Por Luis Manuel Aguana
La evolución dinámica de la situación política en Venezuela comienza a perfilar un escenario más claro para el día después de la celebración de las primarias opositoras del próximo octubre 2023. De aquí a la celebración de primarias, si la situación política no cambia (ceteris paribus de acuerdo a la jerga económica), María Corína Machado (MCM) debería alzarse con la candidatura presidencial de la oposición.
Los últimos resultados de la encuestadora Meganálisis publicada el 4 de julio de 2023, indican que sobre el 75,5% que NO votaría por Maduro y el chavismo en una elección Presidencial, MCM se lleva el 35,1% de la intención frente a su más cercano contendor, Henrique Capriles, con 7,3%. A ese resultado le compite el 19,9% de los encuestados que indica que no votará en las primarias (ver Encuesta CATI Verdad Venezuela, del 23 al 30 de junio 2023 Meganálisis, Intención de voto opositor en primarias, en https://twitter.com/Meganalisis/status/1676345479607533579/photo/1).
Igualmente, las tendencias de la preferencia al voto por MCM van en alza, saltando de un 24,2% en mayo a ese 35,1% en junio, mientras que aquellas que no votarían por ninguno o no saben, van claramente a la baja, lo que indica una mejor definición de la preferencia de la gente. El resto de los candidatos se encuentran estancados y muy alejados de los porcentajes de MCM (ver Meganálisis, Tendencias intención de voto en primarias, en https://twitter.com/Meganalisis/status/1676345479607533579/photo/2).
Pero como dije antes, esa tendencia se mantendrá en tanto y en cuanto los factores políticos continúen sin variación (ceteris paribus político), esto es, si los enemigos del régimen o de la oposición entregada a esa candidatura no hacen nada para cambiarla. La medida de inhabilitación política exacerbó los ánimos triunfalistas de los seguidores de la candidatura de MCM, a mi juicio, como el régimen esperaba, afianzando el camino anunciado de las elecciones primarias.
Ahora bien, como indiqué en una pasada nota, el objetivo fijado de la primaria de la Plataforma Unitaria, suerte de conglomerado partidista que la diseño y designó a la Comisión Nacional de Primaria (CNP), tiene un único y sólido resultado: un candidato único que enfrentarle al régimen para unas elecciones, NO OTRO. Pero las intenciones de MCM siempre fueron concurrir a las primarias para que el pueblo opositor decidiera en un proceso eleccionario a un nuevo liderazgo opositor.
Ambos objetivos no son necesariamente compatibles. Dicho de otra manera, MCM está usando deliberadamente ese proceso para aglutinar la fuerza política necesaria para pasarle por arriba al actual liderazgo opositor representado por los partidos del G4, actuales poseedores de la representación política opositora en Venezuela y el exterior. La percepción de todo el mundo sugiere que está logrando ese objetivo.
De ser electa candidata opositora única del proceso de primarias, MCM reclamaría para sí el apoyo sin discusión del resto de las fuerzas políticas que concurrieron a ese proceso, independientemente que el régimen haya puesto sobre ella una inhabilitación política.
Pero surge en ese momento una interrogante definitoria: ¿sería ella declarada como candidata frente al régimen, como lo indica la regla de la mayoría, sobre la base de su liderazgo ganado en las urnas, o la CNP como árbitro, al pesar sobre ella una inhabilitación política, decide conforme a lo esperado por el régimen señalando al siguiente candidato con más votos y no inhabilitado, para enfrentarlo en el 2024? ¿La CNP de la Plataforma Unitaria decidirá por el criterio del liderazgo de los votos, o por candidato, doblándose al régimen por el siguiente no inhabilitado? En otras palabras, ¿decidirá conforme al planteamiento de MCM o a la regla de los partidos de la oposición oficial? Menuda diferencia.
Lo correcto sería lo que todos piensan, que sean los votos opositores los que decidan la candidatura y que los que perdieron la apoyen con todo su poder de organización. Pero, ¿estarían todos los partidos de la oposición oficial de acuerdo en acompañar la candidatura de MCM a pesar de la negativa del régimen en aceptarla, y luchar hasta el final por eso? No lo diré aquí, ya que cada uno tiene una respuesta para eso.
¿Podría MCM ganar con un amplio margen e indiscutiblemente, como se requiere, sin el apoyo de las maquinarias del resto de los partidos del G4, en el caso hipotético de que el régimen acepte por presión externa su participación en las elecciones de 2024? Esa es la gran pregunta que se deberían estar haciendo quienes impulsan la candidatura de MCM. Si no vamos todos en contra del régimen, los partidos con sus respectivas organizaciones y el pueblo de Venezuela con sus votos, la cosa será cuesta arriba. Los que conocen de materia electoral saben que las maquinarias importan, y mucho…
No creo que el régimen se quede de brazos cruzados frente al hecho electoral que indica que a la fotografía de hoy MCM duplica la intención de voto nacional con un 26,5%, frente a un Maduro con 11,9% (ver Meganálisis, Intención de voto valores absolutos, Junio 2023, en https://twitter.com/Meganalisis/status/1676345482870681600/photo/1). Tratarán, como ya lo están logrando, de atomizar el voto opositor con las candidaturas que no acompañen a MCM, en especial la de aquellos partidos de la oposición oficial que no compran el liderazgo opositor de MCM. Le bastará al régimen un pequeño porcentaje diferencial creíble para que el CNE haga su magia fraudulenta.
El primer paso de toda esta cruzada pasa, en primer lugar, porque la CNP declare a MCM vencedora indiscutible de las primarias, y exhorte al resto de las fuerzas políticas a acompañarla en su lucha por lograr medirse con el régimen a pesar de su inhabilitación política. El rechazo internacional a esta medida es necesario, pero no suficiente. Ya el Departamento de Estado de EEUU reiteró el 30 de junio, en respuesta a la medida en contra de MCM “responsabilizar a quienes buscan frustrar la voluntad del pueblo venezolano”. De acuerdo al Consejo Editorial del Washington Post, “como mínimo, eso debería significar descartar más alivio de las sanciones hasta que se restablezcan los derechos políticos de todos los candidatos de la oposición, el régimen haya dado pasos verificables hacia el establecimiento de un nuevo Consejo Nacional Electoral creíble y se hayan reanudado las conversaciones de buena fe con la oposición”. (ver Washington Post, Mientras Maduro pisotea la democracia, Biden necesita un nuevo plan para enfrentarlo, en https://www.washingtonpost.com/opinions/2023/07/06/maduro-democracy-venezuela-biden-plan/). Ustedes dirán si eso será posible. El camino no luce tan fácil como nos lo están vendiendo. Amanecerá y veremos…
Caracas, 8 de Julio de 2023
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