Por Luis Manuel Aguana
Le antepongo el “ojalá”, que de acuerdo al DRAE “denota vivo
deseo de que suceda algo”, al título que le dieran las organizaciones agrupadas
en el Centro Cultural Chacao al documento
leído por el Presidente de la Asamblea Nacional, el Diputado Julio Borges (ver
MUD llamó a la “hora cero” para defender la Constitución, en min 22:20, https://youtu.be/lzesB2S9nNw),
porque el que menos ha decidido en Venezuela ha sido el pueblo venezolano. Hasta
ahora su destino ha sido decidido por el régimen, por la MUD, por los cubanos, por
los colectivos armados, por los militares, por los narcos y pare usted de
contar, menos por el famoso Juan Bimba, como lo popularizara el poeta del
pueblo Andrés Eloy Blanco.
Pero ahora, desde una tarima de Chacao ese pueblo, cuya
expresión se materializó en todas las organizaciones que firmaron el documento “Gran
Acuerdo Nacional: ¡Que sea el pueblo el que decida!” (http://www.unidadvenezuela.org/2017/07/documento-gran-acuerdo-nacional-sea-pueblo-quien-decida/),
le hizo solicitud formal a la Asamblea Nacional para que “de acuerdo con el Artículo 71 de la Constitución
Nacional, convoque a un Proceso Nacional de Decisión Soberana para que sea el
pueblo quien decida el rumbo que debe asumir el país, decida o no adherirse
masivamente a la aplicación de los artículos 333 y 350 de la Constitución, y a
partir de ese resultado, activar el levantamiento democrático en la totalidad
del territorio nacional y la activación de la Hora Cero nacional.”
La Alianza Nacional Constituyente celebra que los diversos
factores de la vida política nacional hayan acogido favorablemente nuestra
propuesta esbozada públicamente el 26 de Mayo de 2017 con nuestro Mensaje a la
Nación, ¡El Pueblo debe ser consultado ya!
http://ancoficial.blogspot.com/2017/05/mensaje-de-la-alianza-nacional.html,
así como en la comunicación recibida en la Asamblea Nacional el 25 de Mayo de
2017 (Ver Carta a la AN http://tinyurl.com/u9fjbeu).
Decidieron prestar la batea pero tarde (ver http://ticsddhh.blogspot.com/2017/06/la-batea-de-la-asamblea-nacional.html)
por lo que habrá que apelar a “los poderes creadores del pueblo”, como decía
Aquiles Nazoa.
Ha pasado mucho mas de un mes de esta solicitud formal y lamentablemente
se han perdido unos días preciosos que requieren ser recuperados. Ya la
sociedad civil se ha pronunciado a favor de una consulta del pueblo soberano.
Acto seguido esperamos que
inmediatamente la Asamblea Nacional sesione formalmente y decida con mayoría
simple la aplicación de un Referendo Consultivo para que el Pueblo decida sobre
las tres materias enunciadas: a) “si
rechaza y desconoce la constituyente convocada inconstitucionalmente por Nicolás
Maduro”; b) “el rol que demanda de
los funcionarios públicos y a la Fuerza Armada Nacional para lograr la
restitución del orden constitucional”; y c) “si convoca y respalda la renovación de los Poderes Públicos que se
encuentran al margen de la Constitución, además de la conformación de un
Gobierno de Unión Nacional y la realización de elecciones libres y
transparentes para restituir el orden constitucional.”.
Una vez
aprobada la realización de este Referendo, la Asamblea Nacional deberá
establecer una Comisión con responsabilidades claras para su ejecución, que
designe sin dilación alguna un Tribunal Electoral ad hoc para su realización,
con plenos poderes y recursos. Es de especial trascendencia indicar que
esta consulta deberá ser llevada a cabo sin la intervención del CNE ya que la
Asamblea Nacional está operando en el desconocimiento establecido en el
Artículo 350.
Es
importante señalar que esta consulta debe ser llevada a cabo de tal forma que
logre la participación de todos los venezolanos, tanto los que residen en el
territorio nacional como fuera del país, con lo cual los procedimientos que
establezca ese Tribunal Electoral deberán ser lo suficientemente flexibles para
incorporar a toda la sociedad civil de Venezuela y el exterior.
Asimismo,
es trascendental que los venezolanos comprendan que este movimiento que se dio con
lograr que la Asamblea Nacional tome ese paso decisivo para que el pueblo decida
mediante un Referendo Consultivo lo que se hará con el país, le pone propósito y
direccionalidad a la protesta cívica que se está realizando en las calles y de
ningún modo la disminuye; más bien la consolida, ya que le pone fecha a los
eventos que habrán de suceder.
Una vez
hecha la consulta al pueblo en los términos planteados, ese mandato que resulte
de la voz del pueblo expresada en las urnas, será acatado por la Asamblea Nacional,
quedando no solo ella en la obligación de conformar un Gobierno de Transición
que convoque a elecciones, sino que deja a los militares y fuerzas policiales referenciadas
en ella en la obligación de proteger y acatar ese proceso.
Es por
eso que a la pregunta que si esa consulta es vinculante, la respuesta es que si
lo es para la Asamblea Nacional que la convoca y para todos los venezolanos que
consideramos que es el pueblo el que decide. Asimismo ese mismo proceso le pone
fecha al régimen de Maduro, razón por la cual los esfuerzos que se hagan en la
calle deberán estar concentrados en lograr la realización ese Referendo aunque
el régimen se oponga. Es por eso que en lugar de evitar que el pueblo vote por
un fraude, como lo espera el régimen con sus gorilas el 30 de julio, debemos lograr
a que ese mismo pueblo se pronuncie antes en una consulta para evitar precisamente
ese fraude, respaldando a la Asamblea Nacional para que nombre un Gobierno de
Transición con el apoyo de los militares. Se les volteará la tortilla porque serán
ellos los que traten de evitarlo.
Algunos
indican que si el régimen ha ignorado y perseguido hasta ahora todas las
iniciativas de la oposición, ¿cuál sería la diferencia en esta oportunidad? La
respuesta es simple: los venezolanos somos en esencia demócratas. Si algo dejó
en el venezolano común los 40 años de la democracia que nos legó la
Constitución de 1961 fue la institución del voto. Esa es una institución que
por más que el régimen y su CNE la hayan intentado de eliminar en el último año,
está más viva que nunca en la mente y el corazón de todos los venezolanos de
todas las tendencias. El régimen se tiene que contar. Ese es el grito que todo
el mundo hace en Venezuela. ¡Esa consulta persigue precisamente eso! Ninguna
protesta que hagamos tendrá esa fuerza telúrica cívica que implica la
movilización pacífica de 19 millones de personas. Esa es la diferencia. Y
cualquier resultado tendrá que acatarse.
Vamos a
obligar que el régimen se cuente a través de una consulta, que aunque no aparezca
como vinculante en la Constitución, los venezolanos en la calle la harán
vinculante, no solo por lo masivo sino por la autoridad moral que los caídos en
esta lucha le están dando. Ya no hay vuelta atrás. El impacto político nacional
e internacional que produzca el resultado de esa consulta moverá la balanza
hacia la restitución de las libertades políticas del país. Sería solo así que por
primera vez sea el pueblo el que decida. Ojala que así sea porque ya vamos
tarde…
Caracas,
4 de Julio de 2017
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana