Por Luis Manuel Aguana
Cuando inicié este blog hace 14 años, una de las primeras notas que escribí, que por cierto no leyó casi nadie (si ahora no llego a mucha gente, imagínense en aquella época) tuvo que ver con mi asombro al leer El Nacional del 28 de febrero de 2010, que titulaba: “Cubanos manejan Bases de Datos de los venezolanos”.
Esa noticia me provocó tal indignación como técnico venezolano -para la época con más de 35 años de ejercicio profesional en esa área- que hice un llamado público en los siguientes términos a mis colegas: …los técnicos en Tecnología de la Información no pueden ni deben ser indiferentes. Tienen una responsabilidad inmensa con el país. La tecnología y su impacto dejo de pertenecerles para ser un bien que afecta a los países, a la humanidad en su conjunto. Un técnico, un analista, un programador, un Director de Tecnología SABE lo que sus mandantes desean y pueden hacer con los sistemas. Y si aunado a ello, está consciente de que lo que se desea hacer violenta los Derechos Humanos de los ciudadanos DEBE negarse a participar en ello y denunciarlo. De otra manera es cómplice y estaría incurso en violación de esos Derechos también (ver Cubanos Manejan Bases de Datos de los Venezolanos, en https://ticsddhh.blogspot.com/2010/02/cubanos-manejan-bases-de-datos-de.html).
Fue a partir de ese momento que profundicé en este sitio lo que significaba el uso de la tecnología de la información en la violación de los Derechos Humanos y que se expresara abiertamente con este régimen en el poder, a través de un sistema electoral automatizado impuesto desde el CNE a los venezolanos. Desde esta pequeña tribuna pude conocer a otros venezolanos que como yo rechazaron esta violación al Derecho Humano a Elecciones Auténticas, dedicando gran parte de este rincón de la red a denunciar esta violación.
Ya había comenzado viviendo la realidad del fraude técnico cometido años atrás por el CNE en el año 2004, al participar activamente con nuestra ONG, AC Familiametro, en las luchas de la sociedad civil en el Referendo Revocatorio que comenzó en año 2003 en el Comité ProSi, extraordinaria iniciativa de más de 150 organizaciones de la sociedad civil de Caracas, con sede en el INAESIN (Instituto de Altos Estudios Sindicales de la CTV). Después de casi dos años de intenso trabajo en esa iniciativa concluí en ese entonces que era materialmente imposible que perdiéramos ese Referendo. No después de haber vivido lo que vivimos personalmente por casi dos años en cada barrio visitado de las 22 parroquias de Caracas.
La oposición oficial podía mentirle a Venezuela aceptándole ese fraude al régimen, pero no a nosotros que estuvimos allí. Y la dirigencia política opositora de la Coordinadora Democrática ni siquiera fue capaz de presentarse personalmente a dar explicaciones de esa supuesta derrota a la gente que se convocó en Caracas. Tuvimos que hacerlo nosotros en las parroquias de la capital desde la sociedad civil. Fue extremadamente duro explicar lo inexplicable.
De ese entonces a esta parte ha sido toda una cruzada consolidar la narrativa de que el CNE del régimen construyo una plataforma técnica imbatible para engañar a la población, que estuvo convencida hasta no hace mucho tiempo que no éramos la suficiente mayoría para sacudirnos electoralmente al régimen. En esta línea de pensamiento participó activamente la oposición oficial, colaborando de ese modo al fraude permanente que nos aplicaba el CNE, elección tras elección. Puedo decir sin lugar a dudas que desde la primera elección en el año 2004, año de la inauguración del voto electrónico en Venezuela, que los opositores venezolanos hemos sido mayoría SIEMPRE y los resultados del sistema electoral del CNE han sido cambiados consistentemente. Es por eso que no esperamos nada diferente para el 28J.
El primer éxito real que hemos tenido en todos estos años de lucha electoral permanente aquellos que hemos denunciado consistentemente las trampas técnicas del CNE, fue sentar y sentenciar en el banco de los acusados al sistema electoral automatizado del régimen, siendo uno de los mayores logros la sentencia del 13 de junio de 2018 del TSJ legítimo en el exilio que anuló ese sistema (ver sentencia en TSJ Legítimo declara Nulo el Uso del Voto Automatizado para Elecciones en Venezuela, en http://ticsddhh.blogspot.com/2018/06/tribunal-supremo-de-justicia-declara.html).
Aunque esa sentencia no fuera aplicada en Venezuela, ni reconocida por la oposición oficial, constatándose de esa manera su complicidad en el mantenimiento del régimen en 20 años de lucha de los venezolanos por salir de esta pesadilla, logró finalmente explicarles a los venezolanos la profundidad del problema y la trampa del régimen en los procesos electorales.
Pero el sistema con su fraude implícito continuó igual, incluso mejorando la trampa con el tiempo, complementándola en la distribución de los centros y electores en todo el país a favor del régimen, así como el resto de las arbitrariedades cometidas, como las inhabilitaciones a contendores que impidieran de alguna manera el triunfo electoral del régimen. Aun siendo explicado técnicamente que existía el fraude multifactorial, los venezolanos insistieron como sociedad en la vía electoral a pesar de eso. Hay que reconocer que esa inclinación pacifica de nuestro pueblo al querer dirimir el poder a través de los votos es un sello que realmente nos distingue, a sabiendas de que nos encontramos sometidos a una tiranía.
Pero en esta oportunidad, a diferencia del lamentable episodio de abril de 2013 donde Capriles ganó y no cobró las elecciones presidenciales fraudulentamente adjudicadas a Nicolás Maduro Moros, el pueblo SABE CON PLENO CONOCIMIENTO DE CAUSA QUE EL RÉGIMEN INTENTARÁ ROBARSE UNAS ELECCIONES DE LAS ESTÁ CONSCIENTE DE QUE SOMOS MAYORÍA.
No existe NADIE en Venezuela y el mundo que dude que los venezolanos que queremos que Nicolás Maduro Moros y su régimen salgan del poder SOMOS UNA MAYORÍA DETERMINANTE. Ahora ni la oposición oficial ni nadie puede negar esa verdad tan grande como una catedral, por más sistema electoral automatizado trampeado del que disponga el régimen. Ya el fraude no puede ser más considerado como un problema técnico, sino que se convirtió en un hecho político incontrovertible.
Al señalar que este problema dejó de ser técnico para convertirse en político, intento afirmar que luego de muchos años, definitivamente ya no quedan dudas en la población, y ahora el pueblo aun conociendo que el fraude está en plena ejecución, en lugar de abstenerse como en el pasado, ha decidido participar masivamente, advirtiéndole al régimen "ahora atrévete a hacerlo y atente a las consecuencias", desafiando abiertamente y por la calle del medio su intención vulgar de quedarse en el poder por encima de la Soberanía Popular. Este es un cambio histórico nunca antes visto en la conducta de los ciudadanos en su apego por la democracia.
El pueblo venezolano le paso por encima al fraude electoral que nos hicieron con sus máquinas durante 20 años, dejando atrás toda la complejidad del mamotreto tecnológico del CNE, para convertir este problema en un hecho político trascendental que será resuelto, con el favor de Dios, a favor de los venezolanos el mismo día 28 de julio. El fraude como hecho político es la mejor transformación hacia la libertad que haya inventado el pueblo venezolano.
Caracas, 18 de Julio de 2024
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