del Estado.

Ahora bien, si este grupo de ciudadanos se prepara para intentar con esta iniciativa un Referendo por su cuenta -y de allí su nombre de Referendo Ciudadano-, que es como de verdad lo establece la Constitución, es bueno que la gente sepa en qué marco de actuación estaría operando esa iniciativa, para que posteriormente no existan de nuevo frustraciones masivas de la población, como las que ya hubieron con la malograda experiencia pasada.

El comunicado del Frente argumenta el derecho y la obligación de los venezolanos de restituir la vigencia plena de la Constitución, tal y como indica el Artículo 333, haciendo lo conducente para lograr ese objetivo. Eso es indiscutible. Pero salvo que intervenga la Fuerza Armada en soporte a esa solicitud seguimos en el mismo círculo vicioso. El Artículo 333 convoca a todo el mundo, aquellos investidos o no de autoridad, a restituir el imperio de la Constitución. Los militares están investidos de esa autoridad y son los custodios de las armas de la Republica. Y es su decisión cumplir o no con su deber constitucional ante el abierto desconocimiento del régimen a la Constitución que ellos como militares juraron defender.

Nosotros los civiles estamos haciendo lo que nos corresponde. Si las Fuerzas Armadas consideran que no están en los extremos del Artículo 333, no intervendrán; y cualquier argumento civil para que los Poderes Constituidos, incluyendo a Maduro, cumplan con su deber constitucional, será inútil si no está respaldado por el debido pronunciamiento militar. Las Fuerzas Armadas son la garantía real del cumplimiento de la Constitución. Esa es tal vez la más importante de sus obligaciones. Si los venezolanos no estamos claros en ese hecho, daremos vueltas en círculos en este problema indefinidamente.

Esto es lo que hasta ahora está sucediendo en Venezuela. El deber ser es que todos los ciudadanos, militares y civiles, pero especialmente el gobierno, cumplan la Constitución y las leyes. Si eso no ocurre hay anarquía, caos y desbordamiento de la violencia. Ese es el retrato del país que tenemos de hoy.

Entonces el planteamiento que se haga debe ser diferente a pretender lograr sin sustento real lo que es el deber ser de las instituciones destruidas y sumisas al régimen, como es el caso del CNE con el Referendo Revocatorio. Si ya el régimen anulo la posibilidad institucional de realizar el Referendo Revocatorio para el 2016, cualquier vía, incluso fuera de la normativa oficial, va directo al fracaso.

La Alianza Nacional Constituyente (http://ancoficial.blogspot.com/), consciente del probable resultado del proceso de Recolección de firmas anunciado para el 26, 27 y 28 de Octubre, sugirió a la MUD un proceso paralelo de recolección de firmas para activar un Proceso Constituyente de carácter Originario, en un documento que consideramos histórico, publicado el 25 de Agosto de 2016, y que denominamos “Tres días, dos firmas para el cambio” (verlo en
http://ancoficial.blogspot.com/2016/08/tres-dias-dos-firmas-para-el-cambio.html?m=1) donde sustentamos esta solicitud. Nuestra propuesta fue desestimada por la MUD.

¿Cuál es la razón por la cual los factores políticos -y ahora los de la sociedad civil-, vuelven  a desestimar la solución constituyente, apostando de nuevo a favor de otro Revocatorio, ahora llamado ciudadano, a sabiendas de todas las desventajas institucionales que se presentarán con el régimen? La respuesta puede estar en una mezcla de no querer salirse del orden institucional conocido, falta de información acerca de las demás alternativas, o tal vez lo más grave, la creencia de que aun se puede jugar con las reglas del juego democrático con delincuentes y narcotraficantes.

Los venezolanos, por increíble que pueda parecer, aun creemos que todavía se puede jugar al juego democrático con el régimen. Y eso dejo de ser posible desde que violentaron todo para quedarse. Cuando empezaron a perder elecciones se acabo la careta y se despojaron de su disfraz democrático. Es por ello que aunque les demostremos al mundo antes del 10 de Enero de 2017 que tenemos más de ese 20% de firmas necesario para revocar al gobierno, no existirá una intención institucional en el régimen para convocar un Referendo Revocatorio, y mucho menos convocar a un proceso electoral para cambiar al Presidente como mandato del pueblo.

Es por esa razón que la Alianza Nacional Constituyente no está apelando en su planteamiento a la restitución de una institucionalidad ya perdida en Venezuela sino a lo único que da sustento y es el origen de todo: la Soberanía Popular y al Derecho Humano de todo pueblo a darse el gobierno que desee de manera democrática. Y eso solo se hace con la convocatoria al Poder Constituyente Originario. Y a diferencia de todas las constituciones del mundo, ¡eso está previsto en nuestra Constitución!

Desde este punto de vista la intervención de las Fuerzas Armadas en auxilio al poder civil del ciudadano, conformado en Poder Constituyente Originario, este apoyo no es opcional sino obligatorio: Artículo 328: “La Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política, organizada por el Estado para garantizar la independencia y la soberanía de la Nación…”; Artículo 5: “La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo…Los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos”; Articulo 347: “El pueblo de Venezuela es el depositario del Poder Constituyente Originario…”. De acuerdo a esta secuencia, la Fuerza Armada Nacional está en la obligación de garantizar y hacer cumplir la voluntad del pueblo de Venezuela expresada en las manifestaciones de voluntad, al alcanzarse el mínimo requerido del 15% de firmas de los electores y electoras inscritos en el Registro Civil y Electoral, establecido en el Artículo 348 de la Constitución.

Entonces, el verdadero fondo del problema que tenemos en Venezuela pasa por lograr que quienes deben hacer que se respete la Constitución efectivamente lo hagan, pero por obediencia debida a un principio fundamental. La Constitución efectivamente tiene sus mecanismos de defensa pero estos serán efectivos si a quienes les compete la responsabilidad de obligar a aquellos que la incumplen, lo hagan. Y si estos no se manifiestan, cualquier esfuerzo de restitución institucional será inútil.

Y si a eso le añadimos que por la vía del Revocatorio es más costoso el esfuerzo, esto es, lograr un 20% de los electores solo para cambiar un solo poder del Estado sin la garantía de su cumplimiento, versus lograr un 15% de los electores para cambiar todos los poderes del Estado con la obligación de su cumplimiento, con el añadido de la revisión profunda de toda la institucionalidad del país en una Asamblea Nacional Constituyente, creo que la firma del ciudadano sería mucho mejor aprovechada con la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente.

En todo caso creo, como antes, que cualquier esfuerzo es válido y puede ser intentado concurrentemente. La convocatoria del Constituyente no tiene fecha, como la tuvo y la sigue teniendo el esfuerzo Revocatorio. Queda abierta de nuevo a la población, nuestra propuesta de Tres Días Dos Firmas ya descrito. Esperemos que en esta oportunidad no la desperdicien.

Caracas, 8 de Diciembre de 2016

Twitter:@laguana

martes, 6 de diciembre de 2016

Encadenadas

Por Luis Manuel Aguana

Razón tenía Andrés Eloy Blanco en su discurso para declarar sancionada la Constitución de Venezuela en 1947, al darle el merecido crédito a la mujer venezolana: “…Y para que tuviera el tono y el estilo maternal, podréis hallar en ella entre una moción de la Representante Fermín, un desvelo de la representante Saavedra, un Artículo de la Representante Lucila Palacios y un esfuerzo de cada una de sus compañeras, la puntada de amor, el cairel de ternura, la tibia artesanía de conciencia que por la primera vez en nuestra historia pudo dar la mujer venezolana para que la ley naciera en las rodillas de la madre…” (ver Discurso del Dr. Andrés Eloy Blanco, Presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, http://constituciones1947-1999.blogspot.com/2008/09/discurso.html).

Y así como tuvo ese crédito antes, lo tiene ahora. Si Venezuela como madre ha de parir la libertad, solo será de las manos y del vientre de sus mujeres. Si las dictaduras del siglo pasado venezolano fueron el escenario para escribir las páginas más estremecedoras de devoción y entrega de los hombres de este país, el presente siglo lo será pero para escribir la devoción y la entrega de las mujeres venezolanas.

Los versos, los cantos de nuestros poetas, como los del mismo Andrés Eloy Blanco en su “Palabreo de la alegría perdida”, estuvieron principalmente dedicados al sufrimiento del preso político del tirano y de su maltrato en las mazmorras de las dictaduras que ha sufrido este país. Sin embargo muy poco se ha reflejado en esos duros relatos del siglo pasado, el sufrimiento, las vejaciones, el maltrato psicológico, el dolor de la familia rota, que solo puede sufrir la mujer del preso, especialmente si tiene hijos pequeños, configurando una suerte de tortura adicional, no solo al preso sino a toda su familia.

Y ese sufrimiento lo arrastra solo la mujer. Siempre que escucho al inmortal Tío Simón cantar la historia de Guillermina, me trasmite ese dolor a pesar del tiempo: “Pusieron preso a tu marido Guillermina / pusieron preso a tu marido Guillermina / y se lo llevaron para una fuerte prisión / y como Guillermina quería tanto a su marido / fue a la cárcel a cantarle una canción // Murió mi madre y yo estaba ausente / murió mi madre y yo estaba ausente / yo ausente estaba yo no la vi / pero me dijo mi padre que en su agonía de muerte / alzó su mano y me bendijo a mi / alzo su mano y me bendijo a mi…” (ver ¡Libertad para los presos políticos! en http://ticsddhh.blogspot.com/2011/11/libertad-para-los-presos-politicos.html). No solo es el sufrimiento del preso, es el de su familia, su esposa, sus hijos, sus padres.

Supe hace poco la historia de la esposa de un importante preso político de Ramo Verde que llegó pocos minutos tarde con su hija, muy pequeña en ese entonces, a visitar a su esposo y no la dejaron entrar. Como había venido en un taxi desde el interior y conductor la había dejado en la puerta con la niña, les cayó un palo de agua, sin sitio para cubrirse. Por más que suplicó a los guardias que la dejaran guarecerse de la lluvia adentro con la niña, le impidieron la entrada.

La niña sufrió una neumonía que casi la mata por el tiempo bajo la lluvia. Todavía -ahora mayorcita- sufre las consecuencias de ese incidente, reincidiendo permanentemente en su afección pulmonar. ¿Quién paga por eso? ¿Quién paga por el sufrimiento de esa mujer al ver casi morir a su hija y permanentemente vigilar por su estado de salud? No es solo el sufrimiento del preso. La familia queda marcada de por vida. Y como creo que existe Dios, esa gente tiene una cuenta pendiente con El.

Es por eso que una tiranía como la que sufrimos en Venezuela reescribirá todo lo que antes habíamos conocido de la historia de las dictaduras que han pasado por este país, solo que en esta oportunidad las mujeres se llevarán el protagonismo principal.

El periplo mundial llevado a cabo por las esposas de los presos políticos, especialmente protagonizada por Lilian Tintori de López y Mitzy Capriles de Ledezma configura un caso muy especial que deberá anotarse en las historias que se cuenten de esta gesta que aun no termina, de la presente dictadura de Venezuela. Las vejaciones y humillaciones sufridas por la esposa de Leopoldo López en Ramo Verde y las cientos de puertas que les ha correspondido tocar a esas mujeres para lograr la liberación de sus esposos van más allá de lo humanamente concebible.

Pero eso no es lo me lleva a dedicar esta nota especial a las mujeres que sobrellevan la carga de tener a sus esposos presos. Es que la mujer venezolana no se queda en el lamento y la declaradera en contra de una injusticia cometida por un régimen delincuente en contra de sus maridos. ¡Se moviliza y actúa! Y sin pedirle permiso a nadie, y mucho menos a esta oposición mediocre, que lo que más bien ha hecho es alargar el sufrimiento de sus familias, ejecutan las acciones más sorprendentes que hayamos visto nunca.

La acción de encadenarse a las puertas del Vaticano de Lilian Tintori, Mitzy Capriles de Ledezma y Antonieta Mendoza, madre de Leopoldo López, me sonó a desembarco en Normandía por lo sorprendente, audaz y contundente (ver noticia en https://www.lapatilla.com/site/2016/12/04/tintori-maria-antonieta-de-lopez-y-mitzy-se-encadenan-en-el-vaticano-por-los-presos-politicos-video/) ¿Ustedes se imaginan a Henry Ramos Allup, Omar Barboza o Julio Borges planeando una vaina como esa? ¡Ni en el más delirante de sus sueños opositores, si es que alguna vez los tuvieron! ¡Es que me imagino al Papa Francisco preguntándose por el tamaño de los ovarios de esas mujeres, y hasta donde llegaran las venezolanas en su afán de conseguir la libertad de Venezuela!

Hace unos días Mitzy Capriles de Ledezma escribía en El Nacional: “A los que califican de impacientes a los venezolanos, argumentando que “apenas el diálogo lleva semanas y queremos milagros”, y nos piden que nos avistemos en el espejo de Colombia donde las conversaciones entre gobierno y las FARC se extendieron por 4 años, les recuerdo que aquí llevamos más de 13 años en este jaleo, desde cuando por primera vez vinieron a Venezuela los expresidentes Jimmy Carter y César Gaviria en nombre de la OEA.”.( ver Mitzy Capriles de Ledezma, Un diálogo imperfecto. ¿Por qué cedimos tanto?, en http://www.el-nacional.com/mitzy_capriles_de_ledezma/dialogo-imperfecto-cedimos_0_966503439.html). Lo importante que hay que precisar aquí es que esa “impaciencia” venezolana por salir de este infierno, no es paja. Está respaldada por unas cadenas en Roma. Ese discurso de Ramos Allup del 5 de enero dándole seis meses al régimen se hubiera hecho efectivo de haber sido dado por una mujer.

Señores de la MUD, entréguenle la conducción opositora a esas mujeres y dejen de pasar vergüenza. Se los llevan por los cachos en valor, audacia y creatividad. Estoy seguro que las encadenadas de Roma resolverían el problema de Maduro y sus delincuentes en horas, sin más experiencia política que el deseo legítimo que la libertad nazca en “las rodillas de la madre”, parafraseando el reconocimiento que ya diera el poeta del pueblo a las mujeres de este país. ¡Libertad para los presos políticos!

Caracas, 6 de Diciembre de 2016

Twitter:@laguana