Por Luis
Manuel Aguana
Siempre
he pensado que la frase del Quijote “Con la Iglesia hemos topado,
amigo Sancho” de la inmortal novela de Cervantes, que no fue
escrita en el contexto en el que históricamente se ha interpretado,
se ha hecho popular para denotar el poder de la Iglesia como
institución humana. Tal vez Cervantes debió haberle dado esa
intención porque verdaderamente tarde o temprano todo el mundo
termina chocando en contra del muro de esa institución milenaria,
que por alguna razón es la única organización humana que perdurado
por más de 2 mil años. Por eso la gente debe leer entre lineas y
con mucho cuidado lo que dicen.
La
Conferencia Episcopal Venezolana, máxima representación de la
Iglesia Católica
del país, levantó ayer los titulares de la prensa, pronunciándose
a favor de concurrir al proceso electoral convocado por el régimen
de Maduro para fin de año (ver Comunicado ante las elecciones
parlamentarias, en
https://conferenciaepiscopalvenezolana.com/presidencia-de-la-cev-emitio-comunicado-ante-las-elecciones-parlamentarias).
Inmediatamente todo el mundo reaccionó indicando que la Iglesia
había
sido presionada para enviar ese mensaje contradictorio al pueblo
venezolano (por el régimen o el Vaticano, no sabemos), acusando a
los obispos de traicionar el sentimiento mayoritario del pueblo de
rechazo a ese acto electoral fraudulento.
De buenas a
primeras, esa reacción es natural. La Iglesia Católica ha sido
consistente en su rechazo al régimen, pero también ha sido
igualmente consistente en señalar que la manera de resolver la
crisis política debe pasar por un acto electoral, sin la violencia
que todo el mundo clama de sacar a este régimen como se merece, a
tiro limpio. Pero si algo sacamos de bueno los venezolanos de la era
democrática fue a resolver nuestras diferencias politicas con votos.
Y eso es un gran avance socio político. Ir hacia atrás es el
regreso a la barbarie del siglo antepasado. Cuando la violencia
política comienza, difícilmente se detiene. Solo miren a la
Colombia de Gaitán desde 1948. Y a eso teme la Iglesia.
La CEV no
ha dicho otra cosa diferente que no haya aceptado antes la dirigencia
política opositora venezolana al concurrir a todos los procesos
electorales con el régimen desde el comienzo de esta pesadilla, sin
importarles las condiciones electorales. La Iglesia está bien
consciente de eso: Punto 3 del Comunicado de la CEV: “...Somos
conscientes de las irregularidades que se han cometido hasta ahora en
el proceso de convocatoria y preparación de este evento electoral:
desde la designación de los directivos del Consejo Nacional
Electoral, la confiscación de algunos partidos políticos,
inhabilitación de candidatos, amenazas, persecuciones y
encarcelamiento de algunos dirigentes políticos, el cambio del
número de diputados y de circunscripciones electorales. Resulta
inmoral cualquier maniobra que obstaculice la solución política y
social de los verdaderos problemas presentes en el país”.
Sin
embargo, igualmente dicen que la sola abstención no basta y que
busquemos salidas diferentes para un pueblo que desea votar: Punto 4
del Comunicado de la CEV: “...Ante
esto, un grupo importante de líderes y de partidos políticos ha
expresado su voluntad de no participar en las elecciones
parlamentarias. Esto no basta, deben asumir la responsabilidad de
buscar salidas y generar propuestas para el pueblo que durante años
han creído en ellos, pues la sola abstención hará crecer la
fractura político-social en el país y la desesperanza ante el
futuro”.
Yo estoy de acuerdo con eso. Y como liderazgo responsable de la
sociedad civil ANCO ha generado una propuesta al país y al Gobierno
Encargado que pasa por encima del régimen y su sistema electoral
(ver comunicado ANCO Propuesta al Gobierno Encargado: “Que el
pueblo Decida”,
https://ancoficial.blogspot.com/2020/08/comunicado-anco-propuesta-al-gobierno.html).
Sin embargo
los obispos todavía insisten - como han insistido SIEMPRE y la
oposición oficial los ha acompañado -, en que la sola mayoría
abrumadora del electorado opositor de al traste con las pretensiones
del régimen, olvidando que aunque los resultados sean “positivos”,
los delincuentes que usurpan el poder en Venezuela ignorarán la
voluntad popular, como efectivamente lo han hecho desde el comienzo
de la pesadilla castro-chavista-madurista. Basta solo recordar los
casos como el desalojo de la Alcaldía Metropolitana de Antonio
Ledezma, el desconocimiento abierto de los resultados electorales de
la Gobernación del Estado Bolívar de Andrés Velásquez, y como
olvidar el famoso “desacato” de la actual Asamblea Nacional, que
fue anulada desde el primer día por el TSJ del régimen. Punto 4 del
Comunicado de la CEV “...A pesar de las irregularidades, la
participación masiva del pueblo es necesaria y podrá vencer los
intentos totalitarios y el ventajismo de parte del gobierno”.
De allí la razón de nuestra lucha porque la voluntad popular se
manifieste verdaderamente de manera autónoma en una Consulta Popular
Plebiscitaria, sin la participación de un Poder Electoral
secuestrado del régimen, que defina la presencia de Maduro en el
poder, estableciendo una ruta clara para la liberación de Venezuela.
No hay que
equivocarse, el Comunicado de la CEV exige la participación “plena
y libre” de todos los partidos, exhortando al régimen y a su
oposición a movilizarse, aludiendo el viejo fantasma de la no
participación del pueblo en las elecciones parlamentarias del año
2005. Punto 4 del Comunicado de la CEV: “...Esta decisión
de abstenerse priva a los ciudadanos venezolanos del instrumento
válido para defender sus derechos en la Asamblea Nacional. No
participar en las elecciones parlamentarias y el llamado a la
abstención lleva a la inmovilización, al abandono de la acción
política y a renunciar a mostrar las propias fuerzas. Algo semejante
pasó en diciembre de 2005, y no tuvo ningún resultado positivo”.
La CEV
olvida el porqué los venezolanos decidimos no participar
electoralmente ese año. Les refresco la memoria: el fraude del
Referendo Revocatorio del anterior 15 de agosto del año 2004. Los
venezolanos demostramos con ese nivel de abstención en el 2005 que
Chávez perdió ese Revocatorio y lo partidos no cobraron eso. No
movilizaron el país, no desconocieron esa Asamblea Nacional electa
con una cantidad pírrica de votos. Toda Venezuela los hubiera
acompañado. ¡ACEPTARON ese resultado ilegitimo! Le recuerdo a la
CEV que no fuimos nosotros los venezolanos los culpables de lo que
pasó después de abstenernos a participar en una trampa, sino de la
dirigencia opositora al ponerse en complicidad con el régimen
culpándonos a NOSOTROS por su falta de liderazgo y acción frente a
un delincuente electoral. Esa es la verdad histórica. La abstención
del año 2005 fue el movimiento no violento mas grande de nuestro
país desde la marcha del 11 de abril de 2002 que destronó a Chavez.
Pero al igual que ese dia, la dirigencia politica opositora NO ESTUVO
A LA ALTURA DEL PUEBLO VENEZOLANO.
La Iglesia
Católica hace votos porque el régimen y la oposición oficial dejen
a un lado sus intereses y realicen un acto conjunto de participación
“plena y libre” aunque esto resulte en la práctica solo una
aspiración, pero es la obligación de la Iglesia pedírselo a la
dirigencia. Punto 5 del Comunicado de la CEV: “...El
momento actual exige la participación plena y libre de todos los
partidos y movimientos políticos, junto con el compromiso ineludible
de las autoridades y los dirigentes de los mismos, de dejar a un lado
sus propios intereses para promover el bien común y el servicio a
todo el pueblo venezolano”.
A
diferencia de muchos de los que han opinado que este comunicado es
una “traición” de los obispos, se equivocan. No
veo contradicción en el Comunicado de la CEV en relación con lo que
ya han dicho y hecho en el pasado, incluso cuando acompañaron
elecciones sin condiciones. Lo que veo es mas bien una reafirmación
de su posición ante el país, pero en esta oportunidad dejando una
rendija para que la oposición haga algo nuevo y desafiante si se ha
decidido una abstención militante: “...Esto
no basta, deben asumir la responsabilidad de buscar salidas y generar
propuestas para el pueblo que durante años han creído en ellos,
pues la sola abstención hará crecer la fractura político-social en
el país y la desesperanza ante el futuro”.
Y
tienen razón. Si en el año 2005 la Iglesia hubiera hecho esa
recomendación y la oposición oficial hubiera hecho caso, la
abstención hubiera sido la poderosa fuerza motriz que disparara el
sentimiento de malestar general del país provocando los cambios que
todavía necesitamos. Y si se hubieran comportado como verdaderos
lideres de ese sentimiento popular de malestar general provocado por
un fraude en descampado en el año 2004, los venezolanos no
estuviéramos aquí y ahora llorando en una acera por este monumental
desastre. Lamento que este Comunicado de la CEV no haya sido leído
por el país con el lente correcto y sea necesario meterle la lupa a
las entrelineas. El Quijote siempre tendrá la razón universal al
advertirnos cuando nos topemos con la Iglesia...
Caracas,
12 de Agosto de
2020
Email:
luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana