lunes, 30 de diciembre de 2024

Aproximaciones sucesivas 2024-2025

Por Luis Manuel Aguana

English version 

En un sistema de aproximaciones sucesivas se plantea que podemos llegar a la solución final de un problema muy complejo, a través de una formulación que genere una cadena de resultados intermedios que converjan a esa solución definitiva. Pero hay que dar bastantes vueltas -denominadas iteraciones-, donde partiendo de un primer resultado intermedio, se vuelve a comenzar, aplicando la misma fórmula, y el siguiente resultado es a su vez el producto del primero usado como insumo.

Y así sucesivamente. En la medida que nos acercamos a la solución del problema, vamos determinando si el resultado intermedio tiene sentido como solución esperada. Y paramos el proceso después de muchas iteraciones, cuando observamos que el siguiente resultado intermedio es igual al anterior, o muy cercano, con un error pequeño tolerable, es decir, que seguir dando vueltas no refina más el resultado, lo que indica que se llegó a la solución final. Lo complicado de este método es que se requieren computadoras para realizarlo por la cantidad de variables y cálculos intermedios, además de que son indeterminadas las iteraciones que hay que dar para obtener el resultado final, si este se llega a dar. Pero lo bueno es que si la solución existe, esta terminará saliendo a la luz.

Este es el tipo de metodología propuesto en cálculo numérico para resolver sistemas complejos de múltiples ecuaciones con numerosas incógnitas, y creo que sería interesante aplicar ese mismo concepto a nuestra compleja realidad política, y aunque los contextos sean diferentes, si deseamos expulsar todas las metástasis que produzca la operación de sacar el cáncer principal del cuerpo de la República. Quedémonos por ahora solo con el concepto, y veamos cómo podría aplicarse al actual contexto político.

Efectivamente, todos nos hemos enfrascado –y con razón- en una solución en primera iteración a un problema complejo –salir de Maduro y su régimen-, esperando que con solo esa única hayamos llegado a la solución final del problema que significa este régimen, sin pensar en la manera en que logró –y todavía logra- permanecer en el poder en Venezuela. Maduro sigue en el poder no solo por las fuerzas internas y externas que lo sostienen, sino también por quienes en la oposición han colaborado activamente para que eso suceda. De allí que, sin resolver esa parte del problema, difícilmente podremos decir que hayamos llegado a una solución final, independientemente de que se logre la juramentación de Edmundo González Urrutia (EGU) el 10 de enero. Veamos por qué.

Podemos decir sin equivocarnos que el más importante éxito político del año 2024, fueron en realidad dos: El primero, lograr que la victoria popular de María Corina Machado (MCM) del 22 de octubre de 2023, sobre los cascarones vacíos de la vieja oposición, se materializara en una sola y poderosa fuerza electoral capaz de unificar un sentimiento común de rechazo al régimen de Nicolás Maduro Moros.

El segundo éxito fue adelantarse al régimen el día de las elecciones el 28 de julio, interviniendo el fraude que tenían preparado con las máquinas del CNE, y escabullirse con más del 80% de las actas verdaderas del proceso, con el inesperado resultado positivo colateral que significó la ayuda de un pueblo que el régimen consideraba “con el proceso” y el Plan República. Esta es la prueba fundamental del rechazo que el régimen tiene tanto en la base de la población como en las FFAA, y lo que nos garantiza que el siguiente paso será necesariamente exitoso.

Ahora bien, de acuerdo con el concepto señalado de aproximaciones sucesivas, ¿cuál debería ser la siguiente iteración de este proceso en el año 2025, luego de haber formulado y obtenido exitosamente el primer resultado? Veamos:

Recuerden que el resultado –la salida del régimen- no se ha concretado todavía. Pero se logró un primer resultado intermedio positivo –votos e inercia política- que debe ser aplicado como insumo a la segunda iteración, pero esta vez no ciertamente dirigida a la expulsión del régimen, cuya ejecución producto de la primera iteración, no es –ni tiene que ser- del conocimiento general, sino a la expulsión de la clase política que con su cohabitación hizo posible el mantenimiento del régimen.

La segunda iteración deberá ser aplicada a los factores derrotados el 22 de octubre de 2023 que no se quedaron con esa derrota, y que odian a muerte a MCM y el resultado del 28 de julio a favor de EGU, porque en un próximo estado de cosas político del país, no ven por ningún lado oxígeno para su supervivencia, y se reacomodan para que no ocurra ninguna juramentación del Presidente Electo en el país. No ven supervivencia sin el régimen de Maduro en funciones.

En este sentido, vemos las declaraciones de Henry Ramos Allup (HRA), exponiendo lo que ya todos conocemos, pero en una fecha que podría ser considerada clave para lo que debe venir con el desplazamiento de Nicolás Maduro Moros, a consecuencia de la primera iteración. ¿Por qué HRA se acuerda ahora y no antes de que la AN 2015 cesó en funciones el 5 de enero de 2021, indicando la ilegalidad de ese Parlamento?:

“El dirigente político, Henry Ramos Allup, consideró que lo más conveniente para el país y la oposición es que la Asamblea Nacional (AN) electa el año 2015 deje de sesionar y cierre su ciclo que culminó el año 2021. De esta manera, el exdirigente adeco coincidió con lo expresado días atrás por el Secretario General de Un Nuevo Tiempo, Angelo Palmieri. El dirigente político exhortó anteriormente dar por «concluido» el ciclo de ese parlamento electo hace 9 años. Por lo tanto, Ramos Allup recordó que el período de vigencia de la AN de 2015 comenzó el 5 de enero de 2016 y finalizó el 5 de enero de 2021. «Pese a todos los acosos, cumplió de la mejor manera posible», escribió el expresidente de ese Parlamento que en la actualidad no tiene ningún tipo de validez ni reconocimiento aunque quieran sesionar de forma ilegal(ver VenezuelaNews, 22-12-2024, Henry Ramos Allup también quiere sepultar parlamento ilegal de la extrema derecha venezolana, en https://venezuela-news.com/henry-ramos-allup-tambien-quiere-sepultar-parlamento-ilegal-de-la-extrema-derecha-venezolana/) (resaltado nuestro).

Realmente esa es la dirigencia política que debe salir del sistema en la solución definitiva que se le dé al país luego de aplicada la segunda iteración, por supuesto después de la salida de Nicolás Maduro Moros en el 2025. Las afirmaciones de HRA no van dirigidas a eliminar la AN 2015, porque ya sabe de sobra que es decorativa, sino a reconocer a la ilegítima del régimen que existe de facto en funciones en el Palacio Federal, cerrándole el paso desde esa seudo oposición a una posible juramentación de EGU ante una Asamblea Nacional que aún reconoce la Comunidad Internacional.

El reconocimiento de la AN 2015 es motivo de rencores entre los derrotados de las primarias del 2023, que aún no se recuperan de las heridas de esa elección y ahora pretenden el fracaso de MCM y EGU en el logro del objetivo que todos los venezolanos nos propusimos el 28 de julio de 2024, al vencer de manera aplastante a Nicolás Maduro Moros. Esta convicción la corrobora el periodista Vladimir Villegas, cuya posición política conocemos de sobra los venezolanos, en entrevista de la periodista Luz Mely Reyes el pasado 25 de diciembre:

“Porque la asamblea de la llamada Asamblea de 2015 es uno de los puntos de discordia más relevantes en la oposición. Y aquí se habla pues, aquí incluso esta situación impacta al propio partido Primero Justicia (PJ) verdad porque la presidenta de esa Asamblea, Figuera, ha sido, bueno, vinculada a al sector de, Guanipa, de Juan Pablo Guanipa, y evidentemente el otro sector, el que dirige Enrique Capriles, no está con esa política de darle continuidad a la Asamblea del 2015. Y ahí coincide Un Nuevo Tiempo (UNT) y coincide Acción Democrática. Es decir, ya la grieta en la plataforma unitaria es más que evidente. Eso es como una falla esa en California, como una falla de terremoto, que eso está a la vista. Entonces esa es una plataforma que carece, bueno,  bueno, no sé si de plata, pero de forma, y no es unitaria. Carece de unidad, porque ya como instancia pareciera haberse agotado. Habría que generar para la oposición una nueva forma de organización y también reconociendo el reacomodo que se ha producido. Porque fíjate por mucho que María Corina Machado tenga todavía un importante respaldo popular muy, muy, significativo en Venezuela, pues evidentemente no es así desde el punto de vista político. Son algunas de las organizaciones que forman parte de la plataforma las que mantienen su apoyo, incluso en Primero Justicia (PJ), una parte de Primera Justicia, apoya María Corina, no toda Primero Justicia apoya María Corina. La AD de Henry Ramos sabemos como ha sido siempre su actitud muy zamarro él, pero también AD lo es, como partido, la veteranía. Y entonces pareciera que hay sectores de la oposición esperando que ese hielo, que significa el liderazgo de María Corina, se vaya derritiendo como si estuviera puesto en la vereda del Sur del Lago al mediodía, allá en Maracaibo, ¿no? Es decir que eso es un proceso lento, pero que está en plena ebullición. ¿Por qué? Porque no toda la oposición está con la estrategia que tiene María Corina. Pero además, no solamente que no está, sino que te aseguro que buena parte de esas de esos partidos no conocen cuál es la estrategia. O sea, qué es lo que tiene entre manos, cuál es el plan político que ellos tienen de aquí en adelante. Se dice que Edmundo González Urrutia ha dicho que va a venir a Venezuela. ¿Será verdad? ¿Vendrá? ¿Se juramentará, que sé yo, en un río venezolano? ¿En la frontera?...” (ver Efecto Cocuyo, ¿Qué ocurre internamente en la PUD y en el PSUV de cara al 10 de enero, 25-12-2024, Entrevista de Luz Mely Reyes a Vladimir Villegas, en  https://youtu.be/U8P3sSod49U?t=131) (resaltado nuestro).

Lo sorprendente de este planteamiento es el absoluto desprecio de quienes aun teniendo cierta credibilidad política creen todavía en la vigencia de la vieja política venezolana, después de la decisión del pueblo de salir de ellos al respaldar a MCM en dos elecciones importantísimas y sucesivas, el 22 de octubre de 2023 y el 28 de julio de 2024.

Asombrosamente, Villegas separa el respaldo popular del respaldo político de los partidos, dando preeminencia a este último sobre los votos de los venezolanos. Y yo me pregunto: ¿qué es al final el respaldo político si no es el respaldo del pueblo? ¡Ese es el verdadero fondo de todo este problema! Para ellos la gente no vale un carajo, solo los partidos. Y si esos partidos no conocen el plan de MCM es precisamente porque lo sabotearían por ser cómplices del régimen. Si la oposición que ha representado Villegas todos estos años todavía se pregunta si EGU vendrá el 10 de enero, debe ser  porque no han hecho absolutamente nada para que lo logre, como por ejemplo, comenzar por solidarizarse por los presos políticos producto de la persecución política después del fraude del régimen en las elecciones del 28 de julio de 2024.

Los partidos deben comenzar a entender, lamentablemente por las malas, que el pueblo de Venezuela les dijo dos veces, en dos años sucesivos: ¡NO LOS QUEREMOS! Y no solo a Maduro, sino también a su oposición cohabitante. Y aun así, sus voceros como Villegas creen que el liderazgo de MCM se derretirá como una panela de hielo en las calles de Maracaibo. No han entendido todavía que el liderazgo de MCM no es un liderazgo común, ES UN FENÓMENO SOCIAL, ES UN SENTIMIENTO compartido por el 90% de los venezolanos, y es un grito que no escuchan porque dejaron de entender desde hace mucho tiempo la realidad nacional. Y digo 90% porque no se le permitió votar a la diáspora del país.

Y además, es un sentimiento para salir de los dos, DE MADURO Y DE SU OPOSISIÓN representada en la PUD. Si ya existe un plan para Maduro, también debe existir uno para salir de su oposición. Solo sin ambos el país saldrá adelante. La recomposición política que deberá venir en el país tiene que planearse desde ahora, como una siguiente iteración de la aproximación sucesiva aplicada para la solución definitiva, y de manera inmediata, utilizando los resultados exitosos de la primera después de lograr con éxito la juramentación de EGU como Presidente Constitucional de Venezuela.

Con los resultados de la primera iteración se garantizará contar con una genuina representación del país, tanto en el sector político como en el de la sociedad civil, para  CONVOCAR A UNA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE ORIGINARIA, con Bases Comiciales incluyentes para todos los sectores. Pero convocada no solo con el objeto de reinstitucionalizar el país al primer minuto que EGU asuma el poder en Venezuela, sino también para conocer con quiénes realmente desea el pueblo venezolano que se realice dicha  tarea. ¡Tan importante es una cosa como la otra!

El proceso Constituyente como siguiente iteración, también les permitirá a los venezolanos de bien de esos partidos vacíos, no solo reencontrarse democráticamente, derribando de sus pedestales en el proceso a los “Maduro” que tengan internamente, como HRA, sino reconstruyendo sus propias instituciones partidistas para la Venezuela del futuro. ¿Es mucho pedir para Venezuela a partir del 2025? No lo creo. Estamos a las puertas del mayor cambio político desde 1958. No lo echemos a perder minimizando, o no tomando en cuenta, a los enemigos del cambio que agazapados nunca lo quisieron, y serán un arma política escondida en contra de lo que viene si no se elimina políticamente con el régimen. En esa segunda iteración se logrará con creces la solución definitiva del problema complejo planteado para Venezuela en el 2025.

En realidad Venezuela ha vivido en un constante proceso de aproximaciones sucesivas hacia la libertad. Ningún tirano podrá detener ese proceso que ya comenzó, aunque desee reafirmar su robo electoral descaradamente frente a todos los venezolanos. El proceso corre indetenible hacia su solución final. Ojalá que estas palabras encuentren eco en los venezolanos de buena voluntad, dispuestos a fajarse para construir desde cero este país cuando el proceso de aproximaciones concluya. Gracias a Dios somos cada día más, tanto dentro como afuera, dispuestos a eso. Rezaré por ese futuro en esta próxima Noche Vieja de Año Nuevo, agradeciendo la compañía en estas reflexiones de todos mis fieles amigos lectores y seguidores de este convulsionado fin de año 2024, deseándoles a todos un ¡Feliz Año 2025! Bien sabe Dios que llevamos acelerando ese proceso durante todo este año que termina. ¡Dios con nosotros! Amén…

Caracas, 30 de Diciembre de 2024

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lunes, 23 de diciembre de 2024

Carta al Niño Jesús

Por Luis Manuel Aguana

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En días pasados, en una entrevista realizada en Mingo TV, Mingo y Erika nos preguntaron, a la Dra. Blanca Rosa Mármol de León y a mí, por nuestra carta al Niño Jesús. En ese momento pedí por un regreso a lo que éramos antes de entrar en la vorágine destructiva de estos 25 años. En otras palabras, algo así como pedirle al Niño Jesús, meternos en una máquina del tiempo, y deshacer todo lo que ha sucedido como si aquí no hubiera pasado nada, como volviendo a lo que éramos antes. Pero la destrucción si pasó y cambiamos. Pero después de todo lo que ha pasado, sería imposible volver a lo que éramos (ver Mingo TeVe, Carta al Niño Jesús, Arrímate al Mingo, 16-12-2024, en https://youtu.be/SEmVWR0ij9o?t=2347).

Y ciertamente la pregunta de Mingo y Erika era natural, ¿qué le pediríamos al Niño Jesús precisamente en esta época de tanta incertidumbre? A la cercanía de esta  Nochebuena de Navidad, tal vez esa respuesta fue egoísta, porque efectivamente, antes de meterme de lleno en la realidad política venezolana hace 22 años, me encontraba en una situación completamente diferente. No tenía nada que ver en algo tan lejano a mi actividad profesional como la política, así como el resto de los venezolanos, más allá de lo que decían los periódicos. Mis intereses iban en un sentido mucho más personal, menos público, orientado a lo profesional y privado. Y a eso había dedicado los mejores esfuerzos de mi carrera técnica, incluyendo una costosa formación ejecutiva.

Al ver más difícil retornar a una “normalidad” profesional luego de haber participado en  uno de los episodios más emblemáticos de la época, como lo fue haberme incorporado a la protesta de la Plaza Altamira de aquellos valientes que en diciembre de 2002 orgullosamente arriesgaron sus vidas y sus carreras profesionales a favor de la institucionalidad técnica de C.A. Metro de Caracas, decidiendo acompañarlos hasta el final, como se dice ahora. Admiré ese nivel de desprendimiento de personas que con una trayectoria extraordinaria, arriesgaron su seguridad y no se quedaron callados ante la destrucción de su institución. Así fue el coraje de los fundadores de AC Familiametro. Hoy los honro porque ellos son la esencia de la Venezuela que nos toca recuperar y la razón por la que no me arrepentiré nunca estar en sintonía con ese sentimiento, lleno de un profundo amor por el rescate institucional de Venezuela.

Pero la vida es como es y la lucha se hizo larga. Nunca esperé -como todos- después de 2002, que esto pasara más allá del Revocatorio de Chávez del año 2004. Y ya ustedes ven, el régimen nos impuso 20 años más de miseria. Cada diciembre, de una u otra forma, todos pedimos por qué las cosas mejoren, que no haya presos políticos, por los que nunca el régimen ha tenido la más mínima humanidad cristiana. Y nos hemos pasado todos estos años pidiéndole a Dios, especialmente en cada diciembre, en nuestras cartas al Niño Jesús, que acabe con esta desgracia que lleva décadas.

Luego de tantos años de pedir y pedir, yo me pregunto, ¿no será que estamos haciendo las cosas mal? Y eso me hace recordar aquella historia del damnificado que pedía a Dios por su vida luego de una gran inundación, montado en el techo de su casa, con las aguas subiendo cada segundo. Llegaron a rescatarlo por aire y por agua y él decía que estaba esperando que Dios lo rescatara. Y cuando finalmente se ahogó, le preguntó a Dios en el cielo por qué no lo había ido a rescatar, y Dios le dijo: “¿Cómo que no? Te mandé un helicóptero y una lancha, y tú no te quisiste montar”.

Todas las veces que fuimos mayoría demostrable, léase el 11 de abril de 2002 con la renuncia y caída de Chávez por horas; en el 2004 con el fraude electoral del CNE en el Revocatorio y en prácticamente todas las elecciones desde ese año; la mayoría aplastante de la oposición del año 2015 en la Asamblea Nacional, con la que pudimos hacer algo y no hicimos; con una Consulta Popular determinante en el 2017 hasta llegar a una Presidencia Interina de la oposición en el 2019, con toda una Comunidad Internacional respaldándola, encabezada por los EEUU, podrían contar como oportunidades de salvamento que Dios ha enviado a este sufrido pueblo para que se levantara, y quienes de una forma u otra hemos elegido en su momento como conductores, han desperdiciado cada oportunidad una por una.

Pero Dios, por su infinita paciencia, todavía nos tiene todavía con vida, aunque el agua de la inundación nos llegue ahora a las narices. La más reciente oportunidad que Dios nos ha enviado está ahora en manos de María Corina Machado (MCM) y Edmundo González Urrutia (EGU). Ahora mi carta al Niño Jesús no será para pedirle que nos rescate otra vez, sino para que esa oportunidad que está mandando de nuevo la aprovechemos como se debe. Y eso no tiene que ver con Él sino con nosotros.

Pero MCM y EGU no lo pueden hacer solos. TODOS DEBEREMOS HACERLO. Imagínense que todos estamos montados en el techo de esa casa inundada, con el agua subiendo cada segundo, y ellos llegan con una gran lancha. No pretenderán ustedes que esa lancha salga de allí sola si todos no nos movemos. Ellos lograron ponerla en el lugar  con mucho esfuerzo, el resto lo tendremos que hacer nosotros, remando juntos para salir de allí, incluso para evitar que la lancha se hunda.

Pero tengo la impresión de que muchos creen o esperan que MCM y EGU hagan solos el trabajo. Así somos los venezolanos. Que alguien llegue al rescate y ya está. Si eso es así, esta desgracia permanecerá, o peor aún, nos volverá a pasar, y Dios nos reclamará no solo porque no nos montamos en la lancha que nos mandó, sino porque nos mató la estupidez y el egoísmo. En este momento, cualquiera que sea el plan de MCM y EGU para enero -o antes- para el rescate, deberá estar abierto a pedir la presencia activa de todos, porque ese será el último llamado al autobús de la libertad. Y el que no concurra se ahogará…

Años atrás pensaba que cada Navidad era la más oscura que habíamos vivido. No habían pasado todos estos años para corroborarme lo equivocado que estaba. En todas esas Navidades pedía y pedía al Niño Jesús el fin de este régimen. Pero creo ahora que la actitud debe ser otra. Debe ser la misma del trigésimo quinto Presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, hace casi 63 años, en su discurso inaugural el 20 de enero de 1961: “Así pues, compatriotas: preguntad, no qué puede vuestro país hacer por vosotros; preguntad qué podéis hacer vosotros por vuestro país.” (ver Discurso inaugural de JFK, en  https://discursosparalahistoria.wordpress.com/2010/01/25/discurso-inaugural-john-f-kennedy/). 

Y ustedes se preguntarán por qué especialmente ahora. En el cuento de Navidad venezolano más hermoso de todos los tiempos, y representativo de nuestra venezolanidad, escrito por José Rafael Pocaterra, se describe extraordinariamente que el favor de Dios se gana DANDO, NO PIDIENDO. “De cómo Panchito Mandefuá fue a cenar con el Niño Jesús” es un conmovedor relato que muestra la esencia de quienes somos en realidad los venezolanos, describiendo la historia de un niño de la calle, quien no teniendo nada que comer en Navidad, compartió antes de morir lo único que tenía en sus bolsillos para evitar el castigo de una niña.

Ese carácter vivaz, respondón, de enfrentarse a la vida con personalidad, y sobre todo de ayudar a quien lo necesita sin tener cómo, dando hasta donde duela, nos describe como pueblo. Ese gesto desprendido y profundo de Panchito fue lo que en realidad le ganó la simpatía de Dios, invitándolo a la Cena con el Niño Jesús, el más grande honor concedido a cualquier cristiano (ver José Rafael Pocaterra, Cuentos Grotescos, De cómo Panchito Mandefuá fue a cenar con el Niño Jesús, 1922,  en https://www.ciudadvalencia.com.ve/nuestros-cuentos-de-navidad-panchito-mandefua-de-jose-rafael-pocaterra/).

Si de esa lección de Panchito Mandefuá no sacamos nada, después de más de 100 años de haberse escrito ese cuento, y toda nuestra historia republicana, el último que apague la luz, y por favor para el próximo año por vergüenza no le pidamos nada más en nuestra Carta al Niño Jesús con respecto a este régimen. De otra manera, aprovechemos de una buena vez la oportunidad que nos está dando Dios para terminar con la tragedia. Piénsenlo esta Nochebuena de Navidad, porque ese será nuestro mejor regalo…

Mis mayores deseos para todos ustedes porque pasen la mejor Feliz Navidad del mundo posible en estos momentos aciagos de incertidumbre, y en especial a quienes he tenido el honor de contar como mis lectores durante este duro Año del Señor 2024. Dios me los bendiga…

Caracas, 23 de Diciembre de 2024

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