martes, 23 de julio de 2013

Reconciliación Constituyente



Por Luis Manuel Aguana

Uno de los aspectos menos desarrollados de esta solicitud que muchos estamos realizando en relación a la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente lo constituye el tema de la Reconciliación Nacional. Y hay un error que subyace en este término “Reconciliación” que mata voluntades.

Si yo les dijera que este proyecto no tiene como objetivo principal desarticular todos los Poderes Públicos y desalojar de ellos a todos aquellos que ilegítimamente lo ocupan, ¿ustedes me creerían? No, ¿verdad? Pues eso es precisamente el problema con esta iniciativa. Porque si bien es cierto que el daño que hizo Hugo Chávez en la institucionalidad venezolana fue muy profundo, no menos cierto fue que la herida más grave que infringió consistió en haber distanciado a los venezolanos por razones políticas.

El odio, el resentimiento, el pensar en que no podíamos construir nada juntos sino que había que arrasar con el adversario para conseguir objetivos políticos, es el combustible que ha mantenido prendido el motor de esta locura llamada Socialismo del Siglo XXI. Eso no había pasado nunca en Venezuela. Ni siquiera en la guerra de Independencia los venezolanos estuvimos tan distanciados. Eso de “ni agua al enemigo” no funcionaba aquí. La manera que encontró Chávez de mantener unida a su gente fue desatar un odio ciego al resto de aquellos que no pensábamos como él.

El insulto, la descalificación, el lenguaje escatológico llegó a ser moneda corriente en los discursos del extinto Dictador. Nada de creer que nosotros, los que estábamos del otro lado, existíamos o merecíamos respeto por ocupar un espacio de importancia en el país. Y eso originó una reacción de la misma magnitud y en el sentido opuesto. Simple física de acción y reacción. Resultado: bandos irreconciliables que no pueden ponerse de acuerdo en las cosas más simples. Salvo, por supuesto, aquellos “opositores” que hacen negocios con el gobierno. A esos no los tomo en cuenta en este análisis.

Los herederos del gobierno de Chávez aun llevan esa bandera. Pero son solo aquellos a quienes les conviene mantener ese estado de odio. Les funciona bien. No les interesa que congeniemos y le busquemos juntos soluciones a los problemas. Hay que mantener el odio. De nuevo, eso les funciona bastante bien.

Todos, de una manera u otra hemos caído en ese odio visceral. Y ese es el combustible del Diablo. Es la energía que lo mantiene vivo. Y lo más brutal es que de una u otra manera nosotros lo mantenemos vivo porque ellos lo mantienen vivo. Cuando hacen cosas como echarle los motorizados violentos a una marcha estudiantil pacífica, eso acrecienta el odio hacia ellos. Cuando hacen apartheid laboral, aumentan nuestro odio. Cuando declaran indicando majaderamente que hicieron trampa en las elecciones “¿y qué?”, eso provoca una arrechera inenarrable.

Entonces, ¿cómo rompemos ese círculo vicioso y lo convertimos en un círculo virtuoso? No soy aquel de los que piensa abrazarse con nadie y menos aun con los delincuentes que han acabado con el país. Hay que reconocer objetivamente cual es el problema para poder resolverlo. El odio y el resentimiento definitivamente es un tema que tenemos que abordar.

¿Y cómo se aborda ese problema? Primero tenemos que quitarnos de la cabeza que el proceso Constituyente es un instrumento de venganza. Porque si no lo hacemos de esa manera la Constituyente no podrá ser el Pacto Social que buscamos firmar todos los venezolanos para que este país tenga estabilidad política de largo plazo.

En segundo lugar, identificar quienes dentro de las posiciones del gobierno son los primeros instigadores de ese odio que no nos deja pensar. No diré nombres aquí pero ya me figuro que ustedes piensan en los mismos que yo. Hay que hacer un ejercicio de neutralización mental y trabajar en ello. No es fácil.

En tercer lugar debemos pensar que cuando se convoca al Constituyente, es a todo el pueblo de Venezuela, chavistas y no chavistas. O mejor dicho, a quienes estuvieron de acuerdo con las ideas del difunto Hugo Chávez y a quienes no estuvieron de acuerdo con esas ideas. ¿Se dan cuenta como nos dividió ese sujeto? Los que incitan al odio permanente son un mínimo despreciable. Lo que hay es venezolanos que lloran por ese loco del “por ahora” de 1992 y que de ninguna manera se ven reflejados en esa banda de malandros que están en el gobierno. ¡Hay que hacer esa diferencia muy importante!

Pues bien, hay que convocar a todo el mundo y convencer a aquellos que no piensan como nosotros, que lejos del odio que nos han hecho sentir, hay un  país que construir porque todos vivimos aquí. Que ellos van a tener sus representantes en esa Asamblea Nacional Constituyente y que esta no será manipulada por este CNE corrupto. ¿Qué cómo se hará eso? Ya lo veremos.

Y esos representantes de todo el país, tanto los de ellos como los nuestros, serán convocados para discutir UN PROYECTO DE PAIS. Que no es que nadie se va a imponer allí. Y que las decisiones de ese Constituyente deberán UNIRNOS SIN ODIOS en lo que habrá de ser la Republica de Venezuela, al menos, para los próximos 100 años.

Este objetivo será tergiversado por el gobierno, y entérense, también por la oposición que está con el gobierno. Mandarán a sus siguises tarifados por la prensa, aquellos que hablan complicado y en términos que no se encuentran en el diccionario, para decir que nosotros los atropellaremos y que ellos representan a la verdadera oposición, que los estamos engañando.

Pero mataremos al odio y el resentimiento. El Poder Originario representado por todos los venezolanos Constituyentes, de uno y otro bando, electos sin trampas, desmontarán los poderes constituidos, pero también deberán hacerlo con justicia. No puede haber cabida para otra cosa.

La tarea de reconstrucción que nos queda por delante luego de sentar las bases constitucionales necesarias para reorganizar al país requiere de una grandeza de alma como venezolano y un gran sentido de la justicia de todas esas personas que se reunirán para darnos otro país. Además de ser un proceso político este proceso lleva consigo una alta dosis de comprensión humana por parte de ambos bandos en que fue dividido el país. Estoy seguro que si escogemos bien a esos venezolanos de ambas partes, podremos encontrarnos de nuevo.

Caracas, 23 de Julio de 2013

Twitter:@laguana

lunes, 22 de julio de 2013

Doce Ejes y un Destino: 3) Democracia y Libertad



Por Luis Manuel Aguana

La Democracia y la Libertad son quizá las causas más nobles por las cuales se ha derramado más sangre en el mundo. Lamentablemente y aunque estos temas figuren en casi todas las constituciones del mundo, los pueblos se han tenido que ver en la necesidad de salir a defender esos principios con la vida.

Los principios enunciados en el 3er. Eje, Democracia y Libertad, en el Proyecto País de MID Táchira pudieran verse como obvios (ver Proyecto País – MID Táchira en https://docs.google.com/file/d/0B6yI0gUROWzDLXdIMzljSFVtWmc/edit?pli=1). Incluso algunos de ellos ya se encontraban en nuestra anterior Carta Magna de 1961. Sin embargo hay que volver a ellos como un ejercicio para recordarle a los gobernantes que ellos están puestos allí por nosotros.

Como se indica en el Proyecto País, creemos que hay que solicitar que haya Separación de Poderes, alterabilidad y No-Reelección en los Cargos de Presidente, Vice Presidente y Gobernadores, Elección Popular del Vice Presidente en dupla con el Presidente (caso norteamericano), la Segunda vuelta para todos los cargos de elección popular, Restablecimiento del Congreso Bicameral, restitución del carácter de Senador Vitalicio para los Ex Presidentes, establecimiento que los parientes de los funcionarios en ejercicio no opten a cargos de elección popular.

Asimismo, que un Presidente NO PUEDA legislar mediante Leyes Habilitantes, que se creen y eliminen Ministerios mediante Ley Orgánica de Administración Central, REFORMA DEL SISTEMA ELECTORAL y regionalización del CNE, organizar el poder social del pueblo, reconociendo la legitimidad y autonomía de los diversos grupos sociales; y la integración equitativa del parlamento Regional y de los Consejos Municipales entre las organizaciones sociales no partidistas y los partidos políticos.

Cuando afirmamos esto, no entiendo todavía porque algunos especialistas insisten que todo eso no es importante para el día a día del país y que la modificación de una Constitución no incide en su calidad de vida. Por ejemplo, ¿cómo es posible que un solo funcionario con lo es el Presidente de la Republica amanezca un día y diga que hay que hacer un nuevo Ministerio, como lo hizo Chávez cuando se le pegaba la gana en su Aló Presidente?

Eso implica recursos, personas, estrategia y pare usted de contar, en detrimento del resto de la Administración Pública y los ciudadanos. De esta manera Chávez creó sin control entidades (Misiones) que le hacían contrapeso a funciones ya existentes desviando recursos ilegalmente. Y solo por que el Dictador lo dijo hay que hacerlo y nadie puede hacer nada en contrario. Eso no puede ser sin el más mínimo control.

Solo comentaré dos de estas reformas que creo son absolutamente importantes ya que el resto se explican por sí mismas y forman parte de muchas de las discusiones que se han dado en el país y asimismo deben darse en una ANC. Tal es el caso de la Separación de los Poderes y la Reforma del Sistema Electoral.

Los principios de la democracia y las libertades individuales figuran claramente en nuestra Constitución de 1999, LO QUE PASA ES QUE NO SE CUMPLEN. El caso de la separación de los poderes ha sido letra muerta en nuestra Constitución. ¿Qué lograríamos nosotros como algo nuevo con una propuesta Constituyente en este caso? Lograr que en verdad se cumplan esos principios.

Tuve la oportunidad de asistir a una conferencia dictada por el Dr. Moises Naim, siendo éste Ministro de Fomento. Decía Naim que uno de los problemas más graves de la administración de la cosa pública en Venezuela era la llamada “discrecionalidad” de los funcionarios. En la medida que las normas estuvieran escritas para que alguien tomara la decisión a favor o en contra de algo, allí habría un foco de corrupción. Y es verdad. Si usted pone a un portero a decidir quién entra o no a ver a un Ministro, pueden jurar que terminara poniendo una tarifa para eso.

Una de las cosas que ha hecho más daño en Venezuela es lo excesivamente desbalanceado de nuestras normas en relación al Poder Ejecutivo. El Presidente es un Dictador Constitucional. ¿Cómo puede haber “separación” o “independencia” de los Poderes Públicos cuando un Presidente puede amenazar con casi cualquier cosa al resto de los Poderes? Y la norma le da la discrecionalidad de la que hablaba Naim. No es de extrañar entonces que ningún Poder se le pare al frente al Presidente y más aún cuando este tiene las tendencias autoritarias que tenía Chávez.

Hay que balancear el poder de los Poderes Públicos en Venezuela. Hay que hacer un estudio muy detallado acerca de las facultades que tiene el Presidente de la Republica en nuestra Constitución y balancear esos poderes en los otros Poderes. Hay personas muy calificadas que han hecho esos estudios en Venezuela.

La otra reforma URGENTE que hay que realizar es en relación al CNE. En la llamada 4ta. Republica, el Consejo Supremo Electoral era un organismo dominado por los partidos políticos. El balance del poder para la elección a todos los cargos de elección popular se lo daban los mismos actores políticos, impidiendo que el otro hiciera trampa. Era algo así como una partida de póker en el Viejo Oeste norteamericano en el cual a quien encontraban con una carta en la manga lo mataban sin piedad.

Al desmoronarse el sistema de partidos en 1999 la manera de visualizar el problema en el nuevo sistema electoral fue incorporar a la Sociedad Civil y a hacer “transparente” el proceso. Pero nadie se imaginó nunca que el chavismo con esa excusa penetraría las bases fundamentales de esta nueva organización electoral. Ahora solo hay un partido controlando todo el sistema electoral venezolano, el del gobierno, con lo cual un solo jugador se cogió la mano de póker, que antiguamente manejaban muchos y así perdimos la partida todos los venezolanos.

Es por eso que en nuestro documento Elecciones Venezolanas Auténticas, Una Exigencia Impostergable de Enero 2013 (ver http://declaraciondecaracas.blogspot.com/2013/01/elecciones-venezolanas-autenticas-una.html) solicitamos estas exigencias mínimas:

1.- Presencia a tiempo completo de representantes de la oposición en todas las áreas operativas del CNE.
2.- Contenidos de las necesarias y urgentes reformas a las Leyes Orgánicas del Poder Electoral y de Procesos Electorales (LOPE y LOPRE) para adecuarlas a los principios universales de Elecciones Auténticas.
3.- La restitución inmediata de la Fiscalía de Cedulación.
4.- El concurso para la elección de los auditores independientes del Registro Electoral
5.- La posibilidad, de ser necesario, de rehacer el Registro Electoral en su totalidad.
6.- Establecer un mecanismo de selección equilibrada de funcionarios electorales (Juntas Electorales y Mesas de Votación) y administrativos, reevaluando sus funciones de acuerdo a un nuevo sistema de contabilizar los votos
7.- Eliminación del Sistema Electrónico de Votación para el ejercicio del sufragio en los Centros Electorales y cualquier maquinaría electrónica accesoria, volviendo al voto manual a través de papeletas electorales, con urna transparente y escrutinio público de la totalidad de los votos, con verificación ciudadana y testigos de los partidos participantes.
8.- Implementar los procedimientos técnicos necesarios para el envío de las Actas de Escrutinio al ente electoral, luego del cierre de cada Mesa, con el fin de garantizar la contabilización eficaz de los resultados electorales y su escrutinio público para el mismo día de la elección, tal como sucede en México, Colombia y otros países latinoamericanos.

Es por eso mis queridos amigos que pienso que solo por esto hay que hacer una Constituyente y reformar el Sistema Electoral venezolano, no solo desde el punto de vista técnico, sino legal e institucional. Hay que reconstruirlo todo contemplando su regionalización para llevar a las regiones el control sobre la elección de sus propios gobernantes.  Mientras exista este sistema electoral, los venezolanos decentes NUNCA GANAREMOS ELECCIONES. Y aquellos que todavía lo piensen es que son ingenuos o le hacen el juego al gobierno…

Caracas, 22 de Julio de 2013

Twitter:@laguana