jueves, 4 de abril de 2013

De BIOS, Máquinas y Delincuentes


Por Luis Manuel Aguana

Ni en los sueños más alucinados de estudiantes de computación de los años 70 habría cabido que un importante vocero y dirigente político "explicara" en la televisión a los venezolanos - casi en cadena nacional-, lo que significa un BIOS. Nunca fue más patética la explicación de un político tratando de cuadrar un círculo indescifrable, no solo de cómo una cosa incomprensible para él podía funcionar, sino a la vez justificar que "eso" que "habían descubierto los técnicos opositores" era trivial y no constituía algo más que un desliz que podía ser corregido cambiando las claves y sancionando al funcionario involucrado.

Y para agravar aún más el cuadro, tratando de tapar que esa pendejadita no significaba, no solo la prueba más irrefutable del fraude electrónico que he visto y que hemos denunciado miles de veces con argumentos técnicos, sino el insulto más asombroso a la inteligencia del venezolano. Si no fuera patético daría risa.

De mis buenos años mozos recuerdo que el BIOS era el primer programita que jurungábamos cuando nos llegaba una máquina nueva al laboratorio de electrónica de la Escuela de Física y Computación de la UCV, en mi siempre recordada Facultad de Ciencias. Recuérdese que a mediados de los 70`s no había salido la primera máquina PC al mercado como la conocemos ahora. Eso ocurrió a principios de los 80’s. Las máquinas de escritorio previas a eso funcionaban como las de ahora, con unas tarjetas madres que traían su microprocresador de Intel, Motorola o cualquier otra de las marcas de empresas fabricantes de semiconductores, pero eran muy básicas –un rack feísimo y grande con tarjetas, y casi que teníamos que programarlas a unos y ceros.

Esas máquinas no tenían un Sistema Operativo tipo Windows sofisticado, sino una versión primitiva que permitía que se programara el aparato en el lenguaje básico (assembler) del microprocesador de la tarjeta madre. La manera que teníamos para interactuar inicialmente con la máquina era entrarle al programa que el fabricante colocaba en un chip de la tarjeta madre, el ahora famoso BIOS (Basic Input/Output System), para indicarle desde donde se cargaría el Sistema Operativo (para ese entonces DOS-Disk Operating System o cualquier otro semejante), que usualmente venía en un diskette. El BIOS es un  programa que está asociado directamente con el hardware de la máquina ya que él sabe la configuración que el fabricante le ha dado a su equipo y su electrónica particular.

La pantalla del BIOS era lo primero que te salía al armar el equipo cuando le pegabas un monitor estándar. Allí le decías desde donde cargar el sistema operativo, desde qué enchufe (conector) de la máquina pegar la impresora y otros periféricos, fecha y hora, qué tipo de video tenías, tamaño de la memoria, y un montón de detalles técnicos sin los cuales la maquina no sabría como funcionar.

Una vez configurado el BIOS, se encendía la maquina otra vez, ella cargaba el DOS desde el diskette y desde allí la máquina era operativa para programarla en cualquier lenguaje que el fabricante incluyera en su menú de oferta técnica. Para más detalles pueden ir a Wikipedia (ver BIOS en http://es.wikipedia.org/wiki/BIOS).

El esquema técnico en toda máquina, a pesar de los violentos cambios tecnológicos en velocidad, sistemas operativos, microprocesadores, modelos, etc, etc, etc., sigue siendo el mismo. Toda máquina trae un BIOS que es necesario configurar para que funcione correctamente. Ahora se le incorpora una clave de acceso para que no todo el mundo le meta la mano, pero la razón por la cual está allí sigue siendo la misma: arrancar adecuadamente el sistema operativo de la máquina y desde donde iniciarlo.

De esta corta explicación se deduce que el BIOS no es ningún programa pendejo de fecha y hora como lo explicó ayer nuestro político de marras en televisión nacional.

Si por ejemplo, queremos que un sistema paralelo, completamente diferente al “auditado” por la oposición, se cargue cuando se inicie la maquina, desde una localización distinta, se entra al BIOS y se le indica. O por ejemplo, decirle a la máquina si existe una red desde donde realizar cambios remotos, o cargar el sistema desde allí. ¿Vamos entendiendo ahora la función del programa cuya clave tenía el PSUV?

El martes 2 de Abril tuve el honor de ser ponente en un interesante Foro en El Nacional denominado “¿Habrá Fraude Electoral el 14A?” Allí, conjuntamente con varios expertos, expusimos nuestro punto de vista en relación al fraude que nos tiene preparado el gobierno para eternizarse en el poder, con la anuencia de los técnicos de la oposición que, como se dijo ayer por televisión, “estaban sacrificándose por el país” mientras nosotros nos bañábamos en la playa en Semana Santa. Aquellos interesados pueden bajar mi ponencia “Construcción de un Fraude Técnico en 10 Pasos” (bajar desde https://docs.google.com/file/d/0B6yI0gUROWzDZERrOXh1WkdzV3M/edit?usp=sharing). Allí expongo una teoría posible de cómo se puede hacer un fraude a los ojos de todos y sin darnos cuenta, que pasa precisamente porque los técnicos del CNE que manejan las máquinas de los centros pueden cambiar cosas, desde donde cargar el sistema-de acuerdo a esta denuncia del BIOS- o poner un programa diferente a funcionar en lugar del “auditado” por la oposición.

Pero más allá de esa “denuncia”-que resulta muy sospechosa-, porque reivindica equivocadamente a los técnicos opositores, quiero destacar algo que me sorprendió muchísimo. En lugar de denunciar y solicitar una profunda investigación (que por cierto debió realizarse ante el CICPC y no ante CNE) para conocer de donde obtuvo el técnico del PSUV la famosa clave del BIOS, y además si tienen otras claves de mayor importancia que no conocemos-por ejemplo el del secreto del voto-, para que no se vuelva a repetir el hecho, y llevar ante los tribunales a todos los delincuentes (que pueden ser de la oposición, del CNE, del PSUV o de SmartMatic), la oposición solamente solicitó al CNE que se cambiaran las claves y se sancionara al pobre técnico. ¿Qué tal? Pidieron que le botaran el sofá a la mujer infiel… ¿Será que Aveledo no conoce el cuento? El gobierno tiene mucho real, no solo para comprar una llave (Key o clave en inglés), sino el llavero completo. Cuidado con eso…

El estamento opositor, en lugar de felicitar a los “expertos” que trabajaron en Semana Santa mientras el resto de los venezolanos “nos bañábamos en la playa” y que “descubrieron” a ese técnico con la clave, debieron haberlos botado a todos de entrada ya que si esa clave la tenían ahora ¿porque no la pudieron tener años antes y para el resto de los procesos electorales que hubo después del 2004? ¡Debieron haberlo descubierto desde el año 2004 y no el  2013! ¡Partida de incompetentes es lo que son!

En todo caso, a estas alturas no tenemos ni que decir que el venezolano común está convencido que el gobierno hará trampa el 14A, no solo las “triquiñuelas” ventajistas del 7-O. Hay un fraude electrónico masivo a las puertas del país. Sin embargo, podemos decir que al parecer al final estamos en sintonía con el candidato.

En ese sentido, debo hacerle el correspondiente reconocimiento a Henrique Capriles por haber tomado finalmente una postura frente al fraude del gobierno, sea como sea que lo llamen (ver http://www.noticias24.com/venezuela/noticia/159386/capriles-alerta-que-el-gobierno-esta-preparando-el-plan-stalin-para-no-aceptar-los-resultados-el-14-a/). La denuncia del Plan Stalin pone a la oposición en el terreno correcto. Si el gobierno va con todo, como lo hemos denunciado, a robarse los votos de la gente, entonces nosotros debemos ir con todo, no solo en la denuncia, sino en la de exigir que no se nos impida votar libremente; que votemos sin captahuellas y sin máquinas a la entrada de los centros, exigiendo que se cuenten libremente  todos los votos, porque todos los venezolanos, no solamente el 54%, tenemos el derecho de ver y contar nuestra elección, sin coacción y sin milicias.

Entonces ahora si vale la pena jugárselas por el candidato y votar masivamente el 14A para el logro de un cambio radical de las cosas. Ya Florentino esta retando al Diablo y cuando eso sucede los santos de la oración inigualable del lance de Alberto Arvelo Torrealba, “Virgen de la Soledá, / Virgen del Carmen bendita,/  sagrada Virgen del Real/, tierna Virgen del Socorro,/ dulce Virgen de la Paz,/ Virgen de la Coromoto,/ Virgen de Chiquinquirá,/ piadosa Virgen del Valle,/ santa Virgen del Pilar,/ Fiel Madre de los Dolores/ dáme el fulgor que tú das./ ¡San Miguel! dame tu escudo,/ tu rejón y tu puñal,/ Niño de Atocha bendito,/ Santísima Trinidá…”, velarán por él.

Caracas,  4 de Abril de 2013

Twitter: @laguana

lunes, 25 de marzo de 2013

La apuesta del candidato o cómo Florentino le pudo ganar al Diablo



Por Luis Manuel Aguana

Solo hay una manera de decirlo: Ir a las elecciones el 14A con las mismas condiciones del 7-O, equivale a perder las elecciones. Y nos preguntamos, ¿porque es tan difícil de entender eso? ¿Porque la oposición insiste en darse golpes contra de una pared totalitaria? Se lo hemos indicado de muchas de maneras desde hace mucho tiempo, pero no ha sido posible que el nuevo Comando Venezuela-ahora Simón Bolívar-, lo entienda: hay fraude en el proceso y no hay manera que nadie que se enfrente al gobierno en las condiciones impuestas por el CNE le gane NINGUNA elección.

Algunos dirán que es por la vocación democrática del venezolano de ir y volver a ir así nos roben el voto. Que el voto es el único instrumento del demócrata para cambiar gobiernos. Pero, ¿todavía la dirigencia opositora no ha caído en cuenta que este gobierno NO ES DEMOCRATICO? ¿Que se robaran hasta el cansancio los votos porque tienen secuestrada la institución garante del proceso  y las elecciones no son justas? ¿Hasta cuándo seguiremos la misma senda?

Pero hay una diferencia entre querer comprenderlo e ignorarlo. Si sabes que vas a perder una elección amañada, es diferente a que vayas- y nos lleven-, a una elección diciendo que ES POSIBLE GANAR. Las estrategias a aplicar son significativamente diferentes.

Si sabes que te estás enfrentando al poder del Estado y vas a perder, entonces el problema se circunscribe a qué estrategia aplicar para recuperar el país perdido. Si vas pensando que vas a ganar un proceso que no es posible ganar y luego aceptar lo que te diga un CNE corrupto, eres tan o más responsable de eso que el gobierno, porque lo legitimas. Vaya problema.

Quiero volver a señalar el caso de las elecciones presidenciales de Perú en el año 2000, donde el candidato Alejandro Toledo pidió que no votasen para la segunda vuelta, aduciendo falta de transparencia y credibilidad en el sistema electoral (ver http://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_de_Per%C3%BA_de_2000). Toledo estaba convencido del fraude electoral en las elecciones y amenazó con retirarse, llamando a la población a no votar en la segunda vuelta. El gobierno de Fujimori ganó con el 74% pero tres meses después el gobierno ilegitimo terminaba con la fuga del Presidente al Japón.

La estrategia de Toledo no se concentró en “ganar” algo imposible de ganar, sino deslegitimar al gobierno de Fujimori y continuar su lucha contra un gobierno autocrático y dictatorial, que había olvidado su origen democrático persistiendo en perpetuarse en el poder. Si Toledo hubiera participado en esa farsa por el dogma de “no llamar a la abstención” los peruanos no hubieran regresado a la senda democrática. Pero ni Toledo se retiró, ni los peruanos se abstuvieron. Votaron nulo en un 29,9%.

Entonces las estrategias difieren cuando se sabe que se hará fraude, que cuando se cree que el proceso es limpio o se piensa que existe alguna posibilidad remota de ganar. Pues con el CNE de las captahuellas y el SAI, las maquinas a la entrada de los centros y las movilizaciones del PSUV amenazando con quitarle las Misiones a su militancia, esa posibilidad debe desaparecer definitivamente de la mente del candidato opositor.

Esto nos deja con una sola opción: el candidato está dejando al azar el resultado del proceso del 14A. Está apostando en una ruleta arreglada. Y nos está diciendo que ganará unas elecciones en las mismas condiciones- o peores- con las que fue el 7-O y perdió.

El pasado 20 de Marzo un grupo de venezolanos publicamos una Carta Abierta en ocasión a las elecciones del 14 de Abril de 2013 (ver http://declaraciondecaracas.blogspot.com/2013/03/ante-las-elecciones-del-14-de-abril.html). En ella expresamos la preocupación que legítimamente tenemos muchos venezolanos acerca de la insistencia del candidato y el Comando Simón Bolívar no exigir condiciones para participar en las próximas elecciones, indicando expresamente cuales son esas condiciones que deben ser exigidas.

Una cosa es ir a unas elecciones que sabes que vas a perder y exigir pulcritud en el proceso, amenazando con retirarte –como Toledo -, si no se cubren esas exigencias, y otra muy diferente es ir sin pedirlas. Lo segundo significará que al aceptar medirte en esas condiciones, estarás aceptando cualquier resultado que provenga de allí.

Pero hay algo que no se ha hecho notar y que pienso es aún más importante que solicitar unas condiciones que un régimen castrocomunista no va a dar: y es QUE SE VA A HACER SI NO SE DA UN PROCESO LIMPIO…Obviamente se va a perder. Pero se puede salir revolcado de ese proceso pero también se puede caer parado.

De allí es que debe realmente partir la oposición democrática del país. Si un candidato opositor sale perdiendo de un proceso amañado advertido por el ANTES de las elecciones, su posición política es de mucho mayor fortaleza para una lucha posterior que si SE ENTREGA en bandeja de plata a un fraude.

Nadie le está pidiendo a Capriles que se prenda candela al frente del CNE por unas condiciones que sabemos que no le van a dar. Lo que le pedimos es QUE LAS EXIJA por los cuatro costados del país y que nos diga QUE ES LO QUE VA A HACER SI EL GOBIERNO NO LAS CUMPLE. Si lo hace todos le acompañaremos, no solo con nuestros votos, sino con la lucha que inmediatamente se tendrá que dar al primer minuto de conocer el resultado.

¿Se dan cuenta de la diferencia? Una cosa es tener un candidato realizando una campaña de diferenciación con el gobierno heredero, tratando de recaudar unos votos que de una manera u otra ya están cantados, que una desafiando al gobierno indicándole que si no da una pelea justa, no se reconocerá un ganador ilegitimo. Son dos cosas completamente diferentes.

Los venezolanos conocemos el lance de “Florentino y el Diablo”, el inmortal poema llanero de Alberto Arvelo Torrealba. Una fuerza de la obscuridad tratándose de llevar el alma de Florentino pero éste, no solo le gana la copla con inteligencia, llevándolo hasta el amanecer, sino que lo desafía invitándolo al duelo ripostando que solo duele perder lo que no se ha defendido. Y el Diablo le dice que precisamente ¡por eso es que quiere su alma! Porque “lo que se perdió no importa si está de pies el vencío”…

“FLORENTINO
Que duele y da escalofrío...
Dáme campo pensamiento
y dáme rienda albedrío
pá'enseñarle al que no sabe
a rematar un corrío.
Cimarrones hay que verlos,
de mautes no le porfío;
puñal, sáquelo si quiere
a ver si repongo el mío.
Duele lo que se perdió
cuando no se ha defendío.

EL DIABLO
Cuando no se ha defendío
lo que se perdió no importa
si está de pies el vencío.
porque el orgullo indomable
vale más que el bien perdío.
Por eso es que me lo llevo
con la nada por avío
en bongo de veinte varas
que tiene un golpe sombrío.
Y vuelvo a cambiarle el pie
a ver si topa el atajo.

FLORENTINO
A ver si topa el atajo.
Cuando se fajan me gusta
porque yo también me fajo.
"Zamuros de la Barrosa
del alcornocal de abajo:
ahora verán, señores,
al Diablo pasar trabajo".[1]

A partir de esta última estrofa el Diablo comenzó a perder con Florentino, dispuesto a llevar hasta las últimas consecuencias el desafío, reconociendo el Diablo “que el orgullo indomable vale más que el bien perdío”. La fuerza de eso es única y telúrica. Bien les valdría a nuestros políticos seguir los consejos de las raíces más profundas de nuestra venezolanidad, y desafiar la obscuridad como lo hizo Florentino. De pronto le podrían también ganar al Diablo…

Caracas,  25 de Marzo de 2013

Twitter: @laguana

[1] Extracto del poema “Florentino y el Diablo” de Alberto Arvelo Torrealba, 1940

martes, 19 de marzo de 2013

Palabreo de la condición perdida



Por Luis Manuel Aguana

Solo la pluma de Andrés Eloy Blanco pudo precisar con exactitud la geografía humana del venezolano. La descripción de la mujer abandonada del páramo andino en el  “Palabreo de la loca Luz Caraballo”, la realidad del preso político en el “Palabreo de la alegría perdida”, y la famosa recluta en el “Palabreo de la Recluta”, son solo parte del legado de ese insigne venezolano de todos los tiempos. En esos “palabreos”, Andrés Eloy decía siempre algo de cómo somos, para bien o para mal.

Me atrevo en esta oportunidad a pedirle prestado a Andrés Eloy Blanco el nombre que le puso a varios de sus hermosos versos para describir algo también es muy propio de los venezolanos: No nos gusta confrontar. “Nuestra cultura tiende a no enseñar ni reforzar la asertividad, es decir el derecho que tiene y debe ejercer la gente para exponer su punto de vista, sin irrespetar el del oponente. Ser asertivo significa decir lo que se piensa con seguridad, sin agresividad y con gran respeto por la opinión de otro que pueda ser contraria, y no inhibirse de dar la respuesta apropiada aún cuando creamos que ella no va a ser bien recibida”.[1]

De acuerdo con estos estudios, el venezolano evita la confrontación, tiene la tendencia a escurrir el bulto, a no entrarle de frente a los problemas, a pensar que no hacer nada es una decisión. Y de hecho lo es. No hacer nada frente a los problemas es en efecto una decisión. Sin embargo, la experiencia indica que la mayoría de las veces resulta la peor decisión. Y eso es lo que ahora estamos contemplando de nuestro liderazgo opositor en relación al tema de las condiciones electorales.

Los dirigentes designados del Comando “Simón Bolívar” entregaron al CNE un documento contentivo de 13 garantías a ser satisfechas para poder ir al proceso electoral porque ya no había manera de evadir el tema de las condiciones electorales. El mismo candidato hizo una verónica impecable cual torero en el ruedo, al pasarle la capa a la pregunta de una periodista internacional. Indicó que ese era un tema del Comando de Campaña. Y el Comando no dijo nada.

Sin embargo, era un tema ineludible. Los medios, la gente, Venezuela le está preguntando a Capriles y su Comando si irán a estas elecciones con el mismo Registro Electoral, las mismas captahuellas pegadas a las maquinas de votación, con la mismita maquina de verificación a la entrada de los centros que le hace saber al PSUV cuales pobres no han votado para ir a amenazarlos con quitarles lo poco que les corresponde por derecho como venezolanos. ¿Y entonces?

El problema es no solo exigir las condiciones con las cuales se va a ir a un proceso, sino saber que harás si no te las cumplen. Necesariamente tendrás que confrontar, más temprano que tarde. Las respuestas han sido evasivas: “Me preguntan qué voy a hacer ante las condiciones; quiero que se pregunten que van a hacer ustedes por esas condiciones” dijo el candidato en una entrevista el pasado domingo, devolviéndonos a nosotros la responsabilidad. No les gusta decir que deberán tener un p… con el gobierno si no cumplen lo que solicitamos, amenazando con acciones concretas. ¿Será ese factor cultural del que habla el estudio de Granell?

El lenguaje confrontacional permanente del fallecido Presidente resultaba incómodo para todos. Pero el gobierno siempre reculó cuando se le devolvía el golpe con la misma contundencia. ¿Recuerdan el Decreto 1011 de la educación? Chávez siempre respetó, cual mapurite que sabe a quién ensucia, cuando le devolvían el golpe. Eso es demostrar que no solo hay que tener respeto por el otro, sino también que hay que hacerse respetar.

Es por eso que cuando el movimiento estudiantil confronta directo, el gobierno recula. Lo demostraron en la Embajada de Cuba cuando lograron que el Presidente apareciera. Si no se hubiera confrontado todavía no supiéramos donde está Chávez. Ahora el tema es exigir condiciones electorales; que respeten nuestro derecho de tener elecciones libres y asumir las acciones correspondientes si el gobierno incumple. Que sepan las consecuencias de ignorar nuestros derechos. Sin embargo, ahora el candidato y su Comando quieren que ese trabajo lo hagan otros. Lamentablemente eso no es posible.

¿Podrán los estudiantes o cualquiera decir que no aceptará el resultado si el candidato lo hace luego de ir exactamente igual a las elecciones como fuimos el 7-O? ¿Pueden los estudiantes o cualquier venezolano decir después de las elecciones que hubo fraude si el candidato de la oposición y su Comando de Campaña dicen que el proceso fue impecable?

Hay cosas que solo puede hacer el candidato, nadie más. Sólo él ostenta el liderazgo de este proceso electoral. Por eso todo el mundo estaba resteado con él-y él lo sabía-, cuando el gobierno saco sus tanquetas frente al Fuerte Tiuna a la espera de su respuesta el 7-O. Pero como no nos gusta confrontar, el candidato cedió.

No habrá más oportunidades como esta después del 14 de Abril. El gobierno arreciará porque ya no está el líder supremo y estos siguises harán lo que se les ordene desde La Habana. Entonces ya no queda otra, hay que confrontar, si no queremos que profundicen el castrocomunismo en Venezuela. Y el abanderado, el que va de primero en esa confrontación, no es otro que Henrique Capriles. Todos los demás vamos detrás.

Aquí las condiciones no están perdidas como parecieran. Hemos mencionado en algunas oportunidades que tal vez el término “condiciones” no es el más adecuado. Lo que exigimos son nuestros Derechos Humanos a tener unas Elecciones Auténticas por parte del órgano electoral y a nuestro liderazgo a exigirlas. Lo que si podemos y estamos haciendo como sociedad civil es exigir el cumplimiento de nuestros derechos, nada más.

Pareciera que ese simple hecho molesta y esconde al liderazgo. Ni quieren confrontar al gobierno, ni quieren confrontar a la población que exige que se exijan esos derechos. Parece un juego de palabras pero es así.

Andrés Eloy Blanco no estuvo equivocado en su profundo conocimiento de la esencia del venezolano. Eso lo hizo inmortal. Si viviera hoy, estoy seguro que escribiría de las condiciones que exigimos como en el “Palabreo de la alegría perdida” al negársele la guitarra que pedía el prisionero: “póngale la mano asina y usted mismo me la trae”

Caracas, 19 de Marzo de 2013

Twitter: @laguana

[1] “Éxito Gerencial y Cultura: Retos y oportunidades para Venezuela”, Granell, Garaway y Malpica, Ediciones IESA 1997, Pags. 86-87.