jueves, 8 de marzo de 2018

Hasta que dejan de estarlo

Por Luis Manuel Aguana

“La geopolítica se centra en el poder político en relación con el espacio geográfico. En particular, las aguas territoriales y el territorio terrestre en correlación con la historia diplomática. Académicamente, la Geopolítica analiza la historia y las ciencias sociales con referencia a la geografía y la política” (ver Geopolítica, en https://es.wikipedia.org/wiki/Geopol%C3%ADtica).

Entendiendo esta definición amplia, la geopolítica es una disciplina del pensamiento político que analiza los problemas políticos de los países desde una perspectiva global, más amplia, poniendo dentro del análisis los intereses de otros países y culturas, enfocando el lente mucho más arriba de lo que normalmente hacemos con los análisis políticos domésticos, permitiendo dar una explicación de mayor espectro que incluye variables que normalmente no se toman en consideración pero que pueden tener una influencia decisiva en los acontecimientos locales.

Si lo vemos desde la perspectiva de la teoría de sistemas, analizar los acontecimientos políticos de un país como un sistema cerrado, tomando en cuenta solo las variables internas es mucho más simple que incorporar el mundo exterior como un sistema abierto. Y cuando las variables externas, por diferentes motivos, se hacen más influyentes que las internas, necesariamente debes abrir el sistema para poder encontrar las explicaciones al comportamiento del mismo como un todo. Sin embargo esto no quiere decir que las variables externas prevalezcan sobre las internas sino que se hacen más representativas del comportamiento general, si se desea saber que hará el sistema en un futuro.

Hecha esta breve explicación inicial, ya están comenzando a circular análisis geopolíticos de la situación de Venezuela que dan en una alta probabilidad que el peso de las variables políticas externas, sea tan determinante que la influencia de las variables internas en el resultado total se haga completamente despreciable. Esto es, que independientemente de lo que hagamos en Venezuela prevalecerá como un designio fatal lo que se decida fuera de nuestro país (ver uno de los mejores que he leído en https://doncorneliano.wordpress.com/2018/02/17/our-hemisphere-4-alea-iacta-est/amp/?__twitter_impression=true).Y eso, a mi juicio, es un error.

Ciertamente las variables externas por su peso son efectivamente determinantes pero dependen de las internas, no son independientes. ¿En qué me baso para afirmar eso? En que las cosas no cambian todavía significativamente, estando los factores foráneos a la espera de los disparadores correctos en Venezuela, y al primero que esperan es el de las Fuerzas Armadas. Muchos piensan que la institución armada puede provocar ese cambio basándose solo en los factores internos institucionales y democráticos. Y creo que eso está muy lejos de suceder.

De mi padre, el Dr. Raúl Aguana Figuera, quien educo a varias generaciones de oficiales en las aulas de la Academia Militar de Venezuela-ANV y la antigua Escuela de Formación de Oficiales de las Fuerzas Armadas de Cooperación-EFOFAC (hoy la GNB), aprendí un dicho que es muy conocido por todos los militares y que se explica por sí mismo: “Los militares están con el gobierno hasta que dejan de estarlo”. Y hasta ahora todavía están con el régimen como un todo institucional.

Quien sostenga que un enfoque de cambio que venga desde adentro y que provoque una ruptura a lo interno para que la Institución se pase con todo y pertrechos y “deje de estar con el gobierno”, esta desestimando el grado de descomposición de la Institución militar, producto de la destrucción sistemática de las Fuerzas Armadas venezolanas llevada a cabo por Hugo Chávez Frías y su fatal sucesor, cuando cambiaron una institución estructurada por una banda de milicianos políticamente adoctrinados, lo que hace imposible que se sostengan “los tres pilares fundamentales en que descansan la organización, administración, operatividad y unidad de mando de la FAN, como lo son la DISCIPLINA, LA OBEDIENCIA Y LA SUBORDINACION”. Sin esos pilares es difícil pensar que la solución del problema provenga solo de un grupo que desde adentro “decida” imponer un nuevo estado de cosas haciendo cambiar el todo institucional (ver Doce Ejes y Un Destino: 10) Institucionalización de las Fuerzas Armadas, en http://ticsddhh.blogspot.com/2013/10/doce-ejes-y-un-destino-10.html).

Es difícil creer posible que con esa descomposición, un reacomodo a lo interno de las Fuerzas Armadas como ocurrió en 1958, o en cualquiera de los movimientos de ruptura que se dieron históricamente en el pasado -un golpe tradicional-, logre dar al traste con el régimen. Si existiera alguna posibilidad de eso sería porque los mismos factores que controlan la institución lo hagan –tal y como ocurrió en el 2002- y aun así, seria cuesta arriba, al estar actualmente toda la institución militar severamente vigilada por una estructura de inteligencia políticamente controlada como ocurre en Cuba, cosa que no ocurrió en el 2002, ni antes del 2002. Testimonio de eso es el fracaso de los ultimas intentonas militares dadas a conocer en las redes, con un número desconocido  de oficiales detenidos (o muertos, no sabemos) en las últimas horas, al tratar de levantarse en contra un régimen que ha avanzado sin parar un proceso de destrucción del país desde hace casi 20 años.

Los militares en nuestros países son la última frontera. Es por eso que si nacional e internacionalmente existe la firme creencia de que no se puede hacer mas nada de manera institucional, se recurre a ellos haciéndoles un llamado para que tomen el control de la situación. Y eso es lo que luce estar sucediendo ahora, donde grupos políticos y militares negocian activamente un desenlace, donde cada uno de ellos está haciendo su propio “plan de gobierno” para después de una supuesta caída del régimen, buscando la credibilidad externa requerida para sus lideres en la Comunidad Internacional.

Por favor, no malinterpreten estas apreciaciones. Estoy tan desesperado como cualquier venezolano de que esta situación cambie, pero no es apostando a la desesperación y mucho menos aprovechándose de ella que se logrará un cambio conveniente para los venezolanos. Y lo digo porque la opinión de Venezuela parece estar dividida entre quienes nos quieren llevar a un matadero electoral continuista -el régimen y la MUD colaboracionista- y los que están apostando por una explosión social que conduzca a una salida militar, siendo este último escenario el que se sincroniza con el designio del análisis geopolítico descrito al comienzo de esta nota.

Si lo único que se muestra afuera como salida del problema son los militares, porque eso es lo que se ha vendido, sin contar con una solución política que los incluya institucionalmente, mas allá de un simple golpe, seguirá pasando lo mismo de estos últimos días: mas militares presos y degradados.

Hay que lograr una solución que haga que todos los militares vean inviable el sostenimiento del régimen, no solo un puñado de ellos, y eso solo se logra creando un mecanismo político que los ponga como un todo institucional en ese disparadero. Y ese mecanismo, aunque lo quiera ignorar la oposición oficial por intereses mezquinos y grupales, o la opinión internacional todavía lo desconozca, es consultarle al pueblo venezolano, como se hizo el 16J, el futuro que desea para la Nación, tal y como lo ha propuesto la ANCO al país (ver Una Agenda Alternativa para Venezuela, en http://ancoficial.blogspot.com/2018/02/manifiesto-gran-alianza-por-la-consulta.html).

Si las variables externas, altamente dependientes de las internas, son direccionadas correctamente hacia ese objetivo común, haremos efectivo ese “hasta que dejan de estarlo” del dicho militar, con un consecuente cambio hacia una dirección democrática del país. Seria colocar lo externo inevitable en función de lo interno posible, pero bajo el control de todos los venezolanos, consultándole a la población la dirección del cambio, y no bajo el designio de cualquiera de los grupos interesados y de los cuales solo sabemos su apetito por el poder. De la otra manera el cambio igual ocurrirá irremediablemente pero un será cambio hacia un destino incierto, lleno de intereses sectarios y altamente inestable…

Caracas, 8 de Marzo de 2018

Twitter:@laguana

domingo, 4 de marzo de 2018

El drama de las condiciones electorales

Por Luis Manuel Aguana

Hubo un tiempo en que las elecciones eran el tema principalísimo de este blog, siendo las condiciones electorales el asunto al que más hacia referencia, tal vez por la ingenuidad de aquel que pensaba que la oposición oficial no estaba viendo lo que creía este escribidor ingenuamente que no veían. ¡Será que me enterrarán en urna blanca!

El día siguiente del desastre del 7-O, el 8 de Octubre de 2012, escribí una nota titulada “¿Y ahora qué?” (ver nota en http://ticsddhh.blogspot.com/2012/10/y-ahora-que.html) y adivinen el tema: pues bien, adivinaron: las condiciones electorales para volver a participar. Nunca lo asumieron de una manera seria como lo ameritaba la ya gravisima situación del país, razón por la cual finalmente atribuí esa actitud a una fuerte inclinación colaboracionista, donde ambos, gobierno y oposición oficial, se habían entregado a jugar un juego simbiótico de vivir el uno del otro (ver Simbiosis en http://ticsddhh.blogspot.com/2012/12/simbiosis.html) con un resultado muy perjudicial para los venezolanos.

¡Condiciones electorales! exigía en ese entonces en este blog. Me preguntaba una y otra vez porque razón los partidos de la oposición oficial no veían eso que estaba tan claro para nosotros. ¿Cómo era posible que después del 2004 ninguno de ellos las exigiera, incluso amenazando con negarse a participar si no se las concedía? Lo reseñe así en una nota de marzo de 2013 (ver Condiciones, en http://ticsddhh.blogspot.com/2013/03/condiciones.html), comparando la situación de Toledo con Fujimori. Nada. Como si no era con ellos.

Antes del 14 de Abril de 2013, continúe repitiendo lo mismo en la segunda oportunidad que el destino le concedió a Henrique Capriles de ser el candidato opositor a raíz de la muerte del Galáctico, pero esa vez ya no tan en solitario porque en esta oportunidad acompañe a un destacado grupo de venezolanos, enfatizando el tema de manera más técnica, puntualizando cada desviación y lo que había que corregir en la exigencia por unas condiciones justas y auténticas para ir a esa elección del 14A-2013 (ver Carta Abierta en ocasión del 14 de Abril, A la Sociedad democrática venezolana ante el llamado de Elecciones el 14 de Abril de 2013 en http://declaraciondecaracas.blogspot.com/2013/03/ante-las-elecciones-del-14-de-abril.html). Esta Carta Abierta fue sometida a una recolección de firmas pública y solo se consiguieron 364 firmas (ver https://www.gopetition.com/petitions/carta-abierta-a-la-sociedad-democr%C3%A1tica-venezolana-ante-el-llamado-a-elecciones-el-14-de-abril-de-2013.html). Así de lejos estábamos que se nos comprendiera en nuestra solicitud y el desprecio de todos los pro-MUD, a quienes exigíamos unas condiciones de participación sobre las que definitivamente no estaban interesados. Tenían “su verdad”.

Sin embargo este juego ha durado más de 15 años. El régimen corrompió el sistema electoral, y no solo la parte técnica (esa la sofistico con captahuellas y refinamientos en la distribución de las máquinas de votación por centro) sino en todos los procedimientos conexos para evitar que los venezolanos votaran por otra opción que no fuera la del gobierno, extorsionando primero con las ayudas entregadas a los venezolanos más vulnerables a través de las Misiones, y ahora haciéndolo con los alimentos, utilizando un registro masivo de ciudadanos a través del “Carnet de la Patria”, sin cuya inscripción difícilmente algún venezolano de las clases populares puede alimentarse porque no les venden la comida a precios asequibles. Ahora no es que te quito la Misión Vivienda o Madre del Barrio, en este momento es más duro: “Si no votas por nosotros no comes”. Así ha sido el avance en el tiempo por no haber tomado decisiones. Y eso es determinante…

Poco a poco y a través de los años, el no haber hecho absolutamente nada por condiciones electorales esta cobrándole a la oposición oficial, y más aun, a todos los venezolanos el haber llegado a un punto de no retorno, donde aun cuando “otorguen” algunas condiciones electorales básicas para participar igualmente se perdería la elección. ¿Y por qué? Porque además de que la base de pobreza ha aumentado significativamente, y que esos nuevos pobres requieren registrarse en el Carnet de la Patria para poder comer siendo virtualmente esclavos del régimen por el estómago, se han ido de Venezuela más de 4 millones de personas que hacen una diferencia fundamental en una cuenta donde al menos 3 millones de esas personas son electores duros de la oposición.

Y si a eso sumamos que aun cuando abran los Consulados en el exterior para el registro electoral de los venezolanos que se han ido, esa masa impresionante de compatriotas aun no se encuentra en situación legal en cada país de destino, lo que los invalida para poder votar de acuerdo a la narrativa oficial que indica que la situación del venezolano votante debe ser legal en el país donde se encuentre, con lo cual sería insignificante el aporte opositor desde el extranjero en esas condiciones.

Ahora bien, los partidos políticos conscientes del altísimo grado descomposición del sistema electoral venezolano y de todas las técnicas que ha incorporado el ministerio de elecciones CNE en los últimos años para ganar fraudulentamente elecciones, sorprendentemente se “dieron cuenta” que había que exigir al régimen “condiciones electorales” para participar en una nueva elección presidencial. El recordado Presidente Luis Herrera Campins les diría ahora ¡Tarde piaste pajarito! En la oportunidad que desgarradoramente se los pedimos no lo hicieron y ahora es tarde.

Al verse imposibilitados de seguir en la farsa con el régimen en República Dominicana ahora están tomando ese camino para mantener la esperanza en el país, que si se consiguen “condiciones electorales” entonces es posible un cambio en la situación de Venezuela. Y eso mis queridos amigos es otra mentira de supervivencia de la MUD y que está siendo lamentablemente respaldada por respetables instituciones que en este momento se están prestando para eso, como es el caso del respaldo que se le dará a la MUD el 6 de Marzo en la UCV. Insistir en condiciones electorales para ir a una elección con el CNE de Tiby en este momento es suicida.

Significaría que la trampa técnica y procedimental del CNE, aunada un número severamente disminuido de electores opositores, más la existencia de una Asamblea Constituyente en funciones a la que el Presidente Electo tendrá juramentarse, hará imposible alguna posibilidad que el régimen deje Miraflores con elecciones, afianzándose de esa manera con nuestros votos por la vía electoral y abriendo adicionalmente la tenebrosa posibilidad de un Caballo de Troya, como lo está advirtiendo ahora Gustavo Coronel (ver Gustavo Coronel, Escenario Caballo de Troya, Falcón reemplaza a Maduro

Y si así como antes insistía una y otra vez por condiciones electorales cuando todavía eran posibles, ahora insisto que esa vía la canceló definitivamente la dictadura durante todo el tiempo que se perdió, al avanzar en su destrucción del cuerpo social del país. Ahora estoy abogando por una salida diferente, igualmente participativa, electoral y constitucional pero que es disruptiva como solución a los ojos de quienes han vivido de hacer elecciones: un nuevo Plebiscito organizado por la Sociedad Civil.

Esta propuesta la hemos denominado “Agenda Alternativa para Venezuela” (ver  http://ancoficial.blogspot.com/2018/02/manifiesto-gran-alianza-por-la-consulta.html) y se fundamenta en organizar la presión social interna y externa necesaria para realizar un Plebiscito tipo 16J (sin CNE) donde el pueblo se pronuncie acerca de las siguientes materias de trascendencia nacional: a) Desmontar la Constituyente inconstitucional de Maduro; b) Convocar a una Constituyente legitima; y c) Autorizar al Constituyente electo para la destitución de los Poderes Públicos y la designación de un Gobierno de Transición y de Unidad Nacional, hasta el llamado a elecciones generales con las reglas de una nueva Constitución.

¿Porque no les gusta esta solución a los factores electoreros? Porque no tendrían el control del proceso. Un Plebiscito obligado y presionado por la gente en la calle y por las sanciones externas, con la amenaza cierta de una injerencia humanitaria desde el exterior, pondría en Miraflores a aquellos que el Constituyente decida, no a los “salvadores de la patria” que se están cocinando desde cualquier lugar por la vía del “fast track”. Por la ruta de las “condiciones” solo ganará el gobierno y los colaboracionistas.

Con un Plebiscito se pasaría ordenadamente a una forma política que restituya al Estado de Derecho sin violencia y sin un golpe sobre el que los venezolanos no tendríamos ningún control, siendo el pueblo representado por sus constituyentes quien decida ordenada y pacíficamente la sustitución del gobierno. Si Venezuela se une alrededor de esa solución como lo hizo el 5 de julio de 2017 para la Consulta Popular del 16J, el efecto político dentro y fuera de Venezuela sería monumental, creándose de esta manera las condiciones para un cambio inmediato y en paz de la situación política del país. Queda en nosotros –de nuevo- dejar atrás un CNE y unas condiciones electorales que en lugar de constituirse en la solución que nunca fue, se han convertido en un drama que forma parte del problema…

Caracas, 4 de Marzo de 2018

Twitter:@laguana